01-022009
010ENTREVISTA
Julián Núñez, vicepresidente de Seopan
“Solamente con inversiones presupuestarias no será posible enjugar la caída residencial” Albert López Reconoce la importancia, básica, del aumento de la inversión pública en infraestructuras anunciada recientemente por el Ejecutivo. Advierte, asimismo, que ésta no será suficiente para hacer frente a la crisis actual de la edificación en España. Son las impresiones de Julián Núñez, vicepresidente de Seopan desde que David Taguas, actual presidente,
sucedió al tristemente fallecido Enrique de Aldama al frente de la entidad. Núñez se muestra satisfecho, dada la difícil coyuntura, si el Gobierno ejecuta realmente la previsión de inversión pública del PEVR en infraestructuras. Además, cuanto antes, mejor.
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ué medidas cree que se deberían aplicar para paliar la crisis de la construcción en España y la desaceleración de la economía española? La primera consideración que hay que hacer es que la crisis que atravesamos es de nivel mundial, no local o regional. Es global en sus causas y también en sus efectos; por lo tanto es necesario que las medidas para acelerar la vuelta a la normalidad alcancen al conjunto de todas las economías desarrolladas y en vías de desarrollo. La segunda es que el inicio de esta situación está en una crisis financiera y crediticia, de la que se han derivado los efectos perniciosos que estamos sufriendo en todos los sectores de la economía y a la que se ha añadido una crisis inmobiliaria, más o menos aguda y determinante en función de la importancia en los años anteriores de la actividad en cada economía nacional. Y la tercera consideración es que la construcción en nuestro país -al ser por una parte particularmente sensible a la importante caída de la actividad residencial y, por otra parte, por haber sido una actividad productiva muy determinante en el crecimiento del PIB y del nivel de empleo nacionales en la última década demanda con urgencia planes públicos extraordinarios de creación de nuevas infraestructuras que permitan al tejido empresarial poder optar a cotas razonables de actividad, compensando así en parte el singular deterioro de la actividad residencial. Las últimas cifras conocidas, correspondientes al tercer trimestre de este año, son muy elocuentes; la caída de la actividad total en construcción hasta el -6,4% se debe a la intensa caída de la edificación residencial de
Julián Núñez, vicepresidente de Seopan
“Se deberían tener en cuenta las concesiones o los sistemas de colaboración público-privados”
hasta un -13,4%, a pesar del mantenimiento de las cotas alcanzadas por el conjunto del resto de la actividad. En este sentido, como ha dicho recientemente el presidente de Seopan, la inversión en infraestructuras se configura como un aspecto clave en la fase de desaceleración. Además de su carácter estructural, para elevar la productividad y el crecimiento potencial de la economía española, cuenta ahora con un carácter estabilizador para mitigar la caída de la demanda agregada. Por ello venimos proponiendo que, junto a las medidas ya adoptadas por el Gobierno a lo largo de los últimos meses y que incluyen tanto a la oferta como a la demanda, se tomen medidas de fomento
intensivo de la inversión en infraestructuras, de efecto lo más inmediato posible. Y que dadas las dificultades presupuestarias, se tengan en cuenta los sistemas de financiación no presupuestarios o mixtos, como son las concesiones, o los sistemas de colaboración público-privados que permitirían acometer muchas iniciativas en este campo sin apelar a las cuentas públicas. ¿Tienen alguna previsión de cuándo la actividad constructora nacional volverá a crear empleo y a contribuir de manera decisiva en el PIB? Todas las previsiones que conocemos apuntan a una caída continuada de la actividad en 2009 y
2010. Más allá es difícil aventurar su evolución dada la dureza creciente de la crisis y la dificultad de prever la evolución de los actuales escenarios, muy cambiantes. La inversión de esta situación dependerá de muchos factores entre los que se cuentan la evolución del conjunto de la economía mundial y las medidas que se tomen tanto a nivel mundial como en la UE y en nuestro propio país, su eficacia, coordinación y efecto en el tiempo. Es difícil aventurar plazos y más en un sector en el que la edificación residencial representa hasta un 36% de su producción total y que se encuentra inmersa en su propia crisis adicional, profunda y con pocos visos de repuntar a corto plazo. Por su propia naturaleza productiva, el sector es intensivo en mano de obra y, por tanto, siendo puntero en la creación de empleo en épocas de bonanza, es más vulnerable que otros sectores a la destrucción de empleo en épocas de recesión de la actividad. Por lo tanto, mientras no se recupere la actividad normal en la edificación residencial y se implementen medidas contracícilicas eficaces en el resto de subsectores –especialmente en el de obra pública- es difícil aventurar previsiones. Lo que no cabe duda es la importancia crucial de la construcción en el empleo y en el PIB; por tanto, cuanto antes comience la recuperación, mejor irá el conjunto de la economía nacional. Lo que si parece indiscutible es que pasará un tiempo antes de que el sector vuelva a la senda del crecimiento estable y continuado, y que difícilmente volveremos a ver los niveles de crecimiento a que estábamos acostumbrados en el último decenio. (sigue en la página 012)
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012ENTREVISTA (viene de la página 010)
¿Está de acuerdo con la austeridad y solidaridad con las que el Gobierno ha elaborado los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2009? El proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2009, actualmente aún en tramitación, ha sido elaborado prácticamente antes del verano pasado y desde entonces la situación económica nacional ha variado mucho y para mal. En el momento actual de incertidumbre es el Gobierno quien ha de valorar la idoneidad de esos Presupuestos y en su caso, las adecuaciones o cambios que crea oportunos para hacerlo más eficaces. Por nuestra parte entendemos que siempre será positivo que se cumplan, por lo menos, las previsiones que contiene en materia de inversión en infraestructuras. ¿Cómo valora que los PGE aumenten un 4,5% la inversión en infraestructuras (22.114 M€)? Sobre todo destaca el aumento del 7,5% en las infraestructuras de transporte. Nuestra valoración es positiva en este aspecto, aunque hay que señalar que el crecimiento en estas i nve r s i o n e s e s meramente continuista respecto a lo previsto en los Presupuestos del pasado año e incluso con un nivel de crecimiento algo inferior. Pero si se cumple lo previsto ya será un hecho positivo en la actual situación. Parece coherente con los importantes esfuerzos realizados en los últimos años en carreteras, que se dote con mayor inversión a los ferrocarriles, pero las prioridades debe fijarlas en Gobierno y nuestro cometido, el de las empresas, debe ser el de atender cumplidamente en tiempo y plazo los requerimientos de la demanda pública en esta materia. Debo reiterar que creemos que los esfuerzos adicionales que exige la situación pueden y deben hacerse por vías de financiación extra presupuestaria, para los que hay instrumentos normativos y financieros de eficacia probada. Tanto para lo uno como para lo otro nuestras empresas están en
plena disposición de colaborar a su buen fin, como ha sido tradicional, en la seguridad de que asumirán los retos que la Administración pueda plantear para su cumplimiento. ¿Este crecimiento presupuestario puede ayudar a recuperar al sector constructor español ante la caída de la actividad del sector residencial? En primer lugar hay que tener en cuenta que la obra pública solo representa en torno al 25% del total de la construcción y que se reparte prácticamente a tercios entre las tres administraciones, central autonómica y local. Por tanto, las inversiones con cargo a los Presupuestos Generales del Estado –que contiene las inversiones en obra pública en el ámbito de responsabilidad de la administración central- no pueden obviamente ser la panacea única de esa hipotética recu-
un carácter anticíclico general, sino que es muy positiva para impulsar actividad y empleo en otros sectores productivos. Un crecimiento espectacular de la inversión de los PGE es en materia de Vivienda, con un 16,6% más. Al margen de valorar la idoneidad de la cifra, ¿cree adecuada la política de fomentar la VPO, el alquiler y las mejoras fiscales anunciadas hasta ahora? Fomentar la VPO y el alquiler son medidas indiscutiblemente positivas, tanto desde el punto de vista social como para mitigar el abultado stock de viviendas construidas y no vendidas, que es uno de los principales lastres para reactivar la actividad en el segmento de edificación residencial. Lo importante es que estas medidas, siendo positivas, se pongan
PGE: “Si se cumple lo previsto ya será un hecho positivo en la actual situación” en marcha cuanto antes para que la demanda existente pueda materializarse, bien por compra, bien por alquiler, a lo que se debería favorecer prioritariamente para dar salida cuanto antes al stock construido y no vendido.
peración. Más tendiendo en cuenta además que, como ya he dicho, la edificación residencial representa hasta el 36% del total de la construcción. Por lo tanto, solamente a través de las inversiones presupuestarias no será posible enjugar la caída del sector residencial. Pero dicho esto también hay que añadir que la inversión pública puede y debe tener un singular efecto de emulación en el resto de sectores, en el empleo, en las restantes administraciones. Y sobre todo que la inversión pública en infraestructuras puede aumentar sensiblemente si se va más allá del gasto puramente presupuestario utilizando otros instrumentos de financiación que, como he dicho, no carguen los costes al erario público. Además, y como es sabido, la inversión intensiva en infraestructuras no solo tiene
Desde Seopan, ¿han detectado un aumento de la diversificación y de la internacionalización de la actividad de las constructoras españolas? Del total de ventas de las empresas de Seopan en el primer semestre de este año, la diversificación ha representado un 59,4%, casi cinco puntos más que el pasado ejercicio y un 23,5% más en términos de valor. La diversificación no destinada a la construcción, tanto en el mercado interior como en el exterior, creció un 23,5%. Por lo tanto, es evidente que la apuesta por la diversificación no solo está funcionando de forma satisfactoria, sino que está sirviendo para que estas empresas puedan enfrentar la crisis desde posiciones más solventes y diversificadas. En lo que se refiere a la diversificación de la actividad principal, la construcción, en 2007 las empresas de Seopan no solo alcanzaron un record absoluto de ventas en el exterior, que con 8.122 M€ representó
un 12% del total de ventas de estos grupos de empresas, sino que han más que duplicado en dos años la facturación alcanzada. Pero es el aumento de la contratación, que constituye la cartera de obras a realizar en los próximos dos/tres años, lo que asegura un fuerte crecimiento de la actividad exterior de estas empresas en el próximo futuro. En 2007 la contratación se situó en los 11.100 M€ superando en un 57,3% la alcanzada en 2006. Esta posición de solidez y preeminencia basada en la diversificación se apoya también en el ámbito concesional, que es un negocio que, por su propia naturaleza, genera ingresos recurrentes a medio y largo plazo. En 2007 entre los once primeros puestos del ranking mundial de empresas concesionarias por número de concesiones en construcción y operación –con una inversión superior a 50 M$- figuran seis grupos españoles que gestionan el 42% del total de concesiones mundiales catalogadas desde 1985. Ahora más que nunca estamos padeciendo los niveles más altos de morosidad en el sector. ¿Qué cree que se debería hacer para solucionar definitivamente el problema? La morosidad tiene su origen en el retraso de sus obligaciones de pago por parte de los clientes públicos y, en algún caso, de los privados, sobre los que aquéllos ejercen un perverso efecto de emulación, y que se traslada inevitablemente en cadena. La solución es fácil y transparente: cumplir la ley y abonar las certificaciones y facturas en los plazos que marca. La normativa que rige los contratos públicos -así como la restante legislación pertinente y la específica sobre morosidad en los pagos en las transacciones comerciales- deja muy claro cuales son las obligaciones del deudor y específicamente la de los clientes públicos en cualquier tipo de contrato amparado por esta Ley. Aunque siempre ha habido problemas puntuales con algún cliente, el aumento preocupante que ahora se detecta y que a menudo se traslada en cadena –contratistas, subcontratistas, proveedores- puede ser causa o concausa determinante de situaciones graves en toda la cadena productiva. Habrá empresas que puedan aguantar, pero otras no y al final esta práctica perversa tendrá muy negativas consecuencias en el empleo, en la viabilidad de algunas empresas y, en definitiva, colaborará a retrasar el comienzo de la recuperación.