EL CORREO DOMINGO 18 DE OCTUBRE DE 2009
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Mundo Viaje por las heridas abiertas de África Kigali
La memoria desvanecida de Paul GERARDO ELORRIAGA ENVIADO ESPECIAL. KIGALI
La capital de Ruanda abre el recorrido realizado por un enviado especial de EL CORREO por la región de los Grandes Lagos en el decimoquinto aniversario del genocidio de hutus y tutsis
No, no hay rastro de Paul Rusesabagina en el apartado de héroes locales. Al parecer, salvar la vida de 1.268 personas e inspirar una película de Hollywood no le han hecho acreedor siquiera de una mención en el Museo del Genocidio de Kigali. Tampoco encontramos referencia alguna en el interior del famoso Hôtel des Milles Colines, trasladado a la gran pantalla como el Hotel Ruanda. Según algunas fuentes, el esforzado gerente, capaz de evitar la masacre de quienes se acogieron a sus dependencias, ha vertido críticas hacia el actual régimen, una posición que suele acarrear el apelativo oficial de ‘negacionista’, es decir, de poner en tela de juicio el hecho de que, hace quince años, tal vez 800.000 de sus habitantes fueron asesinados por meros argumentos étnicos. La institución que conmemora aquel episodio explica las diversas maneras de matar de los criminales hutus, a cual más horrenda, y también apunta culpables para explicar la segregación de la sociedad ruandesa. Según sus paneles informativos, los ánimos fueron encrespados por los colonizadores belgas tan pronto como impusieron la categoría de tutsi a quien poseía más de diez vacas y de hutu al propietario de un menor número de cabezas de ganado, una división que, a juicio, de la doctrina oficial, fue sancionada posteriormente por la iglesia católica, todavía preponderante en el país. Sin embargo, desde que los escasos extranjeros acceden al pequeño aeropuerto de la ciudad pueden diferenciar entre los sujetos espigados de rasgos nilóticos y aquellos otros achaparrados con fisonomía bantú. Pero no, no se puede hablar de diferencias en voz
NO OLVIDAR. Dos supervivientes del genocidio ruandés portan retratos de familiares muertos durante un acto memorial en Kigali. / REUTERS
G. ELORRIAGA KIGALI
La educación y la formación de personas y grupos, como vía para la promoción de la justicia, la potenciación de las organizaciones de transformación social y el impulso de políticas de desarrollo constituyen las principales vías de actuación de Alboan, una de las principales ONG dedicadas a la cooperación al desarrollo en Euskadi. La entidad ha promovido este viaje de los medios de comunicación vascos para conocer la situación actual en la conflictiva región de Grandes Lagos y, particularmente, la acción del Servicio Jesuita de Refugiados (JRS), su con-
«En un país donde se vende todo no cabe hablar de desarrollo» traparte en la zona. Esta entidad, dedicada a la ayuda de emergencia, cuenta con programas en más de cincuenta países. El equipo del JRS dispone de una central regional en Bujumbura (Burundi) y una oficina en Goma, el epicentro del conflicto de Grandes Lagos. Su presencia constante a lo largo de todo el conflicto ha supuesto un apoyo para los cientos de miles de desplaza-
dos en la región. Dicha labor en la mayor crisis humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial incluye desde la atención de urgencia a labores propias de la reconstrucción propias de esta última etapa de relativa calma. Para Jerry Clark SJ, director de la oficina radicada en la capital de Kivu Norte, el reto actual consiste en acompañar a quienes regresan a sus lugares de origen y han
de recuperar su vida cotidiana. Conseguir la reinserción superando los conflictos con aquellos que permanecieron en sus hogares, evitar las disputas por la explotación de las tierras o preservar la seguridad de los campesinos son algunos de los nuevos retos que han de compatibilizar con tareas anteriores como la asistencia a los más vulnerables o los esfuerzos en el ámbito de la educación.
En la consecución de ese objetivo ya han puesto en marcha misiones exploratorias para conocer los movimientos de los desplazados en su camino de regreso y un programa de reconstrucción de escuelas en Rutshuru y Masisi, las últimas áreas pacificadas, que asume tanto la rehabilitación de edificios como la formación de los enseñantes, generalmente muy precaria. A cambio, la entidad demanda la inclusión de los hijos de los desplazados en las aulas en igualdad de condiciones con el resto de los alumnos. El acceso a la enseñanza en Congo, teóricamente gratuita, se ve obstaculizado por el abono de la ‘prima’, un pago de los
EL CORREO DOMINGO 18 DE OCTUBRE DE 2009
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Mundo
Rusesabagina
LA RUTA DEL HORROR Butambo Nyange
Ciudad pujante Las instituciones políticas y culturales de París parecen los únicos edificios aletargados en una ciudad pujante, desparramada por un sinfín de montículos y carente de ‘skyline’. En el centro proliferan las nuevas construcciones al amparo de toscos andamios de madera. Así, frente a un estadio amplio y moderno, una larga empalizada protege el vasto recinto propiedad de los Testigos de Jehová y en la misma avenida las nuevas e impolutas oficinas se ofrecen en alquiler. A la manera de una espectacular fortaleza, la representación norteamericana culmina el floreciente barrio de Remera y evidencia la entente con Washington. Más allá, tras salvar curvas imposibles, comienza la exclusiva zona residencial de Merci Congo, sarcasmo que viene a explicar el origen del aparente milagro económico de un país superpoblado y carente de grandes recursos naturales. Pero no, tan sólo se puede musitar que, ejem, la prosperidad de los nuevos ricos proviene
del tráfico ilegal de los minerales extraídos en el país vecino. A un lado de la carretera la piqueta acaba con barrios populares, mientras que en el otro se erigen las nuevas residencias para jerarcas y ricos comerciantes, cuatrocientos metros cuadrados por 2.000 dólares (1.350 euros) mensuales, precios europeos inasequibles para la inmensa mayoría. Los campesinos que llegan a la capital atraídos por el auge de la construcción deben hacinarse en habitaciones miserables perpetuamente amenazadas por órdenes de derribo. Pero no, aparte de las inevitables diferencias sociales, Kigali se antoja un lugar pintoresco donde cabe cenar un sábado de octubre en la terraza interior de un restaurante mientras la televisión emite el partido entre el Barça y el Almería. Más allá del fútbol, España no se antoja de moda en Ruanda. El juez Francisco Andreu abrió la caja de Pandora al admitir a trámite el procesamiento de cuarenta altos burócratas supuestamente implicados en la revancha, no menos horrenda, de los tutsis sobre el pueblo hutu cuando huía hacía la frontera tras ser desposeído del poder. Entre los muertos se cuentan nueve españoles, testigos de las tropelías de los nuevos gobernantes. Hoy, unos 100.000 prisioneros penan en las cárceles ruandesas y todavía se van conociendo nuevas sentencias dictadas para los grandes responsables de la barbarie atrapados en la huida. Las prisiones también acogen a un empresario burgalés. Desde hace seis meses, Luis Dueñas permanece encarcelado cumpliendo una condena por corrupción y evasión de impuestos que se prolongará a lo largo de otros tres años. Su última esperanza radica en que Zapatero solicite el indulto al todopoderoso presidente Kagame. Olvidemos sinsabores porque la fiebre del fin de semana también llega al corazón de África. Es el día en el que las parejas de novios celebran su unión en la cate-
N-2
Kabale
Kashari
REP. DEMOCRÁTICA Gatuna
DE CONGO
Sake
Busurungi
2. Goma
B-182
Lago Ihema
N-2 N-3
Lago Kivu
Mbarata
RUANDA Kibuye
1. Kigali
Gitarama
Lago Rweru
N-2 RN-14
4. Bukavu B-3
Butare
BURUNDI Niakundulu 0
N-2
40 km.
Kakamba
RN-6
TANZANIA RN-6
RN-10 RN-1 RN-6
RN-6 RN-12
RN-15
Kigali
Goma
Rutshuru
Bukavu
Capital de Ruanda, el país de las mil colinas y uno de los principales actores de la guerra mundial africana. Acoge el Museo del Genocidio que recuerda la masacre de unos 800.000 hutus y tutsis de ideología moderada a manos de las milicias radicales interahamwe
Capital de la provincia congoleña de Kivu Norte. Área rica en minas de oro y casiterita, y muy fértil. Destino de los exiliados hutus tras la invasión de Ruanda por el movimiento guerrillero tutsi
La población sufrió hace un año fuertes combates entre el Ejército congoleño y los rebeldes del CNDP, capitaneados por Laurent Nkunda. Tras su toma por los guerrilleros se convirtió en su cuartel general
Capital de la provincia congoleña de Kivu Sur, foco de extracción de coltán y otros preciados minerales. En 2004 sufrió los abusos de los rebeldes del CNDP durante tres intensos días. Patrullada por los cascos azules de la ONU GRÁFICO: ISABEL TOLEDO
La unificación se ha instalado por decreto en una pseudodemocracia bendecida por EE UU
La fiebre del fin de semana también llega al corazón de África en forma de bodas
dral de Saint Michel y las comitivas de relucientes vehículos recorren la ciudad precedidas por un coche descubierto desde el que, tal vez, un amigo de la pareja graba en vídeo el feliz acontecimiento. Las peluquerías, situadas en los bajos de los edificios, apuran hasta bien avanzada la demanda de la abultada clientela mientras en el primer piso se adivinan discotecas estruendosas que anuncian la diversión semanal.
Odio en la calle Kigali es una fiesta. ¿Quién puede afirmar que aquí, hace quince años, se produjo un espantoso baño de sangre? ¿Algo así pudo ser posible en esta pulcra ciudad,
padres a unos maestros mal retribuidos.
ARTESANOS. Mercado de alfarería a las afueras de Kigali. / G. E.
Una placa en el Centro Christus recuerda el asesinato de diecisiete de sus residentes
provista de aceras, farolas y medianas que nunca más veremos a lo largo de nuestro viaje por los Grandes Lagos? Alguien que no quiere dar su nombre asegura que no cabe engañarse, que el odio bulle en la memoria de unos y otros, que las dos comunidades mantienen las diferencias, a pesar de la reconciliación dictada ‘manu militari’, y que al descolgar el teléfono se percibe la escucha de quien ha determinado que Ruanda se halla habitada por un solo pueblo y la propiedad de un rebaño de famélicas vacas no puede alterar el común destino. Sin embargo, la realidad siempre busca recovecos para hacerse presente. El domingo parece un
«Esto es una colmena», señala. «Cuando alguien quiere coger la miel, agita el panal y las abejas salen para atacar. Siempre hay alguien que se lo lleva y también quién pierde en el caos que se origina». Respecto al período de calma vigente tras la caída la aprensión el pasado 22 de enero de Laurent Nkunda, líder del Congreso Nacional para la Defensa del Pue-
Tensiones y economía A juicio de Clark, en la guerra congoleña confluyen tensiones étnicas y apetencias económicas. «Tras el genocidio de Ruanda, los militares huidos traspasaron la frontera y se hicieron con el control de las minas, lo que les permitió conseguir armas y mantener sus posiciones», explica. Este proceder, imitado por el resto de los grupos armados, ha propiciado el expolio y el comercio incontrolado de las materias primas, favorecido por la escasa vertebración administrativa de Congo.
Área ampliada
3. Rutshuru
Kalambahiro
alta. La unificación ha llegado por decreto a la pseudodemocracia de un Estado ahora bendecido por la diplomacia anglosajona, capaz de perdonar sus injerencias en el rumbo político del vecino Congo o, incluso, obviar unas recientes elecciones tan surrealistas que incluso la oposición pedía el voto para el partido gobernante. Welcome to Ruanda. El régimen dirigido por Jean-Paul Kagame no perdona a los franceses que no protegieran a los suyos ni que la operación militar ‘Turquesa’ facilitara, presuntamente, la huida de la milicia interhamwe cuando los guerrilleros tutsis del Frente Patriótico Ruandés les echaron del poder y buscaron cruel venganza por los desmanes cometidos contra los suyos. La Embajada gala permanece cerrada y la Administración se esfuerza por desplazar a la población desde la esfera francófona al área de influencia del inglés.
UGANDA
Jerry Clark, director de la oficina del Servicio Jesuita de Refugiados, muestra cautela ante el nuevo periodo de paz
día de relajo en el apacible Centro Christus, el albergue jesuita en el que nos alojamos. El paseo por su parque nos conduce a un pequeño recinto donde, por fin, el pasado desbarata esa primera imagen idílica. Una placa recuerda que, hace quince años, los milicianos, en una de sus primeras razias en la capital, entraron en sus cuidados jardines, agruparon a diecisiete de sus habitantes, clérigos y laicos, y los ejecutaron sin ningún miramiento. Probablemente, se trataba de individuos altos y delgados, quizás un tanto desgarbados en sus movimientos, y pertenecían a la misma etnia que hoy ha decidido que Ruanda es un mundo feliz.
blo, se muestra cauteloso. «En Congo se firman acuerdos de paz y posteriormente se desatan operaciones militares». A su juicio, entre los requisitos necesarios para mantener la calma, destaca el pago de salarios a los soldados, única manera de evitar la extorsión a la población. La última partida para las pagas desapareció en el trayecto entre Kinshasha y Goma, lo que generó protestas insatisfechas de los militares. «Las soluciones definitivas exigen un combate decidido de la corrupción», reclama. «En un país donde se pude vender todo difícilmente podemos hablar de desarrollo».
16 SOCIEDAD NAVARRA
Ruanda
R. D. Congo
Diario de Noticias Sábado, 24 de octubre de 2009 Uganda
Tanzania
RUANDA
Capital Idiomas oficiales Forma de gobierno Presidente
Kigali Kinyarwanda, francés e inglés República Paul Kagame
Esperanza de vida Índice de alfabetización (+ 15 años) Renta per cápita Población total
49,7 (es el país 163) 64,9% (es el país 122) 866 dólares (es el país 168) 8.648.248 habitantes
Burundi
No se podrían explicar los conflictos del Congo sin saber antes de su vecino, Ruanda, un país cien veces menor, con un fatídico pasado y visitado en este viaje de DIARIO DE NOTICIAS, organizado por ALBOAN. Éste es el primero de seis reportajes. Aquí empieza todo. TEXTO Y FOTOS Enrique Conde
RUANDA Hay trampa tras el cartón
E
N Ruanda marchan todavía más avanzados que en losdespachosdeCarrefour. AlaeropuertodeKigali,capital de un país cuya población crece exponencialmente(casi9millonesde habitantes) para una superficie más pequeñaquelaqueocupaGalicia,no se puede acceder con bolsas de plástico. El uso de este material está prohibido en el Estado centroafricano. Es sólo una muestra del mosaico de avances tecnológicos, señalesde aperturismo y lavado de rostro que ha experimentado el gobierno del tutsi Paul Kagame desde que se confirmó su supremacía en las elecciones (¡). O lo que fueran. Al uso sistemático de bolsas de papelcomocremalleraincipientedeldesarrollo nacional, se une el hecho de queelParlamentoruandéseslaúnica Cámara legislativa del mundo con másnúmerodemujerescongresistas que de hombres. Amén de esta conquistasocial,lasantenasdetelefonía móvil y la red de cableado de fibra óptica jalonan la panorámica de Kigali y en las carreteras palpita un trajín importante como señal de las inyecciones económicas que recibe Ruanda y su cuento de hadas.
viejosenlacallealconsiderarseéstos bienes del Estado. También Ruanda es el primer exportador de coltán del mundo, mineral muy valioso para condensadores, satélites y teléfonos móviles, cuando no existe una piedra de coltán en todo su territorio. Sin embargo, el 80% de lasreservasdecoltándelmundoseencuentran en los Kivus, las provincias orientalesdeCongo.Asimismo,lascalles de Kigali se limpian de niños vagabundos y la capital se está convirtiendo en un escenario de teatro, con jardinesverdes,asfaltoapaladas,edificiosvigorosos,conlapobrezaarrastrándose a las afueras, el interior que nadie se molesta en visitar. UN PAÍS DE DECORADOS “Hay 200 fa-
Exterior del Museo del Genocidio, en Kigali, capital de Ruanda. L O S D E TA L L E S
DESMARCARSE DEL PASADO Este pe-
riódicohatenidolaoportunidaddevisitar Ruanda, como vía de acceso a la República Democrática del Congo, gracias a la invitación de la Fundación ALBOAN. Como la realidad de Congo, su catastrófica situación y su penosa historia no se entienden sin Ruanda,comienzaaquíenlatramoya deKigaliunavisitaaunadelaszonas más conflictivas e incendiarias del planeta, la región de los Grandes Lagos que marca la frontera entre Uganda, Ruanda, Burundi y el saqueado e inmenso Congo. Una encrucijada de intereses occidentales que han marcado en este punto del corazón de África el ring de sus luchas intestinas por el dominio de los minerales más jugosos. En ese expolio al Congo,Ruandadesempeñaunrolcrucial. Antes de entrar en faena, conviene conocer las peculiaridades de un país que trata de alejarse de su pasado genocida. Al igual que Ruanda es la nación mundial con más damas con escaño, hay que señalar que la oposición no dispone ni de un sillón en el Parlamento de Kigali. Que se fallan condenas de cárcel de dos años por robar 2.000 francos ruandeses (apenas 3 euros), así como por quemar colchones
NAVARRA SOCIEDAD 17
Diario de Noticias Sábado, 24 de octubre de 2009
Trabajos en la carretera de Kigali a Gisenyi, frontera con el Congo.
● La negación de las etnias. El presidente tutsi Paul Kagame, vicepresidente desde 1994, fue proclamado presidente en 2000 y ganó las primeras elecciones del país en 2004 en fraude manifiesto. Desde su ingreso en el poder, Kagame se encargó de tildar de genocida a aquel que reconozca que hutus y tutsis son etnias diferentes, con desigualdades económicas, y no una invención de los colonos europeos. La Justicia Internacional, que persigue los crímenes cometidos por muchos militares tutsis ahora en el poder, son tildados de nuevos actos de colonialismo y revisionismo. ● Un país muy poblado para un terreno escaso. En una acotada porción de terreno que no alcanza la superficie de Galicia, Ruanda alberga a casi nueve millones de habitantes, seis millones más que en la comunidad gallega. El problema de la densidad de población es incesante en un país rodeado de colinas y con escasos recursos naturales. Es sobre todo exportador de té, café, mandioca, piña y bananas. Ruanda se unió en 2007 a la Unión aduanera del África Oriental, con Kenia, Uganda, Tanzania y Burundi. ● Operación militar en Congo. A comienzos de 2009, el Ejército ruandés entró en Congo para detener en una operación conjunta al general Nkunda, apoyado por Ruanda, tutsi y desestabilizador del país vecino.
milias que controlan Ruanda. Este país es un decorado, porque en realidad la población tiene un miedo enorme. Se trata de un país de espías, en el que hablar contra del gobierno puede costar muy caro”. Así nos lo cuentan un par de cooperantes que operan en el país, que prefieren no desvelar su identidad dada la sensibilidad del lugar con aquel que se vaya un poco de la lengua. Ruanda tiene una cierta tara en la recuperación de su memoria histórica. La expedición a la que fue invitada este periódicovisitóelMuseodelGenocidio, en Kigali, un coqueto rincón en cuyo interior despliega toda una retahíla de disquisiciones sobre los motivos delamasacrevividaallíentre1994-95 y que acabó con la vida de 800.000 tutsisyhutusmoderadosenciendías. Aquello fue la ley del machete (se importaron más de 500.000). Pero contadoporlaversióntutsitodohueleun poquito más raro. Los tutsis, dados sus vínculos económicos y militares con Estados Unidos (que contemplan Ruanda como puesto estratégico y militar para frenar el islamismo en el continente negro y un saco de energía sin fondo) y Gran Bretaña, han decidido reinventar la historia. Niegan que existieran las etnias hutu y tutsi como tales, cuando su presencia está fechada desde hace más de diez siglos. Así defienden que las diferencias fueron creadas por los colonos europeos, nutrientes del genocidio, en especial Francia,yaaquelqueseleocurraopinar lo que la lógica y los hechos manifiestan negro sobre blanco se le acusa de negacionista y genocida. Nada se habla tampoco de las masacres cometidas por Kagame, sus secuaces y antecesores, por los que de-
Historia del país El territorio ruandés empieza a ser dominado por los alemanes.
Tras la guerra, la Sociedad Naciones entrega el país al dominio belga.
Los belgas instauran la tarjeta de identidad en la que se establecen clases. Si tienes más de 10 vacas tutsi, menos hutus y si no twa.
Muere el rey Mutara III tras trés décadas en el poder que queda en manos de los tutsis.
Los hutus toman el gobierno.
Se declara la independencia de Ruanda.
Los tutsis exiliados Golpe de estado forman el FPR (Frente del hutu Patriótico Ruandés) e Habyarimana. invaden el país.
Estalla el llamado genocidio de Ruanda. Mueren 800.000 personas y provoca más de 2 mill de desplazados.
El FPR llega al poder tras la guerra hasta hoy. No tiene oposición parlamentaria.
S. XIX
I Guerra Mundial
1932
1959
1961
1962
1973
1994
2009
berían rendir cuentas ante la Corte Penal Internacional. De hecho, el Tribunal de Arusha sólo persigue a señoresdelaguerradelaetniahutu.Enesta vorágine gubernativa también se enmarcalaintroduccióndelingléscomo lenguanacionalenunpaísfrancófono. Sería como instaurar el alemán como lengua oficial en España. Un delirio. Por no hacerles pesado el viaje, referiremosquelagaleríaesunaobrarealizadaporelgobiernotutsideKagame paraabastecimientodelturista.Tiene suéxitolafórmula,yaquealvisitante le asiste la impresión de asistir a una películadevaqueros,dondeestáclaro quiénes son los indios. Por una parte está lo que allí se muestra. Según eso, loscolonizadoresbelgasylaIglesiacatólica defendieron desde comienzos del siglo XX hasta la independencia en 1962 la ideología hamítica por la que los tutsis son una raza superior y una de las tres etnias de Ruanda: hutus (85%), tutsis (14%) y twa (1%). Tambiénsehablaallídelatarjetade identificación, introducida en 1932, para distinguir las etnias. Les diferenciabanelnúmerodecabezasdeganado vacuno que poseían. Si tenían más de diez vacas, eran tutsis. Las vacassonunanimalmuyapreciadoallí, donde es piropo decirle a una mujer que “tienes ojos de vaca”.
Congo no se entiende sin Ruanda, así que este viaje con ALBOAN se empieza a explicar desde Kigali En el gobierno tutsi ruandés todo lo que suene a genocidio es arrasado como la peste
la carta de identidad introducida por losbelgaslapidiólaminoríatutsipara perpetuar sus privilegios de padres a hijos y tampoco se cita que la emisora de las Mil Colinas fue creada en respuestaaRadioMuhabura,afínalFPR, ambas agitadoras del odio étnico. Lo señaló ya en una conferencia en 2001 Juan Carrero, compañero de Flors Sirera, Manuel Madrazo, Mercedes Navarro y del fotógrafo Luis Valtueña, que trabajaban con Médicos del Mundo y fueron asesinados en 1997. Habían visto demasiado. Nadie se ha encargado de investigar la verdad de sus crímenes, pero pasado el tiempo todo apunta a que el comando Network,vinculadoalFPRdeKagame,estaba detrás del gatillo. A la misma milicia, así como a sus acérrimos archienemigos, los interahamwe (los que matan juntos) hutus, seleshaatribuidoelderribodelavión que en abril de 1994 acabó con la vida delpresidenteruandésHabyarimana, hutu, y de su homólogo de Burundi. No interesa aclarar las cosas. Una hora después de aquellos hechos, la barbarie se echó a la calle. A golpe de machete,casiunmillónderuandeses, tutsis en su mayoría, fueron asesinados y hasta dos millones tuvieron que refugiarseenlospaísesvecinos,lamayoría en el Congo, próxima estación de este viaje hacia un jeroglífico.
1990
Acceso a Merci Congo, una zona deprimida que será pronto residencial.
SÓLO SE CONOCE LA VERSIÓN TUTSI
Contada la historia por los tutsis, se afirma que tras la independencia se buscó la limpieza étnica de esta etnia, que provocó 700.000 exiliados entre 1959 y 1973. El Museo sólo cuenta los parabienes del Frente Patriótico Ruandés,quedicequebuscabalaequidaddederechoscuandoenrealidadactivó un baño de sangre desde 1990; narra el apoyo francés al régimen hutu del presidente Habyarimana y la agitación y la sed de cadáveres tutsis que proclamaba la Radio Televisión de las Mil Colinas. Si el Museo del Genocidio busca reconciliaraunpueblo,tambiéndebería hablar del reclutamiento de Kagame enUganda,desuformaciónmilitaren Kansas, de sus crímenes contra la humanidad; nadasedicetampocodeque
El barrio de lujo se llama ‘Merci Congo’ Resulta curioso, casi obsceno, pero el barrio de lujo que se están fabricando los adinerados traficantes ruandeses se denomina Merci Congo. La pretendida urbanización no es ahora más que una sucesión de casas bajas en demolición, en plena reparcelación por parte de las autoridades, que también instan a los vecinos de Kigali a dejar libre el barrio de polvo y paja. Así, los militares, comerciantes de madera y caudillos de los minerales construirán ahí un plácido lugar residencial, obtenido a base de las riquezas del vecino, en medio de una ciudad de ficción. Lo que es ciencia, y no ficticia, son los resultados experimentados en el país con motivo de las inyecciones económicas anglosajonas. En el camino de Kigali a Gisenyi, tres horas por una carretera de montaña asfaltada mitad por ruandeses (repleta de baches) y mitad por alemanes (perfecto alisado), se ve que el país está activo. Hay obreros enfangados en la colocación de guardarraíles, hay un chico en la misma frontera que porta un teléfono de mesa a modo de móvil para que la usen los recién llegados y los funcionarios disponen de computadoras en cada despacho. A tres pasos, ya en Congo, sólo hay barro y los formularios los rellenan a bolígrafo. >E.C.
Centro de Kigali, con multitud de comercios y edificios altos.
Un ingeniero burgalés preso es la respuesta de Kagame al juez Andreu EL MAGISTRADO PERSIGUE A 40 MILITARES TUTSIS, AHORA EN EL GOBIERNO, POR CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD KIGALI (RUANDA). Al no permitir la actual ideología ruandesa distinguir a hutus y tutsis, es decir avivar el debate sobre el genocidio, en Ruanda conviene andar listo con el lenguaje. Así, en castellano, en este viaje de prensa, hablamos de cortos (hutus) y largos (tutsis) por sus peculiaridades físicas y se trata de ser más bien discreto en el caso de que algún ciudadano curiosee sobre el fin de nuestra estancia allí. A un blanco se le ve a la legua y seguro que los
agentes secretos del país andan ávidos de descubrir a algún fan del revisionismo entre sus visitantes. Según cuentan varios cooperantes, Ruanda persigue con saña la Justicia Internacional, porque dice que busca fines partidistas. El propio presidente Kagame se refiere a la “arrogancia” del juez catalán, Fernando Andreu, que ha encausado a 40 militares tutsis, ahora en el Gobierno, por crímenes contra la humanidad, entre ellos los de nueve españoles. UN CASO ENMADEJADO En esta tesi-
tura, a Ruanda no le viene nada mal tener a un español entre rejas. Se trata del burgalés Luis Dueñas, un ingeniero que llevaba cinco años trabajando en Ruanda y sentenciado en
primera instancia a tres años de prisión por una presunta evasión de impuestos. Mientras este periódico visitaba Kigali, el fallo para resolver su recurso fue retrasado y Dueñas sigue en prisión en unas condiciones miserables: sólo se le sirve una ración diaria de habas y maíz y el hombre sufre hipoglucemia. Dueñas fue encarcelado mientras realizaba un proyecto de purificación y abastecimiento de agua. Algunas de las baldosas, exentas de impuestos, destinadas a la obra fueron encontradas en casa del ex ministro ruandés de Agua y Minas, Bikoro, libre con fianza en este enmadejado caso. A Dueñas faltó tiempo para esposarle. Así es Ruanda, una sorpresa tras otra. Como la que tenía preparada a
Un hotel de película, el ‘Hotel Ruanda’. comienzos de este año, cuando entró su Ejército en la R.D. del Congo para arrestar al general Nkunda, general tutsi ruandés, que se autoproclamaba libertador del Congo y atizaba el
conflicto en el este. Ruanda era el bastón de Nkunda y, de repente, le descabezó para guiñarle el ojo a su vecino expoliado. ¿No suena a historia un tanto demente? >E.C.
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Ruanda
R. D. Congo
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Tanzania
RUANDA
Capital Idiomas oficiales Forma de gobierno Presidente
Kigali Kinyarwanda, francés e inglés República Paul Kagame
Esperanza de vida Índice de alfabetización (+ 15 años) Renta per cápita Población total
49,7 (es el país 163) 64,9% (es el país 122) 866 dólares (es el país 168) 8.648.248 habitantes
Burundi
No se podrían explicar los conflictos del Congo sin saber antes de su vecino, Ruanda, un país cien veces menor, con un fatídico pasado y visitado en este viaje de DIARIO DE NOTICIAS, organizado por ALBOAN. Éste es el primero de seis reportajes. Aquí empieza todo. TEXTO Y FOTOS Enrique Conde
RUANDA Hay trampa tras el cartón
E
N Ruanda marchan todavía más avanzados que en losdespachosdeCarrefour. AlaeropuertodeKigali,capital de un país cuya población crece exponencialmente(casi9millonesde habitantes) para una superficie más pequeñaquelaqueocupaGalicia,no se puede acceder con bolsas de plástico. El uso de este material está prohibido en el Estado centroafricano. Es sólo una muestra del mosaico de avances tecnológicos, señalesde aperturismo y lavado de rostro que ha experimentado el gobierno del tutsi Paul Kagame desde que se confirmó su supremacía en las elecciones (¡). O lo que fueran. Al uso sistemático de bolsas de papelcomocremalleraincipientedeldesarrollo nacional, se une el hecho de queelParlamentoruandéseslaúnica Cámara legislativa del mundo con másnúmerodemujerescongresistas que de hombres. Amén de esta conquistasocial,lasantenasdetelefonía móvil y la red de cableado de fibra óptica jalonan la panorámica de Kigali y en las carreteras palpita un trajín importante como señal de las inyecciones económicas que recibe Ruanda y su cuento de hadas.
viejosenlacallealconsiderarseéstos bienes del Estado. También Ruanda es el primer exportador de coltán del mundo, mineral muy valioso para condensadores, satélites y teléfonos móviles, cuando no existe una piedra de coltán en todo su territorio. Sin embargo, el 80% de lasreservasdecoltándelmundoseencuentran en los Kivus, las provincias orientalesdeCongo.Asimismo,lascalles de Kigali se limpian de niños vagabundos y la capital se está convirtiendo en un escenario de teatro, con jardinesverdes,asfaltoapaladas,edificiosvigorosos,conlapobrezaarrastrándose a las afueras, el interior que nadie se molesta en visitar. UN PAÍS DE DECORADOS “Hay 200 fa-
Exterior del Museo del Genocidio, en Kigali, capital de Ruanda. L O S D E TA L L E S
DESMARCARSE DEL PASADO Este pe-
riódicohatenidolaoportunidaddevisitar Ruanda, como vía de acceso a la República Democrática del Congo, gracias a la invitación de la Fundación ALBOAN. Como la realidad de Congo, su catastrófica situación y su penosa historia no se entienden sin Ruanda,comienzaaquíenlatramoya deKigaliunavisitaaunadelaszonas más conflictivas e incendiarias del planeta, la región de los Grandes Lagos que marca la frontera entre Uganda, Ruanda, Burundi y el saqueado e inmenso Congo. Una encrucijada de intereses occidentales que han marcado en este punto del corazón de África el ring de sus luchas intestinas por el dominio de los minerales más jugosos. En ese expolio al Congo,Ruandadesempeñaunrolcrucial. Antes de entrar en faena, conviene conocer las peculiaridades de un país que trata de alejarse de su pasado genocida. Al igual que Ruanda es la nación mundial con más damas con escaño, hay que señalar que la oposición no dispone ni de un sillón en el Parlamento de Kigali. Que se fallan condenas de cárcel de dos años por robar 2.000 francos ruandeses (apenas 3 euros), así como por quemar colchones
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Diario de Noticias Sábado, 24 de octubre de 2009
Trabajos en la carretera de Kigali a Gisenyi, frontera con el Congo.
● La negación de las etnias. El presidente tutsi Paul Kagame, vicepresidente desde 1994, fue proclamado presidente en 2000 y ganó las primeras elecciones del país en 2004 en fraude manifiesto. Desde su ingreso en el poder, Kagame se encargó de tildar de genocida a aquel que reconozca que hutus y tutsis son etnias diferentes, con desigualdades económicas, y no una invención de los colonos europeos. La Justicia Internacional, que persigue los crímenes cometidos por muchos militares tutsis ahora en el poder, son tildados de nuevos actos de colonialismo y revisionismo. ● Un país muy poblado para un terreno escaso. En una acotada porción de terreno que no alcanza la superficie de Galicia, Ruanda alberga a casi nueve millones de habitantes, seis millones más que en la comunidad gallega. El problema de la densidad de población es incesante en un país rodeado de colinas y con escasos recursos naturales. Es sobre todo exportador de té, café, mandioca, piña y bananas. Ruanda se unió en 2007 a la Unión aduanera del África Oriental, con Kenia, Uganda, Tanzania y Burundi. ● Operación militar en Congo. A comienzos de 2009, el Ejército ruandés entró en Congo para detener en una operación conjunta al general Nkunda, apoyado por Ruanda, tutsi y desestabilizador del país vecino.
milias que controlan Ruanda. Este país es un decorado, porque en realidad la población tiene un miedo enorme. Se trata de un país de espías, en el que hablar contra del gobierno puede costar muy caro”. Así nos lo cuentan un par de cooperantes que operan en el país, que prefieren no desvelar su identidad dada la sensibilidad del lugar con aquel que se vaya un poco de la lengua. Ruanda tiene una cierta tara en la recuperación de su memoria histórica. La expedición a la que fue invitada este periódicovisitóelMuseodelGenocidio, en Kigali, un coqueto rincón en cuyo interior despliega toda una retahíla de disquisiciones sobre los motivos delamasacrevividaallíentre1994-95 y que acabó con la vida de 800.000 tutsisyhutusmoderadosenciendías. Aquello fue la ley del machete (se importaron más de 500.000). Pero contadoporlaversióntutsitodohueleun poquito más raro. Los tutsis, dados sus vínculos económicos y militares con Estados Unidos (que contemplan Ruanda como puesto estratégico y militar para frenar el islamismo en el continente negro y un saco de energía sin fondo) y Gran Bretaña, han decidido reinventar la historia. Niegan que existieran las etnias hutu y tutsi como tales, cuando su presencia está fechada desde hace más de diez siglos. Así defienden que las diferencias fueron creadas por los colonos europeos, nutrientes del genocidio, en especial Francia,yaaquelqueseleocurraopinar lo que la lógica y los hechos manifiestan negro sobre blanco se le acusa de negacionista y genocida. Nada se habla tampoco de las masacres cometidas por Kagame, sus secuaces y antecesores, por los que de-
Historia del país El territorio ruandés empieza a ser dominado por los alemanes.
Tras la guerra, la Sociedad Naciones entrega el país al dominio belga.
Los belgas instauran la tarjeta de identidad en la que se establecen clases. Si tienes más de 10 vacas tutsi, menos hutus y si no twa.
Muere el rey Mutara III tras trés décadas en el poder que queda en manos de los tutsis.
Los hutus toman el gobierno.
Se declara la independencia de Ruanda.
Los tutsis exiliados Golpe de estado forman el FPR (Frente del hutu Patriótico Ruandés) e Habyarimana. invaden el país.
Estalla el llamado genocidio de Ruanda. Mueren 800.000 personas y provoca más de 2 mill de desplazados.
El FPR llega al poder tras la guerra hasta hoy. No tiene oposición parlamentaria.
S. XIX
I Guerra Mundial
1932
1959
1961
1962
1973
1994
2009
berían rendir cuentas ante la Corte Penal Internacional. De hecho, el Tribunal de Arusha sólo persigue a señoresdelaguerradelaetniahutu.Enesta vorágine gubernativa también se enmarcalaintroduccióndelingléscomo lenguanacionalenunpaísfrancófono. Sería como instaurar el alemán como lengua oficial en España. Un delirio. Por no hacerles pesado el viaje, referiremosquelagaleríaesunaobrarealizadaporelgobiernotutsideKagame paraabastecimientodelturista.Tiene suéxitolafórmula,yaquealvisitante le asiste la impresión de asistir a una películadevaqueros,dondeestáclaro quiénes son los indios. Por una parte está lo que allí se muestra. Según eso, loscolonizadoresbelgasylaIglesiacatólica defendieron desde comienzos del siglo XX hasta la independencia en 1962 la ideología hamítica por la que los tutsis son una raza superior y una de las tres etnias de Ruanda: hutus (85%), tutsis (14%) y twa (1%). Tambiénsehablaallídelatarjetade identificación, introducida en 1932, para distinguir las etnias. Les diferenciabanelnúmerodecabezasdeganado vacuno que poseían. Si tenían más de diez vacas, eran tutsis. Las vacassonunanimalmuyapreciadoallí, donde es piropo decirle a una mujer que “tienes ojos de vaca”.
Congo no se entiende sin Ruanda, así que este viaje con ALBOAN se empieza a explicar desde Kigali En el gobierno tutsi ruandés todo lo que suene a genocidio es arrasado como la peste
la carta de identidad introducida por losbelgaslapidiólaminoríatutsipara perpetuar sus privilegios de padres a hijos y tampoco se cita que la emisora de las Mil Colinas fue creada en respuestaaRadioMuhabura,afínalFPR, ambas agitadoras del odio étnico. Lo señaló ya en una conferencia en 2001 Juan Carrero, compañero de Flors Sirera, Manuel Madrazo, Mercedes Navarro y del fotógrafo Luis Valtueña, que trabajaban con Médicos del Mundo y fueron asesinados en 1997. Habían visto demasiado. Nadie se ha encargado de investigar la verdad de sus crímenes, pero pasado el tiempo todo apunta a que el comando Network,vinculadoalFPRdeKagame,estaba detrás del gatillo. A la misma milicia, así como a sus acérrimos archienemigos, los interahamwe (los que matan juntos) hutus, seleshaatribuidoelderribodelavión que en abril de 1994 acabó con la vida delpresidenteruandésHabyarimana, hutu, y de su homólogo de Burundi. No interesa aclarar las cosas. Una hora después de aquellos hechos, la barbarie se echó a la calle. A golpe de machete,casiunmillónderuandeses, tutsis en su mayoría, fueron asesinados y hasta dos millones tuvieron que refugiarseenlospaísesvecinos,lamayoría en el Congo, próxima estación de este viaje hacia un jeroglífico.
1990
Acceso a Merci Congo, una zona deprimida que será pronto residencial.
SÓLO SE CONOCE LA VERSIÓN TUTSI
Contada la historia por los tutsis, se afirma que tras la independencia se buscó la limpieza étnica de esta etnia, que provocó 700.000 exiliados entre 1959 y 1973. El Museo sólo cuenta los parabienes del Frente Patriótico Ruandés,quedicequebuscabalaequidaddederechoscuandoenrealidadactivó un baño de sangre desde 1990; narra el apoyo francés al régimen hutu del presidente Habyarimana y la agitación y la sed de cadáveres tutsis que proclamaba la Radio Televisión de las Mil Colinas. Si el Museo del Genocidio busca reconciliaraunpueblo,tambiéndebería hablar del reclutamiento de Kagame enUganda,desuformaciónmilitaren Kansas, de sus crímenes contra la humanidad; nadasedicetampocodeque
El barrio de lujo se llama ‘Merci Congo’ Resulta curioso, casi obsceno, pero el barrio de lujo que se están fabricando los adinerados traficantes ruandeses se denomina Merci Congo. La pretendida urbanización no es ahora más que una sucesión de casas bajas en demolición, en plena reparcelación por parte de las autoridades, que también instan a los vecinos de Kigali a dejar libre el barrio de polvo y paja. Así, los militares, comerciantes de madera y caudillos de los minerales construirán ahí un plácido lugar residencial, obtenido a base de las riquezas del vecino, en medio de una ciudad de ficción. Lo que es ciencia, y no ficticia, son los resultados experimentados en el país con motivo de las inyecciones económicas anglosajonas. En el camino de Kigali a Gisenyi, tres horas por una carretera de montaña asfaltada mitad por ruandeses (repleta de baches) y mitad por alemanes (perfecto alisado), se ve que el país está activo. Hay obreros enfangados en la colocación de guardarraíles, hay un chico en la misma frontera que porta un teléfono de mesa a modo de móvil para que la usen los recién llegados y los funcionarios disponen de computadoras en cada despacho. A tres pasos, ya en Congo, sólo hay barro y los formularios los rellenan a bolígrafo. >E.C.
Centro de Kigali, con multitud de comercios y edificios altos.
Un ingeniero burgalés preso es la respuesta de Kagame al juez Andreu EL MAGISTRADO PERSIGUE A 40 MILITARES TUTSIS, AHORA EN EL GOBIERNO, POR CRÍMENES CONTRA LA HUMANIDAD KIGALI (RUANDA). Al no permitir la actual ideología ruandesa distinguir a hutus y tutsis, es decir avivar el debate sobre el genocidio, en Ruanda conviene andar listo con el lenguaje. Así, en castellano, en este viaje de prensa, hablamos de cortos (hutus) y largos (tutsis) por sus peculiaridades físicas y se trata de ser más bien discreto en el caso de que algún ciudadano curiosee sobre el fin de nuestra estancia allí. A un blanco se le ve a la legua y seguro que los
agentes secretos del país andan ávidos de descubrir a algún fan del revisionismo entre sus visitantes. Según cuentan varios cooperantes, Ruanda persigue con saña la Justicia Internacional, porque dice que busca fines partidistas. El propio presidente Kagame se refiere a la “arrogancia” del juez catalán, Fernando Andreu, que ha encausado a 40 militares tutsis, ahora en el Gobierno, por crímenes contra la humanidad, entre ellos los de nueve españoles. UN CASO ENMADEJADO En esta tesi-
tura, a Ruanda no le viene nada mal tener a un español entre rejas. Se trata del burgalés Luis Dueñas, un ingeniero que llevaba cinco años trabajando en Ruanda y sentenciado en
primera instancia a tres años de prisión por una presunta evasión de impuestos. Mientras este periódico visitaba Kigali, el fallo para resolver su recurso fue retrasado y Dueñas sigue en prisión en unas condiciones miserables: sólo se le sirve una ración diaria de habas y maíz y el hombre sufre hipoglucemia. Dueñas fue encarcelado mientras realizaba un proyecto de purificación y abastecimiento de agua. Algunas de las baldosas, exentas de impuestos, destinadas a la obra fueron encontradas en casa del ex ministro ruandés de Agua y Minas, Bikoro, libre con fianza en este enmadejado caso. A Dueñas faltó tiempo para esposarle. Así es Ruanda, una sorpresa tras otra. Como la que tenía preparada a
Un hotel de película, el ‘Hotel Ruanda’. comienzos de este año, cuando entró su Ejército en la R.D. del Congo para arrestar al general Nkunda, general tutsi ruandés, que se autoproclamaba libertador del Congo y atizaba el
conflicto en el este. Ruanda era el bastón de Nkunda y, de repente, le descabezó para guiñarle el ojo a su vecino expoliado. ¿No suena a historia un tanto demente? >E.C.