4 minute read
TA02: ORNAMENTO Y DELITO
CRITERIOS RIBA // CG2, CG3, CG7
DESCRIPCIÓN Análisis sobre la lectura “Ornamento y Delito” escrito por Adolf Loos en 1912. Comparar algunas ideas del texto que esten vigentes hoy en dia, con aquellas que ya no son relevantes.
Advertisement
TA02 | COMPARATIVO DE IDEAS DE ADOLF LOOS ORNAMENTO Y DELITO
En la lectura “Ornamento y Delito”, escrita en el año 1908, Adolf Loos explora una ideología que puede parecer disonante para la época en relación al ornamento y a la manera de pensar de la sociedad, sin embargo varias de estas ideas siguen vigentes el día de hoy y están normalizadas hasta cierto punto.
“El hombre del siglo XX puede cubrir sus exigencias con un capital mucho más pequeño y por ello puede ahorrar” (Loos, 1908, p. 175). Esta fue una idea contradictoria con la sociedad a principios del siglo XX, ya que el ornamento y los excesos en una vivienda o edificación eran sinónimos de riqueza y fortuna. Algunos, incluso, se endeudaban para poder vivir en espacios ornamentados. Loos cuestiona esto al racionalizar que el ornamento en la arquitectura solo tiene función estética, mas no estructural y por ende es desperdicio de horas de trabajo, material y dinero. Incluso explora la idea de vivir con lo esencial, al decir que “el hombre del siglo XX puede cubrir sus exigencias con un capital mucho más pequeño y por ello puede ahorrar” (Loos, 1908, p. 175). La idea de cubrir necesidades básicas con menos y ahorrar para un mejor futuro es similar a aquella del minimalismo, movimiento que sigue vigente hoy en día. Ellos buscan vivir con lo que necesitan y deciden quedarse solo con aquello que les trae alegría.
Por otro lado, Loos explora la oportunidad de costo de enfocarse en trabajos necesarios y prácticos, además de los patrones de los consumidores de la época. “Ornamento es fuerza de trabajo desperdiciada y por ello salud desperdiciada. Así fue siempre. Hoy significa, además, material desperdiciado y ambas cosas significan capital desperdiciado” (Loos, 1908, p. 176). El pensamiento de un comparativo costo-material-tiempo fue llevado a la revolución industrial, en donde se pensaba de una manera más racional y la meta era maximizar la producción. Se trabaja en satisfacer a los consumidores y ser lo más productivo en cuanto a tiempo, costos de producción y materia prima. Si bien esta ideología se transformó con el descubrimiento de nueva tecnología, la idea base de evitar desperdicio de material, trabajo y tiempo es algo que sigue vigente hasta día de hoy, en un sociedad capitalista. En relación a arquitectura, además, se buscan diseños eficientes, por lo que con el movimiento modernista se eliminaron los ornamentos y los excesos, y fueron reemplazados por paredes lisas, limpias y blancas. No solo por lo estético sino también por utilizar el material necesario y por ende ahorrar dinero y tiempo de trabajo innecesario. 11
“El ornamento moderno no tiene descendientes ni pasado por lo que solo le hace gracia a personas incultas.” (Loos, 1908, p. 176). Esta idea ya no sigue vigente en la actualidad, ya que las piezas ornamentales pueden tener el mismo precio de material que un objeto moderno y minimalista; sin embargo, el ornamental se vende a la mitad de precio que el moderno. Actualmente, las personas trabajan menos horas y ganan más por lo que el ornamento es fuerza de trabajo y salud desperdiciada. Por lo contrario, Las personas cultas consideran insoportable a los ornamentistas modernos, ya que ellos reniegan con sus productos al poco tiempo de ser comprados por lo que quieren renovarlos. Algo similar a la economía austriaca, ya que prefieren consumidores que renueven constantemente sus muebles a los consumidores que renuevan sus muebles solo cuando están desgastados, ya que para ellos tienen más valor por ser hechos artesanalmente. Las “personas cultas” viven cegadas que el trabajo ornamental se ha devaluado y no saben valorar la evolución de este. Por otro lado, en la arquitectura, esta afirmación tampoco vigente, ya que los usuarios prefieren percibir lo moderno, lo minimalista, por lo que crea que los elementos ornamentales actúen como algo antiestético en la construcción.
“Predico para el aristócrata. (…) hombre que se halla en la cima de la humanidad y que, sin embargo, comprende profundamente los ruegos y exigencias del inferior.” (Loos, 1908, p. 177) es una afirmación que en el siglo XXI ya no es vigente. Esto se debe a que la producción también ha evolucionado, el trabajo artesanal se convirtió en industrial, lo cual generó que los objetos sean más eficientes, es decir, usando menos materiales en el menor tiempo posible lo cual genera menos desperdicios, mientras que en lo ornamental se desperdiciaban muchos materiales textiles. También ha evolucionado la estética: ahora lo liso, plano y minimalista se ha vuelto tendencia, mientras que lo ornamental tiene más detalles, pintas y agujeros y se ve anticuado. Hoy en día los aristócratas que son “personas cultas” también han evolucionado y se han vuelto personas modernas las cuales saben identificar un elemento ornamental; sin embargo, se han adaptado a lo moderno y prefieren lo industrializado.
BIBLIOGRAFÍA Hereu, P., Montaner, J. (1994) Textos de arquitectura de la modernidad. Madrid: Nerea. Loos, A., (1912) Ornament und Verbrechen.