EDUARDO SOUTO MOURA ARQUITECTURAS DE AUTOR AUTHOR ARCHITECTURES
AA3 2
E D U A R D O
S O U T O
32 ARQUITECTURAS DE AUTOR
AA
AUTHOR ARCHITECTURES
edición T6 EDICIONES, S.L. edition dirección JUAN MIGUEL OTXOTORENA direction director ejecutivo JOSÉ MANUEL POZO executive director coordinación CÉSAR MARTÍN coordination diseño gráfico IZASKUN GARCÍA graphic design CÉSAR MARTÍN traducción VERITAS TRADUCCIONES translation distribución BREOGÁN DISTRIBUCIONES EDITORIALES distribution Calle Lanuza, 11 28028 - MADRID
suscripción spetsa@unav.es subscription fotomecánica C O N TACTO GRÁFICO, S.L. photography Río Elortz, 2 bajo, 31005, Pamplona - Navarra impresión INDUSTRIAS GRÁFICAS CASTUERA printing Polígono Industrial Torres de Elorz, Pamplona - Navarra fotografía LUÍS FERREIRA ALVES photography CHRISTIAN RICHTERS
(P. 10, 11, 13, 14-15, 16-17, 23 y 36) (P. 24-25, 26, 28, 29, 30-31, 33, 34, 35, 37, 38, 39, 40, 41, 42, 43, 44-45)
depósito legal NA: 1088/2006 ISBN 84-89713-90-1
T6 ediciones © 2005 Escuela Técnica Superior de Arquitectura. Universidad de Navarra 31080 Pamplona. España. Tel 948 425600. Fax 948 425629
Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación, incluyendo el diseño de cubierta, puede reproducirse, almacenarse o transmitirse de forma alguna, o por algún medio, sea éste eléctrico, químico, mecánico, óptico, de grabación o de fotocopia sin la previa autorización escrita por parte de la propiedad. All rights reserved. No part of this work covered by the copyright hereon may be reproduced or used in any form or by any means, graphic, electronic or mechanical, including photocopying, recording, taping or information storage and retrieval systems without written permission from the publisher.
M O U R
R A
PRESENTACIÓN PRESENTATION
4
ESTADIO MUNICIPAL MUNICIPAL STADIUM
10
BIOGRAFÍA
46
BIOGRAPHY
LUIS ROJO DE CASTRO
BRAGA. PORTUGAL. 2002/2003
4
ESTADIO MUNICIPAL DE BRAGA
Luis Rojo de Castro
Para Eduardo Souto Moura, el arquitecto no sólo se enfrenta a problemas específicos, funcionales, constructivos, económicos o técnicos; también debe poner a prueba las herramientas que son específicamente propias de la arquitectura, demostrando su efectividad, su operatividad, su potencial y sus limitaciones. Por ello, su técnica de trabajo está jalonada de dificultades construidas y de limitaciones autoimpuestas. Su trabajo sólo puede entenderse como reflexión disciplinar, como discurso sobre la arquitectura. Por eso es necesario preguntarse cómo y por qué un trabajo tan opaco y preciso, -tan tortuoso, en sus propias palabras-, es capaz de producir imágenes tan accesibles y equilibradas, tan ‘naturales’, propicias para la divulgación entre audiencias más amplias. El ejercicio de la arquitectura es el ejercicio de su pensamiento, la muestra de que es un sistema de conocimiento y análisis de aquella parcela de la actividad humana dedicada a la producción de la realidad material y del hábitat humano. Y ese ejercicio, esa práctica, debe autoalimentarse, reflexionar sobre sí misma como disciplina y como método, como técnica y como herramienta. El discurso operativo de Souto Moura, -aquél que describe los mecanismos y técnicas de producción de la arquitectura-, no es susceptible de simplificación. La búsqueda de una síntesis fenomenológica, la construcción de imágenes sin fisuras que ocultan su propia dificultad, o la severa autolimitación de los elementos que entran en juego en cada partida son, entre otros, señuelos inequívocos de las tensiones que subyacen bajo la apariencia de las cosas. Por su carácter disciplinar y por su tortuosa precisión -“pienso, con una dosis de masoquismo, que me salen mejor los proyectos en los que tropiezo con mas dificultades”-, la arquitectura de Eduardo Souto Moura queda atrapada entre los conceptos contrapuestos de la autenticidad y la simulación. Y, bajo la aparente naturalidad de las continuidades, el arquitecto, restringido por voluntad propia a los instrumentos que proporciona la arquitectura -su único y obsesivo campo de reflexión-, construye un complejo sistema de ambigüedades y apariencias. O aceptamos esta hipótesis, o nos resultará difícil comprender, por ejemplo, el proceso de producción del Estadio de Municipal de Braga. Construido contra la pared de piedra de la cantera del Monte Crasto, acumula en su arquitectura una secuencia de decisiones que conviene enumerar y analizar. Cuarenta metros de altura median entre el nivel del núcleo urbano y la explanada natural que, extendiéndose hacia el norte, construye la vega del Río Cávado. El acceso principal del público se produce por el norte, a través de una explanada de aparcamiento cuya dimensión se controla por medio de una plantación reticular de abedules. Desde la explanada, subiendo una ligera pendiente, nos acercamos al Estadio en diagonal, acompañados por su vista escorzada, lateral. Desde este punto de vista, el Estadio se entiende como un recipiente cóncavo, como una vasija abierta, percibiendo a un tiempo el espacio interior y la cáscara envolvente. A medida que se asciende por la suave pendiente, el escorzo se transforma en visión frontal de la estructura de hormigón del graderío norte. Enfrentados a las pantallas de hormigón, éstas pierden su carácter de estructura en favor de la composición monumental de un fachada, cuya forma bascula entre un orden frontal clásico y la repetición seriada y moderna. Sin embargo, esta primera impresión pronto se ve cuestionada por múltiples particularidades que sugieren -obligan- a nuevas lecturas: la existencia de escaleras ficticias en los extremos; la inestabilidad de la plataforma de apoyo, sustancialmente inclinada como si fuera “terreno natural”; la presencia de múltiples rampas de pendiente contrapuestas y variables, poniendo en cuestión la presencia de una base e impidiendo que nos acerquemos al “pórtico”; o la inquietante inclinación de éste hacia adelante como consecuencia de su función de contrapeso de la cubierta tensada, capaz de poner en evidencia que no estamos ante el plano frontal de una fachada sino ante un artefacto estructural. Las rampas, ordenadas como las teclas de un piano, materializan finalmente el carácter instrumental de filtro asignado a este frente. Unas, las pares, ascienden suavemente para llevarnos al graderío norte que se levanta ante nosotros. Otras, las impares, descienden con la misma suavidad para dirigirnos a la grada sur por debajo del campo -situado inmediatamente encima-, a través de una sala hipóstila de su misma dimensión.
5
El terreno de juego, verde y artificioso, se muestra rotundo, rectangular y plano visto desde la fuerte pendiente de ambos graderíos. Éstos, ahora sorprendentemente simétricos y enfrentados como imágenes especulares, dominan el campo con rotundidad, extendiendo sus límites en la cubierta tensada que lo sobrevuela. Y todo ello hace más evidente la presencia de los dos laterales abiertos, cuya presencia como espacios vacíos y como terreno natural –aunque no sean naturales en absoluto-, contrasta con la geometría precisa y repetitiva de los graderíos de hormigón, exagerándola. Este conflicto visual entre la rotundidad geométrica y formal del estadio y las paredes naturales e informes que lo rodean encuentra, finalmente, un punto de síntesis en la cubierta tensada, cuyos cables, deformados por el peso, son capaces de camuflar su secuencia repetitiva en la textura cambiante de su entorno paisajístico. Finalmente, descubrimos que el Estadio también tiene un acceso desde arriba, desde la ciudad, y que la simetría frontal de los graderíos se complementa con la simetría horizontal de los accesos: a pesar de su carácter de impedimento impuesto contra la ladera, la cavidad entre el hormigón y la roca nos permite transitar un recorrido, de abajo a arriba o de arriba abajo, que esquiva el estadio para mostrárnoslo por detrás y por debajo. Un bypass que, a modo de paseo arquitectónico -de promenade-, hace visible el conjunto de técnicas y mecanismos que posibilitan la construcción del artefacto. Una vez más, la arquitectura se construye como un sistema de discursos superpuestos, entrelazados pero autónomos entre sí. Algunos tienen por objeto instrumentar soluciones a problemas específicos; otros tan sólo formular preguntas, manifestar problemas. Contaminado por la escenografía del Teatro, el Estadio acumula en su arquitectura una secuencia de decisiones cuya lógica es compleja, ajena a la coherencia lineal de la relación causa/efecto o a la transparencia de una técnica única y explícita. Como consecuencia y como síntoma, el conflicto entre la rotundidad geométrica y formal del Estadio y las paredes informes que lo rodean nos persigue allá donde vayamos. Incrustado sobre la roca, inaccesible -a propósito- por los laterales abiertos, experimentamos un recorrido que nos lleva, por sorpresa, hasta la pared de roca excavada, y que como una caverna laberíntica, se eleva hacia arriba atravesada por pilares, escaleras, ascensores y núcleos de baños exentos. Una caverna limitada indiscriminadamente por la pared de roca y por la losa de hormigón del graderío sur, ahora a nuestras espaldas. Creíamos haber entrado, pero nuevamente estamos fuera, o quizá debajo. El Estadio opera como un recipiente cóncavo/convexo, una cáscara envolvente que rodeamos y traspasamos en sucesivas ocasiones, poniendo en valor una relación ambigua con el terreno, pues el Estadio está rodeado de vacíos -al frente, por debajo, por detrás, en los laterales. Vacíos construidos/excavados, comprimidos entre la superficie cóncava del graderío y la superficie convexa de la roca que nunca llega a tocar. Naturalizar la arquitectura y artificializar el entorno son, en esta arquitectura, la misma cosa; dos operaciones de simulación para construir la realidad, desplegando una estrategia cuya coherencia no es explícita, cuya naturalidad está construida, y cuya autenticidad es simulada. ¿Pero, acaso podía ser de otra manera? La naturalización, como la autenticidad, no puede ser el resultado de una búsqueda. Sin embargo, su simulación estratégica permite equilibrar las técnicas disciplinares de la conexión y la fragmentación, o la continuidad y la diferencia. Pero bien entendido que la arquitectura y su entorno son abordados como una misma cosa, al menos desde un punto de vista disciplinar. Ambos, la arquitectura y su entorno, se construyen con las mismas técnicas, para alcanzar un mismo propósito, construir un único equilibrio. Sólo se diferencian en su grado de visibilidad, en su deseo de hacerse presentes o imperceptibles, formales o ambientales. La arquitectura, a pesar de la búsqueda de una síntesis fenomenológica o de la severa auto-limitación de los elementos que entran en juego en cada partida, no puede ocultar los señuelos inequívocos de las tensiones que subyacen bajo la apariencia de las cosas. Entendida como forma de conocimiento, y sólo así, la arquitectura puede resolver problemas en la misma medida en que los crea.
6
7
According to Eduardo Souto Moura, the architect does not solely face specific, functional, constructive, economic or technical problems; he should test those tools specific to architecture, proving their effectiveness, functionality, potential and limitations. For this reason, his working techniques are plagued with constructed difficulties and self-imposed limitations.
forward inclination as a result of the counterweight function of the roof, making evident that we are not faced with the frontal aspect of a façade but a structural artefact.
His work can only be taken as a disciplinary reflection, as a discourse on architecture. As a result, it is essential to ask oneself, how and why such an opaque and precise work -so torturous, in his own words- is capable of producing such accessible and balanced, such “natural” images, favouring its popularisation amongst larger audiences.
One, the pairs gently ascends to bring us to the North Stand which rises in front of us. The others, the unpaired ramps descend with the same gentleness to drive us towards the South Stand under the playing field which is located directly above, by means of a hypostyle chamber of the same dimensions.
The architectural exercise is an exercise of one’s thinking, proof that it is a system of understanding and analysing this plot’s human activity, dedicated to the production of the material reality and the human habitat. Furthermore this activity, this practice, should self-nourish and reflect on itself as a discipline and method, as a technique and a tool.
The playing ground, green and artistic, appears well rounded, rectangular and flat from the strong slope of both stands. These stands, now surprisingly symmetrical and opposing like speculative images, dominate the field with their expressiveness, extending their limits towards the pressured roof which encloses it. All this makes more evident the presence of the two open sides, the nature of which like open spaces and natural land -although not truly natural- contrasts with the precise, repetitive geometry of the concrete stands, exaggerating it.
Souto Moura’s operative discourse, -which describes the architecture’s production and technical techniques- is not open to simplification. The search for a phenomenological synthesis, the construction of images without fissures which hide their own difficulty, or the severe self limitation of the elements which come into play in each instance are, among others, unequivocal decoys of the tensions which lie beneath the superficial appearances. Due to his disciplinary character and his torturous precision -“I believe, that with a dose of masochism, the projects which present me with the most problems provide better results”-, the architecture in Eduardo Souto Moura remains trapped between the opposing concepts of authenticity and simulation. And under the apparent naturalness of the continuities, the architect, restricted of his own will by the instruments offered by architecture -his only and obsessive field of reflection- constructs a complex system of ambiguities and appearances. We either accept this hypothesis, or it will be difficult for us to understand, for example the production process for the Braga Municipal Stadium. Constructed against the stone wall of the Monte Crasto quarry, he accumulates in his architecture a sequence of decisions which should be listed and analysed. Its forty-metre height measures the difference between the urban nucleus and the natural esplanade which, extending northwards makes up the lowland of the river Cávado. The main public access is located to the north, by means of a parking esplanade the dimensions of which are controlled by means of a netted plantation. From the esplanade, climbing the gentle slope, we approach the Stadium diagonally, accompanied by its foreshortened lateral views. From this point of view, the Stadium appears as a concave recipient, as an open vessel, later perceiving the interior space and the surrounding structure.
The ramps, organised like piano keys, finally comprise the instrumental character of a filter assigned to this side.
This visual conflict between the geometric and formal expressiveness of the stadium and the natural, shapeless walls which surround it, finally find a point of synthesis in the pressured roof, in which the cables deformed by the weight are able to camouflage the repetitive sequence in the changing texture of its natural environment. Finally, we discover that the Stadium can also be accessed from above, from the city, and the stand’s frontal symmetry is complimented by the horizontal symmetry of the entrances: despite the obstructive nature of the side, the cavity between the concrete and the rock allows us plan a route from below to above and above to below, which detours the stadium showing it from behind and below. A bypass which by way of its architectural path or promenade-, makes evident the set of techniques and mechanisms which make the artefact’s construction possible. Once again, the architecture is composed of a system of superimposed discourses, interlinked but individually autonomous. The objective of some is to develop solutions to specific problems, others simply to formulate questions, to manifest problems. Contaminated by the Theatre’s stage design, the Stadium accumulates through its architecture a sequence of decisions of complex logic, foreign to the cause-effect relationship or the transparency of a unique and explicit technique. As a consequence and symptom, the conflict between the geometric and formal expressiveness of the Stadium and the shapeless walls pursue us wherever we go.
Ascending the gentle slope, the foreshortened figures are transformed into a frontal vision of the North Stand’s concrete structure. Facing the concrete screens, these lose their structural character in favour of the monumental composition of a façade, the structure of which is a compromise between classical frontal order and sequential, modern repetition.
Incrusted on the rock, -purposely inaccessible- from the open sides, we find a route which brings us, by surprise, to the excavated rock wall, and which like a labyrinth drives upwards divided by pillars, stairways, lifts and extensive bathroom units. A cavern indiscriminately restricted by the stone wall and the South Stand’s concrete slabs, now behind us. We thought we had entered the building, but once again we find ourselves outside or perhaps below.
Nevertheless, this first impression is soon questioned by multiple details which suggest -oblige- new considerations: the existence of fictitious stairways in the extremities; the instability of the support platform, substantially inclined as if it were “natural ground”; the presence of multiple ramps with variable and opposing slopes, placing in question the presence of a base and impeding our access to the “porch”; in addition to its worrying
The Stadium operates as a concave/convex vessel, an enveloping structure which we circle and cross on a number of occasions, making evident an ambiguous relationship with the surrounding land, the Stadium being surrounded by open spaces, in front, below, behind and on both sides, Constructed/excavated spaces, found within the stand’s concave surfaces and the convex rock surfaces which it never reaches.
8
To naturalise the architecture and make the surroundings artificial are in this case, the same thing; two simulative exercises to construct reality, using a strategy of inexplicit coherence, constructed naturalness and simulated authenticity. But could it have been any other way? Naturalisation like authenticity cannot be the result of a search. Nevertheless, its strategic simulation allows the balance of the disciplinary techniques of connection and fragmentation, or continuity and difference. However, keep in mind that architecture and its surroundings are treated as the same thing, at least from the disciplinary point of view. Both, architecture and its environ-
9
ment are constructed using the same techniques, to reach the same goal, to construct a unique balance. They are only differentiated by their degree of visibility, in their desire to appear present or unperceivable, formal or environmental. Architecture despite the search for phenomenological synthesis or the severe self-limitation of the elements which come into play in each case, cannot hide the unequivocal traces of the tensions which lie beneath the superficial appearance. Understood as a form of knowledge, and only in this way can architecture solve problems in the same proportions with which it creates them.
Cliente / Client: Cámara Municipal de Braga Fecha del proyecto / Project date: Enero 2000 / 2000 January
Construcción / Construction: Enero 2002 - Diciembre 2003 2002 January - 2003 December
Ubicación / Adress: Monte Crasto, Parque Norte, Braga
Proyecto / Project: Arquitectura / Architecture: Eduardo Souto Moura, Carlo Nozza, Ricardo Merí, Enrique Penichet, Atsushi Hoshima, Diego Setien, Carmo Correia, Sérgio Koch, Joaquim Portela, Luisa Rosas, Jorge Domingues, Adriano Pimenta, Ricardo Rosa Santos, Diogo Guimarães, José Carlos Mariano, João Queiroz e Lima, Tiago Coelho.
Consultores / Consultants: Arup Associated - Dipesh Patel (Stadium revise)
Paisajismo / Landscape design: Daniel Monteiro
Ingeniería / Engineering: AFAssociados - Proyectos de ingeniería
Coordinador / Coordinator: Rui Furtado
Estructura / Structure: Carlos Quinaz, Renato Bastos, Pedro Moas, Rui Oliveira, Pedro Pacheco, Miguel Paula Rocha, António André, João Dores, Sérgio Vale, Nuno Neves, Rafael Gonçalves, Miguel Braga, João Coutinho, Antonio Monteiro.
Instalaciones hidráulicas / Hidraulic installations: Maria Elisa Parente, Joana Neves, João Fitas
Instalaciones eléctricas / Electrical installations: Rodrigues Gomes, António Ferreira, Lluís Fernandes
Instalaciones mecánicas / Mechanical installations: José Silva Teixeira, Tiago Fernandes
Seguridad / Security: Gerisco - Christian Aoustin
Excavación / Excavation: Estevão Santana, João Burmester
Consultores / Consultants: CÊGÊ - Antonio Silva Cardoso Ove Arup&Partners - Andrew Alisop/Andrew Minson RWDI - Mark Hunter/Michael Soligo (Ensayos modelo rígido) DMI - Danish Maritim Institut - Aage Damsghaard (Ensayo aeroelástico) FEUP - Instituto de construçao - Elsa Caetano (Dinámica)
Proyecto de ejecución de la cubierta / Roof construction drawings: Tensoteci Soares da Costa Instituto Politécnico
Massimo Marini Massimo Majowietcki Lluís Afonso Diogo Santos Giorgio Diana
Gestión del proyecto / Project management: Cámara Municipal de Braga - DOMSU Manuel Afonso Bastos, Carlos Amaral, Luís Almeida, Eduardo Leite, Filipe Vaz, Paula Pereira, Cidália Rodrigues, Márcia Rodrigues, J. Rodrigues
Construcción / Construction Excavación / Excavation: Aurélio Martins Sobreiro, Aderito Faneca
Proyecto geotécnico / Geotechnical project: Tecnasol, João Falcão
Estructura e instalaciones / Structure and installations: ACE - ASSOC/ Soares da Costa, Lionel Correia, Jorge Oliveira, Santos Costa
Espacios exteriores / Landscape planning: Mário Duarte
Acabados / Finishes: Mário Pereira
10
BRAGA. 2002/2003
ESTADIO MUNICIPAL MUNICIPAL STADIUM
El Estadio Municipal de Braga se sitúa dentro del Parque Deportivo de Dume, en la costa norte de Monte Crasto. El lugar del proyecto se escogió para evitar hacer un muro de contención en las orillas del valle. Una alternativa sería cambiar su ubicación hacia el oeste y apoyarlo en la montaña existente, como un anfiteatro romano. Hoy en día, el fútbol se ha convertido en un gran entretenimiento, como el cine, el teatro o la televisión; de ahí que se haya tomado la decisión de construir el estadio con gradas únicamente en dos de sus alas. En un principio, la cubierta fue diseñada como una gran visera (como el proyecto de Siza para la Expo), pero posteriormente, debido a las condiciones del lugar y del propio proyecto, se tomaron como referencia los puentes Incas de Perú. Con una altura de 40 metros, el estadio se sitúa entre dos plazas salvando el desnivel. Se permite así que la construcción del estadio sirva como punto de referencia para futuros desarrollos en esta zona a medida que la ciudad vaya expandiéndose hacia el norte. Hacia el sur, la misma solución que se aplicó hace años en el mercado de Carandá. Aunque hoy se amputa decididamente para evitar que vaya gangrenándose en el futuro.
The Braga Municipal Stadium is situated within the Dume Sports Park on the northern slope of Monte Crasto. The location was chosen in order to avoid making a dam along the water’s edge in the valley. The alternative would have been to move it further to the west up against the hill, like a Roman amphitheatre. Nowadays football is big entertainment, hence the decision to have only two rows of seats. Initially the roof was to look like a long continuous visor (like Siza did in his Expo project), but it was eventually modelled on the Peruvian Inca bridges. With a height of 40 meters, the stadium will be up against two squares with the same sloping. This will enable the stadium building to serve as an anchor point for any future development in the area as the city expands northwards. To the south, the same applied 20 years ago to the Carandá market. Today, it is being amputated to save it from succombing to gangrene.
11
estadio de braga braga stadium
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16
Taquilla /Ticket office Aparcamiento /Car park Plaza de entrada /Entrance Puertas de entrada /Entrance doors Aparcamiento previsto para la UEFA /Parking for UEFA Alameda /Poplar glove Línea de agua /Water line Esplanada este /East esplanade Graderío este /East stands Subida peatonal /Pedestrian slope Campo de fútbol /Soccer field Graderío oeste /West stands Esplanada oeste /West esplanade Edificio del campo de fútbol /Soccer field building Aparcamiento VIP /VIP parking Recinto para TV /TV compound
0
12
m
100
13
14
15
16
17
0
planta de vestuarios changing room floor
18
m
20
0
planta baja ground floor
19
m
20
planta s贸tano basement floor
0
m
10
20
secci贸n transversal transversal section
planta de cubierta roof floor
secci贸n longitudinal longitudinal section
0
21
m
20
plano de estructura framework plan
0
m
10
22
23
24
25
26
detalle del saneamiento pluvial drainage detail
planta floor
secci贸n longitudinal longitudinal section
detalle detail
alzado frontal facade elevation
27
0
m 2
28
29
30
31
plano de las escaleras stairs plan
0
m
10
32
33
34
35
36
37
38
39
41
42
43
44
45
EDUARDO SOUTO MOURA
Eduardo Souto Moura nace en Oporto (Portugal) el 25 de julio en 1952. Entre los años 1974 y 1979 colabora con el arquitecto Álvaro Siza Vieira. En 1980 se licencia como arquitecto por la Escuela Superior de Bellas Artes de Oporto y ese mismo año inicia su actividad como profesional liberal. Un año más tarde, en 1981, comienza como Ayudante de Arquitectura en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Oporto. Es profesor invitado en la Facultad de Arquitectura de París-Velleville en el año 1988; en 1989 será profesor invitado en las Escuelas de Arquitectura de Harvard y Dublín; en los años 1990 y 1991, profesor invitado en Zurich y en 1994 en la Escuela de Arquitectura de Lausanne.
Eduardo Souto Moura was born in Oporto (Portugal) 25th July, 1952. Between 1974 y 1979 he works with the architect Álvaro Siza Vieira. In 1980 he completed a degree in Architecture at the University College of Fine Arts, in Oporto. This year he starts his work as an architect. In 1981 he works as an Assistant Lecturer at the Faculty of Architecture of the University of Oporto. He participates as a Visiting Teacher at the Architecture School of Paris-Velleville in 1988; in 1989, as Visiting Teacher at the Architecture School in Harvard and Dublín; during 1990 y 1991, as Visiting Teacher in Zurich and in 1994 at the Architecture School of Lausanne.
PREMIOS / AWARDS 1980 1981 1982 1984 1986 1987 1990 1992 1993
1995 1996 1998 1999 2001 2002 2003
Premio Fundación Antonio de Almeida. Primer premio en el concurso para el Centro Cultural de S.E.C., Oporto. Primer premio en el concurso para la restauración de la Plaça Giraldo, Évora. Premio Fundación Antero de Quental. Primer premio en el concurso para los Pabellones C.I.A.C. Primer premio en el concurso para un hotel del Salzsburgo. Primer premio en el concurso “IN/ARCH 1990, Sicilia”. Premio SECIL de Arquitectura. Primer premio en la construcción del Auditorio y Biblioteca Infantil de la Biblioteca Pública Municipal de Oporto. Segundo premio el el concurso “A Pedra na Arquitectura”. Premio Secil de Arquitectura - Mención para la Casa de Miramar. Premio Nacional de Arquitectura - Mención para el Centro Cultural de S.E.C. y Casa de Alcanena. Premio Internacional de “Pedra na Arquitectura” para la Casa en Braga, Feira de Verona. Premio Anual de la Sección Portuguesa de la Asociación Internacional de Críticos de Arte. Finalista del Premio IBERFAD con la Pousada de Santa Maria do Bouro. Primer premio I Bienal IberoAmericana con la Pousada de Santa Maria do Bouro. Premio Pessoa ‘98. Mención “Pedra na Arquitectura” para la Pousada de Santa Maria do Bouro. Premio de Opinión, Premios FAD, Silo Cultural no Norte Shopping. Premio Heinrich-Tessenow- Medalla de Oro. Finalista en la III Bienal Iberoamericana de Arquitectura e Ingeniería Civil, Casas Patio en Matosinhos. Mención “Pedra na Arquitectura” para el proyecto de Faixa Marginal de Matosinhos Sul.
Nominado para el Premio Europeo de Arquitectura Pabellón Mies van der Rohe, con los siguientes proyectos: 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002
“Casa das Artes”, Centro Cultural para a S.E.C., Oporto. Casa en Alcanena. Departamento de Geociencias de la Universidad de Aveiro. Conjunto de habitaciones en la Rua do Teatro, Oporto. Posada de Santa Maria do Bouro. Casas Patio en Matosinhos. Casa do Cinema “Manoel de Oliveira”, Oporto.
46
47