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Ética, Principios y Valores de los Marinos de Colombia

La Armada de Colombia cuenta con un personal de hombres y mujeres valiosos y valientes que luchan día a día en sus Unidades para cumplir con su labor, tarea que la mayoría de las veces no es fácil por las dificultades que se presentan; barreras que salen en el camino, pero estas mismas cargan y llenan nuestro ser con fortaleza y espíritu de cuerpo para salir avante ante cada una de estas adversidades, estas situaciones que el Mando Naval no desconoce y agradece profundamente, toda esa entrega por cumplir con el deber como militares en la carrera Naval-Militar es valorada con el más profundo sentimiento de gratitud.

Nuestra vocación de servicio nace desde el corazón y se fortalece cada día en el que cada uno de nosotros trabajamos hombro a hombro con tenacidad, disciplina y compromiso, herramientas fundamentales con las que logramos como Institución, el cumplimiento de nuestra misión enmarcada dentro del acatamiento integral de la Constitución y la ley.

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La efectividad y transparencia en todos nuestros actos está ligada profundamente con el profesionalismo, la honestidad y la dedicación que colocamos en cada una de nuestras tareas y todo esto nos ha llevado a la obtención de resultados efectivos y exitosos. Estos excelentes resultados reflejados tanto en el desempeño profesional como personal de nuestros hombres y mujeres que conforman nuestra amada institución, son la sumatoria del esfuerzo limpio, transparente y constante que se imprime en cada uno de nuestros actos en busca del bien de la sociedad y el noble deseo de tener cada día un mejor país para todos los colombianos. Nuestra disciplina siempre debe estar enlazada con los demás valores y principios que nos hacen ser personas de bien y que el pueblo colombiano respeta y admira profundamente; esta disciplina también debe ser aplicada y fortalecida en varios ámbitos de nuestras vidas, tanto en el plano profesional como el plano personal. Se debe ser disciplinado en el campo profesional conociendo nuestra doctrina, así como el cumplimiento de órdenes dentro del marco de la constitución y la ley, el entrenamiento constante, la capacitación, el cumplimiento y mejoramiento de los procesos y el entrenamiento físico. Así mismo; en el plano personal simplemente debemos ser personas que demuestran coherencia entre lo que sentimos, decimos y hacemos, dando siempre el buen ejemplo en familia y en sociedad.

Es vital para todos nosotros ser personas ejemplares, hombres y mujeres de bien con una disciplina y responsabilidad marcada con nuestras familias, dando a ellas en todo momento un agradecimiento infinito, por ese innegable apoyo incondicional que siempre han sido, son y serán para cumplir con nuestra vocación de servicio a la Patria.

La mayoría y por no decir que todos nosotros como miembros de la Institución, sin importar su condición de estado civil actual, tenemos o hemos tenido abuelos, padres, hermanos, esposas o esposos e hijos, que siempre nos han acompañado en algunos, o por qué no, todos los momentos felices, alegres, de gloria y victoria, pero también han estado allí en esos episodios y épocas de dificultad o tristeza a largo de nuestra carrera Naval Militar, siempre han estado allí y se han sentido orgullosos por nuestros logros alcanzados, hacen inflar aún más nuestro pecho en el que con decoro lucimos y hacemos honor a nuestro apellido y nuestra familia al lucirlo en nuestro uniforme.

Por estas razones debemos rendir un homenaje constante a nuestras familias, basados en el buen comportamiento con todos sus miembros, con respeto, responsabilidad y demostración de afecto constante, cuando se cuenta con una familia funcional, se es feliz en todos los sentidos y se está siendo una persona y un militar exitoso.

También debemos ser disciplinados con las finanzas y nuestra economía, cumplir con las obligaciones económicas familiares, compromisos adquiridos con terceros, tener un proyecto de vida y mejorar cada vez más la calidad de vida. Las personas disciplinadas en este campo, normalmente presentan una gran dinámica de trabajo eficiente; se gozan el día a día, aportan ideas y dan soluciones a los problemas en el diario vivir laboral. Caso contrario se presenta con las personas que presentan problemas económicos, donde las obligaciones y responsabilidades en el trabajo se convierten en algo secundario; se presenta en la persona o el tripulante desconcentración, baja eficiencia y en muchos casos bajo nivel de ánimo, al tiempo que puede convertirse en una persona vulnerable que pueda aprovechar el enemigo.

En conclusión; se deben tener y aplicar buenas prácticas en el manejo de la economía personal para tener un buen ambiente y clima laboral, como también una excelente calidad de vida con nuestras familias.

Una buena disciplina espiritual, independientemente de las creencias religiosas de cada uno de nuestros miembros de la Fuerza, es importante porque nos permite como seres humanos mantener un equilibrio en cada acción y pensamiento hacia nuestras vidas con el fin de obtener un mayor bienestar y un sano vivir. Con esta disciplina podemos producir cambios positivos en el carácter o comportamiento, con conductas que nos hacen crecer como personas y ayudan a lograr mayor madurez.

Nuestra Institución está marcada por el buen comportamiento ético de sus integrantes, esto lo vemos trazado desde los lineamientos del Comando de la Armada de Colombia, donde nuestro Comandante determina que el comportamiento ético es el aspecto transversal en todas nuestras actuaciones, hombres y mujeres con un comportamiento intachable.

También dice que el actuar de todos y cada uno de los integrantes de nuestra Institución debe ser transparente en cada uno de los escenarios donde se desempeñe, siempre con integridad, lealtad, compromiso, respeto, disciplina, responsabilidad y honor militar. Todos y cada uno de nosotros debemos tener claro que nuestro adecuado comportamiento ético, es la primera y la más importante de las formas de construir una imagen institucional sólida, donde lograremos mantener y mejorar los niveles de aceptación y favorabilidad de la sociedad colombiana que tanto nos necesita y a la que estamos prestos a servir en todo momento.

Finalmente quiero referirme al liderazgo que debe estar en todos y cada uno de nosotros, debemos dejar de ser “subordinados con tareas de obediencia y control” a pasar y convertirnos en “líderes con iniciativa y responsabilidad”; entre todos debemos invitarnos a mantener el cambio de mentalidad, donde pasamos de ser “Jefes de Subordinados” y convertirnos en “líder de líderes”, esto es lo que es conocido como el mando orientado a la misión o “Mando Tipo Misión”. Cuando aplicamos el concepto del “Mando Tipo Misión”, estamos creando equipos de confianza, mantenemos una comprensión compartida, creamos una iniciativa disciplinada y asumimos riesgos prudentes; estas buenas prácticas de trabajo en equipo nos llevan al éxito del cumplimiento de cada una de las tareas o misiones a desarrollar, ya que existirá una dirección por misiones donde estará siempre presente un compromiso emocional del líder con sus subalternos. Con ello está presente la humildad del líder para saber escuchar, recibir recomendaciones de cualquier integrante del equipo, obteniendo sinergia donde “todos ponen” y así lograr encontrar el camino para tomar las mejores decisiones, “Ser líder no es posición, es acción”.

La Armada de Colombia continuará con el cumplimiento de su misión, de la mano del trabajo arduo que realizan con pasión los casi 33.000 hombres y mujeres líderes con los que contamos en cada una de las áreas de jurisdicción de todo el territorio colombiano.

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