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Esperaron que haga las compras para matarlo

hasta una casa de salud de la localidad donde fue asistida. Muchos ciudadanos se llevaron el susto de sus vidas, pues una ráfaga de balas les alertaba de que una vez más, la violencia se hacía presente en Quevedo. El cuerpo del fallecido fue trasladado hasta la morgue del Cementerio General de Quevedo, mientras sus familiares protagonizaron escenas desgarradoras porque su ser querido se convirtió en un número más en las estadísticas de muertes violentas del distrito de Policía Quevedo-Mocache. Fabian T., era padre de tres hijos, y en el 2013 fue dado de baja de la Policía.

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