Pontificia universidad católica de Chile Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal Departamento de Ciencias Vegetales Primer Semestre 2007 Seminario de Título
ECOALDEAS El Paradigma de la Sustentabilidad
Findhorn, Scotland
HuehueCoyotl, Mexico
Thlolego, South Africa
Alumno: Alejandra Ganter Profesor: Christian Krarup Profesor Guía: José Antonio Alcalde
ÍNDICE 1. INTRODUCCIÓN.................................................................................................................................2 2. EL FENÓMENO DE LAS ECOALDEAS..............................................................................................3 2.1. ORIGEN Y SIGNIFICADO DEL CONCEPTO ECOALDEA..................................................3 2.1.1. El aspecto social....................................................................................................4 2.1.2. El aspecto ecológico..............................................................................................4 2.1.3. El aspecto espiritual...............................................................................................5 2.2. ORIGEN Y DESARROLLO DE LA RED GLOBAL DE ECOALDEAS (GEN).......................5 2.3. PANORAMA ACTUAL EN EL MUNDO................................................................................6 3. ECOALDEAS Y SUSTENTABILIDAD.................................................................................................7 3.1. DEFINICIÓN Y FUNDAMENTOS DEL DESARROLLO SUSTENTABLE.............................7 3.2. COMPONENTES Y DIMENSIONES DE LA SUSTENIBILIDAD..........................................8 3.3. SUSTENTABILIDAD DE UNA ECOALDEA.........................................................................9 3.3.1. Económico............................................................................................................10 3.3.2. Social....................................................................................................................11 3.3.3. Ecológico..............................................................................................................12 4. AGRICULTURA CONVENCIONAL vs. PERMACULTURA EL DESAFÍO DE LA SUSTENTABILIDAD AMBIENTAL..................................................................14 4.1. IMPACTOS DE LA AGRICULTURA CONVENCIONAL.....................................................14 4.1.1. Externalidades.....................................................................................................16 4.1.2. Acciones que han provocado estas externalidades.............................................24 4.2. LA ALTERNATIVA DE LA PERMACULTURA.....................................................................24
4.2.1. La Permacultura.......................................................................................25 4.2.2. Permacultura y medio ambiente...............................................................26 5. CONCLUSIÓN...................................................................................................................................32 6. BIBLIOGRAFÍA..................................................................................................................................34 ANEXOS
1. INTRODUCCIÓN El impacto de la agricultura convencional sobre el medio ambiente es un tema de intenso debate, especialmente desde la aparición de sistemas productivos basados en la revolución verde. Ésta nueva forma de producir alimentos ha llevado al desarrollo de tecnologías, sistemas productivos y variedades cultivadas que requieren un gran input de energía e insumos externos y que favorecen la creación de grandes extensiones de monocultivos. En consecuencia, el ecosistema agrícola tiende a ser ambientalmente inestable, se generan impactos sobre la biodiversidad, se erosionan los recursos naturales y se generan problemas de contaminación debido a los residuos que se liberan al medio ambiente. En este contexto, se han desarrollado muchas iniciativas tendientes a estudiar, diseñar e implementar sistemas alternativos a la agricultura convencional, que generen menores impactos en el medio ambiente, tratando de no reducir la productividad agrícola requerida para abastecer a una población mundial que crece día a día y que demanda grandes cantidades de alimentos, fibras y otros productos de origen agrícola. Dentro de estas formas alternativas de producción destaca, por ejemplo, la agricultura orgánica, tendencia que ha cobrado fuerza en los últimos años y que ha demostrado ser una alternativa realmente viable. Sin embargo, tanto la agricultura convencional como la orgánica y otras agriculturas alternativas tienden a ver al sistema agrícola únicamente como un sistema productivo, pero no necesariamente han logrado relacionarlo con el ecosistema circundante y con el ser humano, limitando el espectro de servicios que éste le puede prestar. Es así como las ecoaldeas surgen, para muchas personas, como una alternativa real de satisfacer sus necesidades básicas, generando un mínimo impacto en el medio ambiente, y a la vez dándole gran importancia a la calidad de vida, las relaciones sociales y la vida espiritual. Las ecoaldeas buscan ser una alternativa real para aquellos que desean dejar el “sistema” en busca de una relación más armoniosa con la naturaleza, con sus pares y consigo mismos. El presente documento pretende, en primer lugar, entregar un panorama general, a nivel mundial, del fenómeno de las ecoaldeas, describiendo sus características fundamentales como movimiento. El análisis se iniciará con una reseña del desarrollo histórico de este movimiento a nivel mundial y su estado actual. Posteriormente se realizará un estudio detallado de este fenómeno, para lo cual se abordará el tema desde la perspectiva de la sustentabilidad, lo que implica realizar un análisis que involucre los aspectos ecológicos, sociales y económicos de este sistema. En segundo lugar, se revisará en detalle el tema de la sustentabilidad ambiental. Para ello se comenzará exponiendo acerca de los impactos ambientales provocados por la agricultura convencional, para luego revisar cómo los habitantes de las ecoaldeas intentan reducir o evitar los impactos negativos en el medio ambiente a través de la implementación de un sistema productivo alternativo: la permacultura.
2. EL FENÓMENO DE LAS ECOALDEAS Clasificar el fenómeno de las ecoaldeas resulta difícil, en la medida que no es un movimiento ecológico, social, cultural, religioso o espiritual, sino que todo a la vez. Las personas que deciden vivir en una ecoaldea optan por dejar de lado la forma de vida actual para aspirar a una mejor calidad de vida y a desarrollarse en armonía con el medio ambiente. A continuación revisaremos las principales motivaciones que han dado origen a estas comunidades, su historia y el panorama actual del movimiento. 2.1. ORIGEN Y SIGNIFICADO DEL CONCEPTO ECOALDEA En primer lugar, es importante destacar el hecho de que, por milenios, los seres humanos han vivido en comunidades cercanas a la naturaleza, y han desarrollado estructuras sociales capaces de sustentar dichas comunidades. Muchas de estas comunidades, o “ecoaldeas”, existen hasta hoy y luchan por sobrevivir (GEN 2007). Sin embargo, el paso del concepto de comunidad al de ecoaldea tiene un origen bastante reciente. Para entender el surgimiento del término es necesario partir por la historia de Findhorn, una de las primeras y más famosas ecoaldeas a nivel mundial. La Fundación Findhorn es parte de una comunidad espiritual internacional situada en el Noroeste de Escocia. Fue fundada en 1962 por Eileen y Peter Caddy junto con Dorothy Maclean. En 1972 la comunidad de Findhorn fue formalmente registrada como una fundación de beneficencia en Escocia, con el nombre de “The Findhorn Foundation”, a partir de lo cual la comunidad comenzó a crecer en número de integrantes, a ampliar sus actividades, sobre todo de educación, y su infraestructura. Esta comunidad alberga en la actualidad a más de 500 personas de todas las nacionalidades y edades, unidas por una visión común de crear una cultura universal basada en principios espirituales (Findhorn). En 1995 la comunidad de Findhorn anunció el tópico de su conferencia anual de otoño: “Ecoaldeas y comunidades sustentables”. La convocatoria a la conferencia fue masiva, superando todos los registros anteriores, y superando la capacidad del recinto, quedando mucha gente fuera. Fue así como el término “ecoaldea”, acuñado sólo cuatro años antes, resonó por todo el mundo, al punto que muchas comunidades internacionales comenzaron a usar el término para referirse a sí mismas, incluyendo la comunidad de Findhorn. Se había formado un nuevo movimiento (Jackson). ¿Qué es entonces una ecoaldea? Las ecoaldeas son comunidades rurales o urbanas constituidas por personas que se esfuerzan por integrar un sistema social sustentable con un modo de vida de bajo impacto en el medio ambiente. Para lograrlo, integran diversos aspectos de diseño ecológico, la permacultura, la construcción ecológica, la producción verde, diversas fuentes de energía alternativa, prácticas de construcción comunitaria, entre otros (GEN 2007).
Las razones que llevan a la formación de una ecoaldea, o a que la gente se una a ellas, son diversas. Sin embargo, si examinamos las motivaciones de las personas que viven en una ecoaldea, vemos que caen naturalmente dentro de tres categorías: social, ecológica y espiritual. Muchas ecoaldeas se ven dominadas inicialmente por uno de estos impulsos, pero tienden gradualmente a integrar los otros dos aspectos a medida que se desarrollan (Jackson). A continuación se destacan las principales metas que las ecoaldeas buscan alcanzar a fin de cumplir con estos tres ejes fundamentales (GEN 2007): 2.1.1. El aspecto social:
Reconocerse y relacionarse con los demás.
Compartir los recursos comunes y brindarse ayuda mutua.
Hacer énfasis en prácticas de cuidado de la salud holísticas y preventivas.
Proveer un trabajo con sentido y sustento para todos los miembros.
Integrar a grupos marginados.
Proveer educación continua en el tiempo.
Fomentar la unidad a través del respeto a las diferencias.
Desarrollar expresiones culturales.
2.1.2. El aspecto ecológico:
Cultivar los alimentos, dentro de lo posible, en la bio-región donde esté inserta la comunidad.
Producir de forma orgánica.
Construir las casas con materiales locales adaptados.
Usar sistemas integrados de energía renovable.
Proteger la biodiversidad.
Desarrollar principios ecológicos en los negocios.
Evaluar el ciclo de vida de todos los productos usados en la ecoaldea desde un punto de vista tanto social y espiritual, como ecológico.
Preservar el suelo, agua y aire limpios a través de un manejo apropiado de la energía y los desechos.
2.1.3. El aspecto espiritual:
Promover la creatividad, la expresión artística, las actividades culturales, los rituales y las celebraciones.
Desarrollar un sentido de unidad dentro de la comunidad y proveer apoyo mutuo.
Respetar y fomentar de la espiritualidad manifestada de diversas formas.
Compartir visiones y acuerdos que expresen compromisos, herencia cultural y la singularidad de cada comunidad.
Ser flexible y dar respuestas adecuadas a las dificultades que puedan surgir.
Entender las interconexiones y la interdependencia entre todos los elementos de la vida en la tierra, el lugar que ocupa la comunidad y como ésta se relaciona con el todo.
Crear un mundo sustentable, lleno de paz y amor.
2.2. ORIGEN Y DESARROLLO DE LA RED GLOBAL DE ECOALDEAS (GEN) Luego de la ya mencionada conferencia sobre ecoaldeas y comunidades sustentables, realizada en Findhorn en octubre de 1995, un grupo de aproximadamente 25 personas, provenientes de distintos países, decidieron formalizar el sentimiento de este evento histórico, fundando la Red Global de Ecoaldeas; GEN (Global Ecovillage Network) (Jackson). En la actualidad, GEN es una confederación global de personas y comunidades que se reúnen y comparten sus ideas, intercambian tecnología, desarrollan intercambios culturales y educacionales, generan y distribuyen información y están dedicados a restaurar el territorio y vivir de forma sustentable, entregando, de ser posible, más al medio ambiente de lo que se extraen (GEN 2007). Hoy, el mayor esfuerzo de GEN se centra en mantener y promover la evolución de asentamientos sustentables alrededor del mundo, a través de (GEN 2007):
Servicios internos y externos de comunicación; facilitando el flujo e intercambio de información sobre ecoaldeas y unidades demostrativas;
Administrar y coordinar proyectos en temas relacionados con asentamientos sustentables; y
Cooperación global (UN Best Practices, EU Phare, EYFA, Ecosoc).
2.3. PANORAMA ACTUAL EN EL MUNDO GEN opera principalmente a través de oficinas y voluntarios en tres regiones:
GEN Europa y África.
GEN Oceanía y Asia.
Red de Ecoaldeas de las Américas. En total se encuentran registradas en GEN cerca de 400 ecoaldeas de diversos países
(Anexo 1), las que albergan a un número variable de personas cada una. Sin embargo, hay que considerar que existen también muchas otras ecoaldeas que no están afiliadas a la red, y que debieran considerarse en el recuento total. El número estimado de ecoaldeas varía de acuerdo a la definición que se use para considerar un asentamiento como ecoaldea. Hay quienes postulan que, con una definición amplia, el número total podría llegar a las 15.000. Sin duda la realidad del hemisferio norte es muy distinta a la del sur, ya que en el sur existen innumerables asentamientos tradicionales que han mantenido su estructura intacta durante cientos de años, a pesar de estar bajo la fuerte presión de la globalización (Jackson). Cabe destacar la gran diversidad que se aprecia al comparar los diversos asentamientos. Cada ecoaldea posee características particulares, y ninguna es igual a otra, ya que se desarrollan de acuerdo a las características locales y de la gente que las componen. Si bien no existen pautas estrictas de cómo debe ser una ecoaldea, se espera que trabajen en favor del cuidado del medio ambiente y las personas. Es así como podemos ver ejemplos tan disímiles como los siguientes:
BedZED (Bedding Zero Energy Development): Asentamiento totalmente urbano ubicado en Inglaterra, que centra su atención en el uso eficiente de la energía.
Sieben Linden: Asentamiento rural ubicado en Alemania, que está enfocado principalmente al cuidado de la naturaleza.
Lebensgarten: Asentamiento rural ubicado en Alemania, su principal foco son las relaciones sociales dentro de la comunidad y la relación con el medio ambiente.
Auroville: En este caso se trata de una comunidad internacional que fue fundada al amparo de la UNESCO y que está situada en India meridional. En ella se le da especial importancia al desarrollo espiritual de sus integrantes.
3. ECOALDEAS Y SUSTENTABILIDAD 3.1. DEFINICIÓN Y FUNDAMENTOS DEL DESARROLLO SUSTENTABLE El término desarrollo sustentable se empezó a utilizar con mayor frecuencia a partir de 1987 al publicarse el informe final de la Comisión Mundial del Medio Ambiente y el Desarrollo de la ONU, conocido como “Nuestro futuro común” o simplemente "Informe Brundtland” documento que se pronuncia por la preservación y salvaguarda de los recursos naturales del planeta y un crecimiento económico continuado (Fundación para el Desarrollo Sustentable). La Comisión Mundial del Medio Ambiente y el Desarrollo de la ONU, que fue precedida por la ministra noruega Gro Harlem Brundtland, concluyó que debían satisfacerse las necesidades del presente sin por ello comprometer la capacidad de las generaciones futuras a la satisfacción de sus propias necesidades y que la protección del ambiente y crecimiento económico deberían afrontarse como una cuestión única (Fundación para el Desarrollo Sustentable). En esta reunión mundial quedó acuñada la siguiente definición de desarrollo sustentable: “El desarrollo que satisface las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades” (Fundación. para el Desarrollo Sustentable). Si bien esta definición parece bastante concluyente, la verdad es que tanto el término como la descripción son lo suficientemente ambiguos como para sostener un constante debate entre los estudiosos de la materia. Sin embargo, se trabajará en base a dicha definición, ya que constituye una de las más aceptadas en la actualidad. Asimismo, las opiniones acerca de lo que constituye el fundamento ético del desarrollo sostenible (o sustentable) varían. Uno de los problemas éticos a que se refiere con frecuencia la bibliografía sobre el desarrollo sostenible es el de la justicia intergeneracional. Esta preocupación aparece expresamente en la definición general sobre desarrollo sostenible elaborada por la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y desarrollo (Gallopín 2003). En especial, la idea que habría que compensar a las generaciones futuras por la merma de la dotación de recursos provocada por la acción de las actuales generaciones, suele contraponerse a otra base ética del desarrollo sostenible que se menciona con frecuencia –la equidad intrageneracional-. Ésta se ocupa de la disminución de la disparidad de los recursos entre quienes viven actualmente (Gallopín 2003). Otra preocupación ética, que complementa los objetivos antropocéntricos de la justicia intrageneracional e intergeneracional es la preocupación ecocéntrica de preservación de la diversidad biológica, preocupación que a veces se denomina Biofilia. La Biofilia constituye una apreciación del valor intrínseco de la naturaleza (Gallopín 2003).
3.2. COMPONENTES Y DIMENSIONES DE LA SUSTENIBILIDAD Cada vez es más evidente que la búsqueda de la sustentabilidad y del desarrollo sustentable exige integrar factores económicos, sociales, culturales, políticos y ecológicos (Gallopín 2003). Sin embargo, en la mayor parte de la literatura se tienden a condensar las dimensiones fundamentales de la sostenibilidad en: ecológica, económica y social, aunque algunos autores como Gallopín incluso agregan el componente político. Como ejemplo podemos tomar el modelo de Nijkamp (Figura 1). En él, se observa cómo la relación entre estas tres dimensiones es de carácter conflictivo, cuantitativamente complementaria y cualitativamente excluyente; esto significa la imposibilidad de satisfacer todas las dimensiones simultáneamente y la necesidad de buscar un espacio de solución apropiado. La combinación de productividad, equidad y sustentabilidad ambiental adecuada a un espacio y tiempo dependerá del ámbito y el entorno global del sistema (D'Angelo 2002). Esto se debe principalmente a que todos los sistemas que tienen existencia material
son
intercambios
abiertos de
y
energía,
mantienen materia
e
información con su ambiente, que son importantes para su funcionamiento. En consecuencia, el comportamiento de un sistema, “lo que hace”, no sólo depende del sistema mismo sino también de los factores, elementos o variables provenientes del ambiente
del
sistema
y
que
ejercen
influencia en él (las “variables de entrada” o insumos); por otra parte, el sistema genera variables que influyen en el entorno (las “variables de salida” o productos) (D'Angelo Figura 1: Modelo de Nijkamp. Fuente: Gastó 2007, apuntes de clases. (Adaptado de D'Angelo 2002)
2002).
Diferenciando el ambiente que rodea al sistema en ámbito y entorno (como muestra la figura), se puede determinar que la influencia del ámbito se manifiesta en los distintos espacios de solución existentes para sitios con diferente receptividad tecnológica y con distintas relaciones costo- beneficio ante la intervención tecnológica. La influencia del entorno global puede manifestarse de múltiples formas; v.gr. a través de los cambios culturales y sus consecuencias en la percepción de la productividad, sustentabilidad y equidad. En torno del espacio de solución existe un cierto número de
estados subóptimos en los que la integración de sustentabilidad, equidad y productividad derivan en un estado factible aunque no óptimo. Superando un cierto límite de factibilidad hipotético, los estados generados resultan en distintas enfermedades ecosistémicas (desertificación, erosión, pérdida de biodiversidad, etc.) (D'Angelo 2002). Dicho lo anterior, y para efectos del posterior análisis, se establecerá que: Para una determinada escala de espacio y tiempo, un sistema sustentable sería aquel en el cual las entradas y las salidas de materia y energía se encuentran igualadas, aunque el interior del sistema pueda verse modificado. Sin embargo, las posibles modificaciones del sistema deben mantenerse dentro de un cierto límite de factibilidad hipotético, en el cual las dimensiones ecológica, económica y social se encuentran adecuadamente ponderadas. 3.3. SUSTENTABILIDAD DE UNA ECOALDEA Una vez realizado el análisis anterior, cabe preguntarse cómo enfrentan las ecoaldeas el tema de la sustentabilidad. En primer lugar, hay que considerar que las ecoaldeas, además de poner especial énfasis en lo ecológico y lo social, muestran
especial
preocupación
por
el
tema
espiritual,
quedando a veces relegado el tema económico, como podemos apreciar en la Figura 2. Esta figura retrata una silla que, para mantener su estabilidad, posee tres patas. Una pata representa el componente espiritual, otra el componente ecológico y otra el componente social. Si una de las patas desaparece, se rompe o queda corta, la estabilidad de la silla, que representa la sustentabilidad comunitaria, desaparece, y la comunidad fracasa. En el ejemplo anterior se muestra cómo, desde la perspectiva de este movimiento, la sustentabilidad de una
Figura 2: Sustentabilidad comunitaria. Fuente: http://gen.ecovillage.org/
comunidad se basa en lo espiritual, lo ecológico y lo social. Sin embargo, para poder analizar a las ecoaldeas desde la perspectiva de la sustentabilidad, no se puede dejar de lado el factor económico, a su vez que el factor espiritual puede ligarse fácilmente con lo social, ya que se encuentra fuertemente relacionado con la calidad de vida de las personas. Ahora bien, la idea de determinar la sustentabilidad de los asentamientos es una preocupación constante dentro del movimiento de las ecoaldeas, y podría decirse que uno de sus principales desafíos corresponde justamente a constituir sistemas sustentables en donde los insumos y productos que ingresan y salen del sistema se reducen al mínimo, y donde las dimensiones ecológica y social cobran especial fuerza, sin necesariamente ir en desmedro de la dimensión económica. De
hecho, muchas ecoaldeas han tenido la necesidad de incorporar el componente económico a su desarrollo, con notables resultados. Dentro del movimiento de las ecoaldeas, y en la comunidad científica en general, se han desarrollado sistemas de medición de sustentabilidad de asentamientos humanos; sin embargo, aplicar alguno de estos sistemas escapa a las perspectivas del presente seminario, por lo que simplemente se expondrá cómo las ecoaldeas abordan estos tres componentes de la sustentabilidad, para finalmente profundizar en el tema ecológico, particularmente en relación a la producción agrícola. 3.3.1. Económico Muchas veces se tiene la errónea percepción de que, cuando una persona decide incorporarse a una ecoaldea, debe renunciar totalmente a su forma de vida y dedicarse a las labores que se le asignen en la comunidad. Sin embargo, en la mayoría de los casos las ecoaldeas fomentan que cada cual desarrolle al máximo sus habilidades en beneficio de la comunidad. Es así como se van implementando diversas actividades que buscan asegurar la estabilidad económica de todos los miembros de la comunidad. En Findhorn, por ejemplo, durante los últimos 40 años la comunidad se ha diversificado en más de 40 diferentes negocios e iniciativas, generando un modelo de una vibrante economía local. Muchas de las estas iniciativas están ligadas al turismo, la venta de souvenirs y productos producidos localmente (Findhorn). El hecho de que las personas desarrollen sus habilidades laborales dentro de la comunidad es fundamental, no sólo porque les asegura una estabilidad económica a las familias, sino que también porque esto ayuda a ahorrar energía (al reducirse el gasto en transporte) e incluso promueve el sentido de comunidad dentro de la ecoaldea (Walker 2006). Muchas ecoaldeas han desarrollado estables economías internas que les han permitido reducir su dependencia del sistema económico externo. Por ejemplo, en Ecovillage at Ithaca, una ecoaldea de U.S.A, han desarrollado un sistema que está basado en parte en dinero, y en parte en trueque. El dinero que entra a la ecoaldea tiene un efecto multiplicador dentro de la comunidad, en la medida que viaja dentro del conjunto. Los miembros de la comunidad contratan servicios profesionales y/o bienes de todo tipo entre ellos, y también intercambian un bien o servicio por otro. Así, el hecho de vivir un una comunidad estrechamente ligada los ayuda a mantener el dinero que llega a la comunidad dentro de ella por más tiempo. Por supuesto, al proveer más servicios in situ entre los residentes, se reduce la necesidad de viajar por razones laborales, ahorrando tiempo y energía (Walker 2006). En general se fomenta que el consumo sea local, gastando en productos de la propia comunidad o de su entorno inmediato, a la vez que los gastos en educación y salud deben ser, en la medida de lo posible, asumidos íntegramente por la comunidad (Walker 2006). Otras ecoaldeas, como Findhorn por ejemplo, han llegado al extremo de acuñar su propia
moneda, cuyo objetivo principal es promover las transacciones con y entre los negocios comunitarios, reduciendo la dependencia de los bancos y el cobro de elevados intereses, y facilitando a su vez el desarrollo de proyectos comunitarios al dar acceso a capital con bajos intereses (Findhorn). Sin embargo, en la actual economía global estas iniciativas por sí solas no son suficientes. Un paso clave es reconocer que, por sí mismas, las ecoaldeas son demasiado pequeñas como para escapar de la presión que ejerce la economía global. Los lazos de la ayuda mutua deben extenderse mucho más allá de los límites de cada ecoaldea. Esto sólo es posible si las ecoaldeas se identifican concientemente a sí mismas, al menos en la esfera económica, como parte de una familia de iniciativas mucho mayores que ellas mismas (Dawson 2006). Una vez más, la comunidad de Findhorn nos entrega un buen ejemplo de esto: LETS (Local Exchange Trading System) es un sistema local que permite transacciones en bienes y servicios sin el uso de dinero. Miembros de la comunidad y personas de sectores cercanos a la ecoaldea participan en dos esquemas de LETS, Findhorn y Kinloss LETS y New Moray LETS, este último es actualmente el LETS más activo de Escocia (Findhorn). 3.3.2. Social En primer lugar, es fundamental aclarar que, dentro de las ecoaldeas, la organización social es, o debiera ser, absolutamente horizontal, y si bien es factible diseñar sistemas de representación en comunidades grandes, lo fundamental es asegurar que todos los miembros de la ecoaldea tengan las mismas oportunidades de desarrollarse y aportar a su vez al desarrollo de la comunidad. En este sentido, todos los integrantes de la ecoaldea deben estar en igualdad de condiciones para participar en la toma de decisiones sobre asuntos importantes de la comunidad, por lo que todas las decisiones se deben tomar democráticamente, de preferencia en asambleas donde participen todos los miembros, evitándose al máximo la delegación de poder. A este sistema de organización muchas veces se le denomina “proceso inclusivo de toma de decisiones” (Lebensgarten). En relación a lo anterior, dentro del movimiento de las ecoaldeas se han desarrollado técnicas de resolución de conflictos que apuntan a mantener la salud de las relaciones sociales dentro de la comunidad, a pesar de que se puedan presentar diferencias entre las personas. Al mismo tiempo, se busca encontrar siempre la mejor solución posible para cada problema, sin pasar a llevar los intereses de los miembros involucrados en el conflicto (Lebensgarten). Por otra parte, en las ecoaldeas se pone especial énfasis en la calidad de vida de las personas. La comunidad debe ser el lugar donde sus habitantes realizan todas las actividades diarias, como trabajar, alimentarse, aprender, compartir, etc., sin tener la necesidad de trasladarse de un lugar a otro. Los trabajos que cada cual realice, al igual que el resto de las actividades, deben ser agradables y desarrollarse en las mejores condiciones posibles, favoreciéndose siempre lo colectivo por sobre lo individual. Incluso existen ejemplos donde la preparación y consumo de alimentos se
realiza en conjunto, como es el caso de “EcoVillage at Ithaca” (Walker 2006). De la misma forma, la salud y la educación corren, dentro de lo posible, por cuenta de la comunidad, ya que de esta forma se favorecen sistemas integrales y holísticos, por sobre los sistemas convencionales, poniendo especial énfasis en las personas y considerando en igual medida el factor físico y el espiritual (GEN 2007). También es posible afirmar que las ecoaldeas son lugares donde se favorece la expresión creativa, artística y espiritual de las personas en todas sus formas, con gran respeto por la diversidad y la singularidad de los individuos. En general la comunidad es un lugar donde se llevan a cabo una gran cantidad de encuentros, ritos o celebraciones que contribuyen a la cohesión del grupo y al desarrollo personal de los individuos (Findhorn). Por último, las ecoaldeas realizan una incansable labor divulgativa de sus experiencias y conocimientos adquiridos a lo largo de su desarrollo, favoreciendo su integración global y dándose a conocer a nivel mundial, con el objetivo de promover este singular estilo de vida y demostrar que existe una alternativa más amigable con las personas y con el medio ambiente (GEN 2007). 3.3.3. Ecológico Reducir la presión de los asentamientos humanos sobre la naturaleza es la llave para acceder a la sustentabilidad. Para lograrlo, la clave es el estilo de vida. Construir ecoaldeas permite unir el hogar, el trabajo y las actividades recreacionales en un solo lugar. La división de estos tres espacios es uno de los principales factores que fomentan el consumo desmedido de energía y a la excesiva liberación de CO2 hacia la atmósfera. Las ecoaldeas crean las fuentes de trabajo donde la gente vive, producen alimentos locales frescos y permiten realizar una diversidad de actividades recreacionales, todo a corta distancia, dando como resultado una mejor calidad de vida y un menor gasto de recursos (Jackson). Uno de los aspectos más importantes que se consideran en las ecoaldeas es la construcción de las viviendas y otras estructuras. Es frecuente escuchar el término “construcción verde” (green building) o “bioconstrucción” para referirse a la forma en que estas comunidades construyen sus viviendas. A pesar de que todas las acoaldeas buscan la alternativa que les parece ecológicamente más adecuada, existen muchas formas de llevar a cabo este ideal. Sin embargo, es factible identificar dos enfoque principales (que muchas veces se combinan); aquellos que buscan construir sólo con materiales naturales (por ejemplo adobe, madera, piedras, etc.) y de preferencia provenientes del mismo sector donde se construirá; y aquellos que buscan materiales de última tecnología que favorezcan el ahorro de energía. En este sentido es importante destacar que, más allá del material que se use, la construcción ecológica involucra toda una filosofía de diseño que conjuga la construcción de edificios ambientalmente amigables, con un adecuado ordenamiento territorial (Walker 2006).
Otros aspectos que se consideran en la construcción son una buena aislación (tanto en paredes y techos como en ventanas), y la disposición de los edificios (aprovechando al máximo la luz y el calor del sol), a fin de reducir al mínimo el gasto en calefacción e iluminación. Además, las estructuras deben ser lo más compactas posibles, a fin de ahorrar energía, ocupar menos espacio en el terreno y evitar gastos en construcción y mantención. Cuando se trata de energía, las ecoaldeas no sólo ponen especial énfasis en el ahorro, sino que también en la búsqueda de alternativas limpias de producción de energía renovable. Una de las ecoaldeas que ha desarrollado más tecnología enfocada a la producción de energía limpia es Findhorn, donde se destacan los paneles solares y la energía eólica (Findhorn). Otro aspecto importante es la producción de alimentos. En este sentido se favorece la producción orgánica y la aplicación de conceptos de permacultura (sistema de producción agrícola que se analizará en detalle más adelante). El ideal es producir la mayor cantidad de alimentos dentro de la propia ecoaldea, incluso en aquellas de carácter urbano, y lo que no se puede producir se debiera adquirir de agricultores que aseguren una producción ecológica y que de preferencia sean de la misma localidad en que se encuentre la ecoaldea. Es importante considerar también que lo que se consuma debe ser aquello que esté disponible dadas las condiciones climáticas del lugar y la época del año (Walker 2006). Así como la eficiencia en el uso de la energía es importante en la dinámica de una ecoaldea, la eficiencia en el uso del agua también lo es. Por un lado existen estrategias tendientes a consumir la menor cantidad de agua, pero también se pone especial énfasis en la captación de agua de lluvia y la reutilización o reciclado de las aguas servidas. Para esto se han diseñado sistemas de tratamiento de aguas residuales como la Living Machina que se utiliza y promueve en Findhorn (Findhorn). Finalmente, cabe destacar el esfuerzo de las ecoaldeas por reutilizar al máximo los desechos. Lo que alguien ya no usa, puede ser útil para otra persona, por lo que el primer paso, antes de desachar un artefacto, es regalárselo a alguien de la comunidad que lo necesite. Lo que definitivamente deba ser desechado se recicla, y los residuos orgánicos, provenientes tanto de las casas como de la producción agrícola, se compostan y se utilizan para mejorar el suelo (Walker 2006). En general, todas las actividades dentro de una ecoaldea deberán considerar los ciclos vitales de los productos utilizados, a fin de reducir al máximo su huella ecológica y sus posibles impactos en la salud humana. Por su parte, los objetos producidos deberán ser de larga duración, fáciles de reparar y aptos para ser reciclados.
4. AGRICULTURA CONVENCIONAL vs. PERMACULTURA, EL DESAFÍO DE LA SUSTENTABILIDAD AMBIENTAL Los impactos que la agricultura convencional, proveniente de la revolución verde, ha generado en el medio ambiente, han sido ampliamente discutidos por diversos autores desde hace ya varios años. A continuación, se expondrán brevemente los principales problemas ambientales relacionados con la agricultura convencional, para luego definir qué es la permacultura y cómo esta alternativa de producción agrícola intenta evitar o disminuir su impacto en el medio ambiente. 4.1. IMPACTOS DE LA AGRICULTURA CONVENCIONAL Agricultura y medio ambiente están estrechamente relacionadas, el medioambiente natural es el lugar de trabajo de la agricultura, y durante años ha sido formado por las actividades agrícolas (Bernal 1996). La agricultura es una actividad intrínsecamente ambiental: A partir de un cierto nivel de intensidad, la expansión de la actividad agrícola implica siempre un impacto ambiental derivado de la modificación y desorganización ecosistémica, cuya contrapartida es el aprovechamiento de los recursos existentes para la satisfacción de las necesidades humanas.(FAO 1988). Desde su origen, los sistemas agrícolas de todo el mundo han estado sometidos a distintos procesos de cambio, transformación y se podría decir también que de adaptación. Sin embargo en los dos últimos siglos estos han sido más intensos y rápidos que en toda la anterior historia de la humanidad. Esta rápida intensificación del cambio agrario, que comienza a mediados del siglo XIX, ha sido producto de diversos factores sociales, políticos, económicos e institucionales, y de la aparición y desarrollo de importantes avances técnico-científicos. A nivel de los sistemas productivos y de las prácticas y técnicas agrícolas, el cambio se ha llevado a cabo por medio de la adopción de una serie de innovaciones científico-tecnológicas, principalmente aquellas que poseen la cualidad de ser ahorradoras de mano de obra (como la mecanización) y de tierra (fertilizantes sintéticos, semillas mejoradas). No cabe duda que dentro de las innovaciones tecnológicas que permitieron el paso de los sistemas agrícolas tradicionales a los modernos de alta productividad y uso de inputs, el desarrollo de nuevas variedades de cultivos ha jugado un rol fundamental. Son estas nuevas variedades las que finalmente permiten la expresión de innovaciones tecnológicas tales como la mecanización y la aparición de los fertilizantes sintéticos. Esta transformación se caracteriza por el sorprendente aumento en rendimientos, especialmente en la etapa que comienza en la segunda mitad del siglo XX conocida como la ”Revolución Verde” (Montalba 2007). La artificialización de los ecosistemas modifica a éstos en distintos grados, según las características de la intervención y las particularidades de cada uno de ellos. Los efectos positivos de la tecnología, que tienden a aumentar la productividad son relativamente fáciles de percibir. En cambio, la percepción de los efectos deteriorantes que puedan tener las diversas actividades o
procesos de intervención pueden verse en diferentes grados (Giglio 1986). Los procesos que repercuten en forma devastadora se captan inmediatamente, y normalmente traen consigo reacciones tendientes a prevenir estos fenómenos. Existen sin embargo otros procesos deteriorantes que no son catastróficos, sino que se presentan más lentamente, y sobre estos es preciso llamar la atención. El deterioro paulatino puede percibirse en lapsos de uno o más años, o incluso, demorar más de una generación (Giglio 1986). En vista de que los ecosistemas son sistemas complejos, cuyos componentes están estrechamente relacionados, es difícil separar qué es causa y qué es efecto cuando se estudian los procesos de deterioro ambiental. Es así como los distintos autores tienden a agrupar los componentes del problema de distinta forma. Sin embargo, el presente análisis se basará en el cuadro 1. Para revisar en detalle los componentes del problema y sus relaciones, se sugiere revisar los diagramas de fluyo expuestos en el anexo 2. Cuadro 1: Efectos negativos de la agricultura industrializada. Recurso
Externalidad
Acciones
Atmósfera
- Efecto invernadero y cambio climático. - Reducción de la capa de ozono. - Lluvia ácida. - Polución.
Agua
- Contaminación de los recursos marinos y fluviales.
- Eliminación de flora en terreno inculto. - Laboreo excesivo y profundo. - No reposición de materia orgánica. - Quema de residuos de cosechas. - Sobrepastoreo - Riego con agua salobre. - Intrusión marina por sobreexplotación de acuíferos. - Aplicación de plaguicidas y abonos industriales. - Labores excesivas y profundas. - No reposición de materia orgánica. - Quema de residuos de cosechas. - Aplicación de plaguicidas y abonos industriales. - Combustión de motores de maquinaria agrícola. - Aplicación de plaguicidas y de abonos industriales. - Quema de residuos de cosechas. - Soreacumulación de estiércol. - Aplicación de plaguicidas y fertilizantes industriales. - Sobre acumulación de estiércol.
Recursos genéticos
- Perdida de la diversidad genética y conocimiento agropecuario.
- Siembra de híbridos y variedades exógenas.
Vida Salvaje
- Disfuncionalidades fisiológicas. - Muerte.
- Aplicación de plaguicidas y abonos industriales. - Quema de residuos de cosecha.
Seres Humanos
- Disfuncionalidades fisiológicas. - Muerte.
- Aplicación de plaguicidas y abonos industriales.
- Erosión hídrica y eólica.
Suelo
-Degradación química y exceso de sales.
- Degradación biológica y física.
Fuente: Guzmán, González de Molina y Sevilla 2000.
4.1.1. Externalidades 4.1.1.1. Suelo a) Erosión hídrica y eólica La erosión es la consecuente de la explotación indebida del terreno ubicado en diferentes grados de pendiente, sin tomar en cuenta la topografía, su naturaleza intrínseca o las condiciones climáticas y biológicas prevalentes (Elizalde). Consiste en el arrastre del suelo productivo por efecto del agua o del viento, desde su origen, a esteros, ríos y mares u otros lugares, transformándose en substancia inerte, sin utilidad alguna y provocando daños por embancamiento de ríos y puertos, formación de dunas, sedimentación de tranques, etc. (Elizalde). La erosión hídrica, que es la más frecuente y la más estudiada, se produce por dos mecanismos. El primero es por el impacto directo de la gota de lluvia sobre la superficie del suelo, que produce la destrucción de los agregados o terrones del suelo, cuando éste esta desnudo, y el segundo mecanismo es cuando el agua escurre sobre la superficie del suelo debido a la pendiente y arrastra partículas del mismo, materia orgánica y nutrientes como el nitrógeno y el fósforo, entre otros (Michelena 2002). De acuerdo a la intensidad y la cantidad de lluvia, tipo de suelo y grado de protección de la superficie (desnudo, rastrojos, cultivo verde) se producirá erosión hídrica de distinta gravedad. Así encontramos la erosión laminar, que es la de menor gravedad pero también importante, en donde el suelo se va perdiendo en forma de capas delgadas. Luego puede aparecer la erosión digital, en forma de los dedos de una mano, donde el agua que escurre desde las lomas mas altas a los bajos es capaz de "cortar" el suelo y formar pequeños surcos de menos de 5-10 cm de profundidad. Por último, la forma mas grave de erosión lo constituye la formación de surcos y canales profundos, llamados "cárcavas". Estas cárcavas pueden tener varios metros de ancho y de profundidad, constituyendo pequeños arroyos (Michelena 2002). b) Degradación química Salinización: Los suelos afectados por sales son aquellos que por razones climáticas, de manejo y/o de drenaje tienen un contenido anormal de sales, que afectan de alguna manera la productividad de los cultivos. Dependiendo del tipo y concentración de sales, se producen efectos tóxicos en los cultivos o deterioro en las propiedades físicas del suelo (Na), disminuyendo la provisión de oxígeno y la
infiltración del agua.(Honorato 2000). Este proceso de deterioro de ecosistemas se ha acelerado en forma notable en las últimas décadas. El incremento de los embalses y del área bajo riego, y la deficiente tecnología para regar, han aumentado los problemas de salinización. Las sales contenidas en el agua de mala calidad penetran en los suelos con el regadío y luego permanecen y se concentran en ellos, lo que requiere costosas prácticas de lixiviación para recuperar el potencial productivo (FAO 1988). Pérdida de materia orgánica: La fracción orgánica del suelo está formada por materiales orgánicos diversos, en distintos grados de descomposición, incluyendo los organismos del suelo, vivos y muertos. La fracción coloidal humificada afecta las propiedades físicas y fisicoquímicas de los suelos, tales como porosidad, retención de agua y capacidad de intercambio catiónico entre otras. Además es fuente de algunos nutrientes, como N, P y S (Honorato 2000). Una de las causas más frecuentes de degradación química del suelo es la pérdida de materia orgánica, bien por el cultivo o por procesos erosivos que decapitan el suelo. Este deterioro conlleva una fuerte degradación física y físico química asociada, aunque lo esencial y causa de todo lo anterior es una degradación química que se traduce en una pérdida de nutrientes aniónicos, de los que la materia orgánica es la principal fuente de aporte. Esto hace necesario, cuando se cultiva el suelo, la adición sistemática de estos nutrientes esenciales, la cual se realiza en forma mineral, que si bien suple las necesidades nutritivas de las plantas, no corrige los defectos creados en las otras propiedades del suelo asociadas con la materia orgánica (UNEX 2004). Acidificación: La aplicación de algunos fertilizantes como la urea, pueden afectar el pH del suelo, creando condiciones de toxicidad por Al3+, que van a disminuir la productividad de los cultivos (Honorato 2000). Contaminación: Los agentes contaminantes son muy diversos. Dentro de ellos tenemos los metales pesados, las emisiones ácidas atmosféricas y los agroquímicos (García y Dorronsoro). Los productos químicos utilizados en la agricultura, como plaguicidas y fertilizantes contribuyen a la contaminación de suelos y sus efectos dependen tanto de las características de las moléculas orgánicas (mayoría de los plaguicidas) como de las características del suelo. Los fertilizantes además de contener metales pesados, producen contaminación por fosfatos (eutrofización en lagos) y nitratos (García y Dorronsoro).
c) Degradación biológica y física Reducción de la biodiversidad del suelo: Si bien los agroquímicos afectan el equilibrio de la biota del suelo, otro factor importante es la perturbación física, causada por el laboreo del suelo y el manejo de los residuos. Éste es un factor crucial que determina la actividad biológica y la diversidad de especies presentes en un suelo. La pérdida de los microhábitats de las estratas del suelo causan una reducción en la densidad de especies que habitan los agroecosistemas. Estas reducciones de la biodiversidad son negativas, porque el reciclaje de los nutrientes y el propio balance entre materia orgánica, organismos del suelo y diversidad de plantas son componentes necesarios de un suelo productivo y ecológicamente balanceado (Altieri 1999). Como reguladores de procesos, los organismos del suelo desarrollan una serie de funciones vitales (Altieri 1999):
Descomponer rastrojos y reciclar nutrientes.
Convertir el nitrógeno atmosférico en formas orgánicas, y reconvertir el nitrógeno orgánico a nitrógeno gaseoso.
Suprimir patógenos del suelo a través del antagonismo.
Sintetizar enzimas, vitaminas, hormonas, quelatos y aleloquímicos que regulan poblaciones y procesos.
Alterar la estructura del suelo.
Interactuar directamente con las plantas a través de mutualismo, comensalismo, competición y patogénesis.
Pérdida de estructura y compactación: La estructura del suelo corresponde a la forma en que se agrupan las partículas elementales (arena, limo y arcilla) en agregados. Es uno de los primeros procesos que ocurren en el suelo, junto con la incorporación de materia orgánica, y que distingue a éste del material geológico. La estructura del suelo influye en: La capacidad de infiltración de agua, la aireación, el intercambio gaseoso, la compacidad del suelo, el desarrollo radical y la susceptibilidad a erosión (Honorato 2000). La forma más directa en que se destruye la estructura del suelo es mediante el laboreo del mismo. La compactación es una de las principales evidencias del deterioro de la estructura de un suelo, y corresponde a la reducción del volumen del suelo, causada por una fuerza aplicada sobre él, resultando en el aumento de densidad aparente y disminución de la porosidad.
Los principales efectos de la compactación a nivel de planta y/o manejo son (Honorato 2000):
Disminución de vigor y de la productividad.
Crecimiento radical restringido y superficial.
Deficiencias nutricionales.
Patologías de la raíz.
Baja infiltración.
Escasa lixiviación de solutos.
Anoxia del suelo. Las principales causas de compactación del suelo inducidas por el hombre son: Pisoteo de
animales, tránsito de maquinaria y la acción del agua en esquemas de riego por aspersión o inundación (Colacelli 1999). 4.1.1.2. Atmósfera Si bien los efectos negativos (sobre la atmósfera) son principalmente provocados por la actividad industrial, las actividades agrícolas y ganaderas también contribuyen a los mismos. Las emisiones de metano en sistemas de cultivo bajo inundación como el arroz y en granjas intensivas donde se acumula gran cantidad de estiércol, la liberación de dióxido de carbono y óxidos de nitrógeno por la combustión de los motores de la maquinaria agrícola, la volatilización de óxidos de nitrógeno por la desnitrificación de determinados fertilizantes químicos y la liberación a la atmósfera de partículas presentes en los plaguicidas y fertilizantes químicos utilizados en la agricultura, son algunos ejemplos (Guzmán, González de Molina y Sevilla 2000). 4.1.1.3. Agua a)Contaminación física Los altos niveles de turbidez limitan la penetración de la luz solar en la columna de agua, lo que limita o impide el crecimiento de las algas y de las plantas acuáticas enraizadas. En los ríos que son zonas de desove, los lechos de grava están cubiertos por sedimentos finos que impiden o dificultan el desove de los peces. En ambos casos, el resultado es la perturbación del ecosistema acuático debido a la destrucción del hábitat (Ongley 1997). Los altos niveles de sedimentación en los ríos dan lugar a la perturbación física de las características hidráulicas del cauce. Ello puede tener graves efectos en la navegación, por la reducción de la profundidad, y favorecer las inundaciones, por la reducción de la capacidad del flujo de agua en la cuenca de drenaje. Los sedimentos proceden en gran parte de la rápida erosión de las subcuencas como consecuencia de prácticas agrícolas poco acertadas (Ongley 1997).
b) Contaminación química Fertilizantes: Nitrógeno, fósforo y potasio son compuestos de distinta incidencia sobre el medio ambiente, su principal impacto es que ellos pueden ejercer una acción fertilizante sobre parte <<no agrícola>> del medio ambiente, provocando eutrofización de lagos, ríos, etc. (Bernal 1996). Eutrofización es el enriquecimiento de las aguas superficiales con nutrientes para las plantas, provocando una excesiva proliferación de la flora acuática, lo que conlleva problemas tales como sombreamiento y exceso de materia orgánica en descomposición. La agricultura es uno de los factores principales de eutrofización de las aguas superficiales (Ongley 1997). Plaguicidas: Los plaguicidas se incluyen en una gran variedad de microcontaminantes orgánicos que tienen efectos ecológicos. Las distintas categorías de plaguicidas tienen diferentes tipos de repercusión en los organismos vivos, por lo que es difícil hacer afirmaciones generales. Aunque los plaguicidas tienen sin duda efectos en la superficie terrestre, el principal medio de daños ecológicos es el agua contaminada por la escorrentía de los plaguicidas. Los dos mecanismos más importantes, a través de los cuales los pesticidas dañan a los animales y afectan cadenas tróficas completas, son la bioconcentración y la bioampliación (Ongley 1997). Salinidad: La salinización progresiva de las aguas continentales, en especial las subterráneas, está condicionando no sólo su asequibilidad para suministro de agua potable sino también sugiere la no conveniencia de su utilización para riego. Es de señalar la preocupante presencia de compuestos habituales de fertilizantes lo cual puede ser indicativo de un uso poco correcto de esos productos (Bernal 1996). Orgánica: En este apartado deberían incluirse no sólo aquellos compuestos originados directamente por restos vegetales, sino también el estiércol y los purines, así como un grupo de industrias de primera transformación como pueden ser azucareras, cerveceras, conserveras, etc., que suelen aportar una elevada carga orgánica (en ocasiones valores de DQO superiores a 50g/L) así como abundante materia en suspensión (Bernal 1006).
c) Contaminación microbiológica Presencia de agentes patógenos: en muchos casos originados por empleo como riego o fertilizante de aguas de alcantarillado, los restos vegetales contienen esos microorganismos que pueden ser lixiviados e introducidos de nuevo en las aguas (Bernal 1996). 4.1.1.4. Recursos genéticos Pese a que en los sistemas tradicionales la diversidad agraria se había incrementado hasta fechas relativamente recientes, la incorporación de las nuevas variedades a los diversos países y la adopción de estas por parte de los agricultores ha desplazado a las variedades tradicionales. Este masivo desplazamiento de una gran cantidad de variedades tradicionales (de propiedad común) por un número reducido de
variedades mejoradas y la adopción de las tecnologías asociadas, ha
provocado una gran homogeneización de los sistemas agrícolas. Es así como entre las vastas consecuencias ambientales y sociales de esta revolución podemos encontrar un fuerte proceso de uniformidad y erosión genética (Montalba 2007). 4.1.1.5. Vida salvaje La conservación de la biodiversidad a escala mundial ha tomado importancia en la últimas tres décadas, llegando incluso a incidir en la demanda por productos silvoagropecuarios. Esto se debe al alarmante aumento en la tasa de extinción de especies, degradación de los ecosistemas y poblaciones con problemas de conservación. Según la IUCN (2006), el número de especies conocidas en peligro de extinción llega a 16 mil 119, incluyendo 25 por ciento de mamíferos, el 33 por ciento de anfibios, 13 por ciento de aves y 25 por ciento de las coníferas del mundo. Se considera que la fragmentación y pérdida de hábitat es la causa principal del aumento en la tasa de extinción de las últimas décadas. La transformación de bosques y matorrales en campos agrícolas, praderas y zonas urbanas es el factor de cambio ambiental en los países sudamericanos (Gálvez, Rojas y Bonasic 2007). Por su parte, la aplicación sistemática de plaguicidas altera los equilibrios existentes en las cadenas tróficas normales al causar la desaparición o disminución de los enemigos naturales de distintas plagas, de descomponedores de materia orgánica, de incorporadores de nitrógeno y de otras especies vitales para el ambiente como por ejemplo los polinizadores. Además de destruir recursos genéticos y farmacológicos conocidos y otros aún no develados, el empobrecimiento de la biodiversidad puede conducir a la proliferación de las especies antagónicas de aquellas extinguidas, provocando nuevos desequilibrios ecológicos y nuevas plagas (Olivera y Rodríguez). Los efectos ecológicos de los plaguicidas (y otros contaminantes orgánicos) son muy variados
y están con frecuencia interrelacionados. Se considera que los efectos producidos en los organismos y en el medio ambiente constituyen una advertencia de las posibles repercusiones en la salud humana. Los principales tipos de efectos son los que se enumeran a continuación y varían según el organismo sometido a investigación y el tipo de plaguicida. Los distintos plaguicidas provocan efectos muy diferentes en la vida acuática, por lo que es difícil formular afirmaciones de alcance general. Lo importante es que muchos de estos efectos son crónicos (no letales), pasan con frecuencia desapercibidos al observador superficial, y sin embargo, tienen consecuencia en toda la cadena trófica. Esos efectos son los siguientes (Ongley 1997):
Muerte del organismo.
Cánceres, tumores y lesiones en peces y animales.
Inhibición o fracaso reproductivo
Supresión del sistema inmunitario.
Perturbación del sistema endocrino (hormonal).
Daños celulares y en el ADN.
Efectos teratogénicos (deformidades físicas, como las que se observan en el pico de algunas aves).
Problemas de salud en los peces revelados por el bajo coeficiente entre células rojas y blancas, el exceso de mucílago en las escamas y agallas de los peces, etc.
Efectos intergeneracionales (que sólo se observarán en las generaciones futuras del organismo).
Otros efectos fisiológicos, como disminución del grosor de la cascara de los huevos. Estos efectos no son causados necesariamente ni de forma exclusiva por la exposición a los
plaguicidas u otros contaminantes orgánicos, pero pueden estar asociados a una combinación de presiones ambientales, como la eutrofización, y agentes patógenos. Estas presiones asociadas no tienen que ser necesariamente muy fuertes para provocar un efecto sinérgico con los microcontaminantes orgánicos (Ongley 1997). 4.1.1.6. Seres humanos El contacto con pesticidas y su entrada al organismo -a través de la piel, la respiración y/o por ingestión- se produce por exposición laboral y en el hogar debido a usos y aplicaciones incorrectos, falta de medidas preventivas y de protección, almacenamiento inadecuado, reutilización de envases (comederos de animales, almacenamiento y traslado de agua) y fumigaciones aéreas. Se han detectado residuos de organoclorados y organofosforados en personas donde la única probabilidad de encuentro con pesticidas es por ingestión (Olivera y Rodríguez). Los efectos indeseados producidos dependen del pesticida, la dosis, la vía y el tiempo de exposición. Los efectos agudos (vómitos, diarrea, aborto, cefalea, somnolencia, alteraciones
comportamentales, convulsiones, coma, muerte) están asociados a accidentes donde una única dosis alta es suficiente para provocar los efectos que se manifiestan tempranamente. Los crónicos (cánceres, leucemia, necrosis de hígado, malformaciones congénitas, neuropatías periféricas, a veces solo malestar general, cefaleas persistentes, dolores vagos) se deben a exposiciones repetidas y los síntomas o signos aparecen luego de un largo tiempo (hasta años) de contacto con el pesticida, dificultando su detección. Dado que su biotransformación es muy lenta, los pesticidas provocan efectos acumulativos en las personas expuestas. Otro peligro, descubierto luego de la guerra del Golfo, es la potenciación entre compuestos similares por un factor de 100 o más. Esto resultados fueron observados en tropas norteamericanas expuestas a tres tipos de anticolinesterásicos -organofosforados de guerra (Sarín, VX), piridostigmina y pesticidas de ropa y tiendas de campaña- y fueron confirmados experimentalmente en animales de laboratorio (Olivera y Rodríguez).
4.1.2. Acciones que han provocado estas externalidades Basándonos en el cuadro 1, podemos identificar once acciones fundamentales, inherentes a la agricultura convencional o industrializada, que han generado las externalidades expuestas anteriormente:
Eliminación de flora en terreno inculto.
Laboreo excesivo y profundo.
No reposición de materia orgánica.
Quema de residuos de cosechas.
Sobrepastoreo.
Riego con agua salobre.
Intrusión marina por sobreexplotación de acuíferos.
Aplicación de plaguicidas y abonos industriales.
Combustión de motores de maquinaria agrícola.
Soreacumulación de estiércol.
Siembra de híbridos y variedades exógenas. 4.2. LA ALTERNATIVA DE LA PERMACULTURA
Según lo visto en la sección anterior, ciertas acciones inherentes a la agricultura convencional han generado una serie de efectos en el medio ambiente y en los seres humanos. Como reacción a esta problemática, se han desarrollado diversos estilos alternativos de hacer agricultura, que intentan satisfacer las necesidades de la población sin poner en riesgo el futuro del planeta. Dentro de estos estilos se encuentra la permacultura, que es la base teórica de los sistemas de producción agrícola en las ecoaldeas. A continuación definiremos brevemente el origen y principios de la permacultura, para luego analizar cómo esta forma de hacer agricultura evita realizar aquellas acciones que, como vimos anteriormente, generan impactos negativos en el medio ambiente.
4.2.1. La Permacultura Este estilo de agricultura ecológica surgió en Australia y fue formulado originalmente por Bill Mollison (Universidad de Hobart, Tasmania), no obstante está impregnada de la filosofía del japonés Fukuoka. Inicialmente, la permacultura surge para dar respuesta a dos fenómenos de las sociedades urbanas industrializadas. Por un lado, la dependencia alimentaria de las ciudades respecto al medio rural y el alto consumo energético de fuentes no renovables que supone actualmente el abastecimiento, y por otro, la emigración hacia el campo de los desencantados del modelo de vida urbano. Es por ello, que la permacultura va dirigida a diseñar sistemas de producción agrícola integrados tanto en las ciudades, como en zonas marginales, generalmente de montaña, en las que se instalan estos grupos a vivir en comunidad. En ambos casos se trata por tanto de colectivos culturalmente urbanos que pretenden dedicarse a la agricultura a tiempo parcial, con el objetivo de la autosuficiencia (Guzmán, González de Molina y Sevilla 2000). Científicamente, la permacultura tiene su base en la ecología, la ingeniería de paisajes y la arquitectura, principalmente. Se basa en el diseño de sistemas integrados de alta biodiversidad, en los que tienen un papel ponderante las especies animales y vegetales con capacidad de autoperpetuarse; de tal forma que, con un mínimo de manejo humano, se consiguen estados de interés antrópico en la evolución de estos sistemas hacia el clímax (Guzmán, González de Molina y Sevilla 2000). Son objetivos prioritarios de este estilo de agricultura ecológica, la reducción del consumo de energía no renovable, maximizando la generación y conservación de la energía dentro del sistema, y la autosuficiencia regional, lo que ha contribuido a la generación de numerosas tecnologías adaptadas a situaciones de marginalidad socioeconómica o natural. Otros objetivos importantes de la permacultura son lograr la estabilidad del sistema, garantizar un suministro permanente de agua de buena calidad, mediante su adecuada captación, manejo y reciclado, y el control de fenómenos naturales tales como el fuego, temperaturas extremas, viento, etc. (Guzmán, González de Molina y Sevilla 2000). Existen ciertos principios que son inherentes a cualquier diseño de permacultura, en cualquier clima y a cualquier escala (Mollison y Slay):
Ubicación relativa: Cada elemento (como casa, piscina para peces y aves, carretera, etc.) está ubicado en relación a otro de manera que se asisten entre ellos.
Cada elemento cumple muchas funciones.
Cada función importante es soportada pos muchos elementos.
Planificación eficiente de energía para casas y comunidades (zonas y sectores).
Énfasis en el uso de recursos biológicos más que en el uso de los recursos provenientes de hidrocarburos.
Reciclaje de energía en el sitio (tanto la energía humana como la energía de combustión).
Utilización y aceleración de la sucesión natural de plantas para establecer sitios favorables y suelos.
Policultura y diversidad de especies beneficiosas para un sistema productivo e interactivo.
Uso del efecto de borde y de los patrones naturales para lograr la mejor ventaja.
4.2.2. Permacultura y medio ambiente A continuación, se analizará cómo la permacultura enfrenta, o más bien propone una alternativa, a cada una de las causas de las externalidades negativas de la agricultura convencional. Para realizar dicho análisis se usará como referencia en texto de Bill Mollison y Reny Mia Slay denominado “Introducción a la Permacultura”. 4.2.2.1. Eliminación de flora en terreno inculto En un sistema permacultural, cada sector del predio tiene una función y es útil, por lo que no existen sitios baldíos. En consecuencia, en cada sector de establecen, o se favorece el establecimiento, de especies útiles, por lo que no quedan terrenos pobres o libres de vegetación. Además, como se realiza un cuidadoso manejo del suelo, no importa que la explotación sea intensiva, ya que el suelo recupera su fertilidad luego de cada ciclo y así se mantiene productivo. Es así como cada predio se divide en zonas que tienen funciones específicas y que, independiente del grado de manejo que reciban, siempre se mantienen con una cubierta vegetal. La zona cero es el centro de actividad (casa o pueblo). La zona I está cercana a la casa y es la zona más controlada y el área usada más intensivamente (en ella encontramos por ejemplo el huerto). La zona II también se mantiene intensivamente con plantaciones densas (por ejemplo frutales menores). La zona III contiene huertos frutales sin podar y sin mulch. La zona IV es semialejada, semisilvestre, utilizada para recolección, producción de alimentos resistentes, contiene árboles sin podar y manejo de vida silvestre y del bosque. Finalmente la zona V no es manejada o es un sistema “silvestre” natural escasamente manejado.
4.2.2.2. Laboreo excesivo y profundo En permacultura se utiliza a los animales como “tractores”. Las gallinas y los cerdos son bien conocidos como escarbadores y removedores del suelo cuando están en búsqueda de gusanos, insectos y raíces. Las gallinas, cerdos y chivos encerrados en un área de hierbas o de malas hierbas pueden destruir toda la vegetación, cultivar parcialmente la tierra y estercolear el área. Ellos son luego rotados a otro lugar encerrado antes que hagan daño a través de abonar o perturbar demasiado el suelo. Aparte de la acción de los animales, el suelo se perturba lo menos posible, y de preferencia se establecen especies perennes que eviten la necesidad de intervenir el suelo para sembrar año a año. El manejo de las malezas, por su parte, se realiza aplicando mulch en vez de realizar control mecánico, evitando así voltear el suelo. 4.2.2.3. No reposición de materia orgánica Quema de residuos de cosecha Sobreacumulación de estiércol Aplicación de plaguicidas y abonos industriales Al analizar un sistema de permacultura es factible fusionar estos cuatro puntos, en la medida que el manejo de los residuos tanto de origen vegetal como animal se realiza de forma conjunta y son reutilizados para aportar fertilidad al suelo. Es decir, en permacultura nada es desecho, en la medida que la diversidad del sistema permite reciclar los compuestos y hacerlos útiles nuevamente. En los sistemas permaculturales se saca partido del hecho de que todos los animales reciclan nutrientes al consumir la vegetación u otros animales y excretan estiércol nitrogenado para los campos, huertos frutales y jardines. Por ende, los residuos de la casa o del huerto pueden ser utilizados como forraje para los animales, para luego aprovechar el estiércol producido, aunque también se puede producir directamente compost o humus de lombriz con estos residuos. Las lombrices bombean aire dentro del suelo y proveen humus y nutrientes para las plantas. Los desechos de jardines y huertos frutales son reciclados por las lombrices, limpiando de esta forma el suelo de las plagas y enfermedades potenciales. El comfrey/consuelda puede combinarse con abonos y ser compostado o fermentado, con el objeto de obtener una mezcla líquida para proveer nutrientes esenciales para las plantas de huerto. Muchas especies de árboles vigorosos y de raíces profundas entran en el suelo más abajo del nivel “alto” y minan los nutrientes que son inasequibles a plantas que tienen raíces superficiales. Las hojas pueden ser usadas luego para mulch y para hacer humus. Las leguminosas y árboles de leguminosas (alfalfa, frijoles, leucaena, acacias) pueden proveer también nutrientes al suelo tomando nitrógeno del aire y procesándolo a través de los nódulos de las
raíces, en los cuales hay una bacteria (rhizobium) apta para trabajar en ellos. Hierbas, arbustos y árboles leguminosos son interplantados en los huertos frutales y los árboles del bosque, y los cultivos de leguminosas como habas y arvejas son plantados en el huerto y usados como un nivel bajo en los huertos frutales. Si ellas son cortadas o podadas antes de la floración, el nitrógeno se libera desde los nódulos de las raíces al suelo, para ser absorbido por las plantas de alrededor. En un sistema de permacultura se reemplaza la acción de los agroquímicos favoreciendo la biodiversidad a nivel predial, y aprovechando las relaciones que se establecen naturalmente en los ecosistemas agrícolas diversificados. En este sentido, se pone especial cuidado en las especies elegidas, a fin de que éstas cumplan varias funciones útiles dentro del agroecosistema. En general, al promover la biodiversidad, los sistemas permaculturales favorecen la regulación natural de las poblaciones de enfermedades, plagas y malezas, protegiendo de esta forma a los cultivos. Como se mencionó anteriormente, en lo que respecta al control de plagas, los animales menores como gallinas y cerdos cumplen una importante función en el control de insectos y malas hierbas, a la vez que incorporan guano al suelo. Por otra parte, las plantas de la familia Umbeliferae y Compositae como eneldo, hinojo, margaritas y caléndula situadas alrededor de las camas del jardín y en los huertos frutales atraen insectos predadores (insectos que comen o parasitan las plagas). Los estanques ubicados en el jardín atraen ranas que comen insectos. Las cajas nidadoras aptas o los arbustos espinosos proveen un hábitat para aves insectívoras. Los hongos, bacterias y los nemátodos beneficiosos han sido usados también para controlar insectos y muchas plantas proveen control de insectos o de nemátodos. La clave para usar los recursos biológicos efectivamente es manejo. Si los recursos no son manejados pueden volverse fuera de control y destructivos, terminando muy a menudo como contaminantes. En éste sentido, la mayoría de las estrategias de manejo están basadas en ser oportuno en su aplicación. 4.2.2.4. Sobrepastoreo Considerando la permacultura como un sistema completo, la función esencial de los animales es controlar la vegetación y las plagas y completar el ciclo básico de nutrientes de una granja. A pesar de su ineficacia para la conversión de proteínas, los animales son seres invalorables por la diversidad de productos que originan. En los sistemas de permacultura, se cultivan diversos de alimentos que pueden ser aprovechados por los animales (frutas, follaje, vainas, nueces, semillas y tubérculos), de modo que ellos puedan tomar el alimento que necesitan del mundo natural y al mismo tiempo abonen, controlen la vegetación y las plagas, y conviertan las plantas en proteínas.
De esta forma, los animales en un sistema de permacultura acceden a una diversidad de fuentes de alimento, por lo que no se ejerce una presión constante sobre un sólo recurso, por ejemplo una pradera. Además, los animales se van rotando dentro del predio, e incluso se les permite ingresar a zonas de cultivo, como es el caso de los cerdos, para que aprovechen los rastrojos que quedan luego de la cosecha. Asimismo, se puede permitir el ingreso controlado de animales a zonas de bosques para que consuman las hojas caídas o los frutos en determinadas épocas del año. Lo importante es que la presencia de los animales en los distintos sectores sea siempre supervisada, para evitar los efectos nocivos de su presencia, como la sobreexplotación de los recursos o el exceso de guano. Finalmente, en un sistema de permacultura se crían diversas especies animales, las que consumen distintos alimentos, por lo que se suple la necesidad de proteínas y otros productos de origen animal sin ejercer presión sobre un número reducido de fuentes alimenticias. Por ejemplo, los cerdos consumen las sobras de la casa, mientras los vacunos pastan en la pradera, ambos producen carne, pero el impacto sobre la pradera se reduce en relación a un sistema donde sólo se produce carne de vacuno. 4.2.2.5. Riego con agua salobre Intrusión marina por sobreexplotación de acuíferos Estos dos ítems se pueden condensar, en la medida que están relacionados con el uso eficiente del agua, su captación y reciclado. En primer lugar, la permacultura pone especial énfasis en el uso eficiente del agua. En este sentido, el ubicar las especies aptas en los sitios específicos reduce las necesidades de riego. Por ejemplo, los olivos y los almendros situados en los lados secos de las colinas no requieren de agua (sólo la proporcionada por la lluvia) una vez que están establecidos. En general, se favorece el establecimiento de árboles capaces de captar agua del subsuelo, y las especies herbáceas se establecen de preferencia en épocas donde cuentan con agua suficiente producto de las precipitaciones. En zonas áridas, se debe favorecer el establecimiento de especies nativas rústicas, principalmente arbóreas, capaces de resistir la falta de agua y de usarla eficientemente en la producción de biomasa. A fin de reducir la presión de extracción sobre las reservas subterráneas de agua, en permacultura se diseñan sistemas para captar el agua de lluvia (por ejemplo desde los techos de las casas) y almacenarla para que esté disponible para riego o consumo animal. Incluso el agua que infiltra en la tierra puede ser captada a través de drenes y almacenada apropiadamente para su utilización. Asimismo, el excedente de agua que escurre luego de un riego puede ser captada para ser aprovechada en otro cultivo. Por último, el agua proveniente de la casa puede ser tratada y utilizada para regar, reciclando así
este importante recurso. Pero incluso antes de éste proceso de purificación, se le da al agua la mayor cantidad de usos posibles. Un ejemplo es el lavamanos conectado al estanque del WC. En este sistema, el agua que ha sido utilizada en el lavamanos pasa a llenar el estanque del WC y provee el agua para la descarga. Como vemos, en permacultura se le da especial importancia al recurso agua, por lo que se reduce la presión sobre las fuentes naturales de este recurso, en especial las reservas subterráneas. Sin embargo, tanto en permacultura como en la agricultura convencional se debe tener especial cuidado con la calidad del agua utilizada, para lo cual puede ser pertinente realizar análisis de calidad del agua antes de destinarla a riego, a fin de evitar problemas como la salinización de los suelos. 4.2.2.6. Combustión de motores de maquinaria agrícola Una comunidad sostenida por una permacultura diversa es independiente del comercio de distribución y garantiza una dieta variada, proveyendo todos los requerimientos nutricionales mientras no sacrifica la calidad o destruye la tierra que la alimenta. Los ahorros grandes en energía están dados por la eliminación de los costos de transporte, empaque y mercadeo. Además, un sistema de permacultura más que estar afinado hacia grandes cosechadores y transporte de camiones, apunta hacia el uso de herramientas de mano en los sitios pequeños y en los sitios más grandes hacia el uso de modestos útiles de combustible. Es un enfoque en el diseño de la finca (o huerto o pueblo) hacia el logro de las mayores ventajas, usando una cierta cantidad de trabajo humano (que puede incluir amigos o vecinos), un gradual establecimiento de las plantas productoras perennes, la utilización de mulch para el control de las malas hierbas, el uso de los recursos biológicos, el uso de tecnologías alternativas que generan y salvan energía y el uso moderado de la maquinaria apropiada. Los buenos diseños usan las energías naturales que entran al sistema, así como aquellas generadas en el sitio, para asegurar un ciclo de energía completo. Es así como los combustibles como el metano no sólo pueden ser derivados del estiércol animal, si no que también pueden proceder de las hojas caídas y de las ramas que se encuentran bajo el bosque maduro. Las hojas y las ramas desmenuzadas son procesadas a través de un digestor de biogas para producir metano para cocinar, calefaccionar y suplir las necesidades de los vehículos. Para combustibles líquidos, se plantan especies que rinden azúcares para su conversión a alcohol (a través de un proceso de fermentación). Cerca del 5 a 10% de la granja dedicada a la producción de combustible puede permitir una autosuficiencia de combustible, con algunos excedentes, y se necesitaría menos área si se desarrollaran cultivos de árboles productores de vainas azucaradas.
4.2.2.7. Siembra de híbridos y variedades exógenas En permacultura, se promueve el uso de ciertas especies con características de interés. Por ejemplo, las acacias (Acacia spp.) son árboles y arbustos leguminosos que se usan como forrajeros, para producir leña y madera, para fijar nitrógeno en suelos pobres y para controlar la erosión. Sin embargo, si no se cuenta con una determinada especie a nivel local, siempre existe la posibilidad de encontrar alguna que sí esté presente y que pueda cumplir las funciones requeridas. Es decir, la clave en permacultura no es qué especie o variedad usar, si no que cuáles son las características y potencialidades de cada especie, y cómo pueden ser usadas para maximizar su aporte al sistema. Por ejemplo, si necesito un cortavientos, probablemente voy a elegir una especie que a la vez sirva como forrajera y/o que produzca frutos comestibles. El conocimiento de la naturaleza que nos rodea es la clave para implementar diseños inteligentes que maximicen el aprovechamiento los recursos limitados.
5. CONCLUSIÓN En la actualidad existe en el mundo un importante número de personas que han decidido dejar de lado el modelo de vida “convencional”, e iniciar una nueva etapa. Para estas personas desencantadas, las idea de vivir en comunidades generalmente aisladas y ligadas a la naturaleza resulta una alternativa muy tentadora. Para ellos, las ecoaldeas surgen como una opción real de llevar una vida mucho más sana, tranquila y armoniosa con el medio. Sin embargo, por sobre el deseo que vivir mejor, los habitantes de las ecoaldeas, como movimiento internacional, han iniciado un importante proceso de desarrollo de una filosofía y una forma de vida que les permita mantener la coherencia entre lo que postulan y su vida cotidiana. Para lograrlo, han puesto especial énfasis en el concepto de sustentabilidad, desarrollando tecnologías y prácticas enfocadas al cuidado del medio ambiente, implementando modelos sociales armónicos, horizontales, integradores y con un fuerte componente espiritual, y desarrollando incluso estables economías locales. Y han obtenido excelentes resultados. En vista de este esfuerzo explícito por alcanzar el paradigma de la sustentabilidad, cabe reflexionar sobre las ecoaldeas desde una perspectiva amplia. En un espacio y tiempo reducidos, estos asentamientos efectivamente resultan ser sistemas sustentables, en la medida que se esfuerzan por reducir al mínimo sus in puts y out puts, y en cuanto su estructura se centra en equilibrar los factores ecológicos, económicos y sociales. Sin embrago, si se amplía la escala espacial, podemos observar algunos ejemplos donde este ideal de sustentabilidad no se alcanza completamente. Mucha gente viaja largas distancias, gastando dinero, combustible y otros recursos, sólo con el objetivo de pasar un fin de semana en una ecoaldea. Asimismo, los artefactos tecnológicos utilizados por éstas comunidades tren consigo una importante huella ecológica. Por su parte, los productos elaborados en algunas comunidades se venden a altos precios, transformándose en productos de lujo a los que sólo algunos pueden acceder, lo que choca con el concepto de equidad social. En consecuencia, es posible sostener que, en una escala espacial amplia, las ecoaldeas tienen efectos negativos en su entorno, no sólo inmediato, sino que a nivel global, y su magnitud muchas veces se desconoce o pasa desapercibida. En lo que respecta a escala temporal, podemos decir que, dado el relativamente corto tiempo que lleva este movimiento desarrollándose, hay que esperar para ver si estas comunidades logran perpetuarse en el tiempo, es decir, ser sustentables en el tiempo. Si, por ejemplo, los hijos de quienes decidieron vivir en una ecoaldea optan por volver a formar parte de la sociedad convencional, la ecoaldea resultaría poco sustentable socialmente. Otro ejemplo sería que, por alguna razón, la producción agrícola una ecoaldea no lograra alimentar a su población, en este caso la comunidad no sería sustentable ecológicamente en el tiempo. Lamentablemente, sólo el paso de los años podrá demostrar realmente la sustentabilidad temporal de estos asentamientos. Finalmente cabe destacar que, si bien estas comunidades tratan de marginarse en gran medida
del mundo, más que un acto de individualismo, pareciera ser algo así como: “Demostraremos por nuestra cuenta que es posible vivir en armonía, cuando se convenzan de que es real, las puertas están abiertas”. Este movimiento, como tantos otros surgidos en la últimas décadas, ha demostrado una intención real y explícita de reconciliar a los seres humanos con el medio ambiente y consigo mismos. Sobre todo en lo que respecta a la producción agrícola, es imprescindible que este tipo de experiencias se continúen desarrollando y perfeccionando, que se repliquen alrededor del mundo y que, con el tiempo, constituyan una alternativa real capaz de reemplazar al actual sistema productivo, el cual está minando los recursos naturales y poniendo en riesgo la vida en el planeta.
6. BIBLIOGRAFÍA Altieri, M. A. 1999. The ecological role of biodiversity in agroecosystems. Agriculture, Ecosystems and Environment nº 74. Auroville. 2007. Disponible en: http://www.auroville-international.org/avies/avitra/index.html BedZED. 2007. Disponible en: http://www.peabody.org.uk/pages/GetPage.aspx?id=179 Bernal, J. L. 1996. Medio ambiente y crisis rural. Universidad de Valladolid. España. Colacelli, N. A. 1999. Recursos naturales: La compactación del suelo. Revista Producción, Septiembre. Argentina. D'Angelo, C. 2002. Marco conceptual para la ordenación de predios rurales. En: Gastó, J., Rodrigo, P. y Aránguiz, I. Ordenación territorial, Desarrollo de Predios y Comunas Rurales. Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal, Pontificia Universidad Católica de Chile. LOM Ediciones. Santiago, Chile. Dawson, J. 2006. How ecovillages can grow sustainable economies. Revista Communities Nº 133. Ecovillage at Ithaca. 2007. Disponible en: http://www.ecovillage.ithaca.ny.us/ Elizalde, R. La sobrevivencia de Chile. Servicio Agrícola y Ganadero, Ministerio de Agricultura. Santiago, Chile. FAO. 1988. Potencialidades del desarrollo agrícola rural en América Latina y el Caribe. Anexo IV: Recursos naturales y medio ambiente. Roma. Findhorn Ecovillage,The. 2007. Disponible en: http://www.ecovillagefindhorn.com/ Fundación para el Desarrollo Sustentable. 2007. Disponible en: www.fundacionsustentable.org Gallopín, G. 2003. Sostenibilidad y desarrollo sostenible: un enfoque sistémico. División de Desarrollo Sostenible y Asentamiento Humanos. CEPAL. Santiago, Chile. Gálvez, N., Rojas, R. y Bonasic, C. 2007. Buenas prácticas agrícolas y conservación de la biodiversidad; desafíos para la agricultura de exportación. Revista Agronomía y Forestal nº 31, Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal, Pontificia Universidad Católica de Chile. Pág. 27. García I. y Dorronsoro C. Contaminación del suelo e impacto ambiental. Departamento de Edafología y Química Agrícola, Universidad de Granada, España. Gestión y conservación del suelo. Lección 3. Degradación del suelo. Degradación Química. Pérdida de materia orgánica. Área de edafología y química agrícola, Facultad de Ciencias, Universidad de Extremadura. España. 2004. Giglio, N. 1986. Agricultura y medio ambiente en América Latina. Editorial Universitaria Centroamericana EDUCA. Centroamérica. Global Ecovillage Network, The (GEN). 2007. Disponible en: http://gen.ecovillage.org/about/index.html
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ANEXOS
ANEXO 1
Ecoaldeas Registradas en GEN por País 50 45
Número de ecoaldeas
Alemania Australia Brasil Canadá Colombia Costa Rica Dinamarca España EUA Este EUA Oeste Finlandia Hungría Ingraterra Italia México Nueva Zelanda Rusia Sudáfrica Turquía Venezuela
46
40
39
35 31
30 25 20
22
21
15 10 5 0
País
Fuente: Elaboración propia. Datos obtenidos de: http://gen.ecovillage.org/ * Se incluyeron sólo países con un número igual o mayor a cinco ecoaldeas registradas.
Ecoaldeas por País Alemania Argentina Australia Austria Bangladesh Bélgica Belice Bolivia Brasil Bulgaria Canadá Chipre Colombia Costa Rica Croacia Dinamarca Ecuador
21 3 31 4 1 2 2 1 9 1 22 1 11 8 1 7 1
Egipto El Salvador Escocia España Estonia EUA Este EUA Oeste Fiji Finlandia Francia Gales Ghana Grecia Haitì Holanda Hungría India
Fuente: http://gen.ecovillage.org/
1 1 4 14 1 46 39 1 6 3 1 1 1 1 3 5 3
Ingraterra Irlanda Irlanda del Norte Islandia Israel Italia Japón Kenya Líbano Lituania Malasia México Nepal Nicaragua Noruega Nueva Zelanda Perú
9 2 2 2 3 14 1 2 1 1 1 12 1 1 4 8 1
Polonia Portugal República Checa Rumania Rusia Senegal Slovakia Slovenia Sri Lanka Suecia Suiza Sudáfrica Tailandia Turquía Uruguay Venezuela Zimbabwe
2 3 1 2 7 4 4 1 2 1 4 8 2 5 2 6 1
ANEXO 2 Efectos de la agricultura sobre el medio ambiente Fuente: Giglio, N. 1986. Agricutura y medio ambiente en AmĂŠrica Latina. Editorial Universitaria Centroamericana EDUCA. CentroamĂŠrica.