Hoy el día ha vuelto a llorar sobre las baldosas, de Carmen Callado

Page 1

Carmen Callado



Hoy el día ha vuelto a llorar sobre las baldosas

ESTO PASARÁ. Hoy el día ha vuelto a llorar sobre las baldosas. La niña que me acompaña tiene botas katiuskas y le gusta pisar el llanto de los charcos. Es como mágico. Los ríos que se forman en las calles discurren rápidos mientras los pies de goma los siguen intentando atrapar las escurridizas lágrimas. El paraguas que lleva es transparente, dibujado de gatos y perros protegidos por sombreros. La niña que me sigue a todas partes ahora se tapa la boca con una mascarilla y guantes de goma. Cruza las calles a paso rápido, tiene que ir a una casa, que los mayores llaman consistorial, a

conseguir que las cosas sean buenas para las gentes. Pero nadie la saluda por la calle mojada de llanto, porque está vacía, como están todas desde hace varios días. Los gatos que no tienen casa se cruzan con ella y todos se miran sin decirse nada y es raro, porque ella siempre les da los buenos días cuando pasa frente a la iglesia mientras esperan el alimento que le ponen los vecinos de buena voluntad. Pero ahora, la niña que me sigue a todas

partes los mira en silencio y con tristeza, mientras las lágrimas del cielo también los salpican a ellos y les mojan las zarpas en los charcos, porque los gatos callejeros no tienen paraguas ni katiuskas. La niña lleva un bolso que guarda un bocadillo y unas chocolatinas para endulzar la mañana. No puede ir a ningún sitio a tomarse ni un zumo de naranja, porque todo está cerrado, de momento. Ella sabe que un bicho feo y con pinta rara está por todas partes y asusta mucho a otros niños, hermanos, padres y le pega


muy duro a sus abuelos. La niña con katiuskas se hace preguntas en silencio, ella que habla tanto, a veces no dice nada, porque todo está dicho en los ojos que por momentos se cruzan con los suyos. Sabe que es bueno taparse la boca, y por eso las palabras enmudecen para que el bicho no oiga su miedo y pase de largo… Aunque ella sabe, porque un día se lo dijo su abuela, “que no hay mal que cien años dure” y entonces eso le alegra la mañana, porque la niña sabe que la esperanza se aferra con lazos verdes tras sus orejas.

Dedicado a todos los niños y niñas que tienen que #quedarseencasa.




Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.