La madera y el papel

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La madera La madera es un material orgánico de origen vegetal que procede de la parte leñosa de los árboles (el tronco y las ramas). Se compone de fibras de celulosa que siguen una misma dirección y que están unidas entre sí por una sustancia llamada lignina.

La madera ha sido uno de los materiales más utilizados en la construcción de objetos a lo largo de la historia, sobre todo por lo sencillo que resulta obtenerla y manipularla. Inicialmente, la madera se utilizaba como combustible y para fabricar utensilios sencillos (tallas, arcos, mangos de herramientas…). Posteriormente, se ha utilizado para construir viviendas y estructuras (pilares, vigas, paredes, tejados, puentes, máquinas…), medios de transporte (carros, barcos…), muebles y utensilios domésticos, y también para la obtención de papel. Muchos objetos que antiguamente se hacían de madera, actualmente se fabrican con otros materiales que se adecuan mejor a su uso o mejoran sus características. Por ejemplo, la mayoría de las vigas y los pilares ahora se hacen de hormigón y de acero, que son más resistentes. Ello no impide que la madera se siga utilizando ampliamente en mobiliario, en objetos de uso común y también en estructuras. Por otro lado, el progreso tecnológico ha permitido que actualmente sea posible trabajar la madera de formas más complejas y eficientes que hace unos años. Otro material extraído de los árboles es el corcho, que procede de la corteza del alcornoque. Es ligero, impermeable y un buen aislante térmico.


El templo de Nara (Japón) es la mayor construcción de madera del mundo.

Bodega Protos, en el pueblo de Peñafiel, en Valladolid, proyectada por el arquitecto inglés Rogers Stirk Harbour.

Propiedades de la madera La madera es un material considerablemente resistente, especialmente a la fuerza de tracción, si se aplica en la misma dirección de las fibras, y a la fuerza de flexión, si se aplica perpendicularmente a las fibras. También es bastante elástica y por eso se utiliza en piezas como los asientos de las sillas. Es tenaz y ligera, por eso se utiliza en utensilios del hogar. Es un muy buen aislante térmico, propiedad que la hace útil como revestimiento de interiores, en paredes y tierras. Por contra es muy inflamable, calidad que la convierte en un buen combustible. También es un buen aislante eléctrico. Es un material poroso, característica por la cual es higroscópica, es decir, absorbe la humedad atmosférica fácilmente. Por eso se dilata en condiciones húmedas y se contrae en condiciones secas, en distintos grados según el tipo de madera.


En el proceso de tratamiento y selección de las maderas es importante considerar el tipo de veta, que viene determinada por la orientación de las fibras respecto a la dirección en que se ha cortado el tronco. También hay que considerar el color. En general, las maderas oscuras son más densas, duras y resistentes que las claras. Debido a la permeabilidad que presenta, a menudo hay que tratar la madera con barniz u otros productos para protegerla de la humedad, los insectos y los hongos, para aumentar su durabilidad. Con alguna excepción, todas las maderas tienen una densidad menor que el agua y, por tanto, flotan. El roble, por ejemplo, es una de las maderas más densas (820 kg/m3). Los nudos son zonas en las que se han formado ramas. Cuantos más nudos haya, más débil será la madera.

Tipos de maderas Las maderas se pueden clasificar según las propiedades que has visto u otras, como por ejemplo el color o la procedencia. Sin embargo, la clasificación más habitual es la que tiene en cuenta la densidad. Maderas duras Tienen una densidad alta, a partir de 600 kg/m3 hasta superiores a la del agua (1000 kg/m3). Proceden de árboles de hoja caduca con crecimientos lentos. En general son utilizadas en aplicaciones que precisan una elevada dureza, como parqués, mangos y mobiliario de interior y de exterior. Fíjate en que la distinción entre maderas duras y semiduras se basa en el valor de su densidad. Las maderas duras más usadas proceden del roble, la haya, el boj, la encina, el eucalipto, y de árboles tropicales como el iroko, el niangon, la caoba, la teca, el palisandro y el ébano. La madera de haya es una de las maderas duras más usadas. Es de color blanco amarillento, muy flexible, pese a su dureza. Hay que protegerla porque se carcome fácilmente. Se utiliza para elaborar muebles, utensilios (cucharas, pinceles), juegos, sillas, entarimados y piezas torneadas, como por ejemplo las piezas del ajedrez.

Maderas semiduras


Tienen una densidad entre 500 kg/m3 y 750 kg/m3. Suelen proceder de árboles de bosque de ribera de zonas cálidas, que son de crecimiento lento y hoja ancha. Se usan en revestimientos de mobiliario y para chapar acabados y en aplicaciones en las que se requiere a la vez flexibilidad y tenacidad, como sillas o mangos de herramientas. Las maderas semiduras más usadas provienen del nogal, el fresno, el castaño, el cerezo, el olmo, el abedul, el espino albar y el aliso. La madera de fresno es resistente y flexible. Por la flexibilidad que presenta, se utiliza para fabricar mangos de herramientas y sticks de hockey. Y también para mobiliario, sobre todo sillas, porque es una madera fácil de modelar.

Maderas blandas Tienen una densidad baja, inferior a 500 kg/m3. Normalmente provienen de árboles de bosques de zonas frías y de crecimiento rápido. La mayoría de las coníferas dan maderas blandas. Son utilizadas para armazones de construcción, estructuras de puertas y ventanas, soportes de embalajes, mobiliario y en general para aplicaciones que precisan a la vez resistencia mecánica y ligereza. También se usan para elaborar papel. Las maderas blandas más usadas proceden del pino, el abeto, el chopo, el cedro y la balsa. El pino rojo (pino de Flandes) es de color amarillo claro y fácil de trabajar. Es muy utilizado en carpintería interior y exterior, mobiliario, decoración, vigas, estructuras, encofrados, contrachapados y tableros estructurales. También es muy utilizado el pino melis, de color amarillo pálido, más blando y más difícil de trabajar.

Maderas artificiales Muchos de los objetos de los que disponemos están fabricados con maderas artificiales procedentes de la manipulación de maderas naturales. En general se presentan en forma de tableros y pueden tener distintos tipos de acabados, como revestimientos (chapas) de madera natural o bien de chapa artificial (formica, melamina) que pueden ser de distintos colores o imitar la madera natural. Chapar: recubrir con una chapa fina de plástico u otros materiales. Chapa: lámina de madera muy fina. Tablero aglomerado


Formado por fibras pequeñas trituradas, compactadas y mezcladas con cola. Permite aprovechar al máximo la madera, de modo que resulta muy barato. Es inmune a la carcoma. Normalmente se chapa. Se utiliza en muebles y estanterías.

Tablero aglomerado DM Compuesto por fibras más pequeñas que las de aglomerado. Se compactan y se mezclan con cola de resina sintética y celulosa procedente de papel reciclado. Es un material duro con textura homogénea y fina. Normalmente se chapa. Se usa en mobiliario.

Tablero contrachapado Constituido por un conjunto de chapas encoladas que se superponen alternando perpendicularmente la dirección de las fibras. El número de chapas siempre es impar para que las fibras de las dos caras exteriores vayan en la misma dirección. El resultado es un material consistente y uniforme. Se usa en plafones de puertas.

Madera laminada Una técnica aparecida los últimos 50 años consiste en superponer láminas de madera encolada, de forma que las juntas no coincidan. Así se pueden obtener tableros de gran resistencia a la flexión, con la curvatura que se desee. Esta técnica se utiliza para estructuras y para cubrir grandes naves.


La mayoría de muebles y estanterías de tu entorno no son macizos, es decir, no están hechos del mismo material por dentro y por fuera. Casi siempre, bajo la lámina exterior hay madera aglomerada o contrachapada.

Técnicas básicas de manipulación de la madera Para empezar, es necesario que conozcas el orden de las operaciones para manipular los materiales. Es importante seguir este orden, tanto por seguridad como para conseguir el mejor resultado final.

Medir y marcar Lo primero que tienes que hacer es medir y marcar la zona que hay que serrar o perforar. La precisión de las medidas del objeto final será el resultado de la precisión con que midas y marques en este primer momento Cinta métrica enrollable Cinta metálica graduada que sirve para tomar y marcar medidas. Tiene precisión de milímetros. Suele tener un botón para retener la cinta. Precauciones: ten cuidado de no doblarla y de no cortarte con los bordes.


Regla metálica Barra rígida graduada que permite trazar líneas rectas, tomar y marcar medidas. Precaución: vigila que no se doble.

Escuadra Ángulo metálico de 45 grados que sirve para trazar líneas perpendiculares. Suele tener un brazo que también puede medir. Precaución: vigila que no se caiga y se despunte.

Pie de rey Herramienta que sirve para tomar medidas más precisas que el metro y para medir diámetros exteriores e interiores. Precaución: no pases de rosca el tornillo que fija la parte móvil.

Compás de puntas de acero Herramienta que sirve para marcar arcos y circunferencias o para transportar medidas. Precaución: vigila que no se despunte.


Nivel Herramienta que nos permite saber si una superficie está perfectamente alineada vertical u horizontalmente. Tiene unos pequeños cilindros transparentes llenos de un líquido coloreado con una burbuja de aire que lo indica.

Aprovecha al máximo el material. Intenta que las líneas rectas y los ángulos de la figura que hay que construir coincidan con las líneas rectas y los ángulos del material de que dispones. Los instrumentos de trazado tienen que conservarse limpios para evitar que ensucien el material y se distorsione su precisión. Hay que guardarlos en las fundas. Sujetar Conviene sujetar toda pieza antes de realizar cualquiera de las operaciones siguientes. Utiliza las herramientas de sujeción adecuadas y nunca dejes que un compañero sostenga la pieza con las manos mientras trabajas con otras herramientas. Sargento Sirve para sujetar piezas a la mesa o presionarlas entre sí mientras se pegan con colas adhesivas. Contiene dos mordazas, una fija y otra móvil, que se desplaza por un sistema de tornillo. Para utilizarlo, primero hay que desenroscar totalmente el tornillo, abrir las mordazas, ajustar y acabar de fijar atornillando.

Tornillo de banco Se encuentra fijado al banco de trabajo. Contiene una mordaza fija y otra móvil que permite apretar la pieza contra la parte fija.


Precauciones: vigila que las piezas estén bien sujetas, pero no hagas más fuerza de la necesaria ni te apoyes sobre la manivela. Si no hace falta, no aprietes el tornillo, ya que se estropean las mordazas y la rosca interior. No golpees las piezas sujetas en la zona de mordazas.

Recuerda que para atornillar hay que girar en sentido horario y para desatornillar, en sentido antihorario. Coloca un trozo de madera, papel o tela entre la mordaza y el material para que no quede ninguna marca.

Serrar A la hora de escoger una herramienta para serrar, hay que tener en cuenta principalmente la medida de sus dientes. Cuanto mayores sean y más separados estén, más rápido y más basto será el corte. Por contra, cuanto más pequeños sean y más juntos se encuentren, más lento y más preciso será el corte. Las primeras son más adecuadas para serrar maderas blandas y las segundas, para maderas duras. Hay que vigilar que no se rompan los dientes de las hojas. Ten en cuenta que no se pueden afilar. Serrucho La hoja de este tipo de sierra es de metal flexible, de dientes grandes y separados, por eso sirve para cortes poco limpios y para maderas gruesas y blandas.


Para serrar con serrucho, la hoja debe estar inclinada formando un ángulo de unos 45º con la superficie de la mesa y colocada de forma opuesta al operario.

Serrucho de costilla Los dientes de este tipo de sierra son más pequeños que los del serrucho y tiene un lomo o costilla que disminuye su flexibilidad. Por eso permite un corte más preciso. Es apto para cortar planchas de chapa.

Para serrar con serrucho de costilla, empieza con una pequeña inclinación y haz cortes pequeños y suaves. Después, sierra recto.


Sierra de arco Consta de un mango y de un arco de metal con una hoja de acero que debe estar tensada adecuadamente. A diferencia de la mayoría de las sierras, sus dientes van en sentido contrario al mango. Los dientes no son planos, sino en zigzag para que la hoja no se quede encallada.

Es importante sujetar la sierra de arco con ambas manos para disminuir el esfuerzo y aumentar la precisión del corte.

Sierra de marquetería o segueta Este tipo de sierra tiene un pequeño arco que mantiene la hoja en tensión. Los dientes van hacia el mango. Sirve para serrar maderas finas y para cortes curvados y contornos irregulares (calar).

Hay que mantener la hoja perpendicular a la superficie de la madera. Para los cortes interiores, primero hay que hacer un agujero, pasar la hoja por él y finalmente montarla en la sierra.


Sierra de calar eléctrica Este tipo de sierra eléctrica permite hacer cortes rectos y curvos, con un límite de grosor que suele ser de unos 7 cm. Se pueden cambiar las hojas para escoger la más adecuada para cada tipo de material, no solamente madera.

Sierra circular Este tipo de sierra eléctrica corta líneas rectas con gran precisión y rapidez. Es ideal para cortar planchas y tableros.

Asegúrate de que el cable nunca quede situado por delante de la hoja. Usa la hoja adecuada para el material que vas a cortar. Cambia la hoja con la sierra desenchufada. Intenta que la platina se apoye totalmente sobre la superficie del material que sierras. Al usar máquinas herramientas, hay que extremar las precauciones. Utilízalas siempre bajo la supervisión de un adulto.


Inicia el corte con pases suaves para marcar un pequeño surco y poder encajar la sierra. A continuación inicia un movimiento de vaivén, guiando la hoja de la sierra con el pulgar y presionando solamente al avanzar. Si te inclinas ligeramente hacia delante, la propia fuerza de tu peso puede ser aprovechada como fuerza de serrado. Aprovecha toda la longitud de la hoja para que no se desgaste desigualmente. El proceso de serrado se ha de ejecutar con un ritmo pausado, enérgico, pero evitando movimientos bruscos, ya que la sierra se podría desviar de la trayectoria y se podría romper la hoja. Ten cuidado de que ninguna parte de tu cuerpo quede en la línea de corte. Vigila también que no haya en esta línea ningún objeto, herramienta o prenda de ropa.

En la fase final del proceso de serrado, hay que reducir el ritmo y sujetar ligeramente con las manos la parte de la pieza que una vez serrada quedará independiente; así evitarás que la madera se desgaje.


Procura cortar cerca de las mordazas para evitar que la madera se desgaje, pero tampoco lo hagas demasiado cerca porque podrías estropear los elementos de soporte. Al serrar se pierden unos 3 mm de madera. Para conseguir la medida exacta, sierra por fuera de la línea marcada.

Ten cuidado al soplar las aserraduras residuales porque te pueden entrar en los ojos. Es mejor que te pongas unas gafas protectoras. Perforar La herramienta principal para perforar es el taladro. Hay taladros manuales, eléctricos portátiles y eléctricos fijos. En todos ellos se adaptan distintos tipos de brocas que hay que escoger según el tamaño del agujero y el tipo de material que se va a perforar. Taladro de mano El taladro de mano permite hacer agujeros con distintas brocas sin necesidad de electricidad. Con una mano se sujeta la empuñadura y con la otra se hace girar la manivela que queda fuera del eje.


Taladro eléctrico El taladro es una máquina herramienta que se compone del motor y las brocas. Hay que utilizar velocidades lentas para materiales duros y agujeros anchos, y velocidades rápidas para materiales blandos y agujeros pequeños.

Taladro de columna o de sobremesa. Este tipo de taladro sirve para hacer agujeros con mayor precisión sobre el objeto. Se fija al soporte mediante unas mordazas. La altura del soporte se puede variar mediante el desplazamiento a lo largo de un eje.

Brocas Cilindros metálicos recorridos por un surco helicoidal para expulsar el material a medida que se va perforando. Según el tamaño del agujero y el tipo de material, se elige una broca u otra. Las brocas que perforan madera acaban en punta para iniciar el agujero con precisión. Las brocas para perforar paredes y materiales pétreos tienen en la punta dos pastillas laterales de un material muy resistente a la abrasión. Madera

Pared y cerámicos


Hierro

Barrena Herramienta que permite hacer pequeños agujeros para servir como guía del taladro o para introducir un tornillo. Está formada por un cuerpo de acero con punta helicoidal. Precaución: hay que proteger la punta y no utilizarla para materiales duros, como por ejemplo metálicos y cerámicos.

No olvides sujetar bien el material. Comprueba que la broca está bien fijada antes de hacer el agujero. Retira la broca cuando se haya enfriado y no la toques inmediatamente después de haberla utilizado.

No olvides marcar previamente el centro del agujero. Sujeta el taladro con ambas manos. La broca tiene que quedar colocada perpendicularmente a la superficie que vas a perforar. Si tienes que hacer un agujero grande, haz en primer lugar un agujero con una broca pequeña y continúa después con una broca mayor. Para los agujeros pasantes hay que colocar una madera bajo la pieza para que no se astille.


No manipules el portabrocas sin desenchufar el taladro. Asegúrate de que la llave del portabrocas no esté puesta cuando el taladro funcione. Rebajar y pulir Rebajar consiste en eliminar madera de forma significativa erosionando su superficie. Pulir consiste en alisar las formas resultantes al serrar, perforar o rebajar, eliminando las irregularidades para obtener un acabado fino. Gubia y formón Ambas herramientas sirven para rebajar madera y para eliminar el material sobrante después del corte. Se usan con la ayuda de un martillo o preferentemente de una maza. Precauciones: hay que mantenerlos afilados y con protección en la punta.

Escofina y lima En ambos casos se trata de una varilla de acero estriada que se frota contra la madera. La escofina tiene un estriado más basto y extrae más madera. La lima tiene un estriado más fino y da un acabado más liso. Precaución: no golpees las herramientas de pulir porque están fabricadas con acero templado y se pueden romper fácilmente.

Carda Cepillo de púas metálicas que permite eliminar la madera que queda entre el estriado de las escofinas y las limas. Hay que desplazarla siempre en la dirección del estriado.

Cepillo Herramienta habitualmente de madera con una hoja metálica afilada que sobresale por su parte inferior. Aplicando un desplazamiento horizontal, permite rebajar y pulir superficies.

Papel de lija


Es una lámina de papel con grano de vidrio u otro material abrasivo adherido. La numeración indica la medida del grano. Cuanta más alta es la numeración, más fino es el grano. Para rebajar, se utiliza un papel con granulometrías bastas y para pulir, con granulometrías más finas.

Lijadora eléctrica Máquina herramienta que hace vibrar un papel de lija sujeto en la superficie inferior con un movimiento alternativo horizontal.

La mejor postura para utilizar la escofina o la lima es con un pie adelantado y el cuerpo ligeramente inclinado, lo que permite hacer más esfuerzo al avanzar. En el retroceso no hace falta presionar, ya que los dientes se desgastan inútilmente. Inicia con una mano el movimiento de vaivén acompañando con la otra mano.

Utiliza primero una escofina, sigue con una lima y termina de pulir con papel de lija. Pule siempre en el sentido de las líneas de la veta, para evitar rayar y astillar la madera. Para mejorar la acción del papel de lija, colócalo envolviendo un taco de madera.


Unir Una de las fases finales de la construcción de un objeto es la unión de las piezas. De la misma manera que hemos medido y marcado bien las piezas para cortarlas con precisión, conviene también medir y marcar bien dónde vamos a poner los clavos o los tornillos. Se consideran uniones fijas aquellas en las que no es posible separar las piezas sin estropear las partes unidas, como en el caso del claveteado o el encolado, en contraposición a las uniones desmontables, como el roscado o atornillado, en las que sí que es posible. Claveteado Los clavos se caracterizan por el grosor y la longitud de la punta y por la forma de la cabeza. Según el material con el que están hechos, hay clavos de acero, acero inoxidable, cincados, de latón, etc.

Los martillos con la cabeza más pequeña se usan para las tareas más precisas, y los de cabeza mayor, para tareas que requieren más fuerza. El mazo, que tiene la cabeza de plástico, nailon, goma o madera, se utiliza para golpear materiales blandos o mangos de otras herramientas. El martillo de orejas también sirve para arrancar clavos o puntas.


Para clavar un clavo, da primero pequeños golpes y después golpes más fuertes, ya que de lo contrario se puede torcer. Puedes empezar con la parte estrecha del martillo de peña o con ayuda de un cartón o unas tenazas.

Para lograr una unión más fuerte, los clavos tienen que atravesar las fibras de la madera perpendicularmente. No claves dos clavos alineados, ya que la madera se puede desgajar.

Roscado El roscado, además de ser una unión desmontable, consigue una unión más resistente que el claveteado. Para madera se utilizan principalmente los tornillos autorroscantes, que van perforando a medida que van penetrando en el material.


Destornillador plano /Destornillador de estrella El destornillador consta de un mango de plástico o madera, para aislar de la corriente eléctrica, y de una caña que termina en punta plana o en punta de estrella.

Tenazas Las tenazas tienen muchas utilidades. Las introducimos aquí porque permiten atornillar cáncamos. También sirven para desclavar clavos y para atornillar y sujetar todo tipo de piezas.

La punta de los destornilladores debe encajar, en forma y medida, en la ranura de los tornillos para hacerlos girar; de lo contrario se estropearía.


Para introducir un clavo o un tornillo grande, haz en primer lugar un agujero para evitar que la madera se desgaje.

Tornillo-tuerca Los tornillos que se fijan con tuerca permiten uniones no permanentes muy firmes. Los tipos más habituales de cabeza son: hexagonal, Allen, y también de corte recto y de estrella como los tornillos autorroscantes. La tuerca puede ser hexagonal o de orejas o palomilla. Para designar las roscas se indica el diámetro de la rosca, la longitud y la forma de la cabeza. Se suele expresar en milímetros.

Arandelas Se utilizan para fortalecer la unión. Son de diámetro mayor que la cabeza del tornillo. Eso aumenta la superficie que hace presión y también evita que se estropee el material. Las arandelas dentadas permiten mantener el sistema tornillo-tuerca aún más fijo porque evitan el movimiento del tornillo.


Recuerda que para atornillar tienes girar en sentido horario y para desatornillar, en sentido antihorario.

Hay muchos tipos de llaves en función de la forma, el tamaño y la situación del tornillo y la tuerca. Normalmente se presentan comercialmente en juegos con medidas estandarizados. Las llaves inglesas pueden variar su abertura gracias a un tornillo sin fin. Es mejor utilizar llaves fijas, ya que las llaves inglesas pueden deformar las cabezas. Las llaves Allen son para tornillos de cabeza tipo Allen. Precauciones: no utilices las llaves para golpear, ni para hacer palanca, ni con las manos grasientas.

Abrazadera y brida La abrazadera es metálica y permite sujetar piezas tubulares. Tiene un tornillo que ajusta el diámetro del círculo.

La brida es de plástico. Además de tubos, también permite sujetar hilos, cableado y todo tipo de piezas alargadas o en forma de asa. Forma un lazo que solamente se puede ajustar apretando, no aflojando.


Encolado Las colas y los adhesivos nos permiten hacer uniones fijas con la mínima agresión a la madera. Hay muchos tipos de colas. Presentamos las más usadas para la madera. Cola blanca o de carpintero. Es el tipo de cola que más utilizarás en el aula. La unión es muy firme. Une, sobre todo, madera y papel. Para encolar, embadurna con un pincel las dos superficies que tienes que unir y después presiónalas durante unos segundos o sujétalas con sargentos y deja que se seque. Después, enjuaga bien los pinceles con agua abundante. Tiempo de secado: un día.

Cola de contacto. Es un tipo de cola más fuerte, pero más difícil de aplicar. Para utilizarla, hay que cubrir las dos superficies con una fina capa de cola bien extendida y dejar secar al tacto. Después hay que unirlas de golpe presionando ligeramente. Tiempo de secado: unos minutos.

Cola termofusible y pistola. Las barras de cola termofusible se aplican mediante una pistola que las calienta hasta fundirlas. Precauciones: ten preparada una superficie donde puedan caer restos de cola. No toques la cola caliente ni la punta de la pistola, y vigila que la pistola no toque el cable. Tiempo de secado: uno o dos minutos.

Antes de encolar procura que la superficie esté limpia y bien seca. Utiliza la cantidad necesaria de adhesivo y repártela uniformemente. Limpia el exceso de cola.


Asegúrate de que el adhesivo elegido es adecuado para el tipo de material que vas a unir. Lee bien las instrucciones de uso y síguelas. La mayoría de los adhesivos son inflamables, irritan la piel y pueden contener componentes volátiles tóxicos. Manipúlalos lejos de la llama, evita el contacto con la piel y utilízalos en espacios ventilados. Cierra el envase cuando no utilices el adhesivo. Intenta que las piezas encajen bien, ya que cuanto mayor sea la superficie en contacto más fuerte será la unión. Fija y presiona las piezas mientras el adhesivo se seca, utilizando tornillos de banco o sargentos. Respeta el tiempo de secado de cada tipo de cola.

En ciertas aplicaciones, para fortalecer la unión, es adecuado unir las piezas al mismo tiempo mediante encolado y claveteado. Acoplamientos El acoplamiento con clavijas consiste en perforar la madera y acoplarla con piezas cilíndricas (clavijas) que se ajustan a presión. Eso permite hacer uniones sin otro material que la madera y, si se complementa con el encolado, lograr uniones más fuertes que únicamente con el encolado. El ensamblado es otra forma de acoplamiento que consiste en hacer un rebajo en las maderas para aumentar la superficie de contacto en la unión o para hacerla trabajar a presión, logrando así una unión más fuerte. A continuación se muestran algunos de los ensamblados más utilizados, sobre todo en muebles (sillas, cajones, etc.)


Uniones con escuadra metálica Otra técnica para unir maderas es fijar escuadras metálicas en forma de T o L o en ángulo. Para este tipo de uniones hay que marcar previamente los agujeros de la unión y después colocar los tornillos. También se puede combinar con un encolado previo.

Acabado El acabado es el conjunto de operaciones que se realizan sobre la madera para protegerla del deterioro debido al uso o a la exposición a las condiciones medioambientales, al tiempo que le proporciona una apariencia más atractiva. La metodología de los acabados consiste básicamente en los siguientes pasos: a) Comprobar que la pieza de madera esté limpia y libre de irregularidades. b) Añadir una capa de una sustancia que prevenga de los insectos y los agentes atmosféricos. c) Dar una capa de barniz para proteger la madera y a la vez proporcionarle un toque decorativo y un tacto más fino. La madera también admite ser pintada con pinturas, como las de uso escolar, aerosoles y esmaltes, o simplemente ser encerada. Para extender la pintura o el barniz, normalmente se utilizan brochas y pinceles, que son herramientas formadas por un conjunto de filamentos fijados al extremo de un mango de madera mediante una virola. Los pinceles y las brochas tienen la propiedad de retener líquidos de distintas densidades. Es importante escurrir el exceso de producto del pincel y aplicar la pintura o barniz en dirección paralela a la veta.


Pinceles y brochas Precauciones: hay que limpiarlos bien siempre después de utilizarlos.

Técnicas industriales de manipulación de la madera Industrialmente, la madera se manipula con grandes máquinas automáticas. Son sistemas automáticos que constan de una cuchilla especial que puede modelar cortes rectos o formas automatizadas por un ordenador. Por otro lado, en talleres profesionales, se utilizan máquinas eléctricas similares a las usadas en el aula, pero mucho más potentes y precisas. Las más usuales son: Sierras de cinta y circular. Sierras montadas sobre estructuras metálicas que tienen una mesa que puede inclinarse para realizar distintos cortes. Su funcionamiento de vaivén es igual al de la sierra de calar eléctrica y circular, pero deja las dos manos libres para guiar la pieza que está montada sobre plataformas que permiten realizar cortes rectos, precisos y de grandes dimensiones.

Torno: permite trabajar objetos cilíndricos. Hace girar las piezas de madera para que puedan ser trabajadas con una cuchilla que se encuentra fija y puede cambiarse de posición.


Fresadora: permite realizar ranuras y rebajes de muchos tipos. En este caso es la fresa afilada la que se desplaza por la madera. Hay muchos tipos de fresas para obtener múltiples ranuras y rebajes (planos, cóncavos, etc.).

Productos comerciales La madera se comercializa en formas y tamaños determinados. Los más habituales son las siguientes: Tablón Prisma rectangular cuyo grosor puede llegar hasta los 50 cm y la longitud hasta los 5 m.

Tablero Formado por la unión de varios tablones acoplados y encolados, o bien por uno rectangular de madera artificial.


List贸n Prisma recto de secci贸n peque帽a (cuadrada, rectangular, circular...) y de longitud de 2 a 2,5 m.

Moldura List贸n a cuyo perfil se le ha dado una forma especial.

Chapa Plancha rectangular de poco grosor utilizada para revestir tableros aglomerados o contrachapados u otras maderas de menor calidad. Las chapas se confeccionan desenrollando troncos con una cuchilla.


Obtención de la madera e impacto ambiental A partir de la parte leñosa de los árboles, hay que seguir todo un proceso hasta obtener la madera como material de uso tecnológico, que consta de los siguientes pasos. • Talado. Se realiza en árboles que no están en pleno crecimiento ni en los que son demasiado viejos. La tala se lleva a cabo en invierno, cuando la circulación de savia es menor. Una vez han caído los árboles, se talan las ramas con sierras mecánicas y se transporta a la serradora. • Descortezado, serrado o troceado. Se saca la corteza en una cadena de rodillos. Normalmente la corteza se aprovecha como combustible o para la jardinería. Se trocea la madera para obtener grandes tableros. • Lavado. La madera se lava sumergiéndola un buen rato en agua para extraer varias substancias como los taninos, que se usan principalmente para adobar las pieles. Al eliminar la savia, la madera queda protegida del ataque de insectos y hongos. • Secado. Se reduce la cantidad de agua para evitar que la madera se deforme y cambie de tamaño, para protegerla del ataque de insectos y hongos y para disminuir su densidad. • Finalmente, se puede realizar un cepillado donde se eliminan las irregularidades y se aplica un tratamiento con productos para que resista mejor la humedad y los parásitos. Las maderas artificiales se fabrican a partir de los residuos generados en el proceso de obtención de las maderas naturales. También las ramas son trituradas para hacer maderas y tablones artificiales. Impacto ambiental La madera es un recurso renovable porque se regenera con facilidad, es reciclable, biodegradable, consume poca energía en su obtención y sus residuos son aprovechables. Uno de los problemas principales es la explotación que no tiene en cuenta el tiempo de regeneración. La tala masiva lleva a la desforestación y, en ocasiones, a la desertización. Esto puede producir la desaparición de los hábitats animales, la erosión del terreno y un aumento del dióxido de carbono en la atmósfera, lo cual contribuye al incremento del efecto invernadero. Como soluciones a estos problemas, hay que llevar a cabo una tala selectiva, valorando el número de árboles de un bosque que pueden ser talados sin sobrepasar su capacidad de regeneración. Por otro lado, para minimizar el impacto ambiental hay que intentar reutilizar la madera. Valorar la restauración, sobre todo de mobiliario, o reciclarlo en los centros de recogida de residuos. Se reutilizan para nuevo mobiliario, se incineran para producir calor y, una pequeña parte, en forma de serraduras o virutas, es enviada a la planta de compostaje para hacer compost. En última instancia, se degradan en los vertederos pero, aunque la madera misma no contamina, sí lo hacen los barnices; por eso hay que utilizar productos biodegradables y evitar al máximo este último recurso. Podemos distinguir dos tipos de secado. • Secado natural: se trata de almacenar tableros de manera que queden espacios libres por donde pueda circular el aire, lo que favorece la eliminación de la humedad. Como el proceso es lento, puede durar meses o años. •

Secado artificial: se coloca la madera en grandes cámaras secadoras donde se inyectan corrientes de aire cálido y seco. Este sistema es mucho más rápido que el natural y además es posible regular el proceso para obtener el grado exacto de secado. Sin embargo, es más caro y necesita instalaciones especiales.


Podemos distinguir dos tipos de tala. • Tala total: los árboles son talados por la base, y normalmente se talan todos, ya que el bosque es una plantación artificial creada para ser usada como madera. •

Despeje: se seleccionan algunos árboles del bosque y se talan.

El papel El papel es un material de origen vegetal que se fabrica a partir de las fibras de celulosa que contiene la madera, de otras plantas (algodón, esparto, lino...), de trapos o de papel reciclado. Estas fibras se entrecruzan y se prensan para formar una malla en forma de lámina. Aunque los egipcios ya utilizaban un material extraído del papiro, el papel tal y como lo conocemos fue inventado por los chinos en el año 105 d. C. Inicialmente utilizaban restos vegetales y tela para confeccionarlo. En el siglo XI llegó a Europa, a Játiva concretamente, a través de los árabes. A partir de la invención de la imprenta (1450) aumentó mucho el consumo de papel y evolucionó el proceso de obtención, hasta que a partir de 1840 ya se empezó a utilizar como materia prima la madera y, posteriormente, el papel viejo. El papel es un material fácil de reutilizar y de reciclar. Es importante que al emplear este recurso intentes aprovecharlo al máximo, aunque ya esté usado, o bien que utilices papel reciclado. Propiedades del papel El papel es bastante resistente a la tracción, pero no a la compresión (se arruga fácilmente). Es un material bastante blando, ya que lo podemos rayar y perforar fácilmente, y también muy flexible. Es muy buen aislante eléctrico, térmico y acústico. También es higroscópico y, cuando absorbe la humedad, pierde cualidades. Tiene una combustión fácil. Tiene una densidad muy variable, pero es menos ligero de lo que a primera vista puede parecer.


El arte de formar figuras con papel plegado, la papiroflexia, también fue inventado por los chinos y es casi tan antiguo como la invención del papel.

Con tintes, se obtienen papeles y cartulinas de casi cualquier color.

El cartón ondulado se utiliza mucho en embalajes porque da solidez a la estructura.

El papel reciclado es el que se fabrica a partir de papel usado. El papel ecológico es aquel en cuyo proceso de elaboración se minimiza el impacto sobre el medio, tanto en la selección de la materia prima como en el proceso de blanqueo. Por tanto, el papel ecológico es reciclado porque usa al máximo papel reciclado, pero el papel reciclado no necesariamente es ecológico porque puede estar blanqueado con productos que polucionan el medio. Tipos de papel más comunes Papel cuché Muy satinado y sedoso. Papel absorbente Muy higroscópico. Útil para dibujo. Papel fotográfico Contiene emulsiones sensibles a la luz. Papel de barba Papel con bordes rústicos. Para presentar instancias. Papel secante Esponjoso, para absorber tinta. Cartulina Papel de gramaje entre 140 y 400 g/m2. Papel vegetal Translúcido.


Papel cebolla Muy fino y transparente. Cartón Papel de gramaje superior a 400 g/m2. Técnicas básicas de manipulación del papel Para medir y marcar el papel, se utilizan las mismas herramientas y técnicas que en el caso de las maderas. El papel se puede sujetar fácilmente con la mano, pero si necesitas ambas manos para trabajar, o una mejor sujeción, lo puedes sujetar con cinta adhesiva o con una pinza de papel. Para cortar el papel, fundamentalmente se utilizan las tijeras y el cúter. Cúter Hay que cortar utilizando una regla como guía. Precauciones: evitar que la hoja se estropee. Cuando ya se ha gastado, hay que romper la sección inservible con la ranura del extremo contrario del que sale la hoja. Ten cuidado de no cortarte. Esconde siempre la hoja en el interior cuando ya no lo tengas que utilizar.

Tijeras Permiten cortar con más comodidad que el cúter, pero con menos precisión al hacer líneas rectas. Algunas tienen mangos de plástico y otras están hechas de una sola pieza, todas de acero recubierto de estaño.

Procura cortar con una buena iluminación, sin que se creen sombras en la zona donde debes cortar. Cuando utilices un cúter, protege la zona de trabajo con un cartón o madera, para no rayarla.

Para perforar el papel, debemos hacer un pequeño doblez y un pequeño corte con las tijeras. También podemos pincharlo con un punzón, poniendo un trozo de espuma o corcho debajo, lo que favorece el proceso y protege el soporte. Se puede unir el papel encolándolo, con cinta adhesiva o con grapas. La cola blanca es adecuada para encolar papel. También se puede utilizar cola de barra, que se seca más rápido, pero es menos


resistente. La cinta adhesiva admite más posibilidades de unión, pero es más visible y menos resistente que la cola blanca. El grapado es muy resistente, pero muy visible y con el tiempo la herrumbre de las grapas puede ensuciar el papel. LA EDAD DE LOS ÁRBOLES Y EL TIEMPO ATMOSFÉRICO ¿Sabes cómo podemos saber de una manera muy precisa la edad de un árbol? Es muy sencillo: contando los anillos de su tronco. En primavera y verano, las condiciones atmosféricas son favorables para el desarrollo del tronco. La temperatura suave, un sol que calienta y una lluvia que riega el suelo hacen que los árboles crezcan. El tronco crece de forma homogénea alrededor de su perímetro, de manera que se va haciendo más y más grueso, con madera de un color blanquecino. Cuando llegan el otoño y el frío del invierno, el árbol inicia una especie de hibernación. El tronco crece muy poco, y queda marcado como un anillo de color más oscuro. Cuando en la primavera y el verano siguiente el tronco vuelve a crecer, lo hace a partir de ese pequeño anillo generado durante el invierno anterior. Dado que las estaciones son cíclicas, cada anillo oscuro corresponde a un invierno, de modo que contando los anillos podemos saber los inviernos que han pasado. Pero los anillos de los troncos no nos dicen solamente la edad. Si un verano ha sido óptimo, el árbol ha crecido bastante y eso se manifiesta con un grueso relativamente grande entre anillo y anillo. En cambio, si un verano ha sido seco, con poca lluvia y el árbol ha tenido un crecimiento pobre, los anillos aparecen muy juntos. Los climatólogos han podido averiguar así el tiempo atmosférico en los últimos siglos, a través de la observación del crecimiento de los anillos de los troncos de los árboles centenarios. Esta técnica se denomina dendroclimatología.


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