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Esposas e Ingenieras del CICL
ien dicen que detrás de un gran hombre, siempre hay una gran mujer y en la edición de marzo de Revista Construye, dedicada a las mujeres en el sector de la construcción, decidimos tener una charla grupal con ingenieras y con algunas de las compañeras de vida de los hombres que lo conforman.
Charlamos con dos ingenieras que forman parte del XXIV Consejo Directivo del Colegio de Ingenieros Civiles de León, Jael Ixchel Mexicano López y Rosa María Fragoso López; así como con tres esposas de ingenieros de dicho Comité, Ana Mónica Calvillo Mares, Araceli Ramírez y Sandra Italia Vargas Segoviano.
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Al preguntarles sobre las complicaciones de pertenecer a un gremio como lo es el de la construcción donde predominan los hombres, tanto las ingenieras Ixchel Mexicano y Rosa María, coinciden que la comunicación es clave para poder evitar complicaciones con sus compañeros. “Cuando yo estudiaba éramos 45 hombres y tres mujeres, pero mis compañeros siempre me dieron la confianza”. Relata Rosa Ma. Fregoso.
Si bien, las ingenieras han sabido llevar una buena relación con sus colegas, existe otro aspecto en el día a día de los ingenieros. La familia, poco se suele hablar de ella, pero normalmente es un pilar importante, donde las parejas muchas veces terminan colaborando y compartiendo los buenos y malos momentos de sus esposos.
Comenta Ana Mónica Calvillo, que en su caso siempre ha sido un placer acompañar a su esposo, el ing. Gustavo Alvarado Monzón; “A veces tenemos que castigar algunos eventos familiares, pero saber que él está haciendo un trabajo para el bien de una comunidad. Su especialidad es hidráulica, entonces al llevar agua potable a tantas comunidades, eso me llena de orgullo y de satisfacción.
“Pues para mí verlo contento con este nuevo reto que ha tomado, apoyarnos y complementarnos con la familia en los compromisos”, destaca Araceli Ramírez, esposa de Arturo Israel Velázquez Vázquez, quien recientemente asumió el cargo de Presidente del actual Consejo Directivo del CICL.
La familia lo es todo, en el caso de Sandra Italia Vargas, esposa del ingeniero Miguel Ángel Mata Segovia, ya que si bien, ella trabajó mucho tiempo con él, en este momento de sus vidas, con niños pequeños la organización de los tiempos se ha tenido que adaptar.
En la conversación de pronto surge una idea, ¿Estaría bien que las parejas de los ingenieros tuvieran algún tipo de participación al interior del CICL? A lo cual Mónica Calvillo, resalta el tema del trabajo en equipo “pudiéramos conocer más de su profesión, más de su trabajo y podemos aportar, creo que todas las personas somos muy valiosas y trabajar en equipo es la mejor”.
La ing. Rosa María Fragoso, asiente y va más allá, “Siento que es muy importante tam- bién contar con la participación de las esposas, somos pocas mujeres y hace falta principalmente en cuestiones culturales y sociales, integrar a las esposas de los ingenieros ayudaría al colegio, que es un ente vivo que necesita de cosas, de vida social, de capacitación, de convivencia familiar, entonces integrar a las mujeres en un comité que apoye al Consejo es una grandiosa idea.” agregó
“Si, desde la familia aportamos valores que podemos llevar hacia el colegio, creo que principalmente ahí, apoyándolos, comunicándonos, invitándolos a siempre ser mejores, creo que esa es la parte importante”, comentaba Sandra Italia Vargas sobre los valores que la familia puede aportar al Colegio.
Cerramos la plática, pero quisimos conocer de cada una de ellas, ¿Cómo debería de ser la participación de las mujeres en la Carrera de Ingeniería Civil, tanto como profesionistas y como acompañantes?