Semana Epidemiológica No. 40
Septiembre 28 a Octubre 4 de 2003
Protocolo de lesiones ocasionadas por manipulación o uso de pólvora en temporada de fin de año. •
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Protocolo de lesiones ocasionadas por manipulación o uso de pólvora en temporada de fin de año. 2 o 1. Importancia Epidemiológica del Evento. 2 1.1 CARACTERIZACIÓN EPIDEMIOLÓGICA. 2 1.2 OBJETIVO.. 4 1.3 DESCRIPCIÓN DEL EVENTO.. 4 1.3.1. Descripción de las quemaduras. 5 1.3.2. Agente. 5 1.3.3. Modo de accidentarse con pólvora y otros inflamables. 5 1.3.4. Períodos de accidentalidad. 6 1.3.5. Susceptibilidad. 6 o 2. La Información y la Configuración del Caso. 6 2.1. DEFINICIONES DE CASO.. 6 2.1.1 Descripción clínica del evento. 6 2.1.2. Criterios del Laboratorio para el diagnóstico para vigilancia. 7 2.1.3 Clasificación de caso. 7 2.2 PROCESOS OPERATIVOS DE LA VIGILANCIA. 8 2.2.1 Flujograma de notificación. 8 2.2.2. Investigación de caso. 9 2.2.3. Investigación de campo. 10 2.2.4. Acciones ante la ocurrencia de casos o brotes en la población. 10 o 3. El análisis de la información. 17 o 4. Orientación de la Acción. 18 4.1. Intervenciones. 18 4.1.1 RECOMENDACIONES PARA EL USO DE PIROTECNIA. 19 4.2. Intervenciones sobre el medio. 20 o 5. Recomendaciones de Laboratorio. 20 5.1 Toma y transporte de la muestra para identificación de microorganismos infecciosos. 21 5.2 Recomendaciones para el laboratorio. 21 o 6. Indicadores de Evaluación. 22 o 7. Referencias Bibliográficas. 22 ¿QUE PASÓ ESTA SEMANA?. 23 o Mortalidad Evitable. 23
Malaria Falciparum y Malaria Vivax. 23 Dengue Clásico. 23 Meningitis por Meningococo. 23 Parálisis Fláccida. 23 Tos ferina. 23 SIVIGILA. NOTIFICACION SEMANAL DE EVENTOS SUJETOS A VIGILANCIA. 23
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1. Importancia Epidemiológica del Evento 1.1 CARACTERIZACIÓN EPIDEMIOLÓGICA Tradicionalmente, en el mundo, la pólvora y los artículos pirotécnicos elaborados a partir de esta, se utilizan en celebraciones públicas y festejos regionales y nacionales, tales como las festividades de fin e inicio de año. Sin embargo, detrás de sus efectos llamativos y de alegría de la celebración, por mucho tiempo se ha ocultado el drama de cientos de personas, la mayoría niños quemados y mutilados por el uso de diversos artefactos elaborados a partir de pólvora, e incluso intoxicados por su ingestión, sin dejar de lado los incendios forestales, de viviendas y de diversos tipos de establecimientos. Pese a la existencia de reglamentaciones concretas que intentan controlar este problema en aras de la seguridad de la población infantil principalmente, las asistencias por quemaduras de distinta índole en los hospitales se repiten durante cada fin de año, ya sea por imprudencia, desconocimiento o cualquier otra circunstancia que, indudablemente tendrá el mismo efecto sobre la persona accidentada. (1) En varios países, se registran cifras elevadas de lesionados durante distintas festividades en las que se tiene por costumbre el uso de fuegos artificiales. A manera de ejemplo, Greene M. A. (2001) (2) expone que durante el año 2000, en los Estados Unidos de América se presentaron 10 muertes y 11.000 heridos por uso de pólvora, lo cual significó un aumento del 29% de lesionados por este motivo con respecto al año 1999. El autor señala además que el 10% de los casos (n= 1100) requirieron de hospitalización. Otros hallazgos en dicho país mencionan que alrededor de un 50% de quienes se lesionan con los fuegos artificiales son niños de 14 años de edad o menos y que los niños entre los 5 y 14 años de edad presentan la tasa más elevada por lesiones asociadas al uso de fuegos artificiales. Adicionalmente, Smith G.A Knaap J.F y cols (1996) (2) encontraron que quienes participan en forma activa en las actividades relacionadas con los fuegos artificiales se lesionan con mayor frecuencia y sus lesiones son más severas que quienes sólo observan. Los estudios sugieren que las leyes estatales que regulan la venta y uso de artefactos pirotécnicos o fuegos artificiales afecta el número de lesiones. Por ejemplo, en un estado, el número de lesiones atendidas en las salas de emergencia aumentó más de un 100 por ciento al legalizarse el uso de los fuegos artificiales (McFarland 1994) (2). En Colombia el uso de la pólvora y los artículos pirotécnicos elaborados a partir de ella, se encuentra ligado a diversos festejos populares de carácter nacional y regional. Sin embargo, es durante la temporada de fin de año cuando se registra el mayor incremento de su utilización y por lo tanto, aumenta también el riesgo asociado a su elaboración, transporte, distribución y uso. En este análisis resulta relevante considerar que la pólvora se comporta como un material
inflamable, explosivo y tóxico lo cual pone en evidencia el riesgo en los procesos relacionados con su producción, almacenamiento, manipulación y uso. El estallido de la pólvora que puede ser provocado por variadas causas, suele ocasionar lesiones auditivas, quemaduras, heridas abiertas y pérdida de partes del cuerpo. De igual manera, no son pocos los incendios provocados por artefactos pirotécnicos dadas las propiedades inflamables de los compuestos a partir de los cuales se elaboran; así mismo, los casos de intoxicación se hallan en la mayor parte de los casos, asociados a la ingesta de pólvora fabricada con fósforo blanco (2,3). En cuanto a las acciones conducentes a controlar el expendio y uso de la pólvora, la alcaldía de Bogotá a partir de 1995 dictó algunas normas las cuales han tratado de implementarse en otras regiones por el éxito en la capital del país al disminuirse el número quemados por pólvora principalmente en las celebraciones decembrinas. Los datos disponibles en la Secretaría Distrital de Salud de Bogotá indican un promedio de atención de más de 200 urgencias por pacientes quemados por pólvora cada fin de año, entre diciembre de 1992 a 1994. Asimismo, los datos del Instituto Nacional de Medicina Legal y ciencias Forenses, regional Bogotá, daban cuenta de 3 muertos anuales en promedio, por quemaduras por pólvora. Adicionalmente, la pólvora ocasiona grandes pérdidas económicas cuando se presentan incendios tanto en polvorerías como en lugares de expendio. En este marco, se restringió la venta de artículos pirotécnicos en 1995, limitándola a unos pocos sitios en Bogotá y exclusivamente para personas mayores, pero se hizo una advertencia terminante: al primer niño quemado, la restricción se convertiría en prohibición total. Un niño perdió varios dedos y el Gobierno Distrital prohibió la pólvora en las Navidades bogotanas. Según datos de la División de Epidemiología de la Secretaría Distrital de Salud de Bogotá, en diciembre de 1993 se registraron 262 personas quemadas, especialmente niños, en 1994 fueron 204 y con la restricción en diciembre de 1995 pasaron a 77 y en la Navidad del año 2001 fueron 72. Como puede observarse los resultados son evidentes: hubo una reducción de quemados del 65% en los últimos seis años (4, 5, 6)..
Gráfica 1. QUEMADOS POR PÓLVORA DICIEMBRE-ENERO 1993-2003 En consideración a lo expuesto y a los riesgos que representa la elaboración, manipulación y uso de pólvora y tomando en cuenta el deber de las autoridades de proteger la vida y la salud de los colombianos, especialmente la de los menores de edad, en diciembre de 1995, como ya se dijo, la Alcaldía Mayor de Bogotá, D.C ordenó por solicitud de la Secretaría Distrital de Salud, las regulaciones sobre la fabricación, almacenamiento, transporte, venta y uso de pólvora en el
Distrito Capital. “La decisión de la Alcaldía se fundamentaba en la política por la convivencia y la seguridad ciudadana, la cual se expresa, entre otros aspectos, en un conjunto de medidas que regulan las facetas de la vida citadina. En esa oportunidad, la administración distrital se apoyó en la convicción que es deber de las autoridades proteger la salud de los niños, y que las lesiones producidas por la pólvora son evitables”. Ante las evidencias halladas la administración distrital formuló una política de prevención enmarcada en el principio de protección de la vida e integridad física de los ciudadanos. Para el caso del uso de pólvora, se promovieron en primera instancia, programas de autorregulación que invitaban a la ciudadanía a usarla responsablemente. Ante la ocurrencia del primer caso de un menor de edad con quemaduras por pólvora, la Alcaldía Mayor de Bogotá, D.C promulgó el Decreto 755 del 28 de noviembre de 1995, en donde se prohibió entre otros, la venta y uso de pólvora, la venta y el lanzamiento de globos elevados con aire calentado mediante dispositivos alimentados por fuego y el uso de pólvora por parte de menores de edad, incluidas las luces de bengalas. Posteriormente, el Decreto 791 del 10 de diciembre de 1995 prohibió la venta de artículos pirotécnicos, fuegos artificiales y globos, así como el uso de los mismos productos en el Distrito Capital y ratificó las medidas básicas adoptadas por el Decreto 755, pero mejoró los contenidos del mismo e incluyó el concepto de reconversión laboral al plantear que la entrega de pólvora producida o adquirida entre el 13 y el 15 de diciembre del mismo año, podría ser entregada a las autoridades con derecho a recibir una compensación económica. En adelante, la polémica suscitada por las restricciones impuestas generó diversas modificaciones y expedición de nuevos actos administrativos por parte de la administración distrital e incluso un fallo del Consejo de Estado emitido en el año 1999 que sentenció la nopotestad de los alcaldes para prohibir la pólvora en los territorios bajo su administración. Este hecho estuvo asociado, como se señala más adelante, al nuevo incremento de lesionados durante diciembre de 1999 y enero de 2000, a pesar de la regulación impuesta por el Decreto 738 del 27 de octubre del mismo año. En la actualidad y después de superado el fallo del consejo de estado mediante la expedición de la Ley 670 de julio 30 de 2001 por parte del Ministerio de Salud, que faculta a los alcaldes municipales y distritales para regular el uso y distribución de artículos pirotécnicos o fuegos artificiales, continúa vigente el Decreto 751 del 1 de octubre de 2001 por el cual se adoptan las actuales medidas de control y sólo permite las demostraciones públicas pirotécnicas con fines recreativos bajo condiciones de seguridad.(2) Este modelo de regulación del uso de la pólvora ha servido, de una u otra manera, para que otras regiones traten de disminuir los accidentes por la manipulación de artículos pirotécnicos, a falta de una regulación a nivel nacional.
1.2 OBJETIVO Vigilar la prevalencia y la incidencia de los accidentes con pólvora en el país, especialmente en las festividades de fin de año, para desarrollar las acciones pertinentes que conduzcan a la disminución de la morbilidad y la mortalidad por tal evento.
1.3 DESCRIPCIÓN DEL EVENTO 1.3.1. Descripción de las quemaduras Las quemaduras causadas por pólvora son lesiones tisulares térmicas condicionadas por agentes físicos y biológicos. La extensión y la profundidad de una quemadura depende básicamente del agente que la causa, así como de la duración del contacto con él. La pólvora causa quemaduras por deflagración a raíz de la combustión y la explosión de los artefactos fabricados con ella. El grado de una quemadura es un índice de la profundidad de la lesión. Así, a medida que el grado de la lesión se incrementa, a su vez también aumenta el tiempo de recuperación del paciente, al igual que la probabilidad de dejar cicatrices hipertróficas y la pérdida total del tejido cutáneo que hace necesaria la implantación de injertos de piel. Estos factores, sumados al sitio anatómico donde se presenta la lesión y la extensión de la misma, pueden aumentar la posibilidad de pérdida de un órgano o el deterioro de sus funciones e incluso la muerte.(2)
1.3.2. Agente La pólvora es el constituyente principal de los diversos artefactos pirotécnicos empleados en las diferentes celebraciones y festividades de fin de año, potenciales causantes de lesiones al ser quemados o al explotar. También, se emplean a veces productos impregnados con líquidos inflamables como la gasolina, lo mismo que diversos materiales combustibles tales como llantas y textiles usados. Todos estos artefactos pueden originar incendios en los que pueden arder otros materiales como madera, plásticos, colchones, ropa, potenciales causantes de quemaduras.
1.3.3. Modo de accidentarse con pólvora y otros inflamables Quien utiliza la pólvora no puede abstraerse de que este es un elemento peligroso, y que al utilizarlo o al entregarlo a otra persona, en particular a un menor de edad, se están colocando en riesgo inminente para su integridad. Resulta preocupante a finales de cada año la alta cifra niños de todas las edades que se diviertan haciendo estallar todo tipo de explosivos, con la anuencia y apoyo de sus padres. Las quemaduras térmicas son el tipo más frecuente de lesiones en la piel y ocurren por juegos con fósforos o pólvora, durante los incendios, accidentes automovilísticos, almacenamiento inapropiado de gasolina o por cortos circuitos en el sistema eléctrico. Así también, pueden ocurrir por: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7.
Niños que guardan pirotecnia en los bolsillos. Escaso control de los padres acerca de los explosivos adquiridos. Ausencia de personas mayores ante el uso de estos elementos. Venta a menores por parte de los comerciantes. Uso indebido de los productos por parte de los adultos que en oportunidades terminan lesionando a niños. Desarmado, rearmado y combinado de los artefactos sin conocimiento “químico” de los mismos. Mal almacenamiento o manejo por parte de industrias así como de pequeños
comerciantes o consumidores finales. El hecho es que de lo que podría resultar un excelente festejo de fin de año, termina con un trágico cuadro familiar en una clínica o un hospital. (1)
1.3.4. Períodos de accidentalidad Los accidentes con pólvora suelen presentarse con mayor frecuencia en festejos, celebraciones y festividades de fin y principio de año
1.3.5. Susceptibilidad Los niños son usualmente los más afectados por el desconocimiento del adecuado manejo de la pólvora y al descuido de sus padres y demás personas mayores. Los factores de riesgo asociados a los accidentes con pólvora son:
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La combustibilidad y explosividad de los juegos pirotécnicos Ser menor de edad Las festividades de fin y principio de año (7, 8, 24, 25, 31 de diciembre y 1º de enero) La embriaguez de los adultos y eventualmente de algunos menores.(2)
2. La Información y la Configuración del Caso 2.1. DEFINICIONES DE CASO 2.1.1 Descripción clínica del evento Las quemaduras se clasifican en quemaduras de primer, segundo o tercer grado dependiendo de cuán severas son y cuán profundo penetran en la superficie de la piel.
2.1.1.1 Quemaduras de primer grado (superficiales) Las quemaduras de primer grado afectan sólo la epidermis o capa externa de la piel. El lugar de la quemadura duele, no presenta ampollas y está enrojecido y seco. Un ejemplo sería una quemadura solar leve. No es frecuente que se produzca daño permanente de los tejidos; la lesión suele consistir en el aumento o disminución de la coloración de la piel.
2.1.1.2 Quemaduras de segundo grado (de espesor parcial) Las quemaduras de segundo grado afectan la epidermis y parte de la dermis. El lugar de la quemadura está enrojecido y ampollado y puede estar tumefacto y doler.
2.1.1.3 Quemaduras de tercer grado (de espesor total) Las quemaduras de tercer grado destruyen la epidermis y la dermis. Este tipo de quemaduras
también pueden dañar los huesos, los músculos y los tendones. El lugar de la quemadura presenta un color blanco o carbonizado. No hay sensibilidad en la zona, puesto que las terminaciones nerviosas están destruidas. Las quemaduras de segundo y tercer grado requieren la atención inmediata de un médico u otro profesional de la salud.(7)
2.1.2. Criterios vigilancia
del
Laboratorio
para
el
diagnóstico
para
La vigilancia por laboratorio de las infecciones de quemaduras, debe realizarse considerando las complicaciones que las mismas pueden conducir al fallecimiento del paciente o a la amputación de miembros. De igual manera, en los casos de quemaduras graves y profundas de tercer grado que comprometan tejidos subcutáneos, órganos internos y/o huesos puede requerirse de ayudas diagnósticas, tales como radiografías, resonancias magnéticas u otras, para evaluar las lesiones lo que permitirá dirigir las acciones más adecuadas para la recuperación de la persona afectada. En los casos de daños auditivos causados por las explosiones y/o detonaciones de pirotécnicos se puede requerir de la valoración de través de audiometrías u otros exámenes especializados a criterio de un otorrinolaringólogo. Ello debe notificarse al Sivigila para la toma de decisiones en la posterior prevención de estas complicaciones. Al presentarse infecciones en las zonas afectadas por quemaduras, podría requerirse de la identificación de los agentes infecciosos por parte del laboratorio para prescribir los antibióticos pertinentes. Las infecciones más comunes en las quemaduras son causadas por microorganismos que normalmente se encuentras en la piel sin revestir riesgo para la salud, pero que una vez producida una herida pueden tornarse patógenas al entrar en contacto directo con los tejidos expuestos por la lesión. Las bacterias que pueden causar infecciones son la Pseudomona aureuginosa (gram negativa), Stafilococo aureus, Stafilococo epidermidis y Clostridium tetanicus (gram positivos estos 3 últimos). La levadura Candida albicans (que normalmente se encuentra en la boca) también suele causar infección. El tratamiento con antibióticos puede ser local o intravenoso a criterio del médico tratante. Las intoxicaciones que eventualmente ocurran por ingesta de material pirotécnico se tratarán y notificaran al SIVIGILA según el Protocolo de Intoxicaciones correspondiente.
2.1.3 Clasificación de caso 2.1.3.1 Caso confirmado clínicamente Ante las características propias de las quemaduras y su evidencia física, se clasifican como casos confirmados clínicamente dentro de las categorías de primer, segundo o tercer Grado de
acuerdo a la descripción clínica del evento, dada más arriba.
2.1.3.2 Caso confirmado clínicamente o por laboratorio En la eventualidad de ocurrir infección, lesiones a órganos internos o daño auditivo, el diagnóstico para estas complicaciones puede ser Confirmado Clínicamente (a criterio del médico) o por Laboratorio.
2.2 PROCESOS OPERATIVOS DE LA VIGILANCIA 2.2.1 Flujograma de notificación (página siguiente)
2.2.2. Investigación de caso. Se debe determinar si el accidente con el artefacto pirotécnico fue un hecho aislado o como parte de un festejo (ferias y fiestas, fiestas decembrinas o de año nuevo), fecha y hora de ocurrencia, dónde (localidad de ocurrencia) y de qué manera sucedió la quemadura especificando si fue causado por terceros, el artefacto pirotécnico implicado u otros, sitio(s) anatómicos afectados directamente y los miembros u órganos comprometidos, extensión del área afectada al igual que el grado de la quemadura (puede ser mútiple), edad, sexo, ocupación, dirección, estrato socioeconómico, estado de sobriedad o embriaguez del afectado o de los adultos responsables en el caso de los niños quemados, Precisar si la lesión fue o no causada
por terceros y si el lesionado vive o muere. Esta información recopilada a través del Sivigila permitirá posteriormente elaborar estrategias para el manejo de casos y a orientar acciones conducentes a la educación y prevención. El propósito de esta vigilancia se refiere exclusivamente a accidentes por pólvora en festividades principalmente de fin y principio de año y otros asociados a actos culturales, por lo que no se contempla los actos intencionales de daños con estos artefactos. No obstante, la estadística de los mismos resulta importante para efectos comparativos respecto a los accidentes. Similarmente, los casos de accidentes laborales como los ocurridos en minas y canteras u otros (excepto los asociados a la elaboración de productos pirotécnicos) por ser de características distintas a los del presente protocolo, se emplearán solo con fines comparativos.
2.2.3. Investigación de campo. Cuando un accidente o incendio por pólvora afecte a varias personas o el número de casos aumente en una localidad, la investigación epidemiológica debe ser hecha en la medida que los límites operacionales del sistema de vigilancia lo permitan. No obstante, se requiere que todos los casos notificados estén debidamente caracterizados con los datos clínicos-epidemiológicos básicos para definirlo como caso. Las actividades de campo, por lo tanto, comprenden la asesoría y asistencia técnica, que implique la reducción de la accidentalidad por pólvora. Como parte de la investigación de campo es preciso realizar acciones coordinadas con las diferentes autoridades, según sus competencias (alcaldes, policía, bomberos), con el fin de ilustrar a los responsables de la fabricación, almacenamiento, distribución y uso de artículos pirotécnicos, sobre las normas de seguridad para prevenir accidentes lo mismo que las medidas adecuadas a seguir en caso de ocurrir alguno, al igual que de los cuidados a las víctimas mientras llega ayuda médica. En los sitios donde se distribuye pólvora puede ilustrarse al público a través de folletos, volantes y carteles sobre los riesgos y las precauciones a seguir, de conformidad con los numerales 4.4 (Orientación de la Acción) para prevenir daños, y el 2.2.4 (Acciones ante la ocurrencia de casos o brotes en la población) en el caso de ocurrir un accidente por pólvora, sin perjuicio de las normas legales vigentes en cuanto a la fabricación, distribución, prevención de accidentes y uso de pólvora
2.2.4. Acciones ante la ocurrencia de casos o brotes en la población. Identificar las características del pirotécnico (nombre, tamaño y composición de ser posible). También, indagar acerca de origen o lugar de adquisición del artefacto causante de la lesión para informar a las autoridades respectivas con el fin de verificar aspectos legales y dar orientación en cuanto a manejo, almacenaje y prevención de accidentes con pólvora y otros materiales inflamables. Esto debe permitir identificar los factores que incidieron o determinaron el caso. Deben seguirse las siguientes precauciones en el caso de que alguien sufra quemaduras:
2.2.4.1 Consejos en caso de quemaduras por pirotecnia. • • • • • • • • • •
a)Lave la zona quemada con agua limpia y fría, sin jabón y sin restregar. b)No trate de despegar de la herida parte de tela o lanas, que pudieran estar adheridas a la quemadura, ya que solo aumenta el dolor y puede originar cicatrices deformadoras. Solo adicione suavemente abundante agua limpia y fría c)No ponga grasas, pomadas, aceites, polvos, cremas, café, telarañas ni soluciones de ningún tipo, pues ello podría causar graves infecciones. d)Cubra la herida con apósitos estériles y secos, si no dispone de ellos use pañuelos, sábanas o toallas limpias. e)Si la quemadura ocurre en los ojos lave con agua limpia y fría. No toque ni aplique nada. f) Dele de beber agua limpia y fría o suero de hidratación oral para reponer líquidos perdidos (sólo si el afectado está consciente). g)En caso de llegar a ocurrir alguna fractura no mueva a la víctima e inmovilice la parte afectada. No trate de acomodar huesos que salen por las heridas. h)En caso de sangrado ejerza presión suficiente para detener la hemorragia o disminuirla, con una gasa estéril o tela limpia sin motas ni hebras (no usar algodón) i) Calmar a la víctima y mantenerla abrigada con una manta sin motas para que permanezca caliente j) Acuda al centro asistencial más cercano o busque asistencia médica especializada.(8)
2.2.4.2 Tratamiento de las quemaduras (personal paramédico y médico). Para las acciones a tomar en los accidentes con pólvora debe tenerse en cuenta que las quemaduras son lesiones tisulares térmicas condicionadas por agentes físicos y biológicos. La extensión y profundidad del daño dependerá del tipo de agente, así como de la duración del contacto con él, produciendo desde eritema hasta coagulación protéica y carbonización de los tejidos, de tal manera que los efectos generales de estas lesiones plantean un mayor peligro para la vida, que los efectos locales. Para calcular la extensión de las quemaduras se necesita emplear un esquema que la cuantifique, como la tabla de Tennison y Pulaski, conocida comúnmente como al "Regla de los 9" en los adultos, y la tabla de Lund y Browder en los niños, que tienen mayor especialidad en la cuantificación, al variar el porcentaje en los segmentos corporales que van cambiando con la edad, es decir: la cabeza y las extremidades pélvicas. El médico tratante se encarga de esos cálculos. Las caractéristicas clínicas de las lesiones pueden orientar con respecto a la profundudad del daño tisular en:
2.2.4.3 QUEMADURAS DE PRIMER GRADO. Son eritematosas, secas y muy dolorosas. La lesión es muy superficial y se regenera en lapso de una semana sin dejar cicatriz. El ejemplo más común son las quemaduras solares.(9) 2.2.4.3.1 Causas de las quemaduras de primer grado
En la mayoría de los casos, las causas de las quemaduras de primer grado son las siguientes:
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Quemadura solar leve Quemadura por explosión - producida por la exposición a un calor breve, repentino e intenso
2.2.4.3.2 Síntomas de una quemadura de primer grado
A continuación, se enumeran los signos y síntomas más comunes de una quemadura de primer grado. Sin embargo, cada niño puede experimentarlos en forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
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Enrojecimiento Piel seca Dolor al tocar la piel Generalmente, el dolor dura entre 48 y 72 horas y luego disminuye Descamación de la piel
Los síntomas de una quemadura de primer grado pueden parecerse a los de otros trastornos o problemas médicos. Siempre se debe consultar al médico para el diagnóstico. 2.2.4.3.3 Tratamiento para las quemaduras de primer grado:
El tratamiento específico para una quemadura de primer grado será determinado por el médico basándose en lo siguiente:
• • • • • •
La edad del niño, su estado general de salud y sus antecedentes médicos La extensión de la quemadura La ubicación de la quemadura La causa de la quemadura La tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o tratamientos Su opinión o preferencia
Generalmente, las quemaduras de primer grado se curan por sí solas en menos de una semana. El tratamiento suele depender de la gravedad de la quemadura y puede incluir:
• • •
Compresas frías Lociones o ungüentos con antibióticos de amplio espectro Aspirina
En general, no es necesario colocar apósitos sobre las quemaduras de primer grado. Consulte con el médico sobre los tratamientos adicionales para las quemaduras de primer grado.(7) 2.2.4.4.a QUEMADURAS DE SEGUNDO GRADO SUPERFICIAL.
Cuando presentan flictenas (ampollas), son húmedas, muy dolorosas y al romperse las flictenas muestran un lecho rosado o rojo brillante. La lesión abarca la capa superficial de la dermis (papilar) y se regenera en un lapso de 8 a 14 días sin dejar cicatriz. Los liquidos calientes de baja densidad condicionan este tipo de lesión
2.2.4.4.b QUEMADURAS DE SEGUNDO GRADO PROFUNDO.
Cuando se aprecian húmedas, dolorosas, con lechos rosados o rojos opacos o grisáceos. La lesión abarca la capa profunda de la dermis (reticular) y se generan a partir de los nexos cutáneos (folículos pílosos y glándulas sudoríparas y sebáceas), con facilidad se infectan y por este hecho se profundizan. Pueden regenerarse en un lapso de 21 días si se optimizan las condiciones locales, pero dejan cicatrices nipertróficas. Los líquidos de alta densidad pueden condicionar este tipo de lesiones.(9) 2.2.4.4.1 Causas de las quemaduras de segundo grado
En la mayoría de los casos, las causas de las quemaduras de segundo grado son las siguientes:
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Las lesiones por escaldadura Las llamas El contacto breve de la piel con un objeto caliente
2.2.4.4.2 Síntomas de una quemadura de segundo grado
A continuación, se enumeran los signos y síntomas más comunes de las quemaduras de segundo grado. Sin embargo, cada niño puede experimentarlos de forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
• • • • • •
Ampollas Enrojecimiento intenso El área afectada presenta un aspecto húmedo y brillante Dolor al tocar la piel La quemadura puede ser blanca o con manchas descoloridas Los síntomas de una quemadura de segundo grado pueden parecerse a los de otros trastornos o problemas médicos. Siempre consulte al médico para el diagnóstico.
2.2.4.4.3 Tratamiento para las quemaduras de segundo grado:
Generalmente, el proceso de cicatrización de las quemaduras de segundo grado superficiales dura aproximadamente tres semanas, siempre y cuando se mantenga la herida limpia y protegida. El proceso de cicatrización de las quemaduras de segundo grado profundas puede llevar más de tres semanas. El tratamiento específico será determinado por el médico basándose en lo siguiente:
• • • • • •
La edad del niño, su estado general de salud y sus antecedentes médicos La extensión de la quemadura La ubicación de la quemadura La causa de la quemadura La tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o tratamientos Su opinión o preferencia
En general, una quemadura de segundo grado que no afecta más del 10 por ciento de la superficie de la piel puede tratarse en forma ambulatoria. El tratamiento depende de la gravedad
de la quemadura y puede incluir:
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Ungüentos antibióticos Cambios de apósitos una o dos veces por día, dependiendo de la gravedad de la quemadura Limpieza diaria de la quemadura para retirar la piel muerta o el ungüento Antibióticos sistémicos, en algunos casos
La limpieza de la herida y los cambios de apósitos pueden provocar dolor. En estos casos, puede ser necesario administrar al niño un analgésico. Además, no debe reventarse ninguna ampolla que se forme.(7, 9)
2.2.4.5 QUEMADURAS DE TERCER GRADO. Son secas, deprimidas e insensibles, se puede visualizar el trayecto de los vasos superficiales trombosados a través de la escara. La lesión ocupa el espesor total de la piel y no se pueden regenerar por no existir elementos cutáneos para ello. Es necesario cubrirlas por medio de injertos de piel. Las lesiones por electricidad, fuego y químicos pueden provocar este tipo de lesión.(9) 2.2.4.5.1 Causas de las quemaduras de tercer grado
En la mayoría de los casos, las causas de las quemaduras de tercer grado son las siguientes:
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Los líquidos hirvientes El contacto de la piel con un objeto caliente durante un período prolongado Las llamas de un incendio El contacto con la electricidad El contacto con un producto químico
2.2.4.5.2 Síntomas de una quemadura de tercer grado
A continuación, se enumeran los signos y síntomas más comunes de las quemaduras de tercer grado. Sin embargo, cada niño puede experimentarlos en forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
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Piel seca y curtida El color de la piel puede ser blanco, marrón o amarillo Tumefacción Ausencia de dolor debido a la destrucción de las terminaciones nerviosas
Sin la atención médica adecuada, el proceso de cicatrización de las quemaduras de tercer grado de gran extensión es lento y deficiente. Dado que la epidermis y los folículos pilosos han sido destruidos, la piel no se regenerará. Los síntomas de las quemaduras de tercer grado pueden parecerse a los de otros trastornos o problemas médicos. Siempre consulte al médico para el diagnóstico.
2.2.4.5.3 Tratamiento para las quemaduras de tercer grado:
El tratamiento específico para una quemadura de tercer grado será determinado por el médico basándose en lo siguiente:
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La edad del niño, su estado general de salud y sus antecedentes médicos La extensión de la quemadura El lugar de la quemadura La causa de la quemadura La tolerancia a determinados medicamentos, procedimientos o tratamientos Su opinión o preferencia
El tratamiento para las quemaduras de tercer grado dependerá de su gravedad, la cual es determinada por el porcentaje de superficie corporal afectada. El médico precisará cuál es la gravedad de la quemadura. El tratamiento para las quemaduras de tercer grado puede incluir:
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Limpieza y debridamiento inmediato (retiro de la piel y el tejido muerto de la zona quemada). Este procedimiento puede realizarse en una bañera especial en el hospital o a través de un procedimiento quirúrgico. Líquidos que contengan electrolitos, administrados por vía endovenosa Antibióticos por vía endovenosa o vía oral Ungüentos o cremas antibióticas Creación de un medio cálido y húmedo para la quemadura Suplementos nutricionales y una dieta rica en proteínas Analgésicos Injerto de piel (en algunos casos, necesario para cerrar el área lesionada) Reconstrucción funcional y estética
2.2.4.5.4 Injerto de piel
Un injerto de piel es una porción de piel sana que se extirpa quirúrgicamente para que cubra el área afectada. Los injertos de piel pueden ser de espesor parcial o total, y se llevan a cabo en quirófano. La quemadura cubierta con un injerto de piel se denomina zona de injerto. 2.2.4.5.5 Zona donante
El área de donde se tomó la piel sana que será donada al área quemada se denomina zona donante. Luego del procedimiento de injerto de piel, las zonas donantes se asemejan a una rodilla despellejada o con raspones. El médico decidirá si es necesario o no un injerto de piel. Generalmente, el injerto de piel se realiza después del debridamiento y extirpación de la piel o tejidos muertos. 2.2.4.5.6 Cuidado de la zona de injerto
El apósito se cambia dos días después de realizado el injerto, para permitir que la piel nueva pueda fijarse. Durante los primeros días, las zonas de injertos deben protegerse del roce o la presión. 2.2.4.5.7 Cuidado de la zona donante
La zona donante permanece cubierta las primeras dos semanas. La protección es necesaria e importante. Generalmente, el proceso de cicatrización de la zona donante lleva entre 10 y 14 días. Si se aplica un apósito, generalmente se lo deja hasta que se desprenda por sí solo. Luego de que el apósito se desprende, se aplica loción en la zona donante. La piel suele escamarse y parece seca.(7, 9) Como ilustración y complemento de la información aquí suministrada se describen a continuación otras clases de quemaduras y sus fuentes:
2.2.4.6 QUEMADURAS POR LIQUIDOS DE BAJA DENSIDAD. Producidas por agua hirviendo o leche, son las más frecuentes y usualmente se presentan en los extremos de la vida (niños y ancianos).
2.2.4.7 QUEMADURAS DE ALTA DENSIDAD. Por atole, frijoles, aceite o liquidos densos.
2.2.4.8 QUEMADURAS POR FUEGO a)EL FLAMAZO se debe a una ráfaga de fuego. Son frecuentes y se presentan en el hogar por los calentadores de agua. b)EL FUEGO DIRECTO, por la combustión de la ropa. Produce quemaduras profundas porque se mantiene el calor más tiempo, por la presencia de ropa quemada y caliente.
2.2.4.9 QUEMADURAS POR QUIMICOS. Ya sea por ACIDOS o ALCALIS, que son substancias con pH ácido o basicio. No son frecuentes y suelen presentarse en adultos en su trabajo, o bien en niños en el hogar, por descuido en el manejo de dichas substancias y su almacenamiento. Son quemaduras profundas, hasta de tercer grado (espesor total), porque se mantiene el calor más tiempo, dependiendo de la concentración del químico. Se debe suprimir la permanencia del químico en la zona afectada, ya que una vez en contacto con los tejidos, estas substancias siguen quemando hasta que se diluyen. Esto se logra mediante lavado intensivo con abundante agua fría en las zonas de contacto con el fin de diluirlo lo más posible.
2.2.4.10 QUEMADURAS POR ELECTRICIDAD: a)EL CHISPAZO ELECTRICO, se producen por una ráfaga de fuego proveniente de una fuente eléctrica b)El ARCO VOLTAICO, por el cierre del circuito eléctrico con el cuerpo y c)La CONDUCCION ELECTRICA, por el cierre del círculo eléctrico con el cuerpo. Las lesiones son superficiales en el chispazo, superficiales y profundas en el arco con aspecto de suelo lunar por el salto continuo de la corriente eléctrica por la piel, que vence su resistencia en cada salto. Son profundas con aspecto carbonizado, por la entrada de la corriente eléctrica por
la piel, en la conducción, que produce necrosis grasa, muscular e inclusive ósea, siendo necesario en muchos casos amputar el segmento o segmentos afectados.
2.2.4.11 QUEMADURAS POR COMBUSTION DE HIDROCARBUROS: Condicionadas por la combustión de gasolina, thiner, alcohol, etcétera, directamente en la píel. Producen quemaduras profundas porque se mantiene el calor más tiempo, debido a la presencia de hidrocarburo que se quema en la piel, además de la combustión de la ropa.
2.2.4.12 QUEMADURAS POR DEFLAGRACION. Las produce la combustión o explosión de pólvora o dinamita. Producen quemaduras profundas por el efecto calorífico del material comburente del mismo quemándose en la piel, además de la combustión de la ropa. Además de sus complicaciones, las quemaduras pueden poner en peligro la vida, es por ello que los individuos con este tipo de lesiones se deben enviar inmediatamente a un hospital que atienda esta patología, ya que es necesario que se traten en forma adecuada desde la etapa temprana de la lesión.(9) A continuación se detallan algunos lugares de los cuales debe tenerse a mano los números telefónicos durante la temporada de fin de año con el fin de solicitar ayuda oportuna en casos de accidentes:
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Bomberos Policía Defensa Civil Cruz Roja Hospital, Clínica (IPS asignada)
Los exámenes complementarios, por ejemplo rayos X, cultivos de tejidos infectados, audiometrías y otros que puedan requerirse para el diagnóstico o para vigilancia aparecen en numeral 5 (Recomendaciones de Laboratorio).
3. El análisis de la información La información se analizará de forma que permita determinar la tendencia de las quemaduras por pólvora. El análisis rutinario debe referirse a: a)Caracterización de los grupos de población más vulnerables haciendo seguimiento a la distribución semanal de casos (vivos y muertos) según procedencia, edad, sexo, con el fin de orientar acciones específicas de control b)estableciendo la magnitud y severidad de las quemaduras a través del monitoreo de las tasas de incidencia, mortalidad y letalidad. c)Caracterización de los factores condicionantes de la diseminación o mantenimiento de casos, haciendo levantamiento y seguimiento de datos en cuanto a la distribución y acceso de la
población a los juegos pirotécnicos, considerando las costumbres y las prácticas en las celebraciones de fin de año de las diferentes comunidades. d)Determinación de la extensión del problema levantando los casos de quemaduras en la localidad de ocurrencia y en áreas que por tradición suele celebrar sus festividades con juegos pirotécnicos. e)Definición de la endemicidad y/o epidemicidad de los accidentes con pólvora en cada región a través del análisis de la magnitud y la severidad en relación con la distribución de casos por edad y por tiempo. Se tendrá en cuenta que un incremento del número de lesionados por pólvora en una determinada localidad o en un período, en el grupo menor de 15 años es un indicador de la ocurrencia de un brote de quemaduras por pólvora. f) Determinación del riesgo de las localidades para la ocurrencia de accidentes con pólvora para lo cual es preciso localizar las diferentes celebraciones en las que suelen utilizarse pirotécnicos. De igual forma, la distribución de los casos asociados a diferentes factores estudiados en la investigación epidemiológica permitirá identificar otros grupos de riesgo diferentes a los ya anotados según las diferentes localidades y frente a los cuales es preciso orientar acciones de intervención. En circunstancias de infecciones y/o destrucción de órganos es necesario el análisis de los resultados de laboratorio. Esto permite conocer el comportamiento de los agentes infecciosos implicados en las quemaduras, especies y serotipos, además de identificar los órganos más susceptibles de lesionarse, lo cual permite direccionar las acciones prioritarias para la intervención en el tratamiento y en la prevención.
4. Orientación de la Acción 4.1. Intervenciones En Colombia la legislación se constituye como una herramienta eficaz para prevenir los accidentes con pólvora tal como se ha demostrado en Bogotá en los últimos años en los que se han adoptado y complementado las medidas restrictivas en lo que tiene que ver con la fabricación, almacenamiento, distribución y uso de artefactos pirotécnicos. La ley 9 del 24 de enero de 1979, Código Sanitario Nacional, (artículos 130, 145 literal b, 146, 147, 478, 479, 480, 483, 594, 598, 604, 606 entre otros) regula lo concerniente a importación, fabricación, almacenamiento, transporte, comercialización, restricciones y manejo de este tipo de sustancias al igual que las responsabilidades, las medidas de prevención y vigilancia epidemiológica. La ley 670 del 30 de julio del año 2001 garantiza la vida, integridad física y recreación de los niños expuestos al riesgo por el manejo de artículos pirotécnicos o explosivos y faculta a los alcaldes municipales de tomar las medidas necesarias para la prevención de accidentes con estos productos (artículos 3, 4, 6, 7, 8, 10, 14 entre otros). Merece destacar que la ley prohibe la venta de esos productos a menores de edad y a personas embriagadas, también prohibe que los adultos permitan o induzcan a los menores a manipular o usar artículos pirotécnicos. De igual manera, restringe la utilización del fósforo blanco (extremadamente tóxico) en la fabricación de esta clase de productos. Vale la pena resaltar que obliga a clínicas y hospitales públicos y privados a prestar atención a menores quemados por pólvora sin importar su condición de afiliación o no al Sistema General de Seguridad Social en Salud.
El decreto 751 del año 2001 de la Alcaldía Mayor de Bogotá reglamenta lo correspondiente a la fabricación, almacenamiento, transporte, venta y manipiulación de fuegos artificiales en el Distrito Capital de Bogotá. Destaca la restricción de la venta sólo a personas autorizadas, el uso de juegos pirotécnicos sólo por expertos carnetizados en lugares públicos previamente autorizados y a la notificación obligatoria de pacientes afectados de quemaduras por pólvora a la Secretaría de Salud. También, el Acuerdo 79 del 14 de enero del año 2003 (código de Policía) establece algunas normas al respecto en sus artículos 8, 14, 15, 18, 22 entre potros. A pesar de la legislación vigente en el territorio nacional, la realidad muestra que son muchos los lugares del país donde la distribución y manipulación de artículos pirotécnicos se realiza sin mayores restricciones por razones culturales y otras que escapan al control de las autoridades. Con base en lo anterior, se da una guía general para la manipulación de artefactos pirotécnicos la cual puede ser difundida por las autoridades responsables en coordinación con bomberos, salud y demás entes relacionados, por los medios de comunicación pertinentes. Es importante resaltar que los padres son responsables por el estado de salud de sus hijos y que por lo tanto no deben permitir que los niños manipulen ningún artefacto pirotécnico por más inofensivo que parezca:
4.1.1 RECOMENDACIONES PARA EL USO DE PIROTECNIA Sin perjuicio de la legislación vigente a nivel nacional, las autoridades responsables de la salud deben cumplir con las siguientes premisas:
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a)Estimular actividades recreativas en fin de año que no conlleven la utilización de la pólvora. b)Coordinar interinstitucionalmente, la ejecución de programas educativos sobre la manipulación adecuada de la pólvora solo por personas adultas (en las poblaciones donde no esté reglamentada la utilización de pirotécnicos) c)Promover solo el uso de la pólvora en espectáculos públicos, manejada por expertos y bajo las condiciones de seguridad enunciadas. d)En coordinación con las autoridades responsables, no permitir la venta de pirotecnia en comercios vinculados con combustibles o en la vía pública por ningún concepto y bajo ninguna circunstancia. e)Divulgar los riesgos que tiene la población infantil en el manejo de la pólvora.
La persona que usa y/o expende juegos pirotécnicos, sin perjuicio de la normatividad vigente, debe tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
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a)No vender pirotecnia a menores de edad. b)No permita a los niños manipular estos materiales, ya que pueden ocasionarles graves accidentes especialmente en manos, cara y ojos. Por tal motivo el encendido de los mismos debe estar hecho por adultos y los niños deben ser únicamente espectadores. c)Guardar los fuegos artificiales en un lugar seguro, fresco y seco fuera del alcance de los niños. d)Usarlos al aire libre y en lugares despejados. e)El uso de elementos de pirotecnia se debe hacer a una distancia mínima de 300 metros a la redonda de hospitales, clínicas, estaciones de servicio y sitios donde haya aglomeraciones públicas. f) Si utiliza estos productos tenga a mano un recipiente con agua, para mojar los elementos ya utilizados (el "carbón" residual puede producir quemaduras u originar
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incendios). g)Denuncie a las autoridades la venta o almacenamiento irregular de estos materiales. Puede salvar muchas vidas. h)No usar artículos pirotécnicos vencidos. i) Si el producto presenta desperfectos en la envoltura o mecha no lo compre, el riesgo es muy grande. j) El mal uso de estos elementos no solo puede afectar su salud sino la de los demás personas y también los bienes materiales de las mismas, ya que muchas veces se originan incendios o explosiones. k)Utilizar sólo productos que lleven el sello del fabricante. l) Seguir las instrucciones de cada producto. m) Si no conoce la forma de utilizar el producto, siga las instrucciones del envase. (Los autorizados tienen instrucciones). n)No lleve artículos pirotécnicos en los bolsillos. o)Encienda sólo un artefacto a la vez. Al encenderlo, nunca lo sostenga sobre la palma de la mano ni tampoco lo mire por encima. p)Una vez encendida la mecha deje el pirotécnico en el suelo ("excepto los voladores"). q)Al encender un artefacto extienda el brazo plenamente, comenzando por el extremo de la mecha y retirándose de inmediato, dejándolo en el suelo, excepto los "voladores" que se sostienen apuntando hacia el cielo hasta que se impulsen por si solos. r) No experimente ni mezcle los productos pirotécnicos. s)No retener petardos (cachinflines, silbadores, bombas, etc.) encendidos en la mano. t) No introduzca artificios pirotécnicos en envases de vidrio. u)No detonar pirotecnia en frascos, latas o recipientes. v)Después de utilizar elementos de pirotecnia, recuerde lavar sus manos con agua y jabón para prevenir envenenamientos con residuos tóxicos. w) Los padres y tutores deben vigilar con el mayor sigilo las actividades de sus hijos durante las festividades en que se emplea pólvora. x)No consumir bebidas alcohólicas al utilizar fuegos artificiales. y)"Recuerde que su hijo no es la excepción y que usted es el responsable por las deformidades de por vida que puede sufrir su niño al considerar como inofensiva una simple vela o "las chispitas" entre otros (las "chispitas" o "luces de bengala" son responsables de quemaduras graves en los ojos y en otras partes del cuerpo, principalmente cuando un niño accidental o ingenuamente lesiona a otro con tales artefactos)".
“ Recuerde que las quemaduras son una de las principales causas de muerte accidental en la infancia ” (1, 8)
4.2. Intervenciones sobre el medio La legislación que desde 1995 se implementó en Bogotá puede constituirse como un modelo para su aplicabilidad en otras regiones del país para controlar la fabricación, almacenamiento, distribución y uso de la pólvora. En lo posible, tener un censo de las fábricas y distribuidores de pólvora para orientar la acción a partir de ellos y sobre sus áreas de acción.
5. Recomendaciones de Laboratorio La función del laboratorio es identificar los microorganismos responsables de las infecciones en las quemaduras, evaluar la resistencia a los antibióticos y detectar la introducción de nuevos serotipos. También es responsable del diagnóstico en cuanto a las lesiones de los órganos internos en quemaduras de tercer grado a través de ayudas de rayos X, resonancias magnéticas, ultrasonidos y otras. El diagnóstico por exámenes audiométricos determinará el tipo de lesión causado al sistema auditivo originado por detonaciones y explosiones. El médico tratante, en los casos de valoración de daños a órganos, dictaminará el procedimiento a seguir para los exámenes pertinentes requeridos.
5.1 Toma y transporte de la muestra para identificación de microorganismos infecciosos. Si una quemadura se infecta, a criterio del medico tratante, se toma una muestra para identificar el micoorganismo causante de la infección. La muestra se puede tomar de tres formas para ser enviada al laboratorio (muy importante contactarse previamente con el laboratorio para recibir instrucciones precisas al respecto y otros aspectos importantes):
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a)Tomar la muestra, con total asepsia, con un hisopo (cuando sea posible) y llevar a un medio de cultivo de transporte para el diagnóstico de gram negativos y/o gram positivos. Puede llevarse también en solución salina estéril isotónica. Un tubo de ensayo estéril resulta conveniente para introducir el hisopo. Mantener la temperatura en 2 a 6ºC hasta el laboratorio. El resultado debe tenerse antes de 72 horas. b)La toma de muestra puede realizarse por impresión o por contacto con gasa estéril en cuadros en pequeños campos con total asepsia sobre la herida. Los campos se pueden llevar en tubos de ensayo estériles en medio de cultivo enriquecido o solución salina estéril isotónica a 2 - 6ºC para posterior aislamiento o diagnóstico. Procesarse antes de 72 horas. c)Cuando las circunstancias lo permitan, la muestra puede tomarse con mucho cuidado directamente con un tubo de ensayo estéril colocando la boca del mismo en la supuración de la herida. Se limpia muy bien el exterior de la boca, de ser necesario se coloca medio de cultivo o solución salina estéril isotónica, se tapa y se transporta a 2 6ºC al laboratorio. El resultado debe estar antes de 72 horas.
5.2 Recomendaciones para el laboratorio Debe procesar las muestras biológicas lo antes posible para aplicar de inmediato el tratamiento adecuado al paciente. Pedirá el adecuado rotulado de las muestras que le son enviadas conteniendo mínimo la siguiente información: nombre del paciente, hora y fecha, entidad y dependencia que la envía, ciudad o localidad, nombre de la muestra y cantidad, análisis solicitado, y otra que el laboratorio pida. Cuando se requieran radiografías u otras ayudas diagnósticas, igualmente debe informarse el nombre del paciente, entidad y dependencia que lo remite, examen solicitado, preparación previa del paciente y otra que sea solicitada con la debida antelación.
Es importante que siempre haya una comunicación previa con el laboratorio el cual dará las instrucciones precisas en cuanto a los detalles antes mencionados con el fin de obtener resultados prontos y confiables, minimizando así costos y pérdida de tiempo por toma insuficiente e inadecuada de muestras o mala preparación del paciente. El flujo de la información en el diagnóstico de laboratorio será:
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a)Identificación de microorganismos: El hospital o clínica solicitan al laboratorio las indicaciones de la toma y envío de las muestras. Posteriormente el laboratorio envía los resultados al médico tratante. b)Realización de rayos X, resonancias u otros: El hospital o clínica realiza internamente estos exámenes. Pero en caso de no contar con los equipos, se comunicará con quien los realice para recibir instrucciones en cuanto a la preparación del paciente y su traslado. Los resultados se envían al médico tratante.
Las infecciones y los daños de los órganos internos debe notificarse al Sivigila para las recomendaciones posteriores en la prevención o disminución de estas complicaciones.
6. Indicadores de Evaluación • • • • • •
a) Incidencia (casos nuevos) y Prevalencia (casos totales) en un periodo determinado b) Tasa de quemados por pólvora = Quemados por pólvora x 100.000/Población c) Tasa de mortalidad de quemados por pólvora = Muertos por pólvora x 100.000/Población d) Letalidad de quemados por pólvora = Muertos por pólvora x 100/Quemados por pólvora e) Niños quemados por pólvora = Niños quemados por pólvora x 100/Quemados por Pólvora f) Letalidad niños quemados por pólvora = Niños muertos por pólvora x 100/Niños quemados por pólvora
7. Referencias Bibliográficas •
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1.Ministerio de Salud Nicaragua. Dirección General de Salud Ambiental y Epidemiología. Dirección de Vigilancia. Epidemiológica. Boletín Epidemiológico. Semana Epidemiológica. Número 48. Del 24 Al 30 De Noviembre Del 2002). (www.minsa.gob.ni/vigepi/html/boletin/2002/semana48/editorial48.htm) 2.Efectos de las Restricciones Sobre la Producción, Almacenamiento, Transporte y Uso de Pólvora en Bogotá. Henry Alejo A. Dirección de Salud Pública. Area de Vigilancia en Salud Pública. 3.Boletín Epidemiológico Distrital. Secretaría Distrital de Salud de Bogotá, D.C. Volumen 7, Nº 1. Semana 1 a 4, 30 de diciembre de 2001 a 26 de enero de 2002. 4.Alcaldia Mayor de Bogota. Secretaria de Gobierno. Subsecretaria para Asuntos de Convivencia y Seguridad Ciudadana. Reduccion de la Violencia y la Delincuencia en Bogotá-Colombia. 1994 - 2002. Por: Hugo Acero Velásquez. Bogotá-Colombia, 2003. Menos Riesgos, En Los Niños Quemados Con Pólvora. 5.Documento elaborado para el PNUD. Foro Internacional de Gobernabilidad Local.
• • • •
Bogotá Colombia Diciembre 2002 y actualizado en junio de 2003. 6.Documento elaborado con el apoyo de Jairo Ricaurte Rozo y Sonia L. Cardona O., asesores del Observatorio de Violencia y Delincuencia de Bogotá. 7.Health Library A-Z. Las Quemaduras. La Clasificación y el Tratamiento de las Quemaduras. (www.mmhs.com/clinical/peds/spanish/burns/classify.htm ) 8.Necesidad de reglamentar la comercialización de artificios pirotécnicos clasificados por el Decreto N° 302/83 como de venta libre (clases A-11 y B-3).Buenos Aires (Argentina) , 12 de octubre de 2001. 9.www.cirugiaplastica.org.mx/quemaduras.html
¿QUE PASÓ ESTA SEMANA?
Mortalidad Evitable Hubo 6 muertes maternas dos Santander y una en Valle. Por infección respiratoria aguda no presentaron 80 notificándose en
en Bogotá, una en Cundinamarca, una en La Guajira, una en enfermedad diarreica se presentó 1 muerte en Bogotá y por se presentaron muertes. En cuanto a muertes perinatales se mayor número en Antioquia (9), Bogotá (9) y Córdoba(9).
No se registraron muertes por Dengue y por Malaria.
Malaria Falciparum y Malaria Vivax Se presentaron 469 casos de malaria Falciparum, los más numerosos en Córdoba con 203 casos y 60 en Antioquia. En M. Vivax se notificaron 1159 casos de los cuales 379 fueron de Córdoba y 309 de Antioquia.
Dengue Clásico Esta semana notificaron al Sivigila 692 siendo los casos en mayor proporción en los departamentos de Santander (115), Antioquia (80) y Quindío (69).
Meningitis por Meningococo El departamento del Valle reportó un caso esta semana.
Parálisis Fláccida Esta semana se presentó la notificación 3 casos de Parálisis Fláccida uno en Barranquilla, Bogotá y Cundinamarca.
Tos ferina Se reportaron 8 casos al Sivigila de los cuales 5 fueron de Antioquia, 1 de Bogotá, 1 de Cundinamarca y 1 de Nariño.
SIVIGILA. NOTIFICACION SUJETOS A VIGILANCIA.
SEMANAL
DE
EVENTOS
Todas las Direcciones Territoriales de Salud notificaron a tiempo esta semana. El porcentaje de cumplimiento de las unidades notificadoras fue del 92,0% La notificación es obligatoria y debe realizarse a más tardar hasta las 6 p.m. del día miércoles de cada semana. Comentarios y sugerencias al presente informe, favor remitirlos vía E-MAIL a: Vilma Fabiola Izquierdo Ch. vizquierdo@ins.gov.co Instituto Nacional de Salud Subdirección de Epidemiología, División Centros de Control de Enfermedades Teléfono: 220 77 00
Extensiones 318 – 326