LA INTERMEDIARIA
Jorge Berlanga
La entrada de un piso, posteriormente la cocina. MADRUGADA//INTERIOR//ESCALERAS-PUERTA HUGO llama a la puerta, abre MARTIN, quedan en silencio. MARTIN. ¿Ya está? HUGO. No. MARTIN. Entonces vete. HUGO. Martín. Mira he tenido los cojones de venir hasta aquí así que ahora no me jodas cerrándome la puerta en la cara. MARTIN. Avisado estabas, os lo he dicho mil veces. HUGO. Muy bien, pero déjame pasar. MARTIN. Me voy a quedar aquí, me da igual lo que me digas. HUGO. Vale. MARTIN. Me da igual lo que me digas. MADRUGADA//INTERIOR//PASILLO Entran, HUGO cierra la puerta, MARTIN se tambalea hasta la cocina. MADRUGADA// INTERIOR//COCINA HUGO. ¿Has dormido algo? Martin hace un gesto, mientras se prepara una taza de café. No puedesLe corta con la mano. Termina de servirse todo, se acomoda. Vale. HUGO. No va a pasar de esta noche. MARTIN. Huhum. HUGO. Los médicos la han puesto a dormir así que ni siquiera tienes que hablar con ella. MARTIN. ¿Le han dado la extremaunción? HUGO. Sí. MARTIN. Bien. HUGO. Si quieres no lo hagas por ella, pero hazlo por ti, que te vas a arrepentir por el resto de-
MARTIN. ¡Y una mierda me voy a arrepentir! Yo ya no me arrepiento de nada en mi vida. De nada. HUGO. Han pasado trece años Martín, ya ha tenido bastante, ¿no? ¿Qué coño pasó? MARTIN. Si queréis explicaciones pedírselas a ellaHUGO. A ella, sí, bueno pues se está muriendo, y nadie entiende nada. MARTIN. Culpa suya. HUGO. Vale suya, pero explícamelo. MARTIN. ¿Y si no qué? HUGO. Pues aquí te quedas muriéndote del puto asco. Ahora, el voto de silencio que has tenido tú con mamá, espérate lo mismo de la familia. Se prepara para irse. MARTIN. Eso es, ponte de su lado, como hizo ella. Sois tal para cual, tendríamos que haber sido hermanos. HUGO. Lo somos. MARTIN. Ya. Todos somos hermanos verdad. Solíamos tragarnos esa mierda todos los días, ama a tu prójimo blablablá, perdónale sus ofensas, recibe el cuerpo de Dios, amale sobre todas las cosas porque el te protegerá. ¿Sabes quién me tenía que proteger? Ella, o tú, tú eras mi hermano Hugo, tendrías que haberme cuidado, tendrías que haberte preocupado un poco por mí, un poco, aunque fuera un pocoHUGO. Pero MartínMARTIN. Pero no, no lo hiciste, y ya sé que estabas con tus exámenes y tus cosas y nunca quise distraerte ya lo sabes, pero a ella se lo dije varias veces, y no hizo nada. HUGO. ¿El qué? MARTIN. Me seguía dejando en el Santa con ellos porque no había dinero para canguros, y no movió…un dedo. Y no te pienso decir nada más, porque si eres tan gilipollas, de no haberte dado cuenta de lo que ha pasado en todos estos años y encima venir a amenazarme, el día el puto día que se me pasa todo por delante, te lo juro Hugo vete que lo único que te vas a llevar es una hostia, porque no la quiero ver. Porque no la quiero ver entiendes… FIN.