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Inédita participación de la Patrullera Oceánica ARC “20 de Julio” en Velas Latinoamérica 2022

Ésta, es quizás la historia de las primeras veces; pues muchos fueron los hitos que logró forjar el buque ARC “20 de Julio”, durante su participación en el crucero internacional de Velas Latinoamérica 2022, una travesía inédita para la marina colombiana revestida de hechos novedosos y orgullo patrio, que quedará marcada y guardada en los corazones de los colombianos, pero por sobre todo en la tula marinera de los más de 100 Marinos de Colombia que hicieron parte de esta aventura.

Quizás se preguntan, ¿por qué un buque gris participó en un evento propiamente de veleros? Un interrogante que muchos se hicieron desde la planeación hasta el término del evento, lo cierto es que este buque de guerra de la Armada de Colombia fue el gran atractivo de Velas Latinoamérica 2022.

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En el momento en que se dio inicio a este crucero, nuestro buque Insignia ARC “Gloria” se encontraba en mantenimiento y teniendo en cuenta los compromisos internacionales adquiridos previamente, el mando naval designó a esta Patrullera Oceánica para representar a Colombia en el evento naval más importante de Latinoamérica que se celebra cada cuatro años y que en esta ocasión tuvo a Brasil como anfitrión y organizador.

Esta importante decisión no fue tan difícil de tomar, puesto que el ARC “20 de Julio” es un buque que representa innovación, desarrollo y tecnología al convertirse en el primer buque de este tipo construido en los astilleros de Cotecmar, además de participar cuatro veces en expediciones Antárticas.

Así, las “Barracudas” como se le conoce a la tripulación del buque, por más de 70 días alistaron cada detalle, equipos, sistemas, protocolos y procedimientos en extensas jornadas de trabajo que les permitió estar a tope y hacerse a la mar.

El día de partida fue el 21 de enero de 2022 sobre la bahía de Cartagena en el muelle de la Base Naval ARC “Bolívar”, el sol se ocultaba y bajo la mirada de cientos de espectadores, el buque subió el portalón y soltó sus cabos para dar inicio a una de las misiones internacionales más importantes de la región, convirtiéndose en el primer buque gris en participar en Velas Latinoamérica.

Por cerca de 120 días el buque surcó full avante aguas de los océanos Atlántico y Pacífico, así como del Mar Caribe, navegando más de trece mil millas náuticas, llegando a los puertos de Río de Janeiro (Brasil), Montevideo (Uruguay), Mar del Plata (Argentina), Punta Arenas y Valparaíso (Chile), Callao (Perú), Guayaquil (Ecuador), Cartagena (Colombia) y Santo Domingo (República Dominicana).

En cada recalada el ARC “20 de Julio” bajo su portalón y con él una parte del país, mostrando con orgullo patrio lo mejor de nuestra nación, nuestras tradiciones navales, visibilizando a Colombia como un país marítimo diverso entre mares, como el país más acogedor del mundo, cargado de una enorme riqueza cultural y gastronómica.

Los alumnos de la Escuela Naval de Cadetes Almirante Padilla y el grupo “A Son de Mar”, fueron los encargados de deslum- brar a miles de asistentes con presentaciones folclóricas, nadie quiso perder la oportunidad de subir a las cubiertas del buque y conocer parte de nuestra cultura. Otro gran atractivo fue Kendala, una canina de raza Pastor Velga, que se embarcó con la misión de blindar la embarcación de cualquier sustancia narcótica durante esta misión internacional, convirtiéndose en el primer binomio canino antinarcótico a bordo de un buque gris.

Durante las navegaciones el buque adoptó sus espacios y la tripulación para formar a los futuros oficiales, los alumnos de una manera teórico práctica, afianzaron conocimientos en navegación, procedimientos operacionales, maniobras, control de averías, guardias de mar, puerto y fondeo entre otras actividades propias de la vida a bordo de las unidades a flote.

Otro hecho peculiar fue el embarque de un Capellán del Obispado Castrense, el padre Juan Carlos Leiva Quintero, por primera vez estuvo a bordo de una unidad gris un sacerdote. Todas las mañanas durante el alza arriba (despertar que se realiza durante la navegación para dar inicio a los trabajos) predicaba la palabra del día, y todos los domingos en medio de la inmensidad del mar celebró la Santa Misa.

Nuevos hitos; el buque se alistó para realizar el paso por el Estrecho de Magallanes una de las zonas más australes del continente; atravesando del océano Atlántico al Pacífico, un canal natural considerado una de las rutas más difíciles de navegar, debido a su estrechez y las condiciones climáticas que confluyen en el área.

Con el acompañamiento de oficiales pilotos de la Armada de Chile, la tripulación del “ARC 20 de Julio” se preparó para este histórico paso, en los que por cerca de ocho horas recorrieron 94 millas náuticas, demostrando el alto nivel de alistamiento y entrenamiento.

Tras el paso por Magallanes, el ARC “20 de Julio” llegó a Punta Arenas (Chile), fueron tres días llenos de alegría, calidez humana, folclor, muestras culturales y tradiciones marineras los que se vivieron en la ciudad austral, las bajas temperaturas y los repentinos cambios climáticos no fueron impedimento para que las familias Magallánicas disfrutarán masivamente de este encuentro de Velas.

En este punto austral del continente se realizó el relevo de alumnos; 25 guardiamarinas de la primera fase dieron paso a los nuevos 22 guardiamarinas y cadetes para continuar el crucero, surcando las gélidas aguas de los canales patagónicos, siete pasos críticos que requieren mucha precisión y un máximo nivel de alerta. En medio de la oscuridad, donde los ojos del buque eran los radares, un estruendo alertó a la tripulación, se trataba de gigantescos témpanos de hielo dispersos en las gélidas aguas. De inmediato, todos entraron en situación y en equipo lograron esquivarlos hasta llevar el buque a aguas seguras.

Continuó la navegación y con ella nuevos hitos, por primera vez un buque gris de la marina colombiana pasa cerca al Candelabro de Paracas en Perú y cruzó por el puente peatonal de Guayaquil sobre el feroz río Guayas.

Como un gesto de hermandad entre las Armadas de Colombia y Perú los Cadetes colombianos llegaron a puerto por alto a bordo del buque Unión vistiendo el tricolor nacional. Una experiencia que atesorarán y contarán a las futuras generaciones.

El ARC “20 de Julio” cruzó el Canal de Panamá, para llegar a casa; fueron portavoces de lo que se vivirá en junio del próximo año, en el marco de la conmemoración del Bicentenario naval 1823-2023, continuando el legado de nuestro embajador flotante, el emblemático Buque Escuela ARC “Gloria”, que fue el gran anfitrión del Sail en Colombia y quien continuó este crucero de velas Latinoamérica 2022.

Al culminar esta travesía por Latinoamérica, los alumnos llegaron a casa siendo nuevos marinos, expertos en marinería, graduados como hombres de mar y de guerra.

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