El movimiento de ecología profunda

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EL MOVIMIENTO DE ECOLOGÍA PROFUNDA Algunos Aspectos Filosóficos por Arne Naess Valle de la Muerte, Abril de 1984 - El calor tórrido, insoportable, es como si viniera de una lenta y continua explosión nuclear allí cerca. Sol y sal blanquean las rocas ocres. Debajo del nivel del mar no existe agua. Las masas de aire cálido suben, creando caóticas cáusticas luminosas. Cuan diferente es este lugar del frío Tvergastein, batido por los vientos árticos, con sus luces oblicuas y aguas siempre gélidas. Arne Naess se encuentra en las antípodas de su geografía. Tiene ya setenta y dos años. Camina, como siempre ha hecho en su vida, hacia el campamento nocturno, bajo un cielo que ya se mancha de estrellas. Lo acompaña en el camino su amigo y colega George Sessions... Desde que, luego de haber leído la obra de Rachel Carson, Arne Naess decidió aplicar sus extraordinarias técnicas filosóficas al análisis de los problemas que plantea a todos la actual crisis ecológica, su penetrante incursión en la filosofía ecológica ha desarrollado al menos tres fases fundamentales: i) El Artículo de Bucarest. - En 1972, durante el encuentro de Bucarest, Futuros del Tercer Mundo, Naess presentó un informe descriptivo de los dos movimientos ecologistas que se habían originado durante los años 60: un movimiento ambientalista antropocéntrico, tecnocrático y ``poco profundo,´´ preocupado esencialmente por la contaminación, reducción de las materias primas, y de la ``salud y prosperidad de las personas en los países desarrollados,´´ y un ``movimiento Ecologista Profundo, de Largo Alcance,´´ de carácter ecocéntrico, este último caracterizado por conclusiones científicas e intuiciones ecológicas similares en muchas partes del mundo. ii) La Ecosofía T. - Desde 1972, cuando acuñó por primera vez el término movimiento de ecología profunda, e incluso desde finales de la década de los años sesenta, Naess ha continuado desarrollando y refinando hasta hoy su propia ``visión total´´ en el ámbito de la Ecología Profunda, un proceso intelectual que se concretó en la formulación de la Ecosofía T (por Tvergastein). iii) La Plataforma de la Ecología Profunda y el Diagrama Apron. - Los Ocho Puntos de la plataforma fueron acordados con Sessions en el 1984, durante el viaje al Valle de la Muerte. La plataforma esencialmente racionaliza un enfoque ecocéntrico hacia los problemas ambientales que afectan a la Tierra, con sus normas filosóficas y un llamamiento al activismo ecologista. La idea es que la plataforma constituya la tabula filosófica básica y común para los partidarios de la Ecología Profunda en cuanto movimiento social, político y filosófico - como en efecto se la considera actualmente por parte de vastos segmentos de la comunidad ecologista. La plataforma alcanza un nivel más universal del Artículo de 1972, en cuanto expande varios principios permitiendo la diversidad cultural en su totalidad y algunos credos fundamentales eco-filosóficos (como la doctrina de las ``relaciones internas,´´ funcional para la caracterización de los ecosistemas y el igualitarismo biocéntrico) que no necesariamente son compartidos por todos los integrantes del movimiento de Ecología Profunda, y al mismo tiempo eliminando la ``postura social anti-clasista´´ abogada por muchos partidarios de la Ecología Profunda e incluso más ecólogos-sociales, porque no constituye un auténtico asunto ecológico. El Diagrama Apron consiste de Cuatro Niveles fundamentales, y su finalidad es aclarar en qué nivel del pensamiento inductivo/deductivo se ubican las diversas religiones fundamentales y doctrinas filosóficas (Nivel I) y, en nuestro caso, la plataforma de la Ecología Profunda (Nivel II); el Nivel III corresponde a hipótesis y diagnósticos objetivos sobre el estado del mundo (e.g., efecto invernadero, erosión de suelos, destrucción del ozono atmosférico, etc.), que finalmente conduce lógicamente al Nivel IV de las decisiones y acciones ecológicas específicas en función de situaciones reales específicas, manifestando la riqueza de la diversidad cultural inherente al Nivel I. En particular, la cosmovisión personal de Naess, que él llama Ecosofía T, se ubica en el


Nivel I del diagrama, y se fundamenta en una única norma (``¡Autorrealización!´´). A partir de ella Naess deduce un sistema normativo completo, que abarca el Diagrama Apron hasta el Nivel IV (cualquier otra ecosofía deberá extenderse en todo el diagrama). Siguiendo a Sessions, lo que Naess quiere decir con Autorrealización es que ``el Universo (la Naturaleza, el Tao), y todos los individuos (humanos y no-humanos) del cual son parte, se autorrealizan.´´ Siguiendo las perspicaces intuiciones de Spinoza y Gandhi, ``los seres humanos alcanzan la autorrealización personal, y la madurez psicoemocional, cuando progresan desde una identificación con el estrecho ego, a través de una identificación con los demás seres humanos, hasta una identificación de su propio `ser´ que abarque todo, seres no-humanos, especies, ecosistemas, y la misma ecosfera.´´ Naess considera este proceso de ``identificación amplia´´ como un proceso de desarrollo y autoafirmación del ``ser ecológico´´ - que contrasta claramente con los limitados procesos de afirmación del ``ego´´ o, en otras palabras, del ``ser psicológico.´´ [Es esta, además, la contribución más relevante de Naess a la ``ecopsicología´´ de Roszak, Fox, Metzner y otros pensadores.] Tanta precisión semántica, empírica, lógica e incluso simbólica a menudo enerva a las personas no familiarizadas con técnicas filosóficas deductivas, analíticas y sintéticas, que son vistas como superfluas perdidas de tiempo; sin embargo, Naess insiste una y otra vez que es fundamental pensar claramente y profundamente acerca de los problemas relacionados con la crisis ecológica. Este malentendido entre ``hacedores´´ y ``pensadores´´ tiene raíces ancestrales, desde los tiempos de los antiguos filósofos griegos. El artículo de Naess que sigue es la mejor presentación breve existente de la Ecología Profunda y de su personal Ecosofía T, y el Lector puede juzgar si ``un pensamiento filosófico atento y analítico ilumina o no asuntos y problemas ecofilosóficos y ambientales - de hecho fortalece y aclara nuestra intuiciones ecológicas fundamentales y es por lo tanto crucial para un activismo ambiental sabio y eficaz.´´ El artículo contiene ``iluminantes contrastes entre las posiciones ecológicas profundas y poco profundas, sobre cuestiones como contaminación, materias primas, explosión demográfica, diversidad cultural y tecnología apropiada, ética marina y terrestre, y educación e iniciativa científica.´´ He aquí el mensaje fundamental de Naess - desde el Valle de la Muerte un mensaje de vida dirigido a todas las facultades humanas, incluida la esperanza. PC ARNE NAESS nació en Oslo en 1912, es Profesor Emérito de Filosofía y durante muchos años Director del Departamento de Filosofía de la Universidad de Oslo. Es autor de Ecology, Community and Lifestyle (1973, 1989), reconocido como el primer libro de ecofilosofía, de Thinking Like a Mountain: Toward a Council of All Beings (con John Seed, Joanna Macy y Pat Fleming; 1988), y de muchos libros y artículos sobre semántica empírica, filosofía de la ciencia, Spinoza, Gandhi y ecosofía. Considerado el principal iniciador y teórico de la Ecología Profunda, en 1977 recibió el Premio Sonningen, máximo reconocimiento académico de Europa, por sus contribuciones a la cultura europea.

1. ECOLOGÍA PROFUNDA A LA DEFENSIVA LAS PRESIONES CRECIENTES para el continuo crecimiento y desarrollo han puesto a la vasta mayoría de los ecologistas profesionales a la defensiva. Como ejemplo ilustrativo: El ecólogo de campo Ivar Mysterud, quien a finales de los años 60 propugnó vigorosamente y profesionalmente los principios de la ecología profunda, encontró considerable resistencia. Colegas de su universidad dijeron que tendría que ocuparse de su propia área científica, en vez de inmiscuirse en asuntos filosóficos y políticos. Debería resistirse a la tentación de convertirse en un prominente ``popularizador´´ a través de la publicidad de los medios de comunicación masivos. No obstante, él persistió, influenciando a miles de personas (incluso a mí mismo). En Noruega, Mysterud se convirtió en un famoso ``experto´´ profesional en la evaluación de los daños hechos cuando osos mataban o mutilaban ovejas y otros animales domésticos. Según la


ley, los dueños tienen derecho a la indemnización. Y cazadores con licencia reciben la autorización de matar a los osos si sus fechorías son considerables.[1] El continuo crecimiento y desarrollo requerían que la industria ovejera se consolidara, los dueños de rebaños fueran menos, más ricos, y tendieran a vivir en ciudades. Como resultado de los aumentos de salarios, no podían permitirse contratar más pastores que cuidasen los rebaños, así que las ovejas eran abandonadas a sí mismas incluso más que antes. El continuo crecimiento requería al mismo tiempo desplazar a las ovejas hacia lo que tradicionalmente era considerado ``territorio de los osos.´´ A pesar de esta invasión, las poblaciones de osos crecían y los problemas proliferaban. ¿Cómo reaccionó Mysterud ante estos nuevos problemas? ¿Puso límites al exceso de cercenamiento humano/ovino a territorio de osos? ¿Intentó una aplicación directa de su perspectiva ecológicamente profunda a estos asuntos? Más bien lo contrario. Adoptó lo que aparentemente era una perspectiva superficial de manejo de la vida silvestre, defendiendo a los propietarios de los rebaños: más dinero para indemnizar las perdidas, indemnizaciones más rápidas, y la inmediata contratación de cazadores que principalmente mataban a ``juveniles osos delincuentes´´ acusados de matar a muchas ovejas. Los protectores de los grandes carnívoros notaron con preocupación el cambio de la ``imagen´´ pública de Mysterud; ¿de veras había abandonado sus prioridades éticas previas? Privadamente él insistía en que no era así. Pero públicamente tendía a quedarse callado. No fue difícil encontrar la razón de las inesperadas acciones de M.: la fuerza del crecimiento económico era tan fuerte que las leyes de protección de los osos habrían sido modificadas hacia una dirección altamente desfavorable si los propietarios de los rebaños no hubiesen sido rápidamente apaciguados con la aceptación de algunos de sus razonables pedidos. Después de todo, costaba un dineral contratar y equipar personal para localizar un rebaño de ovejas que había sido hostigado por un oso y, además, probar la culpabilidad del oso. Y los procedimientos burocráticos involucrados requerían mucho tiempo. M. no había modificado en absoluto sus prioridades éticas fundamentales. Más bien, había adoptado un compromiso puramente defensivo. Suspendió la promoción pública de su filosofía ecológicamente profunda para poder mantener la credibilidad y la posición entre los opositores a sus principios, y mantener sus relaciones amistosas con los propietarios ovejeros. Y lo que es cierto de Mysterud es también cierto de los otros miles de ecologistas y ambientalistas profesionales. Estas personas a menudo ocupan posiciones de responsabilidad en la sociedad, en donde podrían fortalecer una política ambiental responsable, pero, dadas las fuerzas exponenciales del crecimiento, sus publicaciones, cuando las tienen, son limitadas a preocupaciones estrechamente especializadas y profesionales. Sus escritos son seguramente competentes, pero carecen de una perspectiva más profunda y más global (aunque admito que existan brillantes excepciones). Si los ecologistas profesionales persisten en expresar sus valores prioritarios, sus trabajos a menudo peligran, o tienden a perder influencia y estatus entre aquellos que están encargados de políticas globales.[2] En privado, admiten la necesidad de cambios profundos y de largo alcance, pero públicamente ya no afirman lo mismo. Como resultado, las personas profundamente preocupadas por la ecología y el medio ambiente se sienten abandonadas e incluso traicionadas por parte de los ``expertos´´ que trabajan dentro del ``establishment.´´ En los debates ecologistas, muchos participantes conocen mucho sobre políticas ambientales particulares en lugares específicos, y muchos otros poseen fuertes posiciones acerca de fundamentales asuntos filosóficos de ética ambiental, pero solamente muy pocos poseen ambas cualidades. Cuando personas de este tipo callan, la perdida es formidable. Por ejemplo, la complicada cuestión de cómo las sociedades industriales pueden incrementar la producción de energía con consecuencias menos dañinas es generalmente un desperdicio de tiempo si este incremento carece de sentido con relación a los fines humanos últimos. Miles de expertos contratados por los gobiernos y demás grandes instituciones dedican su tiempo a este complicado problema, aún es difícil para la gente descubrir o darse cuenta que muchos de estos mismos expertos consideran el problema sin sentido e irrelevante. Lo que dichos expertos consideran importante son las cuestiones de cómo estabilizar y finalmente disminuir el consumo sin perder la calidad genuina de vida para los humanos. Pero siguen trabajando en los problemas irrelevantes a los cuales han sido asignados mientras, al mismo tiempo, se quedan públicamente


callados,

dado

que

el

poder

esencialmente

no

está

en

sus

manos.

2. UN LLAMAMIENTO PARA TODOS Mi argumento es el siguiente: incluso aquellos que subsumen las políticas ecológicas bajo los objetivos estrechos del bienestar y la salud humana no pueden alcanzar sus modestas metas, al menos no completamente, sin juntarse con los partidarios de la ecología profunda. Necesitan lo que estas personas tienen para contribuir, y todo esto trabajará en favor de ellos más a menudo de lo que trabajará en su contra. Aquellos que están encargados de las políticas ambientales, aun cuando se trate de personas que toman decisiones orientadas a los recursos naturales (¿y tolerantes al crecimiento económico?), recibirán cada vez más cordialmente, aunque fuera sólo por razones tácticas y no fundamentales, lo que los partidarios de la ecología profunda han de decir. Aunque la ética más radical puede parecerles absurda o indefendible, saben que sus defensores están, en práctica, haciendo el trabajo de conservación que antes o después tiene que ser hecho. Ellos coinciden con la práctica aunque operen desde teorías divergentes. El tiempo está maduro para que los ecologistas profesionales rompan su silencio y manifiesten sus preocupaciones más profundas de manera más libre. Una propugnación más vigorosa de las posiciones de la ecología profunda por parte de aquellos que trabajan en el interior del ámbito poco profundo del ecologismo preocupado de asuntos de recursos naturales, es la mejor estrategia para recobrar, a los ojos del público en general, parte de la fuerza de este movimiento, contribuyendo de ese modo, aunque modestamente, al cambio de tendencias. ¿A qué me refiero cuando afirmo que incluso el objetivo más modesto del ecologismo poco profundo requiere de la ecología profunda? Podemos entenderlo considerando la World Conservation Strategy [Estrategia de Conservación Mundial] - desarrollada por la International Union for the Conservation of Nature and Natural Resources (IUCN) en cooperación con el United Nations Environmental Programme (UNEP) y el World Wildlife Fund (WWF). Los argumentos de este importante documento son absolutamente antropocéntricos en el sentido de que todas sus recomendaciones son justificadas exclusivamente en términos de sus efectos sobre la salud humana y el bienestar básico. [3] Aparentemente, una ética ambientalista más ecocéntrica es también recomendada por razones tácticas: ``Es necesaria una nueva ética, que abarque a las plantas y los animales así como las personas, para que las sociedades humanas puedan vivir en armonía con el mundo natural del cual dependen para la supervivencia y el bienestar.´´ Pero dicha ética seguramente sería más efectiva si fuera implementada por personas que creen en su validez, más que en su utilidad. Esto, creo, llegará a ser entendido cada vez más por parte de aquellos que están encargados de las políticas educacionales. Muy simplemente, es indecente para un profesor proclamar una ética solamente por razones tácticas. Más aun, este punto se aplica a todos los aspectos de una estrategia de conservación planetaria. Las estrategias de conservación son implementadas más ansiosamente por personas que aman lo que están conservando, y que están convencidas que lo que aman es intrínsecamente digno de ser amado. Dichos amantes no querrán ocultar sus actitudes y valores, más bien las expresarán cada vez más públicamente. Ellos poseen una ética genuina de conservación, no simplemente un instrumento tácticamente útil para la supervivencia humana. En pocas palabras, las campañas de educación ambiental pueden combinar afortunadamente argumentos antropocéntricos con una ética ambientalista práctica basada sobre una perspectiva más profunda y más fundamental, sea religiosa o filosófica, y sobre un conjunto de normas que se basan sobre valores intrínsecos. Pero la fuerza inherente de esta posición general se perderá si aquellos que trabajan profesionalmente en los problemas ambientales no dan libremente testimonio de su adhesión a normas fundamentales. Todo esto es exhortativo, en el sentido etimológico positivo de la palabra. Mi intención es ``urgir, incitar, instigar, animar, alentar´´ (del latín: hortari). Esto puede aparecer poco académico, pero lo considero justificable dada una intima relación entre las frases exhortativas y las visiones filosóficas fundamentales que formulo en la Sección 8. Examinar lo que implican


las

normas

e

hipótesis

fundamentales

es

eminentemente

filosófico.

3. ¿ QUÉ ES LA ECOLOGÍA PROFUNDA? La frase ``movimiento de ecología profunda´´ ha sido utilizada hasta ahora sin intentar definirla. No se debería esperar demasiado por parte de las definiciones de movimientos; piénsese, por ejemplo, en los términos del tipo ``conservadorismo,´´ ``liberalismo,´´ o ``movimiento feminista.´´ Y no hay razón para que los partidarios de los movimientos tengan que adherirse exactamente a la misma definición, o a cualquier definición. Ocurre lo mismo con caracterizaciones, criterios, o un conjunto de condiciones necesarias propuestas para la aplicación de un término o de una frase. En lo que sigue, se proponen tentativamente una plataforma o algunos términos claves y frases, sobre los cuales George Sessions y yo hemos coincidido, como fundamentos de la ecología profunda.[4] Con más exactitud, las frases poseen una doble función. Su objetivo es expresar puntos importantes que la gran mayoría de partidarios aceptan, implícitamente o explícitamente, a un alto nivel de generalidad. Además, expresan una propuesta para que aquellos que firmemente rechazan uno o más de dichos puntos no puedan ser considerados como partidarios de la ecología profunda. Esto podría darse porque son partidarios de un movimiento ambiental poco profundo (o reformista) o más bien pueden simplemente disentir de uno o más de los ocho puntos por razones semánticas o de otra naturaleza. Obviamente pueden aceptar un conjunto diferente de puntos, que, para mi, posee en sus términos generales el mismo sentido, y, en este caso, los llamaría partidarios del movimiento de ecología profunda, pero añadiría que ellos creen disentir (quizás Henryk Skolimowski sea un ejemplo de estos últimos). Los ocho puntos son: 1 - El florecimiento y el bienestar de la vida humana y no-humana en la Tierra poseen un valor por sí mismos (sinónimos: valor intrínseco, valor inherente). Estos valores no dependen de la utilidad del mundo no-humano para los objetivos humanos. 2 - La riqueza y la diversidad de las formas de vida contribuyen a la realización de estos valores y constituyen además valores por sí mismas. 3 - Los seres humanos no tienen derecho a reducir esta riqueza y diversidad excepto para satisfacer necesidades vitales. 4 - El florecimiento de la vida y de las culturas humanas es compatible con una población humana sustancialmente más pequeña. El florecimiento de la vida no-humana requiere una población humana más pequeña. 5 - La interferencia humana actual con el mundo no-humano es excesiva, y la situación está empeorando rápidamente. 6 - En consecuencia, las políticas deben ser cambiadas. Estas políticas afectan estructuras económicas, tecnológicas, e ideológicas básicas. El estado de las cosas resultante será profundamente diferente del actual. 7 - La transición ideológica principalmente será la de apreciar la calidad de vida (que prospera en situaciones de valor intrínseco) más que adherirse a un estándar de vida cada vez más elevado. Habrá una profunda conciencia de la diferencia entre el `tamaño grande' y la grandeza. 8 - Aquellos que suscriben los puntos anteriores tienen directamente o indirectamente una obligación de intentar implementar los cambios necesarios. COMENTARIOS SOBRE LOS OCHO PUNTOS DE LA PLATAFORMA


CO(1): Esta formulación se refiere a la biosfera o, más profesionalmente, a la ecosfera en su totalidad (conocido también como ``ecocentrismo´´). Esta incluye individuos, especies, poblaciones, hábitats, así como culturas humanas y no-humanas. Dado nuestro conocimiento actual de las relaciones íntimas y omnipresentes, esto implica una preocupación y un respeto fundamentales. El término ``vida´´ se utiliza aquí en una forma no técnica y más absoluta para incluir también lo que los biólogos clasifican como ``no vivo´´: ríos (cuencas), paisajes, ecosistemas. Para los partidarios de la ecología profunda, consignas del tipo ``dejen vivir al río´´ ilustran este uso más amplio tan común en muchas culturas. Valor inherente, como se le usa en (1), es común en la literatura de la ecología profunda (e.g., ``La presencia de valor inherente en un objeto natural no depende de cualquier consciencia, interés, o apreciación por parte de cualquier ser consciente´´).[5] CO(2): Las especies de plantas o animales, llamadas sencillas, inferiores, o primitivas, contribuyen en manera esencial a la riqueza y diversidad de la vida. Poseen un valor intrínseco y no son simplemente pasos hacia formas de vida denominadas superiores o racionales. El segundo principio presupone que la vida misma, en cuanto proceso que se desenvuelve en un tiempo evolutivo, implica un aumento de diversidad y riqueza. La complejidad, como se la considera aquí, es diferente de complicación. Por ejemplo, la vida urbana puede ser más complicada que la vida en un ámbito natural sin ser más compleja en el sentido de cualidad multifacética. CO(3): El término ``necesidad vital´´ es deliberadamente vago, permitiendo una considerable latitud en el juicio. Las diferencias en el clima y factores relacionados, junto con las diferencias en las estructuras de las sociedades como existen actualmente, se necesita que sean tomadas en cuenta. CO(4): No se espera que las personas en los países materialmente más ricos reduzcan de la noche a la mañana su interferencia excesiva con el mundo no-humano. La estabilización y la reducción de la población humana tomará tiempo. ¡Cientos de años! Hay que desarrollar estrategias intermedias. Pero de ninguna forma esto disculpa la actual autocomplacencia. Ante todo, hay que darse cuenta de la extrema seriedad de nuestra situación actual. Y cuanto más esperemos en hacer los cambios necesarios, más drásticas serán las medidas imprescindibles. Hasta que se aporten cambios profundos, es probable que intervengan disminuciones sustanciales de riqueza y diversidad: la rapidez de la extinción de las especies será de diez a cien o más veces superior que en cualquier otro periodo breve de la historia de la tierra. CO(5): Esta formulación es leve. Para una evaluación realista, véase los informes anuales del Worldwatch Institute en Washington, D.C. La consigna de ``no interferencia´´ no implica que los humanos no deberían modificar algunos de los ecosistemas, como otras especies lo hacen. Los seres humanos han modificado la tierra durante toda su historia y probablemente seguirán haciéndolo. El problema es la naturaleza y la extensión de esta interferencia. La destrucción per capita de los bosques silvestres (antiguos) y otros ecosistemas primarios ha sido excesiva en los países ricos; con respecto a esto es fundamental que los pobres no imiten a los ricos. La lucha para preservar y extender áreas de habitats salvajes o casi salvajes (``Naturaleza libre ´´) debería continuar. La razón de esta preservación debería enfocarse principalmente sobre las funciones ecológicas de estas áreas (una de estas funciones: vastas áreas naturales en la biosfera son necesarias para la continua formación evolutiva de especies de plantas y animales. La mayoría de las áreas naturales y reservas animales designadas actualmente no son suficientemente grandes para permitir tal formación de especies). CO(6): El crecimiento económico como ha sido concebido e implementado hoy en día por parte de las naciones industriales es incompatible con los puntos (1)-(5). Hay solamente una débil similitud entre formas ideales de crecimiento económico sostenible y las políticas presentes de las sociedades industriales. La ideología actual tiende a valorar las cosas porque son escasas y porque poseen un valor comercial. Hay prestigio en consumir masivamente y desperdiciar mucho (para mencionar solamente algunos de los factores relevantes). Considerando que ``autodeterminación,´´ ``comunidad local,´´ y ``piensa globalmente, actúa


localmente´´ seguirán siendo términos claves en la ecología de las sociedades humanas, la implementación de cambios profundos requiere, sin embargo, cada vez más acciones globales: una acción que cruce las fronteras. Los gobiernos de los países del Tercer Mundo esencialmente no están interesados en asuntos de Ecología Profunda. Cuando las instituciones en las sociedades industriales intentan promover medidas ecológicas a través de los gobiernos del Tercer Mundo, prácticamente nada se cumple (e.g. véase los problemas de desertización). Dada esta situación, el apoyo a la acción global a través de organizaciones internacionales no-gubernamentales se vuelve cada vez más importante. Muchas de estas organizaciones son capaces de actuar globalmente ``desde las bases hasta las bases,´´ evitando así la interferencia negativa de los gobiernos. Hoy en día la diversidad cultural requiere una tecnología avanzada, es decir, técnicas que promuevan los objetivos fundamentales de cada cultura. Las llamadas tecnologías suaves, intermedias y alternativas son pasos en esta dirección. CO(7): Algunos economistas critican la expresión ``calidad de vida´´ porque supuestamente es vaga. Pero, luego de una más cercana inspección, lo que ellos consideran vago corresponde, de hecho, a la naturaleza no cuantificable del término. No se puede cuantificar adecuadamente lo que es importante para la calidad de vida en el sentido discutido aquí, y no hay necesidad de hacerlo. CO(8): Hay un amplio espacio para diferentes opiniones acerca de las prioridades: ¿qué se debería hacer primero?, y ¿luego qué?, ¿Que es lo más urgente?, ¿Qué es claramente necesario hacer, como opuesto a lo que es altamente deseable pero no apremiante en absoluto? La frontera de la crisis ambiental es vasta y diversa, y hay cupo para todos. Las formulaciones anteriores de los ocho puntos pueden ser útiles para muchos de los partidarios del movimiento de ecología profunda. Pero algunos opinarán que son imperfectos, incluso engañosos. Si necesitan formular en pocas palabras lo que es fundamental para la ecología profunda, propondrán un conjunto alternativo de principios. Obviamente estaré feliz en referirme a ellos como alternativos. Debería haber una medida de diversidad en lo que es considerado fundamental y común. ¿Por qué deberíamos definir el movimiento como ``el movimiento de ecología profunda´´?[6] Existen al menos otras seis designaciones que cubren la mayoría de los mismos asuntos: ``Resistencia Ecológica,´´ usado por John Rodman en importantes discusiones; ``La Nueva Filosofía Natural,´´ acuñado por Joseph Meeker; ``Ecofilosofía,´´ adoptado por Sigmund Kvaloy y otros para enfatizar (i) una evaluación altamente crítica de las sociedades en crecimiento industrial desde un punto de vista ecológico general, y (ii) la ecología de la especie humana; ``Filosofía y Política Verde´´ (mientras el término ``verde´´ se utiliza a menudo en Europa, en los Estados Unidos ``verde´´ se caracteriza por una asociación engañosa con la, más bien ``azul´´, revolución agrícola Verde); ``Ética de la Tierra Sostenible,´´ usado por G. Tyler Miller; y ``Ecosofía´´ (eco-sabiduría), que es el término que más prefiero. Otros podrían también ser mencionados. Y entonces, ¿por qué utilizar el adjetivo ``profundo´´? Esta pregunta tendrá una respuesta más fácil luego de subrayar el contraste entre las preocupaciones ecológicas profundas y las poco profundas. ``Ecología Profunda´´ no constituye una filosofía en ningún sentido propiamente académico, tampoco está institucionalizada al igual que una religión o una ideología. Más bien, lo que ocurre es que varias personas se unen durante campañas o acciones directas. Forman un círculo de amigos que apoyan el mismo tipo de estilo de vida que otros pueden juzgar como ``sencillo,´´ pero que ellos mismos consideran rico y multifacético. Coinciden sobre una vasta gama de asuntos políticos, aunque pueden ser partidarios de diferentes agrupaciones políticas. Como en todos los movimientos sociales, consignas y retórica son indispensables para la coherencia interna del grupo. Reaccionan juntos contra las mismas amenazas en una forma predominantemente no violenta. Quizás los participantes más influyentes son artistas y escritores que no articulan su perspicacia en términos de filosofía profesional, expresándose más bien a través del arte y de la poesía. Por estas razones, yo adopto el término ``movimiento´´ en vez de ``filosofía.´´ Pero es esencial que las actitudes y los credos estén involucrados como


parte

de

la

motivación

para

la

acción.

4. ECOLOGÍA PROFUNDA VERSUS ECOLOGÍA POCO PROFUNDA Algunos términos y consignas claves tomados del debate ecologista aclararán el contraste entre los movimientos de ecología profunda y poco profunda.[7] A. POLUCIÓN Enfoque poco profundo: A través de la tecnología se busca purificar el agua y el aire y esparcir la polución más uniformemente. La ley limita la contaminación tolerable. Industrias contaminantes son preferiblemente exportadas hacia los países en desarrollo. Enfoque profundo: La polución es evaluada desde un punto de vista biosférico, no enfocado exclusivamente sobre sus consecuencias para la salud humana, sino más bien para la vida en su totalidad, lo que incluye las condiciones vitales de cada especie y sistema. La reacción poco profunda a la lluvia ácida, por ejemplo, es la tendencia de evitar la acción demandando más investigación, intentando buscar especies de árboles que toleren más acidez, etc. El enfoque profundo se concentra en lo que está ocurriendo en el ecosistema en su totalidad y hace un llamamiento para una lucha altamente prioritaria contra las condiciones económicas y la tecnología responsable de la producción de lluvias ácidas. Las preocupaciones de largo plazo involucran cien años, al menos. La prioridad es combatir las causas profundas de la contaminación, y no simplemente los efectos superficiales de corto plazo. Los países del Tercer y Cuarto Mundo no pueden permitirse el pago de todos los costos de la guerra contra la contaminación en sus regiones; consecuentemente requieren la asistencia de los países del Primer y Segundo Mundo. La exportación de polución no constituye solamente un crimen contra la humanidad, es un crimen contra la vida en general. B. RECURSOS Enfoque poco profundo: El énfasis se pone sobre los recursos para los seres humanos, especialmente para la generación presente en sociedades prósperas. Según esta visión, los recursos de la tierra pertenecen a los que poseen la tecnología para explotarlos. Hay confianza en que los recursos no se agotarán porque, a medida de que sean cada vez más escasos, un precio de mercado más alto los conservará, y a través del progreso tecnológico se encontrarán sucedáneos. Además, plantas, animales y objetos naturales son valiosos sólo en cuanto constituyen recursos para los seres humanos. Si se desconoce su utilidad para el género humano, o parece improbable que un día sea encontrada, no importa si se los destruye. Enfoque profundo: La preocupación en este caso se refiere a los recursos y hábitats de todas las formas de vida, y a su bienestar. Ningún objeto natural es concebido únicamente como un recurso. Esto conduce, por lo tanto, a una evaluación critica de los modos humanos de producción y consumo. Surge la pregunta: ¿Hasta qué punto un incremento en la producción y el consumo fomenta valores humanos fundamentales? ¿Hasta qué punto satisface necesidades vitales, localmente o globalmente? ¿Cómo pueden ser modificadas las instituciones económicas, legales, y educacionales para contrarrestar incrementos destructivos? ¿Cómo puede el uso de los recursos servir a la calidad de vida antes que a estándares económicos de vida como son generalmente promovidos por el consumismo? Desde una perspectiva profunda, hay un énfasis sobre el enfoque hacia el ecosistema más que simplemente la consideración de situaciones locales o formas de vida aisladas. Hay una perspectiva del tiempo y del espacio máxima y de largo alcance. C. POBLACIÓN Enfoque poco profundo: La amenaza de ``superpoblación´´ (humana) es vista principalmente como un problema de los países en desarrollo. Se aprueban o incluso se aplauden los aumentos poblacionales en el propio país debido a miopes razones militares, económicas o de otra naturaleza; un incremento numérico de los humanos es considerado valioso por sí mismo o económicamente lucrativo. El asunto de una ``población óptima´´ para los seres humanos se discute sin aludir a la cuestión de una ``población óptima´´ en función de las demás formas de vida. La destrucción de hábitats silvestres causada por la población humana en aumento es


aceptada como un mal inevitable, y las disminuciones drásticas de formas de vida salvaje tienden a ser aceptadas en la medida en que las especies no son lanzadas hasta la extinción. Además, las relaciones sociales de los animales son ignoradas. Una reducción sustancial de largo plazo de la población humana global no es considerada una meta deseable. Más aún, se afirma el derecho a defender los propios linderos contra ``extranjeros ilegales,´´ sin tomar en cuenta las presiones poblacionales en otras partes. Enfoque profundo: Se reconoce que las excesivas presiones sobre la vida del planeta son producto de la explosión demográfica humana. La presión producida por las sociedades industriales es un factor principal, y la reducción poblacional debe gozar de la más alta prioridad en esas sociedades. D. DIVERSIDAD CULTURAL Y TECNOLOGÍA APROPIADA Enfoque poco profundo: La industrialización del tipo industrial occidental es considerada como la meta de los países en desarrollo. Se considera que la adopción universal de la tecnología occidental es compatible con la diversidad cultural, junto con la preservación de los elementos positivos (desde una perspectiva occidental) de las sociedades no-industriales actuales. Se juzgan como inferiores las profundas diferencias culturales en las sociedades no-industrializadas que se desvían considerablemente de los estándares contemporáneos del Occidente. Enfoque profundo: Protección de las culturas no-industrializadas frente a la invasión por parte de las sociedades industrializadas. Las metas de las primeras no deberían ser la promoción de estilos de vida similares a los de los países ricos. Las profundas diferencias culturales constituyen, en el ámbito humano, lo análogo de la diversidad y riqueza de las formas de vida en el ámbito biológico. En las sociedades industrializadas se debería asignar una alta prioridad a la antropología cultural en los programas educativos generales. Deberían ponerse límites a los impactos de la tecnología occidental sobre los países noindustrializados actualmente existentes y el Cuarto Mundo [de los pueblos indígenas - ndt] debería ser defendido de la dominación extranjera. Las estrategias políticas y económicas deberían favorecer a las subculturas que se desarrollan en el seno de las sociedades industrializadas. Las tecnologías locales y de bajo impacto deberían posibilitar una evaluación cultural básica de cualquier innovación tecnológica, junto a críticas expresadas libremente de la llamada tecnología avanzada cuando ésta posee el potencial de ser culturalmente destructiva. E. ÉTICA TERRESTRE Y MARINA Enfoque poco profundo: Paisajes, ecosistemas, ríos, y demás entidades globales de la naturaleza son conceptualmente partidas en fragmentos, despreciando así unidades más vastas y gestalts exhaustivas. Dichos fragmentos son considerados propiedades y recursos de individuos, organizaciones o estados. La conservación es discutida en términos de ``uso múltiple´´ y ``análisis costo/beneficio.´´ Los costos sociales y los costos ecológicos globales y de largo plazo de la extracción y uso de los recursos usualmente no son tomados en cuenta. El manejo de la vida salvaje es concebido como conservación de la naturaleza para las ``futuras generaciones de humanos.´´ La erosión del suelo y el deterioro de la calidad de las vertientes de agua, por ejemplo, son registradas como pérdidas humanas, pero una fuerte confianza en el progreso tecnológico futuro hace que parezcan innecesarios cambios profundos. Enfoque profundo: La tierra no pertenece a los humanos. Por ejemplo, los paisajes, los ríos, la flora y la fauna de Noruega y el mar cercano no son propiedad de los noruegos. En manera similar, el petróleo debajo del Mar del Norte o en cualquier otro sitio no pertenece a ningún estado o a la humanidad. Y la ``naturaleza libre´´ que rodea una comunidad local no pertenece a la comunidad local. Los seres humanos sólo habitan las tierras, utilizando los recursos para satisfacer necesidades vitales. Y si sus necesidades no-vitales entran en conflicto con las necesidades vitales de los nohumanos, entonces los humanos deberían dar la preferencia a estos últimos. La destrucción ecológica actual no será solucionada tecnológicamente. A las arrogantes nociones actuales de las sociedades industriales (y de otro tipo) se debe poner resistencia. F. EDUCACIÓN Y EMPRESA CIENTÍFICA Enfoque poco profundo: La degradación del medioambiente y el agotamiento de los recursos requieren la formación de más y más ``expertos´´ que puedan asesorar sobre las maneras de cómo seguir combinando el crecimiento económico con la preservación de un ambiente sano.


Con toda probabilidad vamos a necesitar una tecnología cada vez más dominante y manipuladora para ``manejar el planeta´´ cuando el crecimiento económico global haga inevitable una mayor degradación ecológica. La iniciativa científica debe continuar dando prioridad a las ``ciencias fundamentales´´ (física y química). En las áreas ``duras´´ e importantes del aprendizaje, serán necesarios altos estándares educacionales caracterizados por una intensa competencia. Enfoque profundo: Si se adoptan políticas ecológicas sanas, entonces la educación debería concentrarse sobre un énfasis en sensibilidad hacia bienes que no fomenten el consumo y, con respecto a tales bienes, siempre y cuando haya lo suficiente para todos. La educación debería por lo tanto contrarrestar el énfasis excesivo dado a los bienes con una etiqueta de precio. Debería cambiarse la atención desde las ciencias ``duras´´ a las ciencias ``suaves´´ que subrayan la importancia de las culturas locales y globales. El objetivo educacional de la World Conservation Strategy (``construir el apoyo a la conservación´´) debería tener una alta prioridad, pero en el ámbito más profundo de respeto para la biosfera. En el futuro, no habrá ningún movimiento ambientalista poco profundo si los gobiernos adoptan, cada vez más, políticas profundas, y por lo tanto no habrá necesidad de un especial movimiento de ecología profunda. 5. ¿ENTONCES POR QUÉ UNA ECOLOGÍA ``PROFUNDA´´? La diferencia decisiva entre una ecología poco profunda y una ecología profunda, en la práctica, involucra la voluntad para cuestionarse públicamente, y una apreciación de la importancia de discutir públicamente, todo tipo de estrategia económica y política. Tal discusión es ``profunda ´´ y pública. ¡Esta se pregunta insistente y consistentemente ``por qué´´ sin dar por sentado nada! La ecología profunda puede reconocer fácilmente la efictividad práctica de los argumentos homocéntricos: Es esencial que la conservación sea vista como punto central para los intereses y las aspiraciones humanas. Al mismo tiempo, las personas - desde los jefes de estado hasta los miembros de las comunidades rurales - serán convencidas más rápidamente de la necesidad de la conservación si ellas mismas reconocen la contribución de la conservación a la consecución de sus necesidades tal como son percibidas por ellas, y de la solución de sus problemas, tal como son percibidos por ellas. [8] Hay varios peligros en argumentar exclusivamente desde la perspectiva de estrechos intereses humanos. Resulta que algunas políticas basadas sobre argumentos homocéntricos exitosos violan o comprometen excesivamente los objetivos de los argumentos más profundos. Además, argumentos homocéntricos tienden a debilitar la motivación en la lucha por un cambio social necesario, y la voluntad para servir en una gran causa. Como si no bastara, los complicados argumentos contenidos en los documentos de la conservación que privilegia a los asuntos humanos, como la World Conservation Strategy, van más allá del tiempo y de la capacidad de muchas personas para asimilarlos y comprenderlos. También tienden a provocar interminables desacuerdos técnicos entre los expertos. Grupos con intereses especiales y con objetivos estrechos de explotación a corto plazo, opuestos a políticas ecológicas más sanas, a menudo aprovechan de estos desacuerdos, estancando así el debate y los pasos hacia una acción eficaz. Cuando se argumenta desde premisas ecológicamente profundas, la mayoría de las complicadas soluciones tecnológicas propuestas no necesita ni siquiera ser discutida. Los méritos relativos de las propuestas tecnológicas alternativas carecen de sentido si nuestras necesidades vitales han sido ya satisfechas. La concentración sobre asuntos vitales activa la energía mental y fortalece la motivación. Por otra parte, el enfoque ambientalista poco profundo, al concentrarse casi exclusivamente sobre los aspectos técnicos de los problemas ecológicos, tiende a convertir al público en más pasivo y desinteresado con relación a las cuestiones ambientales más cruciales y


no técnicas, vinculadas a estilos de vida. Algunos escritores en el ámbito del movimiento de ecología profunda intentan articular las suposiciones fundamentales, que subyacen bajo el enfoque económico dominante, en términos de filosofía, de religión y de valores prioritarios. En el movimiento poco profundo, el debate y los argumentos hacen un alto mucho antes que ésto. El movimiento de ecología profunda es por lo tanto ``el movimiento ecologista que analiza más profundamente.´´ Una comprensión de los cambios profundos requeridos, esbozados en la plataforma de ocho puntos de la ecología profunda (discutidos en la sección 3 anterior), nos hace entender la necesidad de ``debatirlo todo.´´ A menudo se utilizan los términos ``igualitarismo,´´ ``homocentrismo,´´ ``antropocentrismo,´´ y ``chovinismo humano´´ para caracterizar los puntos de vista en el espectro profundo-poco profundo. Pero estos términos usualmente funcionan como consignas que son a menudo expuestas a malentendidos. Pueden bien implicar que el hombre es, en cierto sentido, solamente un ``ciudadano común´´ (Aldo Leopold) del planeta y al mismo nivel de todas las otras especies, pero a veces son interpretados como la negación de que los seres humanos posean cualquier ``rasgos´´ extraordinarios, o que, en situaciones que involucran intereses vitales, los humanos no tengan obligaciones imprescindibles hacia sus semejantes. Pero esto sería un error: ¡las tienen! En cualquier movimiento social, la retórica posee una función esencial, la de mantener a los miembros luchando juntos bajo la misma bandera. Las formulaciones retóricas también sirven para provocar interés entre las personas fuera del movimiento. Entre muchas y excelentes consignas, se podría mencionar ``la naturaleza es la más sabia,´´ ``lo pequeño es maravilloso,´´ y ``todo está interconectado.´´ Pero a veces se podría afirmar, sin error, que la naturaleza no siempre es la más sabia, que lo pequeño a veces es atroz y que afortunadamente todo a veces está interconectado solo un poco, o nada en absoluto. Solamente una minoría de los partidarios de la ecología profunda son filósofos académicos, como en mi caso. Y mientras la ecología profunda no puede constituir un sistema filosófico completo, esto no implica que sus filósofos no deberían intentar ser lo más claros posible. Así que una discusión de la ecología profunda en cuanto sistema deductivo puede ser útil para aclarar muchas relaciones fundamentales de tipo premisa/conclusión. 6. ECOLOGÍA PROFUNDA ILUSTRADA COMO SISTEMA DEDUCTIVO Subyacentes a los ocho principios presentados en la sección 3, existen incluso posiciones y normas más fundamentales, que se encuentran en sistemas filosóficos y en varias religiones del mundo. Esquemáticamente, podemos representar las visiones generales sugeridas lógicamente por el movimiento de ecología profunda a través de flujos deductivos desde las normas más fundamentales y las hipótesis descriptivas (nivel 1) hasta las decisiones específicas propias de las situaciones de la vida real (nivel 4). El modelo piramidal comparte algunas características con los sistemas hipotético-deductivos. La principal diferencia, de todos modos, es que algunas frases del nivel superior (= más profundas) son normativas, y preferiblemente son expresadas por imperativos. Esto permite alcanzar los imperativos al más bajo nivel deductivo: el nivel crucial en términos de decisiones. Por lo tanto, existen "debe" en nuestras premisas como en nuestras conclusiones. Nunca nos movemos de un "es" a un "debe", o viceversa. ¡Desde un punto de vista lógico, esto es decisivo! La estructura (o diagrama) premisa/conclusión de una visión global - reproducida abajo - no debe ser tomada demasiado seriamente. No pretende caracterizar de manera restrictiva a la creatividad propia del movimiento de ecología profunda. El pensamiento creativo se mueve libremente en cualquier dirección. Pero muchos de nosotros que poseen una preparación profesional en ciencia y en filosofía analítica encuentran útil un diagrama de este tipo. Como indagamos más profundamente en las premisas de nuestro pensamiento, al final nos detenemos. Aquellas premisas donde nos detenemos constituyen nuestras premisas últimas. Cuando filosofamos, todos nos detenemos en sitios diferentes. Pero todos adoptamos premisas que, para nosotros, son fundamentales. Pertenecen al nivel 1 del diagrama. Algunos adoptarán


algo del tipo ``Todas formas de vida poseen valor intrínseco´´ como premisa fundamental, y por lo tanto la pondrán en el nivel 1. Otros intentarán, como en mi caso, concebirla como una conclusión basada sobre un conjunto de premisas. Para estas personas, esta frase no pertenece al nivel 1. Habrá distintas ecosofías correspondientes a tales diferencias. Obviamente, el punto 6 de los principios de la ecología profunda de ocho puntos (véase sección 3) no puede pertenecer al nivel 1 del diagrama. La frase ``deben existir nuevas políticas que modifiquen las estructuras económicas fundamentales´´ necesita una justificación. Si no se dispone de ninguna justificación lógica, ¿por qué no afirmar que las políticas económicas ecológicamente destructivas (las del ``negocio típico´´) deberían continuar? He tenido en la mente ciertas ecosofías como premisas fundamentales del nivel 1 del diagrama. Ninguno de los ocho puntos de los principios de la ecología profunda pertenece al nivel fundamental: son deducidos como conclusiones a partir de las premisas del nivel 1. Distintos partidarios del movimiento de ecología profunda pueden adoptar distintos axiomas (nivel 1), pero coincidirán en el nivel 2 (los ocho puntos). El nivel 4 constará de decisiones concretas en situaciones concretas que aparecen como conclusiones de deliberaciones que involucran premisas del nivel 1 hasta el nivel 3. Un punto importante: los partidarios del movimiento de ecología profunda actúan sobre la base de premisas profundas. Son motivados, en parte, por posiciones de tipo filosófico o religioso.

7. RAÍCES MÚLTIPLES DE LA PLATAFORMA DE LA ECOLOGÍA PROFUNDA El movimiento de ecología profunda pone en duda seriamente las suposiciones de la argumentación poco profunda. Incluso se cuestiona lo que se considera como una decisión racional, ya que lo ``racional´´ es siempre definido con relación a objetivos y propósitos específicos. Si una decisión es racional en relación a los objetivos y propósitos más bajos de nuestra pirámide, pero no respecto al nivel más alto, entonces esta decisión no debería


considerarse racional. ¡Este es un punto importante! Si una decisión política ecológicamente orientada no está relacionada a valores o fundamentos intrínsecos, entonces hay que demostrar todavía su racionalidad. El movimiento de ecología profunda conecta la racionalidad con un conjunto de fundamentos filosóficos o religiosos. Pero no se puede esperar que las premisas fundamentales constituyan conclusiones racionales. No existen premisas ``más profundas´´ disponibles. El cuestionamiento de la ecología profunda revela entonces las orientaciones normativas fundamentales de las diversas posiciones. Los argumentos superficiales terminan antes de alcanzar los fundamentos, o saltan desde los fundamentos hacia detalles particulares; es decir, desde el nivel 1 hasta el nivel 4. Pero no son solamente afirmaciones normativas las que están en juego. La mayoría (tal vez todas) de las normas presuponen ideas sobre cómo funciona el mundo. En los sistemas normativos la amplia mayoría de las afirmaciones necesarias son típicamente descriptivas (u objetivas). Esto es válido para todos los niveles. Como mencioné antes, ésto no implica que todos los partidarios de la ecología profunda tengan que compartir idénticos credos sobre asuntos primarios. Ciertamente comparten actitudes con respecto a los valores intrínsecos presentes en la naturaleza, pero éstos pueden, a su vez (a un nivel aún más profundo), ser deducidos desde conjuntos de credos primarios diversos y mutuamente incompatibles. Así ocurre que, mientras una decisión específica puede ser considerada racional en el ámbito de un sistema deductivo (si hay uno) de la ecología poco profunda, la misma podría ser considerada irracional en el ámbito del sistema deductivo de la ecología profunda. Nuevamente, se debería enfatizar que lo que es racional en la pirámide deductiva de la ecología profunda no requiere de unanimidad en ética fundamental y ontología. La ecología profunda en cuanto convicción, con sus recomendaciones prácticas ulteriormente deducidas, puede ser deducida de un número de cosmovisiones más exhaustivas, a partir de diferentes ecosofías. Hasta ahora, aquellos que están comprometidos con el movimiento de ecología profunda han revelado que sus hogares filosóficos o religiosos se encuentran en el Cristianismo, en el Budismo, en el Taoísmo, en el Baha'i, o en varias filosofías. El nivel superior de la pirámide deductiva puede, en estos casos, estar constituido por principios descriptivos o normativos que pertenecen a esas religiones y filosofías. Desde el final de lo años 70, numerosos cristianos en Europa y America, inclusive algunos teólogos, han tomado parte activa en el movimiento de la ecología profunda. Sus propias interpretaciones de la Biblia, y su posición teológica en general, han sido reformadas de lo que era, hasta hace poco, un énfasis antropocéntrico rudimentario y dominante. Existe una relación íntima entre algunas variantes del Budismo y el movimiento de la ecología profunda. La historia del pensamiento y de la práctica budista, especialmente los principios de no violencia, no ofensa, y reverencia para la vida, a veces hace más fácil para los budistas la comprensión y la apreciación de la ecología profunda que para los cristianos, a pesar de una (a veces despreciada) felicidad que Jesús evocó en la reconciliación. Menciono al Taoísmo principalmente porque hay cierta razón en llamar taoísta a John Muir, por ejemplo, y al Baha'i debido a Lawrence Arturo. Las ecosofías no son religiones en el sentido clásico. Son mejor caracterizadas como filosofías generales, en el sentido de visiones globales, en parte inspiradas por la ciencia de la ecología. En el nivel 1, una religión tradicional puede acceder a la pirámide deductiva a través de un conjunto de hipótesis normativas y descriptivas que sería característico de las interpretaciones contemporáneas (esfuerzos hermenéuticos) de esa religión. Los partidarios del movimiento de la ecología profunda actúan en conflictos contemporáneos sobre la base de sus credos y actitudes primarios. Esto les da una fuerza particular y una esperanza o expectativa dichosa para un futuro más promisorio. Pero, naturalmente, pocos de ellos están activamente comprometidos en una articulación verbal sistemática de su posición. 8.

ECOSOFÍA T COMO EJEMPLO DE ECOLÓGICAMENTE PROFUNDO

UN

SISTEMA

DEDUCTIVO


La ecosofía con la cual me siento cómodo la llamo ``Ecosofía T.´´ Mi objetivo principal cuando anuncio que me siento cómodo con la Ecosofía T es didáctico y dialéctico. Espero que otros anuncien su propia filosofía. Si afirman que no tienen ninguna, insisto que sí la poseen, aunque quizás no conocen sus propias cosmovisiones, o son demasiado modestos o inhibidos para proclamar lo que opinan. Siguiendo a Sócrates, quiero incitar a la discusión hasta que otros adviertan su propia posición respecto a cuestiones primarias de vida y muerte. Lo hago empleando asuntos ecológicos, y además empleando la Ecosofía T como complemento. Pero Sócrates, en el debate, fingía que no sabía nada. Mi postura parece la opuesta. Parece que lo sé todo y que lo deduzco mágicamente a partir de un pequeño conjunto de hipótesis acerca del mundo. ¡Pero ambas interpretaciones son engañosas! Sócrates consistentemente no afirmó que no sabía nada, y tampoco yo en mi Ecosofía T pretendo poseer un conocimiento exhaustivo. Sócrates afirmó saber, por ejemplo, acerca de la falibilidad de las afirmaciones humanas acerca de poseer conocimientos. La Ecosofía T asume solamente un norma básica: ``¡Autorrealización!´´ No utilizo esta expresión en ningún sentido limitado e individualista. Quiero más bien darle un sentido comprensivo basado sobre la distinción entre un Ser vasto y exhaustivo y un ser limitado y egoísta como se lo concibe en ciertas tradiciones orientales del atman. [9] Este Ser vasto y exhaustivo (con `S´ mayúscula) abarca todas las formas de vida del planeta (¿y en otras partes?) junto con sus seres individuales (jivas). Si tuviese que expresar esta norma primaria en pocas palabras, diría: ``¡Maximiza (universal, de largo alcance) la Autorrealización!´´ Otra forma más coloquial de expresar esta norma fundamental sería ``¡Vive y deja vivir!´´ (en referencia a todas las formas de vida y los procesos naturales del planeta). Si tuviese que renunciar al término temiendo que fuese inevitablemente malinterpretado, adoptaría el término ``simbiosis universal. ´´ ``¡Maximiza la Autorrealización!´´ podría, obviamente, ser malinterpretado en la dirección de colosales regodeos ególatras. Pero ``¡Maximiza la simbiosis!´´ podría ser malinterpretado en la dirección opuesta de eliminar la individualidad en favor de la colectividad.


Vista sistemáticamente, no individualmente, la máxima Autorrealización implica maximizar las manifestaciones de toda forma de vida. Luego deduzco el segundo término, ``¡Maximiza (universal, de largo alcance) la diversidad!´´ Un corolario es que cuanto más altos son los niveles de Autorrealización alcanzados por cualquier persona, cualquier nuevo incremento depende cada vez más de la Autorrealización de los demás. Un aumento de autoidentidad implica un aumento de identificación con los demás. El ``altruismo´´ es una consecuencia natural de esta identificación. Esto conduce a una hipótesis concerniente a un inevitable incremento de identificación con otros seres cuando se incrementa la propia autorrealización. Un resultado es que nos vemos cada vez más en otros seres, y otros se ven a sí mismos en nosotros. De esta forma, el ser es más extenso y cada vez más profundo en cuanto constituye un proceso natural de la realización de sus potencialidades en otros. Universalizando lo sostenido anteriormente, podemos deducir la norma, ``¡Autorrealización para todos los seres!´´ A partir de la norma ``¡Maximiza la diversidad!´´ y una hipótesis acerca


de que la máxima diversidad implica máxima simbiosis, podemos deducir la norma ``¡Maximiza la simbiosis!´´ Más aún, trabajamos para unas condiciones de vida tales que hay un mínimo de coerción en las vidas de otros. ¡Etcétera! [10] Los ocho puntos de la plataforma de la ecología profunda son deducidos de una manera realmente sencilla. Una filosofía en cuanto cosmovisión inevitablemente tiene implicaciones para las situaciones prácticas. Al igual que otras ecosofías, la Ecosofía T procede, sin excusarse, ante los asuntos concretos de los estilos de vida. Éstos obviamente mostrarán grandes variaciones dadas las diferencias en las hipótesis acerca del mundo en el cual cada uno de nosotros vive, y en las declaraciones ``objetivas´´ sobre las situaciones concretas en las cuales tomamos nuestras decisiones. Me limitaré a una discusión de un par de áreas en las cuales mi ``estilo´´ de pensamiento y de comportamiento parece de alguna manera extraño para amigos y otros que poco conocen sobre mi filosofía. Primero, poseo una apreciación de alguna manera extrema de la diversidad; una apreciación positiva de la existencia de estilos y comportamientos que personalmente detesto o encuentro sin sentido (pero que no son claramente incompatibles con la simbiosis); un entusiasmo por la ``mera´´ diversidad de las especies, o las variedades propias de un género de plantas o animales; apoyo, en mi rol de director de un departamento de filosofía, tesis doctrinales completamente en desacuerdo con mis propias inclinaciones, con el único requisito que los autores estén en condición de comprender bastante adecuadamente algunas características básicas del tipo de filosofía con el cual yo mismo me siento cómodo; aprecio las combinaciones de intereses y comportamientos aparentemente incompatibles, que engendra un incremento de subculturas en el ámbito de estados industriales y que podría en cierta medida estimular la diversidad cultural del futuro. Esto en cuanto a ``¡diversidad!´´ Segundo, poseo un aprecio de alguna manera extremo de lo que Kant llama ``acciones maravillosas´´ (buenas acciones inspiradas por la inclinación), en contraste con las acciones ejecutadas por un sentido del deber u obligación. La elección de la formulación de la ``¡Autorrealización!´´ está parcialmente motivada por la fe en que la madurez de los seres humanos pueda medirse a lo largo de una escala que se extienda desde el egoísmo hasta una realización cada vez superior del Ser, es decir, expandiendo y profundizando el ser, en lugar de que se mida por los grados de obligado altruismo. Considero el compartir dichoso con los demás y el preocuparse de los demás como un proceso natural del crecimiento en los seres humanos. Tercero, creo que la Autorrealización multifacética y de alto nivel se alcanza más fácilmente a través de un estilo de vida que es ``simple en medios pero rico en fines,´´ más que a través del estándar material de vida de los ciudadanos de clase media de las naciones industrializadas. Las simples formulaciones de la plataforma de la ecología profunda y de la Ecosofía T no están destinadas fundamentalmente al uso entre filósofos, sino también a diálogos entre ``expertos.´´ Cuando escribí personalmente a ``expertos´´ y profesionales del ecologismo, al preguntar si aceptaban los ocho puntos de la plataforma, muchos contestaron positivamente con respecto a la mayoría o la totalidad de los puntos. ¡Y estos incluyen a personas de alto nivel en los ministerios de energía y petróleo! Casi todos estaban dispuestos a permitir que sus respuestas escritas circularan ampliamente y públicamente. Es una cuestión abierta, de todos modos, hasta qué punto ellos intentarán influenciar a sus colegas para que adopten exclusivamente argumentos poco profundos. Pero la conclusión principal que hay que deducir es moderadamente alentadora: hay visiones de la relación humanos/naturaleza, ampliamente aceptadas en el ámbito de expertos responsables de las decisiones ambientales, que requieren un cambio sustancial y a todo nivel en las políticas presentes en favor de nuestro planeta ``viviente, ´´ y estas visiones no son mantenidas exclusivamente sobre la base de miopes intereses humanos. NOTAS


1. Para más información sobre las relaciones comunitarias interespecíficas, véase Arne Naess, ``Self-realization in Mixed Communities of Humans, Bears, Sheep, and Wolves,´´ Inquiry 22 (1979): 321-41; Naess e Ivar Mysterud, ``Philosophy of Wolf Policies I: General Principles and Preliminary Exploration of Selected Norms,´´ Conservation Biology 1, 1 (1987): 22-34. 2. Estos problemas son discutidos más exhaustivamente en la nota de Naess dirigida a la Segunda Conferencia Internacional sobre `Conservation Biology' organizada en la University of Michigan en Mayo de 1985; publicada como ``Intrinsic Value: Will the Defenders of Nature Please Rise?,´´ Conservation Biology (1986): 504-15. 3. IUCN, World Conservation Strategy: Living Resource Conservation for Sustainable Development (Gland, Suiza, 1980) sección 13 (``Building Support for Conservation´´). 4. Los principios (o la plataforma) de la ecología profunda fueron elaborados durante un campamento en la Death Valley, California (Abril de 1984), y publicados por primera vez en George Sessions (ed.), Ecophilosophy VI newsletter (Mayo de 1984). Posteriormente aparecieron en diferentes publicaciones. 5. Tom Regan, ``The Nature and Possibility of an Environmental Ethics,´´ Environmental Ethics 3 (1981): 19-34, pag. 30. 6. Propuse el nombre de ``Movimiento de Ecología Profunda y de Largo Alcance´´ en una charla durante una conferencia sobre Third World Future Research en Bucarest en Septiembre de 1972. Un resumen de esa charla (``The Shallow and the Deep, Long-Range Ecology Movement´´) fue publicada en Inquiry 16 (1973):95-100. En el ámbito del movimiento de ecología profunda es bastante común el uso del término ``ecologista profundo,´´ mientras que ``ecologista poco profundo´´ no es, estoy feliz de decirlo, muy común. Ambos términos pueden ser considerados arrogantes y algo engañosos. Prefiero utilizar la expresión poco elegante, pero más equitativa, de ``partidario del movimiento de ecología profunda (poco profunda),´´ evitando la personificación. Además, es común llamar a la ecología profunda consistentemente antiantropocéntrica. Esto condujo a falsas ideas: véase mi ``A Defense of the Deep Ecology Movement,´´ Environmental Ethics 5 (1983). 7. La dicotomía ``profundo/poco profundo´´ es imprecisa. Richard Sylvan ha propuesto una clasificación mucho más sutil: véase su ``A Critique of Deep Ecology,´´ Discussion Papers in Environmental Philosophy, RSSS, Australian National University, No. 12 (1985). 8. World Conservation Strategy, sección 13 (párrafo final). 9. El término atman no es considerado en su sentido absolutistas (no como ``alma´´ permanente indestructible.) Esto lo hace consistente con aquellas doctrinas budistas (la doctrina avatman) que niegan que el atman deba ser considerado en sentido absolutista. En el marco de la tradición cristiana, algunos teólogos distinguen el ``ego´´ y el ``auténtico ser´´ en forma similar a estas distinciones propias de las religiones orientales. Véase la interpretación ecofilosófica del evangelio de Lucas en Stephen Verney, Onto the New Age, (Glasgow: Collins, 1976) pp. 33-41. 10. Muchos autores dan unos pasos hacia las estructuras deductivas, ofreciendo ligeras sistematizaciones. El capítulo ``Environmental Ethics and Hope´´ (en G. Tyler Miller, Living in the Environment, 3a ed. [Belmont: Wadsworth, 1983]) es un comienzo valioso, pero las relaciones deductivas no son claras. La lógica y la semántica de modelos sencillos de sistemas normativos son discutidos brevemente en mi ``Notes on the Methodology of Normative Systems,´´ Methodology and Science 10 (1977): 64-79. Para una defensa de la tesis de que tan pronto las personas afirman algo, asumen una cosmovisión que implícitamente involucra una ontología, una metodología, una epistemología y una ética, véase mi ``Reflections about Total


Views,´´ Philosophy and Phenomenological Research 25 (1964-65): 16-29. La mejor y más ingeniosa advertencia contra el tomar demasiado seriamente las sistematizaciones se encuentra en Søren Kierkegaard, Concluding Unscientific Postscript. Para una crítica y una defensa de mi norma fundamental (``Autorrealización´´), juntos con mi respuesta, véase In Sceptical Wonder: Essays in Honor of Arne Naess (Oslo: University Press, 1982). Mi principal presentación de la Ecosofía T fue originalmente ofrecida en en trabajo noruego, Okologi, samfunn og livsstil (Oslo: University Press, 5a ed., 1976). Incluso ahí, la exposición es muy esquemática. (Nota del Editor [George Sessions]: El libro noruego de Naess ha sido revisado y reeditado como Arne Naess (traducido y editado por David Rothenberg), Ecology, Community and Lifestyle [Cambridge: Cambridge University Press, 1989].)

Última revisión Septiembre 1, 2001. Introducción y traducción de Paolo Catelan. Edición de Numa Reinoso Larrea. Se agradece al Dr. Pablo Navarro (Cordoba, Argentina) por su asistencia técnica. El material publicado en PanNatura está protegido por la Ley de Derechos de Autores y Editores y © Fundación Sangay 2001: El uso indiscriminado del mismo no está permitido, pero puede ser libremente circulado para fines personales, educacionales y no comerciales. PanNatura y Fundación Sangay son marcas y logos registrados. © PanNatura 2001. © Fundación Sangay 2001.

Original title, "The Deep Ecological Movement - Some Philosophical Aspects". From DEEP ECOLOGY FOR THE 21ST CENTURY, edited by George Sessions. © 1995 by George Sessions. Translated and reprinted by arrangement with Shambhala Publications Inc., Boston, www.shambhala.com - Originally published in PHILOSOPHICAL INQUIRY 8, nos. 1-2, 1986. Our description of the particular Death Valley's setting is fictitious, though reliable. George Sessions' quotations are from his Introduction to the Part One and Part Three of the above mentioned Anthology - We certainly owe him lot of sincere thanks for vicarious intellectual guidance during the preparation of this work. www.sangay.org


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