11-122010
010ENTREVISTA
Entrevista a Rafael Romero, presidente de la Cambra Oficial de Contractistes d’Obres de Catalunya (CCOC)
“El mercado de la construcción en España tiene un potencial de crecimiento importante” Albert López Reivindica el valor del capital humano y la experiencia acumulada por los profesionales y técnicos de la construcción en España todos estos años. Tiene asumido que la inversión en obra pública es una de las primeras partidas presupuestarias en reducirse en fases de crisis. Ante esta realidad, Rafael Romero, presidente de la Cambra Oficial de Contractistes d’Obres de Catalunya (CCOC), evita enquistarse en la queja permanente
Q
ué valoración hace de la reducción de la inversión pública en infraestructuras aprobada por el Ministerio de Fomento? En el momento en que el Gobierno español ha de tomar medidas para recuperar la confianza de los mercados financieros internacionales es evidente que la herramienta que tiene un efecto más inmediato es esa parte del presupuesto que aún está sin comprometerse. Por tanto, es tradicional que todos los gobiernos cuando han de recortar el gasto recorten la inversión pública. En lo que no estamos de acuerdo es en que el recorte se base fundamentalmente en el gasto público y no se afronte la necesaria reforma estructural de las administraciones públicas en todo el país. ¿Esto qué quiere decir? Que juzgamos de una manera muy negativa que se mantenga en el presupuesto del 2011 el recorte que ya se hizo en 2010. Recorte, por otro lado, que ha sido extraordinario. Nunca se había ralentizado obras en curso e incluso anular obras en marcha. Esta manera de recortar la obra pública la consideramos absolutamente excepcional y esto exigiría la correspondiente contraprestación que está prevista en la Ley de Contratos del Sector Público por resolución unilateral del contrato. Si en 2011 la inversión en obra pública continuará a raya, ¿qué propuestas puede hacer la Cambra para mejorar la situación de cara al futuro? Efectivamente, preferimos hablar de futuro y que se ponga el acento en la eficiencia de la gestión de la obra pública, además de esta profunda
Rafael Romero, presidente de la CCOC
reforma de las administraciones públicas. Hay demasiadas administraciones que duplican los servicios que prestan, se han de analizar qué servicios son verdaderamente eficientes, qué servicios podrían mejorar su eficiencia en su gestión privada y, en definitiva, reducir la estructura de la administración pública. Si el motivo de reducir el gasto para llegar a un déficit del 3% en 2013 viene derivado para superar las dificultades de la deuda española, tanto pública como privada, lo que se ha de hacer es una mejora de la estructura del gasto público. Las declaraciones del ministro Blanco para centrar el procedimiento de inversión pública bajo criterios de eficiencia las compartimos totalmente. Ojalá se llevara a la práctica y se aplique lo que llevamos tiempo pidiendo, que es una adecuada programación de la inversión pública que permita priorizar las inversiones a realizar bajo criterios de coste-beneficio.
y aporta medidas que pueden paliar una coyuntura económica y financiera tan complicada como la que vivimos. Por ejemplo, gestionar de una manera más eficiente la inversión en obra pública, mejorar y reducir la estructura de las administraciones públicas y fomentar la reconversión ordenada del sector de la construcción aplicando medidas tributarias y sociales para facilitar la fusión de empresas constructoras complementarias.
Ello, además, permitiría luchar contra la cultura del no, que en determinados territorios españoles, y especialmente en Cataluña, está muy desarrollada. Esperamos, por tanto, que las administraciones reduzcan el gasto no productivo, que liberen recursos para hacer inversiones en infraestructuras, esto es, productivas y, al mismo tiempo, mejore el posicionamiento del riesgo del país frente a los mercados internacionales. Por otro lado, pedimos al sector público catalán, y naturalmente debería ser una acción concertada con el resto de administraciones, para hacer una reconversión ordenada del sector de la construcción, que quiere decir tomar medidas tributarias y de carácter social que permitan o favorezcan, primero, la fusión de empresas constructoras complementarias. Hay grupos con capacidad suficiente como para superar la actual situación de crisis. Y, por otro lado, las empresas que vean que su futuro no es claro que se les permita un cierre ordenado. ¿Qué papel cree que tendrá a partir de ahora la construcción en la economía? Nosotros esperamos que la situación de la economía española mejore, que los mercados internacionales recuperen la confianza en el mercado español porque España tiene un potencial de crecimiento importante. Incluso dentro del mismo mercado de la construcción. Me explicaré. Todo el mundo contempla el sector de la construcción como un sector maduro, que tenemos una dotación de infraestructuras suficiente por lo que respecta al PIB español, pero es que
las infraestructuras siempre han de estar por encima del PIB porque son un elemento de competitividad. Las infraestructuras generan mejores condiciones a las empresas que están instaladas en el territorio de influencia. Por lo tanto, la inversión en infraestructuras es un componente de la política económica que no podemos dejar de lado justificándolo en que ya tenemos suficiente. Eso sería una excusa absolutamente coyuntural y para justificar una determinada medida en un determinado momento, pero no tiene una consistencia suficiente como para mantenerla en el futuro. Entonces, el sector de la construcción, ¿volverá a tener la envergadura de años atrás? El sector tiene que darse cuenta que ya no se puede construir como antes, que la situación del pasado ya no se volverá a presentar. Hemos de tener los pies en el suelo, ser realistas y también ser ambiciosos. La actividad no volverá a tener los niveles de 2005-2006, pero sí ha de tener una continuidad porque, aunque aceptamos la crítica que se ha hecho de que la economía española estaba basada excesivamente en el crecimiento de la construcción y en el consumo privado, la gente se ha de dar cuenta de que la construcción ha de acompañar y propiciar el crecimiento económico. Si olvidamos esta faceta de la construcción nos estaremos equivocando. Se ha hablado mucho de cambio de modelo de la economía española, este cambio de modelo también lo hemos de aplicar al mundo de la construcción. Nosotros estamos por el cambio de modelo de la construcción. ¿Cómo podemos (sigue en la página 012)
EL SECTOR
012ENTREVISTA (viene de la página 010)
ganar productividad? Haciendo mejor lo que sabemos hacer. Una de las cosas que sabemos hacer en España es construir. Por lo tanto, el reto es construir mejor aplicando soluciones innovadoras, mejorando la tecnología, mejorando la cualificación de los trabajadores y, por tanto, hacer una construcción más respetuosa con el medio ambiente y teniendo niveles de siniestralidad laboral cero. La Cambra ha presentado las conclusiones del Programa Innocons. ¿Cambiar el modelo productivo del sector de la construcción pasa necesariamente por innovar e industrializar? El objetivo principal es que la construcción que tengamos en 3, 4 o 5 años sea un sector más competitivo, más avanzado tecnológicamente, con capacidad de innovación, que sea capaz de dar satisfacción a las necesidades del verdadero cliente de la construcción, que es el usuario final. Se debería hacer una construcción diferente, en el sentido del uso ma-
sobre el papel a la aplicación de estas propuestas a la realidad. Y el sector público catalán es el principal promotor de obra pública en Cataluña, a pesar de la crisis. Por tanto, sería ideal que estas ideas innovadoras que están saliendo del proceso Innocons se vea que son, efectivamente, aplicables inmediatamente en los proyectos en marcha, para que esto genere un efecto de arrastre a otros promotores que se planteen hacer nuevas obras. No tenemos ninguna voluntad de monopolizar una tarea que consideramos que ha de hacer el sector en su conjunto. ¿Qué valoración hace la recién reforma aprobada de la Ley de la Morosidad? Nosotros pensamos que la Ley de la Morosidad ha venido a promulgarse en el peor de los momentos posible porque lo primero que deberíamos hacer es utilizar bien el término morosidad. Morosidad es no pagar en el momento en que tú has pactado. Si tú cumples con un ritmo
“Establecer unos plazos de pago de manera ajena al entorno económico y financiero del país es un brindis al sol” sivo de componentes estandarizados que hagan mayoritario el trabajo en el taller y no el trabajo artesanal de construir en obra. Todo esto es un proceso que nosotros somos capaces de hacer. Probablemente podríamos ser punteros en el mundo de la construcción aprovechando, como es lógico, ese capital humano. El reto de la crisis de la construcción también pasa por la productividad, común a toda la economía española. Hemos de ser capaces de exportar nuestro conocimiento, lo que requiere salvaguardarlo. Sería un desastre que esta experiencia y conocimiento acumulado estos años se diluya como tierra en las manos y, por tanto, pedimos la reconversión ordenada del sector. Pensamos plantear al nuevo Gobierno de la Generalitat que salga de las elecciones del 28 de noviembre la conveniencia de que el sector público catalán lidere este proceso. ¿Por qué? Porque hemos de pasar de los análisis, los debates, las propuestas
y unos plazos de pago no estás siendo moroso. Establecer unos plazos de pago de manera ajena al entorno económico y financiero del país es un brindis al sol. En momentos de restricción del crédito que están teniendo todas las empresas, grandes, medianas y pequeñas, establecer unos plazos de pago irreales para las empresas constructoras que trabajan para la administración pública es una manera de empeorar su situación. Pero la ley se ha de cumplir. Bien, esta ley comportará, probablemente, más perjuicios que beneficios porque los suministradores de las empresas constructoras se pueden encontrar con una disminución de la demanda más importante dado que las constructoras no podrán cumplir con sus plazos de pago. Esto comportará, necesariamente, una reconversión del sector porque es cierto que no volveremos a tener la demanda de los años de expansión, sobretodo en el sector residencial, y, por tanto, estamos en un momento de sobreoferta empresarial.
11-122010
La licitación de obra pública cae un 33,8% en los siete primeros meses del año
El Gobierno prepara un recorte sustantivo de las ayudas en el Plan de Vivienda
Redacción La licitación de obra pública cayó un 33,8% en los siete primeros meses del año en comparación con el mismo periodo de 2009, hasta suponer un presupuesto inversor de 16.403,11 M€, según datos de la patronal constructora Seopan. La reducción equivale a unos 8.378 M€, dado que a cierre de julio del pasado año ayuntamientos, Comunidades Autónomas y Gobierno central habían puesto en marcha proyectos por un importe total de 24.782 millones. El mayor descenso en promoción de obras se registró en el Gobierno central, con una reducción del 39,7%, entre la que destaca la del 35,3% registrada por el Ministerio de Fomento, el principal organismo inversor del Ejecutivo. El departamento que dirige José Blanco puso en marcha proyectos en los siete primeros meses del año por un total de 2.528,38 M€, 1.381 M€ menos respecto a la misma fecha de 2009. El descenso deriva de la caída del 60,7% contabilizada en la promoción de obras de carreteras y del 39,7% en las licitaciones de Adif.
Redacción El Plan de Vivienda y Rehabilitación de 2008 declaraba tener por finalidad ampliar la base de demanda solvente de VPO, posibilitando el acceso a una primera vivienda a quienes no pudieran acceder a una vivienda en el mercado libre. Para ello establecía la Ayuda Estatal Directa a la Entrada (AEDE), así como unas subvenciones para la promoción de VPO en arrendamiento y para la adquisición y urbanización de suelo para vivienda protegida. Ahora el Gobierno prepara una reforma del citado Plan, por la que se reducirán significativamente las subvenciones establecidas para la promoción de VPO en arrendamiento, y se eliminarán las subvenciones para adquisición y urbanización de suelo para la vivienda protegida. Todo ello dificultará el acceso a la misma por parte de muchos demandantes. El pasado mes de septiembre, Juan F. Lazcano, presidente de la CNC, José Manuel Galindo, presidente de la APCE, y Rafael Fernández, presidente de Cepco, manifestaron en rueda de prensa su oposición a esta medida del Gobierno.
Industria manifiesta su apoyo a la nueva patronal Cominroc Redacción La Confederación de Industrias Extractivas de Rocas y Minerales Industriales (Cominroc) se ha presentado el pasado mes de noviembre ante el director general de Política Energética y Minas, Antonio Hernández García. A este acto asistió una amplia representación de la Administración, de las patronales del sector, los centros tecnológicos, el empresariado o las centrales sindicales. El presidente de Cominroc, Manuel Hermoso Villalba, destacó la importancia de que los representantes de la recién creada patronal de la industria extractiva participara en la Comisión de Seguridad Minera como miembro de pleno derecho. Hernández García agradeció la creación de este tipo de iniciativas y redundó en la importancia de trabajar de manera conjunta entre la Administración Central, Autonómica y las
Presentación de Cominroc
empresas en beneficio de la industria extractiva. Asimismo, y a pesar de la situación económica actual, el director general de Política Energética y Minas apoyará con firmeza y en la medida de lo posible, al sector extractivo español que, a pesar de no tener el reconocimiento social del que goza la industria energética, representa a un ámbito empresarial del que dependen otros subsectores importantes para la economía.