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El lado oscuro de la exposición al sol

piel, alteran procesos delicados que afectan su crecimiento y apariencia. Con el tiempo, la exposición a estos rayos puede reducir la elasticidad de la piel, que puede incluso llegar a engrosarse y ponerse correosa, o puede arrugarse o afinarse como papel de seda. "Cuanto más se expone al sol, antes envejece su piel", dice el Dr. Barnett S. Kramer, experto en prevención del cáncer en los Institutos Nacionales de la Salud (NIH por sus siglas en inglés).

tejido conectivo subyacente. Como resultado, su piel puede desarrollar más líneas y arrugas.

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Demasiada exposición al sol también puede aumentar el riesgo de cáncer de piel, el tipo de cáncer más común en los Estados Unidos. Cuando la luz UV ingresa a las células de la piel, puede dañar el material genético (denominado ADN) que se encuentra en su interior.

Los daños al ADN pueden causar cambios en las células y hacer que estas crezcan y se dividan rápidamente. Este crecimiento puede resultar en grupos de células adicionales conocidos como tumores o lesiones, que pueden ser cancerosos (malignos) o inofensivos (benignos).

La gente disfruta del sol. Algunos, incluso, lo han adorado. La luz solar es esencial para muchos seres vivos. Sin embargo, la luz del sol también tiene un lado peligroso. Puede dañar la piel e incluso los ojos. La buena noticia es que usted puede tomar algunas medidas relativamente simples para proteger su cuerpo contra el daño solar y así continuar disfrutando de los efectos saludables del sol.

Nuestros cuerpos fueron diseñados para aprovechar el sol. La luz solar ayuda a mantener nuestros patrones de sueño por buen camino para que podamos permanecer despiertos durante el día y dormir profundamente por la noche. Tomar muy poco sol, sobre todo en los meses de invierno, puede hacer que algunas personas se vuelvan propensas a una forma de depresión conocida como trastorno afectivo estacional. La luz solar también ayuda a que la piel produzca vitamina D, que es necesaria para la función normal de los huesos y la salud. Sin embargo, la luz del sol también puede causar daño.

La luz solar viaja a la Tierra como una mezcla de rayos u ondas visibles e invisibles. Las ondas largas, como las ondas de radio, son inofensivas para las personas. Sin embargo, las ondas más cortas, como la luz ultravioleta (UV), pueden causar problemas. Los rayos más largos de estas ondas UV que llegan a la superficie de la Tierra se llaman rayos UVA. Los más cortos se llaman rayos UVB.

Demasiada exposición a los rayos UVB puede producir quemaduras. Los rayos UVA pueden penetrar la piel más profundamente que los rayos UVB, pero, en todo caso, ambos pueden afectar la salud. Cuando los rayos UV invaden las células de la

La piel tiene maneras de prevenir o reparar dicho daño. La capa más externa de la piel constantemente se despoja de las células muertas y las reemplaza. Habrá notado este tipo de reparación de la piel si alguna vez ha sufrido una quemadura de sol fuerte. La piel puede pelarse, pero por lo general vuelve a la normalidad en una o dos semanas.

"Cuando usted está expuesto a la radiación ultravioleta, hay un proceso de reparación constante en cada una de sus células expuestas", dice el Dr. Stephen I. Katz, director del Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel del NIH. Aun así, puede haber daños permanentes a la piel.

A medida que usted envejece, es más difícil para su piel repararse a sí misma. Con el tiempo, el daño ultravioleta puede perjudicar a la piel y el

El cáncer de piel puede aparecer inicialmente como una pequeña mancha en la piel. Algunos cánceres pueden extenderse profundamente hacia los tejidos circundantes; también puede extenderse de la piel a otros órganos del cuerpo.

Cada año, más de 2 millones de personas son tratadas por dos tipos de cáncer de piel: el carcinoma basocelular y el carcinoma epidermoide. Estos cánceres se observan tanto en personas mayores como en jóvenes, y rara vez son mortales.

El melanoma es un tipo de cáncer de piel menos común, pero más grave, que se diagnostica a más de 68.000 estadounidenses por año. Otros 48.000 son diagnosticados con una forma temprana de la enfermedad que compromete solamente la capa superior de la piel. Los melanomas se originan en las células que proporcionan el pigmento (color) a la piel.

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