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JARDÍN JAPONÉS

Midori Kato en Gto y Características especiales.

omo reconocimiento a Japón, la Universidad de Guanajuato ofrece un espacio único para aquel que añora a su origen oriental, quien busca conocer más de esta cultura, quien aprende su lengua o trabaja para que otras personas rompan la barrera de la comunicación, como el caso de la maestra “Midori Kato Tsukazawa” a quién en su honor se nombró el

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Jardín Japonés del campus Guanajuato.

Midori Kato nació en la prefectura de Ibaraki en 1999, llegó a México en 1975, y más tarde fundó el área de japonés en el Departamento de Lenguas de la División de Ciencias Sociales y Humanidades (DCSH) en la Universidad De Guanajuato, gracias a su trabajo se generaron lazos de colaboración e intercambio entre universidades de Japón y la UDGTO, como la Universidad de Shiga y la Universidad de Chubu. Así en 2017 fue reconocida por el consulado japonés “por su contribución al entendimiento mutuo y promoción en las relaciones de amistad entre Japón y México”.

¿Cuáles son las características de un jardín japonés?

En japonés su concepto es el sanshui que significa montaña-agua. Su objetivo es recrear en miniatura el poder de la naturaleza, son creados con curvas y de forma asimétrica, invitan a adentrarse a un mundo de reflexión.

Hay dos estilos de jardín japonés, los Budistas, que siguen la estética Zen, y los sintoístas, en su diseño generalmente incluyen senderos en los que el visitante puede caminar de manera silenciosa y lenta, con espacio para pensar, liberar el estrés y visualizar positivamente.

Un estanque y pequeñas islas en medio de ellos, que además de hacer alusión a la isla que es aquel país, rodeado por el mar, tiene un significado de purificación, estas se encuentran en el centro, y conectan con puentes usualmente de madera. hina se encuentra a 13,386 km de la Ciudad de México, podría parecer una larga distancia, sin embargo al caminar unos cuantos metros desde la estación “Bellas Artes” y seguir el camino recto, comienza a llegar el olor de aceite friendo harina crujiente, salsa de soya y agridulce, localizado en el Centro Histórico de la Ciudad de México, dos cuadras albergan “El barrio Chino”.

Se añaden colinas artificiales, rocas (la más utilizada es el basalto), arena blanca que muchas veces es marcada con líneas o rastrillos representando la calma y pureza, árboles autóctonos y hojas caducas.

Iniciando el recorrido nos encontramos con las nuevas bancas “Multifunción” llamadas “polig” desarrolladas por la firma mexicana de diseño Obiect, que además de servir como una bienvenida a los visitantes, cumplen su función para separar el arroyo vehicular y el peatonal, además como adorno como macetas, cuentan con iluminación LED en sus vértices.

En la entrada nos encontramos con el Arco Chino “Paifang” que tiene una altura de 10 metros, el significado de este tipo de construcción se traduce como “Bajo el mismo cielo, todos somos iguales”, que refleja un anhelo de igualdad entre los hombres.

A lo ancho de la calle entre edificios cuelgan cientos de linternas Chinas hechas de papel con brillante color rojo y diseños únicos de la cultura, son colgadas en las festividades para atraer buena suerte y prosperidad, alguna vez se creyó que ahuyentaban a los espíritus malignos pues representan siglos de antiguas tradiciones, simbolizando el pasado y el futuro de China.

Cientos de turistas y visitantes recorren sus calles en la búsqueda de conectar con una cultura diferente, recalcando la premisa de que en la diversidad está desarrollo de una sociedad completa.

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