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La responsabilidad ética de la arquitectura
FRANCIS KÉRÉ PREMIO PRITZKER 2022
Por: Dr. en Arq. J. Martín Andrade Muñoz
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l anuncio del Premio Pritzker 2022 otorgado para Francis Kéré, debió sorprender a muchos pseudo conocedores de la arquitectura contemporánea. Lo cierto es que Kéré es el primer africano en ser designado para tal presea. El premio Pritzker es el más codiciado en arquitectura. Anualmente desde 1979 se otorga el premio conocido como el Premio Nobel de Arquitectura. El primer ganador fue el legendario Philip Johnson y el año siguiente el mexicano Luis Barragán. La fundación Hyatt instituyó la presea acompañada de un estímulo monetario de 100,000.00 usd, importante cantidad, pero más importante es la distinción alcanzada, ya que dicho nombramiento implica ser catapultado a nivel global como uno de los “grandes de la arquitectura”.
El premio sorprendió como lo ha hecho en varias ocasiones, porque no se guía por la cantidad de obra edificada, ni por la fama de los candidatos. Hasta ahora la mayoría de los premiados son de un merecimiento garantizado.
Diébédo Francis Kéré nació en 1965 en Gando Burkina Faso en áfrica Occidental, uno de los países más pobres del mundo. Francis fue el hijo mayor del jefe de Gando una pequeña aldea y ante la insistencia de su padre, Kéré fue enviado a los siete años a estudiar fuera de la aldea. Comenzó en una escuela pequeña de un poblado vecino, continuó sus
estudios al ganar una beca de carpintería vocacional que lo llevó a Alemania, ahí aprovechó para estudiar arquitectura en la Universidad Tecnológica de Berlín graduándose brillantemente en 2004. Como estudiante en 2001 presentó su primer proyecto: una sencilla escuela primaria para Gando hecha con materiales y mano de obra local. Una fusión ejemplar de diseño moderno y vernáculo, con ese proyecto ganó el Premio Aga Khan 2004 llevando a Kéré y a su pueblo al mapa mundial.
Incluso antes de graduarse Kéré realizó el esfuerzo de toda la vida para transformar Gando y dice que “ha sido la mejor decisión de su vida”. Kéré en 1998 siendo estudiante consiguió recursos para construir la escuela en su aldea, ese altruismo actualmente se conoce como Fundación Kéré, en 2001 completó el primer edificio de la Escuela Primaria de Gando. La sencilla solución con muros de arcilla y el techo corrugado saliente está acorde con el impacto de vida del pueblo. Las rejillas ajustables filtran la luz solar y atraen el frío, trabajando en conjunto con el techo elevado que protege a los ocupantes del resplandor y permite ventilar el edificio.
Escuela Primaria (1999-2001) en Gando Burkina Faso, su primer proyecto y la Escuela secundaria de Gando (2006-2007) de arcilla con grandes aleros para proteger de las fuertes lluvias del verano.
Biblioteca Pública (2012) junto a la Escuela Primaria de Gando, Techo de hierro forjado sobre estructura ovalada generado un espacio de lectura cubierto al aire libre
A partir de entonces Kéré ha utilizado materiales locales en la mayor parte de sus edificios con ingeniosos diseños que permiten construir de manera barata y sustentable. Kéré sorprendió a los aldeanos al usar ladrillos de arcilla y capacitó a los lugareños para que ellos mismos construyan sus edificios. Ha utilizado recursos ingeniosos como el incorporar ollas de barro en la construcción logrando una sensación térmica en beneficio del ambiente. También incorporó la madera de eucalipto que crese como maleza en Burkina Faso y que solo era utilizada como leña.
Muchas de sus obras pueden encontrarse en su pueblo natal de Gando cerca de Uagadugú la capital de Burkina Faso. A diferencia de muchos ganadores del premio Pritzker, Kéré no ha construido rascacielos, ni museos, o aeropuertos testimonio de la generosidad y del capitalismo. Sus escuelas de un solo piso, una modesta biblioteca, un humilde centro de salud, un centro comunitario y viviendas para maestros, no dejan de sorprendernos. Bajo su dirección los residentes de Gando construyeron estos edificios utilizando técnicas que el colonialismo francés habían erradicado, y está recuperando técnicas ancestrales sustentables. Ha transformado la aldea poniendo la educación al alcance de los niños a lo largo de los años.
A través de la arquitectura, Kéré está proporcionando empleos, oportunidades educativas y modelos para el desarrollo futuro en un lugar donde el progreso parece difícil de alcanzar. “No tenemos nada. Confiamos en Diébédo para ayudar”, dice Zémane Gampoko, una anciana de la aldea que dirige la Asociación de Mujeres de Gando.
Durante veinte años, Francis Kéré ha realizado diversos edificios en su región y mantiene también su estudio en Berlín, dándonos la lección que tampoco se trata de rasgarse las vestiduras y alterna su vida en Europa y en Burkina Faso, donde desarrolla proyectos más allá de su pueblo natal. En Europa por su parte a raíz del premio Aga Khan ha recibido diversos encargos, inclusive en 2017 ganó el concurso para realizar en Londres el Pabellón Serpentine Gallery, un programa permanente de estructuras temporales realizadas por arquitectos de renombre internacional. Múltiples publicaciones de su obra, así como textos de su autoría circulan en libros y revistas de las áreas académicas de prestigio. Invitado frecuente a instituciones educativas como Harvard o en México impartiendo cursos y conferencias con sentido ecológico.
La prestigiada revista española Arquitectura Viva le ha dedicado
varios artículos, desde 2007 en los números 116, 120, 140, 183, 198 y 209 y uno especial en AV Monografías 201 (2018), también la revista mexicana Arquine 65 (2013), se ha ocupado de su obra.
Especialmente significativos son sus edificios como la Escuela Primaria de Gando (2000 - 2001), Viviendas para maestros en Gando (2004), Escuela Secundaria de Gando (2006-2007), Bamako: Parque nacional de Malí (2010), Centro de asociación para mujeres Boulgou, Burkina Faso, Conjunto Opera Village: Centro de Salud en Laongo (2010 - 2014) o la Biblioteca de Gando (2012) Centro Quirúrgico en Léo (2012-2017) la mayoría en Burkina Faso. Actualmente se ha internacionalizado y desarrolla proyectos en China, Ginebra y Berlín.
Mucho me emociona el ejemplar trabajo de Kéré su enseñanza nos deja la reflexión de que la vorágine de nuestro tiempo nos ha llevado a olvidar la esencia de nuestro oficio. Nuestras escuelas de arquitectura con este premio reciben una seria lección de ética arquitectónica. Las revistas de arquitectura también deben cuestionarse qué tipo de arquitectura han estado promoviendo, los excesos capitalistas nos han llevado a embriagarnos con
Centro de Salud en Laongo (2010 - 2014) y Centro Quirúrgico y Centro de Salud, Burkina Faso (2012-2017)
ejemplos de países desarrollados olvidándonos de la esencia original de nuestra profesión. Ciertamente no se trata de resolver las cosas de un plumazo, ni de fórmulas mágicas o populistas. Pero sí debemos moderarnos realizando soluciones simples y de inversión económica mínima, sin los excesos que actualmente la arquitectura nos está llevando. La belleza no es un asunto del dinero, Kéré no solo ha realizado adecuadamente su arquitectura, sino que nos provoca los más hondos sentimientos, ya que ha ido más allá de lo convencional, participando en actividades onerosas como el conseguir recursos, organizar y educar a la comunidad. Nos recuerda que el valor social de su arquitectura lo hemos minimizado en aras del lucimiento personal, Kéré nos da una tremenda lección de humanismo que nos hace avergonzarnos. Este año sin duda es uno de los premios mejor otorgados.
Francis Kéré con su madre.