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País del mes
Retos, avances y oportunidades en la gestión hídrica de Brasil
De megaplantas desaladoras al reúso potable de efluentes, qué herramientas constituyen el arsenal de la gestión hídrica brasilera para hacer frente a los retos que agravan el Cambio Climático y el crecimiento poblacional
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“Brasil se está secando” “Brasil cada vez más seco”, títulos como estos encabezan las portadas de los diarios más importantes del país que tiene el 12% de las reservas de agua dulce del planeta. Entre las razones están el cambio climático y una creciente demanda industrial y domiciliaria. Los pronósticos son preocupantes pero el gigante del sur no se queda de brazos cruzados y busca en la desalación a gran escala un aliado para adaptarse a las nuevas condiciones. Según la plataforma de recolección de datos MapBiomas, entre 1991 y 2020 Brasil perdió 15,7% de sus superficies cubiertas por agua dulce. La actual crisis hídrica, la peor en 91 años, supone cuantiosas pérdidas económicas y amenaza con racionamientos de energía ante el descenso de sus represas hidroeléctricas. En medio de este contexto árido, las plantas de desalinización a gran escala se erigen como una solución viable. Así es como el día 14 de septiembre ArcelorMittal inauguró la mayor planta desaladora para fines industriales de Brasil en su metalúrgica de Tubarao, en el estado de Espíritu Santo. Se trata de la joya de la corona del Plan Director de Agua (PDA) de la multinacional cuya inversión fue 50 millones de reales brasileros (más de nueve millones de dólares) para una capacidad de 500 metros cúbicos por hora con opciones de ampliación. Será la primera estación de desalación del grupo ArcelorMittal en el mundo y la primera que será usada como soporte industrial en Brasil. En este mismo sentido, la empresa Águas de Fortaleza, liderada por MARQUISE, recientemente firmó la orden de trabajo para iniciar la construcción de la mayor desaladora del país que estará ubicada en el barrio Praia do Futuro de Fortaleza. El proyecto es de fines residenciales y tendrá una capacidad de producción de 1 m³ / s para beneficiar a alrededor de 720.000 personas en la capital de la región. La inversión rondará los 3 mil doscientos millones reales – 599 millones de dólares aproximadamente - durante los 30 años de concesión. De acuerdo con la Fundación SOS Mata Atlántica, el 74.5% de los ríos de Brasil padecen algún tipo de contaminación y ninguno de ellos está en óptimas condiciones. Esta investigación
es congruente con el Ranking de Saneamiento 2021 del Instituto Trata Brasil que indica que el país tiene aproximadamente 100 millones de personas sin acceso a la recolección de aguas residuales y que todavía no trata la mitad de las aguas residuales que genera (49%), esto representa el equivalente a cinco mil trescientas piscinas olímpicas de desechos volcadas a la naturaleza todos los días. Mil ochocientas de ellas corresponden a las grandes ciudades. El padecimiento hídrico de Brasil conjuga polución y escasez. Bien sea que se trate de comunidades dispersas en el nordeste o megametrópolis como San Pablo, el país requiere con urgencia de iniciativas para alcanzar el abastecimiento confiable de agua. Ante esta realidad, el reúso de agua o aprovechamiento de efluentes se erige como la solución más viable.
Reúso de agua y efluentes Con experiencias de éxito en aplicaciones industriales como Aquapolo, que provee de agua residual tratada al polo petroquímico de la región de ABC y la acería ArcelorMittal Tubarao
en Espíritu Santo que se abastece de la estación de aguas residuales (ETAR) local, el próximo paso para llegar a la máxima eficiencia en el uso del recurso y evitar la descarga en ríos y demás cuerpos de agua es el reúso potable o residencial. Al hablar de reúso potable directo el primer ejemplo que emerge es el de Singapur. No obstante, las reiteradas sequías y las crisis hídricas como la sufrida en el Área Metropolitana de Sao Paulo en los años 2014 y 2015, motivó la realización de estudios locales para comprobar los métodos necesarios para llevar a los efluentes tratados a la calidad segura para consumo humano. En este sentido, el Estudio de Viabilidad Técnica en una Unidad Piloto para el Reúso Potable Directo, realizado por el profesor investigador de la Universidad de Sao Paulo, José Carlos Mierzwa y compañía, abre el debate con la afirmación categórica de que los métodos son eficientes y seguros. La interrogante que resta es ¿cuándo será asumido el reúso de aguas residuales como una política de estado para que su aplicación masiva sea una barrera para resguardar a la sociedad contra los embates de la escasez de agua y el cambio climático? La evaluación del estudio citado se realizó a través de la operación y del monitoreo constante de una planta piloto operando con la combinación de cuatro tecnologías de tratamiento: ósmosis inversa (OR), procesos oxidativos avanzados (POA), carbón activado granular (CAG) y carbón vegetal activado biológico (CAB), todos presentes en el mercado local y con suficiencia de pericia técnica entre los profesionales del rubro para que su implementación sea exitosa. “El seguimiento mostró que los efluentes de las ETAR cumplen con todos los estándares de calidad del agua potable” concluye el estudio. La mirada de ALADYR Para Eduardo Pedroza, representante de la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua para Brasil, el país está en un momento “muy importante” para la infraestructura de tratamiento de aguas residuales y la incorporación de fuentes alternativas como la desalación puesto que se tiene conciencia de la necesidad imperante e ineludible de la cooperación entre los sectores público y privado para alcanzar las metas. “Es necesaria la participación de ambos sectores (público y privado) y para ello el retorno de la inversión debe estar asegurada. Desde su perspectiva los ciudadanos están dispuestos a pagar en retribución de un buen servicio” dice Pedroza. Explicó que para una cobertura total de tratamiento de aguas residuales se necesita un aproximado de 400 mil millones de reales (aprox. 91 mil millones de dólares) y que, con Asociaciones Público-Privadas, podrían cubrir esta brecha en 20 años. “Si se invierten 20 mil millones de reales cada año podemos lograrlo”. El experto asegura que para preservar las fuentes
“Es necesaria la participación de naturales de agua, ambos sectores (público y privado) y para ello el retorno de la inversión además de avanzar en cobertura de tratamiento efluentes (remanentes debe estar asegurada. Desde su líquidos de procesos), perspectiva los ciudadanos están es necesario actualizar dispuestos a pagar en retribución de un buen servicio” las instalaciones convencionales porque no tienen la Eduardo Pedroza capacidad de remover contaminantes de preocupación emergente como hormonas, anticonceptivos, antibióticos, drogas ilícitas, residuos de cosméticos y demás componentes vinculados a los hábitos de consumo.
Contaminantes Emergentes Los contaminantes emergentes (CE) tienen efectos adversos en el organismo humano y el ecosistema. Estudios aseguran que estos contaminantes alteran las funciones endocrinas y tienen incidencia en el riesgo de cáncer y la feminización de la población masculina tanto humana como de la vida silvestre acuática. Estos compuestos tienden a combinarse en las fuentes de agua y potenciar su poder nocivo. La investigación documental, Contaminantes Emergentes en las Matrices Acuáticas de Brasil, publicada en 2017 en la revista Scielo.br, detalla las averiguaciones sobre CE en Brasil e incluye papeles técnicos publicados entre 1997 y 2016. Concluye que las concentraciones varían dependiendo de la región y del compuesto. Sin embargo -agregan los investigadores- el escenario de contaminación se vio agravado por la combinación del “pobre estado de saneamiento, una baja inversión en plantas de tratamiento de aguas residuales y el nivel actual de consumo de bienes, que es similar al de los países desarrollados”. Para Pedroza la inversión en saneamiento, tanto para la cobertura como para la adecuación necesaria para la remoción de CE, debe ser un asunto de altísima prioridad para el Estado. “Si se invierte en este tipo de infraestructura se verá un ahorro significativo en los servicios de salud”, adelantó. Expresó ser optimista al respecto porque “el reto no es tecnológico” dado que los tratamientos capaces de remover estos componentes (CE) ya están presentes en el mercado. “El reto es económico, logístico y regulatorio” dijo. Como caso de éxito citó que la Compañía de Saneamiento Básico de Sao Paulo (Sabesp) incorporó a su sistema de potabilización la ultrafiltración (tecnología de membranas) y que ha sido un proceso económico de grandes beneficios para la población paulista. ALADYR reconoce el esfuerzo importante del Gobierno de Brasil y la administración pública nacional en orientar acciones, planes y proyectos para garantizar el acceso al agua potable. El Programa AGUA DOCE, el trabajo constante con las comunidades y la promoción de investigaciones son algunas muestras inequívocas de ello. Sin embargo, impulsar las Asociaciones Públicos Privadas permitirá agilizar el avance e incorporar experiencias de éxito, especialmente foráneas, que puedan ser replicadas en el país, de la mano con el sector académico, eje vital para el crecimiento en materia de desarrollo tecnológico.