3.6 Integración de la interseccionalidad y el financiamiento con perspectiva de género

INTEGRACIÓN DE LA INTERSECCIONALIDAD Y EL FINANCIAMIENTO CON PERSPECTIVA DE GÉNERO 3.6

Es la reafirmación de no abandonar a nadie e integrar a los grupos desfavorecidos en las políticas del sector financiero.

Aunque la pandemia mundial ha contribuido a impulsar la inclusión financiera en algunos sectores, también es un recordatorio urgente de que queda mucho trabajo por hacer. Las redes financieras sólo pueden ser aprovechadas significativamente para la recuperación si todas las poblaciones vulnerables tienen acceso a ellas, así como a los productos, servicios y conocimientos adecuados para utilizarlos de forma continua.

Existe el riesgo de que los formuladores de políticas, tras la pandemia, se muestren reticentes a llegar a los más excluidos económicamente porque el enviar fondos de emergencia a través de las redes financieras digitales puede ser mucho más rentable que otros canales alternativos.

Tal comportamiento exacerbaría las desigualdades existentes en materia de ingresos, educación, género y ubicación, ya que es probable que los sectores de la población excluidos financieramente, también sean los más necesitados de ayuda estatal.

Sin embargo, la pandemia de COVID-19 ha brindado la oportunidad de EXAMINAR DE NUEVO LA INCLUSIÓN FINANCIERA DE LAS MUJERES Y LAS NIÑAS y de identificar las perspectivas existentes y nuevas sobre las que pueden actuar los reguladores y los responsables de la política financiera. A continuación se enumeran algunas de estas perspectivas.

1

El simplificar y mejorar el acceso de las mujeres a los documentos de identidad y trabajar con las comunidades para superar las normas sociales y culturales restrictivas, puede permitir a las mujeres disponer de los documentos necesarios para abrir cuentas y también del permiso de su familia y comunidad para hacerlo. El permitir documentos de identidad alternativos también puede ofrecer las mismas oportunidades a las mujeres que no pueden acceder a documentos de identidad formales.

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2

El aumentar la disponibilidad y la oportunidad de participar en procesos transformadores de género de alfabetización financiera y digital, ayudará a las mujeres concientizadas a ponderar los riesgos frente a las oportunidades de participar en los nuevos productos y servicios que se les ofrecen.

3

El permitir formas alternativas de garantía para acceder a créditos o mecanismos alternativos de calificación crediticia, ayudará a cerrar la brecha de género en el acceso al financiamiento y permitirá a las mujeres seguir dirigiendo o incluso hacer crecer sus negocios en los meses y años venideros. Estas formas alternativas de garantía podrían abordar las barreras estructurales que están fuera del control del regulador, como los derechos de propiedad de la tierra y la legislación sobre la herencia.

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4

El apoyar a las mujeres para que tengan acceso a los servicios financieros digitales y móviles, y puedan tener permiso para utilizarlos, les permitirá ahorrar y acceder a fondos más cerca de sus hogares o lugares de trabajo. Las mujeres ya se enfrentan a graves limitaciones de tiempo en comparación con los hombres, y esto mejorará su capacidad para acceder a una gama más amplia de productos y servicios.

5

El apoyar a los proveedores de servicios financieros con un entorno normativo propicio e incentivos y la exigencia de apoyar a los segmentos vulnerables de la población, contribuirá a facilitar el desarrollo de productos y servicios dirigidos a satisfacer las necesidades de estos grupos con mayor eficacia que los servicios usuales en la actualidad.

(Photo by dinosmichail/iStock)

6

Al abordar todos estos aspectos junto con el desarrollo de metas efectivas para la inclusión financiera de las mujeres en las Estrategias Nacionales de Inclusión Financiera (ENIF), todo ello contribuirá a una serie de intervenciones ante el COVID-19 que pueden ayudar a mantener a las mujeres y a sus empresas financieramente incluidas.