Enfoque crítico dialógico y aprendizaje entre pares pdf

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Las nuevas tecnologías y los desafíos en la educación


Recuperando elementos del Enfoque críticodialógico de Gabriel Kaplún Capacidad crítica en un doble sentido: frente a la realidad y frente al conocimiento, tanto el que ya trae cada uno y el que aportan los demás (el docente, los compañeros). También la dimensión dialógica es doble: diálogo entre los integrantes del grupo y con la realidad circundante. Diálogo crítico, precisamente, porque de lo que se trata es de transformarnos y transformar la realidad que nos rodea. Para estos enfoques, los procesos educativos son, antes que nada,

precisamente eso: procesos. El proceso es tan importante como los contenidos y los resultados. El papel del educador en este tipo de enfoque será entonces el de un facilitador de estos procesos de aprendizaje personales y grupales. Para ello aportará, sin duda, información, pero lo hará a partir del conocimiento grupal y su problematización y, también, a partir de la confrontación permanente con el mundo, con la realidad material y social que lo rodea.

El papel de los materiales educativos busca que:


 Sean disparadores: provocadores, que ayuden a mirar la realidad y a poner en común los conocimientos y concepciones previas;  Problematicen: que pongan en debate esa realidad, esos conocimientos y concepciones;  Transmitan información nueva;  Faciliten la comprensión crítica y la construcción personal y grupal de conocimientos. La incorporación de NTIC en este enfoque, prioriza las potencialidades dialógicas que éstas tienen. Además de usarlas como herramientas para transmitir información, son utilizadas para compartir conocimientos y construirlos colectivamente. Todos los participantes irán aportando entonces sus propios materiales, y no sólo el docente.

Los materiales y las tecnologías desde una perspectiva crítica y constructivista El grado de cierre o apertura de los materiales suele tener relación con el enfoque pedagógico que sustenta, explícita o implícitamente, el diseño de un curso o una actividad educativa. El grado de apertura de un material no depende del uso de las NTIC, sino del enfoque que se utilice. Así es posible notar diferentes


formas de interacciones ante materiales elaborados con tecnologías. Enfoques críticos-dialógicos Hay fuertes interacciones entre los alumnos en cada grupo y de cada grupo con su entorno social. Los grupos pueden interactuar entre sí. Los docentes interactúan con sus alumnos y entre ellos. Las interacciones son claves en los procesos de aprendizajes. Se aprende solo, pero también, y sobre todo, con otros, en el diálogo con otros y con el entorno social.

Las NTIC vinieron principalmente con una gran

promesa: la posibilidad de interacción. Pero que aprovechemos al máximo esta posibilidad en los procesos educativos, depende, sobre todo, de la concepción pedagógica con que la utilicemos.

Aprendizaje colaborativo o entre pares en la Educación en Línea, Gisela Schwartzman Cuando pensamos en el aprendizaje colaborativo (o Aprendizaje entre pares) nos referimos a las posibilidades que brindan las propuestas de enseñanza para aprender con otros, de los otros, junto con otros.


La Educación en Línea pone en juego experiencias que propician la construcción social de conocimientos mediada por redes electrónicas, y para ello se precisa de distintas estrategias didácticas que orienten las interacciones. Las TIC introducen un cambio fundamental en los sistemas de educación a distancia, no sólo en cuanto al modo de distribuir los contenidos, de propiciar la vinculación del tutor con sus alumnos, sino facilitando el diálogo entre pares (principalmente asincrónico). El diseño didáctico Diseñar y organizar una propuesta educativa otorgando un lugar central al Aprendizaje entre Pares implica cierta ruptura respecto de lo que podría considerarse un modelo basado principalmente en la

transmisión conocimientos.

de

Un diseño que se proponga aventurarse en este tipo de experiencias, parte del supuesto de que el aprendizaje es promovido no sólo a través de la lectura de unos materiales y por las tareas de aprendizaje que en forma individual puede realizar cada estudiante, si no también por la participación en unas actividades con un alto componente de interacción necesaria para resolverlas. El diseño deberá anticipar tiempos, espacios, modos y motivos que permitan las interacciones tendientes a la construcción social de conocimientos. Las TIC, más que recursos novedosos No serían las tecnologías en sí mismas las portadoras de una “revolución” que obedece en realidad a


profundas concepciones didácticas, psicológicas, filosóficas y políticas. El valor de estas tecnologías no se reduce ya a su capacidad para disminuir la distancia para que “el profesor llegue con sus conocimientos al alumno”, sino que nos propone la posibilidad de generar nuevos entornos educativos donde desarrollar los procesos de construcción del conocimiento. Por lo tanto, al referirnos a la educación en línea, nos interesa el énfasis puesto en el encuentro en la línea, en la red; esta posibilidad de juntarse con otros. Este enfoque supone una jerarquización del Aprendizaje entre Pares que sólo es posible a partir de la aparición (y el uso inteligente) de las redes electrónicas como soporte material de estas propuestas.

El oficio del alumno en línea A la hora de implementar una propuesta de Educación en línea, se nos plantea la necesidad de prever estrategias de socialización de los alumnos en el nuevo entorno atendiendo al hecho de que, si bien esta modalidad educativa está en clara expansión, la mayoría de los participantes de la misma aún son “novatos”. Quienes se acercan por primera a un “curso virtual”, suelen hacerlo con una conjunción de incertidumbres, dudas, temores, expectativas. Surgen preguntas muy concretas pero que tienen un alto impacto si queremos que aprender con otros sea posible: ¿Cómo se escribe claramente lo que se quiere decir? ¿Cómo se recupera lo dicho por otros para construir sobre eso? ¿Cómo se ponen en juego sensaciones, sentimientos,


valores a través de este modo de comunicación? ¿Cómo poner en juego los aspectos metacomunicacionales? ¿Cómo lograr que la construcción conjunta de conocimientos llegue a buen término y no naufrague en el proceso de intercambio? Estas preguntas, entre muchas posibles nos interrogan al punto de plantearnos cómo formar a los estudiantes (y, por supuesto, a los docentes) para utilizar la palabra escrita de modo que comunique lo que queremos comunicar, que “abra el juego”, que posibilite la construcción, que no suponga el amontonamiento de mensajes (uno pegado debajo del otro en el mismo foro pero sin dialogar entre sí). Los alumnos que se acercan a una propuesta

determinada son portadores de diversos perfiles personales y disciplinares que propician mayor o menor afinidad respecto de propuestas que supongan que aprender no sólo es escuchar o leer sino que implica realizar ciertas actividades como escribir, comparar, analizar, resolver un problema, etc. Los matices se amplían si además incluimos la importancia de los otros (el docente y los pares) como actores centrales en los procesos de construcción de conocimientos. No es posible llevar adelante estrategias docentes que incluyan el Aprendizaje entre Pares si no se cuenta con un fuerte compromiso por parte de los alumnos. Esto supone que en estos casos habrá que buscar estrategias que sensibilicen y muestren el valor de este enfoque o que faciliten una aproximación progresiva.


Docentes en los nuevos entornos Del mismo modo que el oficio del alumno en línea está en construcción el rol docente se reconfigura. Esto supone un reto para los profesores quienes al mismo tiempo que aprenden las particularidades de su rol deben acompañar a los estudiantes en la construcción del suyo. Sin embargo, o justamente por ello, es indispensable que los profesores asuman una actitud reflexiva ante sus prácticas docentes, analizando sus diseños, las consecuencias de sus intervenciones y silencios, los vínculos que establecen a fin de poder trabajar sobre estos aspectos y revisarlos. Y, podrías enfatizar entonces que pensar la educación siempre supone pensar-se como docente y tener una actitud reflexiva

respecto de sus propuestas. Se desprende de lo planteado que se requieren procesos de capacitación docente y, por sobre todo, de docentes interesados en explorar alternativas, probar nuevas estrategias, revisar sus propias modalidades de interacción (tanto en la comunicación uno a uno como en los espacios grupales donde deberá asumir el rol de moderador de los intercambios) y estar dispuestos a reflexionar permanentemente sobre su propia práctica. La formación docente de quienes ya están desarrollando la tarea de enseñar supone la reflexión sobre la propia práctica para enriquecerla, comprenderla, modificarla. Como todo proceso formativo es necesario que sus protagonistas se involucren en el proceso, reconozcan la complejidad del mismo, su


necesidad, que enfrenten los “miedos” y la comodidad que supone “lo conocido y probado” de la experiencia acumulada, que construyan instrumentos de análisis que permitan problematizar la práctica, que sean capaces de “soportar” la incertidumbre que esto genera. Actividades entre pares Una propuesta de educación en línea interesada en promover el Aprendizaje entre Pares necesariamente deberá dedicarse con intensidad al diseño de las actividades que realizan los estudiantes. Éstas orientan a los participantes, indican el recorrido a realizar a lo largo de un periodo determinado, facilitan la relación estudiante-contenido y, si este es el caso, propician el intercambio con los pares y la construcción conjunta de conocimientos.

Pues bien, el proceso de diseño supone imaginar buenas actividades, anticipar los derroteros que éstas propondrán a los estudiantes, configurarlas y ponerlas en marcha y, por último acompañar a los alumnos en su desarrollo. Nos encontramos ante un aspecto complejo de la práctica docente que debe atender a múltiples aspectos y el cual no es fácil de desarrollar. Algunas cuestiones prácticas y muy concretas Algunos criterios para el diseño de actividades:  Considerar el contexto de desempeño de los participantes, utilizando los conceptos para mirar sus prácticas profesionales.  Usar las herramientas tecnológicas disponibles en el campus (o inclusive externas al mismo) en


 

forma integrada y con sentido, dentro del curso. Permitir la auto y coevaluación, con un enfoque de mejoramiento permanente. Tener impacto personal, partir de sus expectativas y sentimientos, considerar los conocimientos o experiencias previas. Reflexionar sobre los resultados obtenidos y fundamentalmente, sobre el proceso desarrollado, en un ambiente promotor de participación. Ser lúdicas, permitir el error, la exploración, el cambio de roles. Plantear retos y generar en muchos casos, incertidumbre, duda. Permitir el intercambio. Ser un espacio de participación activa y democrática.

 Invitar a la reflexión alrededor de la práctica.  Recoger el conocimiento del grupo. Asimismo, la creación de cada una de las propuestas concretas de actividad que se acercará a los participantes supone la respuesta a muchas –si no a todas- de las siguientes preguntas: ¿Por qué determinada tarea es valiosa para realizarse entre pares? ¿Qué esperamos que los alumnos hagan en forma individual y qué en colaboración con otros? ¿Cómo se vincula con el resto de la secuencia didáctica? ¿Cómo guiamos ese trabajo entre pares? ¿Les indicamos a donde llegar/el producto final a alcanzar y que resuelvan los pasos o etapas para ello o establecemos


consignas de trabajo paso a paso? En relación a lo anterior, ¿proponemos un cronograma único para todos o recorridos alternativos? ¿los tiempos están preestablecidos o son flexibles? ¿Con quiénes (y cuántos) esperamos que interactúen? Según las otras decisiones que tomamos ¿esperamos un trabajo en dúos, en tríos, en pequeños grupos? ¿esperamos un debate con todo un grupo (aula / comisión / etc) ? ¿Cómo organizamos los grupos, los divide el docente o se organizan solos? ¿Qué recursos tecnológicos se pondrán a disposición para dar soportes a los procesos de producción colectiva? ¿Qué espacios se brindarán para que la comunicación? y esos espacios (foros, wikis,

blogs, documentos compartidos, etc.) son privados o públicos? ¿Qué rol debe asumir el docente en estos espacios? Nuevos problemas, nuevas preguntas Las propuestas de Educación en Línea que incluyen actividades que requieren del Aprendizaje entre Pares implican mayor carga de trabajo para el docente y para los alumnos. La interacción con otros, supone destinar más tiempo. Si yo solo leo, hago una monografía o un ensayo o respondo unas preguntas el tiempo destinado es menor que el necesario para el encuentro, para sincronizar en la asincronía, leer la palabra del otro, pensar en la escritura propia, publicar algo para que lo vean los otros, en un foro, en un wiki, en un post de un blog, en…


Otra cuestión central es que la producción colectiva, requiere, justamente, de la presencia de los otros (aún cuando se trate de una presencia mediada por tecnologías) y del compromiso de los compañeros (y de uno!). Los docentes se encuentran con que estas propuestas requieren otros tiempos y compromisos. Las tareas que deben realizar requieren una importante dedicación. Por una parte, supone un alto compromiso requerido para establecer con ellos vínculos que posibiliten el reconocimiento mutuo (¿de qué otro modo es posible si no la construcción colectiva de conocimientos?). Por otra parte, para poder realizar un seguimiento e intervenciones a tono con el nivel de producción demandado a los estudiantes y que acompañe los procesos de

construcción, cuestionando, organizando, sintetizando, aclarando, acompañando. Creemos que esto se posible sólo si pensamos, en espejo con las propuestas de los estudiantes en una modalidad de organización docente que permita el trabajo colaborativo entre los mismos. Una tarea con los niveles de complejidad como los planteados requiere de equipos docentes o de redes de colegas que se acompañen en la misma y en la reflexión sobre esta tarea. Para finalizar podríamos señalar que es necesario tener cuidado con la tiranía del aprendizaje con los pares. Es decir, no todas las actividades debe ser resueltas “en grupo”. Por supuesto que aquí también se ponen en juego opciones metodológicas, ideológicas y pedagógicas de los docentes y diseñadores de un


Programa. En todos los casos, será una función indelegable de los docentes o del equipo diseñador ponderar los beneficios de la promoción o indispensabilidad de interactuar con pares a fin de resolver las diversas instancias académicas por las que atraviesan los alumnos, en equilibrio con un respeto por la autonomía, flexibilidad y posibilidades de los alumnos.


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