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Editorial

La Ingeniería Civil es un Grado

Ante la tremenda desinformación provocada por los comentarios en las distintas redes sociales, el Colegio aclara el contenido y alcance real de la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, el pasado 6 de junio, tras un procedimiento iniciado por el Colegio de Ingenieros de Caminos Canales y Puertos. En él, se manifiesta la utilización pública de una denominación que no corresponde con la recogida en los Estatutos aprobados por Real Decreto 140/2001 y que, por tanto, está utilizando la vía de hecho, pidiendo el cese en esta actuación material.

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La Sentencia única y exclusivamente analiza y juzga un punto: Si el Colegio está utilizando un nombre diferente al que viene recogido en los Estatutos aprobados por Real Decreto 140/2001.

Los Estatutos fueron aprobados en 2001, fecha muy anterior al proceso de Bolonia y la revolución de los títulos. Transitoriamente, en tanto se generalizaran los nuevos títulos y la normativa da respuesta a la demanda social de los nuevos titulados, se les reconoce a los Ingenieros Civiles la capacidad de ejercer la profesión de Ingeniero Técnico de Obras Públicas. Para que dichos titulados se reconocieran en esta Corporación, el Colegio promovió el cambio de denominación, considerando que la aprobación colegial en función del reconocido principio de autorregulación de los Colegios les permitía denominarse como tal, y así ser reconocidos socialmente.

La Sentencia del TSJ considera que para ese uso, además del ejercicio de autorregulación, se requiere necesariamente la modificación estatutaria mediante Real Decreto, pero no valora la oportunidad o legalidad de esa modificación, sino que únicamente aún no ha sido aprobado.

Desde el Colegio, queremos transmitiros que seguimos con la tramitación del cambio de nombre para poder usar esa denominación de manera oficial, y que continuamos reivindicando nuestra profesionalidad y nuestros derechos.

Las palabras del Presidente

Aunque los bulos existen desde siempre, en los últimos tiempos diríamos que lo que proliferan son las fake news. También en nuestro ámbito, el profesional, ocurren este tipo de hechos, y algunos grupos de interés intentan, a base de repetir ciertas falsedades, obtener provecho propio.

Pongamos un par de ejemplos ilustrativos. En el ámbito universitario, algunas personas están intentando convencer a los alumnos que, para ser algo en la vida, tienes que estudiar un máster “de los de verdad”, uno “habilitante”, menospreciando de un plumazo, no solo a los graduados,

sino también al resto de másteres oficiales, o a los doctorados... Curiosa afirmación después de haber vivido el proceso de Bolonia para integrarnos en Europa, y totalmente malversa, si quien lo pronuncia tiene un evidente interés y una posición de “poder” como profesor frente a los alumnos. La realidad, sin embargo, es tozuda: solo un 15% de estudiantes se matriculan en un máster, frente a los que lo hacen en un grado. Por cierto, la empleabilidad de estos últimos está en torno al 95% en nuestra rama.

Otra de estas fakes news que han proliferado en estos últimos días es la de que: “como la administración tarda años en aprobar un real decreto de cambio de denominación para nuestro colegio, esto tiene alguna implicación sobre quiénes se pueden denominar ingenieros civiles en nuestro país”. Ciertamente, si una persona ha finalizado sus estudios como graduado en la rama de ingeniería civil, no existiendo ningún otro grado ni máster que utilice términos parecidos, es evidente que se le puede denominar “Ingeniero Civil”. ¿Quién sino debería hacerlo?

#SerIngenieroEsUnGradoCarlos Dueñas Abellán

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