Este material es para uso de los estudiantes de la Universidad Nacional de Quilmes, sus fines son exclusivamente didácticos. Prohibida su reproducción parcial o total sin permiso escrito de la editorial correspondiente.
La Situación Ambiental Argentina 2005
A. Brown, U. Martinez Ortiz, M. Acerbi y J. Corcuera Editores
Dedicado a la memoria de Ana Inés Malvares y Sandra Caziani, miembros del. Consejo Científico de la Fundación Vida Silvestre Argentina y tenaces luchadoras que han dedicado su vida a enriquecer nuestros conocimientos sobre los ecosistemas de la Argentina.
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La Situación Ambiental Argentina 2005 Publicado por: Fundación Vida Silvestre Defensa 251 6° K (C1065AAC) Buenos Aires, Argentina www.vidasilvestre.org.ar Edición: Alejandro Brown, Ulises Martinez Ortiz. Marcelo Acerbi y Javier Corcuera
La Fundación Vida Silvestre Argentina Argentina ha convocado a ciento cuarenta y ocho especialistas de diversos sectores para el desarrollo de la presente publicación. Las opiniones venidas en los artículos firmados son de exclusiva responsabilidad de sus autores. Los límites nacionales e internacionales expuestos en los mapas de esta publicación son de carácter referencial.
La Situación Ambiental Argentina 2005
Desarrollo de fondos: Milagros Olivera, Javier Corcuera, Ulises Martinez Ortiz y Marcelo Acerbi Encuesta ambiental: Poliarquía Consultores
Citar: Brown, A., U. Martinez Ortiz. M. Acerbi y J. Corcuera (Eds.), La
Diseño gráfico: DG Daniela Bilello Ferrari
Situación Ambiental Argentina 2005,
FUNDACIÓN VIDA SILVESTRE ARGENTINA
Fundación Vida Silvestre Argentina. Buenos Aires, 2006.
Corrección de estilo: Mariela Edith Hernández
Esta publicación ha sido realizada con el apoyo de:
Impresión: Imprenta Kurz Fotos de tapa y contratapa: Claudio Bertonati, Beatriz Nussbaumer, Laboratorio de Ecología Regional FCEyNUBA, Lucio Malizia. © WWF-Canon / Edward Parker, Telam.
AGENCIA ESPANOLA DE COOPERACION INTERNACIONAL EMBAJADA DE ESPANA EN ARGENTINA OFICINA TÉCNICA DE COOPERACIÓN E MB A J A DA D E SU IZA
La situación ambiental argentina 2005/ Alejandro Brown...[et.al.]. 1a ed. - Buenos Aires : Fundación Vida Silvestre Argentina, 2006. 587 p. + CD ; 21x16 cm. ISBN 950-9427-14-4 1. Medio Ambiente Argentino. CDD 363.7 Fecha de catalogación: 28/03/2006 ISBN-10: 950-9427-14-4 ISBN-13: 978-950-9427-14-3
Embajada Británica
Las instituciones auspiciantes no se responsabilizan por los contenidos de esta publicación.
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Índice
Ecorregión Chaco Seco
73
• Situación Ambiental de la Ecorregión del Chaco Seco. S. Torrelta
Presentación
13
Resumen ejecutivo
17
Executive summary
21
y J. Adámoli
75
• Etapas de uso de los recursos y desmantelamiento de la biota del Chaco. J. Morello, W. Pengue y A. Rodríguez
83
• Situación socio-económica del Chaco Argentino. G. Soto áreas más importantes para la conservación. P. Herrera y U. Martinez Ortiz
La situación ambiental por ecorregiones • Un enfoque ecorregional de la problemática ambiental de la Argentina • Propuesta de actualización del mapa ecorregional de la Argentina. A. Brown y S. Pacheco
25 25
Ecorregiones Puna y Altos Andes
32
• Situación ambiental en las ecorregiones Puna y Altos Andes. C. Reboratti • La declaración de Jujuy sobre el desarrollo sustentable de las montañas,
33
40
• Las poblaciones de vicuñas en la Argentina: elementos para un uso sustentable. 42
• Energías renovables en la Puna. Un aporte realizado desde el Instituto de Energías no Convencionales. J. Franco
47
Ecorregión Yungas
52
• Recuadro. Los humedales de las Yungas. L. Cristóbal • Recuadro. La biodiversidad de la Ecorregión Yungas ¿es sustentable a largo plazo? S. Pacheco, A. Brown
116
Refugio de Vida Silvestre El Cachapé, provincia del Chaco. D. Moreno, W. Prado, A. Carminati y E. Boló Botaño
118
leucogaster) en el Chaco Santafesino. A. Pautasso
58
122
Ecorregión Delta e Islas del Paraná
130
• Situación ambiental en la Ecorregión Delta e Islas del Paraná. R. Bó
131
• La ictiofauna y los recursos pesqueros en el corredor Paraná-Paraguay. C. Baigún y N. O. Oldani
144
• Equidad y sustentabilidad mediante el manejo de los humedales: la iniciativa 147
del Río Paraná. A. Giraudo
152
Paraná. G. Aprile, S. D'Alessio, Santiago, B. Lartigauy, P Herrera
155
• El coipo Myocastor coypus en la Ecorregión Delta e Islas del Paraná. Situación actual y perspectivas. R. F. Bó, G. Porini, M. Corriale y S. M. Arias
158
• Alteración en el almacenaje de carbono por la intervención humana de los sistemas 62
naturales en el bajo delta del río Paraná. Su importancia en el balance emisión-sumidero de CO2 atmosférico. R. Vicari, P. Kandus, R Pratolongo
66
• Reserva de Biosfera de las Yungas: un modelo de gestión participativa.
y M. Burghi
161
• Las especies invasoras en los sistemas de humedales del bajo delta 68
6
de conservación en tierras privadas. H. M. Maturo y D. E. Prado
• Avances en la conservación del ciervo de los pantanos en el bajo delta del río
• Compromiso social y ambiental en la operación y el mantenimiento del Gasoducto
T. Lomáscolo y S. Malizia
113
• Manejo de poblaciones silvestres de yacarés overo y negro, en el
56
59
Nor Andino Argentina. G. Marcuz
Fe. C. Atzugaray, I. Barberis, N. Carnevale, N. Di Leo, J. P. Lewis y D. López
• Sitio Ramsar Jaaukanigás: una experiencia participativa para la conservación
• Caso Pizarro: desafectación y recuperación de una reserva natural. N. Cruz, J. Casavelos y E. Ezcurra
103
• Estado actual de las comunidades vegetales de la Cuña Boscosa de Santa
53
• Recuadro. El tapir de las Yungas: rol ecológico y supervivencia a largo plazo. S. C. Chalukian
101
• Situación ambiental en el Chaco Húmedo. R. Ginzburg y J. Adámoli
del corredor fluvial. J. Peteán y J. Cappato
• Situación ambiental en los Bosques Andinos Yungueños. A. Brown, S. Pacheco, T. Lomáscolo y L. Malizia
Ecorregión Chaco Húmedo
• La crítica situación del venado de las pampas (Ozotoceros bezoarticus
V Simposio Internacional de Desarrollo Sustentable de los Andes. Asociación
B. Vilá
94
• Los bosques del Chaco Húmedo formoseño: tres estados contrastantes 28
de Montañas Andinas
91
• La evaluación ecorregional del Gran Chaco Americano. Identificando las
164
del río Paraná. F. A. Kalesnik y R. D. Quintana 7
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Ecorregión Esteros del Iberá
175
• Situación ambiental en la ecorregión Iberá. J. J. Neiff y A. S. G. Poi de Neiff • Los esteros del Iberá amenazados. ¿Yacyretá culpable o inocente? M. Acerbi • Un plan de manejo para la Reserva Natural del Iberá en la provincia de
177 184
Corrientes. A. Parera
Ecorregión Selva Paranaense
Ecorregión Bosques Patagónicos
279
• Situación ambiental en los Bosques Andino Patagónicos. A. C. Premoli, M. A. Aizen, T. Kitzberger y E. Raffaele
189
• ¿Qué estamos conservando desde la perspectiva del huemul? A. Vila • Evolución de las visitas y estudio de la demanda turística en las áreas
195
protegidas de jurisdicción de la Administración de Parques Nacionales Región Patagonia. C. B. Manzur
281 291
293
• Situación ambiental en la Ecorregión del Bosque Atlántico del Alto Paraná
Ecorregión Estepa Patagónica
302
(Selva Paranaense). G. Placci y M. Di Bitetti • ¿Es posible el uso sustentable de los bosques de la Selva Misionera? P. Mac Donagh y L. Rivero • Planificación comunitaria participativa: trabajando por el uso y la conservación de la Selva Paranaense. M. Jaramillo, E. Carabetti, S. Ferrari, V. Guerrero Borges, L. Aréjola y D. Rode
197
Ecorregiones del Monte
226
• Situación ambiental en la Ecorregión del Monte. R. G. Pol, S. R. Camín y A. A. Astié • Relación aves-vegetación: importancia de los algarrobales para la avifauna del
227
desierto del. Monte. V. R. Cueto, J. Lopez de Casenave, M. C. Sagario y J. Damonte
234
• La pesquería de merluza común ¿Un ejemplo? G. Cañete • Elementos para el desarrollo de una pesquería sustentable del Calamar Illex
236
• Captura incidental de aves marinas oceánicas debido a la pesca con palangres.
• Situación ambiental en la Ecorregión Estepa Patagónica. J. M. Paruelo, 210
a la mina. R. Chiquichano
314
Ecorregión Mar Argentino
321
• Situación ambiental en la Ecorregión del Mar Argentino. C. Campagna, C. Verona y V. Falabella
- Situación actual. G. Jacob
240
• Situación ambiental en la Ecorregión del Espinal. M. Arturi • Los talares de la provincia de Buenos Aires. S. S. Torres Robles y N. M. Tur • Fauna de los talares del extremo norte de la provincia de Buenos Aires. D. Voglino, F G. Maugeri, R. A. Herrera y J. Liotta
241 246
D. E. Prado e I. M. Barberis
Ecorregiones Pampa y Campos y Malezales
Argentina. Su proceso de creación y objetivos pendientes. G. Palé
250
• Situación ambiental en la Antártida e Islas del Atlántico Sur.
254
• Actividades turísticas y fragilidad de los ecosistemas antárticos. R. D. Quintana
I. Izaguirre y R. Sánchez
261
• La situación ambiental en las ecorregiones Pampa y Campos y Malezales. E. F. Viglizzo, F C. Frank, y L. V. Carreño • Las áreas valiosas de pastizal, un paso hacia una visión ecorregional de la conservación de los pastizales pampeanos. F. Miñarro, M. Beade y D. Bilenca • La conservación de áreas protegidas en la ecorregión pampeana: el caso de la Reserva de Vida Silvestre Campos del Tuyú. M. Beade, F Miñarro y D. Bilenca
345
• Parque Nacional Monte león, primer parque nacional costero-marino de la
Ecorregiones Antártida e Islas de Atlántico Sur
• Los remanentes de bosques del Espinal en la provincia de Córdoba. J. P. Lewis,
323 337 342
A. Arias
Ecorregión Espinal
303
217
• Los riesgos de las herramientas baratas: indicadores, agrupamientos y la respuesta de las aves a perturbaciones del hábitat en el Monte. F A. Milesi
R. A. Golluscio, E. G. Jobbágy, M. Canevari y M. R. Aguiar
• La participación popular en defensa del medio ambiente: Esquel le dice no
,.
Conclusiones de la situación ambiental por ecorregiones • Los problemas ambientales argentinos a escala ecorregional
263 269 273
8 9
348 355 357 366 373 373
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Problemáticas ambientales globales
379
• Un único planeta
379
Cambio climático
381
• Aspectos climáticos del ambiente, situación en la Argentina. O Canziani
381
• Impactos del cambio climático sobre los recursos hídricos en la Cordillera
• Cambio climático y energía. C. Tanides
447
• El comercio internacional y sus implicancias para el desarrollo sustentable: desafíos y oportunidades. J. R. Walsh
447
• La expansión agrícola y el ambiente en el contexto global. J. Corcuera y U. Martinez Ortiz
483
• Los escenarios globales y la siembra directa como mecanismo para
de Los Andes - Un caso de estudio: evidencias, pronóstico y consecuencias en la cuenca superior del río Mendoza. J. C. Leiva
Globalización, comercio internacional y ambiente
alcanzar una producción responsable. R. A. Peiretti 387
490
• Herramientas de mercado para el uso sustentable de los bosques. P Yapura
496
Política ambiental y participación ciudadana
505
391
Conservación y uso sustentable de la biodiversidad • Las áreas protegidas de la Argentina. R. Burkart
399 399
• Los corredores ecológicos en la Argentina. A. Frassetto, C. Daniele, D. Somma y L. Bachmann
404
• Conservación en tierras privadas en la Argentina, la visión del Programa Refugios de Vida Silvestre. M. Codesido, D, Moreno y A Carminati
• Conservación, uso sustentable y comercio de fauna silvestre. D. Ramadori
409 412
• Monumento Natural Nacional en peligro: el desafío de conservar al yaguareté en la Argentina. M. S. Di Bitetti, C. De Angelo, A. Paviolo, K. Schiaffino y P. Perovic
420
Uso y degradación del suelo
433
• La desertificación en la República Argentina. O. Perez Pardo
433
• Problemas ambientales de la agricultura en la región chaqueña. J. Adámoli
436
• Algunas condiciones para un salto cualitativo a la cuestión ambiental en la Argentina. H. M. Bibiloni
505
• La legislación ambiental argentina. D. Sabsay
510
• La sociedad civil es la Argentina intangible. C. March
513
Educación y comunicación ambiental
517
• Educación ambiental en el ámbito formal. N. Harracá
517
• Educación ambiental en el ámbito no formal e informal. C. Fernandez Balboa
521
• El valor de comunicar. C. Diotti
525
Conclusiones de las problemáticas ambientales globales • Un único planeta: conclusiones
529 529
• Patrones regionales de deforestación en el subtrópico argentino y su contexto ecológico y socio-económico. I. Gasparri y R. Grau
442
• Mirando al revés: la ciudad desde el campo. El caso de la llanura chaco-pampeana argentina. J. Morello, A. Rodríguez y W. Pengue
Urbanización, contaminación y grandes obras
447
• La contaminación sigue entre nosotros. A. E. Braitovsky
536
• Estudio de opinión pública sobre la situación medioambiental en la Argentina. A. Budani, N. Solari, E. Fidanza y A. Catterberg
Recomendaciones
577
457 461
• Escenario ambiental de los ríos navegables de la Argentina: problemáticas actuales e iniciativas para su análisis y solución. D. Murguía, C. Daniele, M. Dabas y A. Frassetto
464
• Causas de la construcción de embalses y sus consecuencias ecológicas en la Argentina. N. A. Gabellone y M. A. Casco
468
10
537
457
• Impacto y riesgo de la expansión urbana sobre valles de inundación en la Región Metropolitana de Buenos Aires. C. Daniele, D. Ríos, M. De Paula y A. Frassetto
Encuesta Ambiental Argentina 2005
11
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Conclusiones de la situación ambiental por ecorregiones
LOS PROBLEMAS AMBIENTALES ARGENTINOS A ESCALA ECORREGIONAL De los problemas ambientales que afronta el país, algunos son de escala ecorregional, es decir que tienen una magnitud tal que prácticamente cualquier sector de la ecorregión puede verse afectado por ellos. Los más importantes son: Deforestación/transformación de ambientes naturales. Existe una importante controversia sobre cuál era la superficie “natural u original” forestal de la Argentina. Algunos autores señalan un total de 42.000.000 de ha de bosque y alrededor de 127.000.000 de arbustales y sabanas, es decir, un 60% de la superficie total del país (Morello y Matteucci. 1999). Sin embargo, estas estimaciones se basan en supuestos difíciles de corroborar hoy en día y son dependientes de lo que se consideró en distintos momentos históricos como bosque En la actualidad, persiste un total aproximado de 36.000.000 (Merenson, 1992) o 28.000.000 de ha de bosque (Morello y Mateucci, 1999). El Primer Inventario Nacional de Bosques Nativos. realizado en el año 2002, estimó una superficie total de 33.190.442 ha entre tierras forestales y bosques rurales (SAyDS, 2003). Estos bosques son transformados a una tasa aproximada de 250.000 ha anuales, principalmente en el Chaco Seco (70% del total), el Chaco Húmedo y la selva pedemontana de las Yungas (Gasparri y Grau, en este volumen). Algunos ecosistemas forestales, como la selva pedemontana de las Yungas o los “bosques de tres quebrachos” del Chaco Seco, están en una situación verdaderamente comprometida, dada la intensidad de los procesos de transformación para ampliar la frontera agropecuaria –principalmente, soja– (Brown et al., en este volumen y Adámoli. en este volumen). Incluso, se habla de una “pampeanización del Chaco”, que significa la imposición del modelo industrial agrícola pampeano en la ecorregión chaqueña (Morello et al., en este volumen). De la ecorregión de la Selva Paranaense original que se comparte con Brasil y Paraguay, sólo resta un 7%, que se encuentra mayoritariamente en el sector argentino (Placci y Di Bitetti, en este volumen). También los sistemas de pastizal (ecorregiones de la Pampa y de Campos y Malezales) han sufrido importantes procesos de transformación. De los pastizales pampeanos en tiempos pasados, se transformó más del 60% de la ecorregión, y ésta ahora también está amenazada por el crecimiento de los espacios urbanos, que está alcanzando valores cercanos al 18% de la Pampa Ondulada (Morello et al., en este volumen). La Ecorregión de Campos y Malezales, por otra parte, está sufriendo actualmente la presión de transformaciones por parte de plantaciones forestales de rápido crecimiento. Las demás ecorregiones, en cambio, presentan una superficie total muy cercana a la histórica. El proceso de conversión de ecosistemas naturales en tierras de cultivó responde a una multitud de variables y necesidades socio-económicas, políticas, tecnológicas y hasta climáticas que inducen este comportamiento por parte de los productores agropecuarios. Ante esta situación, le corresponde al estado planificar planificar –consensuada e inteligentemente y respetando los derechos de propiedad– el desarrollo de estos procesos, a fin de no comprometer la provisión de bienes y ser
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vicios ambientales ara las generaciones futuras. El conflicto suscitado por la desafectación de una reserva provincial en Salta para destinarla a la producción de soja y cítricos es, por un lado, una preocupante muestra de la forma en que gran parte de la sociedad (a través de sus gobernantes) dirime el falso conflicto entre ambiente y producción (Cruz et al., en este volumen). Por otro lado la resolución Final de este mismo caso revela que también existe una parte importante de la sociedad que está preocupada por la sustentabilidad del crecimiento económico, y que a través del diálogo responsable es posible alcanzar soluciones en las que todas las partes obtengan un heneficio. Sobreexplotación forestal/degradación. La sobreexplotación forestal y la consiguiente degradación de la estructura del bosque son procesos difíciles de medir en grandes extensiones. Esto se debe a la subestimación de los registros vinculados con la explotación forestal, a la falta de información sobre la superficie realmente afectada por la explotación y a la ausencia de un método confiable para estimar la degradación a partir de imágenes de satélite en la región. Sin embargo, la degradación es un proceso reconocido y muy extendido en gran parte de las ecorregiones con bosques, particularmente en aquellas accesibles al ser humano y al ganado. Los sistemas forestales están intervenidos en porcentajes muy elevados, y quedan muy pocos espacios sin intervenir fuera de las áreas protegidas (AP) e incluso dentro de las mismas, dado que es común la explotación previa a la expropiación para crear estas áreas. Un buen ejemplo de ello es el Parque Nacional Iguazú, que poseía mas de 200 km de caminos forestales internos antes de su expropiación. La excepción son, en gran medida, los bosques patagónicos, que presentan un buen estado general de conservación y un porcentaje elevado dentro de las reservas. Sin embargo, son susceptibles a los incendios vinculados, muchas veces, con períodos particularmente secos, a lo que se suman los eventos de igniciones por rayos, que se triplicaron en las últimas décadas debido a incursiones de masas húmedas e inestables (Premoli et al., en este volumen). Por otro lado, la Selva Paranaense tiene más del 89% de sus bosques remanentes en niveles medianos a elevados de degradación y fragmentación, y sólo posee menos de 40.000 ha de bosques prístinos (Mac Donagh y Rivero, en este volumen). El sistema de explotación forestal convencional tiene un efecto severo sobre la biodiversidad de esta ecorregión (Placci y Di Bitetti, este volumen). Los ambientes áridos como el Chaco Seco, el Monte, la Estepa Patagónica y la Puna presentan una presión extendida y muy intensa de sobrepastoreo, actividad que, generalmente, está asociada a los incendios intencionales que contribuyen aún más al proceso de degradación (Ginzburg y Adámoli, este volumen; Torrella y Adámoli, este volumen). Tan sólo en la Ecorregión del Monte, en la última década, casi 10.000.000 de ha fueron afectadas por incendios (Pol et al., este volumen) lo que representa cerca del 30% de la ecorregión. En el Chaco Húmedo, la superficie quemada de pastizales y sabanas asciende a un valor entre 2 y 4.000.000 de ha anuales (Ginzburg y Adámoli, este volumen).
y la estructura de los bosques nativos, incluso dentro de los parques nacionales, y en varios sitios el ganado ha impedido la recuperación postfucgo (Premoli et al., este volumen). Explotación minera. Generalmente s una actividad de fuerte impacto ambiental, pero de una amplitud geográfica muy limitada, Las principales ecorregiones donde esta actividad es importante son la Estepa Patagónica (con explotación hidrocarburífera), la Puna y los Altos Andes (con esplotación de minerales) y las Yungas (con explotación gasífera). En los ambientes desérticos como la Puna y los Altos Andes, la actividad minera genera un impacto importante en la utilización del agua. y compite severamente con las comunidades locales y la fauna que dependen de ella (Pol et al., este volumen; Reboratti. este volumen). En las Yungas, las actividades de explotación de hidrocarburos están concentradas en el área de Tartagal, con explotaciones menores en Caimancito (Brown et al., este volumen). Los impactos se reducen a la apertura de caminos, la construcción de infraestructura y el riesgo de contaminación de aguas superficiales. Aun así, inducen otros impactos como los de nuevas explotaciones forestales que nacen utilizando la importante red caminera que genera y mantiene las explotaciones de los yacimientos. Interrupción de cursos de agua. La interrupción o modificación del régimen hidrológico es el principal impacto directo de la construcción de represas hidroeléctricas, las cuales pueden reducir el rendimiento pesquero y modificar la composición de la ictiofauna (Baigún y Oldani, en este volumen). La Argentina puede ser considerada como un país “pobre” en represas comparada con países de larga trayectoria en su utilización. Sin embargo, los principales ríos, como el Paraná y el Uruguay. presentan represas de considerable superficie. No obstante, todavía hoy, la mayoría de estas obras están en ambientes áridos, como las ecorregiones del Monte y del Espinal (Gabellone y Casco, en este volumen). También se ha indicado su potencial impacto sobre el régimen hidrológico de humedales vecinos, como es el caso de la Represa de Yacyretá y los Esteros del Iberá (Acerbi, en este volumen; Neiff y Poi de Neiff, en este volumen).
Estos procesos de degradación asociados al sobrepastoreo aumentan inexorablemente la desertificación a escala ecorregional, como ocurre en la Estepa Patagónica (Paruelo et al., en este volumen), y también son observables en ecorregiones húmedas como las Yungas y los bosques patagónicos. En estos últimos, el ganado ha alterado significativamente la composición florística
Comercio de fauna. La Argentina exportó durante el período 1976-1984 alrededor de 24.000.000 de coipos, 11.000.000 de iguanas, 5.000.000 de zorros, 500.000 felinos menores, 200.000 boas curiyú y más de 100.000 yacarés (Ramadori, en este volumen), todos provenientes del medio silvestre y, principalmente, de las ecorregiones del Chaco Seco, del Chaco Húmedo, los humedales de la Pampa y la Estepa Patagónica. En la década del 80, se exportaban anualmente más de 100.000 loros como mascotas. Actualmente, el comercio de fauna ha disminuido notablemente, debido a la disminución de la demanda, a las normativas locales e internacionales más restrictivas y, tal vez, a una mayor eficiencia de los controles. En algunas zonas (tales como la Selva Paranaense y el Chaco) la crisis económica y social a comienzos de este nuevo siglo ha obligado a sus pobladores a aumentar la caza de supervivencia, lo cual puede haber generado, en algunos casos, importantes procesos de “ defaunación”. Un buen manejo de la fauna puede ser una herramienta que permita llevar adelante acciones de conservación, tanto de espe-
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cies en particular como de sus respectivos ambientes, y que genere, a la vez, opciones económicas para las comunidades locales (Ramadori, este volumen). En ese sentido, se están ejecutando interesantes proyectos de uso sustentable de especies silvestres (carpinchos, loros habladores, yacarés, etc.), y ha sido posiblemente el más emblemático: el de la esquila de poblaciones silvestres de vicuñas (Vilá, este volumen). Pesca marítima y fluvial. Entre 1990-1995, la actividad pesquera argentina en la Ecorregión del Mar Argentino se incrementó en un 108%. Durante el auge de la industria en los años noventa, el producto pesquero argentino se mantuvo en torno al millón de toneladas anuales, y llegó a superar los U$S 1.000.000.000 de exportación. Este panorama cambió radicalmente al verse seriamente comprometidos los efectivos de merluza común. Por otra parte, el calamar y el langostino han experimentado fuertes oscilaciones de biomasa que, acopladas a una política pesquera casi siempre oportunista, dieron lugar a reiterados ciclos “auge/ruina”, con severas secuelas económicas y sociales (Campagna et al., en este volumen; Cañete, en este volumen). Además, hay que considerar el impacto negativo de ciertas artes de pesca sobre otros componentes de la biodiversidad, como las aves pelágicas (Arias, en este volumen), incluso en el Mar Antártico (Izaguirre y Sánchez, en este volumen) y el efecto de las redes de arrastre sobre la fauna bentónica, que ocasiona la destrucción del hábitat. Un panorama similar se observa en la pesca comercial en los grandes ríos de la cuenca del Plata, donde especies como el sábalo son extraídas a una tasa anual de entre 60 y 80.000 t, sin planes de manejo. Esto produce una disminución permanente de las existencias y, por consiguiente, un deterioro en la calidad de vida de los pescadores artesanales y de subsistencia, así como también una merma significativa en la economía de la Ecorregión del Delta e Islas del Paraná (Peteán y Cappato, en este volumen). Turismo convencional y de aventura. La Argentina se ha transformado en un destino turístico internacional importante, particularmente vinculado con los espacios silvestres y, en especial, con las áreas protegidas (AP). Esto se evidencia principalmente en la Patagonia, donde se recibieron más de 5.000.000 de visitantes en los últimos ocho años, y se ha observado un incremento de visitas en todos los parques nacionales, particularmente en Santa Cruz y Tierra del Fuego. Dicho incremento también se registró en otras AP como Iguazú, El Palmar y Talampaya (Manzur, en este volumen). Sitios de gran valor por su biodiversidad están siendo utilizados en forma creciente como áreas de atractivo turístico; tal es el caso de los Esteros del Iberá (Neiff y Poi de Neiff, en este volumen). En este último caso, se debe mencionar que los esfuerzos desarrollados para la elaboración del plan de manejo de la Reserva Natural Iberá se han visto obstaculizados por la férrea oposición de diversos sectores de la sociedad correntina (Parera, en este volumen), lo cual evidencia la necesidad de incluir en la planificación de las AP las preocupaciones y los intereses de los diferentes sectores involucrados, antes de intentar adoptarlos.
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Por otra parte, lugares muy distantes como la Antártida están siendo objeto de un flujo turístico en rápido crecimiento: en los últimos veinte años, aumentó más del 2.500%. Actualmente, se registra un incremento anual del 13%. Pero la Antártida es una ecorregión de muy lenta recuperación respecto al disturbio antrópico. El tema merece más atención. Está claro que la principal barrera hacia un manejo sustentable del turismo en la Antártida es que esta actividad trasciende las fronteras reclamadas de los países y que, por lo tanto, deberá ser encarada en el marco de una estrategia global (Quintana, en este volumen). Sin embargo, el turismo también aparece como un enorme aliado potencial para la conservación de los recursos naturales argentinos Y. especialmente, para mejorar y crear más AP. Una encuesta realizada en 2005 entre operadores turísticos extranjeros muestra que las razones por las que un turista viene a la Argentina son, en primer lugar (19%) para visitar nuestros parques nacionales. Entre los otros primeros diez motivos se encuentran, además, el “turismo aventura” (16%, estrechamente asociado a ambientes naturales), el turismo en sitios designados como “Patrimonio de la Humanidad” por la Unesco (13%), el avistaje de flora y fauna (10%), y la visita de sitios-de valor arqueológico (8%) –Secretaría de Turismo de la Nación, 2005. Con motivo de la declaración del 2002 como Año Internacional del Ecoturismo, la Organización Mundial de Turismo realizó estudios de mercado en los principales países emisores de turistas. Las encuestas demostraron que el entusiasmo por el turismo de naturaleza invariablemente va de la mano con el deseo de conocer y encontrar comunidades locales, y con el descubrimiento de distintos aspectos de su cultura (gastronomía, artesanías, costumbres, etc.). Algunos casos que ejemplifican la necesidad de mejorar servicios y ordenarlos en función del recurso natural que utilizan son los de Puerto Pirámides, en Península Valdés, Chubut, donde el turismo de avistaje de ballenas aumentó de 70.000 a 90.000 personas entre 2000 y 2005 (con una proporción creciente de turistas extranjeros), y el rápido e insuficientemente organizado crecimiento urbano en Calafate (Santa Cruz), Ushuaia (Tierra del Fuego) o Puerto Iguazú (Misiones). El Plan Federal de Turismo Sustentable 2016 (Secretaría de Turismo de la Nación y Consejo Federal de Inversiones, 2005) establece el objetivo de pasar de más de 3.000.000 de turistas extranjeros que nos visitaron en 2004 a 5 o hasta 6.500.000 en 2016. Para que este incremento ocurra preservando los ambientes naturales, será necesario aumentar significativamente, por ejemplo, la inversión directa del sector turístico en la creación y la consolidación de AP.
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