/tiempos/ en cuarentena (2021)

Page 1

/tiempos/ en cuarentena fanzine digital colaborativo



la tristeza como mugre y el tiempo, como si nada:

el tiempo, tan lejano y olvidado como yo sigue pasando como si nada, imperceptible, sin importancia ya pareciera que ni siquiera existe, es algo del pasado. los platos se siguen juntando y las pelusas en la esquina también se están acumulando, hay días en los que parece imposible salirme de este estado tan quieto a pesar de que vea la belleza que hay afuera cuando las hojas de otoño me chocan la ventana por el viento. ¿vos sabes lo que pasa acá adentro? las malas noticias siguen apareciendo con el correr de los días, los casos siguen aumentando, la muerte sigue acechando y de algunas el Estado no se hace ni cargo, solo cuando ya es en vano. yo me pregunto qué es lo que tiene que hacer uno para importar en esta sociedad tan selectiva y pobre-negre-odiante , cómo es posible que de algunos errores no te salve nadie y eso te implique morirte. // perdí la cuenta de cuántos días llevo sin comer algo sano, sin ducharme, no me interesa ser una mugre, ya no sé muy bien qué es lo importante. ¿vos acaso sabes? otro día más pasa, se vuelve noche veo el ocaso, todo desde el mismo lugar. intento cerrar los ojos pero por más cansados que estén, no lo puedo lograr. el tiempo, los minutos, las horas, siguen avanzando como todo lo demás sigue ocurriendo, tan imperceptible, tan lejano, tan olvidado, como yo, desde mi lado más muerto.


de incertidumbres y anhelos: todavía puedo acordarme de las promesas que nos hicimos con nuestras manos acariciándonos el cuerpo. todo parece alejarse con el tiempo, la idea de volver a verte no es más que un anhelo y ya ni siquiera eso me reconforta. la lejanía de lo posible se pierde en el límite del horizonte. el te extraño ya ni siquiera puede salir de mi boca, que la siento tan rota y cortada de la falta de cuidado que llevo en la cotidianidad. veo esta nueva costumbre y yo no puedo terminar de adaptarme, siempre fui una de esas personas que va en contra de la corriente y no le importa perder. la diferencia es que ahora siento que perdí todo junto con mi libertad. la simpleza de un mate a la mañana con vos antes de ir a la facultad o a trabajar, el abrazo de mis amistades al encontrarnos afuera de sus casas antes de arrancar, la birra y el porro con los pibes del barrio en las trasnoches de la villa, del barrio de la ciudad, el camino de hojas que piso cuando me pinta patear para evitar pensar... la simpleza de todo eso que alguna vez me llenó y creo, ahora, no lo supe valorar.


mirar por la ventana ya se volvió una costumbre, y me río de mi mismx porque siempre juzgué a las señoras que lo hacían todo el tiempo en uno de los tantos barrios en los que he vivido, ¿pero qué otra cosa se puede hacer cuando queres evitar sentir toda esa quietud, todo ese silencio que te llega a ensordar, que hay adentro de casa? el más mínimo movimiento de la jauría que se junta en la mitad de la calle te distrae de esa angustia, las redes sociales te consumen y vos te quedas en stand by

¿qué es esta nueva normalidad? hoy me desperté, no con el pie izquierdo, sino con todo el cuerpo cruzado y la cabeza para atrás, porque quiero que me devuelvan mi vida. pero mi vida ¿dónde está? ¿dónde fue a parar antes de que todo esto pasara?


una especie de stop: afuera mientras las nubes atraviesan el cielo, la naturaleza retoma un curso de tranquilidad que antes no tenía como si no hubiera tal crisis. acá abajo, nosotres encerrades, privades de nuestra libertad pero no tanto como otres. irónico, pienso, el ser humano por excelencia tan social, ahora tan distante de todo y todes, (incluso hasta de la luz del propio sol que nos mantiene calientes en estos días de invierno).


tan constante de afecto, contacto, tan necesitadx de un otre. ahora, soles. acompañades en todo el contexto pues, casi que estamos en la misma pero al fin y al cabo, soles, apartades. tan varades en la inmensidad del universo que ahora está tan quieto. ¿será que le debíamos un respiro?


nublado y sin reloj: me despierto y no entiendo mucho nada, solo sé que está atardeciendo, otra vez el día murió antes de que abriera los ojos. pongo la pava en la hornalla, lo único que escucho es tranquilidad. qué loco ¿cuándo habrá sido la última vez que el mundo estuvo tan parado y en silencio? sin nosotres estorbando por todos lados. extraño... ¡cómo extraño! la calidez y ternura de mis amigues, ver los pajaritos que vuelan encima mío mientras siento el césped que me pica en las manos... pasar las noches esperando el colectivo haciendo tiempo en el canal abajo del cielo estrellado, ver a les niñes jugando cuando voy caminando a la facultad por el paseo, tomar mate en los pasillos con mis compañeres, las hojas que se caen al suelo esperando ser pisadas para crujir, el fresquito en la cara, el pucho en la parada esperando volver a casa, el sonido de lo vivo, ver a la gente laburando, acelerada, en movimiento. todo tan en movimiento... quizás esta sea una pausa que nos paró por completo para que respiremos un poco, pero nunca estuvimos listxs para tomárnoslo, sino ¿por qué habría tanto padecimiento? esto no se trata de introspección y crecimiento personal o espiritual, ya no es solo esperar si hay quienes afuera, la están sufriendo.


el agua se terminó hirviendo entre tantas cosas que se me cruzan por la cabeza y mi cerebro se queda estancado en lo que pienso. cuento el tiempo en el calendario, recalculando, pensando, haciéndome la idea de que queda para rato aunque desearía que fuera de otro modo. ¿cómo lograrlo? el modo virtual nos queda tan pero tan corto... estamos haciendo lo que podemos ¿no? lo único que me reconforta es saber que es un día menos para sentir cómo nuestros planetas chocan cuando nos reencontremos en ese abrazo que tanto encandila el espacio.


un rescate de la inercia: ¿qué estás mirando? ¿en qué estabas concentrado antes de leer esto? ¿qué escuchas? ¿estás ahí o solo estás en stand by viendo cómo el reloj avanza y sigue su paso? matando segundos, minutos dormís, escabias, fumas, te drogas, comes, lees, te acostás, ejercitás, estudiás, trabajás… ¿qué haces? también podes hacer nada aunque para mi gusto es lo más existencial que hay... bah, me deja con muchas cosas con las que pensar y eso se convierte en una bolita de ansiedad que termina por arruinarme días y días seguidos (aunque de todos modos ¿qué son los días hoy?) uy, me fui por las ramas, una seca, un traguito de café, ‘tamos de vuelta. ¿te das cuenta? a mí me flashea. pero también me enoja.

¿vos notas de lo que te rodeas? ese techo, esa cama, ese cuaderno, ese plato de comida, el agua de las cañerías y la que está en tu heladera, los puchos, la frazada… y podría seguir con mil ejemplos más si quisiera que este escrito durara más hojas pero el punto es... ¿vos ves todos esos privilegios con los que contás? no te apunto con el dedo, no te sientas zarpade, vos podes, otres no eso a veces (jaja, casi siempre) pasa.

pero no es la vida, es otra cosa. no es cuestión de refregártelo en la cara y que sientas culpa a esta altura ya sabemos que la culpa no sirve de nada ¿no? el problema es que debería poder alcanzar. ¿qué es lo básico? ¿qué necesitás? ¿todo eso que tenés, necesitás? si, bueno. que para las clases, para la energía, para la salud física y mental (uf, te imaginás?) que para el trabajo, que para no aburrirnos.


¿viste cómo se suma todo? será que ¿realmente necesitamos todas esas cosas o nos lo hicieron creer? bueno, igual ese ya es otro planteo que nada que ver en este roskeo.

son cosas que, si bien no son necesarias como lo es el aire, hacen a nuestra calidad de vida ¿o me lo vas a negar?

el problema es que debería poder alcanzar, es lo lógico, o seguro lo pensás. y sin embargo, casas sin agua, gente en la calle, personas que pueden contagiarse, morirse porque tienen que decidir entre alcohol en gel y el tapabocas o un paquete de comida, entre exponerse, o laburar. vos ya compraste el barbijo cheto con dibujitos piolas ¿o no?


no hay crítica para lo que tenemos, todes tenemos, todes somos unes privilegiades, el problema es empezar a cuestionar por qué yo sí y otres no. deja de flashar desde tu cómodo lugar a esa gente que no puede quedarse en su casa y tiene que salir a laburar, a vender pan, artesanías, a les que tienen que buscársela día a día. mirate la gorra que tenés, esa que te pusieron y nunca se te dio por sacar, que hay pibes que acá se están muriendo de hambre, empezá a preguntar, a pensar por qué siempre falla algo, porqué siempre hay vidas que importan más que otras, por qué la cosas no cambian y siempre hay alguien menos en las villas, en los barrios. empezate a cuestionar y a pensar si tus oportunidades fueron las mismas para vos que para cualquier otra persona de tu edad, si tenes acceso a todos tus derechos básicos y si todes lo tenemos en realidad. empezate a cuestionar a vos y a tu vida, sacate esa gorra que tenés y deja de criticar desde tu cómodo lugar desde donde no tenés que protestar ni quejarte, que siguen habiendo vidas que valen más por sobre otras y de eso no hacés polémica.



resakeado/ de hartazg0: te levantaste con resaca pero no te importa mucho porque ya te acostumbraste. sin un poco de glucosa en el cuerpo te levantas a comer algo para despabilarte de los muertos que quisiste ahogar anoche. en tu casa el ambiente tiene un aroma un tanto diferente aunque parece un día típico de otoño. las tostadas se te quemaron pero medio te da igual si todo te sabe tan a poco... vacío, como las calles en días de confinamiento y tanto acumulado adentro en el pecho... como las hojas que se juntan en la vereda se te van cayendo las ideas y las observas con indiferencia. ¿en qué momento (se) te pausó tanto la vida? las mandarinas están agrias y las naranjas tanto no te gustan, ya no hay más ganas de bancarla. otro día perdido asi que volves de donde te fuiste, derecho a la cama y a amortiguarte el gusto amargo entre sábanas.



x untitled x: el mundo se está yendo a la mierda y hay quienes todavía nos preguntamos qué va a ser de todo esto, o del después... la inmensidad de la naturaleza ahí afuera de nuestras rejas nos hace sentir toda la pequeñez que nos rodea y los detalles en los que encontramamos un poco de confianza dentro de nuestras casas, cuando empieza otra de esas batallas en las que pensas que no vas a poder con tu cabeza. esas pequeñas cosas, también un privilegio, a las que te aferras con fuerzas


los pequeños gustos que te sacan un poco la asfixia.

¿cuántas de esas cosas encontraste hoy para no pensar en el desastre que es el mundo?


(como antes): ya no sé lo que hay en mi reflejo, las hojas se siguen cayendo y el otoño impregnó absolutamente todo. las gotitas de la lluvia se resbalan por la ventana y lo único que se me cruza por la mente son todos estos acertijos y adivinanzas a los que nunca les encuentro respuesta, son solo incertidumbres. ¿de qué sirve? el sol parece que asoma, entre las nubes quieren salir unos rayitos de colores, pero adentro mío nada se ilumina. la noche sigue cayendo, el tiempo es continuo, el humo del cigarrillo se extingue y este se consume en cenizas que después se las termina llevando el viento, como todo eso que pasamos.


parece increíblemente lejano ¿te acordás cómo éramos debajo de ese cielo? riéndonos… los apuntes tirados en la mochila no hacían más que acompañarnos para absolvernos de culpa por no estar estudiando. el vientito no se siente igual de libre cuando lo siento desde mi ventana que cuando lo sentía mientras caminaba para llegar a tu casa. todo tiene un gusto a triste… melancólico. lo único que puedo hacer es sentarme a esperar a que se haga de día otra vez y sentir que todavía existe una oportunidad.



(des)hecho/s: hoy escribí una carta de 3 carillas y la quemé, fumé mucho más de lo que lo hacía con mi vicio y en vez de sangre tengo café. también decidí, aunque ya lo pensé y laburé tantas veces, o más bien percibí y cuestioné otra vez todo mi laburo con la autonomía: sino salgo de esta cuarentena un poco más maduro o independiente, no tan agobiante, sin inteligencia emocional, voy a darlo por hecho que fallé. decidí, también, que no quiero volver a vincularme, hasta yo no sentirme suficiente. no puedo cargar con eso y con lo enfermo de mi mente a otres, ni hacer sentir o yo flashar (aunque no sea siempre) que para ser feliz o más estable necesito a alguien más que me acompañe. quiero poderlo solo aunque me cueste. tengo que poderlo solo aunque me crea tan poco e insuficiente. voy a dejar lo nostálgico de lado, hacerme cargo y cuidarme como cuido todas las plantas de la casa para que crezcan verdes y fuertes: tengo que acordarme de ponerme todos los días, aunque me cueste. si al final todo va a ser lo mismo aunque lo intente de cualquier forma al menos me queda la libertad de elegir cómo puedo probar otro día más; la verdad es que no me quiero dejar ganar.




más de lo mismo: mucho tiempo me encuentro pensando en la inocencia (casi nula o específica de ciertas circunstancias) que tiene el ser humano. muches, realmente creen, creemos, que algo de todo esto va a ser normal. ¿qué va a ser normal? ¿la vuelta a las calles? ¿las clases? ¿les niñes jugando en las plazas? ¿la gente yendo a trabajar? yo no creo que nada de eso lo sea. muchas veces fui más conocido por mi pesimismo (¿o realismo?) que por cualquier otro rasgo de mi personalidad. ¿acaso creemos, en serio, que algo de todo lo que nos pensamos, cuestionamos, replanteamos en estos dos meses que llevamos encerrades, va a volver a su estado anterior? no podemos imaginarnos un futuro porque no sabemos qué es lo que va a pasar. estamos viviendo en una incertidumbre. no puedo dejar de ver el malestar que eso genera a mi alrededor, desde todos los privilegios en los que me hallo inmerso y en otros lados donde todo es tantísimas veces peor. hay cierto grado de normalidad en este “nuevo” contexto entre algunes de nosotres. muches ansiamos salir, reencontrarnos. muches otres tenemos miedo de qué nos va a pasar frente a las multitudes de la cotidianidad, qué va a surgir de nuestra ansiedad o cómo será volver a acostumbrarnos a otra normalidad que no podemos pensar desde nuestras, tatntas veces, tan cerraditas cabezas.

pienso, en qué es lo primero que voy a hacer cuando salga de acá. fumar y escabiar con mis amigues, perrear. abrazar ¿besar? ni siquiera vos y yo vamos a volver a ser lo que éramos, mucho menos lo que fuimos. por allá pienso que hasta dejé de extrañar. me empezó a aterrar el salir afuera, si ya me acostumbré acá. estoy bien, seguro. tampoco puedo dejar de pensar en todes aquelles que quedaron encerrades sin la posibilidad de sentirse así en sus casas. una vez me dijeron que yo sufría mucho por ponerme tanto en el lugar de les otres.


yo me pregunto siempre ¿cómo no vas a pensar en elles? me gustaría tener un poco de esperanza, pero ahora la imaginación ya no me alcanza. hay gente que ha cambiado para bien. también está todo este aura de “empatía” dando vueltas, medio ingenua porque no termino de creerla del todo y pienso ¿qué va a pasar con ella cuando volvamos a las calles? ¿va a ser la misma? ¿realmente habremos salido habiendo aprendido algo con certeza? mientras tanto, evitando caer en un pozo de preguntas sin respuestas, todas ellas infinitas, me armo el último tabaquito que me queda, le pego un trago a la petaca y vuelvo a la cama para dormir dos horas como todas las noches.

pero miro un rato por la ventana, el cielo oscuro, la luz oculta de la luna entre las hojas que tapan mi vista y no puedo evitar recordar tantas cosas con angustia. no sé si quiero volver atrás y tampoco sé si quiero mirar adelante donde no puedo ver nada. se me apaga la tele y yo ya no quiero pensar más. mañana será otro (monótono) nuevo, día.



x untitled x: estuve pensando en vos medio que ya no tiene sentido no admitirlo. los días se hacen más largos y duros y otros se desvanecen como los hielos en mi trago (eso si no los mastico primero). ¿vos te acordas cómo nos sentíamos? a veces me da la sensacion que podría revivirlo pero se me agotan las esperanzas cada vez que confirmo que dejaste la varita allá arriba, tan alto /ungarronazo/ y es que no sé bien cómo arreglarlo bueno, igual lo estoy intentando... pero tengo mis permitidos y tomo mis buenos sorbos aunque sepa que no olvido. de hecho más recuerdo con cada trago, pero quizas con un gusto distinto. toco la guitarra un rato y mancho mis apuntes con vino: qué boludo. siempre embobado, colgando pero a eso lo sabemos desde el principio. limpio, vuelvo a tocar, vuelvo a anotar, no me las vuelvo a mandar... aunque hay algunos (varios) errores que seguro repetiría. (hoy, por ejemplo, ya estoy pensando en vos por segunda vez en el día)




pedazos pt II: ya no quiero estar rodeado de todas estas fotos viejas que me recuerdan lo feliz que fui en algún momento y que lo tuve todo pero ahora lo tiré por la borda. ¿será mi culpa que siempre esté tan impregnado de tanta nostalgia? ¿tanta melancolía? ¿cuántas noches me habré preguntado de dónde venían todas estas secuencias que me generan esa leve presión en el pecho? ahí donde /flasheo/ está mi alma. ya no quiero pensar todo el tiempo en cuánto pude haber hecho antes de encontrarme en esta realidad de la que nunca encuentro una salida. ¿por qué extraño tanto ese abrazo? ¿por qué me llevan directo a estos lugares? ¿por qué tengo este sabor en la boca como si de repente hubiera perdido todos los besos que alguna vez nos dimos? ya no puedo ignorar al resto tengo que salirme de alguna manera del fondo del tacho en el que estoy tan pero tan metido. ya no tengo tanto miedo como antes de encontrarme perdido en el camino, no sé cómo hago que termino de alguna manera encontrando alguna que otra grieta para salirme de cualquiera.


me ahoga la tristeza de tantas cosas que ya no sé si valen la pena nombrarlas ¿qué es lo que cuenta? ¿cómo está todo afuera? con mi interior tampoco tengo demasiada cercanía. se me vienen fotos y grabaciones a la cabeza pero se ven como si fueran todas cintas viejas que están a punto de romperse y nunca más volver a ser.

me da miedo que terminen de borrarse todas esas líneas porque me aterra pensar que nunca existieron en realidad.



el aislamiento y mi sombra se complementan (no está tan bueno): hoy lo único que sé, es que estoy no cansado pero harto, enojado, abrumado, confundido. pienso que quiero romper con todo esto, salir corriendo a buscarte, ir a cenar con mis amigues, reírnos y mimarnos entre tanto desastre. sentir algo más que esta tristeza el frío de mi casa, y el sentimiendo de soledad constante. todo el tiempo creo, pienso, en cuánto quiero desaparecer, no existir más en el mundo terrenal. ahora que tendría la posibilidad, solo tengo miedo. es que yo sé que me quiero ir, pero no en un apocalipsis donde la gente que amo también puede que desaparezca. es todo parte de la misma paranoia, ya sé que re flashea mi cabeza pero la ansiedad aumenta y yo ya me quedé sin herramientas y fuerzas para pelearle de vuelta. hasta las letras se me chanflean cada vez que la taquicardia y los temblores me atacan. tuve que parar porque empecé a pensar y llorar.


la última vez que te abracé tendría que haberlo hecho mucho más fuerte, tendría que haberte dado más besos cuando me los pediste y haber dejado el miedo atrás, si qué me importa volverme a quemar. tengo miedo de que todas esas “última vez” sean realmente las últimas. es que quiero llamarte y decirte que te amo, que estoy asustado no, paralizado del miedo que siento adentro. escribo cada vez más rápido y desprolijo porque no puedo ponerle stop a mis pensamientos que aparecen de a miles y todos acelerados, tan rápido y en todo momento. creo que incluso desde allá podes escucharlos. quiero decirte que la angustia que me ataca por las noches no me deja dormir y que espero a que amanezca para poder descansar porque le tengo pánico a mis pesadillas. quisiera escuchar tu vocecita tan linda y calma decirme que todo va a pasar, que me querés abrazar, sobre todo que no soy solo esta oscuridad en la que tanto me sumerjo.

y la realidad es que no te necesito así como cuando te falta aire y no podes respirar. no. pero qué bien me haría sentirte un poquito más cerca, solo... compañía. aunque también me da miedo pensar que sentir así, esté mal. sobre todo porque en mi cabeza, siempre, todo, lo está. porque el mundo se está yendo a la mierda y vos estás lejos y yo te quisiera acá y me odio por hacerlo pero no puedo controlarlo, quisiera tus mimos para no saberme tan solo esta noche. el mundo se está yendo al carajo, y yo no puedo dejar de roskear con toda esta mierda.


x untitled x: no puedo evitar preguntarme de donde aprendimos, o por qué nos inculcaron toda esta idea platónica de lo inmutable, de que existen las cosas eternas, un para siempre, negando así todo cambio que existe permanentemente. me pregunto por qué sabiendo que lo único constante es el cambio, el ser humano se engaña a sí mismo y transmite este anhelo de que las cosas se estanquen y se queden como son. ¿por qué prefiere esta ingenuidad? ¿esta mentira? ¿por qué en vez de aceptar las cosas como son buscaría la manera de inventarse un mundo que no existe si al final es más doloroso esto que aceptar lo primero? tan masoquista podría ser acaso de preferir una mentira que le hiciera feliz durante un período corto de tiempo a una verdad que pudiera manejar en base a sus herramientas?

pero todes caemos en esa... quizás es nuestro instinto de supervivencia para evitar cualquier clase de dolor de saber que todo en algún momento termina y hay que despedirse, desapegarse. pero si no mutas, no cambias, las cosas siguieran tal cual, ¿cómo podrías crecer, madurar? ¿cómo avanzas si te estancás en el mismo lugar en el que estás?




destelado de la pantalla: hoy estuve conectado todo el día y dejé mis redes abiertas en la pc mientras de este lado de la pantalla solo estaba tirado en la cama. el “en línea” aparecía en todos los chats de las personas que me escribieron. también en el tuyo.

me siento un extraño en un cuerpo que habito que no es mío: perdido escribo... todo feo. enredado, entremezclado.

sin embargo a mí desde acá no se me cayó ninguna respuesta. estado nulo, estoy nublado.

la activo pero sigo vacío.

a veces no escribo porque no me dan los ánimos, otras lo hago y me arrepiento cuando siento que mis cosas no tienen significado. también las hay en las que te quiero dar tu espacio para no ser un pesado, no agobiarte con mensajes o pelotudeces en vano.

será esta nueva etapa que he estado descubriendo y a la que me tengo acostumbrar ¿supongo? escribí de nosotres en un trabajo práctico y pienso que todas mis ideas son horribles, (ese es otro escrito que nunca me voy a animar a mostrarte) es que me da asco estudiar cine, no sé para qué intento si no creo en nada de lo que hago.

los memes siguen estando. pero hoy ni siquiera esos me pudieron sacar de este lado tan depresivo, tan tirado. me gustaría saber qué me está pasando, creo que no puedo charlarlo porque es más de lo mismo y... ¿de qué sirve?

decís que no me desarme pero solo puedo pensar en hacerme daño aunque lo esté controlando.

hoy estuve todo el día en línea y no se me cayó ni una respuesta porque no me deja de invadir toda esta tristeza. el frío de mi cama no se aleja ni con mi gato acostado en ella alrededor de mis piernas. perdón nena, ya sé que no te importa, toda la virtualidad es medio una mierda. pero te nombro siempre en líneas porque ya me acostumbré a escribir como si alguien realmente me leyera.




... pero ya re fue: cuántas palabras que llevan tu nombre, cuántos poemas que habré escrito pensándote a vos y no a otre. cuántas noches que habré descargado entre hojas, tinta y pluma, teclas y pixeles, la vorágine de sentimientos y contradicciones que me producís en todo el fucking cuerpo.

en mi cerebro nada de certezas puros roskeos. es que cuando se trata de vos no existen paradigmas, estructuras, ni nada en lo que apoyarse porque todo es tan inestable, efímero, fugaz.

casi tanto, como lo es la vida y los momentos tan lindos que hemos compartido en el medio de todos nuestros impulsos, y de lo pasional.

ya no quiero escribir de lo que quiero, de lo que te extraño, de lo que espero, de lo que quisiera que hagas o de las ganas que tengo de que te la juegues conmigo y terminemos juntes, ya estuvo, ya fue. basta de caprichos, basta de blanco y negro, basta de grises, basta de contratiempos, basta de planteos, basta de pensar qué tan distinto pudimos /y podría/ haber sido. me queda parte de tu calor y de tus caricias impregnadas en el cuerpo, como si fueran uno de los tantos tatuajes que me hiciste en esos días de verano. hoy todo se torna de un color un poco más melancólico como un sepia que demuestra que fuimos pero no somos, que hay una especie de cariño o una chispa que quedó del camino compartido, de todo lo que existió. ni los colores, ni las imágenes, ni los recuerdos están tan nítidos como yo en realidad quisiera. pero todavía me queda guardado en el pecho que nos quisimos de todas esas maneras y en el fondo, bien adentro, acá lo seguimos manteniendo.


Fotos por Vico Martínez @i.nercia Fotos por Micaela Botto @mitt_______

Fotos por Viaje a lo desconocido @viajealodesconocido___

Fotos por Keila Guevara @keilagfotografia


Fotografías anónimas

Fotos por Julieta Sánchez @killerque.e.n

Fotos por A. Analía Figueroa @janadondetefuiste


Escrito y editado por Agustín Nicolás Rolo /@unranci0 / aggustin.rolo@gmail.com


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.