Enfoques de género y sexualidad

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Apoyando la acción comunitaria contra el SIDA en los países en desarrollo

Enfoques de género y sexualidad: Respondiendo al VIH

Informe sobre los resultados de una encuesta realizada entre las Organizaciones de Enlace de la Alianza


Agradecimientos La Alianza agradece el apoyo de las personas y organizaciones que hicieron posible esta encuesta sobre género y sexualidad. Este informe fue realizado por Sarah Middleton-Lee, una consultora independiente.

Imágenes de portada Trabajadoras sexuales en Hyderabad, India. © Shailaja, Jathi.

© International HIV/AIDS Alliance 2010

Grupo de discusión en Ennakhil, para las profesionales del sexo y las mujeres supervivientes de actos violentos, una organización marroquí dedicada a ayudar a las mujeres y los niños. © 2006 Nell Freeman para la Alianza.

La información contenida en esta publicación puede ser libremente reproducida, publicada o usada de otras formas sin fines de lucro y sin el permiso de la International HIV/ AIDS Alliance (la Alianza). Sin embargo, la Alianza requiere ser citada como fuente de la información.

El programa de Atención integral y Prevención de KHANA en Camboya, se centra en el suministro de servicios de atención a domicilio, la atención a personas que viven con el VIH, a huérfanos y a niños vulnerables y a sus familias. © Michael Nott para KHANA y la Alianza.

Publicado en: Febrero de 2011

Los fundadores de la ‘Asociación Africana Solidarité’, son un grupo de personas que ofrecen tratamiento, servicios de atención a domicilio y apoyo a adultos y niños viviendo con el VIH, Ouagadougou, Burkina Faso. © Gideon Mendel para la Alianza.

ISBN: 978-1-905055-84-5 Diseño: www.janeshepherd.com


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Enfoques de género y sexualidad: Respondiendo al VIH

CONTENIDOS Acrónimos Países/socios respondiendo a la encuesta sobre género y sexualidad

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Sumario ejecutivo

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1. Introducción

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El contexto global El contexto de la Alianza Objetivo de la encuesta, metodología y participantes Limitaciones de la encuesta

8 10 12 12

2. Resultados

14 14 16 18 28 29

¿Cuáles son las cuestiones de género más importantes? ¿Qué significa un enfoque de género y sexualidad respecto al VIH? ¿Qué trabajo de género y sexualidad estamos realizando? ¿Qué desafíos existen en el trabajo de género y sexualidad? Evaluando nuestras capacidades y futuras necesidades de apoyo

3. Conclusiones y recomendaciones

31 Conclusiones 31 Recomendaciones 32

Anexos

34

Anexo 1: Ejemplos de enfoques de género transformativo 34 Anexo 2: Preguntas de la encuesta sobre género y sexualidad 35 Anexo 3: Estándares de Buenas Prácticas de la Alianza en la Programación del VIH 36 Anexo 4: Guía clave a nivel global sobre los enfoques de género y sexualidad 38

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ACRÓNIMOS Alianza

Alianza Internacional contra el VIH-SIDA

FG

Fondo Global para la lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria

ITS

Infección de transmisión sexual

MPPVS

Mayor participación de las personas que viven con el VIH

OBC

Organización de base comunitaria

ONG

Organización no gubernamental

SDSR

Salud y derechos sexuales y reproductivos

SSR

Salud sexual y reproductiva

UNGASS

Sesión Especial de la Asamblea General de Naciones Unidas

PAÍSES/SOCIOS respondiendo a la encuesta sobre género y sexualidad América Latina y el Caribe

Red Latinoamericana y del Caribe de personas Trans (RedLacTrans)

Bangladés

HIV/AIDS y STD Alliance Bangladesh (HASAB)

Bolivia

Instituto de Desarrollo Humano (IDH)

Burkina Faso

Iniciativa Privada y Comunitaria de lucha contra el SIDA (IPC)

Camboya

Khmer HIV/AIDS NGO Alliance (KHANA)

China

International HIV/AIDS Alliance in China (Alliance China)

Costa de Marfil

Alliance Nationale contre le SIDA en Côte d’Ivoire (ANS-CI)

Haiti

Promoteurs Objectif Zerosida (POZ)

India

Tamil Nadu Social Service Society (TASSOS); South Indian AIDS Action Programme (SIAAP); MAMTA Health Institute for Mother and Child (MAMTA); International HIV/AIDS Alliance India (Alliance India); Network of Maharashtra People with HIV (NMP+); Humsafar; Palmyrah Workers Development Society (PWDS); Social Awareness Service Organisation (SASO)

Indonesia

Rumah Cemara

Kenia

Kenya AIDS NGO Consortium (KANCO)

Líbano

Soins Infirmiers et Développement Communautaire (SIDC-Helem-Liban)

Malasia

Malaysian AIDS Council (MAC)

Mongolia

National AIDS Foundation (NAF)

Marruecos

Association Marocaine de Solidarité et Développement (AMSED)

Nigeria

Network on Ethics, Human Rights, Law, HIV/AIDS Prevention, Support and Care (NELA); Civil Society for HIV/AIDS in Nigeria (CiSHAN)

Senegal

Alliance Nationale Contre le SIDA (ANCS)

Uganda

International HIV/AIDS Alliance in Uganda (Alliance Uganda)

Ucrania

International HIV/AIDS Alliance in Ukraine (Alliance Ukraine)

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Sumario ejecutivo

Desde hace tiempo, el género y la sexualidad están reconocidos como factores clave que influyen en la dinámica de la epidemia del VIH. En cada país y en cada comunidad existe un problemática diferente, pero los desequilibrios de poder, las normas sociales perjudiciales, la violencia y la marginación, afectan tanto a mujeres como a hombres, a niñas y a niños, y a personas transgénero en todo el mundo, limitando así su capacidad para prevenir la infección por el VIH. Existen numerosas iniciativas de salud sobre el VIH, que no sólo ponen de relieve las cuestiones de género, sino que también aspiran a cambiar esas normas y prácticas perjudiciales. Son los llamados enfoques de “género transformativo”. Sin embargo, todavía existen pocos métodos para lograr “la transformación de género”, y muchas organizaciones de dentro y fuera de la Alianza han luchado para superar las dificultades, las sensibilidades y las barreras estructurales que impiden el progreso. En mayo de 2010, se realizó una encuesta entre las Organizaciones de Enlace de la Alianza para supervisar su trabajo actual, para evaluar sus capacidades, desafíos y aspiraciones en torno a los programas de género y sexualidad, y así entender mejor el contexto de género y sexualidad en el que trabajan. Un total de 28 organizaciones, de 19 países, respondieron a la encuesta.

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Una madre y un bebé en el centro de salud de Mukono, distrito de Mukono, Uganda. La clínica tiene un programa de prevención de transmisión de madre a niño, que está dirigido por una enfermera y varios agentes de la Red de Apoyo. © Nell Freeman para la Alianza.

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Conclusiones Principales

1. Las desigualdades y la discriminación de género, fomentadas por los problemas socioculturales, son las preocupaciones de género más relevantes. Otros inconvenientes son: las barreras para acceder a los servicios; la falta de programas de sensibilización sobre el género; la falta de atención a los derechos humanos relacionados con el género; el estigma y la discriminación; la falta de políticas de liderazgo; la falta de marcos jurídicos y la necesidad de integrar el género en las organizaciones.

2. Los socios de la Alianza difieren en sus opiniones sobre cómo y en qué medida los programas nacionales están respondiendo a los desafíos relacionados con el género – desde el apoyo parcial hasta la exclusión activa. El apoyo del Fondo Mundial ha impulsado acciones relacionadas con el género, incluso ante la falta de apoyo de los programas nacionales.

3. Muchos de los encuestados creen que un enfoque de género y sexualidad ofrece una manera útil de entender el trabajo relacionado con el VIH. Un trabajo basado en modelos, expectativas y opciones que afectan la vida de las personas, sus decisiones e interacciones (sobre todo en términos de sexualidad, deseos y comportamientos). Otros piensan que el enfoque revela la fuerza motriz que existe detrás de las diferencias y desigualdades entre hombres y mujeres.

4. Los socios de la Alianza están involucrados en diferentes proyectos, que son imprescindibles para desarrollar enfoques de género transformativo. El 82% de los socios están tomando medidas a nivel programático y organizacional; el 86% lo hace a nivel individual, familiar y de pares, y el 75% a nivel comunitario y de servicios. Más de la mitad (57%) están realizando acciones a nivel político y social. Doce de los socios (43%) están actuando a todos los niveles.

5. Los principales desafíos en el trabajo de género y sexualidad son: las normas de género discriminatorias y desiguales; la baja participación masculina en la programación y las intervenciones; el acceso limitado de las mujeres y las niñas a la educación; el poco entendimiento o consenso sobre género y sexualidad; la falta de oportunidades para compartir buenas prácticas; los bajos niveles de financiación; el estigma y la discriminación; la falta de liderazgo, de recursos humanos, de capacidad y de herramientas sobre género y sexualidad.

6. Tan sólo el 25% de los encuestados sienten que tienen la capacidad para implementar un enfoque de género y sexualidad. El 75% restante tiene una capacidad limitada. Las barreras principales son la falta de recursos destinados a iniciativas relevantes, y la falta de personal cualificado.

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Conclusiones y recomendaciones

La encuesta confirmó que los socios de la Alianza están dedicando esfuerzos importantes al trabajo de género y sexualidad. Sin embargo, el bajo número de socios implicados en el trabajo de incidencia social y política, significa que tales esfuerzos no siempre responden a un contexto político y legislativo más amplio. Lo cual sería necesario para hacer realidad una transformación de género. Por otro lado, existen ciertos indicios de que algunos socios podrían estar poco involucrados en algunos de los aspectos más sensibles o complejos, de los principales enfoques de género transformativo. Mientras que el nivel de capacidades es claramente un problema, también hay indicios de que algunos socios pueden estar realizando, o ya son capaces de realizar, más trabajo de género transformativo del que piensan. Puede estar existiendo una falsa percepción de que una perspectiva de género transformativo es un área aislada y altamente especializada que difiere del trabajo habitual de nuestros socios. La encuesta confirmó que las cuestiones de género y sexualidad se perciben como factores intrínsecamente unidos a los derechos humanos. Las respuestas individuales indican que algunos socios necesitan más claridad sobre lo que constituye un enfoque de género transformativo – tanto en la práctica como en la teoría. Para mejorar nuestro trabajo de género y sexualidad en el futuro, debemos:

1. Desarrollar una estrategia de género para los socios de la Alianza. 2. Realizar evaluaciones más específicas sobre las necesidades de los socios de la Alianza, relativas a su capacidad para desarrollar un enfoque de género transformativo, y planificar para hacer frente a esas necesidades.

3. Documentar los ejemplos de buenas prácticas de la implementación del enfoque de género transformativo, entre los socios de la Alianza que trabajan en las epidemias generalizadas, las epidemias concentradas, y las epidemias mixtas.

4. Garantizar que el enfoque de género transformativo esté plenamente integrado en el trabajo actual y futuro de la Alianza, y en las respuestas de buenas prácticas al VIH.

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Un hombre casado que tiene sexo con hombres. Š India Jenny Mathews/La Alianza/Photovoice.

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sección 1: INTRODUCCIÓN

El contexto global ¿Por qué el género y la sexualidad son importantes? El género y la sexualidad – y sus prácticas y normas relacionadas- han sido reconocidos como factores clave que afectan las dinámicas del VIH y a su respuesta global. Las desigualdades de género alimentan y agravan las epidemias del VIH.1 Aunque las cuestiones de género varían entre comunidades y países, los desequilibrios de poder, las normas sociales perjudiciales, la violencia y la marginación afectan tanto a hombres como a mujeres, a niñas y a niños en todo el mundo,2 aumentando la vulnerabilidad de las personas y limitando su capacidad para prevenir la infección por el VIH.3 La mitad de las personas que viven con el VIH son mujeres. Sin embargo, en el África Subsahariana hay tres mujeres jóvenes por cada hombre joven4 que viven con el VIH. En casi todos los países de la región, la mayoría de las personas seropositivas son mujeres; especialmente en edades comprendidas entre los 15 y los 24 años. Mientras tanto, en otras regiones del mundo, los hombres tienen más posibilidades que las mujeres de ser infectados por el VIH; principalmente en un contexto de epidemias concentradas que afectan de manera desproporcionada a las poblaciones clave, como a los hombres que tienen sexo con hombres, las personas transgénero, las personas que usan drogas y las personas que mantienen relaciones transaccionales. En América Latina y el Caribe, por ejemplo, casi tres veces más hombres que mujeres son seropositivos, con mayor número de transmisiones entre los hombres que tienen sexo con hombres.5

Sin embargo, la situación real de género tiene más matices y es más compleja de lo que indican los datos. Por ejemplo, en algunos países del Caribe, la mayoría de las personas que viven con VIH son mujeres. Además, dentro de las epidemias generalizadas en países del África subsahariana, los hombres que tienen sexo con hombres tienen una carga particularmente alta de infección por el VIH. Las respuestas nacionales desatienden en gran medida los comportamientos entre personas del mismo sexo, principalmente a causa de la homofobia y la criminalización generalizada de la homosexualidad.6 Las desigualdades de género también tienen un impacto sobre el tratamiento, la atención y la mitigación del VIH. Por ejemplo, mientras que las mujeres y las niñas asumen la mayor parte de responsabilidad del cuidado de los miembros enfermos de la familia, hay indicios de que los hombres que tienen sexo con hombres y personas transgénero, tienen menos posibilidades que otros grupos para acceder a un tratamiento adecuado y a los servicios de apoyo.7 Para conseguir un impacto mayor sobre el VIH, es importante que aquellos que trabajan en la respuesta al VIH tengan en cuenta la amplitud y la diversidad de las cuestiones de género que afectan a los individuos, las comunidades y los países. Por ejemplo, muchos hombres que tienen sexo con hombres también tienen relaciones sexuales con sus parejas femeninas. En Asia, mientras tanto, un estudio reciente puso de manifiesto que las mujeres son en su mayoría infectadas por sus esposos o parejas íntimas – lo que demuestra la necesidad de una mejor comprensión de la complejidad de las relaciones dentro de algunos matrimonios, y de las parejas de larga duración.8

1. En este informe, el género está definido para incluir a hombres, mujeres, niños, niñas, hombres que tienen sexo con hombres, las mujeres que tienen sexo con mujeres y las personas transgénero. 2. ONUSIDA (2010), “Informe sobre la epidemia mundial de SIDA 2010”. 3. ONUSIDA (consultado el 22/11/10) disponible en: www.who.int/gender/hiv_aids/en 4. ONUSIDA (2010), “Informe sobre la epidemia mundial de SIDA 2010”. Disponible en: www.unaids.org/documents/20101123_GlobalReport_em.pdf 5. OMS, ONUSIDA, UNICEF (2009), “Hacia el acceso universal: expansión prioritaria contra el VIH/SIDA en el sector de la salud. Informe de Progreso 2009”. 6. ONUSIDA (2010), “Informe sobre la epidemia mundial de SIDA 2010’. Disponible en: www.unaids.org/documents/20101123_GlobalReport_em.pdf 7. ONUSIDA (2009), “Marco de Acción de ONUSIDA: Acceso universal para los hombres que tienen sexo con hombres y las personas transexuales”. 8. ONUSIDA (2009), “La transmisión del VIH en las relaciones íntimas de pareja en Asia”.

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Las respuestas de políticas de género y sexualidad El género es el núcleo de muchos de los compromisos políticos asumidos por los gobiernos del mundo. Por ejemplo, la Declaración de Compromiso sobre el VIH/SIDA9 y la Declaración Política sobre el VIH/SIDA10, reconocen la necesidad, en el marco del acceso universal, de luchar contra los estereotipos de género, las desigualdades y la discriminación en relación con las mujeres, las niñas y los grupos vulnerables. También se incluyen indicadores para evaluar el progreso en los procesos de evaluación nacional, en el marco de acceso universal, establecido por la Sesión Especial de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre el SIDA (UNGASS). Con los años, “las mujeres y el SIDA” ha sido un tema esencial en varias iniciativas a nivel mundial, incluyendo la Coalición Global de Mujeres y Niñas puesto en marcha en 2004.11 En la actualidad, se presta más atención a las minorías sexuales, ya que existen más datos disponibles para proporcionar evidencias sobre cómo y por qué los grupos, como los hombres que tienen sexo con hombres, las trabajadoras sexuales y las personas transgénero, experimentan mayor vulnerabilidad y necesitan ser la prioridad estratégica de la ayuda.12 Sin embargo, el género – como término general en los enfoques de políticas y programas- también ha sido objeto de intenso debate. En particular, han existido tensiones en torno a su definición: si el concepto debería referirse únicamente a mujeres y a niñas, o más ampliamente a mujeres, niñas, hombres y niños y minorías sexuales.13 Las opiniones sobre el tema han sido influenciadas por una serie de factores. Entre ellos se encuentran las diferentes prioridades de las epidemias generalizadas del VIH (donde el modo de transmisión principal es la relación heterosexual, y las mujeres son afectadas de manera desproporcionada), y las epidemias concentradas del VIH (donde los modos de transmisión pueden ser más variados y donde las poblaciones clave también son afectadas de manera desproporcionada).

Algunas instituciones han promovido visiblemente una comprensión íntegra y un compromiso con el género. Por ejemplo, la igualdad de género es una de las tres directrices estratégicas de ONUSIDA 2011–2015, en relación a las mujeres, las niñas y las minorías sexuales.14 Además, mientras todas las prioridades defendidas en el Marco de Resultados de ONUSIDA 2009–2011, tienen dimensiones de género, dos de ellas se centran específicamente en los compromisos: “podemos empoderar a los hombres que tienen sexo con hombres, a las trabajadoras sexuales y a las personas transgénero para protegerse del VIH y obtener un acceso completo a las terapias antirretrovirales”; y “podemos satisfacer las necesidades de las mujeres y las niñas respecto al VIH y detener la violencia sexual de género”.15 El “cómo proceder” para llevar a cabo estos compromisos, se encuentra en fuentes como el Marco de Acción de ONUSIDA “Acceso Universal para hombres que tienen sexo con hombres y las personas transexuales”16, y el Programa de Acción Acelerada de los países para abordar las cuestiones de género, las mujer, las niñas, la igualdad y el VIH (ver anexo 4 para obtener un resumen de los puntos de ambos documentos).17 Mientras tanto, el Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria (el Fondo Mundial) ha desarrollado estrategias de género (enfocadas en mujeres y niños), de orientación sexual e identidad de género (enfocadas en las minorías sexuales),18 con el objetivo de lograr una influencia positiva en su distribución de fondos. El género también ha sido un tema fundamental en las políticas de muchos donantes internacionales. Las agencias con políticas o estrategias de priorización relacionadas con las cuestiones de género – como la Agencia Canadiense para el Desarrollo, la Agencia Sueca de Cooperación para el Desarrollo, el Departamento para el Desarrollo Internacional del Reino Unido, la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional – a menudo requieren que las organizaciones no sólo articulen su compromiso con las cuestiones de género, sino que también demuestren la forma de ponerlas en práctica a través de su trabajo.

9. Asamblea General (2001), “Declaración de Compromiso sobre el VIH/SIDA”. 10. Asamblea General (2006), “Declaración Política sobre el VIH/SIDA”. 11. La alianza mundial de organizaciones de la sociedad civil, las redes de mujeres que viven con el VIH, las organizaciones de mujeres, las organizaciones dedicadas al SIDA y el Sistema de las Naciones Unidas, comprometidos con el fortalecimiento de los programas de VIH para mujeres y niñas. La Coalición Mundial sobre Mujeres y SIDA (consultado el 11/22/10), disponible en: www.womenandaids.net/News-and-Media-Centre/Latest-News/UNAIDS-takes-action-toempower-women-and-girls-to-.aspx 12. OMS, ONUSIDA, UNICEF (2009), “Hacia el acceso universal: expansión de las intervenciones prioritarias contra el VIH/SIDA en el sector de la salud. Informe de Progreso 2009”. 13. Ver los documentos relativos a la 22ª reunión de la Junta de Coordinación, abril de 2008 (ONUSIDA), disponible en: www.unaids.org/en/AboutUNAIDS/ Governance/PCBArchive/22nd_PCB_Meeting_April_2008.asp 14. ONUSIDA (2010), “Estrategia de ONUSIDA 2011–2015”. 15. “Acción conjunta para obtener resultados: Marco de resultados del ONUSIDA 2009–2011”, ONUSIDA (2010). 16. ONUSIDA (2009), “Marco de Acción de ONUSIDA: Acceso universal para los hombres que tienen sexo con hombres y los transexuales”. 17. ONUSIDA (2010), “Plan de acción acelerada de los países para la Mujer, las Niñas, la Igualdad de Género y el VIH: Plan Operativo para el Marco de Acción de ONUSIDA: Abordando la igualdad de género, las mujeres y las niñas, y el VIH”. 18. El Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria (2009), “La estrategia del Fondo Mundial para la Igualdad” y “La estrategia del Fondo Mundial en relación con Orientación Sexual y la Identidad de Género”.

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Estas prioridades de los donantes están basadas en la Declaración de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, y en las tendencias más amplias dentro de la financiación mundial y la arquitectura de los sistemas de salud. En términos generales, estas últimas representan a la vez un desafío y una oportunidad para las iniciativas relacionadas con el género. Una mayor atención a los vínculos entre el VIH, la salud y los derechos sexuales y reproductivos (SDSR), es una oportunidad crucial para abordar las necesidades de las mujeres, las niñas y las minorías sexuales.19 Pero unas respuestas nacionales de salud más amplias y mayoritarias, podrían poner en peligro el apoyo y la participación de los grupos marginados, como los hombres que tienen sexo con hombres y las personas transexuales. Por otro lado, también existen desafíos a nivel jurídico en el contexto de género y las respuestas relacionadas con la sexualidad y el VIH. Por ejemplo, muchos países carecen de leyes integrales contra la violencia de género, y en otros, existe la preocupación sobre una oleada de nueva legislación contra la homosexualidad y el sexo entre hombres.20

Respuestas programáticas al género y la sexualidad Existe un número creciente de iniciativas contra el VIH, que han evolucionado más allá del tradicional enfoque de género sobre “las mujeres y las niñas”, “la integración de las cuestiones de género” y “el género sensitivo”. Estos enfoques, no sólo destacan las cuestiones relacionadas con género, sino que tienen como objetivo cambiar las normas y las prácticas perjudiciales. Algunos de estos enfoques de “género transformativo” son: el kit de herramientas “Peldaños” (desarrollado por Estrategias para la Esperanza), el programa “Men as Partners” (desarrollado por Engenderhealth), “Programa M” (desarrollado por Promundo), la campaña “The One Man Can” (desarrollado por Sonke Justicia de Género), y el programa Prevención de Fronteras (desarrollado por International HIV/AIDS Alliance) (ver anexo 1 para obtener una descripción breve de los métodos). Aunque cada uno de estos ejemplos responden a contextos específicos, también comparten una serie de características comunes (ver cuadro 1). Sin embargo, muchas organizaciones de todo el mundo han tenido que luchar contra verdaderos desafíos en el trabajo de género y sexualidad, concretamente, para lograr la trasformación. En algunos contextos, se ha debido a la falta de comprensión acerca de la importancia de las cuestiones de género, o el miedo de los socios a generar polémicas y

sensibilidades. En otros contextos, se ha debido a obstáculos arraigados que hacen difícil poner en práctica este tipo de enfoque tales como las normas culturales y las restricciones jurídicas, que siguen siendo un impedimento para progresar. No existen soluciones rápidas, las acciones requeridas necesitan tiempo, destreza y creatividad. Por otra parte, mientras que la definición global de género, promovida por la Alianza y otras organizaciones, es probable que aporte resultados más amplios y sostenibles a largo plazo, en un principio puede hacer que el diseño e implementación de los programas sea más complejo y desafiante.

El contexto de la Alianza Desde su creación en 1993, la Alianza siempre ha tenido una conciencia y un compromiso significativo con las cuestiones de género. Sin embargo, hasta la fecha, no ha articulado estos enfoques, ni los ha implementado sistemáticamente en su programación o a través de una estrategia formal de género. La junta internacional de la Alianza, los donantes, y una evaluación externa han puesto de relieve la necesidad de abordar esta falta. La estrategia de la Alianza 2010–2012 (“El VIH y Comunidades Saludables”)21 proporciona una base firme para realizar una estrategia de género y sexualidad, y expresa claramente la necesidad de apoyarse en el trabajo hasta la fecha, y adoptar un enfoque de género trasformativo (ver cuadro 2 para la definición de un enfoque de género transformativo de la Alianza). La estrategia también hace referencia a las cuestiones de género en tres de sus objetivos y en cuatro de sus respuestas estratégicas. En el Objetivo 1 (protección de los derechos humanos), se compromete a la acción contra la desigualdad de género y promueve un enfoque amplio de género transformativo dirigido a las mujeres, los hombres, las niñas y los niños, incluso aquellos que son percibidos como transgresores de las normas de género, como los hombres que tienen sexo con hombres, las mujeres que tienen sexo con mujeres, las trabajadoras sexuales, las mujeres solteras sexualmente activas y las personas transgénero. La respuesta estratégica 1 (ampliar la programación integrada), describe las diferentes maneras de trabajar en igualdad de género, y los derechos humanos de las minorías sexuales en las epidemias generalizadas y concentradas.

19. Global AIDS Alliance, International HIV/AIDS Alliance, Interact Worldwide, Population Action International, International Planned Parenthood Federation, y Amigos del Fondo Mundial África (2010), “Hacer o Romper: 2010 un año clave para la ampliación de SR/VIH integración y acelerar el progreso hacia los ODM 5 y 6”. 20. Por favor, consulte International HIV/AIDS Alliance (2010) para más información, “Promoción de los derechos humanos, la respuesta al VIH: Informe sobre los resultados de una encuesta sobre los derechos humanos entre los socios de la Alianza”. 21. International HIV/AIDS Alliance (2010), “El VIH y las Comunidades Saludables: Estrategia 2010–2012”.

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Cuadro 1:

Los programas de género transformativo:

Enfoques de género transformativo – características de unas buenas prácticas

4 Reconocen que las cuestiones de género están influenciadas por/y son relevantes para hombres y niños, mujeres y niñas, y personas trangénero. 4 Involucran activamente a estos grupos de forma constructiva. 4 Utilizan una definición amplia de género, reconociendo la total diversidad de identidades y prácticas de género. 4 Abordan una amplia gama de temas, normas y prácticas que dan forma a las relaciones y a las dinámicas de género, y afectan a la salud de las personas, su bienestar y vulnerabilidad. Esto incluye temas que pueden ser sensibles o polémicos, como la violencia de género y la diversidad sexual. 4 Utilizan métodos diferentes, creativos y adaptados al contexto para involucrar y movilizar a los participantes. 4 Empoderan a las comunidades – permitiendo a los participantes identificar sus propios problemas de género, discutiéndolos, e identificando las formas de cambiar las prácticas perjudiciales. 4 Complementan el trabajo programático con el trabajo de apoyo – o enlaces a iniciativas de apoyo- para hacer frente a las barreras estructurales para la transformación de género. 4 Complementan la movilización de la comunidad mediante derivaciones a los servicios de HIV y de género. 4 Construyen acciones intersectoriales en materia de género. Por ejemplo, involucrando a los líderes comunitarios y las personas que toman las decisiones. 4 Promueven la transformación de género en las organizaciones y entre las personas que prestan los servicios y programas, mediante la capacitación del personal de las ONG y los trabajadores de salud.

Cuadro 2: Definición de un enfoque de género transformativo

Un enfoque que involucra a las personas para cambiar las normas de género perjudiciales, tanto masculinas como femeninas, que da forma y delimita la autonomía y la capacidad de los individuos, y es clave para comprender y abordar el riesgo, la vulnerabilidad y la prevención eficaz del VIH. El enfoque involucra a hombres y mujeres por separado y en conjunto, de acuerdo con el contexto local, y aborda la violencia, la coerción y el abuso al que se ven sometidos todos aquellos que son percibidos como transgresores de las normas de género. Esta perspectiva aborda tanto la desigualdad de género como las vulnerabilidades específicas de hombres y niños, tales como la coerción sexual entre los hombres y los niños, el sexo en los centros penitenciarios y la situación jurídica de las relaciones sexuales entre hombres.» El VIH y las Comunidades Saludables: La estrategia 2010–2012, International HIV/AIDS Alliance.

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Objetivo de la encuesta, métodos y participantes En Mayo de 2010, la Alianza realizó una encuesta entre sus Organizaciones de Enlace nacionales y otros países socios.22 La encuesta tenía como objetivo: n

Mapear el trabajo actual de la Alianza, su capacidad, retos y aspiraciones en torno a la programación de género y sexualidad.

n

Entender mejor el contexto de género y sexualidad en el que trabajan sus socios.

En la encuesta se incluyeron dos introducciones y 11 preguntas abiertas (ver anexo 2). Respondieron un total de 28 organizaciones de 19 países (ver tabla 1).23 Este informe presenta una síntesis de las respuestas24 y los usos de los estándares de buenas prácticas para la programación de la Alianza, como punto de referencia para la evaluación. También utiliza casos de estudio para destacar el trabajo de los socios, y ofrecer observaciones y recomendaciones para mejorar las acciones futuras.

Limitaciones de la Encuesta Existe una serie de limitaciones en esta encuesta. En particular, el uso de preguntas abiertas implica que los resultados ofrecen una breve descripción del trabajo de los socios y de las cuestiones relativas al género y sexualidad, en lugar de una evaluación sistemática y cuantitativa. Por ejemplo, se solicitó a los socios que comentaran sobre el tipo de trabajo de género y sexualidad que realiza su organización, sin dar una lista de los trabajos entre los que se podría elegir. Por este motivo, aunque un socio no haya mencionado qué tipo de trabajo realiza, no significa que no lo esté llevando a cabo. Otra limitación de la encuesta fue que alrededor de un tercio de las respuestas (9 de 28) fueron tan sólo de un país (India).

Tabla 1: Participantes de la encuesta Región

Países

Participantes

Asia y Europa del Este

8

16

África

8

9

América Latina y el Caribe

3

3

Total

19

28

22. La Alianza trabaja con Organizaciones de Enlace nacionales (que desarrollan y apoyan la capacidad de las organizaciones comunitarias) y otros asociados, por ejemplo, los que trabajan con poblaciones específicas, como los hombres que tienen sexo con hombres. En este informe, a las Organizaciones de Enlace y otros socios, se les denomina colectivamente como “socios”. 23. Se recibieron respuestas de dos socios de la Alianza en Nigeria y nueve en la India. Es por ello, que el número de socios incluidos en la encuesta es mayor que el número de países. 24. Un total de 30 personas de las 28 organizaciones participaron en la encuesta. Sin embargo, en este informe, los porcentajes se toman a partir del número total de organizaciones que participaron, no de los individuos.

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Grupo de discusión sobre la salud y el VIH para adolescentes a cargo de la Alianza Nacional contra el SIDA, Senegal. © 2007 Nell Freeman para la Alianza.

Profesor Helvina Phiri, distribuye libros de texto sobre habilidades de sexualidad y vida a su clase en la Escuela Básica Chiwoko, una de las escuelas que aceptó ser un centro piloto para la inclusión de habilidades de la sexualidad y vida como un tema regular en el currículo académico, Zambia. © 2006 Nell Freeman para la Alianza.

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sección 2: RESULTADOS

¿Cuáles son las principales preocupaciones de género?

Développement Communautaire” (SIDC-Helem-Liban, Líbano) citó la violencia de género con el principal problema, y Palmyrah La Sociedad de Trabajadores por el desarrollo (PWDS, India) destacó el matrimonio precoz y la explotación sexual como los principales desafíos.

Preocupaciones sobre género y sexualidad Los encuestados tuvieron que identificar las inquietudes más relevantes sobre género y sexualidad en su país. De las respuestas, surgieron una gran variedad de temas: n

Las cuestiones de desigualdad de género y discriminación fueron las más mencionadas, alimentadas a su vez por los problemas socioculturales que afectan tanto a las mujeres, las niñas y las minorías sexuales, como a los hombres que tienen sexo con hombres, las trabajadoras sexuales y las personas transgénero. La ONG Consorcio SIDA de Kenia (KANCO), mostró cómo las cuestiones de género se construyen culturalmente a través de unas normas religiosas conservadoras, que dejan a las mujeres incapacitadas para ejercer sus derechos y condenan a las poblaciones clave a la clandestinidad – haciendo más difícil llegar a estos grupos prioritarios. Rumah Cemara (Indonesia), Sociedad Civil para el VIH/SIDA en Nigeria (CiSHAN) y la Red de Personas con VIH en Maharashtra (NMP+ India), describieron el desafío que origina el impacto de las sociedades patriarcales, mientras otros socios se centraron en otros problemas socioculturales más específicos. Por ejemplo, “Soins Infirmiers et

Cuadro 3: Las cuestiones de género en Bolivia

Otros ejemplos de los temas principales fueron: n

Las barreras para acceder a los servicios. La Alianza Internacional contra el VIH/SIDA en Ucrania (Alianza Ucrania) afirmó que existen una gran variedad de cuestiones de género (como la dominación masculina, la violencia de género y el escaso acceso de las mujeres a la información) que limitan el uso a las mujeres de varios productos y servicios.

n

La falta de programación sobre la sensibilidad de género. El Consejo de Malasia contra el SIDA (MAC), señaló la necesidad de programas que atiendan las cuestiones específicas de género en las epidemias locales por el VIH. En Malasia esto ocurre en un contexto donde las mujeres son en su mayoría infectadas a través de las relaciones heterosexuales, y los hombres a través del uso de drogas. Alianza Ucrania se hizo eco de esta necesidad, y pidió respuestas para hacer frente a las vulnerabilidades específicas de las mujeres y otros grupos, para incorporar un enfoque de género transformativo y mejorar la medición de los resultados relacionados con el género. Mientras tanto, la Asociación Marroquí de Solidaridad

La construcción social de género determina los diferentes paradigmas de masculinidad y feminidad. Hay comunidades y familias en Bolivia que toleran, fomentan y dan forma a los patrones de un comportamiento sexual machista, mientras que las mujeres son valoradas por su pasividad, sumisión y auto-marginación. Las mujeres no tienen acceso a la información sobre la reducción de riesgos, y aún siendo informadas, no pueden negociar el uso del preservativo. Como resultado, Bolivia continúa transmitiendo estos valores y estándares que favorecen la transmisión del VIH. Las desigualdades están estrechamente relacionadas con ciertas actitudes hacia las mujeres, que se traducen en la subordinación, opresión y explotación. Estas actitudes están determinadas por la violencia doméstica, la humillación y el abuso físico y sexual. Los diversos aspectos culturales, mitos e incluso chistes determinan los comportamientos que conducen a una falta de respeto a la dignidad de las mujeres.» Instituto de Desarrollo Humano, Bolivia

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y Desarrollo (AMSED, Marruecos), señaló que tuvo problemas al desarrollar una programación adecuada y correcta para responder al estigma la discriminación y a la violencia de género. n

n

La falta de atención a las cuestiones de género relacionadas con los derechos humanos y la falta de acción para acabar con el estigma y la discriminación. Asociaciones como SIDA y STD Alianza Bangladés (HASAB) hicieron hincapié en la necesidad de redoblar los esfuerzos sobre el terreno para promover los derechos de las poblaciones clave, como las trabajadoras sexuales, los hombres que tienen sexo con hombres y las personas transgénero. La Alianza Internacional contra el VIH/ SIDA en China (Alianza China), sostiene que también es necesario actuar sobre el estigma y la discriminación, ya que son cuestiones que condenan a la clandestinidad a los grupos marginados, como los hombres que tienen sexo con hombres. La falta de liderazgo político en cuestiones de género. MAC (Malasia) pidió un liderazgo nacional más fuerte en cuestiones de género y sexualidad.

n

La falta de marcos jurídicos de apoyo para el trabajo de género. En países como Kenia y Líbano, hay una necesidad, o falta, de un marco legal de apoyo en el trabajo relacionado con el género y la sexualidad. Rumah Cemara, Programa de Acción contra el SIDA en el sur de India (SIAAP) e Iniciativa Privada y comunitaria en la lucha contra el SIDA (IPC, Burkina Faso), subrayaron su preocupación sobre la legislación contra las trabajadoras sexuales. También, en el momento de realizar la encuesta, se estaba elaborando una propuesta de ley contra la homosexualidad en Uganda, un tema de mucha preocupación para Alianza Uganda.

n

La necesidad de integrar el género en las organizaciones. AMSED identificó la necesidad de integrar el género en todos los niveles de su organización, desde la planificación hasta la programación y el presupuesto.

Cuadro 4: Puntos de vista sobre el género y el liderazgo político

Las cuestiones de género en las respuestas nacionales al VIH Los socios de la Alianza expresaron opiniones diferentes cuando se les preguntó a cerca de las respuestas de sus programas nacionales a los desafíos de género. Muchos de los socios en países como Camboya, China, Kenia, Malasia, Mongolia, Marruecos y Nigeria, indicaron que las cuestiones de género están incluidas en sus respuestas nacionales, hasta cierto punto. Por ejemplo, en Marruecos, el Plan Estratégico Nacional para el SIDA expresó su compromiso hacia el acceso universal, con objetivos estratégicos enfocados en la igualdad, la confidencialidad, los derechos humanos y la lucha contra el estigma y la discriminación. En Malasia, El Plan Estratégico Nacional sobre el VIH/SIDA se compromete a reducir la vulnerabilidad de las mujeres que viven con el VIH, las parejas femeninas de personas que usan drogas, y las mujeres de la población en general. Dos socios de la Alianza, la Fundación Nacional SIDA (NAF Mongolia, en sus siglas en inglés) y Alianza Ucrania, señalaron cómo las acciones en cuestiones de género han aumentado en sus países, gracias al apoyo del Fondo Mundial. Por ejemplo, en Ucrania, aunque la estrategia nacional sobre el VIH no está orientada hacia el género, los programas del Fondo Mundial han permitido que se centre la atención necesaria a las cuestiones de género pertinentes. Otros socios señalaron que se están incorporando acciones de género en la puesta en marcha de varias estrategias nacionales. En China, por ejemplo, los socios en gestión de proyectos, como las agencias gubernamentales, poco a poco invitan a más hombres que tienen sexo con hombres a participar en sus programas. En Bangladesh, ya existen programas nacionales que apoyan a las trabajadoras sexuales, a los hombres que tienen sexo con hombres y a las personas transgénero.

Las estrategias para revertir la epidemia del VIH no pueden tener éxito a menos que se adopte un liderazgo político continuado, y las mujeres y las niñas vean reforzado su empoderamiento. El gobierno debe utilizar los recursos para hacer frente a las necesidades y realidades de las mujeres y niñas. Estos recursos deben estar disponibles dónde más se necesitan, en programas para mujeres y niñas afectadas por el VIH y el SIDA. Debería haber más programas específicos de género y VIH, e intervenciones que tengan en cuenta la doble naturaleza de la epidemia como en Malasia, donde las mujeres son infectadas por transmisión heterosexual, mientras que los hombres contraen el VIH por el uso de drogas… La naturaleza multifacética de la relación entre la mujer y el VIH, requiere de una mayor participación de otros ministerios, y el establecimiento de redes de colaboración multisectoriales más amplias. Sin el reconocimiento de esta urgencia, de la necesidad de liderazgo, voluntad y compromiso político, la situación de las mujeres y las niñas continuará deteriorándose, y la proporción femenina afectada por la epidemia en Malasia, aumentará.» Malaysia AIDS Council, Malasia

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En general, sin embargo, muchos socios realizaron comentarios positivos en cuanto a las respuestas nacionales. Por ejemplo, KANCO consideró que aunque las acciones de género están incluidas en la estrategia nacional, la atención al género no es suficiente. Del mismo modo, la Alianza Nacional contra el SIDA en Costa de Marfil (ANSCI, en sus siglas en francés), sintió que su país “podría hacer más” – un sentimiento que también comparten las organizaciones Red de Ética, Derechos Humanos, Ley y Prevención de VIH/ SIDA (NELA) y CISHAN en Nigeria, la cual solicitó una revisión sistemática de cómo las políticas y los programas pueden mejorar las acciones de género. MAC observó cómo la falta de disponibilidad y orden en los datos – con la consiguiente falta de análisis y evidencias sobre género y sexualidad – supone un gran obstáculo para la comprensión clara de la complejidad contextual en Malasia, y el desarrollo de programas adecuados para reducir la vulnerabilidad. Una serie de socios de la Alianza en India estimaron que la atención al género no es suficiente dentro de sus respuestas nacionales. Expresaron que los programas tienden a concentrarse en la enfermedad (en vez de orientarse también hacia el empoderamiento y los derechos humanos), y que existe una necesidad urgente de difundir una perspectiva de género, incluso en áreas programáticas como la salud de mujeres y adolescentes. Otro grupo de socios de la Alianza, en países como Bolivia y Uganda, se mostraron más negativos e informaron sobre la exclusión del género de las respuestas nacionales al VIH. Promoteurs Objectif Zerosida (POZ, Haití) declaró que el género sólo se aborda en las iniciativas del Ministerio de la Condición de la Mujer, mientras que IPC consideró que, a pesar de los avances en algunos programas, la respuesta nacional queda determinada por lo “moralmente aceptable”, en lugar de los derechos humanos. RedLacTrans (América Latina y el Caribe), comentó que los programas nacionales a menudo se centran en la transmisión vertical del VIH, mientras que Rumah Cemara señaló la falta de un programa nacional directamente relacionado con la igualdad de género. Mientras tanto, SIDC-Helem-Liban indicó que, a pesar de la falta de estrategias nacionales específicas en la materia, el reconocimiento y el respeto a las cuestiones de género están incorporados en el desarrollo de las intervenciones en la lucha contra el VIH.

Cuadro 5: Un punto de vista del enfoque de género y sexualidad

¿Qué es un enfoque de género y sexualidad del VIH? Ante la pregunta, surgió el interrogante “¿Qué se entiende por un enfoque de género y sexualidad del VIH?”. Una visión común –entre los socios de India, Malasia y Uganda- es que este enfoque proporciona una manera de entender el trabajo de VIH basado en los roles y las expectativas que afectan a la vida de las personas, sus opciones e interacciones (sobre todo en relación a su sexualidad, deseos y comportamientos). Aunque tal vez, en relación con las diferencias biológicas, estos roles y expectativas están generadas y afirmadas por factores sociales, culturales, económicos y políticos. Varios socios, como Alianza Uganda, el Instituto de la Salud para la Madre y el Hijo (MAMTA, India) y AMSED (Marruecos), resaltaron que una perspectiva de género y sexualidad explica la fuerza motriz que existe detrás de las diferencias y desigualdades entre hombres y mujeres dentro de un contexto específico. A su vez, esta fuerza también afecta a la vulnerabilidad y al riesgo del individuo, así como a su acceso a los servicios y a su capacidad para practicar sus derechos humanos. IPC (Burkina Faso), concluyó que el género y la sexualidad es un enfoque completo que engloba todos los problemas que afectan al VIH. En algunos casos, las definiciones reflejaron diferentes áreas de énfasis. Algunos socios en África (como NELA y CISHAN en Nigeria, y ANS-CI en Costa de Marfil) hablaron casi exclusivamente de la necesidad de abordar los derechos de las mujeres y su acceso a los servicios (dentro de un contexto de epidemia donde el modo de transmisión más frecuente son las relaciones heterosexuales). Sin embargo, otros socios, como Alianza China y Rumah Cemara (Indonesia)ambos trabajando en Asia en un contexto de epidemias concentradas- insistieron también en la necesidad de abordar los temas clave relacionados con las poblaciones clave, como los hombres que tienen sexo con hombres y las trabajadoras sexuales. Alianza India citó la necesidad de desarrollar un enfoque integral – donde su contexto nacional requiere atención sobre la feminización de la epidemia y la elevada prevalencia entre hombres que tienen sexo con hombres y las personas transgénero.

Un enfoque de género y sexualidad en nuestro trabajo con el VIH implica una mejor cobertura de los problemas relacionados con el género y la sexualidad, en el diseño de programas y políticas nuevas para combatir el VIH. En otras palabras, para las partes interesadas en la lucha contra el SIDA esto implica hacer énfasis en las necesidades de las mujeres y de los grupos minoritarios (sexual y social) durante los ejercicios de planificación y el diseño de políticas.» Alianza Nacional Contra el Sida, Sénégal

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Algunos socios incluyeron otros problemas específicos en sus definiciones. NELA (Nigeria) y NAF (Mongolia) remarcaron la atención a la violencia de género, mientras que SIDCHelm-Liban, (Líbano) y NMP+ y MAMTA (ambos en India), destacaron las desigualdades de género en relación con las personas viviendo con el VIH, especialmente las mujeres. Alianza China articuló la necesidad de mirar a los problemas específicos de los hombres que tienen sexo con hombres, las trabajadoras sexuales y las mujeres que consumen drogas, mientras que SIAPP (India) señaló la necesidad de diseñar programas que aborden los problemas específicos de las personas transgénero en las cuestiones de género y sexualidad.

Algunos socios indicaron la necesidad de transición desde un enfoque de sensibilidad de género hacia un enfoque de género transformativo. Por ejemplo, HASAB (Bangladés) especificó que las intervenciones para hacer frente a la desigualdad de género no sólo deben empoderar a la mujer, sino también a los hombres, cuestionando sus ideas tradicionales sobre la masculinidad y la construcción de equidad de género en las relaciones. KANCO (Kenia), así como otros socios, incluyendo NAF y Redlactrans (ver caso de estudio 1), destacaron que el enfoque de género y sexualidad engloba también un trabajo de incidencia política para abordar las barreras políticas y legislativas.

Mientras algunos de los socios se centraron en definiciones más técnicas sobre género y sexualidad, otros, como HASAB (Bangladesh) y NAF (Mongolia), señalaron que ese enfoque debe ponerse en práctica en los trabajos de acción política y programación. AMSED (Marruecos) explicó que con el enfoque se pretende entender correctamente las desigualdades y los riesgos de género, y su relación con el VIH, y luego utilizar esa comprensión para diseñar unas intervenciones que reduzcan las desigualdades y combatan el VIH. SASO (India), argumentó que la comprensión de género y sexualidad es inseparable de una respuesta efectiva al VIH. KANCO (Kenia) ve el enfoque como la unión de una serie de componentes y como la incorporación de la perspectiva de género y la sexualidad en los programas de VIH, para hacer que las preocupaciones tanto de hombres como de mujeres formen parte del diseño integral de todos los programas, de su implementación, monitoreo y evaluación.

Caso de estudio 1 Creando redes para la promoción del género transformativo en América Latina y el Caribe La Red Latinoamericana y el Caribe de Personas Trans (RedLacTrans) es una red regional de personas transgénero que conecta 16 países en la región de América Latina y el Caribe. Fue creada como una plataforma para diseminar información, tomar medidas de acción y proporcionar la elaboración de informes sobre los abusos en contra de los derechos humanos que afectan a las personas transgénero. En 2008, los trabajos de incidencia política con los jefes de gobierno y los funcionarios públicos que trabajan en el campo de la salud, elevaron la representación de las personas transgénero en los espacios regionales de toma de decisiones. También influyeron en las políticas para aumentar su visibilidad e integrar sus prioridades en las políticas sanitarias y las reformas de ley. En Guatemala, RedLacTrans y otras organizaciones locales como “Reinas de la Noche”, utilizaron los medios de comunicación para dar a conocer los

asesinatos y las desapariciones de las personas transgénero, y participaron en una manifestación nacional para detener la violencia contra las mujeres. Sin embargo, esto ha empeorado la situación. Como describe Johana, Directora de RedLacTrans: “Como resultado de esas acciones, hubo más ataques y amenazas. Fui atacada y alguien intentó matarme”. Esto demuestra que, cuando la violencia es generada dentro de la policía y del Ministerio Público, es difícil reclamar justicia. Ahora, las organizaciones transgénero se dirigen a la Oficina de Derechos Humanos para denunciar y hacer públicos los crímenes de odio. RedLacTrans también trabaja para obtener una audiencia ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos y hacer presión a nivel internacional.

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¿Qué trabajo de género y sexualidad realizamos?

organización?, se contrastan con los cuatro grupos de implementación de acciones descritos en el punto 3.9 de los estándares de programación (ver tabla 2).

Estándares de buenas prácticas en la programación del VIH de la Alianza

Algunas de las estas actividades son: la integración del análisis de género en la planificación organizacional, programática y de evaluaciones; la colección y el análisis de datos desglosados por género; la evaluación y capacitación sobre género o la incorporación de un enfoque de género transformativo en los programas de VIH actuales y futuros.

En Junio de 2010, la Alianza publicó los “Estándares de Buenas Prácticas para la Programación del VIH”, para guiar el diseño, la implementación y la evaluación de los programas de la Alianza25 (ver anexo 3). Los estándares están relacionados con siete áreas técnicas:26

1. Derechos humanos y mayor participación de las personas que viven con el VIH (GIPA)

2. Investigación, evaluación y documentación 3. Prevención del VIH 4. La integración del VIH, la salud y los derechos sexuales

Acciones a nivel de programación y organización (Grupo 1 de acciones de implementación) El 82% de los 28 socios indicaron que están llevando a cabo (uno o más) acciones de implementación a nivel organizacional y programática, del estándar 3.9 (mostrados en la tabla 2)

reproductivos

5. La tuberculosis y el VIH 6. La programación de VIH para niños 7. El uso de drogas y el VIH Cada área de programación incluye un número de estándares medibles y basados en puntos de referencia de calidad. Cada estándar cuenta con una descripción de su significado y las evidencias que lo fundamentan, sugerencias para su implementación, marcadores de progreso y una lista de investigaciones y recursos pertinentes. Los estándares proporcionan un marco para examinar la correlación entre el trabajo de la Alianza en materia de género, con las buenas prácticas y, a su vez, identifican el tipo de apoyo que necesitan las organizaciones para cumplir con tales estándares. La sección siguiente se centra en el estándar 3.9, que aborda específicamente un enfoque de género transformativo, mientras revisa brevemente otros ejemplos de estándares relevantes.

Área de programas 3. Prevención del VIH

Estándar de buenas prácticas 3.9 Nuestra organización utiliza un enfoque de género transformativo para la prevención del VIH

Estándar de buenas prácticas de la Alianza respecto a un enfoque de género transformativo En este informe, con el objetivo de explorar los enfoques de género transformativo más ampliamente, el estándar 3.9, explica cómo abordar la prevención, el apoyo, el tratamiento y la atención al VIH. Las respuestas a la pregunta de la encuesta ¿Qué trabajo de género y sexualidad realiza su

Algunos participantes indicaron que sus estrategias incorporan algún tipo de análisis de género. CiSHAN (Nigeria) utiliza ese análisis para explorar las diferencias de información desglosada por sexo, para que sus políticas, programas y proyectos identifiquen y satisfagan las diferentes necesidades de hombres y mujeres. Para AMSED (Marruecos), la integración de un enfoque de género fue la recomendación clave para el conocimiento y el estudio práctico de las necesidades de las niñas y las mujeres analfabetas, sobre las enfermedades de transmisión sexual (ETSs) y la prevención del VIH. Mientras tanto, MAC (Malasia) basó su estrategia en el Plan Estratégico Nacional del gobierno sobre el VIH, apoyándose en el contexto epidemiológico nacional que se caracteriza por una fuerte desigualdad de género. MAC se centra en el apoyo a las mujeres que viven con el VIH, a las parejas femeninas de las personas que usan drogas y a las mujeres de la población en general. IPC (Burkina Faso) ha estudiado los datos sobre la situación epidemiológica del país para explorar las cuestiones de vulnerabilidad, e identificar la dirección estratégica de su programación – la integración de género y la SDSR. Los valores y los principios de IPC promueven la igualdad de derechos y es el punto central de su planificación e implementación, así como de su enfoque en el monitoreo y evaluación. Alliance Nationale Contre le SIDA (ANCS, Senegal) responde a su contexto nacional de modo parecido – caracterizado por una feminización de la epidemia y una prevalencia mayor entre las poblaciones clave – mediante el desarrollo de una doble estrategia con mujeres y minorías sexuales, especialmente con los hombres que tienen sexo con hombres y las trabajadoras sexuales. Existen varios ejemplos de acciones sobre cómo ANCS aborda las cuestiones de género en estas poblaciones: mediante la movilización, la sensibilización y los grupos de discusión; la reducción del estigma y la discriminación; la promoción de los servicios de

25. La Alianza fue la organización que lideró y respaldó del “Código de Buenas Prácticas para las ONG respondiendo al VIH” (2004). Los estándares de programación reflejan el compromiso de la Alianza para la implementación del código. 26.Los estándares de tratamiento y atención se están desarrollando en la actualidad y se incorporarán posteriormente.

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Tabla 2: Porcentaje de los socios de la Alianza que presentan, al menos, una acción de implementación del uso de un enfoque de género transformativo Grupos de implementación de acciones del Estándar 3.9 de las buenas prácticas de programación de la Alianza: ‘Nuestra organización utiliza un enfoque de género trasformativo para la prevención del VIH’ Grupo 1 acciones de implementación: Acciones a nivel organizacional y de programación

% de socios 82%

> Integrar un análisis de género en el ciclo de planificación y programación de la organización e incorporar las cuestiones de género en las evaluaciones comunitarias participativas. > Coleccionar y analizar datos del programa e indicadores desglosados por sexo y edad, y otros parámetros de equidad. Alojándolos en el sistema de monitoreo y de evaluación organizacional. > Evaluar y desarrollar la capacidad organizativa necesaria para comprender y abordar los vínculos entre las desigualdades de género y el VIH. > Incorporar un enfoque de género transformativo en los programas actuales y futuros de prevención del VIH.

Grupo 2 acciones de implementación: Acciones a nivel individual, familiar y de pares

86%

> Involucrar a personas de todas las identidades de género, individualmente y en conjunto (incluyendo las personas que viven con VIH), en los programas de prevención del VIH; mejorar la calidad de sus relaciones e integrar las cuestiones de género en los cambios de comportamiento, las intervenciones, las comunicaciones y los materiales. > Proporcionar a las personas de cualquier identidad de género, que son especialmente vulnerables o con mayor riesgo al VIH/ violencia, con espacios de apoyo seguros y sin prejuicios (o referirles a esos espacios). > Fortalecer los mecanismos para documentar, informar y responder a la violencia de género y a las violaciones de otros derechos. > Capacitar a las personas de todas las identidades de género para tener más control sobre su toma de decisiones sexuales y la reducción del riesgo, desarrollando sus habilidades y proporcionándoles servicios sociales de apoyo que aborden las desigualdades socioeconómicas. > Tener un enfoque centrado en las familias y trabajar con ellas para crear un ambiente acogedor en el hogar que ayude a modificar las normas sociales y de género (los hombres como cuidadores, por ejemplo). Esto se puede realizar mediante una comunicación de cambio de comportamiento, el desarrollo de habilidades e intervenciones en los medios de vida que empodere a las familias (particularmente a las mujeres) ha acceder a los recursos financieros, y mediante otros recursos. > Cambiar las normas del grupo a través de actividades educativas y aumentar el apoyo mutuo para obtener unas normas de género positivo.

Grupo 3 acciones de implementación: Acciones a nivel comunitario y de servicios

75%

> Involucrar a los líderes comunitarios en actividades educacionales, campañas y con los medios de comunicación para cuestionar las normas de género perjudiciales. > Movilizar a las comunidades mediante actividades de divulgación, información, educación e intervenciones participativas. > En cooperación con las comunidades locales, convertir los espacios locales en lugares más seguros. > Capacitar y sensibilizar a los trabajadores de la salud, la policía, el personal penitenciario y otro personal clave, para ofrecer servicios no discriminatorios y sensibles a las necesidades de las personas de todas las identidades de género. > Proporcionar a las personas con/o referirlas a los servicios de salud, sociales, jurídicos y otros servicios que incluyan a personas de cualquier identidad de género u orientación sexual.

Grupo 4 acciones de Implementación: Acciones a nivel político y social.

57%

Incidencia política para: > El acceso equitativo a los servicios integrados del VIH para las personas de cualquier orientación sexual o identidad de género. > La protección contra la violencia de género, la coerción y el abuso, especialmente para las personas que son percibidas como transgresoras de las normas de género y sexualidad. > Cambiar las políticas, las leyes o costumbres que limitan el poder y la autonomía de la mujer, que prescriben definiciones tradicionales y limitadas sobre la masculinidad, la feminidad y otras identidades de género, y que afectan al derecho de propiedad y de herencia, y al acceso a la educación. > Buscar aliados (como organizaciones de derechos humanos, organizaciones de mujeres y redes comunitarias, entre otras) y capacitarles para establecer vínculos entre el VIH, los derechos humanos y el género. > Priorizar las necesidades en situaciones de conflicto, guerra y desplazamiento. > Asegurarse de que las intervenciones de género transformativo reflejan la diversidad de identidades de género y orientación sexual, y abordan sus necesidades específicas y cambiantes. Por ejemplo, promover un pensamiento crítico sobre la identidad de género y el papel de los adolescentes mediante la educación, información, eventos especiales, y campañas; involucrar a los hombres en la salud materno-infantil, la prevención de la transmisión del VIH de madre a hijo, y las estrategias de prevención de la violencia; involucrar a las mujeres en los programas de circuncisión masculina. > Prestar especial atención a las personas con mayor riesgo a la infección por VIH, como las parejas discordantes, las familias y los individuos afectados por el VIH, adultos y gente joven que mantienen relaciones sexuales inter-generacionales y simultáneas, y mujeres transgénero. Enfoques de género y sexualidad: Respondiendo al VIH


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prevención de la transmisión de madre a hijo; la distribución de condones femeninos y masculinos, y el mayor acceso al asesoramiento y a las pruebas del VIH. Los socios de la Alianza también han apoyado a las organizaciones no gubernamentales (ONG) y a las organizaciones de base comunitaria (OBC), para que basen su trabajo en un análisis contextual de género. Por ejemplo, Alianza China apoyó a un grupo de hombres que tienen sexo con hombres en la ciudad de Kaiyuan, Yunnan, para incluir las cuestiones de género y sexualidad en una evaluación comunitaria participativa. También contribuyó en la participación de los hombres en el diseño e implementación del proyecto, con un asesoramiento intensivo sobre la programación de enfoques. Del mismo modo, otros socios indicaron que también recogieron y analizaron datos e indicadores desglosados por sexo y edad, y otros factores de equidad. KANCO (Kenia) llevó a cabo una auditoría sobre el nivel de perspectiva de género entre sus organizaciones, junto con un estudio de referencia del género y el VIH, y las violaciones de los derechos humanos en las comunidades. Los resultados de ambos fueron fundamentales para la definición de los programas de la organización y su incidencia política. Algunos socios también detallaron los pasos que siguieron para evaluar y desarrollar su propia estrategia en materia de género. Alianza Ucrania, observó la equidad de género en los procesos de contratación, capacitando y actualizando al personal en materia de género, realizando investigaciones de género y sexualidad, y re-programando y desarrollando, con el apoyo del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas y del “Open Society Institute”, materiales de información sobre cuestiones de género sobre mujeres y niñas, hombres y niños. AMSED (Marruecos), al igual que NMP+ (India), también han capacitado a su personal sobre cuestiones de género y sexualidad, centrándose en el estigma y la discriminación. Un gran número de socios – entre los que se encuentran Alianza Uganda, IPC (Burkina Faso) y KANCO (Kenia) – señalaron que capacitan en materia de género a las ONG y OBC que apoyan. Algunos ejemplos específicos incluyen: n

RedLacTrans ofrece talleres para las personas transgénero sobre temas como la identidad de género.

n

SIAAP (India) integra información detallada sobre género y sexualidad en la capacitación de áreas como el asesoramiento a las ONG y las OBC que trabajan con trabajadoras sexuales y hombres homosexuales y bisexuales.

n

AMSED (Marruecos) proporciona formación en cuestiones relacionadas con la prevención del VIH y la violencia, en los proyectos con trabajadoras sexuales.

n

Alianza Ucrania combina la formación a sus socios en cuestiones de género, con el suministro de información y materiales.

Enfoques de género y sexualidad: Respondiendo al VIH

El trabajo de fortalecimiento de SIDC-Helem-Liban (Líbano) ha incluido: grupos de formación para jóvenes sobre género, sexualidad y el VIH; integrar el género en la educación y en el trabajo de prevención; capacitar a las mujeres que viven con el VIH para cuidar de sí mismas. MAMTA (India) – que trata en sus programas temas transversales en materia de género, sexualidad y derechos humanos – complementa su trabajo de fortalecimiento con las ONG y las OBC, desarrollando materiales y manuales (por ejemplo, educación sobre sexualidad y capacitación de género); creando una sección de recursos nacionales e internacionales; y facilitando una red de 134 ONG en siete estados de la India, centrándose en los jóvenes y la salud sexual y reproductiva (SSR). Mientras tanto, Alianza China, desde 2005, ha financiado un programa de apoyo a mujeres VIH-positivas. Esto combina el desarrollo de capacidades con la participación en el diseño, la ejecución y la gestión de proyectos. Por último, aunque la encuesta de la Alianza no especificó a los encuestados definir o describir su enfoque de género trasformativo, existen indicios de que utilizaron varias estrategias relevantes. Por ejemplo, gracias al apoyo del Fondo Mundial, NAF (Mongolia) apoya los programas de prevención de las poblaciones clave, como las trabajadoras sexuales, los hombres que tienen sexo con hombres, las poblaciones móviles, los menores de edad y las personas que usan drogas. A través de las capacitaciones y la formación, NAF cubre una amplia gama de cuestiones, desde la orientación sexual, al sexo seguro y la salud reproductiva. Del mismo modo, el Instituto de Desarrollo Humano (IDH, Bolivia), incorpora el género y la sexualidad en su programa de prevención, por ejemplo, trabajando con los padres para aumentar su comprensión sobre temas de sexualidad. Para IDH y Khmer HIV/AIDS NGO Alliance (KHANA) en Camboya (Ver caso de estudio 2), el compromiso de sus organizaciones con el género y los enfoques transformativos, ha significado el desarrollo de sus estrategias políticas y organizativas globales.


CASO DE ESTUDIO 2

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Desarrollando estrategias de organización en materia de género, sexualidad y diversidad en Camboya En 2010, KHANA – la mayor organización nacional de VIH en Camboya, que apoya aproximadamente a 70 organizaciones locales- desarrolló una estrategia de género, sexualidad y diversidad basada en una evaluación, encargada por su equipo directivo, para identificar las deficiencias en cuestiones de género en su programación, cultura y práctica organizacional. La evaluación tuvo un enfoque de género amplio, abordando un abanico de construcciones y roles sociales, rasgos de personalidad, actitudes, comportamientos, valores, poderes e influencias que la sociedad atribuye a las mujeres y los hombres. Una estrategia de género compromete a KHANA a la elaboración de planes, políticas y programas que: < Estén fundamentados en un análisis general de género y sexualidad, y unos datos desglosados por sexo, edad y otros factores de diversidad relevantes. < Integren el género y la sexualidad en cada etapa de la planificación, la implementación, el monitoreo y la evaluación. < Garanticen la existencia de fondos y recursos suficientes disponibles para construir una perspectiva de género mayoritaria y facilite un cambio de actitudes en KHANA y sus socios, respecto a la igualdad de género y los derechos humanos. < Promuevan la igualdad de género y los derechos humanos para todos. < Promuevan la diversidad y la participación significativa de las personas que viven con/o están afectadas por el VIH dentro de KHANA y sus socios, y en la respuesta nacional al VIH. < Activamente aborden la homofobia, la discriminación sexual, el acoso y la desigualdad dentro de la organización a través de un código de conducta, una mayor sensibilización y un sistema de rendición de cuentas. < Hagan frente a las prácticas sistemáticas que crean barreras para reducir la vulnerabilidad de las mujeres y las niñas al VIH, incluyendo la violencia de género y la explotación y el abuso sexual. < Involucren activamente a los hombres y a los niños como aliados en la promoción de la igualdad de género y el cumplimiento de las necesidades de género de las mujeres, las prácticas y las estratégicas. < Participen y coordinen con los socios, los gobiernos, los donantes y las organizaciones de la sociedad civil, para promover y apoyar maneras efectivas y creativas para promover la igualdad de género. < Supervisen, evalúen e institucionalicen el aprendizaje organizacional de un enfoque de género en los programas sobre el VIH, en las comunidades de base. < Garanticen el presupuesto, la contratación, la formación, la gestión y los sistemas de toma decisiones para el apoyo de los derechos de las mujeres y la igualdad de género.

La estrategia se centra tanto en acciones internas como externas, y se basa en cuatro objetivos: 1. Crear un ambiente interno que propicie la promoción de la diversidad y la igualdad de oportunidades, independientemente del género, orientación sexual o estatus de VIH, y apoyar al personal para que contribuya plenamente. Las principales actividades son: presencia de políticas familiares en el lugar de trabajo; aumentando la capacidad de KHANA para reclutar y promover personal femenino; sensibilización, liderazgo y ejemplos de conducta, por parte de los cargos directivos, en diversidad e igualdad de oportunidades; hacer frente a las normas de género que desalientan a las mujeres a pedir un ascenso. 2. Integrar el análisis y la perspectiva de género durante todo el ciclo de la programación, es decir, durante la evaluación de las necesidades y la planificación, la contratación y el apoyo técnico a los socios ejecutores, la prestación de servicios, el seguimiento y la evaluación. Las principales actividades incluyen: sensibilizar sobre las desigualdades de género y su impacto en la vulnerabilidad al VIH; capacitando sobre perspectivas de género y sexualidad; abordando las normas de género y sexualidad y la desigualdad en los programas de prevención del VIH; generando y diseminando la información necesaria para apoyar la perspectiva de género. 3. Incidencia política para promover, proteger y tomar conciencia sobre los derechos de las mujeres, los hombres, las personas transgénero y los niños, para prevenir y mitigar las vulnerabilidades basadas en el género ante los impactos del VIH. Las principales actividades incluyen: incidencia política en KHANA y con los socios ejecutores, y en torno a la programación nacional y las políticas. 4. Empoderando a las personas que viven o están afectadas por el VIH, y las poblaciones en riesgo, a minimizar su vulnerabilidad a la infección por causa del VIH y mitigar los impactos de género por el VIH. Las principales actividades incluyen: trabajar con otras organizaciones que tiene programas de capacitación y experiencia; y proporcionar a las personas con el conocimiento, las habilidades y las oportunidades que necesitan para empoderarse. La estrategia de género incluye un plan de trabajo indicativo con las actividades principales, acompañada con indicadores a corto, medio y largo plazo. La estrategia también se alimenta del proceso anual de re-planificación de KHANA. El proyecto de estrategia fue presentado a la junta directiva de KHANA en abril de 2010 y aprobado manera informal.

Enfoques de género y sexualidad: Respondiendo al VIH


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Acciones a nivel individual, familiar y de pares (Grupo 2 de acciones de implementación) El 86% de los socios indicaron que están llevando a cabo una o más de las acciones de implementación a nivel individual, familiar y de pares, del estándar 3.9 (como se indica en la Tabla 2). Estas acciones incluyen: involucrar en los programas a todos los ciudadanos, independientemente de su identidad de género; facilitar espacios seguros para las personas; documentar y responder a la violencia de género y otros abusos contra los derechos humanos; empoderar a las personas para que tengan control en la toma de decisiones sobre su vida sexual y la reducción de riesgos; tener una perspectiva de familia ante las normas de género inestables; y modificar las normas grupales a través de actividades educativas y de apoyo entre pares. La encuesta confirmó que los socios de la Alianza apoyan el trabajo relacionado con género y sexualidad en varias comunidades (ver cuadro 6). Entre las acciones más relevantes se encuentran las de AMSED (Marruecos), que capacita a las trabajadoras sexuales para negociar el uso de los preservativos, la prevención y la sensibilización sobre el VIH con los clientes. MAC (Malasia) dirige sus esfuerzos a empoderar a las mujeres de la población en general, las mujeres que viven con el VIH, y las parejas femeninas de las personas que consumen drogas: armoniza la proporción de amparo con la organización de talleres, las acciones de sensibilización y el apoyo de pares (ver caso de estudio 3). Tan sólo un pequeño número de socios, incluyendo TASSOS (India), mencionan los esfuerzos para abordar la violencia de género. Hamsafar (India) cita acciones educativas, como

Cuadro 6: Las comunidades con las que trabajamos

la organización de talleres sobre sexualidad en colegios y universidades. Rumah Cemara (Indonesia) describe su enfoque de apoyo de pares en Java Occidental, entre los diferentes tipos de personas que viven con el VIH, incluyendo los hombres que tienen sexo con hombres, las personas transgénero, mujeres, trabajadoras sexuales y consumidores de drogas. El trabajo consiste en proporcionar información y preservativos, así como el aumento del acceso a los servicios, como el tratamiento de las ETS, el asesoramiento y las pruebas voluntarias. Cada tres meses, el grupo de apoyo lleva a cabo una reunión con personas que viven con el VIH. El trabajo ha ayudado a la unificación de varios grupos de la región y a apoyar a las personas que viven con el VIH para que trabajen y esten involucradas en los programas de Comisión SIDA. NMP+ también citó el apoyo de pares en relación con el género. A través de sus programas de prevención, ANSCI (Costa de Marfil) ayuda a las mujeres a expresar y negociar el uso del preservativo durante el sexo transaccional. Los centros de pruebas y de asesoramiento voluntario también colaboran con centros juveniles, que a su vez llevan a cabo actividades relacionadas con el género y la sexualidad. NELA (Nigeria) dio ejemplo de lo que significa el trabajo individual de género con mujeres. El trabajo de NELA incluye atención al apoyo económico, empoderamiento de la mujer e información sobre el VIH, las ETS y la planificación familiar. La organización narra la historia de cómo una de sus clientas había sido maltratada por su marido, y fue referida a una clínica de NELA desde el centro de atención primaria más cercano. Tanto la mujer como su marido recibieron asesoramiento, pero él continuó con su comportamiento y se negó a darle apoyo. NELA ayudó a la mujer a poner en marcha un proyecto para generar ingresos que le permitió mantenerse a sí misma y a su bebe. El marido, al ver a su mujer sana, se disculpó con ella.

De los 28 socios de la Alianza que respondieron a la encuesta, el 82% trabajan con trabajadoras sexuales, el 79% con hombres que tienen sexo con hombres, el 39% con personas que usan drogas y el 36% con personas transgénero. Otros grupos incluyen: mujeres viviendo con el VIH; niños viviendo con el VIH; huérfanos y niños vulnerables; mujeres y niñas analfabetas; mujeres de la población en general; niños escolarizados; las parejas femeninas de las personas que usan drogas; niños de la calle; clientes de trabajadoras sexuales; gente joven; estudiantes; ex usuarios de drogas; prisioneros; personas con discapacidades; profesores; padres; jóvenes de las zonas rurales; y trabajadores inmigrantes.

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Caso de Studio 3 Apoyando y empoderando a mujeres vulnerables en Malasia MAC reconoce que la desigualdad de género en Malasia afecta la vulnerabilidad de género de las mujeres de la población en general, las mujeres viviendo con el VIH y las parejas de los usuarios de drogas, de manera similar, pero diferente a la vez. Las creencias profundamente arraigadas, y las expectativas en torno a los roles sociales y los comportamientos de las mujeres y las niñas les impiden acceder a una educación, a unos servicios y a un apoyo adecuados. Las mujeres viviendo con el VIH y las parejas femeninas de los usuarios de drogas se enfrentan a mayor estigma, ya que su estatus esta visto como fuera de las normas. El trabajo de MAC se centra en el empoderamiento de las mujeres en estos grupos a través de una serie de actividades, tales como programas de difusión, eventos de sensibilización comunitaria, talleres, visitas a las clínicas sin cita previa, programas de apoyo de pares y la provisión de refugios. Los programas de vinculación de MAC y sus socios giran en torno a la educación de la SSR. Algunas de las actividades, en colaboración con el Ministerio de la Mujer, toman la forma de eventos y talleres de sensibilización de la comunidad, que buscan crear conciencia en torno al género, la desigualdad y la discriminación, y capacitar sobre la salud sexual y reproductiva. Estas iniciativas están dirigidas a todas las comunidades y tratan de involucrar a hombres y a mujeres, para aumentar su conocimiento sobre las cuestiones de género. Desde 2006, MAC también ha liderado talleres de capacitación específicamente con las mujeres viviendo con el VIH. Estos talleres de “formación de formadores” proporcionan a los participantes las habilidades necesarias para pasar la información a otras mujeres viviendo con el VIH. Como resultado, un número de mujeres viviendo con el VIH que participaron en los talleres, están ahora trabajando sobre el terreno con MAC o con los socios encargados de la implementación. Junto con sus socios, MAC también apoya cuatro albergues que dan refugio a grupos específicos de mujeres vulnerables. Dos albergues proporcionan alojamiento temporal a las mujeres viviendo con el VIH y a sus hijos. El personal del albergue utiliza una perspectiva centrada en la familia, combinando actividades educacionales internas y externas

con las mujeres, para facilitar su eventual reintegración en la comunidad. Existe un tercer albergue para las parejas femeninas de los usuarios de drogas, mientras que el cuarto proporciona alojamiento y servicios para las trabajadoras sexuales y las mujeres sin hogar que viven con el VIH. MAC aconseja a cada uno de estos albergues a trabajar con las familias y las comunidades para que las mujeres puedan llegar a salir del centro y buscarse un medio de subsistencia en sus propias comunidades. Algunos de los albergues también operan clínicas de atención sin cita previa para mujeres viviendo con el VIH, y las parejas femeninas de los usuarios de drogas, proporcionando información educativa y de apoyo. Por último, MAC también opera en hospitales con programas de apoyo de pares para los hombres y mujeres que viven con el VIH. Estos dependen de derivaciones de los hospitales y se centran principalmente en el apoyo psicosocial y a la adhesión al tratamiento antirretroviral. En particular, MAC ve aquí una oportunidad para la integración de los programas de pares con actividades de alcance externas. Actualmente, los trabajos de incidencia política están dirigidos a conseguir apoyo del gobierno para los programas de atención domiciliaria, que permitirían a los trabajadores combinar el tratamiento y la atención a las personas que viven con el VIH con actividades de sensibilización a las familias. MAC cree que este enfoque puede jugar un papel clave en la reducción del estigma, y en el aumento de la toma de conciencia. Aunque MAC ha sido testigo de buenos resultados en cada uno de sus diferentes programas y actividades, también ha identificado nuevas oportunidades para ampliar el alcance de su trabajo con el enfoque de género. En particular, MAC ve el potencial de aplicar una perspectiva centrada en la familia para la programación con los usuarios de drogas, para que llegue a los socios de esos miembros de la comunidad y así fomentar la protección. Argumentan que esto requiere de un cambio ideológico, de pasar de considerar sólo los aspectos de salud de las drogas, a considerar los aspectos relacionados con el género en las relaciones de los usuarios de drogas y centrarse en el empoderamiento de sus parejas. En consecuencia, MAC ha comenzado a dirigir su trabajo de incidencia política nacional en esta línea.

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Acciones a nivel comunitario y de servicios (Grupo 3 de Acciones de implementación) El 75% de los socios indicaron que están llevando a cabo una o más acciones a nivel de implementación comunitaria y de servicios para el estándar 3.9 (véase la tabla 2). Acciones en materia de género, como la movilización de comunidades a través de programas sociales, formando al personal de salud y otras partes interesadas, involucrando líderes comunitarios y proporcionando a las personas con servicios legales y sociales. TASSOS (India) ha promovido una política de género a nivel estatal y ha difundido una versión traducida a todos sus socios. Lleva a cabo talleres y cursos de formación para

trabajadores de la salud en Tamil Nadu y Pondicherry. SIAAP (India) ha empoderado a las trabajadoras sexuales y a los hombres homosexuales y bisexuales de la comunidad, mediante la construcción de organizaciones comunitarias para abordar el estigma y la discriminación relacionados con las cuestiones de género y sexualidad. Junto a una amplia gama de programas de formación para abordar las cuestiones de género y sexualidad, SIAAP proporciona apoyo a las trabajadoras sexuales cuando son arrestadas, incluyendo ayuda legal. IDH (Bolivia) es un buen ejemplo de cómo aplicar un enfoque integral de acciones a nivel de servicios comunitarios, ya que han sabido abordado las cuestiones de género en un entorno socio-cultural complicado (ver caso de estudio 4.)

Caso de Studio 4 Abordando las normas de género negativas en Bolivia a través de la formación y los programas sociales IDH ve el género como un tema transversal en su trabajo, y ha desarrollado unos estándares internos para la programación de género. La organización reconoce que la desigualdad de género es un factor estructural de la transmisión del VIH en Bolivia, donde una cultura machista fuertemente arraigada, alimenta la violencia de género y el excesivo consumo de alcohol. El trabajo de IDH en esta área consiste en un análisis de género sobre el machismo y el estatus socio-económico y cultural de la mujer. También examina las consecuencias del consumo excesivo de alcohol y el impacto en las familias, los niños, las esposas, las relaciones sexuales, las enfermedades y la violencia. Desde 2010, IDH ha incluido el tema de género y sexualidad en su programa de prevención, reconociendo que la sexualidad es un punto de partida necesario para una mejor comprensión del VIH. Sin embargo, IDH entiende que la desigualdad también tiene un impacto en el acceso al tratamiento y la atención del VIH y, en consecuencia, ha formado en materia de género a más de un millar de trabajadores de la salud en entornos urbanos y rurales. IDH también ha liderado las sesiones de formación en las escuelas, las universidades, la policía y el ejército. Los facilitadores, por lo general, utilizan principalmente dos

Enfoques de género y sexualidad: Respondiendo al VIH

métodos: la proyección de películas, (para estimular la reflexión y el debate entre los participantes) y un teatro foro (para permitir a los participantes explorar cómo las cuestiones de género, el alcohol y el VIH influencian sus propias vidas) Las encuestas realizadas antes y después de las intervenciones mostraron cambios positivos en el conocimiento sobre el VIH, el género y las conductas de alto riesgo relacionadas con el alcohol y la violencia. Las encuestas también han mostrado una mayor toma de conciencia entre los participantes y la capacidad para criticar las conductas machistas. La implementación del trabajo de género puede ser un reto en Bolivia, considerando especialmente el grado de normalización del machismo, el alcohol y la violencia en la sociedad. IDH ha aprendido que tiene que desafiar estas cuestiones de una manera sensible. Este es el caso al abordar el machismo en las culturas indígenas, ya que criticar cualquier aspecto de la cultura indígena es políticamente sensible. IDH también ha aprendido que ya hay muchas organizaciones involucrando a las mujeres en las cuestiones de género; de modo que ha decidido centrar su trabajo en cuestiones sobre la masculinidad e involucrar a los hombres para el cambio social.


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Acciones a nivel político y social (Grupo 4 de acciones de implementación) El 57% de los 28 socios indicaron que realizaron uno o más acciones de implementación a nivel social y de políticas para el estándar 3.9 (véase la tabla 2). Estas acciones se centran en diferentes tipos de incidencia política en torno a un enfoque de género trasformativo. Por ejemplo, en relación a la igualdad, a la violencia de género, la coerción y el abuso, y las políticas, las leyes y costumbres que limitan la autonomía de la mujer. También en acciones centradas en la búsqueda de aliados y en la construcción de movimientos en materia de género; priorizando las necesidades en situaciones de conflicto; asegurando que las intervenciones reflejan la total diversidad de identidad de género y orientación sexual; y prestando una atención especial a las personas con mayor riesgo a la infección del VIH.

Caso de Studio 5

En algunos contextos, por ejemplo, los socios de la Alianza han movilizado a las organizaciones de la sociedad civil para colaborar y explorar las cuestiones de género y sexualidad e identificar los mensajes comunes. RedLacTrans organizó una reunión sobre género y sexualidad que congregó a 16 organizaciones representando a las diversas identidades sexuales en Nicaragua, y NAF (Mongolia) ha proporcionado una voz a la sociedad civil, en el entorno político y legislativo, sobre cuestiones que afectan a las personas que viven con el VIH, las trabajadoras sexuales y a los hombres que tienen sexo con hombres. KANCO (Kenia) ha participado activamente en numerosas actividades de incidencia política nacional; como pertenecer al grupo de trabajo nacional sobre género para promover el desarrollo, e implementar políticas sobre cuestiones de género. MAMTA (India) apoyó a la Organización Nacional de lucha contra el SIDA, con la formación de un comité de expertos para revisar el contenido del programa de estudios para adolescentes, y asegurar una perspectiva más amplia de

Diseñando la Estrategia Nacional del VIH en Kenia KANCO es una de las organizaciones líderes del VIH en Kenia, con 960 afiliados entre grupos comunitarios, organizaciones religiosas y ONG. Para KANCO, el género es un componente importante en sus políticas y programas. En los últimos años, su programa de género ha incluido un proyecto de desarrollo comunitario de género que capacitó sobre cuestiones de género, el VIH y los derechos humanos, a mujeres y a niñas y a algunos hombres y niños; y también un programa de capacitación para sus organizaciones miembro, sobre la perspectiva y la violencia de género. Para completar su trabajo programático, KANCO también ha sido miembro de diversas políticas nacionales y órganos de coordinación, abogando por el desarrollo y la implementación de políticas de género. Por ejemplo, contribuyó en el Grupo de Trabajo Nacional de Género participando en la revisión de la reunión del Programa Conjunto sobre el SIDA y otros foros, durante la revisión de la Estrategia Nacional sobre el SIDA. La nueva estrategia nacional de Kenia incluye el uso de indicadores desglosados por sexo, objetivos, prioridades y presupuestos. KANCO también está trabajando para asegurar que las cuestiones de género son incorporadas en las leyes del país. KANCO contribuyó al desarrollo del Decreto de Ley sobre el VIH, asegurando que, cuando se viola el decreto se establece un tribunal donde dos de los siete miembros del jurado deben ser mujeres. En la actualidad, KANCO está

trabajando para modificar las leyes de la Ley de Sucesión (que determina cómo una propiedad pasa de una persona a otra), para asegurarse de que es más sensible al género. KANCO también estuvo involucrada en el establecimiento de varias cláusulas dentro de la Constitución Nacional, que estipulan que ciertos comités no pueden llevarse a cabo sin la participación de un determinado porcentaje de mujeres. A pesar de los cambios recientes en la ley en Kenia respecto a la sensibilidad a los problemas por cuestiones de género, su implementación continúa siendo un gran reto. Las prácticas culturales, como las cuestiones sobre la herencia y la desheredación de la esposa y las mujeres viudas (que dejan a las mujere en la pobreza y vulnerables a comportamientos de alto riesgo, como las relaciones transaccionales sin protección) persisten, contribuyendo a la propagación del VIH. Otro reto es la naturaleza profundamente arraigada de la desigualdad de género en la sociedad keniana, en particular en las zonas rurales. Mientras que las mujeres se sienten empoderadas después de una capacitación sobre género y más conscientes de sus derechos, muchas mujeres encuentran difícil desafiar la desigualdad de género en su vida diaria. KANCO ha aprendido de ésta experiencia, que se necesitan más programas para incorporar modelos masculinos que sirvan como ejemplo para trabajar con otros hombres y así cambiar las normas de género perjudiciales.

Enfoques de género y sexualidad: Respondiendo al VIH


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SDSR, e incluir las cuestiones de género y sexualidad. Tanto el comité de expertos como los órganos de gobierno, estuvieron formados por representantes de instituciones especializadas en investigación y formación, profesores y asociaciones de padres y maestros. El gobierno ha introducido en todo el país, la versión revisada de un plan de estudios de 16 horas. Un número de socios que respondieron a la encuesta de género y sexualidad de la Alianza, están implementando el Proyecto de Acción para Asia del Sur (HASAB en Bangladés, la Alianza India, MAMTA y SASO también en India). Este proyecto es una iniciativa de movilización comunitaria e incidencia política designada para apoyar la SDSR de los adolescentes y los jóvenes más vulnerables de la región. El proyecto fortalece los grupos y las redes de jóvenes, y aboga por la participación de los jóvenes en los procesos de programación y la creación de políticas sobre SDSR. Incrementa el acceso de los jóvenes de las comunidades más vulnerables a una educación y unos servicios integrales sobre SDSR. Junto a la promoción de servicios para jóvenes, el trabajo de incidencia política tiene como objetivo abordar las normas perjudiciales de género y culturales, y aumentar los conocimientos y aptitudes para la vida entre los jóvenes, especialmente entre hombres jóvenes que tienen sexo con otros hombres y los usuarios de drogas.

Otros estándares de buenas prácticas relacionados con el género y la sexualidad Además del estándar 3.9, existen otros Estándares de Buenas Prácticas para la programación del VIH que tienen relevancia directa con el trabajo de género y sexualidad que realizan los socios de la Alianza. Estos estándares se describen más abajo, junto con una breve descripción extraída de las respuestas de la encuesta sobre el trabajo realizado en esta área. HASAB (Bangladés), indicó que su proyecto “Promoción de los Derechos de las Personas Social Excluidas” responde al estándar 1.4. El proyecto apoya a las trabajadoras sexuales a proteger y promover sus derechos, reducir el estigma y la discriminación e incrementar sus habilidades

Área de programa 1. Los Derechos Humanos y una mayor participación de las personas que viven con el VIH (MPPVS)

Estándares de buenas prácticas 1.4 Nuestros programas están diseñados para capacitar a los titulares de los derechos y las obligaciones, para reclamar sus derechos y promover, proteger y respetar los derechos de los demás. 1.7 Nuestra organización está comprometida con la implementación efectiva del principio de participación de las personas que viven con el VIH, en todas las áreas de nuestra organización.

Enfoques de género y sexualidad: Respondiendo al VIH

para la negociación del uso del preservativo. Se trata de la provisión regular de formación a las trabajadoras sexuales para desarrollar sus habilidades en la acción colectiva y darles voz. Mina (una trabajadora sexual del prostíbulo de Maymenshing involucrada en el proyecto), informó de cómo sus clientes siempre se habían negado a utilizar preservativos. Después de ser capacitada sobre derechos humanos y el VIH por un grupo de auto-ayuda de trabajadoras sexuales, ganó habilidades, conocimientos y confianza para negociar su uso. Ahora Mina y otros miembros del grupo intentan negociar el uso de preservativos con sus clientes. HASAB apoya otro proyecto con los clientes de las trabajadoras sexuales, y en general, alrededor del 80% de los clientes del prostíbulo de Maymenshing ya utilizan preservativos. Las resultados de la encuesta también indicaron que muchos socios de la Alianza tratan las cuestiones de género como parte de su apoyo a las personas viviendo con el VIH, intentando poner en práctica el principio GIPA (estándar 1.7), de mayor participación de las personas viviendo con el VIH (MPPS). Cabe destacar que SIDC-Helem-Liban (Líbano), involucra a mujeres VIH positivas en la prevención del VIH y en actividades educativas, junto con una capacitación personal para que aprendan a cuidar de sí mismas. El trabajo ha consistido en el apoyo a un taller para 20 mujeres viviendo con el VIH en Oriente Medio y el Norte de África, centrado en las necesidades específicas de las mujeres, incluida la sexualidad. Como se describió anteriormente, ante la pregunta ¿Qué trabajo de género y sexualidad realiza su organización?, los resultados de la encuesta indicaron que muchos socios de la Alianza aplican en cierto sentido un enfoque de género y sexualidad en su programación, basado en una definición amplia que incluye aspectos no sólo relacionados con el VIH, sino también con la SSR (estándar 4.9). Por ejemplo AMSED (Marruecos), prestó atención a las cuestiones relacionadas

Área de programa 4. Integración de la salud los derechos sexuales y reproductivos y el VIH

Estándares de buenas prácticas 4.9 Nuestra organización trabaja con otras organizaciones para promover y/o implementar programas que aborden el género y la sexualidad como un componente integral de la respuesta a la SSR y el VIH. 4.10 Nuestra organización promueve y/o proporciona intervenciones para abordar la violencia de género y sexual en sus respuestas a la SSR y el VIH. 4.11 Nuestra organización cuenta con un programa y unas políticas de lucha contra el estigma y la discriminación, que actúa como barrera para las conductas de protección, apoyo y el acceso a la SSR la prevención y el tratamiento del VIH.


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con la violencia de género y el abuso sexual (estándar 4.10). Su trabajo con trabajadoras sexuales implica aumentar su capacidad para abordar las cuestiones claves que afectan a sus vidas, incluyendo la violencia y la prevención del VIH. En relación al estándar 4.11, las respuestas de la encuesta confirmaron que la acción contra el estigma y la discriminación es fundamental en el enfoque de programación de la Alianza en las cuestiones de género. En respuesta a la pregunta ¿Haces algún tipo de trabajo de estigma y discriminación?, 25 de los 28 socios (89%) dijeron que sí. Algunos ejemplos de su trabajo son: el apoyo a las ONG/ OBC a través de subvenciones para los programas relevantes; el apoyo a las auditorias de estigma y discriminación; la promoción de capacitaciones y “formación de formadores” a los participantes, como por ejemplo, trabajadores de la salud, personas que viven con el VIH, trabajadoras sexuales, dirigentes comunitarios y líderes religiosos. Para algunos socios, la lucha contra el estigma y la discriminación implica una serie de estrategias. KHANA (Camboya) asesora y realiza trabajos de sensibilización y toma de conciencia en la comunidad, organiza eventos, fórums, trabaja con los medios de comunicación y organiza reuniones y talleres. Del mismo modo, el enfoque integral de KANCO (Kenia) incluye la sensibilización de sus miembros, el apoyo a las auditorias sobre el estigma, difundiendo las directrices de participación de las personas que viven con el VIH y el código de conducta de la sociedad civil, realizando incidencia política para la erradicación del estigma y la discriminación asociados al VIH, y desarrollando políticas laborales de apoyo. Luchar

Caso de Studio 6

contra el estigma es también fundamental para el trabajo de ANCS (Senegal). Un ejemplo de su trabajo, es la “formación de formadores”, entre las personas que viven con el VIH, los hombres que tienen sexo con hombres, las trabajadoras sexuales y otros actores de la comunidad. En muchos casos, el trabajo de los socios contra el estigma y la discriminación ha implicado un incremento de la sensibilización y el trabajo de incidencia política entre ellos y los ‘guardianes’ de la comunidad. Por ejemplo, mientras TASSOS (India) se ha dirigido a los estudiantes de medicina y a los jóvenes, HASAB (Bangladesh) ha llevado a cabo un diálogo con los medios de comunicación, los proveedores de los servicios de salud, las agencias de aplicación de la ley, los líderes religiosos, los líderes políticos, la gente joven, los profesores, abogados, propietarios de casas, tenderos, conductores de rickshaw, camioneros, miembros de la élite social, trabajadores, los socios del gobierno, ONG y grupos de derechos humanos. IPC (Burkina Faso) y CISHAN (Nigeria) se encuentran entre el grupo de socios que han llevado a cabo un trabajo de incidencia política nacional contra el estigma y la discriminación, pidiendo a sus gobiernos que aprueben una legislación contra la discriminación. Los esfuerzos de los socios se han dirigido con frecuencia hacia las intervenciones. Por ejemplo, Alianza China está apoyando a grupos de personas que viven con el VIH a desarrollar un programa anti-estigma y producir una publicación compartiendo sus experiencias. Alianza India está apoyando a un equipo de respuesta a las crisis, formado por hombres que tienen sexo con hombres (ver caso de estudio 6). Alianza Ucrania ha llevado a cabo capacitaciones de incidencia política a las ONG que están trabajando con usuarios de drogas y trabajadoras sexuales.

Haciendo frente a la violencia contra las trabajadoras sexuales en India En India, las trabajadoras sexuales son víctimas de violencia por parte de sus parejas, de criminales, proxenetas y la policía, lo que restringe su capacidad para negociar el uso del preservativo o el acceso a los servicios de salud, que a su vez reduce la probabilidad de la adopción de comportamientos más seguros y saludables y aumenta su vulnerabilidad al VIH. Para hacerle frente, el proyecto Avahan de la Fundación Bill y Melinda Gates – del que la Alianza India es sociocapacita a organizaciones y, especialmente a las trabajadoras sexuales, para incrementar su protección contra la violencia y sensibilizar a los responsables. El proyecto cree en que es más difícil tomar acción contra la violencia de manera individual, que trabajando en conjunto con grupos de mujeres. De este modo, ayuda a las trabajadoras sexuales a formar grupos de apoyo. Los enfoques principales del proyecto son la incidencia política con las trabajadoras sexuales, el desarrollo de equipos de respuesta a las crisis (que involucran a trabajadoras sexuales y socios no ONG) y el aumento de la sensibilización comunitaria sobre los derechos de las trabajadoras sexuales. El proyecto también ha trabajado con

funcionarios de la policía para influenciar su comportamiento, reforzado con una campaña mediática “nombrar y avergonzar”. Aunque se ha obtenido una respuesta positiva sobre el proyecto, es difícil descifrar el papel del trabajo de incidencia política en la reducción de los niveles de violencia – ya que no existen muchos informes sobre el trabajo sexual (debido a factores como la lealtad o el temor a represalias). El proyecto ha exigido mayor énfasis en la protección, basado en la idea de que las mujeres que se sienten menos intimidadas por la amenaza de violencia, tienen más capacidad para evitarla. En el estado de Manipur, las mujeres aseguraron que la mejor manera de reducir la violencia fue la apertura de un albergue nocturno que les permitió ocultarse de los criminales y de la policía y obtener consejos sobre las opciones de protección. En Andhra Pradesh, las mujeres dijeron que la mejor forma de protección es la confianza. Las trabajadoras sexuales que fueron capacitadas como promotoras sociales, informaron que casi toda la violencia había sido eliminada de sus vidas, ya que eran más capaces de valerse por sí mismas.

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Área de programa 7. Consumo de drogas y el VIH

Estándares de buenas prácticas 7.6 Nuestros programas dirigidos a las personas que consumen drogas tienen un enfoque de género, e incluyen intervenciones para las parejas sexuales de las personas que consumen drogas.

Los socios en Malasia, India y Ucrania informaron que su labor de apoyo a los usuarios de drogas y sus parejas, aborda las cuestiones de género. MAC (Malasia) empodera a las parejas de los usuarios de drogas mediante actividades sociales y de sensibilización, talleres y apoyo de pares. SASO (India) ha pasado de ser una organización centrada sólo en los hombres que usan drogas a incluir también a mujeres, así como a sus parejas y a sus hijos. Alianza Ucrania, ha apoyado la investigación sobre enfoques de sensibilidad de género en la prevención del VIH y la reducción de daños entre los usuarios de drogas, haciendo recomendaciones sobre cómo desarrollar estos enfoques en la programación futura.

La desigualdad de género y la discriminación de las mujeres, es el mayor reto para los socios de Bolivia, Camboya, India, Kenia, Líbano, Marruecos, Nigeria y Uganda. AMSED señaló que las cuestiones culturales en Marruecos, afectan a las mujeres en la población en general y a las mujeres de las poblaciones clave, que se traduce en la falta de acceso a los servicios.

n

Poca participación masculina en la programación y las intervenciones. NELA (Nigeria) señaló que los hombres suelen ser reacios a involucrarse en los programas, incluso a la hora de realizarse la prueba del VIH o acceder a los servicios de apoyo de manera oportuna. IDH (Bolivia) señaló que se necesita da un enfoque más holístico a las intervenciones – que involucre activamente a hombres y mujeres.

n

Acceso limitado a la educación (formal e informal) de las mujeres y las niñas. Este desafío fue señalado por NELA (Nigeria), Humsafar y NMP+ (ambos en India).

n

Mala percepción o consenso sobre el género y la sexualidad. Los socios en la India (SIAPP), Nigeria (CiSHAN) y Senegal (ANCS), señalaron la falta de oportunidades de las diferentes contrapartes para compartir sus prácticas y experiencias sobre género y sexualidad. SIAPP mostró su preocupación ante la falta de una plataforma para los miembros de la comunidad para colaborar de forma continuada con las fuerzas del orden, los funcionarios del gobierno y los diseñadores de las políticas. ANCS destacó la falta de un mecanismo para facilitar el intercambio entre las personas que trabajan en la respuesta al VIH y en el campo del género y la sexualidad.

n

Falta de plataformas nacionales y de oportunidades para compartir buenas prácticas. Los socios en la India (SIAPP), Nigeria (CiSHAN) y Senegal (ANCS) señalaron la falta de oportunidades de las diferentes contrapartes para compartir sus prácticas y experiencias sobre género y sexualidad. SIAPP estaba preocupado sobre la falta de una plataforma para los miembros de la comunidad para colaborar de forma continuada con las fuerzas del orden, los funcionarios del gobierno y los diseñadores de las políticas. ANCS destacó la falta de un mecanismo para facilitar el intercambio entre las personas que trabajan en la respuesta al VIH y en el campo de género y sexualidad.

n

Falta de una política nacional y de liderazgo en materia de género y sexualidad. Los socios en países como Senegal (ANCS), Kenia (KANCO) y Burkina Faso (IPC) mostraron su preocupación sobre la escasa integración de género y sexualidad en las políticas nacionales, las estructuras y en la orientación técnica.

n

Falta de recursos humanos, capacidad y herramientas sobre género y sexualidad. Esta falta de recursos entre los socios nacionales, las Organizaciones de Enlace, las ONG y las OBC, fue señalada por AMSED (Marruecos), CiSHAN (Nigeria), KHANA (Camboya), IPC (Burkina Faso), MAMTA y Alianza India (ambos en India), POZ (Haití) y RedLacTrans (Nicaragua), como su principal reto. También expresaron otro tipo de preocupaciones específicas, como el escaso número de herramientas en español y la falta de documentación sobre experiencias exitosas

¿Cuáles son los desafíos de realizar un trabajo de género y sexualidad? Las respuestas a la encuesta de la Alianza confirmaron que los socios se enfrentan a un número significativo de desafíos en su trabajo de género y sexualidad. Estos incluyen: n

Las normas de género y la desigualdad. MAC señaló, por ejemplo, que a pesar de los avances de empoderamiento, las mujeres en Malasia siguen siendo vulnerables al VIH por una serie de razones biológicas, económicas y culturales que las sitúan en las relaciones en roles subordinados. Se espera que las niñas y las mujeres jóvenes sean sexualmente ingenuas, por lo que tienen poco acceso a la información y los servicios, lo que conlleva a mayor riesgo a padecer violencia y coerción sexual. La dinámica de la epidemia nacional también está en constante cambio. Anteriormente se caracterizaba por una transmisión entre los hombres a través del uso de drogas, ahora, a pesar de que la proporción general de mujeres que viven con el VIH sigue siendo baja, el número de casos entre mujeres ha incrementado de forma espectacular. CISHAN (Nigeria) también comentó la relación entre la pobreza, el bajo estatus social de las mujeres, la violencia de género y el VIH. Esto se traduce en “una espiral descendente de más infecciones y pobreza”. Del mismo modo, Hasab (Bangladés) describió cómo los retos de género y sexualidad reflejan la totalidad del estatus socioeconómico y político de las mujeres. Aquí, el debate sobre la sexualidad no está culturalmente aceptado y las mujeres tienen un rol pasivo; son los hombres los que toman las decisiones sobre dónde y cómo se producirá la relación sexual (entre otras decisiones).

Enfoques de género y sexualidad: Respondiendo al VIH


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(RedLacTrans); las pocas opciones de herramientas para llevar a cabo las sesiones (ANCS); y la necesidad de más herramientas y materiales de apoyo para el trabajo de promoción y programación (IPC). n

n

n

Escasa metodología para la programación de género y sexualidad. AMSED (Marruecos) citó desafíos en torno a la capacitación de las mujeres sobre las habilidades de negociación y la promoción de los derechos humanos para combatir la violencia contra las mujeres, el estigma y la discriminación. IDH (Bolivia) señaló que, mientras que el conocimiento sobre el género y la sexualidad se ha incrementado, se necesita más trabajo para transformar ciertas actitudes. Alianza Ucrania señaló el reto de encontrar la forma adecuada de trabajar con los usuarios de drogas y de abordar la violencia contra ellos, y contra las trabajadoras sexuales. Bajos niveles de financiación para las iniciativas de género y sexualidad. Se identificó la financiación como un desafío en Bolivia (IDH), Burkina Faso (IPC), Mongolia (NAF), Nigeria (CiSHAN) y Senegal (ANCS). NAF (Mongolia) destacó el reto que supone ampliar el trabajo de género y sexualidad, cuando los recursos para trabajar con las comunidades marginadas ya son limitados. El estigma y la discriminación. Siguen siendo una barrera importante para el trabajo de muchos socios de la Alianza. Algunas áreas que están siendo tratadas incluyen el estigma y la discriminación contra los hombres que tienen sexo con hombres (Alianza China), el auto-estigma entre las personas que viven con el VIH (NMP+, India), y el doble estigma de las personas afectadas por el VIH y los miembros de las poblaciones clave (Rumah Cemara, Indonesia).

Evaluando nuestras capacidades y futuras necesidades de apoyo Tan sólo el 25% de los socios respondieron que cuentan con la capacidad necesaria para aplicar un enfoque de género completo. El 75% restante dijo que cuenta con una capacidad limitada. Tan sólo el 54% cuentan con una persona de enlace que trata los temas de género y sexualidad. Las dos barreras de capacitación más citadas fueron la falta de donantes para las iniciativas más relevantes y la falta de personal formado (en los enfoques de género y sexualidad, y otras áreas relacionadas como los derechos humanos). Cuando se preguntó a los socios sobre las necesidades de capacitación necesarias para aplicar un enfoque de género y sexualidad, las respuestas fueron amplias y variadas. La necesidad más común articulada por KANCO y ANCS, fue la necesidad de formación y el fortalecimiento de sus capacidades para entender la teoría y, más importante, la práctica de un enfoque de género y sexualidad (para su personal y para las ONG y las OBC que apoyan). En muchos de los casos, como en ANC-CI y ANCS, se solicitó apoyo técnico para obtener enfoques generales para la integración del género, incluyendo los derechos humanos. En otros, se solicitó para áreas específicas, como el trabajo sexual (MAC) y otras poblaciones clave (Alianza Ucrania). Otra necesidad muy común expresada por socios como KHANA y MAC, fue un análisis de género para recoger datos desglosados por sexo, combinados con una investigación social para elevar el entendimiento de cómo esos datos están conectados con las vulnerabilidades y los riesgos asociados al VIH. MAC, junto con otros socios en Marruecos, Senegal y Nigeria, identificaron su falta de capacidad para tratar los temas de incidencia política relacionados con el género, para revisar las leyes y las políticas nacionales, e involucrar a las contrapartes más relevantes como la policía, los políticos y los jueces. Existen también otros vacíos en torno al liderazgo, la movilización de recursos, las guías técnicas y las herramientas (como guías de planificación simplificadas), los vínculos de enlace o “mesas” sobre género y sexualidad, unas maneras eficaces para involucrar a los líderes comunitarios, unos enfoques culturales específicos sobre género y sexualidad, y unos indicadores de género sensitivo. Otras necesidades expresadas por los socios fueron: diseño y gestión de programas de género; actualización de la información (incluyendo datos desglosados por sexo, análisis, materiales, manuales y herramientas); ejemplos de buenas prácticas; oportunidades para publicar y compartir experiencias; productos básicos (como condones, lubricantes y anticonceptivos); la creación de redes sociales (con socios regionales e internacionales y las organizaciones locales).

Enfoques de género y sexualidad: Respondiendo al VIH


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Jaqueline Anchundia Paladines de la Organización de Trabajadoras Sexuales Esmeraldas realizando labores de trabajo social en un parque local en Ecuador. © 2006 Marcela Nievas para la Alianza.

N´Deye Coumba Gaye, Presidente de la Asociación Trabajadoras Sexuales, Dakar, Senegal. © 2007 Nell Freeman para la Alianza.

Enfoques de género y sexualidad: Respondiendo al VIH


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sección 3: REFLEXIONES Y ACCIONES FUTURAS cambiar las normas de sexo actuales y abordar las cuestiones de desigualdad. También, el bajo número de socios involucrados en incidencia política y social podría significar que los esfuerzos no siempre responden a un contexto político y legislativo más amplio; y sería imprescindible para hacer del género transformativo una realidad.

Conclusiones n

n

Acción a todos los niveles de género y sexualidad La encuesta confirmó que los socios de la Alianza están aplicando esfuerzos significativos sobre el género y la sexualidad. Una gran proporción de socios, evaluados bajo el Estándar de Buenas Práctica de la Alianza respecto al enfoque de género transformativo, están realizando acciones a nivel programático y organizacional (82%), individual, familiar y de pares (86%), y a nivel comunitario y de servicios. Más de la mitad (57%) también están implementando acciones a nivel político y social. Doce socios (43%) están realizando acciones en los cuatro niveles.

n

Los resultados de la encuesta muestran que el trabajo de los socios está en línea con los estándares de la Alianza en este campo y que las agencias están promoviendo estrategias a nivel global (ver anexo 4), y en otras organizaciones (ver cuadro 1 y anexo 1). Sin embargo, como se explica en la introducción de éste informe, la encuesta tiene muchas limitaciones. Mientras que se muestra el trabajo que se está realizando, las respuestas reflejan poco análisis o detalle de los tipos enfoques que se están implementando, y cómo se están desarrollando. Por lo tanto, no es posible generar una evaluación de calidad, efectiva y que mida el impacto de su trabajo.

¿Enfoques de género transformativo o género sensitivo?

Es un reto evaluar en qué medida los socios de la Alianza están llevando a cabo enfoques de género transformativo (definido en “Comunidades Saludables y el VIH: Estrategia 2010–2012”, ver cuadro 2), o por el contrario un enfoque de género “sensitivo” o “de perspectiva de género”. Por ejemplo, muchos de los socios respondieron que trabajan con mujeres y minorías sexuales – un 79% con hombres que tienen sexo con hombres y un 36% con personas transgénero, por ejemplo. Sin embargo, hubo pocos detalles sobre si las acciones a nivel comunitario realizadas por las ONG y las OBC involucran trabajo con estos grupos y, más importante, si los agrupa para

n

Los resultados de la encuesta también mostraron indicios de que, en algunas circunstancias, los socios pueden ser menos activos en algunos de los aspectos más complejos de la integración del género transformativo. Por ejemplo, tan sólo unos pocos socios señalaron sus esfuerzos para tratar la violencia de género o la involucración de personas heterosexuales y de menores de edad.

Claridad en los enfoques teóricos y prácticos Se les preguntó a los socios lo que entendían por un enfoque de género y sexualidad. En general, sus respuestas reflejan un buen entendimiento, con respuestas particularmente claras y apasionadas en el impacto del género y la sexualidad en la vulnerabilidad de las personas, y por qué son imprescindibles en la acción contra el VIH. Sin embargo, las respuestas individuales indicaron que muchos socios necesitan mayor claridad sobre lo que engloba este enfoque – especialmente en la práctica más que en la teoría.

Percepciones de capacidad Un enfoque de género transformativo supone un tratamiento consciente y sistemático de las cuestiones de género a todos los niveles, incluyendo el diseño, la implementación, la gestión, el monitoreo y la evaluación de los programas y las políticas. Sin embargo, el 75% de los socios que respondieron declararon que cuentan con pocas capacidades para llevar a cabo tal labor (con carencias en su experiencia y habilidades, en recursos técnicos y financiación). Respetando sus opiniones, algunos socios podrían estar subestimando su capacidad para implementar un enfoque de género y sexualidad. Quizás ya lo están desarrollando pero podría parecer que su trabajo de género y sexualidad es un área totalmente separada del trabajo de los socios de la Alianza, por la terminología académica asociada a éste concepto.

Approaches to gender and sexuality: responding to HIV


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n

Género, sexualidad y derechos humanos. Por último, la encuesta también confirma que las cuestiones de género y sexualidad están vinculadas integralmente a los derechos humanos. Esto confirma los resultados obtenidos de la encuesta a los socios de la Alianza en 2010, centrados en los derechos humanos,27 donde se identificaban los problemas de desigualdad de género y discriminación, y la criminalización de las minorías sexuales, como los problemas en materia de derechos humanos más importantes. Demostraba que muchos socios ven las cuestiones de género como un parte integral de la definición del enfoque de derechos humanos.

2. Llevar a cabo una evaluación más específica sobre las necesidades de los socios de la Alianza sobre el enfoque de género transformativo. Desarrollar un plan que aborde estas necesidades para: n

Maximizar las fuentes existentes, como las herramientas de análisis y las guías de perspectiva de género.

n

Asegurar que los Centros De Asistencia Técnica de la Alianza puedan proporcionar un fortalecimiento de las capacidades de calidad, basada en un entendimiento común y una estrategia técnica para un enfoque de género transformativo.

n

Movilizar y apoyar a los socios de la Alianza para desarrollar sus propias estrategias de género.

n

Fortalecer a las Organizaciones de Enlace para incluir un enfoque de género transformativo en las propuestas de desarrollo y las actividades de movilización de recursos.

Recomendaciones En base a los resultados y las conclusiones de la encuesta, se describen a continuación una serie de recomendaciones para la Alianza, para mejorar su trabajo de género y sexualidad.

1. Desarrollar una estrategia de género para los socios de la Alianza que: n

Responda a las “Comunidades Saludables y el VIH: Estrategia 2010-2012” y a los “Estándares de Programación y Guía de Buenas Prácticas de la Alianza”.

n

Confirme un entendimiento común de un enfoque de género transformativo y de términos como género y sexualidad.

n

Promueva un enfoque integral del enfoque de género transformativo en base a los derechos humanos y que preste atención a cuestiones sensibles como la violencia de género.

n

Articule y promueva con claridad lo que significa este enfoque en la práctica, con ejemplos de estrategias relevantes, actividades e indicadores.

n

Desarrolle maneras de medir este enfoque.

n

Esté basado en las experiencias regionales, nacionales e internacionales de la Alianza y el diálogo político internacional de buenas prácticas, incluidas en los Objetivos de Desarrollo del Milenio sobre la salud.

3. Documentar ejemplos de buenas prácticas de los socios de la Alianza que trabajan en las epidemias generalizadas, concentradas y mixtas, del uso de enfoques de género transformativo. En particular, utilizar la ventaja comparativa de la Alianza como una organización con experiencia en movilización de comunidades y apoyo a los grupos más afectados por el VIH, para articular la complejidad y la necesidad de un enfoque de género transformativo a nivel comunitario.

4. Asegurar que la transformación de género está integrada y totalmente tratada en el trabajo actual y futuro de las buenas prácticas de la Alianza para responder al VIH. Algunos ejemplos incluye el desarrollo de encuestas entre los socios de la Alianza en otras áreas temáticas, guías de buenas prácticas, de monitoreo y de evaluación dentro del marco de “Comunidades Saludables y el VIH: Estrategia 2010– 2012”.

27. “Promoción de los derechos humanos, Respondiendo al VIH: Un informe sobre los resultados de una encuesta sobre Derechos humanos entre los socios de la Alianza”, International HIV/AIDS Alliance, Septiembre 2010.

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Centro de acogida de hombres que tienen sexo con hombres, Battambang, Camboya. Š Eugenie Dolgberg para la Alianza.

Enfoques de gĂŠnero y sexualidad: Respondiendo al VIH


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ANEXO 1: EJEMPLOS DE ENFOQUES DE GÉNERO TRANSFORMATIVO

El proyecto “Paso a Paso” (“Stepping Stones”) fue desarrollado por “Estrategias para la Esperanza” y ActionAid en 1995 y ha sido utilizado alrededor del mundo. Es un curso de formación sobre el género, el VIH, la comunicación, las habilidades de relación y de vida. Cubre muchos aspectos de la vida de las personas, incluyendo por qué las personas se comportan de la manera que lo hacen, y cómo las personas pueden cambiar su comportamiento. “Paso a Paso” utiliza una serie de 14 sesiones individuales o en grupos de pares combinados. Se utiliza un enfoque participativo a través de discusiones y otras actividades basadas en las propias experiencias de los participantes, utilizando métodos como la pintura o el juego de roles.

El proyecto “Sonke Justicia de Género” comenzó en 2006 y se desarrolla en África para fortalecer al gobierno, la sociedad civil y la capacidad ciudadana para apoyar a los hombres y los niños a tomar acciones. La campaña “Un hombre puede” apoya a hombres y niños para acabar con la violencia doméstica y sexual, y promover relaciones saludables y equitativas que los hombres y las mujeres puedan disfrutar. Promueve la idea de que cada persona tiene un papel que jugar y que se puede crear un mundo mejor, más equitativo y justo. Anima a los hombres a trabajar con otros hombres y mujeres para pasar a la acción. La campaña incluye un juego de actividades (con música y datos), y sugiere ideas para los hombres – como inspirar a otros hombres a pasar a la acción.

Estrategias para la Esperanza (1995), “Paso a Paso”: Un curso de formación sobre VIH/SIDA, Comunicación y Habilidades de Relación.

Sonke Justicia de Género (accedido 6.1.11), Un hombre puede, disponible en: www.genderjustice.org.za/onemancan/?php My Admin=l06quHmc2HyKa50XHUSFkEShSt

Promundo es una ONG brasileña establecida en 1997 para promover la igualdad de género y acabar con la violencia contra las mujeres, los niños y los jóvenes. Combina investigación e incidencia política con programas para promover cambios positivos en las normas de género y en el comportamiento entre individuos, familias y comunidades. Por ejemplo, Programa M (“M” por Mulheres y Mujeres) tiene como objetivo promover la salud y el empoderamiento de las mujeres jóvenes a través de la reflexión sobre género, derechos y salud. Consiste en talleres educacionales, campañas comunitarias e instrumentos de evaluación para conocer el impacto de las cuestiones de género en las mujeres y los jóvenes, y aumentar su eficacia en las relaciones interpersonales. El currículo fue probado en Brasil, Jamaica, México y Nicaragua, y ha sido adaptado por India y Tanzania.

El proyecto “Fronteras de Prevención” desarrollado por Alianza India, incluye un programa de prevención en Andhra Pradesh, enfocado a poblaciones clave y que llega a más de 22,000 trabajadoras sexuales y 12,000 hombres que tienen sexo con hombres. El enfoque de género transformativo del programa combina múltiples estrategias, incluyendo evaluaciones de participación; promoviendo redes de apoyo y líderes de formación; fortalecimiento las capacidades para abordar las estructuras de desigualdad (incluyendo la violencia de género) y la incidencia política en el diseño de políticas; el trabajo social y suministrando a las comunidades de espacios seguros y de fortalecimiento para las ONG

Promundo (accedido 6.1.11), Programas, disponible en: www.promundo.org.br/en/activities/programs

Enfoques de género y sexualidad: Respondiendo al VIH

La Alianza India (2006), “Prevención centrada en Andhra Pradesh”.


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ANEXO 2: PREGUNTAS DE LA ENCUESTA DE GÉNERO Y SEXUALIDAD

Introducción 1. Organización de enlace/socio 2. ¿Hay alguna persona de enlace que trata con las cuestiones de género y sexualidad dentro de su organización?

3. ¿Qué entiende por un enfoque de género y sexualidad en el VIH? 4. ¿Su organización realiza algún trabajo de género y sexualidad? (Por favor incluya en su respuesta la programación, la política y las acciones de fortalecimiento de capacidades)

5. ¿Cuenta con algún ejemplo exitoso o alguna historia que pueda compartir? 6. ¿Cuáles son los retos a los que se enfrenta realizando un trabajo de género y sexualidad?

Capacidad 7. ¿Qué tipo de capacitación programática cree que es necesaria aplicar en un enfoque de género y sexualidad?

8. ¿Cree que su organización tiene esa capacidad? 9. ¿Qué tipo de apoyo necesita en el área de género y sexualidad necesita?

Contexto nacional 10. ¿Cuáles son las cuestiones de género y sexualidad más importantes en su país, respecto a la situación del VIH en la actualidad?

11. Los programas nacionales ¿responden a las cuestiones más importantes? 12. ¿Trabaja con los grupos siguientes? (por favor marque lo que corresponda) 13. ¿Realiza algún trabajo para paliar el estigma y discriminación? 14. ¿Qué poblaciones clave en su país ven sus derechos humanos frecuentemente violados?

Enfoques de género y sexualidad: Respondiendo al VIH


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ANEXO 3: ESTÁNDARES DE BUENAS PRÁCTICAS DE LA ALIANZA PARA LA PROGRAMACIÓN DEL VIH

¿Qué significan los estándares de buenas prácticas de la alianza para la programación? n

Estos estándares de programación definen el enfoque de la Alianza en la programación del VIH. Establecen lo que nuestros beneficiarios esperan de nuestros programas e investigaciones sobre el VIH.

n

Estos estándares definen las buenas prácticas en varias áreas técnicas, y están basados en evidencias, en la experiencia y en los valores de la Alianza.

n

Estos estándares hacen referencia a las herramientas que definen la buena práctica en los diferentes tipos de intervenciones, o para asistir en la implementación de tal estándar. No definen el alcance y el campo. Los objetivos que lo definen se establecen por las personas más cercanas a los programas específicos, de acuerdo a la epidemia local y el contexto.

n

Estos estándares son una aspiración. Cuando nuestros programas no los están cumpliendo, señalarán nuestras prioridades para mejorar la calidad, y ayudarán a identificar las necesidades de apoyo técnico.

n

Estos estándares todavía no están completos. Actualmente estamos trabajando en los estándares de tratamiento y atención, que serán incorporados en el documento final de los estándares.

n

Estos estándares se refieren a una amplia gama de temas y tópicos. Tan sólo deben ser aplicados en el trabajo realizado en la actualidad. Por ejemplo, si una Organización de Enlace no está trabajando en el uso de drogas y el VIH, esos estándares sobre el uso de drogas y el VIH no se aplican. Algunos de los estándares se pueden aplicar en más de un área y serán relevantes a toda la Alianza, como los estándares sobre derechos humanos y los referentes a los de mayor participación de las personas que viven con el VIH.

¿Por qué desarrollar estándares de programación? n

Para definir y promover las buena práctica en la programación del VIH en las comunidades de base. Las definiciones sobre buenas prácticas y calidad se basan en las evidencias y los aprendizajes del programa y están perfiladas por los valores de la Alianza.

n

Para apoyar el examen y la evaluación de la calidad del programa.

n

Para influir en el diseño del programa.

n

Para crear una base de datos sobre la programación de calidad.

n

Para dar forma a la presentación de apoyo técnico a través de los Centros de Apoyo Técnico Hubs.

Enfoques de género y sexualidad: Respondiendo al VIH


37

¿Quién participa? n

Las Organizaciones de Enlace de la Alianza y sus socios ejecutores (organizaciones de base comunitaria y organizaciones de fe), y los Centros de Apoyo Técnico de la Alianza, sus usuarios y beneficiarios, que utilizarán los estándares de programación para diseñar, implementar y evaluar los programas sobre VIH.

n

Los usuarios y beneficiarios de los servicios de la Alianza, pueden utilizar los estándares de programación para entender el objetivo de nuestros programas, y para ayudar a evaluar los programas de la Alianza.

n

Los oficiales y directores de programa utilizarán los estándares de programación para examinar, evaluar y diseñar los programas (utilizando herramientas de autoevaluación).

n

El personal de movilización de recursos de la Alianza utilizará los estándares de programación para desarrollar propuestas de alta calidad.

n

Los fundadores de los programas de la Alianza tienen interés en los estándares de programación. Los estándares de la Alianza ilustran que nuestros programas están configurados por una cultura de calidad y buenas prácticas, basados en evidencias, monitoreados y evaluados de acuerdo a una serie de estándares.

n

Otras organizaciones de la sociedad civil están interesados en estándares de calidad para sus programas a nivel comunitario. Los estándares de programación de la Alianza pueden influir y guiar una buena programación en otras organizaciones de la sociedad civil.

¿Estamos cumpliendo los estándares? Hemos desarrollado una herramienta de autoevaluación que las organizaciones de la Alianza pueden utilizar para: 1. Evaluar y describir objetivamente el estado actual de una organización y sus programas, en relación a los estándares de programación de las buenas prácticas de la Alianza. 2. Permitir a las organizaciones identificar y acordar un plan para el desarrollo continuo de una programación de buenas prácticas (incluyendo el fortalecimiento de capacidades y el apoyo técnico). 3. Informar sobre la calidad de nuestros programas.

Enfoques de género y sexualidad: Respondiendo al VIH


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ANEXO 4: PAUTAs GLOBALES CLAVE SOBRE LOS ENFOQUES DE GÉNERO Y SEXUALIDAD

1. Agenda para la Acción Acelerada en el País para las Mujeres, las Niñas, la igualdad de Género y el VIH Plan Operativo dentro del Marco de Acción de ONUSIDA: Abordando la Igualdad de Género, las Mujeres, las Niñas y el VIH, ONUSIDA (2010) Principios Un enfoque de derechos humanos; participación; respuestas éticas y basadas en evidencias; asociación; involucrando hombres y niños con un liderazgo fuerte y valiente.

Problema 1 Conociendo, entendiendo y respondiendo a los efectos particulares y variados de la epidemia del VIH en las mujeres y las niñas.

Recomendaciones Generar entre todos mejores evidencias y aumentar el entendimiento de las necesidades de las mujeres y las niñas en el contexto del VIH, y priorizar y diseñar una respuesta nacional contra el SIDA que proteja y promueva sus derechos.

Problema 2 Traducir en acciones el compromiso político para abordar los derechos y las necesidades de las mujeres y las niñas en el contexto del VIH.

Recomendaciones Reforzar la traducción en acciones de los compromisos políticos, a una escala más amplia de acción y de recursos para obtener unas políticas y unos programas que aborden los derechos y las necesidades de las mujeres y las niñas en el contexto del VIH, con el apoyo de todos los socios relevantes a nivel global, nacional y comunitario.

Resultados n

Una mayor responsabilidad de los gobiernos para lograr resultados de igualdad, y obtener respuestas al VIH más eficaces.

n

Todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas son reconocidas como violaciones de los derechos humanos y se abordan en el contexto del VIH.

n

Las mujeres y las niñas tienen acceso universal a la integración multisectorial del VIH, la tuberculosis y la salud mental, sexual y reproductiva y la reducción de daños, incluyendo los servicios para abordar la violencia contra las mujeres.

n

El fortalecimiento de los esfuerzos de prevención del VIH en las mujeres y las niñas a través de la protección y la promoción de los derechos humanos, e incrementar la igualdad de género.

Resultados n

n

n

La evidencia cuantitativa y cualitativa de las necesidades específicas, los riesgos y los impactos en las mujeres y las niñas en el contexto del VIH, se consigue a través de un proceso integral y participativo de recolección de datos, incluyendo los datos diferenciales entre hombres y mujeres en la epidemia, y la mejor implementación de políticas y programas que sean efectivos y promuevan la protección de los derechos de las mujeres y las niñas, y satisfagan sus necesidades. Se utilizan indicadores armonizados de igualdad de género para captar mejor los factores socio-culturales, económicos y epidemiológicos que contribuyen a la vulnerabilidad y al riesgo de contagio del VIH de las mujeres y las niñas. Existen a nivel nacional unas políticas basadas en evidencias y unos programas y una asignación de recursos, que responden a las necesidades de hombres y mujeres.

Enfoques de género y sexualidad: Respondiendo al VIH

Problema 3 Un entorno propicio para el cumplimiento de los derechos humanos de las mujeres y las niñas y su capacitación, en el contexto del VIH.

Recomendaciones Un fuerte liderazgo para promover un entorno propicio que proteja los derechos humanos de las mujeres y las niñas y su empoderamiento en el contexto del VIH, a través del incremento del trabajo de incidencia política, la capacitación y el aumento de los recursos.


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Resultados n

Mujeres y niñas empoderadas para conducir la transformación de las normas sociales y las dinámicas de poder, con la participación de hombres y niños trabajando por una igualdad de género, en el contexto del VIH.

n

Un liderazgo fuerte, diverso y atrevido de las mujeres, las niñas y la igualdad de género para fortalecer las respuestas al VIH.

n

Incrementar las respuestas financieras a las mujeres, las niñas y la igualdad de género en el contexto del VIH.

n

Perspectiva de género de ONUSIDA.

2. Marco de Acción de ONUSIDA: Acceso Universal para hombres que tienen sexo con hombres y personas transgénero, ONUSIDA (2009)

n

Asegurar la participación de los hombres que tienen sexo con hombres y las comunidades transgénero en la planificación, implementación y revisión de las respuestas relacionadas con el VIH, incluyendo el apoyo de las ONG, las organizaciones de base comunitarias, y las organizaciones de personas que viven con el VIH.

n

Campañas públicas para abordar la homofobia y la discriminación transgénero.

n

Formación y sensibilización del personal de salud y atención para evitar la discriminación, y asegurar la provisión apropiada de los servicios relacionados con el VIH, para los hombres que tienen sexo con hombres y las personas transgénero.

n

Acceso médico y legal de asistencia para niños, hombres y personas transgénero que experimenten abuso sexual.

n

La promoción de vínculos multisectoriales y diseño de políticas coordinadas de planificación y programación, incluyendo los Ministerios de Salud, justicia (incluida la policía), el hogar y el bienestar social (y ministerios asociados), a nivel nacional, regional y local.

El Marco de Acción se centra en 3 objetivos: 1. Mejorar la situación de los derechos humanos de los hombres que tienen sexo con hombres y las personas transgénero – la piedra angular de una respuesta efectiva al VIH. 2. Fortalecer y promover los datos basados en evidencias de los hombres que tienen sexo con hombres las personas transgénero y el VIH. 3. Fortalecer la capacidad y promover las asociaciones para asegurar una respuesta mejor y más amplia a los hombres que tienen sexo con hombres, las personas transgénero y el VIH. Para conseguir un paquete integral de medidas que aborden las cuestiones relacionadas con el VIH entre los hombres que tienen sexo con hombres y las personas transgénero, y la necesidad de un contexto propicio legal, político y social, se requiere: n

n

La promoción y la garantía de los derechos humanos de los hombres que tienen sexo con hombres y las personas transgénero, incluyendo la protección por discriminación y la eliminación de las barreras legales para acceder a una prevención apropiada al VIH, tratamiento, atención y servicios de apoyo para ellos, como las leyes que criminalizan el sexo entre hombres. Un examen y un entendimiento de los números, características y necesidades de los hombres que tienen sexo con hombres y las personas transgénero en relación al VIH y las cuestiones relacionadas, incluyendo los riesgos asociados con el uso de drogas inyectables, el trabajo sexual, el confinamiento y la prisión.

n

Asegurar que los hombres que tienen sexo con hombres y las personas transgénero son tratadas apropiadamente en los planes nacionales y locales para el VIH, que cuenten con fondos suficientes para trabajar, y que ese trabajo esté planificado y llevado a cabo por personal cualificado, sostenible y apropiado.

n

El empoderamiento de los hombres que tienen sexo con hombres y las comunidades transgénero a participar equitativamente en la vida social y política.

Todas las intervenciones deberían estar basadas en evidencias, protegiendo los derechos de los hombres que tienen sexo con hombres y las personas transgénero, y deberían incluir acceso seguro a: n

Información y educación sobre el VIH y otras infecciones transmitidas sexualmente. Apoyo para un sexo y un uso de drogas seguro, a través de los servicios apropiados (incluyendo servicios de pares, gestión y provisión).

n

Preservativos y lubricantes de base acuosa.

n

Asesoramiento confidencial y pruebas voluntarias del VIH.

n

Detección y gestión de las enfermedades de transmisión sexual a través de la provisión de servicios clínicos (por un personal que trata con las enfermedades de transmisión sexual ya que afectan a los hombres que tienen sexo con hombres y las personas transgénero).

n

Sistemas de referencia para el bienestar legal, la salud y los servicios, y el acceso a los servicios adecuados.

n

Un uso más seguro de drogas y sus servicios.

n

Tratamientos antirretrovirales y afines apropiados cuando sea necesario, junto con servicios de apoyo y atención del VIH.

n

Prevención y tratamiento de la hepatitis viral.

n

Referencias entre prevención, atención y servicios de tratamiento.

n

Servicios que aborden los riesgos y las necesidades asociadas al VIH de las parejas femeninas de los hombres que tienen sexo con hombres y las personas transgénero.

Enfoques de género y sexualidad: Respondiendo al VIH


40

Las cuestiones que necesitan ser tratadas, especialmente en relación a las personas transgénero, son: n

Acceso a la información, el asesoramiento y el apoyo adecuados en cuestiones transgénero.

n

Acceso a drogas, y a procesos de reasignación de género y apoyo, cuando sea necesario

n

La posibilidad de cambiar de nombre y de identidad de género en los documentos oficiales, y el derecho legal de vivir con otro género, libre de estigma y discriminación.

n

Un entendimiento de los efectos de las medicinas antirretrovirales y tratamientos para las enfermedades oportunistas relacionadas con el VIH para las personas transgénero tomando drogas de reasignación de género.

n

Trabajo para entender el riesgo al VIH en relación con el tratamiento de reasignación de género y los procedimientos quirúrgicos.

(Basado en las recomendaciones de la reunión de consulta de la OMS sobre hombres que tienen sexo con hombres, VIH, y otras ETS, celebrada en Ginebra, 15–17 de septiembre 2008. OMS Publicación agosto 2008, “Prioridad de intervenciones: Prevención, Tratamiento y Atención del VIH/SIDA en el sector de la Salud”, la publicación de ONUSIDA 2007, “Guías Prácticas para intensificar la Prevención del VIH: Hacia el Acceso Universal”, y la política breve de ONUSIDA sobre el VIH y el sexo entre hombres).

Enfoques de género y sexualidad: Respondiendo al VIH


Isalah Vabwire un trabajador social de DARAT sentado con los usuarios de drogas inyectables ‘Niko’ y ‘Omar’, Mombasa, Kenia. © Neil Freeman para la Alianza.

Una pareja HSH. Después de formar parte de un proyecto fotográfico, trabajar con los servicios sociales y psicológicos de KHANA, la pareja fue empoderada para buscar tratamiento y revelar su condición sexual a sus familias. © Eugenie Dolberg para la Alianza.

Approaches to gender and sexuality: responding to HIV


Una participación mundial: Apoyando la acción comunitaria contra el SIDA en los paises en desarrollo

Acerca de la International HIV/AIDS Alliance (la Alianza) Establecida en 1993, la International HIV/AIDS Alliance (la Alianza) es una asociación global formada por organizaciones nacionales que trabaja para dar apoyo a la acción comunitaria en torno al SIDA en los países en vías de desarrollo. A la fecha hemos proporcionado nuestro apoyo a organizaciones de más de 40 países en vías de desarrollo para más de 3.000 proyectos, llegando así a algunas de las comunidades más pobres y vulnerables con prevención, atención y apoyo para el VIH, así como un mejor acceso al tratamiento del VIH. Los miembros nacionales de la Alianza ayudan a grupos comunitarios locales y otras ONG para actuar en materia de VIH y son apoyadas con especialización técnica, trabajo en políticas, compartiendo conocimientos y recaudación de fondos a través de la Alianza. Además, la Alianza dispone de un gran número de programas regionales, así como oficinas representantes en los EU y Bruselas; y participa en actividades en el ámbito internacional, como el apoyo a la cooperación Sur-Sur, la investigación de operaciones, la capacitación y el desarrollo de buenas prácticas, así como el análisis de políticas y la incidencia política.

International HIV/AIDS Alliance (International secretariat) Preece House 91–101 Davigdor Road Hove, BN3 1RE Reino Unido

Teléfono: +44(0)1273 718900 Fax: +44(0)1273 718901 mail@aidsalliance.org www.aidsalliance.org Organización benéfica registrada con el Núm: 1038860

G&SR–ES_02/11


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