Ciencia y agricultura

El aporte de la ciencia en la agricultura mundial está enfocado en varios aspectos, el de mayor destaque es el mejoramiento genético de diferentes materiales como soja, trigo, arroz, girasol, entre otros, que también son sembrados en nuestro país.

¿El objetivo? Aportar a la seguridad alimentaria con productos más nutritivos y de alta calidad, desarrollar y obtener materiales resistentes a la sequía, resistentes a enfermedades y plagas, con menor uso de agroquímicos, amigables con el ambiente y principalmente que incrementen la productividad en el campo, entre otros tantos.

Complejos y extensos son los procesos de investigación que se desarrollan en el área científica, que buscan sumar esfuerzos para beneficiar la cadena de producción y principalmente para proteger el trabajo del agricultor y brindar así mejor calidad de vida a la población.

En esta tarea están involucrados tanto entes públicos como privados, asociaciones, universidades, científicos, investigadores, gremios productivos y un sinfín de actores que forman parte del desarrollo del sector, sin mencionar el alto valor que exigen las inversiones en este sentido.

Muchos puntos mencionados anteriormente ya han logrado mediante alianzas y trabajos conjuntos, pero la tarea no termina allí, bajar la guardia sería un error. Mantener, sostener, cuidar las herramientas tecnológicas que la ciencia pone en manos de los productores, atañe a todos, desde la capacitación, difusión, hasta el acceso a estos materiales, desde el más pequeño agricultor hasta al más tecnificado. El uso correcto de los materiales, el respeto al trabajo científico, el apoyo a la investigación, el acceso a las herramientas, la incorporación tecnológica, el uso adecuado de los recursos y sobre todo el respeto al trabajo del productor, serán esenciales para aprovechar las ventajas que brinda la ciencia para seguir con éxito en la senda de la producción.

INVESTIGADORES DESCUBREN NUEVOS MECANISMOS Y CLONAN GENES DE