(UNA) TARJETA DE COLOR PARA ARGANZUELA
LBERTO ARCÍA ZNAR Noviembre 2017 · Enero 2018 A
G
A
Soy un extranjero dentro de este barrio. No sé cuánto duraré en él, puesto que mis derivas y vuelos me conducen, año tras año, a nuevas dimensiones para explorar que nunca imagino y que, por ello, siempre me sorprenden ante una ingenua fascinación. Mientras tanto, ando buscando o tratando de generar una memoria que me conecte a él, que lo convierta en mi nido solo por esta vez. Quiero que sea un lugar. Al salir de casa me asaltan sorpresivas conversaciones y saludos, a los que yo respondo de buen grado. Los perros me miran y una voz reprime a un niño porque no quiere ponerse el abrigo después de jugar con sus amigxs. El graffiti de la plaza es el de siempre y yo, mientras tanto, voy a comprar al mercado y parezco un octogenario. Hay puertas de hierro que se cierran haciendo un ruido estruendoso y la luz del piso de arriba hace acogedor y cálido aquel escondrijo. Desde esa ventana una señora mira atentamente al chaval que todas las mañanas abre el quiosco sin reparar en nada, y yo saludo a mi vecina, que dice que me quiere mucho. Aún no lo encuentro. Sigo buscando y me pierdo por las calles de este laberinto que yo creo que es ahora mi casa, y le devuelvo a una niña un balón que se le ha escapado y ayudo a un señor mayor a recoger una moneda que se le ha caído al suelo. Carmen, la de la papelería, nos regaló unas pinturas. Justo después vimos un toldo precioso con un estampado de flores en la parte de abajo. Fuera del bar, un muchacho se debate entre acabarse el cigarro o volver corriendo a la barra porque hoy aquí hace frío. Son las diez y acabo de llegar a casa porque entre tantas calles casi me pierdo. Pajarracos, fruta y una cervecita. Un día participé en las fiestas de Arganzuela porque pienso que integrarse en eventos como esos es una buena forma de sentirse unx más en un lugar que no es tuyo -o del que tú no eres-, de integrarte en él. Las imágenes son las mismas, las personas parecen las de siempre, los coches no han dejado de pasar por la misma calzada y el parque sigue igual. El correo llega como cada día, en el colegio lxs niñxs hacen el mismo estruendo, las pequeñas tiendas no se dejan vencer y el autobús que para cerca de mi casa parece un autobús normal. No sé si sé lo que es pero, cuando me vaya, me acordaré de este sitio.
¿Qué identifica a un barrio? ¿Cuáles son los elementos que lo definen? ¿Cómo se representa gráficamente? ¿Qué se necesita para que sus habitantes se configuren como comunidad? […] Buscamos aproximarnos juntxs a los distritos de Usera y Arganzuela para definir entre todxs cuáles son los elementos que los identifican, los que hacen a lxs vecinxs sentirlo como algo propio, configurando una identidad común. Las narraciones colectivas de los habitantes de ambos distritos se convierten en un imaginario con una fuerte carga simbólica, una gramática propia que sirve como soporte para el diseño de la identidad gráfica del programa ‘Mirador’. Vendedores de Humo
En aquel Imperio, el Arte de la Cartografía logró tal Perfección que el mapa de una sola Provincia ocupaba toda una Ciudad, y el mapa del Imperio, toda una Provincia. Con el tiempo, estos Mapas Desmesurados no satisficieron y los Colegios de Cartógrafos levantaron un Mapa del Imperio, que tenía el tamaño del Imperio y coincidía puntualmente con él. Menos Adictas al Estudio de la Cartografía, las Generaciones Siguientes entendieron que ese dilatado Mapa era Inútil y no sin Impiedad lo entregaron a las Inclemencias del Sol y los Inviernos. En los desiertos del Oeste perduran despedazadas Ruinas del Mapa, habitadas por Animales y por Mendigos; en todo el País no hay otra reliquia de las Disciplinas Geográficas. Del rigor en la Ciencia, Jorge Luis Borges
En Maurilia se invita al viajero a visitar la ciudad y al mismo tiempo a observar viejas tarjetas postales que la representan como era: la misma plaza idéntica con una gallina en el lugar de la estación de ómnibus, el quiosco de música en el lugar del puente, dos señoritas con sombrilla blanca en el lugar de la fábrica de explosivos. Ocurre que para no decepcionar a los habitantes, el viajero elogia la ciudad de las postales y la prefiere a la presente, aunque cuidándose de contener dentro de las reglas precisas su pesadumbre ante los cambios: reconociendo que la magnificencia y prosperidad de Maurilia convertida en metrópoli, comparada con la vieja Maurilia provinciana, no compensan cierta gracia perdida, que, sin embargo, se puede disfrutar solo ahora en las viejas postales, mientras antes, con la Maurilia provinciana delante de los ojos, no se veía realmente nada gracioso, y mucho menos se vería hoy si Maurilia hubiese permanecido igual, y que de todos modos la metrópoli tiene este atractivo más: que a través de lo que ha llegado a ser se puede evocar con nostalgia lo que era. Hay que cuidarse de decirles que a veces ciudades diferentes se suceden sobre el mismo suelo y bajo el mismo nombre, nacen y mueren sin haberse conocido, incomunicables entre sí. En ocasiones hasta los nombres de los habitantes permanecen iguales, y el acento de las voces, e incluso las facciones; pero los dioses que habitan bajo esos nombres y en esos lugares se han ido sin decir nada y en su sitio han anidado dioses extranjeros. Es inútil preguntarse si estos son mejores o peores que los antiguos, dado que no existe entre ellos ninguna relación, así como las viejas postales no representan a Maurilia como era, sino a otra ciudad que por casualidad se llamaba Maurilia como ésta. Ciudades invisibles, Italo Calvino
El documental, narrado en primera persona, introduce al espectador en esta extraordinaria experiencia sensitiva. También mezcla imágenes en blanco y negro con otras en color, e inserta los sonidos del eyeborg en algunos momentos, como cuando Harbisson visita un supermercado, un lugar con una extensa gama de colores. “Me cautivó el lado poético de su historia, el hecho de poder escuchar a alguien y que suene, por ejemplo, a fa sostenido; el poder organizar su plato de comida para que suene como su canción preferida o cuando se sienta en el puente de la autopista y escucha melodías que van pasando”, ilustra Duran, que también reconoce que le costó “entender cómo percibía los colores” Harbisson: “Un mareo. Imagínate percibir sonidos todo el día, no se quita nunca el eyeborg”. A pesar de ello, ha constatado que “con él no hay límites a la hora de percibir la realidad, de ir más allá”. Raquel Quelart para La Vanguardia, entrevista a Neil Harbisson
En busca de esos retazos de memoria que trato de asociar a este barrio, me surge la pregunta de qué identifica, pues, a este barrio. ¿Dónde vivo y por qué se sienten de aquí las gentes de aquí? Bueno, en realidad no me lo pregunto yo; me hicieron la pregunta lxs amigxs del colectivo Vendedores de Humo los días 25 y 26 de noviembre en un taller que se llamaba Miradores. Junto a otrxs compañerxs, muchxs de ellxs residentes en Arganzuela, caminamos por las calles del barrio y nos encontramos con diferentes situaciones que parecen de por aquí. Esta obra es el resultado de un proceso que tal vez habla del barrio o quizá es tan raro que hace más ambiguo lo que este pueda ser. Es un proceso que ilustra mi búsqueda por hacer de este lugar un lugar al que pertenecer, y es tan vacilante como el resultado final. Por otro lado, ¿puede tener identidad un barrio en una ciudad como Madrid? Quizá este taller haya tomando ciertos conceptos a la ligera y no sirva para nada… Es lo que me dice un compañero. En el segundo día de este taller, mi buen amigo Manuel Alba Montes y yo nos dedicamos a tomar fotografías de diferentes lugares de Arganzuela, para extraer, en cada una de ellas, la tonalidad de color predominante. Él saca las imágenes y yo me dedico a efectuar grabaciones de campo. Capturo algunos sonidos del barrio. Posteriormente, Manuel creó la tarjeta de color, que es la estructura base de esta obra, con ocho colores de entre todos los obtenidos. Yo seleccioné ocho de mis grabaciones y asigné una a cada color. Posteriormente, intervine cada sonido tomando en consideración su color del barrio correspondiente. Mediante la descomposición de cada color según el modelo de visualización digital RGB, anoté tres valores numéricos para cada tonalidad: los valores de R, G y B. Esos datos me sirvieron para modificar tres de los parámetros de un efecto sonoro. Apliqué un efecto a cada grabación (con su correspondiente preset, porque hecha la ley, hecha la trampa) y lo modifiqué según los tres valores de su color. El resultado es audible. Lo real se diluye en una traslación hacia lo virtual. Los sentidos generan traducciones entre sí, la vista se comunicacon el oído y se dan la mano en una sinestesia artificial. Los datos migran y condicionan el mundo, los procesos, los resultados. ¿El color se oye? ¿El barrio tiene colores? ¿El barrio suena?
(UNA) TARJETA DE COLOR PARA ARGANZUELA
Fuente de la Plaza de la Beata María Ana de Jesús Color: F0EED7 R = 240 G = 238 B = 215 Efecto utilizado: Ampliación de tono Valores modificados: - Ampliación = 240 % - Deformación de tono = 23,8 semitonos - Coherencia de tono = 2,10
Cierre de una puerta de hierro en Calle de Embajadores Color: BEBEBE R = 190 G = 190 B = 190 Efecto utilizado: Coro Valores modificados: - Tiempo de retardo = 19,0 ms - Retroalimentaciรณn = 19,0 % - Difusiรณn = 190 ms
Sonidos del mercado I Color: BE8385 R = 190 G = 131 B = 133 Efecto utilizado: Compresor multibanda Valores modificados: - Banda 3, Lanzamiento = 190 ms - Banda 2, Proporciรณn = 13:1 - Limitador, Lanzamiento = 133 ms
Sonidos del mercado II Color: F2B6B6 R = 242 G = 182 B = 182 Efecto utilizado: Suite de guitarra Valores modificados: - Compresor = 24,0 % - Frecuencia = 182 Hz - Resonancia = 18,0 %
Pájaro en el Pico del Pañuelo Color: F1D5C7 R = 241 G = 213 B = 199 Efecto utilizado: Bordeador Valores modificados: - Ajuste de fase estéreo = 241º - Tiempo de retardo final = 2,13 ms - Tiempo de retardo inicial = 19,0 ms
Conversaciones I Color: F9F0AD R = 249 G = 240 B = 173 Efecto utilizado: Retardo analรณgico Valores modificados: - Retardo = 249 ms - Salida original = 24,0 % - Extensiรณn = 173 %
Sonidos del mercado III Color: F0D7AE R = 240 G = 215 B = 174 Efecto utilizado: Deformador de tono Valores modificados: - Pulsaciones por minuto = 24,0 - Pulsaciones por minuto (2) = 17,0 -ø
Conversaciones II Color: D8BB99 R = 216 G = 187 B = 153 Efecto utilizado: Deformador Doppler Valores modificados: - Velocidad = 216 m/s - Centrar a la derecha = 187ยบ - Centrar en frente = 153 m
Escucha (Una) Tarjeta de Color para Arganzuela:
albertogarciaaznar.bandcamp.com