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Los otros talentos de “Vencer el desamor”

Miguel Ángel Arritola

Soy amante de las telenovelas, pero de esas telenovelas que abrazan la ficción y la realidad, porque para eso son las telenovelas, para provocar sueños e ilusiones, si queremos la cruda realidad, pues sintonizamos a la “Lic. María Julia” o a Denise Maerket, con ellas no hay fantasías ni ilusiones, sino la cruda realidad de este valle de lágrimas.

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Martin me preguntó anoche que para mí cuál era el “gancho” para que una telenovela me atrapara y sin dudarlo le contesté que primero, el elenco, si en una telenovela está gente que admiro por su trayectoria como una Chantal Andere, Silvia Pasquel, o en su momento Alma Muriel, seguro que me siento a verla.

Siempre mi tabulador de gusto es la primera semana de “prueba”, si en ese lapso no me atrae la historia, “bye”, la que sigue, pero si me atrapa, no hay quien me quite de estar frente al televisor, en tiempo real.

Con “Vencer el desamor” me sucedió, me atrapó desde un principio por su historia que en ocasiones es cruda, fuerte, atrevida y un tanto inquietante al tratar temas como el embarazo adolescente, la problemática de una madre que se queda sola a cargo de un hijo con Síndrome de Asperger, la forma en que se trata el tema de la violencia a la mujer.

Me atrae la manera en que se aborda la vida difícil de cuatro mujeres que aparentemente no tienen nada en común, cuatro mujeres de edad diferente, cuatro mujeres de estrato social muy diferente, pero que las une una misma desgracia: vencer el desamor que las rodean y con el que se enfrentan día a día.

Pero hay algo que debo de alabar en esta telenovela que esta´ llegando a su etapa final y es el sentido de este texto, y es el de aplaudir la oportunidad que se le dio al talento joven, a ese talento en el que la producción de esta telenovela los puso al tú por tú con los consagrados, me fascinó que les dieron papeles fuertes, cargados de emociones y de inquietantes escenas.

Por ejemplo a Valentina Buzzurro, quien en la historia es Gemma Corona, una joven que a su corta edad (16 años) está embarazada y lleva en su vientre un producto de la violación, del engaño, de la avaricia de su madre, quien la vendió al “cacique” del pueblo para que la sacara de pobre.

Buzzurro es una actriz joven, talentosa, que además de ser hermosa, su hermosura la transmite en ese personaje que desde un principio supo construir y adherirlo a su piel, es una joven que seduce a la cámara de televisión con su frescura y profesionalismo.

Después viene Julia Urbini quien interpreta a la viuda Dafne Falcón Miranda, una madre también muy joven que tuvo dos hijos con su esposo Néstor Ibarra (Joshua Gutiérrez) que muere en un accidente automovilístico. La desolación que Julia Urbini le imprime a su rol de mujer desamparada es tan creíble como paralizante. Todas sus emociones las arroja con la mirada, con esa mirada que la actriz maneja a la perfección. Sus intensos y violentos encuentros en escena con viejos lobos de mar como Daniela Romo, (Bárbara Albarrán ) engrandecen su nivel como actriz, no se “amedranta” y crece a la par de quien se le pone a su lado.

No ha de ser fácil dirigir a un niño en escena y menos en un papel tan complicado como el personaje de Tadeo a cargo de Iker García que padece Síndrome de Asperger y necesita atención especial.

Pero Iker García de 8 años de edad, realiza un papel sobresaliente, este niño sabe cómo llegarle al público y enamorarlo con su actuación. Un capítulo sin Tadeo, no es capítulo. De hecho, la historia Tadeo es parte fundamental de “Vencer el desamor”, conozco algunas madres de familia que son mis amigas y tienen un hijo con las características de Tadeo que me han dicho que por él ven la telenovela y les ha servido para entender y amar más a sus pequeños.

Los diálogos más duros y crueles de “Vencer el desamor” recaen en Juan Diego Covarrubias como Eduardo Falcón, padre de Tadeo y pareja sentimental de Ariadna López (Claudia Álvarez). Eduardo abandona a Ariadna por haberle dado un hijo que él desprecia y abandona por tener Síndrome de Asperger.

El personaje que saca adelante Emmanuel Palomares como el prometido de Dafne es dulce, es tierno y es todo un carrusel de emociones. Palomares seguro que en un futuro no muy lejano tendrá un estelar. Tiene carisma y presencia.

El único “pero” que le pondría a “Vencer el desamor” es a que el personaje de Olga (Altaír Jarabo) merecía más fuerza en la historia y la manera en que terminó se me hizo muy tajante y “apurada”.

Altaír Jarabo ha demostrado tener las suficientes tablas como actriz intensa como para merecer un estelar, ´porque talento lo tiene y de sobra. Su porte agresivo, felino y sensual serían piezas elementales para atraer una buena telenovela pensada para ella.

Ojalá que en estas últimas semanas la productora Rosy Ocampo se saque de la manga algo espectacular para explicar el por qué la “salida” tan abrupta de Altaír Jarabo cuando su papel de mujer frívola y perversa le daba realce a una telenovela que apuesto a ganar será la telenovela del año, si no, “pal baile vamos”.

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