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DANIEL COLOMBO VERSUS SILVIO RAIJ EN 1979, JON KABAT-ZINN DISEÑÓ, JUNTO A OTROS COLEGAS DE LA UNIVERSIDAD DE MASSACHUSETTS, UN CURSO DE 8 SEMANAS BASADO EN LA MEDITACIÓN PARA FOCALIZAR LA ATENCIÓN EN EL MOMENTO PRESENTE Y REDUCIR EL ESTRÉS. HOY, EL MINDFULNESS ENCONTRÓ UN NICHO EN EMPRESAS COMO GOOGLE, NIKE O UBER. CUÁLES SON SUS APORTES CONCRETOS A LA PRODUCTIVIDAD Y CLIMA LABORAL. Producción: Cecilia Filas PARA LA CIENCIA, ¿CUÁLES SON LOS BENEFICIOS DEL MINDFULNESS? DC: Primero, el mindfulness es muy bueno para focalizarte en el presente y desde ahí construir de una manera más superadora, porque podés visualizar mejor el mapa de lo que está pasando en el momento y desde ahí accionar. Segundo, tiene que ver con el control de la ansiedad: cuando proyectamos algo en el futuro, cuando empezamos a visualizar algo que queremos que encaje sí o sí con nuestra expectativa, eso nos genera ansiedad. En tercer lugar, estimula
muchísimo la serotonina, que es la hormona relacionada con la felicidad, porque, al bajar los niveles de ansiedad, las personas sienten que van fluyendo en la experiencia de la vida de una forma más natural y no tan forzada. SR: La ciencia ha logrado comprobar que los niveles de estrés se reducen notablemente, incluso hasta un 50 por ciento. La neurociencia, en particular, ha comprobado que con 8 semanas de práctica de mindfulness la materia gris del cerebro comienza a reestablecerse y un hábito puede empezar a cambiarse. Por ejemplo, el de reaccionar en vez de responder ante un estímulo. Cuando uno se hace consciente de ese hábito,
DANIEL COLOMBO
Ph: Antonio Pinta
Master Coach especialista en CEOs y alta gerencia. Conferencista, es autor de 21 libros sobre liderazgo emocional. www.danielcolombo.com
puede empezar a modificarlo, porque el cerebro es plástico.
¿CUÁLES SON LAS VENTAJAS DE INCORPORAR SU PRÁCTICA EN LAS EMPRESAS? DC: Se generan equipos más integrados, con personas más comunicadas, más conectadas con el ser y con lo que sienten en cada momento, personas con mayor disposición a aprender. Además, el tema de la cooperación: realmente empieza a darse algo en la mejora del clima interno que contribuye muchísimo al éxito de las organizaciones. Integrar distintas herramientas de las llamadas ‘blandas’ también resulta en un aumento de la empatía, que es una cualidad que realmente está volviendo a ser valorada en muchas organizaciones porque ayuda al entendimiento y a resolver conflictos internos. Esto no es mágico, no se produce de un día para el otro: es algo que tiene que ser sostenido en el tiempo para ver un resultado.
DC: Mindfulness significa atención plena. Y uno de los grandes desafíos del momento es hacer foco. Cada vez hay una mayor cantidad de asuntos para manejar al mismo tiempo y es un gran desafío hacer foco en lo principal y dejar lo accesorio de lado. Una necesidad de estos tiempos es no solamente la de ‘bajar un cambio’ sino también hacer foco mientras se está en acción. SR: Todas estas técnicas milenarias eran muy simples e iban a lo básico. En la actualidad nos hemos alejado un poco de lo sencillo, de lo esencial, y buscamos lo más complejo, como si eso fuera lo verdadero. Nos hemos distanciado de las respuestas que tiene nuestro corazón y hemos salido a buscarlas en la ciencia, en la filosofía, en las religiones. Estas prácticas te invitan a que vayas hacia adentro y te escuches a vos mismo para saber qué necesitás.
SI ESTÁ PROBADO SU IMPACTO EN LA TOMA DE DECISIONES, ¿POR QUÉ ALGUNOS TODAVÍA DESCONFÍAN?
SR: Al país está llegando con cierta demora, pero a nivel mundial muchas empresas se están alineando a una idea más mindful. Uno de los beneficios más grandes es la capacidad de volver a escuchar de manera atenta: eso hace que la comunicación empiece a ser efectiva, que haya empatía. Otra de las ventajas es la habilidad emocional de responder adecuadamente a los desafíos diarios. ¿Me enojo o soy capaz de estar en calma para tomar decisiones? Eso es muy importante en las empresas. Enseño a hacer ‘pausas conscientes’ en la oficina: antes de empezar una reunión, una conversación o tomar una decisión, hacé un minuto de silencio y respirá, para estar completamente enfocado, sin otras cosas en la cabeza. Generar hábitos saludables hace que la gente se sienta motivada y comprometida.
DC: En general, existen prejuicios en el mundo corporativo con cualquier tipo de disciplina que no sea de comprobación inmediata porque casi todas buscan resultados bastante rápidos. La gran parte de los presupuestos que se destinan a capacitaciones son para las cuestiones más racionales, y el mindfulness, inclusive el coaching, trabajan desde el ser. Eso es algo que en el mundo corporativo a veces no está tan bien visto porque siempre lleva a una visión más profunda donde las personas también se pueden cuestionar si ese es el trabajo o el jefe que quieren tener. Todas estas son disciplinas blandas que, hablando en términos de la Argentina, muchas compañías están adoptando pero muchas otras todavía miran con un poco de recelo.
LOS PRINCIPIOS DE ESTA TÉCNICA SON MILENARIOS. ¿POR QUÉ AHORA ESTÁ DE MODA?
SR: El mindfulness es una disciplina imposible de entender racionalmente: hay que practicarla. Hay gente que le puede tener miedo porque es diferente, porque tiene un nombre
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en inglés o porque puede ser asociada a una religión. Pero no es un sistema de creencias, un movimiento new age o una nueva forma de relajarse. No tiene que ver con dejar la mente en blanco o con forzar los pensamientos, sino con el manejo emocional. De hecho, está siendo muy utilizado por los científicos para generar nuevas maneras de entender el cerebro y la mente. Creo que cada vez hay menos escepticismo porque la ciencia lo está validando.
¿POR QUÉ HAY QUE REENTRENAR ALGO TAN BÁSICO COMO EL FOCO EN EL PRESENTE? DC: Porque se confunde lo urgente con lo importante. Y no es solamente un tema de productividad o de organización del tiempo: están mal fijadas las prioridades. Entonces, al no tener claras las prioridades, las personas se mueven como si estuvieran en un terreno pantanoso todo el tiempo: no saben para dónde disparar porque tienen totalmente confundidas las cosas. SR: No sé si tengo la respuesta exacta, porque puede haber muchas causantes, pero siento que el futuro se nos plantea como más atractivo. Ya sea la publicidad, los medios o nuestro entorno, siempre nos preguntan qué vamos a hacer más adelante... Es como que el futuro empieza a ser mucho más atractivo que el presente. Entonces siempre estamos queriendo hacer más –producir, ganar, acumular– y no nos detenemos a disfrutar de lo que ya hemos hecho o de lo que ya tenemos. El mindfulness dice: “Lo que sos hoy es suficiente, lo que sos hoy está bien. Disfrutalo, agradecelo”. De hecho, cada paso que des en el presente, va a estar creando tu futuro. Sólo podés ser feliz ahora.
¿LA COMPASIÓN, COMO CONTRACARA DE LA EXIGENCIA, PUEDE SER UN VALOR CORPORATIVO? DC: Por supuesto. Hay un individualismo muy exacerbado. Entonces, empezar a cambiar el yo por el nosotros es un gran cambio de paradigma que todas estas disciplinas llamadas blandas van contribuyendo a modificar. SR: Creo que sí. Todo esto que vemos ahora de la corrupción y de los malos manejos de los dineros de las personas, de la avaricia… La compasión es lo opuesto: significa entender que hay un ser humano del otro lado que puede estar sufriendo como consecuencia de mis actos. Sentir compasión tiene que ver
con la empatía, con ponerme en los pies del otro y hacer algo al respecto. Por eso uno de los aspectos que más se trata a nivel de empresa es la compasión reflejada en la amabilidad. ¿Cuán amable soy con la gente que está a mi lado? Y eso se practica: ser amable en la comunicación, por ejemplo, o ser amable y justo en un acuerdo empresarial. Se apela mucho a una conciencia empresarial más sana y saludable, donde no haya sólo ganar-ganar, sino que haya sentirse bien de los dos lados. Otro aspecto que se trabaja es la gratitud: ser agradecido por lo que tengo, el trabajo, el dinero, la oportunidad de ayudar a otros… Vamos hacia un ciclo de empresas más conscientes, más mindful, más compasivas, capaces de entender que el otro también necesita.
¿EL MULTITASKING ES EL GRAN ENEMIGO DE LA PRODUCTIVIDAD? DC: Sí, es contraproducente. Estudios recientes dicen que el cerebro realmente se agota cuando está realizando muchas tareas al mismo tiempo. El multitasking parte de la idea que una persona tiene una capacidad ilimitada de procesamiento de información, y eso es un error: nuestro cerebro está preparado para hacer una gran cantidad de tareas, pero si le pedimos que procese una cantidad híper extraordinaria de información en tiempo récord, probablemente se va a ralentizar, se va a colgar el sistema igual que una computadora. Hace muchos años, las personas que estaban muy exigidas laboralmente decían que tenían ‘la cabeza que les explotaba’ de la cantidad de cosas que se les pedía. No quiere decir que no lo puedas hacer durante algún tiempo, pero en muchos casos eso deriva en el síndrome de burn out: el cerebro ya no tiene capacidad para accionar ni siquiera en lo básico. Eso empieza a generar patologías que tienen manifestaciones físicas: te empezás a olvidar de cosas cotidianas, empezás a no recordar a las personas o cosas que vos mismo dijiste hace un rato. Me parece interesante el cambio hacia entornos más amigables de trabajo.
ciencia explica que el cerebro sólo se puede concentrar en una sola cosa a la vez. Claro que hay personas –sobre todo las mujeres– que son capaces de hacer un switch o cambiar el foco de atención de su cerebro de una cosa a la otra con mucha velocidad, pero el cerebro sólo se puede concentrar en una.
¿CÓMO MANTENERSE ENFOCADO CUANDO LA RUTINA IMPONE EL MULTITASKING? DC: Hay un ejercicio muy sencillo: te ponés frente a un espejo y te mirás profundamente a los ojos durante 30 segundos, en silencio y respirando profundo, para reconocer internamente cómo te estás sintiendo, qué te dice esa mirada, de qué manera te estás reflejando. Esto también se puede llevar al ámbito de trabajo. En general, por ejemplo, en una reunión de equipo, lo que busca cada uno es ser más narcisista que el otro, pero un ejercicio muy interesante es colocarte en la posición del observador: simplemente mirar y no estar todo el tiempo con la tendencia a interrumpir
al otro. Primero mirar, procesar y hacerte las preguntas internas de cómo te estás sintiendo, de qué manera te estás conectado emocionalmente con lo que dice el otro y desde ese lugar elaborar tal vez alguna oportunidad de mejora que puedas proponer o expresar tu opinión. Pero no desde el lugar de reactividad que hubieras tenido antes, sino desde un lugar de mucha más observación consciente en el presente, sin irte al pasado ni a cómo deberían ser las cosas en el futuro. SR: Una característica clave en la ansiedad es el exceso de pensamiento: cuanto más pensamiento tengo, más ansioso me vuelvo. El mindfulness te enseña a pasar del lado izquierdo del cerebro al derecho, de pensar a sentir. En la medida que siento, estoy dejando de pensar; y cuando siento, estoy siempre en el presente. Un ejercicio en momentos de tensión es correr el foco de atención de la mente al cuerpo con la respiración abdominal. Si sentís tu cuerpo, tenés garantizado que estás en el presente: lo que pensás puede ser sobre el futuro o sobre el pasado, pero lo que sentís sólo puede ser ahora. ◆
SILVIO RAIJ Consultor en coaching, liderazgo y mindfulness. Autor de Mindfulness. Recupera tu paz interior (Planeta)..
SR: Hay gente con mucho estrés, con mucho burn out, y es muy difícil volver a tu estado original: la resiliencia no funciona en estos casos. La Universidad de Stanford probó que las personas que hacen habitualmente multitarea en la empresa –que al mismo tiempo abren su correo electrónico y hablan por teléfono, o que escuchan música mientras comen, por ejemplo– son menos productivas que el resto. Porque la CLASE <
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