Miradas sobre la migración

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Miradas sobre la migración

Ana Isabel Pérez-Gavilán Hernán M. Venegas Delgado Carlos J. Recio Dávila

COORDINADORES


Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida, transmitida o almacenada de manera alguna sin permiso de los autores y editores. Primera edición 2013 Coedición: Universidad Autónoma de Coahuila / Escuela de Ciencias Sociales / Editorial Atemporia Copyright.© 2013 La migración forzada, una migración sin futuro: Pedro Pantoja Arreola / Migraciones de apaches hacia Texas y Coahuila en el Siglo XVII. Un informe del gobierno novohispano de 1785: Hernán M. Venegas Delgado, Abimael Cerecero Álvarez y Juan José Casas García / Migración del norte. Los kikapús, mascogos y seminoles en el norte de Coahuila (1848-1860) / Ernesto Alfonso Terry Carrillo / Flujos migratorios hacia la Unión Americana: Mónica Amezcua García y Carlos J. Recio Dávila / El cuerpo del migrante: Carlos J. Recio Dávila y Ana Isabel Pérez-Gavilán / Curtidos para caminar. Representaciones sociales de personas migrantes centroamericanas en tránsito por México: Edna Gabriela Díaz Báez / Auto aprendizaje virtual y el uso de las redes sociales. Proyecto de intervención sobre competencias digitales en trabajadores migrantes legales de Nuevo León que viajan temporalmente a los Estados Unidos: José Juan Olvera Gudiño y Manuel Yarto Wong / Información para una migración humanista: Horacio Cárdenas Zardoni / Migración de género, otras perspectivas: Juana María Alanís Ramírez y Hortencia Hernández Méndez / Estereotipos, prejuicios y discriminación entre inmigrantes extranjeros en Monterrey: Juan Antonio Doncel de la Colina / Torreón, otra ruta hacia el sueño americano: Eiko Gavaldón Oseki / Coordinación y edición © Ana Isabel Pérez-Gavilán A., Hernán M. Venegas Delgado y Carlos J. Recio Dávila Imagen de portada © Amnistía Internacional Chile Copyright © Universidad Autónoma de Coahuila, Escuela de Ciencias Sociales, 2013 Copyright © Editorial Atemporia S. A. de C. V., 2013 Juárez 309 Centro, Saltillo, Coahuila. México. Diseño: Alejandra Peart Cuevas Impreso y hecho en México. ISBN: 978-607-8192-00-7


Miradas sobre la migración

Ana Isabel Pérez-Gavilán Hernán M. Venegas Delgado Carlos J. Recio Dávila

COORDINADORES

atemporia academia



ÍNDICE INTRODUCCIÓN ........................................................................... 9 I. EL FENÓMENO MIGRATORIO ............................................................

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La migración forzada, una migración sin futuro Pedro Pantoja Arreola ......................................................... 17 II. ASPECTOS HISTÓRICOS DE LA MIGRACIÓN .....................................

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Migraciones de apaches hacia Texas y Coahuila en el Siglo XVII: Un informe del gobierno novohispano de 1785 Hernán Venegas Delgado, Abimael Cerecero Álvarez y Juan José Casas García ...................................................... 31 Migración del norte. Los kikapús, mascogos y seminoles en el norte de Coahuila (1848-1860) Ernesto Alfonso Terry Carrillo .............................................. 43 Flujos migratorios hacia la Unión Americana Mónica Amezcua García y Carlos J. Recio Dávila.......................................................... 55 III. LA REPRESENTACIÓN DE LA MIGRACIÓN Y DE LAS PERSONAS MIGRANTES ................................................ 71

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El cuerpo del migrante Carlos J. Recio Dávila y Ana Isabel Pérez-Gavilán ...................................................... 73 Curtidos para caminar. Representaciones sociales de personas migrantes centroamericanas en tránsito por México Edna Gabriela Díaz Báez ....................................................... 103 IV. MIGRACIÓN, TECNOLOGÍAS DIGITALES Y POLÍTICAS PÚBLICAS ............................................................... 123 Auto aprendizaje virtual y el uso de las redes sociales. Proyecto de intervención sobre competencias digitales en trabajadores migrantes legales de Nuevo León que viajan temporalmente a los Estados Unidos José Juan Olvera Gudiño y Manuel Yarto Wong ............................................................. 125 Información para una migración humanista Horacio Cárdenas Zardoni.. .................................................... 143 V. HIBRIDACIONES CULTURALES LIGADAS A LA MIGRACIÓN .............................................................. 155 Migración y género, otras perspectivas Juana María Alanís Ramírez y Hortencia Hernández Méndez ............................................ 157 Estereotipos nacionales y étnicos entre extranjeros en Monterrey: ¿Factor de conocimiento erróneo o fuente de conocimiento verídico? Juan Antonio Doncel de la Colina ........................................... 171 Torreón: otra ruta hacia el sueño americano Eiko Gavaldón Oseki .............................................................. 185

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INTRODUCCIÓN El libro que se presenta a los lectores a continuación es el resultado de las reflexiones de algunos intelectuales comprometidos con el grave problema que representa el fenómeno migratorio en México y, por extensión, en toda la América Latina. Este se halla estructurado en cinco partes fundamentales, que recorren el fenómeno migratorio en sus generalidad y su complejidad; algunos elementos a guisa de ejemplos sobre los aspectos históricos de la migración; la representación que tenemos sobre los migrantes, así como las que éstos tienen de sí mismos; las nuevas tecnologías relacionadas con estos usuarios y, no podían faltar, las necesarias y enriquecedoras hibridaciones culturales relacionadas con la migración. El texto, en su primera parte, abre con un concienzudo trabajo de Pedro Pantoja Arreola, Asesor de Belén Casa del Migrante, de Saltillo, Coahuila, titulado “La migración forzada, una migración sin futuro”, de quien es un reconocido defensor de los migrantes centroamericanos que transitan sobre todo la frontera norte en búsqueda del llamado “sueño dorado”, del supuesto paraíso norteamericano. En un texto duro, como debe ser en este caso, el padre Pantoja nos revela sus profundas convicciones sobre este gran flagelo de la historia actual mexicana y centroamericana, sobre todo, pero que no es privativo de ninguna sociedad contemporánea.

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Por su parte Mónica Amezcua García y Carlos J. Recio Dávila presentan el trabajo “Flujos migratorios hacia la Unión Americana” que muestra algunas consideraciones teóricas, conceptuales y referenciales en torno a los procesos de migración, particularmente la que se ha desarrollado en el último siglo, de América Latina hacia los Estados Unidos. Enseguida, el libro pasa a enfocarse en el análisis histórico del fenómeno migratorio, precisamente en la Nueva España-México, cuando ésta era receptora, de agrado o por fuerza de las migraciones de pueblos indígenas, expulsados de sus lugares ancestrales de origen y habitación, por las potencias coloniales europeas y los nacientes Estados Unidos de Norteamérica. Así, las “Migraciones de apaches hacia Texas y Coahuila en el siglo XVIII. Un informe del gobierno novohispano de 1785”, signado por Hernán M. Venegas Delgado y sus colaboradores, bachilleres Abimael Cerecero Álvarez y Juan José Casas García, de la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila (U. A. de C.), consiste en un análisis de un sustancioso documento colonial que hace énfasis en las migraciones forzadas de pueblos indios hacia las fronteras imperiales hispanas del norte del continente americano. Este trabajo demuestra, a partir de su base documental, ese fenómeno migratorio, con graves daños finales para estas naciones indias, que no sólo se enfrentaban entonces al ya tradicional para ellos colonialismo europeo y norteamericano en general, sino ahora también, a los embates que presuponían su ingreso en la Nueva España. Sobre mediados del siglo XIX, otro trabajo, titulado “Migración del norte. Los kikapús, mascogos y seminoles en el norte de Coahuila (1848-1860)”, de Ernesto Alfonso Terry Carrillo, egresado de la Escuela de Ciencias Sociales de la U. A. de C. y especialista del Archivo Municipal de Saltillo, Coahuila, aporta otra dimensión del problema desde la perspectiva historiográfica. Terry Carrillo nos introduce a nuevos aspectos de la migración india, 10


pero ya en las condiciones republicanas en el México independiente que, a mediados del siglo XIX, acogió a nuevas etnias desplazadas del norte del río Bravo, de las cuales permanecen determinadas comunidades incluso en la actualidad del norte del estado coahuileño. Junto a esto, continuaba la política de exterminio de otras naciones indias, sobre todo de los apaches, cuando ya los chichimecos estaban en franco retroceso numérico producto de una historia previa depredatoria sobre éstos. En otro orden de temas y ya centrado en la actualidad, la representación de la migración y de sus integrantes, de la tercera parte de nuestro libro, incluye el artículo “Auto aprendizaje virtual y el uso de las redes sociales. Proyecto de intervención sobre competencias digitales en trabajadores migrantes legales de Nuevo León que viajan temporalmente a los Estados Unidos”, José Juan Olvera Gudiño y Manuel Yarto Wong, ambos de la Universidad Regiomontana, de Monterrey, Nuevo León, retoman la ventaja que significan las competencias digitales en esta era de informatización para la adecuada preparación de los trabajadores migrantes legales neoleoneses en Estados Unidos, como un medio de defensa y protección de los abusos de que son víctimas muchas veces y, sobre todo, como instrumento de información para el desarrollo de sus procesos respectivos de estadía en tierras estadounidenses. A continuación se presenta el trabajo “Información para una migración humanista”, de Horacio Cárdenas Zardoni, del Sistema de Infotecas Centrales de la U. A. de C., quien enfatiza, en medio de una sociedad “informatizada”, la importancia de la utilización de estos medios ya no sólo como necesarios para la comunicación actual, sino también como una alternativa para salvaguardar sus derechos, pisoteados una y otra vez. El texto de Carlos J. Recio y de Ana Isabel Pérez-Gavilán, “El cuerpo del migrante”, versa sobre el cuerpo como superficie, agente y objeto físico y simbólico de la migración. Este singular acercamiento plantea los esfuerzos y transformaciones que sufren los cuerpos de migrantes en su trayecto a Estados Unidos y cómo el lenguaje simbólico, especialmente el tatuaje, les ayuda a mantener sus vínculos personales, familiares y comunitarios para seguir adelante. 11


“Curtidos para caminar. Representaciones sociales de persona migrantes centroamericanas en tránsito por México”, de Edna Gabriela Díaz Báez, de la Escuela de Psicología, Unidad Norte, de la U. A. de C., nos introduce en un análisis de un terrible y debatido problema de la contemporaneidad migratoria en México y Centro América. Estos migrantes, en particular los de Honduras y El Salvador, más otros de esas repúblicas hermanas transitan por dificultades a veces inimaginables hacia la frontera norteamericana, pero donde también el hecho de las representaciones sociales de estos actores condicionan y explican ese difícil tránsito, en el que se dan de la mano posiciones extremas, desde la sevicia hasta la bondad con que son acogidos por sectores del pueblo mexicano. El texto se basa en entrevistas realizadas a migrantes centroamericanos en su paso por Belén, Casa del Migrante, en Saltillo, Coahuila. La última parte de nuestro libro, aborda las hibridaciones culturales relacionadas con la migración para abrir nuevos espacios a nuestro propósito. Por ejemplo, Juana María Alanís y Hortencia Hernández Méndez, ambas de la U. A. de C., nos hacen llegar el texto “Migración de género, otras perspectivas”, en el que las autoras puntualizan en esta oportunidad en las especificidades de ese difícil y riesgoso tránsito, en este caso focalizado en el caso de las mujeres e incluso de los niños y adolescentes que las acompañan o bien realizan solos su viaje. Un elemento insoslayable en estos análisis generales y casuísticos lo aportan los “Estereotipos, prejuicios y discriminación entre inmigrantes extranjeros en Monterrey”, de Juan Antonio Doncel de la Colina, de la Universidad Regiomontana de Nuevo León, quien regionaliza un problema social agudo en nuestros días, el de la exclusión del otro, si es que podríamos llamarlo así, en medio de una sociedad, la mexicana, constituida sobre lo más altos principios tradicionales de generosidad, como lo ha demostrado su propia historia contemporánea. En esa misma o parecida dirección, el trabajo “Torreón: otra ruta hacia el sueño americano”, de Eiko Gavaldón, de la Universidad Iberoamericana, de Torreón, Coahuila, se focaliza en otra de las ciudades esenciales del noreste mexicano donde se han polarizado las contradicciones en relación al paso de los migrantes, la cual, por 12


añadidura, se ha convertido en una de las poblaciones más peligrosas de esta parte del país. Como vemos, la multiplicidad de enfoques y problemas que presenta nuestro libro resulta una invitación para penetrar aún más en el complejo fenómeno migratorio, en muchas de sus consecuencias, como elemento esencial para comprender aún más las realidades de nuestras repúblicas y en la mirada de muchos de sus habitantes a los que varios de nuestros autores han llamado de una u otra forma como el deseo de nuestros migrantes de cumplir con el malhadado “sueño americano”. Comité Editorial

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I EL FENÓMENO MIGRATORIO



LA MIGRACIÓN FORZADA, UNA MIGRACIÓN SIN FUTURO Pedro Pantoja Arreola

Resumen La migración centroamericana que se dirige a Estados Unidos es forzada y dolorosa. El Pbro. Pedro Pantoja, reconocido defensor de los derechos humanos de los migrantes centroamericanos a nivel internacional, levanta aquí la voz por el derecho a migrar sin violencia, haciendo una lectura de la fuerza y persistencia de estos individuos que son sometidos a todo tipo de abusos, violencia y extorsiones. Capaces de levantarse con una nueva fuerza renovada, son estandartes de una nueva lucha social transformadora, rostros de una nueva historia de la humanidad. (N. de los editores) Palabras clave Derechos humanos, migración centroamericana, San Fernando Tamaulipas, violencia, mujer migrante.

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na mujer migrante centroamericana y dos compañeros, después de cruzar la frontera Guatemala-México, por la selva de Tabasco, fueron atacados brutalmente por delincuentes armados con pistolas y machetes. A los hombres, después de golpearlos, los despojaron de todo. A la mujer se la llevaron aparte para abusar de ella sexualmente… La dejaron muy lastimada. Ahí se quedaron abandonados los tres… Al seguir su camino, agotados y violados, cayeron dormidos a la orilla de un río. Mientras dormían los hombres, la mujer migrante se levantó y se metió a las aguas del río por largo tiempo, hasta que sus compañeros, notando su ausencia, corrieron desesperados para sacarla del río. Ella, mientras tanto, se sumergía una y otra vez en las aguas, llorando entristecida. Queriendo sacarla del agua, ella se negaba y gritaba que no quería salirse hasta que se limpiara la mugre y la tristeza que traía en todo el cuerpo. ¿Cómo eliminar y cómo limpiarnos esta descomposición y mugre social que nos invade y nos destruye, especialmente a esta migración centroamericana forzada y dolorosa? Porque es indudable que toda esta migración “sur-norte”, a pesar de que es una caravana de gente hambrienta, despojada, candidata a la esclavitud laboral del trabajo barato en el norte, lleva en su alforja de vida, grandes universos culturales, los rostros de una nueva historia de la humanidad. Porque:

Cuando emigra el joven, emigra la esperanza… Cuando emigra la mujer, emigra la vida… (Simone) Cuando emigra la familia, emigra el tejido social… Cuando emigra el indígena, emigra la historia…

Esta migración contra todo el ataque despiadado de la discriminación y crueldad social es la nueva historia de la humanidad, es la insurgencia de los nuevos agentes sociales, es la fuerza de una auténtica globalización humana “desde abajo”. Esta migración no es problema social, ni una amenaza. Es la nueva causa social por la que se inaugura una nueva lucha social transformadora.1

1 N. del E. Negritas del autor en todos los casos.

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Su razón principal Esta migración es un nuevo aprendizaje social, mundial, que genera los nuevos paradigmas de la historia y de las luchas sociales, que rescata las víctimas de la historia opresora y que nos llena de indignación por tanto dolor y tanta injusticia. Se transcriben aquí los artículos 1, 3, 5, 6 y 7 de la Declaración Universal de losDerechos Humanos que asientan: Art. 1: Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros. Art. 3: Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. Art. 5: Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Art. 6: Todo ser humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su personalidad jurídica. Art. 7: Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación. La migración de las ciudadanías negadas Por donde quiera que pasa esta migración, se les niega la identidad, se les echa de la ciudad y de la ciudadanía, se les despoja de toda dignidad. Así se expresa en el siguiente testimonio: Éramos tres compañeros… yendo en el tren, pasando por Escobedo, Nuevo León., La policía nos bajó, nos robó y nos llevó a la cárcel prisioneros.Como no había lugar para encerrarnos, nos encerró en los baños, con el suelo totalmente lleno de excremento. –¿Por qué nos mete 20


aquí –le dijimos–, si todo el suelo está lleno de excremento? Y nos contestó: – “Porque eso es lo que son ustedes… una mierda…” Y sin embargo esta migración inaugura la experiencia de una nueva ciudadanía en el mundo, una ciudadanía que no se mide por fronteras y muros. Ciudadanía de “ciudadanos del universo”. Así lo explica el gran sociólogo portugués Boaventura de Souza Santos: [Esta migración]es la reivindicación de la posibilidad de otro tipo de nacionalidad, una ciudadanía universal, que tiene raíces étnico-culturales, que no colisiona, ni rivaliza, que no genera un conflicto con los parámetros del Estado-Nación. Cuando la ciudadanía se construye no por el choque de las civilizaciones (Hungtinton), sino por el encuentro de las culturas y la riqueza de la diversidad cultural. Es la emancipación y la nueva revolución social de quienes, despojados y explotados, desenmascaran y ponen en evidencia vergonzosa al sistema neoliberal económico, la globalización de la miseria, inaugurando en su caminar un nuevo modelo y sistema económico, el de la participación, el de la convivencialidad, de la justicia e igualdad compartidas, la nueva utopía de la hospitalidad, la acogida para dejar de ser “nómadas sin derechos”, la esperanza de que otro mundo es posible. Los nuevos asentamientos humanos democráticos De acuerdo con Boaventura de Souza Santos, cuando los migrantes se establecen en sus comunidades de destino, construyen nuevas redes sociales y, superando toda corrupción política y el aplastamiento de la democracia por gobiernos abusivos, manipuladores, que utilizan y someten al pueblo humilde con líderes y lideresas corruptas, inauguran el nuevo proceso democrático: de la democracia representativa a la participativa y de la democracia participativa a la comunitaria. La nueva perspectiva de los derechos humanos Hasta hoy los derechos humanos son burla: los generales, las fuerzas armadas, los gobernadores, policías corruptos, funcionarios públicos, todos han hecho talleres en derechos humanos. 21


La perspectiva de los derechos humanos desde esta migración es la propuesta que se aleja mucho de lo que expertos y académicos exponen en sus cátedras y talleres. La migración exige ser compañeros del camino, igualarse víctimas y defensores en los riesgos, en los terrores cuando los encañona el crimen organizado o los despojan los policías corruptos. En una palabra, no es válido el discurso de los derechos humanos sin la práctica y la lucha social que acelere y realice el cambio de la victimización a la subjetividad social. Un nuevo modelo social de mujer Desde la barbarie de agresiones contra la migración y especialmente contra el género femenino, se gesta un nuevo modelo social de mujer. No tiene comparación el sufrimiento de la joven burguesa con el de la mujer migrante. La joven burguesa llorará como las adolescentes de Monterrey porque se acabaron las entradas para el show de su artista preferido. Sufrirá porque no hay demasiados antros, ni horarios nuevos para el reventón, porque no encuentra el champú adecuado a su cabellera y jamás “se indignará” como los jóvenes estudiantes de Chile, España, Nueva York. Aquí en Saltillo nadie se indigna de nada… jóvenes, clase política, congresistas, clase media, todo lo aguantan… Presento aquí el testimonio de Marisela, mujer hondureña de 35 años de edad. Su familia, tres hijos y una madre-abuela atrapados por el hambre. Su marido no existe, hace tiempo que los abandonó. Llegó a Belén, Posada del Migrante, en Saltillo, en el mes de febrero. La rodeaba un silencio de tristeza en cada uno de sus pasos, como también detalles de sentirse avergonzada. A escondidas, en un rincón muy aislado en nuestra casa y con su insistencia llena de vergüenza, contó su historia: Los doce hombres abusaron de mí uno tras otro… yo estaba totalmente humillada, sintiéndome sucia en mi cuerpo, llena de coraje. Cuando llegó el último para violarme, me levanté adolorida y violentamente lo estruje de su miembro y lo aventé. Desesperada corrí, no supe pa´ donde, ni cuánto tiempo lo hice, para liberarme de aquella tristeza.Voy a seguir a los Estados Unidos, porque me duele más el hambre de mis hijos, y pues, ya estoy aquí. 22


La mujer migrante sangra… arriba de los vagones del tren, a la orilla de los rieles, en las estaciones migratorias, en la selva, será vejada una y cien veces por el maldito ritual sexual a que será sometida por innumerables violadores. Su problema entre muchos será tal vez encontrar el anticonceptivo que la libere de los embarazos por abuso sexual y la tristeza de encontrarse de regreso en la intimidad con su esposo como lo expresaba la protagonista de la película “De nadie”: “Después de tantas violaciones regresaré con mi esposo sangrando como una virgen”. Y sin embargo, a la mujer migrante la hemos visto en nuestra Casa [Belén], cómo se levanta y se convierte en ‘una flor que nace de la muerte’. El nuevo paradigma de la crueldad social. La masacre de los 72, agosto de 2010, San Fernando, Tamaulipas “Setenta y dos migrantes asesinados”. El 25 de agosto de 2010 se hizo público el hallazgo de los cuerpos de 72 migrantes asesinados en San Fernando, Tamaulipas. A la enérgica condena que mereció el gobierno mexicano tras dicho hallazgo por parte del Secretario General de la OEA, se sumó la reprobación de la Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU y del Ministerio de Relaciones Exteriores de El Salvador, entre otros. En el caso de los 72 migrantes asesinados, el estado mexicano mostró una debilidad estructural para cuidar la confidencialidad de la investigación y proteger a los testigos. El agente del ministerio público encargado de la investigación de la masacre de los 72 migrantes y un policía judicial fueron asesinados a los pocos días de estar a cargo de la investigación. Más gravemente, el 2 de septiembre de 2010 se difundió por todo el continente una entrevista del único testigo sobreviviente, revelándose su nombre completo. Se reportó además las amenazas a la familia del sobreviviente en su comunidad de origen, señalándose que el mismo coyote que lo había contactado desde su comunidad, amenazó de muerte a los familiares si daban información sobre él. La comunidad del sobreviviente de Ecuador es pequeña, donde puede ser fácilmente ubicable, lo cual 23


no se tomó en consideración por el gobierno mexicano ni por el ecuatoriano al momento de dar a conocer en los medios de comunicación su identidad. El hallazgo de fosas clandestinas, abril de 2011, San Fernando, Tamaulipas El jueves 7 de abril de 2011, la prensa nacional dio a conocer el hallazgo de 43 restos en una fosa clandestina, nuevamente en el municipio de San Fernando, Tamaulipas. El desarrollo de las investigaciones, según se reportó en los medios de comunicación, fue vertiginoso. En la última actualización en conferencia de prensa de la Procuradora General de la República el 26 de abril de 2011, se reportaba el hallazgo de 183 cuerpos en 47 fosas clandestinas. El 7 de junio la cuenta ascendió a 193 cuerpos y 47 fosas clandestinas, sólo en el municipio de San Fernando. La crueldad extrema sobre las víctimas Las formas de ejecución son extremadamente violentas. Las notas periodísticas relatan que 130 murieron a consecuencia de golpes con objetos contundentes (algunos infligidos por víctimas forzadas a hacerlo) y el 80 por ciento de los restos presentaban huellas de tortura. Uno de los relatos periodísticos resalta la crudeza con que fueron asesinados hombres, ancianos, mujeres, niños y recién nacidos. De acuerdo con lo reportado por la prensa, un testigo de la matanza relacionada con las 47 fosas de San Fernando, refiere que cuando fueron secuestrados, el grupo criminal “los Zetas”, separó a la gente del autobús por grupos: mujeres, niños, adultos mayores y hombres. A los hombres los obligaron a pelear en parejas con un mazo, con la consigna de que debían pegar a matar a fin de sobrevivir. A los que se oponían los asesinaban enfrente del grupo como una forma de intimidación. A las mujeres que consideraban “más guapas” las bajaron del camión y se las llevaron a un lugar donde había otro grupo de mujeres prisioneras que se encontraban en situación deplorable. Fueron violadas. Les arrebataron a sus niños que se aferraban a ellas diciéndoles: “a ver perras, denme a sus cachorros”. A los niños los llevaron a otra parte, en donde había unos tanques con ácido, ahí los aventaban, se oían los gritos de dolor mientras se deshacían. Y 24


los sicarios solo reían a carcajadas. Uno de ellos les gritó a los demás: “ya va a estar el caldo”. A los adultos mayores los acostaron en el piso y obligaron a que el chofer del camión pasara por encima de ellos. Obligaron al resto de las mujeres a permanecer arriba del camión mientras eso sucedía, luego las mataron a golpes. El grupo criminal disfrutaba esto como si fuera una fiesta y al final ‘el Comandante 40’, reunió a todos Los Zetas y les dijo: “Ya estuvo bueno de diversión por esta noche cabrones. Traigan a los ganadores”, y trajeron a los que habían matado a su contrincante con el mazo y les dijo, “Bienvenidos al grupo de Fuerzas Especiales Zeta, el otro ejército”. El contexto de militarización y retenes de la Policía Federal Tamaulipas es el Estado más militarizado y con mayor presencia de la terrible Policía Federal. Es una frontera caliente y explosiva en sus poblaciones de Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros. Siempre han reinado en estos lugares el narcotráfico, la violencia y el tráfico humano; y ahora de una manera especial el “Crimen Organizado”. Estos municipios fronterizos colindan con las ciudades más ricas y comerciales del sur de Texas: Laredo, McAllen y Brownsville, y un poco más a distancia, San Antonio, Houston, Corpus Christi y Dallas. Siempre ha existido el tráfico comercial que le reporta grandes ganancias ilícitas a la policía aduanal y federal. Las patrullas federales recorren día y noche estas carreteras fronterizas de Tamaulipas y no dejan escapar vivos a traficantes comerciales. Por eso, uno se pregunta, ¿en qué forma tan invisible se movieron por estas carreteras todos los convoyes de camionetas y autobuses guiados por el crimen organizado? ¿Cómo pudieron filtrarse, asesinar y sepultar sus muertos sin ser percibidos por el ejército y la policía federal? Toda la grandeza humana, los profundos valores de la migración forzada, el derecho que lo acompaña en su lucha para salir del hambre y de su abandono social, la dignidad inalienable; todo queda 25


atrapado, destrozado, pisoteado, tan profundamente que elimina toda posibilidad de supervivencia. Este paradigma de crueldad social contra la migración forzada ha superado los parámetros de la explotación tradicional de las víctimas: un tiempo se le marginó, después se le excluyó y ahora se le secuestra, se le asesina, se le tortura y ya estamos en los acontecimientos salvajes del exterminio, de la eliminación, del holocausto y el genocidio. Nuestra fuerte exigencia es la justicia y la reparación. Se fundamenta en la Convención Belem Do Pará, ratificado por México (Arts. 4, 6, 7), y en la Ley General de las Mujeres para el acceso a una vida libre de violencia. Es un hecho que la situación por la que ahora pasa la migración forzada presenta un Estado de Derecho totalmente vulnerado. Nuevas acusaciones al Estado mexicano 1.

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Las violaciones continúan porque no se están haciendo las investigaciones pertinentes, ni se está haciendo la documentación correspondiente en cada caso, a fin de que se puedan localizar a las familias y porque los familiares, como se ha dicho en los hechos, están recorriendo caminos de extremo peligro, porque no están siendo atendidos por ninguna institución, ni mínimamente para tener acceso al derecho básico de poder verificar si entre los restos están los suyos, por lo que las acciones del Estado tendrían por finalidad CESAR el estado de cosas que propicia la violación, y garantizar un resultado mediante procedimientos idóneos a través de la realización de una acción atribuible al Estado de manera directa. Peligra la vida e integridad de los familiares de las víctimas por su participación en el proceso de denuncia e identificación. Los familiares de los migrantes sufren amenazas y riesgos por su desplazamiento por zonas de alta peligrosidad y la ausencia de medidas estatales que les permitan denunciar y obtener información sobre el paradero de las víctimas. La urgencia de protección estatal ante las amenazas y riesgos que enfrentan las familias y los testigos por parte del


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Crimen Organizado, el cual desde Honduras y Guatemala no va a permitir que los familiares busquen los cuerpos de sus familiares y que obtengan justicia. Por tal razón se vive un escenario de intimidación. Existe un riesgo evidente al acudir a denunciar la desaparición de un migrante, por el involucramiento de servidores públicos en los hechos denunciados. Se tiene la necesidad urgente de frenar la sobre victimización de las familias por parte de las autoridades y su afectación psicológica por tratos crueles, inhumanos y degradantes, al no saber el paradero de los suyos. El duelo es interminable. La privación continua de la verdad acerca del paradero de sus desaparecidos constituye una forma de trato indigna y dolorosa para los familiares, de tal manera que la CORTE IDH considera como una fuente de sufrimiento y angustia adicional para las víctimas y sus familiares. Es latente el riesgo de que se pierda la evidencia fundamental para asegurar el éxito en un futuro juicio. Y sobre todo, lastima a toda la sociedad la permanente impunidad de los hechos y los responsables. La connotación de la vulnerabilidad de las víctimas es palpable. La criminalización se une a la identificación del riesgo, porque las víctimas pertenecen a un grupo en situación de extrema vulnerabilidad que a nadie importa. Conclusión y propuestas

Desde todos nuestros colectivos nacionales nos hemos propuesto lanzar, por dignidad, por solidaridad y por caridad cristiana una: “Campaña por el derecho a migrar sin violencia”

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Referencias Aresti de la Torre, Lore (Coord.) (2010), Mujer y migración, los costos emocionales, México, UANL, UAM, UM. Centro de Derechos Humanos “Miguel Agustín Pro Juárez”, A. C. y Casa del Migrante de Saltillo (2012), Cuaderno sobre secuestro de migrantes, México. Human Rights Watch (2011), Ni seguridad ni derechos. Ejecuciones, desapariciones y tortura en “la guerra contra el narcotráfico” de México, EstadosUnidos. Meza González, Liliana y Miriam Cuéllar Alvarez (Comps.) (2009), La vulnerabilidad de los gruposmigrantes en México, México, Universidad Iberoamericana. Santamaría, Enrique (2008), Retos epistemológicos de las migraciones trasnacionales, Barcelona, Anthoropos. Sin Fronteras IAP (Coord.) (2008), Cambiando perspectiva: de la gestión de flujos hacia la construcción de políticas de migración con enfoque de desarrollo, México. Solano Chávez, Ivonne (Coord.) (2011), Migrantes somos y en el camino andamos.Tlalpa, EON. Sousa Santos, Boaventura de (2010). Refundación del Estado en América Latina, Lima, Siglo XXI Eds.

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II ASPECTOS HISTÓRICOS DE LA MIGRACIÓN



MIGRACIONES DE APACHES HACIA TEXAS Y COAHUILA EN EL SIGLO XVIII: UN INFORME DEL GOBIERNO NOVOHISPANO DE 1785 Hernán M. Venegas Delgado Abimael Cerecero Álvarez Juan José Casas García

Resumen El trabajo realiza un análisis de un documento del gobierno colonial novohispano de 1785 acerca de un fenómeno que estaba ocurriendo en ese momento: el de las migraciones de los indios apaches y sus diversos grupos, desde el territorio del centro-oeste de los actuales Estados Unidos de Norteamérica hacia las Provincias Internas de la Nueva España, en particular hacia los actuales estados de Texas y Coahuila, ambos situados dentro de las fronteras del virreinato. A la vez se estudian las causas de las tales migraciones, desde sus orígenes más significativos, pasando por sus antecedentes más cercanos en el siglo XVIII, hasta arribar a la política de exterminio decretada por el gobierno colonial contra los apaches en particular y contra otros grupos de nómadas, como el de los chichimecas.

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Palabras clave Migraciones apaches, Texas y Coahuila, siglo XVIII, gobierno novohispano.

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os apaches, grupo nómada dedicado a la caza y recolección, se desplazaban, al igual que otros grupos, por los territorios de las grandes planicies e incluso las montañas de Norteamérica, desde lo que hoy en día es la frontera estadounidense-canadiense hasta las inmediaciones del río Bravo y entre las montañas Rocosas y los Apalaches. De esta manera establecieron dos rutas fundamentales para tales desplazamientos, como se puede ver en el mapa que presentamos a continuación:

Probables rutas migratorias de los apaches hacia el sur en los siglos XV-XVI (y hasta el siglo XIX incluso, penetrando al sur del río Bravo, nota de los autores del presente trabajo), según dibujo de Fermín Zapién y Luis Andrade, extraído de Carlos González y Ricardo León, Tarahumaras y apaches en Chihuahua, siglo XIX, México, CIESAS, 2000, p.136.

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La conformación de fronteras para la subsistencia apache, más allá de obedecer a las características geográficas que limitarían su libre tránsito y alimentación, obedecían a la existencia de un enorme mamífero que pastaba en las grandes llanuras; nos referimos al bisonte, el cíbola de los apaches1. La caza del cíbola no solo proveía de alimento, también proveía de grandes cantidades de piel que eran utilizadas para la elaboración de la vestimenta, para escudos contra ataques de todo tipo y para la construcción de tiendas para sus campamentos. Poco a poco el mencionado animal se convirtió en un elemento fundamental para su supervivencia, incluyendo el comercio de sus pieles con franceses y británicos-estadounidenses. Su hábitat se encontraba bastante extendido en Norteamérica, como se puede observar en el área sombreada del mapa que reproducimos a continuación:

Carl Waldman, Atlas of the North American Indian, Facts on File, 1985, p.39, tomado de Martha Rodríguez, Los indios de Coahuila durante el siglos XIX. México, CIESAS, 1995, p. 35. 1 En los documentos de la época se utiliza tal palabra. Así, el gobernador español Domingo Cabello utiliza la palabra cíbola para referirse a los bisontes, en el informe enviado al virrey conde de Gálvez que es el documento que se analiza en la presente ponencia. Se utilizará esta palabra en lo adelante. Los comanches se referían al cíbola como cuttsee.

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La constante caza, combinada con la creciente expansión de los británicos desde el noreste y de los franceses en el valle del río Mississippi, se encaminaba a dominar y posteriormente empujar hacia el oeste la frontera natural que suponía dicho río. Por su parte los españoles, que avanzaban en dirección al río Bravo (Provincias Internas de la Nueva España), produjeron un drástico decremento del hábitat del cíbola. Los apaches comenzaron a comprimirse dentro de las planicies, centrales de Norteamérica, concordando así con la reducción de las moradas del cíbola, por lo que se da entonces un movimiento migratorio por diferentes motivos, el que se detalla en el documento base de esta investigación. Éste es sin duda fundamental pues marca el antecedente de la drástica movilización del que se convirtió en grupo ambulante hacia las proximidades de Texas y el norte de la actual Coahuila así como hacia el noroeste novohispano. Además debemos tomar en cuenta, que desde el este venían pujantes las oleadas de la colonización francesa y anglosajona y desde el sur las españolas. Así tenemos como resultado a los apaches (y otras etnias) comprimiéndose cada vez más. Conforme el fenómeno crecía, la movilidad hacia un espacio reducido se volvió ya imposible, pues a lo mencionado debemos sumarle las enemistades entre las etnias, fomentadas por las potencias coloniales y sus sucesores. Un caso muy marcado fue el de la rivalidad de los apaches con los comanches, por ello el interés manifiesto de las potencias imperialistas, vía intromisiones en sus territorios y lo que éstas conllevaban. Empezaría un nuevo modelo de vida para la frontera imperial, basado en guerras, que como siempre son funestas, y pactos de paz con la mirada siempre interesada de España, Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos e inclusive de la Rusia zarista (al norte de la California española). A una primera migración apache, siguió otra, que no hubiese sido posible sin el “descubrimiento” de Texas acaecido en 1630, cuando Alonso de León, oriundo del Nuevo Reino de León, a petición del virrey en turno, Rodrigo Pacheco, dotó a la nueva pieza del rompecabezas novohispano de una misma extensión territorial para que embonara a la perfección con los intereses de la Corona para con35


trarrestar el avance, principalmente el francés, de las otras potencias europeas en la América del norte. De León tuvo una buena acogida por parte de los indios texhos, por lo que en su honor nombró al territorio encajado entre Luisiana (norte y noreste), Coahuila, Nuevo Reino de León y Nuevo Santander (hacia el sur), Golfo de México (este) y Nuevo México (noroeste) como Texas. Los españoles, ni tardos ni perezosos, como lo dice el viejo adagio, comenzaron a colonizar, pues ya en 1685 los franceses se habían establecido en la Bahía del Espíritu Santo, muy cerca de las costas texanas. Para tal empresa se envió al gobernador de “Coahuila con ciento diez hombres y algunos religiosos” para que se establecieran y estos últimos fundaran las misiones. El apoyo del rey fue inminente y mandó se pacificara y redujera a los dóciles texhos,2 grupo mayoritario de los nativos de la ahora provincia. Las personas, religiosos y militares que llegaban, “servían de resguardo” ante los franceses y para la protección del territorio. Se establecieron dos presidios en un primer momento y éstos a su vez, fueron de los más importantes: el de San Antonio de Béjar, en el centro sur, y el de Bahía del Espíritu Santo, cercano a la costa. También muy cerca, por supuesto, estaban las misiones, que garantizaban la otra parte de la “pacificación”, en este caso por medio de la conversión religiosa de los indios al catolicismo. Los indios enemigos, como los llamaban los españoles y sus servidores criollos, seguían fuera de la provincia, siendo dominantes en ésta los aliados de los españoles, en particular los texhos, quienes no fueron nunca extorsionados por parte de los españoles, según esta fuente colonialista. Los apaches lipanes seguían a trescientas leguas de Béjar, en los campos de las riberas del río Fierro, pero debido a la ya mencionada enemistad con los comanches3 y a que estos últimos a su vez estaban siendo desplazados por la colonización y a la esca2 El documento que trabajamos se localiza en el Archivo General de la Nación (A.G.N.), Provincias Internas, vol. 32, exp. 2, fos. 33v y 34 para esta cita. 3 El informante relata que escuchó que se hablaba de una batalla que se dio durante nueve días, donde los montones de osamentas se veían a lo lejos en la Sierra de Fierro.

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Mapa que ilustra la exterminación del bisonte americano, por W. T. Hornaday (1889). Las reducciones de los espacios del hábitat del bisonte se pueden observar a su vez en la reducción de las áreas marcadas en el mapa mediante líneas irregulares. Las mayores representan su hábitat al inicio de la colonización europea y las menores representan su situación, prácticamente de exterminio, a fines del siglo XIX. Tomado de Octavio Herrera, El noreste cartográfico. Configuración histórica de una región. Monterrey, Fondo Editorial de Nuevo León, 2008, p. 196.

sez del cíbola (véase mapa a continuación), comenzaron las batallas. Habiendo perdido los apaches comenzaron a movilizarse hacia el sur, haciendo alto a doce leguas de Béjar (entre los ríos Colorado y Brazos de Dios) para alrededor del año 1720. Los comanches se-

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Rutas de las incursiones de apaches y comanches hacia 1845, en Martha Rodrí-

guez, Los indios de Coahuila durante el siglo XIX. México, CIESAS, 1995.

guirían hostilizando a los apaches.4 De esta manera se recrudecía la migración apache cada vez más hacia el sur hasta que llegaron a entrar a Texas y Coahuila y todo el norte de México con todo lo que esto suponía (véase mapa arriba), que extiende incluso el fenómeno hasta 1845, cuando ya sobre los apaches se había hecho una especie de “limpieza étnica” y aplicada una “solución final” al problema de su presencia –al igual que con los chichimecas- en el noreste novohispano5).

4 Un dicho indio, tanto de los comanches, como de los grupos apaches, dice que si aún después de muertos se llegaran a encontrar, sus huesos habrían de seguir sus peleas los unos con los otros. Ibídem, Fo. 36. 5 Sobre el proceso de lo que hemos denominado como “limpieza étnica” o especie de “solución final” del “problema” apache y chichimeca véase el libro La ruta del horror. Prisioneros indios del Noreste Novohispano llevados como esclavos a La Habana Cuba (fines del siglo XVIII a principios del siglo XIX)”, de Hernán M. Venegas Delgado y Carlos M. Valdés Dávila. México, Plaza y Valdés, 2013, en particular los capítulos IV y V de la obra.

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El primer encuentro con los apaches se dio en 1724, cuando los últimos mandaron una expedición hacia el sur, llegando a las inmediaciones del presidio de San Antonio de Béjar. El documento nos cuenta que los soldados, creyendo que eran indios de paz, se les acercaron y muy pronto se dieron cuenta de la naturaleza de los extraños pues resultaron muertos por las chuzas apaches. De ahí en adelante, los encuentros con los hombres de “muy buenos cuerpos y estaturas”6 serían constantes. Corría en año 1731 y ante tal intromisión en Texas, la solución de la Corona fue atraer colonos de las Islas Canarias, y establecer la villa de San Fernando, pero los apaches lograron controlar la villa y todo el territorio texano, al punto de que se temía perder la vida con sólo salir del nuevo poblado. Los isleños, a menos de un año de su llegada, pidieron ser reubicados pues el robo del ganado y caballos y las muertes de colonos a manos de los indios crecían de manera abrupta y para colmo las municiones y hombres de los presidios no eran suficientes para solventar tal situación. Ante todo el panorama lo más sensato era negociar la paz. La movilidad de los apaches supuso un cambio en el estilo de vida de la colonia texana además de cambios políticos y administrativos. (sic.) A este tiempo los apaches no sólo se desplazaban al sur por la lucha contra los comanches, pues también tal hecho obedecía a las luchas promovidas por los españoles en su contra.7

6 De esta manera los españoles veían a los apaches, además de ello los tenían por astutos, audaces y diestros en el manejo de sus armas. En documento citado, fos. 45- 45v. 7 Las escasas municiones y armamentos del presidio de Espíritu Santo, de Béjar y las misiones se juntaron para hacer frente a los enemigos y perseguirlos. También llegaron 200 hombres del Nuevo Reino de León y Coahuila, que con los 100 hombres de estos presidios ejecutaron la expedición contra los enemigos el día 31 de octubre de 1732, llegando en diciembre al río Brazos de Dios, en cuyas orillas los apaches tenían más de 400 tiendas de campaña de pieles de cíbola (vemos la importancia del cíbola, y podemos inferir en qué cantidades era cazado). En ibídem, fos. 39-39v. Se atacó durante cinco horas y al no poder contener el ataque los indios hicieron fuga. Como resultado se contaron 300 muertos y 30 prisioneros indios y 8 indias, con sólo un muerto y 7 heridos españoles, más 20 caballos muertos en combate, recobrándose más de 700 caballos que supuestamente habían robado antes a los vecinos españoles, más el botín de gamuzas, pieles de cíbola y “otros menages” de los indios que se cargaron en 100 mulas, todo ello en 1732. En ibídem, fos.39-39v

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Luego de una cruenta batalla (ver nota 4) se tomó a dos indias y un indio cómo emisarios. Estos fueron enviados a la apachería, tanto por parte del capitán Toribio de Urrutia como por fray Benito Santa Ana, presidente de las misiones de Texas. Dichos indios eran los que fueron enviados con la propuesta de restituirles todos los prisioneros indios a cambio de que estableciesen la paz. La paz se pactó el 18 de agosto de 1749, con lo que comenzaba un nuevo periodo de relativa calma entre españoles y apaches, aunque no así con los comanches que seguían persiguiéndolos hasta lograr empujarlos hasta Coahuila, entre los ríos Nueces y Bravo en 1755. Observamos entonces como el desplazamiento hacia el sur continúa, pero en 1765 sucedería un acontecimiento crucial que complicaría dicho desplazamiento en territorio colonizado, pero que a la vez lo aceleraba. El hecho es que los apaches tendrían en contra a partir de ese año a comanches y colonos por igual, ya que la paz con los apaches se rompió a raíz de que tres indios mataron a dos hombres para quitarles sus vestidos de gamuza. Al terminar la paz, la violencia que suscitaba la autodefensa apache ya afectaba a otra provincia, a Coahuila, pues aun cuando prevalecía la paz con los españoles se les permitió a los apaches seguir hacia el sur de Texas —como sabemos colindante con Coahuila— a consecuencia de la encarnizada guerra sostenida contra los comanches. Es imposible dejar de resaltar el hecho de la sinuosidad de la política española, que había favorecido la alianza con apaches desplazados por la guerra, contra su rival, los comanches. Por esto entonces en Coahuila “No se hallaba piedra, mata, ni planta que no está teñida de sangre humana”8 (sic), a la vez que el robo de ganado y caballadas era alarmante. En la Coahuila de entonces, al igual que en Texas en décadas atrás, no se podía comprar ganado ya. Los arcos, flechas, chimales o rodelas volvían a actuar en el escenario, a la vez que la migración y posterior asentamiento modificaban una vez más los estilos de vida y comerciales de la región.

8 Ibídem, fo. 49.

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Pero también es necesario resaltar que parte del éxito de los apaches en su posicionamiento en Texas y Coahuila se debe a que comenzaron a comerciar con franceses. Los indios entregaban pieles y caballos a cambio de pólvora y municiones francesas. Como respuesta, los españoles empezaron a atacar a los apaches con campañas en su contra, logrando capturar a cientos que luego serían enviados al corazón de la Nueva España, a Veracruz y a La Habana, Cuba, con lo que el fenómeno de la migración forzada adquiriría las características de un verdadero holocausto. Al parecer y dadas las circunstancias pactar una paz sería imposible en esta ocasión. Los apaches habían llegado hasta el valle de Santa Rosa, en Coahuila, haciendo exploraciones cada vez más hacia el sur, con lo que peligraban los intentos españoles por consolidar su dominio en la frontera imperial a través de la creación de las Provincias Internas y con todo el sistema de presidios y misiones que conllevaban éstos. Sumado a lo anterior se cernía una amenaza más para Nueva España, ya que se temía que los demás grupos indios (como los comanches, quienes seguían empujando a los apaches hacia el sur) se unieran en contra de los españoles. Al final del documento se presenta un panorama desolador para los colonos, no así para los apaches que, tras sus migraciones constantes hacia el sur, lograron adaptarse a las condiciones del nuevo medio por el que tenían que atravesar y permanecer, al menos de forma temporal. Lo anterior constituyó un fracaso para la jurisdicción de las Provincias Internas, pues los apaches ya se habían movilizado hasta las Provincias Internas occidentales y las orientales9 y se seguía sin controlarlos. 9 La Comandancia y Capitanía General de las Provincias Internas fue una división administrativa del Virreinato de Nueva España perteneciente a la corona de España. Por la Real Orden del 22 de agosto de 1776 se creó la Comandancia General de las Provincias Internas en la zona septentrional del virreinato de Nueva España, con capital en Arizpe y bajo jurisdicción de la Real Audiencia de Guadalajara. Esta comandancia había sido propuesta por el visitador José de Gálvez y aprobada en 1770. En 1786 la Comandancia quedó bajo el control del virrey de Nueva España, quien ordenó el 26 de agosto su división en tres comandancias: la del Poniente (provincias de Sonora, Sinaloa y las Californias), subordinada a ella quedaban la del Centro (provincias de Nueva Vizcaya y Nuevo México) y la del Oriente (provincias de Texas, Coahuila, Nuevo León y Nuevo Santander y los distritos de Saltillo y Parras).

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Los apaches continuarían movilizándose hasta donde podían y las posibilidades geográficas y la presencia militar española se lo permitían (véase mapa anterior), pero no es menos cierto que cada vez más, también se recrudecía la política de captura y esclavización de esta etnia y la de los llamados chichimecos, habitantes autóctonos del norte novohispano. Unos y otros encontrarían su fin como esclavos domésticos en las casas de élites de la Ciudad de México, Veracruz y La Habana (en el caso de las mujeres y niños) y como esclavos de por vida hasta morir en las obras de fortificación de La Habana y Veracruz. El holocausto de estos pueblos habría de consumarse totalmente, hasta fines del siglo XIX cuando, bajo el Porfiriato, se eliminaron los últimos reductos de la brava gesta india contra su sometimiento y exterminio.

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MIGRACIÓN DEL NORTE. LOS KIKAPÚS, MASCOGOS Y SEMINOLES EN EL NORTE DE COAHUILA (1848-1860) Ernesto Alfonso Terry Carrillo

Resumen Con el presente trabajo pretendo demostrar que en una época, concretamente a mediados del siglo XIX, México llegó a ser una tierra que presentaba un atractivo interesante para la migración de grupos indígenas provenientes de los Estados Unidos. Mencionaré la importancia que para los grupos de indios seminoles, kikapús y los negros mascogos representó su asentamiento en el territorio nacional, los compromisos que adquirieron ante las autoridades mexicanas para permitirles su establecimiento en la frontera norte de Coahuila, los beneficios obtenidos por estos tres grupos de “indios migrados” y la percepción que tuvieron tanto las autoridades mexicanas como los colonos y rancheros del norte de los indios migrados. Palabras clave Indios, frontera, migración, guerra, trabajo.

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E

l estudio de la migración del norte de kikapús, moscogos y seminoles que aquí presento comprende un período que se sitúa entre los años 1848 y 1860 en el norte de Coahuila, entre los lugares donde se establecieron los grupos mencionados y las regiones donde ejercieron algún tipo de influencia al establecerse ahí. Este territorio lo podemos delimitar entre las colonias militares de Aguaverde, Monclova Viejo, Río Grande y El Pan, ampliándose a los poblados del norte de Coahuila y la región de El Nacimiento, lugar de su asentamiento definitivo en el territorio nacional. Terminada la guerra propiciada por la intervención norteamericana y la posterior firma de los tratados de “Guadalupe - Hidalgo”, en 1848 el río Bravo o Grande se convirtió, de pronto, en una frontera natural y política entre los Estados Unidos y México, ocasionando con esto que cualquier intento de personas de cruzar la frontera, sin importar las intenciones, ocasionara serios conflictos entre ambas naciones. Si entendemos que la migración es consecuencia de la necesidad del migrante de buscar una mejor condición de vida, un lugar donde desarrollarse plenamente y un espacio donde encontrar la tranquilidad para conseguir estos beneficios, entonces tendríamos que buscar y explicar las causas que motivaron la migración del grupo de estudio de la nación expulsora, así mismo, descubrir las necesidades que tiene la nación receptora para acoger a estos grupos de migrantes. En el presente trabajo utilizo un método mixto de investigación cualitativa y cuantitativa, para determinar la importancia de los grupos migrados, su influencia en la región y en la población del lugar donde se asentaron y descubrir si los migrantes llegaron en un solo grupo o en varias oleadas. Así mismo hago un recuento de los hombres y mujeres que arribaron al país siendo potencialmente útiles o productivos para la región donde se asentaron. El trabajo lo limito a la historia regional del norte de Coahuila, lugar exclusivo donde se establecieron los grupos migrantes objeto del presente estudio.

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La frontera Durante el transcurso del siglo XIX, la joven nación mexicana sufrió una de las pérdidas más dolorosas que ha tenido en su historia, en 1848, firmó el tratado de “Guadalupe - Hidalgo” con los Estados Unidos por el cual se vio en la necesidad de entregar la mitad de su territorio, desplazando su nueva línea divisoria hasta la frontera natural que representaba el río Bravo o río Grande, como era y aun es llamado por los estadounidenses. La nueva línea fronteriza originó conflictos entre las autoridades de ambos países, quienes se vieron en la necesidad de resguardarla de la mejor manera posible, tomando cada una las medidas necesarias para proteger sus intereses y los de sus ciudadanos. El presidente de México José Joaquín de Herrera emite un decreto el 19 de julio de 1848 donde señala que “la nueva línea divisoria que en la república marcan los últimos tratados con los Estados Unidos del Norte, exige una especial y urgente atención, así para conservar la integridad del territorio, como para defender a los estados fronterizos de las frecuentes y crueles incursiones de los barbaros”.1 Cecilia Sheridan en su libro Anónimos y Desterrados: siglos XVI-XVIII, menciona que “El norte se define [...] por ser frontera: todo aquello que ha sido frontera es Norte, y el Norte deja de serlo ahí donde nunca ha habido experiencia de expansión”.2 El desplazamiento El desplazamiento de los grupos indígenas del presente estudio inició poco después de ser asignados a los Estados Unidos de América los territorios ubicados desde el norte de Florida hasta el sur de Canadá y al este del río Mississippi por los Tratados de París de 1783, al momento de reconocerse su independencia. 1 Francisco Javier Rodríguez Gutiérrez, Colonias Militares de Oriente, El proyecto de las colonias militares de las fronteras de oriente, 1848 – 1853, México, Instituto Estatal de Documentación, Información y Estadística, 2001, p IX. 2 Cecilia Sheridan, Anónimos y Desterrados siglos XVI-XVIII. La contienda por el “sitio que llaman de Quauyla”, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, p. 16, citando a García, 1987, p. 58.

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Para las primeras décadas del siglo XIX esta barrera fue superada y se pusieron a disposición de los colonos las tierras del oeste, obligando a los grupos indígenas a migrar hacia el oeste del río Mississippi, pero la colonización de este gran territorio continuó y miles de colonos se desplazaron hacia el oeste y sur llegando hasta lo que actualmente es el estado de Texas que por ese entonces pertenecía a México. Otro acontecimiento que movilizó a miles de personas fue la migración a California en 1849 en busca de la llamada “fiebre del oro”. Los factores que se han mencionado fueron determinantes para el desplazamiento de los grupos estudiados en el presente trabajo, porque les quitaron su territorio y los fueron empujando de los lugares de origen que habían ocupado por cientos o tal vez miles de años. El pueblo de los seminoles se encontraba establecido desde el siglo XVIII y parte del XIX en la Florida, pero al ceder España estos territorios a los Estados Unidos, los seminoles se vieron en la necesidad de firmar un tratado de paz por el cual cedían parte de su territorio. Martha Rodríguez señala que: Los seminoles negociaron un tratado de paz en donde se establecía la cesión de una parte importante de su territorio al país que los incorporaba. Este tratado no fue aceptado por numerosos grupos de ellos por lo que se suscitó un segundo conflicto que duró de 1835 a 1842 y en el que finalmente los indios perdieron la guerra.3

A consecuencia de este enfrentamiento los seminoles fueron reubicados en Oklahoma, pero una pequeña parte se unió a los mascogos y solicitaron su establecimiento en territorio mexicano. Por su parte los mascogos, probablemente escapando de la persecución de que eran objeto los negros en los Estados Unidos, se unieron a los seminoles para migrar a territorio mexicano en la década de los años 40 del siglo XIX. 3 Martha Rodríguez, Historias de resistencia y exterminio. Los indios de Coahuila durante el siglo XIX, México, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social/Instituto Nacional Indigenista, 1995, p. 101.

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El tercer grupo del presente trabajo, los kikapús, poblaron desde el siglo XVII la región de lo que actualmente son los estados de Wisconsin e Illinois, en la región de los Grandes Lagos, pero fueron desplazados constantemente de sus territorios al irse dando el expansionismo de los colonos norteamericanos hasta llegar a mediados del siglo XIX al territorio mexicano donde, junto con los seminoles y los negros mascogos, buscaron convenios con las autoridades mexicanas para asentarse pacíficamente en el norte del estado de Coahuila, lugar donde hasta la fecha los encontramos. Convenios y compromisos ¿Por qué era importante para los indios migrados trasladarse a México después de haber sido desalojados de sus tierras de origen? y ¿qué beneficios esperaban conseguir al sur de la frontera del río Bravo? Ante cualquier movimiento de población, el migrante busca antes que nada, la seguridad y las oportunidades de desarrollo para él y su familia que no le brindó su nación expulsora, así que respondiendo a estas preguntas diré que la nueva nación que les brindó abrigo, les ofreció principalmente la tranquilidad de no verse acosados por las autoridades y colonos que constantemente les reclamaban las tierras donde se asentaban, además de los beneficios para el trabajo y producción que el país receptor les ofreció, como proporcionarles tierras para trabajar y otros beneficios que a continuación detallaré, pero al cruzar la frontera divisoria, también adquirieron compromisos que tenían que cumplir y respetar a cambio de su establecimiento, éstos se encuentran estipulados en los convenios celebrados con las autoridades mexicanas. Entre los compromisos adquiridos por los indios migrados a tierras coahuilenses se encontraba la responsabilidad de combatir a los “indios enemigos”, como eran llamados los comanches y lipanes que azolaban las regiones fronterizas del territorio nacional, pero aun este compromiso les brindaba la oportunidad de obtener otros beneficios, como eran los botines recuperados en los combates contra los enemigos, representados por los indios denominados bárbaros. Un manuscrito del Archivo General del Estado de Coahuila menciona que: 48


Definidas las condiciones que se crearon a partir de la nueva frontera, algunos grupos de indios solicitaron permiso al gobierno mexicano para establecerse al sur del río Bravo. El jefe de los indios seminoles, Gato del Monte, encabezó a los kikapús, que eran comandados por Papicuan y los negros que se habían liberado de sus amos, nombrados mascogos, que eran capitaneados por el moreno John Horse, quienes solicitaron y obtuvieron la autorización para establecerse en territorio mexicano. Poco antes de cruzar la frontera fueron atacados por un grupo de indios crikes que pretendían apropiarse de los negros libres que conducían.4

En la villa de San Fernando de Rosas se acordaron las bases el 26 de julio de 1850 entre el inspector general de las Colonias Militares de Oriente y Gato del Monte, quien se ostentaba como jefe de los indios seminoles y a su vez, representante de los kikapús y los negros mascogos para que “la República los reciba en su seno como hijos suyos y les ceda y señale terrenos en que formar sus pueblos”5. Fueron once las condiciones que se negociaron y aprobaron por las partes involucradas para el establecimiento de los indios norteamericanos en el territorio nacional, entre las que podemos mencionar: En las especificaciones para la internación a territorio nacional de los indios inmigrados, las autoridades mexicanas consideraban a Gato del Monte como el jefe tanto de seminoles como de kikapúes y de los negros mascogos, sujetándose todos a las leyes del país. Una vez establecidos en el país se les dotarían de ocho sitios de ganado mayor en las cabezas de los ríos San Rodrigo y San Antonio, mismas tierras que se repartirían entre los miembros de las tribus según el número de personas que cada una contuviera y gozarían de la propiedad de las tierras para sí y para sus descendientes; además de brindarles una ayuda de veinticinco pesos diarios durante ese año como apoyo por la escasez en que se encontraban estos grupos, quedando pendiente la solicitud que hicieron para dotarles de bueyes y ganado.

4 Robles, “Informe sobre el comportamiento de Gato del Monte”, agosto de 1851, Archivo General del Estado de Coahuila (AGEC), Fondo Colonias Militares de Oriente (FCMO), c 14, F 7, e 103, 1 f. 5 Sin emisor, “Llegada de varias tribus indias a la República Mexicana”, julio de 1850, AGEC, FCMO, c 8, F 2, e 27, 138 f.

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El jefe Gato del Monte se comprometía a que sus súbditos respetarían a las autoridades mexicanas además de contribuir con su gente de armas para realizar campañas en defensa de los pueblos evitando que éstos sean invadidos por los comanches u otras naciones bárbaras, castigando con rigor a quienes cometieran hostilidades contra estos pueblos. Por su parte las autoridades mexicanas se comprometían a reparar las armas que los indios trajeran descompuestas por cuenta del Erario Nacional. Cuando Gato del Monte quisiera hacer venir a más gente de su pueblo debería ser acompañado por dos mexicanos que supieran inglés para que estos pudieran explicar las bases de este tratado y así tanto el jefe indio como los demás individuos que lo acompañaran tendrían que renunciar a sueldos o gracias que reciban por parte de los Estados Unidos, supuesto que se les considera mexicanos.6 Como podemos ver en los acuerdos celebrados entre ambas partes, quedó abierta la posibilidad para que más grupos de indios norteamericanos migraran a nuestro país en caso de que las condiciones de bienestar fueran propicias para su desarrollo. La población que emigró a nuestro país procedente de los Estados Unidos fue de 94 hombres de armas, de los cuales 22 eran seminoles, 62 kikapús y 10 mascogos negros, mismos que venían acompañados por sus familias como se presentan en el cuadro de la siguiente página.7 Del total de indios llegados, según el tratado celebrado entre las autoridades y los indios seminoles, kikapús y los negros mascogos, encontramos una fuerza guerrera de 94 hombres que estaban prestos a tomar las armas para combatir a los indios enemigos, trabajo que, mención aparte, era bastante redituable porque del botín capturado a los enemigos, una parte era para los indígenas que habían inmigrado del vecino país.

6 Sin emisor, “Llegada de varias tribus indias a la República Mexicana”, julio de 1850, AGEC, FCMO, c 8, F 2, e 27, 138 f. 7 Ministro de Guerra y Marina, “Gato del Monte es el encargado de traer a territorio mexicano algunas tribus”, diciembre de 1850, Archivo General del Estado de Coahuila (AGEC), Fondo Colonias Militares de Oriente (FCMO), c 10, F 8, e 112, 1 f.

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Tribú Seminoles Kikapús Mascogos negros TOTAL

Hombres de armas 22 62 10 64

Familias 36 131 48 215

Una demostración de la lealtad que los “indios emigrados”8 dieron a los colonos y autoridades la encontramos en el periódico La Patria, quien en su ejemplar de fecha 10 de mayo de 1851, publicó un informe del presidente del Ayuntamiento de la villa de Rosas, Tomás Martínez y Sulaica, al secretario del Gobierno del Estado respecto a la amenaza de un ataque de indios contra Monclova Viejo, colonia militar establecida sobre la margen izquierda del río San Rodrigo, pocos kilómetros antes de su desembocadura en el río Bravo. En el informe, el presidente de Rosas da cuenta que en los márgenes del río Bravo los kikapús se batieron con un grupo de indios lipanes, habiendo resultado varios muertos por ambos bandos, lo que aleja la desconfianza natural que se tenía de los kikapús por creer los vecinos que obraban de acuerdo con el grupo contrario. A partir de este acontecimiento se solicita un arreglo con el jefe Gato del Monte, comandante de los seminoles y líder de los kikapús y mascogos que emigraron en 1850, para que organice dos o tres secciones de estos indios y salgan a batir al enemigo.9 Durante los primeros años de que fue delimitada la frontera entre México y los Estados Unidos de América, establecidas las Colonias Militares y asentados los indios migrados, fue muy importante la participación de este grupo de indios amigos en la pacificación de la región norte de Coahuila. Esta observación es importante porque la hipótesis que presento en el presente trabajo es que tanto las autoridades, colonos e indios seminoles, kikapús y negros mascogos, salían en persecución de los 8 Tomás Martínez y Sulaica, “Informe de movimientos indios”, La Patria, Periódico Oficial del Supremo Gobierno del Estado de Coahuila Saltillo, Tomo II, número 39, 10 de mayo de 1851, p. 155. 9 Ibid.

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indios enemigos o se preparaban para la defensas de las poblaciones norteñas ante las constantes amenazas de los enemigos, pero la vida continuaba en estas comunidades, por lo que es muy probables que los trabajos agrícolas y del cuidado de los animales de granja lo realizaran las mujeres e hijos de los indios amigos. Las relaciones entre los indios migrados, sobre todo los kikapús y las autoridades mexicanas no fueron siempre sencillas, ambas partes defendían sus intereses y por lo tanto buscaban obtener el mayor provecho posible sobre el otro, uno de los conflictos lo presenta el periódico La Patria con fecha de 9 de agosto de 1851, cuando publica una nota del coronel Juan Manuel Maldonado, recriminando el comportamiento de los indios kikapús quienes se habían comprometido a participar con cuarenta y cinco hombres durante cuarenta y cinco días para combatir a los comanches y lipanes, y a cambio recibieron dinero, víveres y pólvora al igual que los seminoles y mascogos, pero a los pocos días, y después de haber enfrentado a los comanches abandonaron la expedición apropiándose de algunas bestias que se regresaron al enemigo, a pesar de la hospitalidad, tierras, herramientas y la pensión que se les brindo entre tanto levantaban las primeras cosechas, argumentando que “su Dios les mandaba volver”, estos conflictos eran comunes, cada grupo veía por sus intereses olvidándose de los tratados firmados entre ambos. Estas diferencias entre parte de los grupos migrados y las autoridades mexicanas propició que, al cabo de un tiempo, parte de los kikapús retornaran a los Estados Unidos, al igual que los seminoles, pero otra parte de kikapús y negros mascogos permanecieron en el país que tan generosamente les brindó asilo. Revisando con detalle el cuadro presentado anteriormente, veremos que los seminoles colaboraron con 22 hombres de armas y 36 familiares, los 62 hombres kikapús eran acompañados por 131 familiares y los mascogos eran 10 guerreros con 48 miembros de sus familias. Estos grupos nos da un total de 94 indios migrados prestos a tomar las armas y 215 familiares compuestos por mujeres, niños y ancianos que no eran aptos para la guerra pero sí para los trabajos agrícolas y de campo requeridos para trabajar en una región donde no es fácil extraerle los frutos de la tierra. 52


Martha Rodríguez menciona que los kikapús “antes del contacto con los europeos vivían de la caza, principalmente del venado, oso y búfalo; de los productos que elaboraban con la carne, huesos y pieles de los animales; del cultivo del maíz y frijol y de la pesca”.10 Como conclusión podemos afirmar que todo migrante aporta al país o región receptora el esfuerzo de su trabajo y la influencia cultural poca o mucha que pueda dejar en ella. La llegada de los seminoles, kikapús y mascogos a Coahuila no fue la excepción, el beneficio para los indios migrados y los vecinos y autoridades de Coahuila fue mutuo, los primeros encontraron un lugar para asentarse sin el temor de persecuciones y acosos de autoridades y colonos norteamericanos y los segundos encontraron el apoyo para la vigilancia y pacificación de la región norte del estado de los ataques de los indios bárbaros. Sabemos que las relaciones entre las partes involucradas no fueron sencillas, pero esa fue una parte de la historia para conformación de la nueva frontera.

10 Martha Rodríguez, Historias de resistencia y exterminio. Los indios de Coahuila durante el siglo XIX, México, Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social/Instituto Nacional Indigenista, 1995, p 114.

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Referencias Gutiérrez, Francisco Javier (2001). Colonias Militares de Oriente. El proyecto de las colonias militares en las fronteras de oriente, 1848-1853, México, Instituto Estatal de Documentación, Información y Estadística. Rodríguez García, Martha (1995). Historias de resistencia y exterminio. Los indios de Coahuila durante el siglo XIX, México, CIESAS/INI. Rodríguez Sheridan, Cecilia (2000). Anónimos y Desterrados siglos XVI-XVIII. La contienda por el sitio que llaman Quauyla, México, CIESAS/INI. Valdés, Carlos Manuel (1995). La gente del mezquite. Los nómadas del noreste en la colonia, México, CIESAS e INI. Periódicos La Patria, Periódico Oficial del Supremo Gobierno del Estado de Coahuila, Saltillo. Archivos Archivo General del Estado de Coahuila, Fondo Colonias Militares de Oriente.

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FLUJOS MIGRATORIOS HACIA LA UNIÓN AMERICANA Mónica Amezcua García Carlos J. Recio Dávila

Resumen Este trabajo presenta algunas consideraciones conceptuales y referenciales en torno a los procesos de migración, particularmente la que se ha desarrollado en el último siglo de América Latina hacia los Estados Unidos. El texto se divide en dos partes: la primera define el término y plantea los antecedentes históricos desde el siglo XIX; la segunda estudia los factores de la migración tanto en los países emisores como en los receptores, siempre centrándose en el fenómeno más cercano para México que es la migración al vecino país del norte. Palabras clave Braceros, Estados Unidos, América Latina, interculturalidad.

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a migración a Estados Unidos es un fenómeno importante para la historia de América Latina que ha generado controversia y polémica entre los estudiosos. Algunos consideran que beneficia a la economía de los países, mientras que otros piensan que es una situación que genera una dependencia respecto al país vecino, además de traer graves consecuencias hacia la sociedad debido al maltrato y a los peligros a los que se enfrentan los indocumentados. Esta situación debe ser enfrentada en ambas esferas, tanto desde la perspectiva de los productores países expulsores como los receptores de migrantes. Es importante analizar todos los factores que intervienen en este fenómeno que se ha ido acrecentando en los últimos años, el cual no parece tener un fin cercano. Existen dos enfoques sociológicos que ayudan a comprender el desarrollo de este problema. El primero es el enfoque de la modernización, que ve a la migración como un procesos de movilidad social, relacionado como un flujo que se da en los procesos de industrialización y modernización; el segundo, es del orden histórico-estructural, y busca explicar las características estructurales de la migración, las cuales surgen en la formación de las sociedades capitalistas, ya sean centrales, periféricas o dependientes.1 Existen dos tipos fundamentales de migración. La primera hace referencia a cualquier tipo de mudanza, mientras que la internacional es aquella que traspasa cualquier límite establecido por los estados que quieren controlar la entrada de extranjeros a su territorio.2 La migración se da de diferentes formas de acuerdo a la región en donde tenga lugar el intercambio cultural. En los sitios fronterizos, el fenómeno se da de forma singular. Algunos consideran que ambos lados de la frontera pueden definirse como una región particular y diferenciada de las zonas centrales, como borderland o como región transfronteriza. Ramiro Jaimes Martínez explica que algunos autores no están de acuerdo con esta teoría, negando el intercam1 Adler, Larissa. (1984) Cómo sobreviven los marginados. México, Siglo XXI Ediciones. 2 Zúñiga,Víctor. (2007) Dilemas de la diversidad cultural. Monterrey, Fondo Editorial Nuevo León.

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bio cultural, eliminando o dejando a un lado la reproducción de las prácticas y estructuras sociales.3 A pesar de esto, es importante tenerlo presente por la situación regional en la que se encuentra el área de estudio. En el territorio del actual Estados Unidos de América han existido significativas oleadas de migración. La primera puede considerarse con los exploradores y peregrinos que llegaron a la costa noreste del actual país en los siglos XVI y principios del XVII. Posteriormente, una vez obtenida la independencia respecto a Inglaterra, en la década de 1840 hubo una gran migración de habitantes de países como Irlanda y Alemania motivados por las hambrunas (en el caso de Irlanda), por problemas políticos, económicos o religiosos. Otro momento importante en los procesos de migración de los estados norteños de los Estados Unidos hacia el oeste y sur inició a partir de 1803 cuando este país compró el territorio de la Luisiana al imperio francés de Napoleón I. Este hecho motivó en pocos años la migración hacia Texas, luego de la independencia de este territorio respecto de México, y concluida posteriormente la Guerra entre México y los Estados Unidos, con la cual México cedió 2 millones y medio de kilómetros cuadrados a los Estados Unidos con la firma del tratado de Guadalupe Hidalgo en 1848. En 1849 se inició la fiebre de oro en California por lo que comenzaron a llegar migrantes de diversos territorios. La diferencia con otros sitios fue que entre los mexicanos no se conocía el idioma extranjero por lo que resultaron ser presa fácil para aquellos que necesitaban mano de obra barata para llevar a cabo labores que los norteamericanos no deseaban elaborar, siendo denominados greasers.4 Sin embargo, existe una gran variedad migratoria que ha alcanzado diferentes niveles en toda la sociedad, de un amplio espectro socio demográfico, variando los niveles de escolaridad y los grupos etnolingüísticos.5 3 Jaimes, Ramiro. (2009) “La migración como factor de cambio religioso en Tijuana”. pp. 333-357, en Migración y creencias: pensar las religiones en tiempo de movilidad. México, Porrúa. 4 González, Cándido. (2010) El programa Bracero. México, Universidad de Guadalajara. 5 Jaimes, Ramiro. (2009) “La migración…

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Durand y Massey señalan que la tradición migratoria hacia los Estados Unidos nació antes del siglo XX. Los autores explican que se encontraron con un informe gubernamental que explica que en Jalisco no siempre había trabajadores locales para emplear, debido a que se fueron a norteamérica. Sin embargo, a diferencia de Cándido González, los investigadores mencionan que este fenómeno se incrementó con el ferrocarril que une a los dos países, el cual se terminó de construir en 1884. La primera oleada fue en 1890, teniendo como segunda congestión migratoria la Segunda Guerra Mundial. Para los patrones o empresarios de Estados Unidos esta situación les resultaba cómoda, ya que siendo países vecinos podían contratar o despedir personal rápido a bajo costo.6 El programa “Bracero” fue un sistema que transformó radicalmente el patrón migratorio que dejaba de ser familiar, de larga estancia e ilegal, convirtiéndose en un fenómeno migratorio masculino, de origen rural con finalidades agrícolas.7 Este programa tuvo su origen de la siguiente manera: en 1921, después de la Gran guerra se decidió crear la “Fortaleza de América” que instituyó el desarrollo de leyes de cuotas de inmigrantes y estableció la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos. Esto ocasionó que los migrantes se expusieran a leyes de cuotas y simplemente pagaban un impuesto per cápita para cruzar la frontera. No tardaría en empezar una nueva guerra, en donde se necesitaban espaldas fuertes para alimentar, vestir y abastecer a los ejércitos aliados, por lo que en 1942 se llegó a un acuerdo con el gobierno mexicano, en el que se establecía que cada año, durante 22 años, 4.8 millones de braceros se trasladarían a los Estados Unidos para trabajar en las granjas y ranchos de ese país. Para México esta situación ayudó a solucionar el problema laboral del país; es decir los braceros reducían el desempleo temporalmente. No obstante, explica Durand, este programa sólo tuvo beneficios a corto plazo, ya que ocasionó que la subocupación fuera enmascarada, de manera que la situación fue empeorando con el paso del tiempo. Así, a lo largo de todo el siglo XX, México se hizo dependiente del bracerismo como 6 Durand, Jorge, y Massey, D., (2001) Milagros en la frontera: retablos de migrante mexicanos a Estados Unidos. México, El Colegio de San Luis y CIESA. 7 Durand, Jorge, y Massey, D., (2001) Milagros en la frontera…

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medida principal para terminar con el desempleo.8 “El programa de los braceros terminó en 1964, pero la tradición persistió.”9 El fin del Programa Bracero incrementó la situación ilegal de muchos migrantes; muchos de ellos hubieron de pasar la frontera de forma oculta para no ser deportados a su país de origen.10 De esta manera, se comenzaron a crear medidas legales en la reforma norteamericana de las leyes de inmigración y al Decreto de 1986, que buscarían la creación de más reformas que ayudaran a detener el paso de migrantes hacia el territorio estadounidense. La situación que se vivió con el Programa Bracero no sólo sirvió como un parte aguas para el cambio, sino que ayudó a comprender los flujos migratorios. Durand explica que estos flujos crecieron en los periodos revolucionarios, es decir de 1912, 1917, 1922 y los años de 1944 y 1945 de la Segunda Guerra Mundial, así como en la etapa post-bélica del conflicto de Corea de 1951 a 1954. Según el autor, los desplazamientos de los braceros mexicanos corresponden a los lapsos de las luchas intestinas y a las necesidades de mano de obra para la intensificación de producción de armamento norteamericano. “La situación económica y política de los dos países determina las épocas de auge o disminución de los flujos migratorios.”11 Igualmente, González explica que estos flujos se han creado por otras características entre las que destaca: 1) El crecimiento de la población nacional; 2) La falta de ocupación laboral, el subempleo y la ocupación estacional; 3) La ausencia de un organismo ejecutivo con programa coordinado y recursos para encauzar la ocupación; 4) El crecimiento industrial de los Estados Unidos, así como la escasez de trabajadores rurales; 5) El abaratamiento de la fuerza de producción; 6) La especulación de intermediarios explotadores de los braceros; 7) La falta de un legislación unificada en Estados Unidos.12 8 Durand, Jorge, y Massey, D., (2001) Milagros en la frontera… 9 Davis, Marinlyn. (1993)Voces mexicanas, sueños americanos. México. Siglo Veintiuno. 10 González, Cándido. (2011) Se voltearon los papeles. La migración de mujeres a Estados Unidos. México, Universidad de Guadalajara, Colección sin fronteras. 11 González, Cándido. (2011) Se voltearon los papeles…, p. 199. 12 Durand, Jorge. (2007) Braceros: las miradas mexicanas y estadounidenses, Antología

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La migración ha estado presente desde siempre pero en la actualidad pasa por detallados mecanismos tomados por los Estados, con la implementación de las visas por ejemplo. Es un proceso que se ha dado para escapar de climas políticos adversos, y puede ser de forma permanente o temporal. “El principio del siglo XXI, como el principio del siglo anterior, es una época de migración masiva donde el flujo de personas que intenta salir de los países pobres rumbo a los países ricos no deja de aumentar.”13 En las últimas décadas se ha producido un movimiento rural-urbano en América Latina, causado por factores que incluyen la explosión demográfica en el campo, el agotamiento de las tierras, la escasa tecnología, la falta de inversiones en el campo y la atracción a la ciudad por su concentración en la administración, la salud, la educación, el entretenimiento y las vías entre el campo y la ciudad. Larissa Adler, explica que en América Latina el proceso migratorio se da en el subsistema rural por el crecimiento de esa población y el agotamiento de las tierras. Esta autora considera que es importante la hipótesis de push-pull, donde se reconoce la dicotomía de las oportunidades que ofrece la ciudad como mayor seguridad, educación, servicio públicos, mientras que le niegan esto en su ambiente, que es el campo. Esto también es ocasionado por la centralización de los recursos nacionales en el subsistema urbano, que trae como consecuencia un rezago en el campo, no sólo en economía, sino en todos los aspectos de la modernización.14 En los últimos tiempos, la migración de México a Estados Unidos ha aumentado. De 430 mil a 680 mil; en los años 80 llegó a los 2 millones de migrantes legales y 800 mil ilegales.15 Al considerar la migración de origen latinoamericano, 35 por ciento proviene de México, 15 por ciento de Cuba, el 11 de República Dominicana, 10 por ciento de Colombia y otro 10 del Salvador, y el 19 por ciento de otros países latinoamericanos, según por una encuesta aplicada en el texto de Víctor Zúñiga.16 (1945-1964). México, Universidad Autónoma de Zacatecas. 13 Zúñiga,Víctor. (2007) Dilemas…, p.60 14 Adler, Larissa. (1984) Cómo sobreviven… 15 Durand, Jorge, y Massey, D., (2001) Milagros en la frontera… 16 Zúñiga,Víctor. (2007) Dilemas…

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La razón por la que los migrantes centroamericanos deciden emprender este trayecto es por las características que se tienen en el campo. Entre los principales están la mala alimentación, la falta de atención en los aspectos de salud y la educación escasa. Se han creado programas que ayuden a radicar estos problemas. A pesar de su importancia muchas veces estos no llegan a prosperar por su carácter esporádico, pues podrían eliminar los principales problemas de las sociedades rurales, situación que les incita a emigrar de su ciudad de origen en una búsqueda por mejores oportunidades de vida, para sus familiares y amigos, aún a costa de su vida. Jeni Klugman explica, por ejemplo, que en las personas en situación de pobreza uno de los problemas fundamentales es la alimentación. Afirma que el 73 por ciento de ingreso es destinado a esta necesidad, mientras que el 21 por ciento se destina a la casa y a la ropa. Las zonas rurales han sido mal atendidas. En ellas, por ejemplo, las políticas de salud no se han llevado con gran efectividad, además de existir una la falta de educación sobre el cuidado del cuerpo. Muchos de los trabajadores de estas áreas se encuentran enfermos por el tipo de pesticidas que se utilizan, por citar un ejemplo. En algunas comunidades rurales los centros de salud se encuentran muy alejados y cuando se tiene acceso, la atención no siempre es efectiva; en algunos casos porque los doctores no cuentan con la infraestructura suficiente o no conocen la lengua del paciente. Uno de los principales problemas de salud en el campo se debe a la carencia de agua potable. Otro problema en estos países es la educación, debido al poco interés que se le pone no sólo por parte de los gobernantes sino al poco interés de sus ciudadanos: 1) La lejanía de los lugares. Para las personas es complicado caminar largas distancias con los niños; 2) Costos. Estas comunidades muchas veces tiene que dejar la escuela por los grandes costos que representa la educación, es decir se tiene que pagar por los materiales y por el uniforme; 3) La calidad de las escuelas es otro factor, muchas veces no cuentan con el material adecuado para poder impartir correctamente las clases o en otras ocasiones los maestros no saben la lengua de las comunidades a las que se dirigen.

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Sin embargo, la migración no sólo se puede entender como un escape a la pobreza del país de origen; según las encuestas realizadas por Ian Goldin y Kannet A. Reinert hacia el año 2005, este fenómeno también trae consigo remesas para las familias que dejan atrás. Los emigrantes envían anualmente más de 100 mil millones de dólares a sus familiares y amigos. Uno de los principales sueños de los migrantes al ir a los Estados Unidos no es sólo para acumular dinero, sino tener la facilidad de comprar algún terreno o casa. Algunos consideran que en algún momento podrán volver a su país de origen. No obstante, como explica Judith Sánchez, las causas de la migración no son únicamente económicas, sino que existe todo un sistema de prestigio de ir al “otro lado” además de conseguir recursos económicos, vivir experiencias nuevas, o desarrollar diferentes formas de consumo. Al llegar a la ciudad, en los Estados Unidosse crean cambios en el lugar receptor, ya que no encuentran lugar para asentarse en el mercado industrial de trabajo, por lo que tienen que habitar el estrato ocupacional marginado. Al principio ocupan las viviendas más baratas en las ciudades, pero con el tiempo se va poblando la periferia y los intersticios del espacio urbano, conocidos con diferentes nombres: barridas, villas miseria, favelas, callampas, colonias de paracaidistas o rancherías. Por lo regular estas localidades son de extrema pobreza.17 La migración se ha convertido en una forma de interculturalidad importante, ya que la mayoría de los mexicanos añaden nuevos ingredientes a la identidad norteamericana. A pesar de la lucha de Estados Unidos de no aceptar migrantes, este país se ha convertido en un foco importante cada vez mayor que recibe personas de otros lugares.18 Estas relaciones también se da gracias al constante contacto de mexicanos con otros que se fueron al extranjero por lo que están en interacción directa, propiciando información que permite conocer qué se está desarrollando en el otro país, en diversos aspectos.

17 Adler, Larissa. (1984) Cómo sobreviven… 18 Goldin, Ian y Reinert, Kannet. (2005) Globalización y pobreza. Bogotá, Banco Mundial.

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Martha Sánchez explica que estos cambios también se observan no sólo en las prácticas de la personas, también en su mentalidad y en los roles sexuales. En el aspecto religioso, algunos autores han estudiado que el cruce de frontera ha creado en los individuos la necesidad de una conversión religiosa, después o durante el proceso migratorio. Esta autora expone que los migrantes se encuentran en un alto grado de vulnerabilidad social, lo que hace que busquen nuevas creencias que los ayuden a estar cerca de un grupo con el que puedan socializar. Por lo regular las personas que emigran ilegalmente se encuentran en diversos conflictos como la pobreza, llegando a un lugar desconocido, no sólo en lo que respecta a la sociedad sino a la identidad dejada atrás, por lo que los grupos o comunidades religiosas son importantes para adaptarse a un país diferente.19 Esto propicia un cambio en los horizontes culturales que hace valorar de una forma más crítica el capital religioso, debido a la confrontación con un contexto social diferente en el que socializan, así como una defensa para su integración con la sociedad nueva.20 Sin embargo, la migración no es el único factor en el proceso de conversión religiosa, como la interacción con otros grupos étnicos. En cuanto a los roles sexuales, Sánchez explica que las mujeres son las que se quedan en la comunidad para representar los papeles que antes desempeñaban los maridos, se encargan por ejemplo, de las labores de campo. Así mismo, las mujeres empiezan a salir de estas comunidades para emigrar a Estados Unidos, a veces con amigas (aunque algunos autores difieren en esta compañía), en busca de mejores oportunidades. En el caso de los hombres, esto se refleja en el otro territorio ya que tienen que realizar tareas que no hacían en su país de origen, como repartirse las labores domésticas, la elaboración de comida y la limpieza general. El estudio de la migración de la mujer es importante, debido a que el patrón en que se desarrolla este fenómeno es diferente que el de 19 Moctezuma, Patricia (2009). “La religión en el proceso de socialización de los migrantes mexicanos: la reconstrucción de las creencias y la religiosidad popular transfronteriza”. pp. 447-465, en Migración y creencias: pensar las religiones en tiempo de movilidad. México, Porrúa. 20 Jaimes, Ramiro. (2009) “La migración…

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los hombres. Se trata de un fenómeno que se ha ido incrementado en porcentajes parecidos al del otro género, “una situación totalmente diferente de cuando los hombres iban contratados a trabajar al campo estadounidense.”21 Este cambio ha traído consecuencias, ya que muchas veces la mujer se queda en el extranjero con el deseo de, en un futuro, llevar con ella a algún familiar. En el caso de las mujeres mexicanas (al igual que las centroamericanas) por lo regular son jóvenes que viajan solas; a veces son los primeros o los únicos miembros de sus familias en emigrar, ya sea por desilusiones amorosas o por incapacidad de mantener económicamente a un hijo, así como por abandono, de manera que son madres solteras a corta edad. Es una forma desesperada para mantener a la familia ante la dificultad de conseguir un lugar de trabajo para obtener los recursos suficientes para vivir.22 “Son cada vez más los casos de mujeres que llevan niños o incluso van embarazadas, siguiendo el sueño de que los niños al nacer en Estados Unidos, por su nacionalidad en un futuro sean el vehículo para normalizar la situación legal de las madres”.23 Sin embargo, debido a los problemas que abundan en el transcurso del viaje, los migrantes han ido creando medidas, como el no permitir que las mujeres realicen el viaje a solas por el riesgo de ser violadas. Aunque esto no siempre sucede así, ya que algunas de estas mujeres son viudas o se encuentran solas, por lo que a pesar de lo que se puedan encontrar, deciden realizar el viaje en solitario.24 Cándido González explica que la migración se ha transformado, pues no sólo se habla de trabajadores que van y regresan, sino de movilización familiar permanente, por lo que sus descendientes se han adaptado a la supervivencia cultural de dicho país, dejando de ser migrantes para convertirse en ciudadanos estadounidenses. Los migrantes se han encargado de llevar la cultura de Centroamérica al territorio norteamericano, pero también son los portadores de nueva información, dándole nuevos significado al lugar de origen. Han transformado la forma de vestir, la gastronomía, la proliferación de espacios y prácticas religiosas, así como los métodos obtenidos en 21 González, Cándido. (2011) Se voltearon los papeles…, p. 200 22 Ibidem. 23 Ibid, p. 201 24 Durand, Jorge, y Massey, D., (2001) Milagros en la frontera…

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el nuevo territorio. “La transnacionalización del trabajo ha llevado consigo la transnacionalización de la cultura en los dos países a través de los migrantes”.25 González agrega que, en el caso de México, el liberalismo afirma que la migración de trabajadores a Estados Unidos es una de las mayores válvulas de escape para evitar las crisis económicas en México, ya que se interactúa con grandes recursos provenientes del extranjero y de mano de obra que se educó en el país vecino. Es decir, para los países productores o emisores de migrantes se ahorra dinero en educar a su población para que sea capaz de desarrollar diferentes tareas. González señala que no todos los investigadores lo ven como algo positivo; algunos creen que es negativo por la dependencia que se crea con aquel país, además de la adquisición de malas costumbres que sólo se añaden con el contacto directo a este tipo de costumbres. El principal flujo a Estados Unidos, según Martha Sánchez, se da en mayor medida por hombres jóvenes y solteros y, en porcentajes menores, hombres maduros, familias y mujeres solteras. Por lo regular las personas que deciden emigrar siguen vinculadas con la comunidad haciendo presentes cuando se pide alguna cooperación por parte de su sociedad, o se ven obligados a aparentar su éxito: “Los migrantes continúan perteneciendo a sus comunidades a través de diferentes vínculos”.26 Por otra parte, Durand explica que el regreso de las personas a su lugar natal, ya sea temporal o permanentemente, tiene lugar acompañada de regalos para los familiares y amigos, además de que se cuenta con mucho dinero para gastar. El regreso de los migrantes se vuelve algo importante ya que hay poblaciones que permanecen vacías por la migración abundante y de pronto se llenan de jóvenes que quieren impresionar a otras mujeres con los adornos y vestimentas obtenidos del otro lado. Es muy común que en estas fiestas de interacción esté muy presente la bebida, así como la comida. También se llevan a cabo desfiles y se celebran misas para dar la bienvenida, así como ferias, fiestas y jaripeos.27 Estas fiestas se 25 González, Cándido. (2010) El programa…, p. 83. 26 Sánchez, Martha. (1992) “Espacios y mecanismos…, p. 146 27 Durand, Jorge, y Massey, D., (2001) Milagros en la frontera…

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han convertido en puntos de reconciliación, así como de intercambio cultural y. por tanto, en generadoras de identidad. Como se mencionó, la migración no sólo es un fenómeno económico, sino una situación que ha transformado la vida de muchas personas. No obstante impacta a estas personas en el día a día. El peligro que corren los migrantes no sólo se da en el traslado de un territorio a otro; éste también sucede después de haber regresado al lugar de origen. Por su condición de ilegales, los migrantes pueden correr mayor peligro en el campo de trabajo. Así mismo, el índice de criminalidad en las comunidades que les reciben suele ser mayor porque por lo regular ellos se instalan en las colonias más pobres, en los barrios más deteriorados donde se convive con otros grupos minoritarios que integran todo tipo de personas. De esta manera, el riesgo no solamente se da a la hora de cruzar la frontera, también antes y posteriormente. La migración no sólo trae beneficios a las personas que emigran, sino que trae diversas consecuencias, ya que “siguen siendo vulnerables a formas incluso extremas de explotación y abuso”.28 Durand menciona que “la frontera ha dejado de ser un problema manejable y ha pasado a ser un asunto de seguridad nacional”.29 El autor aclara que está presente la muerte de cientos y miles de migrantes en su intento de pasar la frontera.Para este autor las tierras fronterizas se han convertido en tierra de nadie para ladrones y vigilantes. Los migrantes a lo largo de su trayecto se enfrentan a innumerables problemas. Cada año docenas de personas son atropelladas y prueba de esto son los letreros que se tuvieron que poner, para pedir precaución a los automovilistas por ser parte del paso de los migrantes ilegales. En uno de estos carteles, por ejemplo, se muestra a un hombre, una mujer y un niño tomados de la mano corriendo en la autopista.30 Así mismo, los migrantes viven un desajuste que se expresa en la desintegración de la vida familiar, cambio en la religiosidad, incremento de la delincuencia principalmente. A veces no sólo se encuentran ante situaciones causadas por terceros, es decir 28 Goldin, Ian y Reinert, Kannet. (2005) Globalización… 29 Durand, Jorge. (2007) Braceros… p. 28. 30 Durand, Jorge, y Massey, D., (2001) Milagros en la frontera…

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algunos de ellos deciden ir a Estados Unidos sin tener algún conocido o lugar a donde llegar y fácilmente se extravían. Prueba de esto, son las notas que se encuentran en el periódico del país extranjero donde las personas perdidas dejan un anuncio preguntando por un conocido o pidiendo que se reporten. Los riesgos de arresto y deportación también están presentes de manera cotidiana y representan uno de los mayores problemas de los migrantes, incluso mayor que el temor al robo, a violaciones o golpizas. Uno de los grandes miedos de los migrantes es ser arrestados por la Patrulla Fronteriza. Este tipo de policía constantemente mejora su tecnología para detectar migrantes y deportarlos del territorio estadounidense. La tecnología que utilizan incluye aparatos infrarrojos, sensores remotos, vehículos con emisión radiofónica y helicópteros. Una de las razones por las que se encuentran con estos policías se debe a que cuando regresan de trabajar de Estados Unidos, llegan a su lugar de origen con obsequios para su comunidad, por lo que en el camino se encuentran con policías encargados de realizar las tareas de detención y deportación. Estados Unidos creó una legislación, que nunca se logró llevar a cabo, en la Proposición 187 de California, según la cual, los migrantes ilegales no tenían derecho a recibir algún servicio por parte del Estado, como el de salud y educación. Por otro lado, en México el 20 de noviembre de 1997 se permitió tener las dos nacionalidades, ya que antes, para tener la ciudadanía del país vecino, se tenía que renunciar a la mexicana. Aunque esto no se llevara a cabo, se han creado presiones para obligar a delimitar la emigración, a partir de la protección de las fronteras, con la finalidad de obligar una participación más activa por parte de los diversos países, provocando mayor mortalidad entre emigrantes ilegales en tránsito.31 La creación del muro fronterizo, de muchos kilómetros, también fue una medida tomada por el gobierno estadounidense, aunque el investigador Oliver Bush Espinoza, piensa que con la creación de éste ha sido un factor que ha creado terror y psicosis en los migrantes.32 31 Goldin, Ian y Reinert, Kannet. (2005) Globalización… 32 Bush, Oliver. (2008) “Mujeres migrantes en E.U.A. y México”, en Memorias del 1er Congreso Internacional de la Movilidad Humana: realidades y desafíos de la migración.

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Cuando los Estados Unidos necesitaron de mano de obra para enfrentar diversas guerras la migración ayudó a fomentar la economía. Es una salida fácil, pero superficial, al desempleo, en los momentos en que los países en vías de desarrollo no pueden cumplir con estas necesidades. Pero también se ha convertido en un punto de intercambio cultural, para bien y para mal, que permite a los migrantes interactuar con la sociedad directa e indirectamente, ayudando a la construcción identitaria.

Coahuila, Instituto Nacional del Migración, pp. 7-12.

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Referencias Adler, Larissa (1984), Cómo sobreviven los marginados. México, Siglo XXI Editores. Bush, Oliver (2008), “Mujeres migrantes en E.U.A. y México”, en Memorias del 1er Congreso Internacional de la Movilidad Humana: realidades y desafíos de la migración. Coahuila, Instituto Nacional del Migración, pp. 7-12 Durand, Jorge (2007), Braceros: las miradas mexicanas y estadounidenses, Antología (1945-1964). México, Universidad Autónoma de Zacatecas. Durand, Jorge, y Massey, D. (2001), Milagros en la frontera: retablos de migrante mexicanos a Estados Unidos. México, El Colegio de San Luis/ CIESAS. Espínola Fuentes-Reyes, Ernesto, et. al. (2004). Pobreza, hambre y seguridad alimentaria en Centroamérica y Panamá. Santiago de Chile, CEPAL/ Programa Mundial de Alimentos. Goldin, Ian y Reinert, Kannet (2005), Globalización y pobreza. Bogotá, Banco Mundial. González, Cándido (2010), El programa Bracero. México, Universidad de Guadalajara. -- (2011) Se voltearon los papeles. La migración de mujeres a Estados Unidos. México, Universidad de Guadalajara (Colección sin fronteras). Pérez, Juan. (2012), Sociedades fracturadas. La exclusión social en Centroamérica. Costa Rica, FLASCO. Ruiz Guadalajara, Juan Carlos (2009), Migración y creencias: pensar las religiones en tiempo de movilidad. México, Porrúa. Sánchez, Martha. (1992), “Espacios y mecanismos de conformación de la identidad étnica en situaciones de alta movilidad territorial. Reflexiones preliminares con migrantes zapotecos” en Decadencia y auge de las identidades (cultura nacional, identidad cultural y modernización). Baja California Norte /El Colegio de la Frontera Norte, pp. 133-148. Subdirección General de Estudios del Sector Exterior (2001), Centroamérica: características estructurales y principales retos. Madrid, Boletín económico, ICE, p. 7. Fuentes-Reyes, Gabriela y Luis Raúl Ortiz-Ramírez, (2012), “El migrante centroamericano de paso por México, una revisión a 70


su condición social desde la perspectiva de los derechos humanos”, en Revista de Ciencias Sociales, México, Universidad Autónoma del Estado de México, pp. 157-182 y 165-166. Zúñiga, Víctor (2007), Dilemas de la diversidad cultural. Monterrey, Fondo Editorial Nuevo León.

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III LA REPRESENTACIÓN DE LA MIGRACIÓN Y DE LAS PERSONAS MIGRANTES

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EL CUERPO DEL MIGRANTE: TRANSFORMACIÓN Y EXPRESIÓN Carlos J. Recio Dávila Ana Isabel Pérez-Gavilán

Resumen El cuerpo media la relación entre la persona y el mundo, fungiendo necesariamente como agente de la persona, como expresión material de la subjetividad y como memoria. Es reflejo de lo que se ha vivido, de dónde se ha estado, del pasado y del futuro. El objeto de estudio del presente ensayo es el cuerpo del migrante centroamericano y mexicano que se dirige a los Estados Unidos. Lo anterior se analiza desde dos vertientes: una, el cuerpo como receptor de estímulos extremos que le llevan a transformar su morfología y otra, como superficie simbólica de expresión de una determinada identidad. Para ello, tomamos como referencia a migrantes centroamericanos que pasan por Saltillo y habitan temporalmente en Belén Casa del Migrante, en su ruta hacia los Estados Unidos. Palabras clave Migración, cuerpo, tatuaje, extorsión, delincuencia organizada.

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E

l presente ensayo trata sobre los migrantes en su trayecto hacia los Estados Unidos, en particular los centroamericanos que pasan por Saltillo. Nuestro interés se centra en las transformaciones que sufre su cuerpo en el trayecto, tanto por los rigores a los que es sometido por el difícil traslado, como a la apropiación simbólica de elementos que consideran valiosos a través de tatuajes sobre su cuerpo. El trayecto por México de estos migrantes no les exenta de discriminaciones y abusos. Hay quienes los consideran, en algún sentido, como “bárbaros”, si bien no utilizan particularmente el término. La palabra (bárbaro) se sabe, viene de la Grecia antigua,particularmente después de la guerra contra los persas. Entraba en oposición con otra palabra y, juntas, permitían dividir la población mundial en dos partes desiguales: los griegos, es decir, “nosotros”, y los extranjeros, los bárbaros, es decir “los otros”. Para reconocer la pertenencia a uno u otro grupo, se apoyaban sobre el dominio de la lengua griega: los bárbaros eran aquellos que no la entendían ni hablaban o que la hablaban mal.1 En alguna medida debido a esa incapacidad de comprender al “otro” como diferente, por parte de quienes les agreden, tienen lugar los procesos discriminatorios y los abusos de que son objetos los migrantes en su recorrido por México. En la elaboración de este documento han colaborado los estudiantes de la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila, Mónica Amezcua García (particularmente en la primera parte del texto) y Víctor Hernández Alemán (principalmente en la segunda parte del documento). Un grupo de alumnos de la misma institución realizaron entrevistas a migrantes centroamericanos en su paso por Saltillo, bajo la dirección de Carlos J. Recio Dávila.

1 Todorov, Tzvetan. (2008), La peur de barbares. París, Ed. Robert Laffont, Livre de Poche, p. 33.

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Parte I El cuerpo real Los migrantes centroamericanos que pasan por México han de recorrer entre dos y tres mil kilómetros entre la frontera de Guatemala y algunos de los puntos septentrionales de nuestro país para arribar a los Estados Unidos. Los medios de transporte son fundamentalmente el ferrocarril, el autobús y las “combis” o pequeñas camionetas de pasajeros, además de recorrer grandes tramos a pie, en ocasiones durante varios días. Muchos de ellos, debido a los escasos recursos económicos con los que cuentan, viajan una gran parte del recorrido habitualmente en tren, sobre vagones de carga. En el trayecto están sometidos a crudas condiciones atmosféricas (fuertes calores en zonas tropicales y fríos rigurosos, y también calores sofocantes y secos en las zonas septentrionales), a las amenazas y extorsiones de los llamados “coyotes”, es decir, intermediarios que cobran una cuota para pasarlos al otro lado, e inclusive a la delincuencia organizada. Aunado a ello, se requiere una gran resistencia física, pues han de caminar grandes trechos y alimentarse de lo que puedan encontrar en el camino, lo que algunos habitantes les lleguen a ofrecer, o lo puedan comprar con los escasos recursos económicos que portan o que puedan ir obteniendo con pequeños trabajos en los sitios por los que pasan o la mendicidad. De esta manera, antes de que el migrante pueda ofrecer su fuerza de trabajo en los Estados Unidos, ha de someter su resistencia a una primera prueba que es el realizar trayecto hacia ese país. Al llegar a los Estados Unidos, el territorio le recibe con un peligroso desierto donde no solo la naturaleza es hostil, sino también los miembros de la border patrol que pueden capturarlos para ser deportados e incluso los grupos civiles de norteamericanos que se autoproclaman defensores de la frontera y que hostilizan a los migrantes que pasan por sus ranchos. Muchos migrantes que llegan a Estados Unidos provienen en lo fundamental de distintas regiones de México y de América Central. Para los migrantes mexicanos su arribo al vecino país parece ser cada vez es más difícil debido a la política antimigratoria de la Unión Americana. Pero para los centroamericanos, resulta tanto o 78


más peligroso atravesar México que su estancia en el país del norte.A partir de la decisión que toman de abandonar su país, las difíciles experiencias por las que pasan ponen a prueba su capacidad física y emocional para enfrentar el hambre, la sed, el frío, el calor y los abusos, como extorsiones, secuestros y golpes. Otros tantos son asesinados por grupos criminales como consecuencia a la resistencia de trabajar para ellos. La mayoría de las mujeres migrantes son violadas y muchas de ellas acaban siendo asesinadas. La fatiga extrema, la mala alimentación y los abusos de los que son objeto provocan transformaciones físicas en sus cuerpos que los hacen más susceptibles a enfermedades y en muchos casos les llevan a la muerte. Aun en quienes logran trasladarse sin grandes problemas derivados de la violencia, la morfología de su cuerpo resulta transformada y se refleja particularmente en la significativa pérdida de peso y eventualmente la adquisición de enfermedades como la bronquitis en tiempos de frío o enfermedades gástricas en tiempos de calor. Algunos de ellos sufren igualmente accidentes o actos violentos en “La Bestia” (el tren que les transporta, que “puede devorar”) y alguno de sus miembros superiores o inferiores resulta mutilado. Las causas Los motivos de la migración en los centroamericanos son diversos, pero los más comunes son las crisis económicas, el desempleo, la pobreza y la violencia que se vive en sus países de origen. También existen madres de familia en busca de un mejor futuro para sus hijos (a quienes, la mayor parte de las veces, dejan al cuidado de sus abuelos) o hijos en busca de sus familiares. Es probable incluso que existan delincuentes que huyan de la justicia. Actualmente, en los países centroamericanos existe una contracción de la economía, lo que ha acarreado grandes desigualdades. Esta situación se ve reflejada en otros fenómenos de la sociedad. Por ejemplo, todos estos territorios, excepto el Salvador, mantienen déficit públicos y externos que sólo han podido sanearse o recuperarse gracias a las remesas que llegan con la migración hacia Estados Uni-

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dos.2 Así por ejemplo, se estima que en 1999 Centroamérica recibió 2 mil 500 millones de dólares en concepto de remesas de emigrantes, de los que El Salvador recibió 1 mil 378, Nicaragua 800, Guatemala 734 y Honduras 600.3 A la pobreza existente en el territorio, se asocia la escasez de alimento en los lugares de origen de quienes deciden migrar. El migrante hondureño Gustavo Adolfo, por ejemplo, trabajaba en un pueblito de la zona cafetalera de su país, pizcando, es decir cosechando, café; por cada costal le pagaban 100 lempiras (moneda hondureña) y él hacía cinco costales diarios (ganaba 500 lempiras al día). Aunque era una cantidad decorosa, solo la recibía en cierta temporada, porque al terminar el periodo de la pizca o cosecha no tenía ingresos y entonces dice: “a veces iba al monte a conseguir algo”. Para Zenaida Otón, los motivos de estar en Belén Casa del Migrante tienen que ver particularmente con la dura situación de desempleo que se vive en su país, “que no da suficiente para vivir”; las condiciones generales de vida son precarias. Su largo viaje hacia San Antonio, Texas, continuaría el día siguiente que fue entrevistada al tomar de nuevo el tren hasta llegar, conforme a lo que le habían descrito, “al desierto y al río”.4 Según informaron las personas que laboran ahí, de aproximadamente cien migrantes que llegan, tres o cuatro son mujeres. Zenaida tiene 30 años de edad, es casada, y tanto su marido como ella sólo cuentan con la educación básica. Él se encuentra trabajando en San Antonio, Texas, en un negocio particular, desde que migró un año atrás, y le envió apoyo económico para que ella se fuera a trabajar junto con él. Ella tomó la decisión de seguirlo para poder mandar sustento a sus padres, en León, Nicaragua, con quienes había dejado encargada a su hija de seis años de edad, quien cursa el primer año de educación primaria. 2 Subdirección General de Estudios del Sector Exterior (2001). Centroamérica: características estructurales y principales retos. Madrid, Boletín económico, ICE, p. 7. 3 Ibid, p. 5. 4 Paloma Alvarado Cárdenas (16 de noviembre de 2012). Entrevista a Zenaida Otón (30 años) originaria de León, Nicaragua. Belén Casa del Migrante, Saltillo.

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Otro gran problema en Centroamérica, que repercute en la estabilidad emocional de la persona, e incluso la integridad física del cuerpo, es la violencia. Ésta tiene como causas principales el tráfico de drogas, la violencia juvenil y la disponibilidad de las armas de fuego en la población civil. La existencia de pandillas juveniles, como las “maras” o bandas armadas, que luchan por los territorios en las zonas marginales, las peleas entre las organizaciones de traficantes y con la policía, y la creciente disponibilidad de las armas de fuego ,hacen compleja la vida en estos países. Es notable que a partir de las guerras civiles los habitantes centroamericanos han vivido una oleada de crímenes, comenzando en El Salvador, Honduras y Guatemala, y extendiéndose a Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Quienes habitan en el campo sufren una deficiente alimentación, la falta de atención en los aspectos de salud y la escasa educación. Esto les motiva a emprender el riesgoso trayecto hacia los Estados Unidos. Un migrante de Honduras llamado Héctor, de 33 años, abandonó su país “porque quiero darle un futuro mejor a mis hijas y a mi esposa; en mi país no se puede conseguir eso, existen muchas pandillas y el gobierno no hace nada por proteger a las personas, por eso me vine y pretendo llegar a los Estados Unidos para trabajar y mandar dinero a mi familia y, ¿por qué no?, un día traerlos conmigo”.5 Un joven centroamericano expresa: “Atravesar México sin papeles es muy duro. Los cinco mil kilómetros que recorrí puedo decir que los recuerdo uno por uno”.6 El trayecto Un migrante hondureño, Jesús A. Rodríguez, tardó poco menos de un mes y medio para recorrer la distancia desde Honduras hasta Saltillo, para intentar continuar luego su trayecto a los Estados Unidos. Después de cruzar la frontera en el sur de México, por el punto que denominan “La Técnica” él y otros migrantes pasaron a Palenque y, de ahí a Puerto Limón. Ese día caminaron como unas diez 5 Ignacio Méndez (10 de noviembre de 2010). Entrevista a Héctor, migrante hondureño. Belén Casa del Migrante, Saltillo. 6 Redacción (8 de noviembre de 2011). “Belén, Posada del Migrante. Un respiro entre la desolación”, en Vanguardia, secc. Locales, Especial, p. 6.

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millas. En los días siguientes anduvieron a pie cerca de 50 millas, y llegaron a un pueblo “donde había una casa de esas que son para los trabajadores del tren; llegamos y la limpiamos, pusimos cartones para dormir y que el tren pasa a eso de las dos de la mañana porque hubo cambio de vías, y que lo agarramos. Ese día también llovió. Llegamos a un pueblito parecido a Chiapas, que está en Coatzacoalcos. El frío en Orizaba nos pegó muy fuerte: acostumbrados al buen clima, fue lo primero que enfrentamos; luego pues, las grandes distancias a pie, uno o dos días caminando para encontrar de nuevo la ruta del tren”.7 El recorrido en tren es también difícil. El migrante Gustavo Adolfo originario de La Paz, Honduras, explica: “es sufrir hambre, frío y sol”. En el trayecto él y sus acompañantes comían en las casas de migrantes “pero solo estábamos dos días o tres máximo y ya en la noche nos íbamos a tomar el tren, soportando el frío”.8 Los migrantes saben que en la travesía hacia el norte siempre es mejor viajar dentro de un grupo, si bien estos se integran y desintegran constantemente debido a las posibilidades de tomar un tren o por el cansancio que obliga a algunos a permanecer más tiempo en un sitio. Entre los riesgos que corren los migrantes están no sólo los criminales, sino la misma policía. El hondureño Gustavo Adolfo indica: “en Guatemala están los policías formados en las estaciones para quitarte todo, ahí nos asaltan mucho y nos quitan todo nuestro dinero, y algunos nos golpean (…) y en Veracruz está muy peligroso porque (en la línea del ferrocarril) hay unos túneles, y te tienes que agachar o te caes del tren, y muchos se caen. Además que hay hombres armados en las estaciones para secuestrarte. Los miembros del crimen organizado te secuestran y llaman a tu familia pidiendo 10 mil dólares o 5 mil; extorsionan mucho a las familias, por eso no he cruzado, hasta pienso regresarme con mi familia.”9 7 Karel Zurita (10 de noviembre de 2010). Entrevista a Jesús Armando Rodríguez Bonilla, migrante hondureño. Belén Casa del Migrante, Saltillo. 8 Luis A. Mendoza Bustos (2 de noviembre de 2012). Entrevista a Gustavo Adolfo, originario de La Paz, Honduras. Belén Casa del Migrante, Saltillo. 9 Ibid.

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Es un hecho que en el recorrido, muchos migrantes se convierten en un negocio a explotar por el crimen organizado y en un blanco para los asaltantes. Jesús Rodríguez también reconoce que una amenaza con que se topan es la policía, o “los malos, (eufemismo por criminales o narcotraficantes), así que hay que viajar en grupos para poder defenderse, porque a uno solo lo agarran o lo deportan o lo ocupan en lo malo.10 En el mismo sentido, Víctor, migrante de Honduras señala : “A un grupo grande de compañeros les es posible protegerse de robo; muy diferente a viajar en grupo de dos o tres personas (pues así siempre existe) la amenaza de quienes te puedes encontrar en el camino”.11 Para las mujeres uno de los principales riesgos es el abuso sexual. Zenaida Otón originaria de León, Nicaragua, narró que había salido de Nicaragua aproximadamente tres días antes de la entrevista y que todo su recorrido hasta llegar a Saltillo había sido en el techo del tren (como usualmente viajan). Por las descripciones que dio, pasó por Chiapas y al parecer por Veracruz hasta llegar ahí.12 Viajó en compañía de un amigo, con quien su esposo la confió y quien, para ella, se convirtió en su “ángel de la guarda”, pues la cuidó, apoyó y animó a seguir adelante todo el camino, pese que ella temblaba de miedo ante los peligros que el viaje implicaba.13 Un joven hondureño platica: “En Guatemala y México, cuando crucé, tres veces me salvé de que me hicieran prisionero, y al ver que era el mismo idioma y color de piel, reflexioné, ¿cómo es posible que me llamen extranjero?”14

10 Karel Zurita, (10 de noviembre de 2010). Entrevista a Jesús Armando Rodríguez Bonilla, migrante hondureño. Belén Casa del Migrante, Saltillo. 11 Gabriela Ramírez Torres (2 de noviembre de 2012). Entrevista a Víctor, migrante de Honduras (21 años). Belén Casa del Migrante, Saltillo. 12 Paloma Alvarado Cárdenas (16 de noviembre de 2012). Entrevista a Zenaida Otón originaria de León, Nicaragua. Belén Casa del Migrante, Saltillo. 13 Ibid. 14 Redacción (Martes 8 de noviembre de 2011). “Belén, Posada del Migrante. Un respiro entre la desolación”, en Vanguardia. Sección Locales, Especial p. 6.

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Las expectativas rotas “Yo busco un trabajo digno y ayudar a mi familia –explica el migrante hondureño Jesús Rodríguez–, para eso se va uno a los Estados Unidos; mire: yo donde hay trabajo, hay vida y si hay trabajo, ahí estoy”.15 El peligro que corren los migrantes también existe una vez que han llegado a su destino. Así mismo, el índice de criminalidad en las comunidades que les reciben suele ser alto porque, por lo regular, ellos se instalan en las colonias más pobres, en los barrios deteriorados, donde se convive con otros grupos minoritarios y en los cuales existen todo tipo de personas. La migración, si bien puede traer beneficios para las personas que emigran y sus familiares, también puede acarrear diversas consecuencias, ya que ellas “siguen siendo vulnerables a formas incluso extremas de explotación y abuso”.16 Para Jorge Durand las tierras fronterizas de los Estados Unidos se han convertido en tierra de nadie para ladrones y vigilantes, de manera que cientos y miles de migrantes han muerto en su intento de pasar la frontera.17 Cada año docenas de personas son atropelladas.18 También viven problemas de desintegración de la vida familiar, cambio en la religiosidad e incremento de la delincuencia. A veces no sólo se encuentran ante situaciones causadas por terceros, es decir algunos de ellos deciden ir a Estados Unidos sin tener algún conocido o lugar a donde llegar y fácilmente se extravían.19 Los riesgos de arresto y deportación es uno de los mayores problemas de los migrantes, en ocasiones incluso mayor que el temor al robo, a violaciones o golpizas. La Patrulla Fronteriza constantemen15 Karel Zurita (10 de noviembre de 2010). Entrevista a Jesús Armando Rodríguez Bonilla, migrante hondureño. Belén Casa del Migrante, Saltillo. 16 Ian Goldin y Kenneth Reinert, (2005) Globalización y pobreza. Bogotá, Banco Mundial/ Alfaomega colombiana. 17 Durand, Jorge. (2007) Braceros, p. 28. 18 Durand, Jorge, y Massey, D., (2001) Milagros en la frontera, 19 Ibid.

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te mejora su tecnología para detectar a los migrantes y deportarlos, la cual incluye aparatos infrarrojos, sensores remotos, vehículos con emisión radiofónica y helicópteros. Ante esta realidad, muchos deciden regresar a sus países de origen. Por ejemplo, Víctor señala que fue deportado de los Estados Unidos y que no piensa volver a intentar su ingreso a ese país por varios motivos: “la verdad no es como te lo pintan, principalmente porque estuve en Corpus Christi muy poco, porque me encontraron (las autoridades migratorias de los Estados Unidos) y me regresaron; otra porque te decepcionan ¿sabes?; tenía amigos allá que me “ayudarían” a pasar, pero empiezan a desanimarte con comentarios como: “no es como parece”, “no es fácil estar acá”, ”mejor busca otras cosas, no te vengas” y eso; así que te decepcionas. La verdad, no tienes a nadie. Ellos nunca pensaron ayudarte, además de que siempre estás escondiéndote y muchas cosas por las que pasas”.20 Otras metas se orientan a volver a su lugar de origen después de ahorrar dinero en los Estados Unidos. Zenaida Otón explica que sus anhelos son construir su casa en León, Nicaragua, para poder vivir como familia aparte de donde sus padres y reunirse con su hija y vivir juntas para verla crecer. Ella quisiera iniciar su propio negocio de abarrotes en su ciudad de origen.21 El cuerpo como testimonio de experiencia Cuando los migrantes se despiden de su familia puede ser algo definitivo, pues los peligros a los que se enfrentan son muchos: ladrones, policías, la “migra” o policía de migración, o simplemente el caer de un tren y morir. Uno de ellos, originario de Honduras, señala: “ (…) cuando salimos para acá nos despedimos definitivamente, porque nunca sabemos si vamos a volver. En el tren nos pasa de todo, nos golpea la policía, nos agarran los ladrones, nos quitan todo y nos golpean.”22 20 Gabriela Ramírez Torres (2 de noviembre de 2012). Entrevista a Víctor, migrante de Honduras (21 años). Belén Casa del Migrante, Saltillo. 21 Paloma Alvarado Cárdenas (16 de noviembre de 2012). Entrevista a Zenaida Otón originaria de León, Nicaragua. Belén Casa del Migrante, Saltillo. 22 Dulce Niño (10 de noviembre de 2010) entrevista a Santiago Medina, migrante hondu-

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Otro migrante originario de Honduras durante su paso por Saltillo, explica que viajaba con su hermano, de manera que mientras uno dormía, el otro vigilaba; entre los dos se cuidaban y se ayudaban. Santiago y su hermano tenían ya dos meses viajando, y todavía les faltaba un último recorrido en México, pues de Saltillo viajarían a Reynosa y de ahí tratarían de cruzar el río; después de pasar la frontera, comentó, son varios días caminando para poder llegar a un poblado a descansar y reponer energía para continuar su viaje hasta su lugar de destino: el estado de Florida, en donde le espera un trabajo seguro, mismo que dejó cuando lo deportaron.23 José Víctor, migrante de San Pedro Sula, Honduras, señala que al ir en el tren en ocasiones hace mucho frío, “hay un momento que uno no puede mover el cuello”. Además explica: “cuando uno ya anda escaso de recursos, ya nos toca bien duro, aguantar hambre y sed, lo bueno que el agua nos la regalan”. En San Luis Potosí, fue golpeado por unos muchachos mal vivientes; le fracturaron un brazo y le golpearon la cara al grado de perder algunos dientes. “Yo estaba durmiendo, ya había cumplido mis horas en la casa del migrante de allá, y salí a dormirme afuera, porque no tenía recursos para pagar un hotel. Me dormí en la caja de una camioneta que estaba estacionada y un amigo mío se durmió debajo de un árbol. Pues como a las 11 de la noche me despertaron y me empezaron a golpear. Después me aventaron a una alcantarilla de aguas negras pues pensaron que estaba muerto”.24 Gustavo Adolfo estima que los migrantes que tienen vicios son los primeros en fracasar, “porque se caen del tren y son los primeros que andan pidiendo dinero en los cruceros para comprarse las drogas y son a los que agarran primero”.25 También manifestó que se había preocupado cuando otro día se habían quedado sin alimentos dado que no habían calculado bien el tiempo de traslado de un lugar a otro, por lo que pasaron horas de hambre. reño. Belén Casa del Migrante, Saltillo. 23 Ibid. 24 Carlos J. Recio Dávila y José de Jesús Rodríguez Monreal (2 de noviembre de 2012). Entrevista a José Víctor. Migrante de San Pedro Sula, Honduras (35 años). Belén Casa del Migrante, Saltillo. 25 Luis Arturo Mendoza Bustos (2 de noviembre de 2012). Entrevista a Gustavo Adolfo, originario de La Paz, Honduras. Belén Casa del Migrante, Saltillo.

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Las pruebas de resistencia física Jesús Armando Rodríguez, migrante centroamericano, indica que en el tren hacia Orizaba, un tío suyo se rebanó parte del segundo dedo del pie y que: “sólo se amarró algo para detener la sangre”. De Orizaba tomaron otro tren a Apizaco. Y luego otro para la estación Lechería a donde llegaron en la madrugada; ahí se quedaron un día en la casa del migrante de ese lugar, llamada Juan Diego.26 En un pueblo llamado Huehueteca, caminaron fuera de la estación a escondidas pues las vías están vigiladas por los agentes federales y la “migra”. “Ya en la noche hacía mucho frío, de ese con el que no puede uno ni dormir. El agua se nos congeló, hicimos una fogata con madera de los durmientes y hierba del monte. En la mañana caminamos durante seis horas unos 30 kilómetros y llegamos a Pachuca, Hidalgo; ya para las cinco o seis de la tarde pasó el otro tren y lo agarramos; venían siete hondureños y un nicaragüense. Llegamos a las dos de la mañana a Celaya”.27 Y su trayecto siguió. Al llegar a alguna de las más de 60 casas del migrante en México, una situación común para este tipo de viajeros es la reseñada en el periódico saltillense Vanguardia de la siguiente manera: Luego de semanas de travesías, sucios y llenos de lodo, tras haber caminado por pantanos, campos y soportado las lluvias a bordo del tren, podrán comer y después bañarse. Aunque exhausto, uno de los salvadoreños disfruta el delicioso plato de arroz y frijoles. No soporta el dolor de los músculos de los brazos –durante tres días y noches sus brazos se aferraron a la escalera del tren para no caerse.28

Las condiciones en que llegan los migrantes después de haber recorrido miles de kilómetros son extremas: casi todos tienen llagas en los pies o son víctimas de enfermedades respiratorias, por el frío y la 26 Karel Zurita, (noviembre de 2010). Entrevista a Jesús Armando Rodríguez Bonilla, migrante hondureño. Belén Casa del Migrante, Saltillo. 27 Ibid. 28 Redacción (Martes 8 de noviembre de 2011). “Belén, Posada del Migrante. Un respiro entre la desolación”. En Vanguardia. Sección Locales, Especial p. 6.

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lluvia a la que se exponen durante la travesía. La religiosa Guadalupe Argüello, de la Casa del Migrante en Saltillo, explica: “Una vez llegó un muchacho que tenía las plantas de los pies destrozadas, ya casi no tenía piel y le pregunté qué le había pasado: El chico me dijo que por un mes entero no se había quitado los zapatos; el temor a que en cualquier momento llegara la autoridad o los delincuentes a tratar de secuestrarlos le hizo decidir no quitarse nunca los zapatos, no fuera a ser que lo pescaran desprevenido y no pudiera ni correr”, recordó Argüello.29 El miedo y la incertidumbre Jesús Armando, migrante hondureño, explica que en el cruce entre Lechería y el cruce de Puebla, iba con dos migrantes más; ahí, unos hombres armados con “cuernos de chivo”30 y pistolas les gritaron y ellos, asustados, se escondieron y se separaron. Después se encontraron, pero solo dos. Y agrega: Me fui unos días a la casa del pollero (quien lleva a trabajadores indocumentados a Estados Unidos); estuve de hecho ocho días, gracias a Dios nunca estuve en manos de esas personas (los zetas). Esos días me sirvieron para pensar que sería de mí si estuviera con esas personas, yo en mi mochila traigo mi clave (documento que se da en Honduras cuando sacas la credencial de mayoría de edad) ahí tengo dónde vivo, cómo me llamo, mi teléfono, en sí trae todo. Mira, desde la frontera de Belice te están checando cómo eres, qué ropa traes, cómo andas y pues eres presa para que te secuestren; se comunican por radios, y te van checando en todo el camino.31

Zenaida Otón explica que en el trayecto hacia el norte, vivió los días de mayor temor de toda su vida, por las situaciones riesgo de las que se rodearon. En una de sus paradas (de la que no supo la ubicación) unos hombres de muy mala apariencia, “de esos que uno sabe que 29 Ibid. 30 Actualmente, en México el fusil de asalto AK-47 es apodado como “cuerno de chivo” debido a la forma curva de los cargadores. Los cuernos de chivo son una de las armas predilectas de los carteles que se dedican al tráfico de drogas y otros ilícitos. 31 Karel Zurita, (noviembre de 2010). Entrevista a Jesús Armando Rodríguez Bonilla, migrante hondureño. Belén Casa del Migrante, Saltillo.

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quieren hacer daño”, la acosaron y amenazaron con violarla; riesgo del que ya le habían prevenido. No obstante, una señora les había permitido a ella y a su acompañante dormir fuera de su casa, lo que evitó que los sujetos se acercaran. Subrayó que no volvería a pasar por lo que había pasado en los días previos a llegar a Saltillo, pues había sentido un miedo enorme; no obstante, aquello que la movía a hacer cosas tan fuera de su personalidad era la ilusión de mejorar el nivel de vida de su pequeña hija. Además dijo que consideraba que si había llegado con bien hasta Saltillo era únicamente porque Dios la había guiado todo el camino.32 El estrés Otra situación que es resentida en el cuerpo de cada migrante, en todo momento de su travesía, es el estrés. Al permanecer en la Casa del Migrante en Saltillo, son apremiantes las preguntas que invaden a los peregrinos: “¿Cómo voy a cruzar al otro lado?, ¿me podrá mandar mi familia el dinero que necesito para cruzar?, ¿cómo estarán mis hijos allá en El Salvador, Honduras, Guatemala?”33 Al llegar a los Estados Unidos sufrirán un shock cultural que se agrava debido a su situación como ilegales en una sociedad que les rechaza, pero que al mismo tiempo les necesita. Además, muchos son originarios de comunidades pequeñas o rurales y las grandes ciudades, como son muchas en las que se insertan, son generadoras de estrés. La posibilidad de la muerte Desde la antigüedad latina, la vida se comparaba con una larga jornada, en la cual la mañana, correspondía a la infancia, el mediodía a la juventud y madurez, y el anochecer a la vejez.34 Partiendo de esta idea, la posibilidad de morir en plena juventud, a la que se enfrentan muchos migrantes, resulta paradójica. No obstante, no resulta extra32 Paloma Alvarado Cárdenas (16 de noviembre de 2012). Entrevista a Zenaida Otón originaria de León, Nicaragua. Belén Casa del Migrante, Saltillo. 33 Redacción (Martes 8 de noviembre de 2011). “Belén, Posada del Migrante. Un respiro entre la desolación”, en Vanguardia, Sección Locales, Especial p. 6. 34 Séneca lo refiere en su carta 12, explica Michel Foucault, Hermenéutica del sujeto. p. 444.

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ño debido a situaciones como la deshidratación, las enfermedades o la violencia de los que pueden ser objeto en su largo trayecto. Lo más difícil para mí es el sur: pasar por Tabasco, Veracruz y hasta llegar al D.F. es muy peligroso, en todos lados hay policías garroteros, les decimos así porque están abajo con un garrote y nos tumban para robarnos lo que traemos de dinero, nos golpean mucho si no les damos nada y abusan de las muchachas. Ya pasando el D.F. es más fácil, lo único más difícil es el frío y el hambre y como ya llegamos sin dinero, pues tenemos que pedir en algún lugar en donde nos paremos a descansar y a esperar el otro tren […] En otros lugares es diferente, hay pueblitos muy pequeños en donde las gentes se ponen a un lado de las villas (vías) y ya nada más oímos que los compañeros gritan ¡comida! y todos nos ponemos listos para agarrar lo que nos dan; pasa el tren y ellos se ponen en las orillas con la comida, agua, cobijas o ropa que nos regalan para que nosotros al pasar en el tren las podamos agarrar.35

Mario José Rodríguez Escobar, hondureño de 18 años indica que en el trayecto son víctimas de muchas injusticias: “violan a las mujeres, a los hombres nos golpean; en el tren no te puedes dormir porque te pueden asaltar o te puedes caer, algunos de los compañeros se quedan atrás, se pierden o mueren; algunos somos secuestrados…”. Él mismo fue secuestrado por un grupo de traficantes en el estado de Oaxaca: “éramos varios, a uno de ellos lo asesinaron porque no pagaron su rescate, a mí me pedían 500 dólares. Lo mandó mi familia y ahora tengo que trabajar más para poder recuperar ese dinero”.36 A Héctor, migrante hondureño, un policía le acusó de haberle robado la cartera a otro policía que andaba de civil: “entonces me golpearon y me insultaron; yo no dije nada, solo que no era un ladrón y después de que me golpearon, me dejaron libre”. Agrega que por lo general las mujeres resultan también agredidas y añade: “de hecho a mí me tocó ver cómo cinco policías de Veracruz violaban a una mujer”.37 35 Dulce Niño, (10 de noviembre de 2010). Entrevista a Santiago Medina, migrante hondureño, Belén Casa del Migrante, Saltillo. 36 Ignacio Méndez, (10 de noviembre de 2010). Entrevista a Mario José Rodríguez Escobar, migrante hondureño. Belén Casa del Migrante, Saltillo. 37 Ignacio Méndez, (10 de noviembre de 2010). Entrevista a Héctor, migrante hondureño.

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Wilmer Alexander López, hondureño de 25 años expresa, por su parte, que los accidentes en “La Bestia” son habituales. En una ocasión le tocó presenciar cómo a un compañero de viaje el tren lo partía: “el señor se subió por la “muela” (pieza que une los vagones), dio un jalonazo para adelante y le cortó los pies”.38 Esta es una muestra terrible de la severa alerta y el peligro amenazante con el que viajan. Mauricio Antonio, originario de El Salvador, explica que en una parte de su recorrido algunas personas lo amenazaron y persiguieron con machetes con el fin de robarle. No obstante también se ha cruzado con personas buenas que le han ofrecido un poco de comida, algunas más le han dado un poco de dinero. Otras personas lo han orientado para esquivar a las autoridades de migración o de la policía, e incluso le han dicho cómo evadir a algunos choferes de “combi” o particulares que se dedican a robar a los migrantes cuando pasan cerca de algunos caminos. Al momento de la entrevista traía puestos un par de tenis negros que le habían regalado durante su travesía, y los pies llenos de callos de tanto caminar.39 Parte II El cuerpo simbólico del migrante Paralelamente a las difíciles experiencias que viven los migrantes en su camino hacia los Estados Unidos, su cuerpo es reflejo de la identidad, creencias, e incluso la historia individual de cada uno. De esta manera, el cuerpo es un soporte artístico de grafismos y dibujos por medio de tatuajes, o por el uso de cadenas, aretes, pulseras y otros adornos. Entre los dibujos más utilizados por los migrantes hispanos hacia Estados Unidos se encuentran: “la Virgen de Guadalupe, charritas, los rostros de los hijos y la esposa; las iglesias y patronos de sus comunidades de origen, el nombre del país, estado o ciudad de nacimiento”.40 Los tatuajes también son utilizados para demostrar Belén Casa del Migrante, Saltillo. 38 Gabriela Contreras Ramírez, (10 de noviembre de 2010). Entrevista a WIlmer Alexander López, migrante hondureño. Belén Casa del Migrante, Saltillo. 39 Ernesto Terry Carrillo (10 de noviembre de 2010). Entrevista a Mauricio Antoio, migrante de la República del Salvador. Belén Casa del Migrante, Saltillo. 40 De acuerdo a Spooky, un tatuador de ascendencia jalisciense en Los Ángeles, http://rumboalnorte-radio.blogspot.com/2010/02/rumbo-al-norte-23-de-febrero-de-2010.html

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el dolor de la pérdida de un ser querido. Aquí nos interesa explorar el significado social, personal y simbólico del tatuaje para algunos migrantes, no obstante el hecho de grabarse dibujos en el cuerpo puede traerles efectos negativos como ser identificados con un determinado grupo amenazante o ser estigmatizados socialmente. Según el doctor en Ciencias Sociales Miguel J. Hernández Madrid, quien ha explorado la relación entre el cuerpo del creyente ylas imágenes de los itinerarios de la identidad migrante (2009),41 en la situación de tensión y de peligro que supone la migración, sobre todo la migración ilegal, la relación entre identidad y creencia se hace más fuerte, es más notable. En este contexto es posible entender el significado y relevancia de los tatuajes e incluso algunas modificaciones corporales, el uso de cadenas, aretes, pulseras y otros adornos en el cabello, las uñas o los dientes practicado por algunos migrantes de origen mexicano y centroamericano hacia Estados Unidos. La práctica de grabar dibujos en la piel humana introduciendo materias colorantes bajo la epidermis mediante punzones, tiene orígenes muy antiguos en civilizaciones de todo el mundo. Su sentido ritual, cósmico-religioso, se ha transformado convirtiéndose en una práctica estética. Pero también puede ser un estigma de grupos considerados como marginados o contraculturales. Se usa como una marca de pertenencia, como un ritual de iniciación (o auto iniciación) que navega entre los ámbitos de lo público y lo privado de una manera ambigua, dada su posibilidad de ser ocultado bajo la ropa. Para el migrante, desde la perspectiva simbólica y social, estas intervenciones corporales son elementos que reafirman su identidad y favorecen su anhelo de sobrevivencia. Algunos lo practican como signos de una fe, generalmente heredada y repetida en el seno de su comunidad de origen. Es frecuente que se acuda a encomendarse a la Virgen de Guadalupe o de San Juan de los Lagos, al Santo Niño de Atocha, a Santo Toribio, patrono de los migrantes, a San Judas Tadeo, abogado de las causas difíciles, e incluso a la Santa Muerte, antes de emprender el camino. De la misma manera, antes de partir algunos migrantes 41 Odgers Ortiz, Olga y Juan Carlos Ruiz Guadalajara, coords. (2009) Migración y creencias pensar la religión en tiempos de movilidad. El Colegio de la Frontera Norte, el Colegio de San Luis, Miguel Ángel Porrúa, México.

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deciden realizarse un tatuaje con imágenes del Sagrado Corazón o el rostro sufriente de Cristo con la corona de espinas ciñendo sus sienes. También se dan casos en que se hace aplicar el tatuaje al estar ya en los Estados Unidos, del “otro lado”, dada su necesidad de reafirmar el origen que se siente lejano, ausente, perdido. Como todo símbolo, el tatuaje provoca un diálogo y crea relaciones. Muchos son marcas referidas a hitos en la vida de la persona: la ruptura con una novia, asesinatos cometidos, la muerte de un amigo, el llanto que han arrancado a sus madres, la pertenencia a una pandilla, etc. Mucho se ha estudiado en relación a los pandilleros, quienes llevan su historia inscrita en la piel. Los tatuajes cuentan y exhiben su biografía y muestran las contradicciones en las que se debaten, pues en un mismo cuerpo coexisten vírgenes y diablos, ángeles y demonios, lágrimas y payasos, amores y desaires expresados en corazones atravesados por puñales o espinas. La socióloga mexicana Rossana Reguillo habla de que la muerte, Cristo, el diablo en

Migrante centroamericano 1. Belén, Casa del Migrante, Saltillo, 2011. Foto de Carlos J. Recio Dávila

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Migrante centroamericano 2. BelĂŠn, Casa del Migrante, Saltillo, 2011 Foto de Carlos J. Recio DĂĄvila

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Migrante centroamericano 3. (“Catracho” significa hondureño) Belén, Casa del Migrante, Saltillo, 2011 Foto de Carlos J. Recio Dávila

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contraposición con la afectividad objetivada a través de la imagen de lágrimas, corazones, rostros de mujer, etc., hablan de un mundo de miedos y aspiraciones, de esperanzas y de dolores.42 Se distinguen, entonces, aquellas marcas y modificaciones corporales encaminadas a satisfacer una necesidad más primaria en el campo simbólico: las marcas y modificaciones corporales se mantienen como una necesidad de sentir un ancla en la propia carne ante lo inestable del mundo exterior. En este sentido es interesante que nuevas devociones acogidas por amplios sectores de migrantes, en este caso mexicanos (como el Niño Fidencio o Jesús Malverde43), empiezan a cristalizarse en los cuerpos tatuados. Al tatuarse, se explora la “transgresión dolorosa de la propia piel, como una forma de exteriorizar el dolor interno.” Este dolor es frecuentemente identificado con Cristo sufriente, una especie de amorodio que, de acuerdo a Karen Cordero, “guardamos con la superficie de nuestros cuerpos en la sociedad posmoderna”,44 y que va a ser más clara frente a la muerte. Ante el peligro de la muerte, señala Miguel Hernández, los tatuajes se vuelven marcas cuya intensidad y presencia se hacen más necesarias por el riesgo que implica una movilidad incierta; es llevar al cuerpo a sus límites y a un posible encuentro con la muerte. Tan presente es para algunos que Guillermo Solano, migrante nicaragüense que fue detenido en Los Ángeles en 2009, había tatuado en su pecho su propio epitafio: “La muerte me sorprende, bienvenida sea”.45 42 Apud. José Luis Rocha (septiembre 2003), “Tatuajes de pandilleros: estigma, identidad y arte”, en Envío digital [en línea] Universidad Centroamericana, Managua, Nicaragua, , núm. 258. http://www.envio.org.ni/ articulo/1285. 43 El Niño Fidencio, curandero activo en la década de 1930 en Espinazo, Nuevo León, es reverenciado como santo y fundador de la iglesia fidencista cristiana, mientras que Jesús Malverde es el “santo” milagroso sinaloense, también conocido como “el ángel de los pobres”, a quien los narcotraficantes piden protección. 44 Karen Cordero (1998), “Síntomas culturales: Cuerpos del siglo XX en México”, en El cuerpo aludido. Anatomías y construcciones. Cat. exposición, México, Munal/ Conaculta /INBA, p. 101. 45 Carlos Láscarez S. (6 de noviembre, 2009). “Cae miembro de la Mara Salvatrucha”, en Al día, San José de Costa Rica, http://www.aldia.cr/ad_ee/2009/noviembre/06/ sucesos2149402.html

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La piel como diario, idealizacióny resistencia El tatuaje se sitúa en el filo de la navaja como una práctica íntimamente necesaria y externamente peligrosa. Vale la pena resaltar esta situación límitrofe que se manifiesta en otros aspectos. Historiadores de la vida privada como Antoine Prost estudian la permeabilidad entre lo público y lo privado. Prost enfatiza que el culto moderno al cuerpo corresponde al primado de la vida privada individual, pero que el cuerpo se ejercita y cuida para su exhibición,46 es decir, se ha convertido en el lugar de la identidad personal-social. El cuerpo, a través del tatuaje, no solo exhibe lo que la persona es, su pertenencia a un grupo y su familia, sino lo que quiere ser. Según la socióloga Reguillo, el tatuaje es mediador entre el ser y el parecer. La verdad o falsedad, el secreto o exhibición de la persona depende de los tatuajes, de su presencia o ausencia, de su ubicación y de sus motivos.47 La elección del motivo del tatuaje es sin duda relevante. También lo es su ubicación y responde tanto a motivos personales como códigos de grupo. En la carne se entrelazan las historias personales, razones sentimentales, morales, estéticas e, inclusive, la moda. Quienes lo practican suelen grabarse los nombres de los hijos o alguna persona emocionalmente importante en su vida. Dependiendo del ámbito en el que se mueva el tatuado, es o no rechazado por un grupo específico. Según un testimonio cibernético, “si usas tatuaje ya te niegan trabajos, no puedes servir en el ejército, todos te catalogan como drogadicto, vicioso, ladrón, infinidad de cosas.” En contraste, esta persona comenta que en ciertos ámbitos es casi obligado, por ejemplo en Estados Unidos “si no traes tatuaje se burlan x k (sic) no tienes uno y en las fuerzas armadas todos tienen tatuajes.”48 Según José Luis Rocha, investigador de la Universidad Centroa46 Antoine Prost (1992), “Fronteras y espcios de lo privado”, en Historia de la vida privada en el siglos XX, t. 9 coord. por Antroine Prost y Gérard Vincent. 1ª reimp. Madrid, Taurus, pp. 94 y 97. 47 Apud. José Luis Rocha (septiembre 2003), “Tatuajes de pandilleros: estigma, identidad y arte”, en Envío digital [en línea] Universidad Centroamericana, Managua, Nicaragua, , núm. 258. <http://www.envio.org.ni/articulo/1285>. 48 Un usuario llamado “v-dub”, en <http://mx.answers.yahoo.com/question/index?qid= 20070612120447AABYXr1>. [Consulta: 9 de enero, 2012].

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mericana de Managua, Nicaragua, el rasgo más importante para que los tatuajes activen el radar social es su ubicación. Los tatuajes de la clase media y alta se roturan en sitios ocultos (abdomen, glúteos, ingle, pecho) o en lugares que permanecen cubiertos en situaciones formales (brazos y piernas). Los tatuajes de la clase baja están en sitios muy visibles (manos, cuello, rostro). Y cuando están en las piernas, el pecho o la espalda, se les mantiene expuestos a la vista pública por la costumbre de andar sin camisa y en pantalones cortos. En el caso de los pandilleros, la localización del tatuaje también puede informar sobre su nivel de protagonismo: sólo los más arrojados se tatúan en el rostro. Esa ubicación puede distinguir a los que son meros seguidores de los que “van sobre” y se sitúan a la vanguardia durante las batallas. Por eso es más frecuente el tatuaje en la cara entre quienes han estado en prisión.49 Es frecuente que los migrantes centroamericanos que fallecen en el trayecto sean identificados por los tatuajes que llevan. En vida, los grabados en el pecho, brazos y otras partes de sus cuerpos, puede traerles efectos negativos. En primera instancia, la punción practicada sin higiene puede acarrear contagio de VIH SIDA o de hepatitis. Estar tatuado puede llevarlos a ser estigmatizados como delincuentes; es común que el tatuaje, como ya señalamos anteriormente, se vuelva un elemento de la pertenencia a un grupo. En el caso de los maras salvadoreños, marca la aceptación que resalta su propia marginalidad asumida y confrontante. Por esta razón, un migrante hondureño entrevistado en Belén Casa del Migrante en Saltillo (mayo de 2012) declaró que ahora procuran ya no realizarse tatuajes, para no ser identificados tan fácilmente. De acuerdo a Rodrigo Ganter, el tatuado sabe que la sociedad lo evalúa, clasifica y juzga guiándose por su presentación, cuerpo y cosmética. Con el tatuaje, el pandillero abona el prejuicio social, lo provoca, lo desafía, explica el investigador. Como carece de estigma físico, el rechazo social introyectado busca una somatización para que el sujeto se denuncie.50 Y puesto que al tatuaje se asocia con 49 Ibid. 50 Rodrigo Ganter (2006), “De cuerpos, tatuajes y culturas juveniles”, en Espacio abierto, ene-

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una elaboración teórica que racionaliza la animosidad basada en otras diferencias –como la clase social– y explica tanto la inferioridad como el carácter letal de su portador, el tatuaje se convierte en la provocación que saca a la luz todos los prejuicios sociales latentes o subdesarrollados, y logra que todos ellos alcancen su clímax. Ganter concluye que los tatuajes controlan la percepción de los demás. Son eficaces inductores de interpretación, manipuladores hermenéuticos, una “práctica que lucha contra el olvido de la carne y que recrea epidérmicamente las texturas de una memoria caleidoscópica.”51 Así, la práctica de tatuar la piel podría ser vista como un intento de modificar la historia, el pasado, y por lo mismo, el futuro. El cuerpo es, al mismo tiempo, el vehículo de la imposición de fuerzas sociales, políticas y económicas y un vehículo para resistir esas fuerzas. Por ello, el cuerpo del migrante es el primer sitio para la contestación del poder social e individual y está en el lugar geométrico, simultáneamente, de la opresión y el empoderamiento.52 Pero para explorar este aspecto, se hace necesario separar la experiencia corporal de hombres y mujeres migrantes, cuestión que empieza a ser abordada por los estudios de género. La migración femenina Rocha cita a la antropóloga Margo Demello, quien “sostiene que si el cuerpo sirve como lugar donde género, etnia y clase están marcados, los tatuajes y su proceso de inscripción crean en sí mismos un cuerpo cultural y mantienen límites sociales muy específicos. Expresan la posición social que el cuerpo ocupa.” De esta manera, concluye que “el mundo de las relaciones y jerarquías sociales es el que institucionaliza el tatuaje y lo eleva a rango de identificador de un grupo, de una categoría social, del prestigio o la mala reputación, siempre asociados a una conducta y a otros rasgos.”53 ro-junio, año/vol. 15, núms. 1 y 2, Maracaibo, Venezuela, p. 447. 51 Ibid. 52 Reischer, E y Katryn S. Koo, 2004, “The Body Beautiful: Symbolism and Agency in the Social World” en Annual Review of Anthropology, vol. 33, pp. 297-397. 53 José Luis Rocha (septiembre 2003), “Tatuajes de pandilleros: estigma, identidad y arte”, en Envío digital [en línea] Universidad Centroamericana, Managua, Nicaragua, , núm. 258. <http://www.envio.org.ni/articulo/1285>.

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A lo anterior, añado la precisión de Juventina Yolanda Correa Castro: Las normas sociales que determinan los espacios para los hombres y mujeres, el tipo de actividad que deben o no realizar, y el control de la sexualidad femenina, así como los roles establecidos al interior de la familia, donde operan obligaciones recíprocas y estructuras de autoridad, definitivamente afectan las formas y los ritmos de migración de las mujeres, no experimentados por los hombres. 54

Los estudios de género tienen mucho que aportar en cuanto al estudio de la mujer migrante. En el tema que nos ocupa aquí, quisiéramos señalar la marcada diferencia que significa ser migrante mujer frente al migrante masculino que es la mayoría. Las diferencias biológicas y anatómicas del sexo femenino no sólo hacen a la mujer más vulnerable físicamente, sino que su propia naturaleza representa el mayor peligro: su potencial de ser usada sexualmente, convertida en mercancía u objeto de uso. Es por ello que migrantes femeninas entrevistadas en la Casa del Migrante en Saltillo prefieren emprender su travesía embarazadas, pues esto les ayuda, según relatan, a no ser violadas, al menos no tan frecuentemente como lo son las mujeres migrantes en general.55 En cuanto al uso del tatuaje, no se ha hecho patente que ellas recurran a esta práctica, al menos no de manera sistemática como los hombres. Quizá una explicación es que para ellas el campo de los afectos no necesita este esfuerzo por hacer permanentemente visible algún aspecto de la memoria personal.56 El cuerpo simbólico del migrante masculino, mediado por los imaginarios de origen y destino, es un cuerpo demasiado presente,57 que debe establecer su identidad individual remarcando el tatuaje, las cicatrices, las intervenciones, 54 Juventina Yolanda Correa Castro, 2006. Ahora las mujeres se mandan solas. Migración y relaciones de género en una comunidad mexicana transnacional llamada Pie de Gallo, tesis doctoral, Universidad de Granada, España, Depto. de Antropología Social, pp. 69-70. 55 Testimonios de migrantes en Belén Casa del Migrante, Saltillo, recabados por los voluntarios que ahí trabajan. 56 Karen Cordero (1998), “Síntomas culturales: Cuerpos del siglo XX en México”, en El cuerpo aludido. Anatomías y construcciones. Cat. Exposición, México, Munal/ Conaculta /INBA, 1998, p. 104. 57 Issa María Benítez, “El cuerpo de carne y hueso”, en El cuerpo aludido. Anatomías y construcciones. Cat. exposición, México, Munal/ Conaculta /INBA, p. 133.

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las largas caminatas, las hambrunas y las penurias del trayecto. Los territorios de lo real y lo ideal se confunden así en el cuerpo del migrante. Cuando el migrante porta un tatuaje, su memoria logra retener la identidad de la comunidad asiéndose de una figura heroica, de un santo o un modelo, al confirmar su corporeidad, su humanidad.58 Si bien esto queda muy claro en el caso de los varones migrantes, resta mucho que explorar respecto a la corporeidad simbólica de la mujer migrante. En la medida en que ellas pueden hablar de sus experiencias externas e internas (cosa que les es difícil), ya de por sí dolorosas, se les hace patente que el trayecto les da una nueva concepción de sí mismas, de su fuerza y de su pureza, a pesar de cualquier atentado que sufran, como lo señala Pedro Pantoja en este mismo libro. Acceder a más de sus testimonios nos ayudaría a entender mejor sus motivos y su persistencia en esos cuerpos cansados, heridos tan profundamente, pero siempre anhelantes. Consideramos que existen múltiples posibilidades de estudio en relación al cuerpo del migrante femenino, cuyos fines deben apuntar a una acción real y humanitaria que no deje esto en las páginas de un libro.

58 Ibid., p. 134.

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Referencias Benítez, Issa María (1998), “El cuerpo de carne y hueso”, en El cuerpo aludido. Anatomías y construcciones. Cat. exposición, México, Munal/ Conaculta /INBA, pp. 121-131. Collazón, Francisco, Qureshi, Adil, Antonin, Monserrat y Tomás-Sábado, Joaquín. (septiembre-diciembre 2008) “Estrés aculturativo y salud mental en la población inmigrante”,en Papeles del psicólogo, núm. 29, vol. 3, pp. 307-315 (Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos de España). Cordero, Karen (1998), “Síntomas culturales: Cuerpos del siglo XX en México”, en El cuerpo aludido. Anatomías y construcciones. Cat. exposición, México, Munal/Conaculta/INBA, p. 89-109. Correa Castro, Juventina Yolanda (2006), Ahora las mujeres se mandan solas. Migración y relaciones de género en una comunidad mexicana transnacional llamada Pie de Gallo, tesis doctoral, Universidad de Granada, España, Depto. de Antropología Social. Durand, Jorge (2007), Braceros: las miradas mexicana y estadounidense, Antología (1945-1964).México, Miguel Ángel Porrúa/Universidad Autónoma de Zacatecas/ Senado de la República LX Legislatura. (Col. Desarrollo y Migración). 527 pp. Foucault, Michel (2001/2009), La hermenéutica del sujeto. México, FCE, 539 pp. Ganter, Rodrigo (2006), “De cuerpos, tatuajes y culturas juveniles”, en Espacio abierto, enero-junio, año/vol. 15, núm. 1 y 2, Maracaibo, Venezuela, pp. 427-453. Goldin, Ian y Reinert, Kenneth A. (2005), Globalización y pobreza. Bogotá, Banco Mundial/ Alfaomega colombiana, 64 pp. Massey, Douglas S. (2001), Milagros en la frontera: retablos de migrante mexicanos a Estados Unidos. México, El Colegio de San Luis/ CIESAS, 234 pp. Odgers Ortiz, Olga y Ruiz Guadalajara, Juan Carlos, coords. (2009), Migración y creencias pensar la religión en tiempos de movilidad. El Colegio de la Frontera Norte, El Colegio de San Luis, Miguel Ángel Porrúa, México, 565 pp. Pérez Arellano, Raymundo, (14 de noviembre de 2011), “La fosa común, migrantes muertos en San Fernando” en Milenio. [Consulta el 12 de febrero de 2012.] Redacción (8 de noviembre de 2011), “Belén, Posada del Migrante. 102


Un respiro entre la desolación”, en Vanguardia. Sección Locales, Especial p. 6. Reischer, Erica y Katryn S. Koo (2004), “The Body Beautiful: Symbolism and Agency in the Social World” en Annual Review of Anthropology, vol. 33, pp. 297-397. Todorov, Tzvetan. (2008), La peur de barbares. París, Ed. Robert Laffont, Livre de Poche, 346 pp. Documentos Documento del Banco Mundial. Crimen y violencia en Centroamérica. Un desafío para el desarrollo. (2011). Subdirección General de Estudios del Sector Exterior (2001). Centroamérica: características estructurales y principales retos. Madrid, Boletín económico, ICE, p. 7. Sitios electrónicos http://rumboalnorte-radio.blogspot.com/2010/02/rumbo-al-norte-23-de-febrero-de-2010.html[Consultado el 21 de noviembre de 2012.] Carlos Láscarez, S. “Cae miembro de la Mara Salvatrucha”, en Al día, San José de Costa Rica, 6 noviembre, 2009. http://www. aldia.cr/ad_ee[Consultado el 4 de noviembre de 2012.] Entrevistas Alvarado Cárdenas, Paloma A. (16 de noviembre de 2012). Entrevista a Zenaida Otón (30 años) originaria de León, Nicaragua, Belén Casa del Migrante, Saltillo. Contreras Ramírez, Gabriela (10 de noviembre de 2010). Entrevista a WIlmer Alexander López, migrante hondureño, Casa del Migrante “Belén”, Saltillo. Méndez, Ignacio (noviembre 2010) entrevista a Mario José Rodríguez Escobar, migrante hondureño, Belén Casa del Migrante, Saltillo. Mendoza Bustos, Luis Arturo. (2 de noviembre de 2012). Entrevista a Gustavo Adolfo (35 años) migrante del Departamento de La Paz, Honduras. El Álamo, Saltillo. 103


Méndez, Ignacio (10 de noviembre de 2010).Entrevista a Héctor, migrante de Honduras. Belén Casa del Migrante, Saltillo. Niño, Dulce (10 de noviembre de 2010).Entrevista a Santiago Medina, migrante de Honduras., Belén Casa del Migrante, Saltillo. Ramírez Torres, Gabriela (2 de noviembre de 2012). Entrevista a Víctor, migrante de Honduras (21 años), Belén Casa del Migrante Saltillo. Rodríguez Monreal, José de Jesús y Recio Dávila, Carlos J. (2 de noviembre de 2012). Entrevista a José Víctor. Migrante de San Pedro Sula, Honduras (35 años), Belén Casa del Migrante Saltillo. Terry Carrillo, Ernesto, (10 de noviembre de 2010).Entrevista a Mauricio Antonio, migrante de la República de El Salvador. Belén Casa del Migrante, Saltillo. Zurita, Karel (10 denoviembre de 2010). Entrevista a Jesús Armando Rodríguez Bonilla, migrante de Honduras. Belén Casa del Migrante, Saltillo.

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CURTIDOS PARA CAMINAR. REPRESENTACIONES SOCIALES DE PERSONAS MIGRANTES CENTROAMERICANAS EN TRÁNSITO POR MÉXICO Edna Gabriela Díaz Báez

Resumen Esta investigación explora el tema de la migración centroamericana en tránsito por México desde una mirada psicosocial, teniendo como objetivo conocer las representaciones sociales de los mismos actores, es decir, aquellas representaciones que construyen las personas migrantes centroamericanas acerca de la migración y cómo éstas explican, justifican o clasifican su paso por el territorio mexicano en un contexto de inseguridad, violencia e impunidad. Fueron entrevistadas veinte personas (diez mujeres y diez hombres), en Belén Casa del Migrante de Saltillo, Coahuila. Ésta es una investigación de corte cualitativo, usando como herramientas metodológicas la historia de vida y la observación participante, que tiene como categorías de análisis el contexto de origen, los antecedentes familiares, la toma de la decisión migratoria, el tránsito por México y la identidad migrante. Los resultados obtenidos, de manera general,dan cuenta de una representación social negativa del contexto de origen, significando 105


de esta manera al proceso de migración como una lucha por demostrar al otro que se es capaz de sobrevivir, que se es merecedor de vida. Así se movilizan a través de México a pesar de los profundos riesgos, abusos y violación a los derechos humanos que las personas migrantes experimentan, cristalizándose también en su representación social de México y en el agradecimiento a aquellas expresiones de solidaridad que en este camino encuentran. Palabras clave Migración, identidad, representaciones sociales, violencia.

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A modo de introducción Lo que en este capítulo muestro son algunas historias de personas caminantes, atravesando un tiempo y un espacio.1 Estas personas vienen de Centroamérica, de Guatemala, El Salvador, Nicaragua y Honduras, contextos con antecedentes de crisis social y política, se dirigen hacia los Estados Unidos buscando un mejor lugar para vivir. Y entre ese lugar de origen y ese lugar de destino existe México, un amplio territorio en el que los claroscuros acontecen, y les es necesario atravesarlo, cruzarlo, caminarlo. Caminar a través de México territorio de abuso, violencia, crimen e impunidad; así como también territorio donde surgen aquellas expresiones de solidaridad casi olvidadas. Así que este trabajo habla un poco sobre México, a partir de los avatares que las personas migrantes experimentan en su cruce. También intenta dar cuenta de la manera en que estas personas migrantes significan los hechos que les acontecen, sus explicaciones de su proceso migratorio y su interiorización con el saberse, sentirse y reconocerse como migrantes centroamericanos en tránsito por México. El camino seguido Es difícil mencionar cuándo comenzó exactamente el camino, es decir, considero que fue la vez en la que un maestro y amigo me contó una historia sobre una pareja de centroamericanos que viajaban sobre el tren, iban en dirección a Estados Unidos, y de cómo ellos tenían que amarrarse al tren para no caerse al ser vencidos por el sueño, desgaste y cansancio de sus cuerpos, o de las innumerables denuncias por agresiones sexuales efectuadas tanto a mujeres como a hombres, o de cómo estas personas tenían que tirarse del tren en movimiento pues eran perseguidos por federales armados; podría decir que este momento fue el que hizo que volteara a mirar hacia esa realidad. Por otro lado, también puedo decir que el acercamien1 Este trabajo es un fragmento de mi tesis para la obtención del grado de Maestra en Psicología Social por la Universidad Autónoma de Querétaro, a punto de ser presentado y defendido en dicha institución (junio de 2013), mientras tanto pareciera me estoy curtiendo en este compartir de palabras, ideas y significados en congresos (ha sido presentado en dos), y por primera vez en este libro.

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to formal a dicha realidad fue hecho en el momento en el que se me permite el acceso a la Casa del Migrante, ubicada en Saltillo, Coahuila, institución a la que agradezco su apoyo para esta aproximación a dicha realidad. Esta casa alberga a personas migrantes centroamericanas en tránsito por México, brindándoles, además de albergue, tres comidas al día y ropa, asistencia y acompañamiento médico, psicológico y legal. Una vez dentro de la casa eché mano de la observación participante, para luego realizar historias de vida. Obtuve veinte entrevistas a profundidad, diez hombres y diez mujeres migrantes en tránsito por México. Se hizo la selección de informantes a partir de su deseo expresado de ser entrevistados, es decir su participación fue de manera voluntaria. Las entrevistas fueron realizadas de manera abierta, es decir no se partió de un listado fijo de preguntas, sino que se preestableció un guión de temas a tratar sin un orden específico. Se obtuvo el universo del discurso para ser sometido a un análisis de contenido, con la idea de estudiar las ideas, significados, temas o frases expuestas por las personas migrantes. Finalmente se establecieron las categorías de análisis con base en los discursos obtenidos, el sustento teórico, las hipótesis y los objetivos de la investigación. Se procedió a crear mapas mentales explicativos e interpretativos acerca de la organización y sus relaciones de significados sobre cada una de las categorías. Los mapas mentales fueron realizados por cada categoría y divididos en grupos de hombres y mujeres. Cabe mencionar que estos resultados fueron divididos de esta forma no con el objetivo de hacer un análisis desde la teoría de género, sino que se consideró impertinente combinarlos pues las informaciones proporcionadas por el grupo de mujeres distan mucho de la brindada por el grupo de hombres. La migración: un multifacético y único fenómeno social La historia de los desplazamientos humanos es tan antigua como la humanidad misma. Dichas movilizaciones humanas han respondido a diferentes motivaciones y se han gestado en diferentes contextos socio-históricos. Es importante ubicarlo en el marco de la globalización, pues si bien la migración es un fenómeno que se ha presentado desde el inicio de la humanidad, con la globalización ha 108


adquirido características específicas. En este sentido, la migración internacional es un fenómeno relativamente nuevo y multifacético en su expresión y estudio. Si bien la globalización promueve el intercambio de estilos de vida antes ajenos y es un sistema que incita la apertura del mercado, el libre flujo de capital, de mercancías, de ideas y de valores; por otro lado restringe la movilidad de personas, es decir, varios autores mencionan esta paradoja del sistema, pues la apertura que promueve en los ámbitos ya mencionados contrasta con las recientes políticas que intentan frenar la movilidad que dicha apertura estimula. (Alba, 2001; Anguiano & Peña, 2007; Mármora, 2003; Santibáñez, 2004). Cuando las personas no encuentran sentido alguno, cuando no hay alternativas y los referentes institucionales se desmoronan, cuando su realidad cotidiana no significa ni da sentido a sus vidas, ellas imaginan y construyen “otro tiempo”, “otro espacio”, rompiendo así con lo cotidiano, invocando un mundo distinto con mejores condiciones de vida. Y entre este “aquí” y ese “allá” se encuentra México, lugar donde los claroscuros acontecen, pues es el territorio más extenso que las personas migrantes atraviesan, y es en esta amplitud territorial y en este momento histórico que se diversifican las dificultades que se les presentan, así como las expresiones de solidaridad. Aproximación a la realidad desde una mirada psicosocial Es bien sabido que la migración es un proyecto que responde a las condiciones de miseria y explotación conocidas por los migrantes en sus países de origen.También representa una búsqueda de mejores condiciones de vida y, en la medida que la existencia cotidiana se observa como árido terreno donde no crecen ni las ilusiones, se emprende el viaje hacia un destino más favorable para, ahí, arrancarle los frutos que en sus lugares de origen le son negados (Jacobo, 2011). La migración es, según Tomás Ibáñez (2002), un fenómeno social en el sentido estricto del término social, es decir, un fenómeno que construimos colectivamente dotándolo de unas características que no le son propias, sino que nacen de nuestra propia relación con ese fenómeno. No se trata de describirlo o de analizarlo tal y como es, sino de preguntarnos cómo y por qué lo estamos construyendo con tales o cuales características en lugar de otras. 109


La migración es entonces un fenómeno construido por las relaciones, interacciones sociales del nosotros con los otros, representando así al nosotros como lo nuestro, lo conocido, lo familiar, en cuanto que los otros son representados como lo diferente, lo ajeno, lo desconocido, los extranjeros. ¿Es posible pensar realmente al otro? Es posible conocer la migración, a las personas migrantes, sin reducirlos a un problema, sin convertirlos en una amenaza, o en una mera víctima? Santamaría (2002) señala que, en definitiva, sí es posible conocerlos psicosocialmente sin declararlos de antemano diferentes o extraños, víctimas, inferiores o atrasados. Considero que para lograr alcanzar este reconocimiento del otro es imperante concebir a la persona migrante como protagonista de su experiencia migratoria, desde su realidad, su historia, sus vivencias, sus significados y sobre todo desde sus palabras que hacen referencia a su experiencia migratoria, sobre su tránsito por México. Las personas migrantes, como todas, tienen un pasado: una historia, un país de origen; también tienen un presente: el amplio, desconocido y por lo tanto, novedoso territorio mexicano; y por supuesto, un futuro: el sueño americano, un anhelo, una esperanza de mejores condiciones de vida. Entonces hay una dinámica entre estos tres territorios, entre estos tres tiempos, entre estas tres significaciones, ¿cuál es esa dinámica?, ¿cuál es la lógica de elaboración mental?, ¿de qué manera organizan su sistema de significados y cómo interpretan su experiencia?, ¿existe nostalgia por el territorio atrás dejado, estrés por la vulnerabilidad adquirida o dinamismo por el proyecto migratorio aún inacabado?, ¿de qué manera influye el marco de referencia socio cultural de las personas migrantes en esta lógica de elaboración mental?, ¿qué lugar adquiere su historia individual y familiar en este proceso?, ¿es una migración forzada que los expulsa a un camino sin mapa?, ¿o es el sueño americano el que justifica los medios para lograrlo? Esta mirada psicosocial concibe a la realidad social como proceso de construcción social intersubjetiva, es decir, entre sujetos. Por ello existen diferentes realidades subjetivas, y es el estudio de las repre110


sentaciones sociales intenta describir las características de estas realidades y su lógica de elaboración. Las representaciones sociales Así que el objetivo de esta investigación fue conocer la representación social que las personas migrantes centroamericanas construyen acerca de la migración y cómo éstas explican, justifican u orientan su paso por el territorio mexicano en un contexto de inseguridad, violencia e impunidad. Es la teoría de las representaciones sociales la que me permitió integrar lo individual y lo colectivo, lo simbólico y lo social; el pensamiento y la acción. Las representaciones sociales hacen referencia a un tipo de conocimiento que juega un papel crucial sobre cómo la gente piensa y organiza su vida cotidiana: el conocimiento del sentido común. Éste es un conocimiento social, puesto que está socialmente elaborado, y es a través de este que las personas construyen y son construidas por la realidad social. Nos aproxima a la “visión del mundo” que las personas tienen. Incluye contenidos afectivos, cognitivos y simbólicos cuya función es la orientación de los comportamientos de las personas y sus formas de organización y comunicación. Este tipo de conocimiento se rige con fuerza normativa en tanto instituye los límites y las posibilidades para que hombres y mujeres actúen en el mundo (Araya, 2002). Por lo tanto, la realidad cotidiana es una construcción intersubjetiva, entre sujetos, un mundo compartido y el conocimiento que se formula también se trasmite y se acumula. En resumen, el medio cultural en el que viven las personas, el lugar que ocupan en la estructura social, y las experiencias concretas con las que se enfrentan a diario influyen en su forma de ser, en su identidad social y en la forma de percibir la realidad social. Una definición de representaciones sociales es: “imágenes que condensan un conjunto de significados; sistemas de referencia que nos permiten interpretar lo que nos sucede, e incluso, dar un sentido a lo inesperado; categorías que sirven para clasificar las circunstancias, los fenómenos y a los individuos con quienes tenemos algo que ver; 111


teorías que permiten establecer hechos sobre ellas” (Jodelet, 1986 p. 472). A continuación presento los resultados de una de las categorías de análisis. Los resultados A continuación se presentan las estructuras de los mapas mentales explicativos e interpretativos a los que hice referencia anteriormente (al explicar el proceso metodológico). Estos dan cuenta de la organización interna de la representación social y sus relaciones de significados sobre la categoría de “migración/migrante”, posteriormente se analizan los resultados relacionándolos con las otras categorías que forman parte de esta investigación, las cuales son presentadas de manera resumida, son las siguientes: “miedo y desesperanza”, su contexto de origen, “un estilo de vida”, su historia familiar, “huyendo del drama”, su toma de decisión y “el camino es lo de menos”, su tránsito por México.

Migración mujeres Bonito porque vivo emociones, aventuras, conozco y aprendo

Se sienten orgullosos y libres

Camino

Lucha por demostrar al otro que se es capaz, se sabe, le va bien, tiene éxito

Se hacen: desconfiados, resistentes, corazón duro

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Necesidad. Peligroso, riesgoso, difícil, es suerte

Sienten tristeza y miedo


Migración mujeres

Divertido, bonito, emocionante, conoces lugares, viajar.

Se sienten valientes

Viaje

Sueño por ayudar/ servir a la madre, hijos, familia. Demostrar que yo sola puedo, no rendirse.

Necesidad: Sacrificio y/o sueño por los demás, sufrido. El tren da miedo

Sienten: miedo, angustia, hambre, es sufrido

Discusión Los hombres representan a la migración como un camino, el cual significa para ellos una lucha por demostrar al otro que se es capaz, que se sabe, que le va bien, que tiene éxito: “Creo que sí me siento orgulloso de lo que he caminado, porque tengo la certeza de decir: tú no me vas a enseñar, yo sé… porque no he aprendido, me he dejado enseñar, yo sé pegar un ladrillo, yo sé cocinar, yo sé pintar, yo sé cruzar...”. Y esta necesidad del saber experimentado se los brinda el proceso de migración, pues consideran a la migración como algo bonito: “... ser migrante es bonito, porque recorre uno tantas aventuras, tantos conocimientos... Se adquiere mucha experiencia, se adquiere mucho conocimiento, muchas formas de vida, muchas formas de caminar, muchas formas de hablar...”. Por otro lado, también dicen que migrar es triste, peligroso y difícil, pero que más bien se trata de suerte, declaran ellos, “...todos corremos el riesgo pero unos sí caen en el peligro y otros no...”. Además que ese peligro los hace más resistentes hacia la vida, desconfiados, considero que estos elementos no están significados como negativos, sino más bien como positivos en el sentido que representan herramientas para sobrevivir: “...yo salgo de aquí y miro para allá y miro para acá y sé por dónde irme y por donde está más peligroso, como 113


que uno tiene una intuición...”, “... a mí me da igual, si está haciendo frío. Por ejemplo usted ve el frío y dice, ahí viene el frío me voy a ir a mi casa, pero uno dice, ahí viene el frío pos súbase al tren vámonos, eso como que va ir curtiendo la vida. Estoy más curtido hacia la vida...”. En cuanto a las mujeres representan a la migración como un viaje, el cual significa un sueño por ayudar/servir al otro, a la madre, hijos y/o familia, así como también demostrar que ellas solas pueden. “...porque mientras yo esté, mi mamá no se me va a morir. Mientras yo pueda cuidarla, yo la voy a cuidar...”. “...es un sueño, para demostrar que yo sola siempre he podido...”. Ellas mencionan que el viaje es sufrido, es un sacrificio que tienen que hacer, y mencionan de manera recurrente el tren, el tren como un monstruo, que da miedo, angustia, se sufre hambre, frío, sed, calor. Por otro lado, ser mujer migrante es divertido, bonito y emocionante porque conoces lugares “...siempre había sido mi sueño, de venir para acá desde que estaba yo muy chica quería viajar, y conocer muchos lugares, gracias a Dios que sí lo logré... Desde que yo tenía 10 años salió mi idea de salir de mi país, yo le decía a mi mamá que cuando yo tuviera 15 años saldría a conocer otros países”. Ellas hacen mención sobre cuando las otras personas les comentan que son valientes por estar aquí, por atreverse a salir de su país desde su condición de mujeres. Tanto en hombres como en mujeres surge la palabra demostrar, demostrar al otro, que yo puedo, que soy capaz, que yo sé, que yo conozco. Esto lo interpreto que, por ello, soy merecedor/a de vida, yo sé, yo conozco, yo he aprendido, yo merezco vivir. Es un intento de demostrar que se es persona con derecho a la vida. Explico esto a través del análisis hecho bajo las siguientes categorías: Desesperanza y miedo, su contexto de origen; hago referencia a la migración como intento de dignificarse como personas con derecho de vida; lo hago porque esta vida les ha sido negada desde sus contextos e historias. Es decir, las personas migrantes se refieren a sus países de origen como países “porquería”, países que “no sirven”; “no funciona” pues trata de arrebatarles la vida con una economía que “no alcanza”, pues solo hay para “medio mal comer”. Además la violencia y muerte están presentes, tanto que los hombres dicen sentir miedo 114


en sus países. Significan así a su país como aquél que no da vida, pero sí brinda muerte. “A mí si no me deportaran yo nunca volvería a esa porquería de país, Honduras, ¡es una porquería!”; “...es que Guatemala no me deja mucho que desear...”, “allá medio vives”, “aquí me estoy matando”, “¿morirme de hambre?”. Sus discursos ilustran lo arduo que es mantener la vida en su entorno. Las personas migrantes representan a sus países como entornos altamente violentos. Existe una gran diferencia, pues mientras varias mujeres (4 de 10) declaran haber experimentado uno o varios eventos relacionados con la muerte por asesinato de uno o varios integrantes de sus familias, siendo todos ellos hombres (novio, tíos y padres), los hombres son objeto de esta violencia (7 de 10), pues ellos informan haber sido víctimas de violencia, albergando así uno o varios eventos de esta índole. Violencia relacionada con las pandillas, la cárcel, el barrio, intentos de asesinato y asesinatos a ellos o a otros hombres integrantes de sus familias. Los hombres migrantes exponen haber sido víctimas de intento de asesinato, “...no me habían pegado un susto... me fueron a buscar, eran como las 12 de la noche y estaba yo en una esquina... me agarraron a tiros, así disparos y balearon a un muchacho, y gracias a Dios yo salí bien”. Mencionan haber experimentado violencia en prisión y en su barrio: “...Y pues uno viene del campo que es muy tranquilo, y en una colonia los chicos te tienen de menos, te golpean, todo eso y vas creciendo así a golpes...”. “Estuve preso, ahí me golpearon, en la cárcel se hace uno más violento... uno aprende a odiar...”. También cuentan con hombres integrantes de sus familias asesinados (hermanos y padres); “mi hermano mayor acaba de fallecer, lo mataron, no sé porqué...”. Un estilo de vida, su historia familiar; el hecho de movilizarse de lugar cuando un conflicto se presenta es una práctica que ha permeado sus historias, desde los padres y madres de estas personas migrantes, así como desde su propia experiencia, puesto que en las historias familiares de todos ellos y ellas surgen antecedentes de abandono de uno y ambos padres debido a problemas familiares como rupturas de pareja por infidelidad, alcoholismo, violencia y/o simple indiferencia. Después son ellos/ellas mismas quienes se movilizan de hogar debido a problemas familiares con las nuevas parejas de su padre o madre, cambiando así de hogares constantemente hasta llegar a 115


la migración interna (del campo a la ciudad) a edad muy temprana: “por eso tuvimos que andar así, de casa en casa, porque mi mami no le funcionaba un marido, pues lo dejaba...”. “No me sentía bien que otra persona me quisiera maltratar, regañar, pegar, y menos que no eran ni mi mamá ni mi papá, entonces no me acoplaba, me tuve que separar, me fui solo a San Salvador...”. Huyendo del drama, su decisión; en ese contexto de desesperanza y miedo más sus historias en las que la movilización de territorio se volvió un estilo de vida, surge “otro espacio” y “otro tiempo” y la decisión de migrar hacia Estados Unidos. Tomando esto en cuenta se puede tipificar a la migración, como migración forzada, pues Pacheco (1993) la define como aquella cuando determinados individuos toman la decisión de abandonar su lugar de residencia para evitar consecuencias de mayor gravedad o peligro, consecuencias que deberán afrontar si permanecen en ese lugar. Esto le da a la decisión de migrar un carácter imperativo y urgente para quienes asumen esta decisión. Por lo tanto, se puede decir que el maltrato, el abandono y partida por parte de sus padres/madres, o la movilización por parte de las personas a causa de problemas puede constituirse como un estilo de vida, puesto que esta ha sido la dinámica desde el inicio de su existencia. Los resultados en esta categoría exponen la situación problemática por la cual estaban atravesando y que funge como disparador de la conducta de salir de su país, de mirar a otros lugares, de movilizarse hacia México. Si bien existen múltiples y variadas causas, las cuales no desarrollaré por motivos de espacio, para la toma de decisión de migrar, sí se encuentra una constante y esta es la decisión abrupta, con la cual emprenden su camino. El camino es lo de menos; es bien cierto que las personas migrantes sufren innumerables abusos y violaciones a sus derechos humanos, violentando así su paso por México: “... me asaltaron en el tren y me bajaron desnudo, le pusieron unos durmientes de esos de madera, se los pusieron así en los rieles, y cuando llegó el tren pues se descarriló y solo sentimos… balazos aventaron para arriba... con la pistola apuntándome, “híncate pinche pendejo”. Yo tenía miedo, dije: “me puede violar, o me puede hacer otra cosa”, porque se veía muy “loco” y yo sé lo que es un “loco”, y me grita, que me quite el bóxer también. Yo sentía mucho miedo, pero no, solo me lo quitaron 116


para ver si en los calzoncillos no traía yo los billetes escondidos. Me rompieron el pantalón, me lo cortaron, bien expertos en la materia, no encontraron nada...” Considero importante reconocer la labor de las organizaciones civiles que se han encargado de dar cuenta de esta realidad que las personas migrantes experimentan. Sin embargo, la actitud que las personas migrantes tienen hacia México es mayoritariamente positiva, pues como mencioné anteriormente México es un territorio donde los claroscuros acontecen, ya que las expresiones de solidaridad también son expresadas. Al ingresar a México se internalizan en una vasta red institucionalizada de apoyo: las casas del migrante. “Aquí me llevaron con una de esas que trabaja con la muerte (tanatóloga) por lo de mi mamá...”, “...me tratan bien, me han apoyado porque me compraron unos lentes, no podía ver, entonces me compraron estos lentes y ahora veo más a gusto, los dientes también, esas cosas nunca había pensado yo...”. Significando estas expresiones de solidaridad como una innovación, algo que les sorprende “... un señor nos dio un “rait”,2 se paró, fue una emoción muy grande, yo lloré, de corazón te digo que yo lloré, era una cosa que ni yo me creía, ni yo me creía que alguien hubiera hecho eso por nosotros, nos llevó pa’ Pachuca, nos dio de comer, nos dio donde bañarnos, en su carro nos levantó a tres... todos nosotros bien agradecidos, aunque estábamos bien cansados, él tiene un car-wash, nosotros fuimos y le ayudamos a lavar carros todo el día. De agradecidos, yo nunca había llorado, ese día sí...”, “Yo aquí en México llegue a sentirme como persona, es que hay muchas personas que así como yo vienen huyendo, que los van a matar y así porque andaban en una pandilla y así, entonces allá en nuestro país no nos acepta la sociedad, no nos acepta nuestro país porque somos la lacra de la sociedad, somos la lacra de la vida. Entonces cuando nosotros llegamos acá uno se encuentra personas que le dicen a uno “joven, échele ganas” ó “joven tenga esto” o le dan consejos pero lo tratan a uno ya como persona que es...”. Pareciera que desde sus contextos e historias la violencia, el abuso y abandono, así como el sentimiento de injusticia sufrida les son fami2 Aventón, llevar a alguien.

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liares, siendo el camino lo de menos, la violencia, el abuso ya les es familiar, ya se lo han apropiado, sin embargo son las expresiones de ayuda y solidaridad las que representan algo nuevo para ellos y ellas y ante las cuales se encuentran agradecidos. Creo que estos resultados en ningún momento niegan o invisibilizan la indignante realidad de abuso y violencia que ellos/ellas experimentan, sino que hace énfasis en la manera en que ellos y ellas la interpretan, la significan. Curtidos para caminar; su contexto y su historia los han preparado para caminar en ambientes hostiles. Son sujetos que han tenido que demostrar que merecen la vida, pues sus palabras hablan de una lucha por la vida desde siempre y en todos lados, ya que la muerte, el hambre, la pobreza y la violencia han estado presentes. Ellos encuentran ese valor, esa habilidad y ese conocimiento para merecer la vida en el proceso de migración; refieren que migrar es “bonito”debido a todo el aprendizaje y experiencia que esto conlleva y que adquieren. La migración es parte constitutiva para su sobrevivencia, para su derecho a la vida. “Yo sí tengo un sueño, llegar a donde quiero llegar y poder ayudar a mis hijos, comprar un terreno en Santo Domingo, quiero regresarme a mi país después de tener dinero” “Es como una lucha al fin y al cabo, viene siendo como lo haces como por querer prosperar, salir adelante, por no querer o estar en un país que no sirve para nada, es muy mi país pero para mí no sirve” “Cometí errores pero ya pasaron, tal vez un día voy a llegar a mi país con la frente en alto, y la gente va a decir “que es lo que tiene, viene cambiado, el semblante, el vestuario, no sé qué será, pero viene cambiado” “...uno trabaja, pero solo sale para la comida y hay veces que ni para la comida, y pues dice uno, “tal vez haya mejores trabajos, mejores vidas” y pues entonces toma la decisión uno de dejar todo y venirse. Yo diría que sí busco algo”. “...ser migrante pienso que es buscar una mejor vida para tus hijos y para ti” “... mientras viva, no dejaré de existir, si mil veces me deportan, mil veces voy a regresar...” “...un sueño, desde pequeño mi idea ha sido ser alguien, y demostrarle a la familia que soy alguien y que no es por ellos que yo estoy viviendo...”

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“Una vez al juez sí le dije: yo soy más libre que usted, yo me muevo a donde quiera, a la hora que quiera, y usted tiene que estar atado a su silla. Solo me complica más las cosas, porque de todas formas aquí estoy, y pienso regresar...” “...porque yo les gané, lo que yo sé no me lo pueden quitar. Una vez le dije a un agente aduanal: usted me tiene que contratar si quiere arreglar su casa, porque usted no sabe arreglarla, y eso es orgullo, y no es por presumir, solo es la verdad, en EUA no hay nadie que corte los vegetales más rápido que yo...” “...cuando uno viene de allá abajo, viene con todo, viene diciendo “yo paso por qué paso...”

A modo de cierre Es una realidad que las personas migrantes son víctimas de innumerables riesgos y abusos en su travesías; también es una realidad lo difícil y sufrido del camino, del viaje, también es verdad que tanto ellos como ellas conocen los peligros y forman estrategias de prevención ante ellos. Sin embargo la manera en que significan a México y el saberse migrantes es mayoritariamente positiva, pues como argumentan Durand y Massey (2003), primero está la ley natural de la sobrevivencia y el hambre, y es por esto que ellos y ellas conciben como una necesidad y último recurso de vida, a la migración. La migración es parte constitutiva para su sobrevivencia, para su derecho a la vida, es decir, la migración es forzada, es concebida por ellos y ellas como una necesidad, como la única forma, pero también la migración es un sueño, pues si bien ellos y ellas huyen, escapan de sus contextos e historias, también ellos y ellas buscan; ellos y ellas en su movilización sueñan con encontrar mejores condiciones de vida, pues aún queda la esperanza de tener otra oportunidad. He intentado pensar realmente al otro, no creo que haya logrado hacerlo por completo pues considero que es un proceso inacabado, pues como toda realidad social, está en constante transformación. Sin embargo el acercamiento con esta realidad iluminó, alimentó y floreció mi representación de la migración centroamericana en tránsito por México, gracias a ellos y ellas, los protagonistas de estas historias, gracias a sus palabras, miradas y experiencias.

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IV MIGRACIÓN, TECNOLOGÍAS DIGITALES Y POLÍTICAS PÚBLICAS

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AUTO APRENDIZAJE VIRTUAL Y EL USO DE LAS REDES SOCIALES. PROYECTO DE INTERVENCIÓN SOBRE COMPETENCIAS DIGITALES EN TRABAJADORES MIGRANTES LEGALES A ESTADOS UNIDOS José Juan Olvera Gudiño Manuel Yarto Wong

Resumen Esta propuesta presenta el protocolo de un proyecto de intervención sobre competencias digitales en trabajadores migrantes legales de Nuevo León que viajan temporalmente a los Estados Unidos, y está enfocada, en lo particular, al autoaprendizaje virtual y al uso de las redes sociales. Se presentan los primeros resultados de la primera etapa del proyecto consistente en un diagnóstico sobre el acceso y uso de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), en particular, las relacionadas con las redes sociales, así como la representación social que se tiene de ellas. Se busca en esta primera etapa identificar las características y condiciones de acceso al mundo digital (computadora, celular, internet y cibercafés) en migrantes legales tanto en su lugar de origen como en el extranjero; identificar usos y competencias digitales de los migrantes en el ámbito de la Información, Comunicación, Entretenimiento y auto aprendizaje; 127


y por último, identificar necesidades reales e imaginarias del uso de las TIC. Sobre este diagnóstico, la intervención incluye el desarrollo y aplicación de un programa de capacitación en competencias digitales para los trabajadores. Palabras clave Competencias digitales, migrantes legales, TIC, redes sociales, auto aprendizaje.

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Introducción1 Diversos factores están deteniendo el flujo migratorio internacional hacia los Estados Unidos (Durand, 2010). Por un lado, el endurecimiento de las políticas migratorias en aquel país generan, en algunos estados, leyes anti inmigrantes tipo “Arizona”, mientras que en la frontera se estrecha la vigilancia por parte del ejército y la guardia fronteriza. Para cerrar el cerco aparece la inseguridad causada por el control de algunas rutas hacia Estados Unidos por el crimen organizado. Siendo que Nuevo León no sólo es punto de tránsito y destino para la migración, sino también de retorno, las alternativas de visas H2A y B, las convierte en mecanismos cada vez más viables y buscados por parte de trabajadores de Nuevo León, tengan o no tradición migratoria. Por otro lado, Nuevo León se ha convertido en “pivote” de la migración legal nacional debido a que en Monterrey se tramita la visa H2B para varios estados de la República. México aporta el 89.6% del total de las 350 mil plazas para trabajos agrícolas (H2A) y 66 mil para trabajos de nivel especializado bajo (H2B). De esta manera, se entiende aquí que un porcentaje importante del total es aprovechado en parte por ciudadanos del estado de Nuevo León. El desarrollo de competencias digitales en los trabajadores migrantes, legales o ilegales, suponen ventajas para la calidad de vida y las oportunidades de desarrollo laboral. El vínculo con la familia, la orientación geográfica, histórica y cultural a través de un país ajeno, así como el desarrollo personal mediante el autoaprendizaje son algunas de las posibles consecuencias provechosas cuando los migrantes utilizan las nuevas tecnologías. Ante la centralidad del fenómeno de la migración en el estado de Nuevo León y las nuevas condiciones para viajar a trabajar en con1 Este proyecto se realiza bajo convenio entre la Universidad Regiomontana y la Dirección de Atención a Migrantes y Enlaces Consulares del Estado de Nuevo León, y con ayuda de los asistentes de investigación: Jorge Villagómez Aréchiga, Maite Valadez Arazola y Misael Job Isaís.

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diciones de legalidad, se propone empoderar gradualmente a los trabajadores. Para el caso de los nuevoleoneses y su relación con las tecnologías de información y comunicación se realizará un diagnóstico sobre condiciones, de accesos, usos y necesidad, y una posterior intervención, capacitándolos en determinadas competencias digitales. El proyecto se realiza bajo convenio con la Dirección de Atención a Migrantes y Enlaces Consulares del gobierno del Estado de Nuevo León y aunque aplicará en su primera etapa exclusivamente a trabajadores migrantes, habitantes del estado de Nuevo León, identificados por la dependencia gubernamental, en el diagnóstico estarán incluidos trabajadores de varios estados. Diagnóstico e intervención Animan a este estudio preguntas de investigación relativas a las condiciones de acceso al mundo digital (computadora, celular, internet y cibercafés) en migrantes legales del estado de Nuevo León; cuáles serían los principales usos y competencias digitales de los migrantes legales, en el ámbito de la información, comunicación, entretenimiento y autoaprendizaje; finalmente, cuáles las necesidades reales e imaginarias del uso de las TIC en migrantes legales. En ese sentido, los objetivos de este proyecto estarían divididos en aquellos referidos al diagnóstico y los relativos a la intervención. El objetivo general comprende impulsar las habilidades digitales para el autoaprendizaje virtual entre migrantes legales del estado de Nuevo León que viajan a trabajar temporalmente a los Estados Unidos, a partir de un diagnóstico sobre condiciones de acceso, uso y necesidades. Del lado del diagnóstico se trata de conocer las características y condiciones de acceso al mundo digital (computadora, celular, Internet y cibercafés) en migrantes legales; identificar usos y competencias digitales de los migrantes legales, en el ámbito de la información, comunicación, entretenimiento y autoaprendizaje. Finalmente, se pretende identificar necesidades reales e imaginarias del uso de las tecnologías de información y comunicación (TIC) en migrantes legales. Respecto de la intervención, la intención es desarrollar competencias digitales en los migrantes legales que les empoderen como trabajado130


res en el ámbito de la información, comunicación, entretenimiento y promoción durante su estancia en un país extranjero, en particular, los Estados Unidos y Canadá. Así mismo se entiende como útil y pertinente dar seguimiento a los migrantes capacitados para identificar los posibles beneficios de las competencias aprendidas. Estado y usos del internet en México Las estadísticas revelan un rezago respecto al estado y uso del internet en México. Según el séptimo informe de la Asociación Mexicana de Internet (AMIPCI) sobre los Hábitos de los Usuarios de Internet en México, dado a conocer en mayo del 2011 y que refleja la situación del 2010, en el país había 34.9 millones de usuarios de internet de un total de 112 millones de habitantes, lo que representa un 31 por ciento del total de la población, y un incremento del 14% con respecto al año anterior. El hecho de que sólo uno de cada tres mexicanos tenga acceso al internet, muestra el nivel de retraso digital que vive el país. En América Latina y el Caribe la penetración promedio de internet es de 35.4 por ciento, mientras que en México es sensiblemente inferior al promedio regional. Otro dato relevante del informe de la AMIPCI, organización fundada en 1999 y que integra a las empresas de la industria de internet en México, es que únicamente un 29% de los hogares mexicanos cuentan con una computadora –en los últimos 10 años se ha triplicado la posesión de computadoras en los hogares mexicanos–, y 21% tiene acceso a internet -sólo una quinta parte de los hogares posee esta herramienta. Respecto a la infraestructura tecnológica de los hogares mexicanos, el informe muestra que, si bien sólo el 21% tiene internet y el 29% computadora, la telefonía celular alcanza un 65% y la telefonía de línea fija el 43%. Respecto a los sitios de conexión, el 48% de los usuarios se conecta desde su casa, 39% desde lugares públicos como cibercafés, 19% en su sitio de trabajo, 11% en la escuela y un 4% restante no especificó. 131


En relación al género, la situación es bastante equitativa, 49% de los usuarios son mujeres y 51% hombres. Sin embargo, las mujeres son más propensas al uso de redes sociales, 64% de ellas contra un 54% de ellos. Por edad, el 60% de los usuarios son personas de entre 6 y 24 años de edad. Quedan las personas mayores de 55 años en el grupo más rezagado con sólo un 4% de usuarios. Respecto a los usos, el tiempo promedio de navegación es de 3 horas y 32 minutos al día, siendo el envío y recepción de emails y mensajes instantáneos la principal actividad social (90% de los usuarios), seguidas por el ver y bajar fotos y videos (75%) y acceder a las redes sociales (61%). Si el panorama de internet en México no es muy optimista, por ejemplo respecto de Brasil (Pedrero 2009), la situación empeora para aquellos sectores de la población de escasos recursos, que es donde se concentra la mayor parte de la población migrante. Brecha digital Como señalábamos anteriormente, el hecho de que sólo uno de cada tres mexicanos tenga acceso al internet, muestra el nivel de la brecha digital que vive el país. Según la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, mientras en el 2007 se destinaron 241 millones de pesos en el Sistema Nacional de e-México, en el 2010 alcanzó la cifra de mil 700 millones de pesos. Pese a tales esfuerzos el titular de esta dependencia federal, Dionisio Pérez Jácome, reconoció recientemente la urgencia de acelerar el paso para cerrar la brecha digital existente. Como ilustra la tabla 1, la brecha digital se define como la separación que existe entre las personas (comunidades, estados, países, etc.) que utilizan las TIC como parte rutinaria de su vida y aquellas que no tienen acceso a las mismas y que, aunque las tengan, no saben cómo utilizarlas.

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Tabla 1. Tipología básica de las brechas digitales Brecha digital de acceso: es básicamente la diferencia entre las personas que pueden acceder y las que no a las TIC. Brecha digital de uso: se refiere a la personas que saben utilizarlas y las que no. Brecha digital de la calidad del uso: son básicamente las diferencias existentes entre los mismos usuarios. Si la brecha digital en México es notable a nivel de acceso, la situación empeora respecto a la calidad del uso. En México, existían en diciembre de 2008 un total de 7,6 millones de suscriptores en servicios de banda ancha. Esto significó que había 7.2 por cada 100 habitantes, el índice más bajo entre las naciones miembros de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) . México se encuentra actualmente en el lugar 78 en adopción de tecnología, de acuerdo al Global InformationTechnology Report, realizado por el World Economic Forum. En 2001, ocupaba la posición 44, lo cual indica un decrecimiento en la adopción de nuevas tecnologías. Migración mexicana a EU Para Albo y Ordaz (2011), México ha sido históricamente un país de migrantes, donde la emigración ha tenido el mayor peso. Estados Unidos ha sido el principal destino de los mexicanos que se han ido al exterior; actualmente las personas nacidas en México que radican en aquel país representan el 11% del total de la población total mexicana. Los migrantes provienen tanto del medio urbano como del rural y de todas las entidades federativas; 45% del total proviene de Jalisco, Michoacán, Guanajuato, Estado de México y Zacatecas. Los migrantes mexicanos que residen en Estados Unidos son relativamente jóvenes; su edad promedio es de 35 años. Aunque la mayoría son hombres, el flujo de mujeres es importante porcentualmente. 133


Los migrantes mexicanos han logrado un importante ascenso social en EU, reduciendo así su pobreza como grupo. En ese sentido González y Castro (2007) han planteado que la incorporación gradual de las TIC en las rutinas y prácticas sociales de los trabajadores migrantes, y su aplicación particular en las redes sociales les puede ayudar a acelerar ese proceso de escalamiento social. Dichos autores agregan que otra ventaja importante es el ayudarles a vivir mejor esas realidades duales del aquí y el allá que viven cada día, así como incrementar el sentido de conexión con su comunidad de origen a través de aumentar su repertorio de comunicación. Y alertan sobre la necesidad de estudiar los efectos a largo plazo de las TIC tanto en ellos como en sus familias. Gracias a la facilidad de acceso y uso de las TIC, en particular el internet y la telefonía celular, así como la reducción en sus costos, se ha evidenciado la importancia y los beneficios de éstas para las poblaciones migrantes, pues les amplía su capacidad comunicativa con sus familias en forma rápida y eficiente. En el caso de los migrantes, el uso del celular está muy extendido y en constante expansión. Esto es porque les permite acceder a información relevante, tanto para realizar el proceso de tránsito en forma menos riesgosa, como para alcanzar una rápida integración. El uso de mensajes cortos conocidos como SMS, es frecuente y al parecer efectivo. La reciente aparición de redes sociales tipo Facebook y Twitter ha servido para establecer contactos, compartir información y crear comunidades personales y profesionales. Esta potencialidad de comunicación empieza a ser aprovechada por los migrantes. En otro trabajo, Albo y Ordaz destacan que las redes sociales constituyen un mecanismo importante en el proceso migratorio. Incrementan las probabilidades de que las personas emigren al reducir los costos de migración, facilitan la obtención de empleos y afectan positivamente los retornos esperados de los migrantes. Usando los datos de la Encuesta Nacional a Hogares Rurales de México (ENHRUM), sostienen que hay una relación entre la magnitud de la red social que construyen (entiéndase aquí la estructura de relaciones sociales construida a partir de medios de comunicación), y el ingreso. 134


De manera que el impacto en el ingreso depende de construir una “red fuerte” o una “red débil”. Esto es especialmente notable entre los trabajadores jóvenes de sexo masculino. Jesús Luna considera, por su parte, que “aún cuando siempre han existido las redes sociales de apoyo en los proceso de migración, hoy en día la velocidad e intensidad de las redes crean dinámicas muy diferentes tanto en el contexto de origen como en el de acogida” (2008 p. 308). Cita a Horst, quien señala que el aumento de las comunicaciones internacionales entre migrantes y sus familias y amigos en el país de origen permite una evaluación más realista de las condiciones y requisitos necesarios para emigrar. De ahí la relevancia de que los migrantes accedan y aprovechen dichas tecnologías. Alfabetización digital Los trabajadores migrantes mexicanos empiezan a encontrar las ventajas de utilizar las TIC como el internet y la telefonía celular. Sin embargo, la brecha digital existente en el país les dificulta el acceso y el aprendizaje necesario para sacarle el mayor provecho. De ahí la urgencia de incluirlos en la agenda digital y desarrollar proyectos de alfabetización digital o el desarrollo de competencias digitales. Cerda (2005) recupera la definición Narodowski, quien describe a la inclusión como el hecho de reunir esfuerzos de distintos sectores de la sociedad para brindar una educación sensible a las necesidades específicas de cada sector, compensando las desigualdades, facilitando el acceso, la permanencia y el progreso de aquellos que más lo necesitan. Todo programa de competencias digitales debe encaminarse a que los usuarios adquieran conocimientos y habilidades para el manejo de la computadora e internet, con la finalidad de que los apliquen en actividades de su vida cotidiana pues, como señala Pérez (2010), el gran pendiente en este tipo de iniciativas que buscan reducir la brecha digital sigue siendo su dimensión cognitiva. De una u otra forma, los dispositivos de acceso están cada vez más al alcance de los usuarios, incluso a partir de micro iniciativas privadas como los cibercafés; pero ello resulta insuficiente mientras no se de135


sarrollen las habilidades que les permitan a los migrantes hacer un uso socialmente significativo de ella. Se parte de considerar las competencias digitales en diferentes dimensiones: a) b) c)

La capacidad para la búsqueda y procesamiento de la información, principalmente, a través de internet. La habilidad para utilizar las tecnologías de comunicación que ofrece la (internet, la WEB 2.0 y el celular). La posibilidad de utilizar herramientas básicas de procesamiento de información: procesadores de textos, hojas de cálculo, hojas de presentaciones, administradores de correos y agendas.

Metodología Un primer acercamiento exploratorio se realizó en el mes de septiembre con entrevistas focalizadas a diez sujetos originarios del estado de Nuevo León. El ejercicio fue seguido de 14 encuestas a cinco nuevoleoneses y nueve sujetos oriundos de los estados de San Luis Potosí, Zacatecas y Guanajuato. Se abordaron tres temas: características y condiciones de acceso; usos y competencias digitales; y necesidades reales o imaginarias de internet. Se abordó a los entrevistados y encuestados cuando estaban en alguna parte del trámite de las visas H2, para trabajo legal en actividades agrícolas y otras con baja calificación laboral. Los primeros se encontraron en el Centro de Atención a Migrantes del estado de Nuevo León (CAM), los segundos, en el santuario para migrantes del mismo CAM, que administra la Iglesia Católica. Luego de las entrevistas, el cuestionario fue acondicionado a la realidad que se estaba captando. Tras el pilotaje, el cuestionario fue afinado. Terminando de pilotar los instrumentos se realizará un diagnóstico mediante cuestionario sobre la alfabetización digital de 200 sujetos de estudio orientado a tres aspectos: 136


1) 2) 3)

Características y condiciones de acceso a computadora, celular, internet y cibercafés. Despliegue actual de competencias digitales (ver arriba). Usos específicos de las herramientas incluidos en los aspectos de Información, Comunicación, Entretenimiento y Promoción.

Se propone en la tabla 2 un primer criterio para medir el grado de conocimiento de la computadora, la internet y las redes sociales, en el entendido que las competencias, además del conocimiento, incluyen actividades, valores, hábitos. Tabla 2. Indicadores para medir competencias digitales a nivel conocimiento Tipo de Conocimiento Actividades Nulo No son opreativas Básico Conocimiento del Sistema operativo + uso de aplicaciones de oficina Intermedio Sistema operativo + uso de aplicaciones de oficina + uso de buscadores información Avanzado Sistema operativo + uso de aplicaciones de oficina + uso de buscadores + uso de redes sociales Hallazgos Como señala la tabla 3, la gran mayoría de los trabajadores entrevistados y encuestados son varones casados, cuya escolaridad se ubica en los niveles primario y secundario en un 55%. El resto tiene escolaridad de preparatoria y preparatoria técnica, no siempre terminada. También están repartidas las principales ocupaciones: obreros, campesinos, técnicos varios y empleados de empresas de servicios. Casi la mitad radican en el estado de Nuevo León y el resto se reparte en los estados de San Luis Potosí, Guanajuato y Zacatecas. Una visible mayoría tiene experiencia laboral migratoria a los Estados Unidos y, de ese porcentaje (83%), casi la mitad tiene entre dos y cinco estancias laborales legales en Estados Unidos, lo que expresa un patrón de migración circular. 137


Tabla 3. Características socioeconómicas de los sujetos Sexo

Estado Civil Escolaridad Ocupación

Estado Origen Estancia Migratoria Estancias de trabajo

H

M 12.5% Viudo

Edad prom. 42 años Casado

87.5% Soltero

Divor.

25% Prim.

71% Sec.

4% Prep.

0% E. Técnica

Prof.

25% Obrero

30% Campesino 27% S. L. P.

20% Técnico

20% Empleado

5% Empresario

Ama

27% Gto.

18% Zac.

5%

5%

23% 83%

5% Sin Experiencia

De 2 a 5 estancias 48%

Más de 5 estancias

18% N. L.

45% 27% Con experiencia Sin estancia 17%

Una estancia 26%

9%

Respecto al acceso a la computadora, la tabla 4 nos indica un porcentaje de acceso (57%) mayor a la media nacional (29%). Sin embargo, para la enorme mayoría el grado de conocimiento es entre nulo y básico. Sólo un 21% posee un grado intermedio o avanzado de esta tecnología. El conocimiento es utilizado básicamente para funciones de información (buscar trabajo, enviar currículos, localizar clientes, etc.) y en menor medida para comunicación y entretenimiento. Los hijos son los principales usuarios antes que la pareja del jefe de familia, y tienen un comportamiento similar al de los padres, aunque la información que buscan es sobre tareas, a decir de estos. Tabla 4. Características de acceso a la computadora Acceso a computadora Tiene No tiene 57% 43%

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Tabla 4. Características de acceso a la computadora Grado de conocimiento según el migrante Nulo Básico Intermedio Avanzado 33% 46% 13% 8% Uso de la computadora en el migrante Información Comunicación Entretenimiento 53% 21% 26% Otros usuarios dentro dela familia Hijos Esposa Otros 82% 12% 6% Uso familiar de la computadora Información Comunicación Entretenimiento 57% 17% 26% La tabla 5 nos revela que el porcentaje de acceso a la internet se asemeja al promedio nacional (31%). El grado de conocimiento sobre su manejo es menor. Casi la mitad de los trabajadores estudiados no tiene idea de cómo usar la WEB y sólo una pequeña minoría tiene conocimientos avanzados. Similar al caso de la computadora, son los hijos los principales usuarios de esta tecnología, aunque aumenta el papel de la pareja en el uso. A este respecto, el uso para información y comunicación en la internet fue notablemente mayor al de los hijos, quienes tuvieron un muy alto porcentaje en el entretenimiento. Así mismo, los trabajadores mencionaron otros lugares donde ellos o sus hijos, principalmente estos últimos, tenían acceso a la internet, tales como los cibercafés, la escuela y los hogares de familiares o amigos. Tabla 5. Características de acceso a internet Acceso a internet Tiene No tiene 29% 71%

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Tabla 5. Características de acceso a internet Grado de conocimiento según el migrante Nulo Básico Intermedio Avanzado 46% 16% 37% 4% Uso del internet en el migrante Información Comunicación Entretenimiento 50% 40% 10% Otros usuarios dentro dela familia Hijos Esposa Otros 67% 16% 17% Otros lugares de conexión Cibercafés Escuelas Otros lugares / negocios 47% 37% 16% Uso familiar del internet Información Comunicación Entretenimiento 48% 24% 28% Finalmente, los resultados de la tabla 6 nos indican que un poco más de la mitad de los trabajadores estudiados no tiene teléfono fijo en el hogar, pero sí tiene teléfono móvil, en un porcentaje superior a la media nacional, según la encuesta de la AMPI. El uso del celular está centrado en la comunicación con la familia y un poco con el trabajo, pero casi nada en los amigos. Por él la mitad de los trabajadores paga entre 20 y 200 pesos mensuales. Otro aspecto relevante del celular es que se constituyó en la herramienta preferida de comunicación de los migrantes con sus familiares en México, por encima de la telefonía fija. Tabla 6. Acceso y uso de telefonía Acceso a telefonía fija Tiene No tiene 46% 54%

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Tabla 6. Acceso y uso de telefonía Acceso a telefonía móvil Tiene No tiene 75% 25% ¿A quién llama desde el celular? Familiares Trabajo Amigos 62% 25% 13% Tipo de consumo Prepago Plan 94% 6% Otros usuarios en la unidad doméstica Hijos Esposa Hermanos / Sobrinos 46% 37% 17% Modo de comunicarse con la familia desde EU Celular Telefonía fija 66.6% 33.3% Pago promedio mensual del migrante 20-200 200-300 Más de 300 50% 17% 33% Conclusiones Claramente se observa que el perfil de trabajadores migrantes legales que fueron estudiados se ubica bajo el umbral previsto por los investigadores, pues antes de enseñarles las competencias digitales para comunicarse con sus familiares utilizando las redes sociales o las características de la WEB 2.0, es menester enseñar algo más básico: el uso de la computadora. Es decir, los migrantes no tienen una gran brecha digital en el acceso, pero sí la tienen de uso, puesto que los verdaderos usuarios son sus hijos, no ellos. La enseñanza de las competencias se puede realizar ofreciendo cursos basados en los tres niveles de conocimiento de la computadora, la internet y las redes sociales, propuestos en la sección de metodología. Las entrevistas y los cuestionarios nos indicaron la necesidad de ex-

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plorar las potencialidades que la comunicación por celular puede estar teniendo en los usuarios, pues apareció como la tecnología mejor apropiada por los sujetos estudiados. Otro aspecto relevante es la necesidad de incluir en el diagnóstico la actividad digital en el lugar de origen y en el de destino, pues en ambos debe haber acceso y personas capacitadas para enviar y recibir mensajes. De ahí que es muy importante conocer el grado de conocimiento exacto que tienen los familiares del migrante sobre la computadora y la internet. Lo anterior se puede hacer realizando una ficha pormenorizada de la unidad doméstica y del conocimiento que tiene de las TIC cada uno de sus miembros. De hecho, los hijos de los migrantes aquí estudiados están, en su mayoría debajo del umbral de los “nativos digitales” de su misma edad, debido a la brecha mencionada en la introducción. Así, en el caso de que posteriormente este proyecto quiera abarcar a los trabajadores de los demás estados o a los trabajadores centroamericanos, se debe considerar las condiciones de acceso y uso digital en el lugar de origen, las competencias y usos reales del sujeto y las condiciones de acceso y uso digital en el lugar de destino.

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INFORMACIÓN PARA UNA MIGRACIÓN HUMANISTA Horacio Cárdenas Zardoni

Resumen Las ciencias sociales tienen una doble responsabilidad en tanto disciplinas del quehacer humano, la tradicionalmente aceptada de estudiar el fenómeno humano en sus más diversos contextos, para generar un cuerpo de conocimientos sobre el ser humano como individuo y el ser humano actuando en sociedad, a lo largo de la historia y en cortes temporales y geográficos dados. La otra responsabilidad de las ciencias sociales es de orden más pragmático, contribuir a la comprensión de la persona de su condición humana y su situación existencial, como también al entendimiento entre los integrantes de una comunidad, constituyéndose en factor de solución de los problemas colectivos. Las ciencias de la información han surgido muy recientemente como las disciplinas más herramentales de la sociedad contemporánea, su orientación ha sido hasta el momento esencialmente hacia la tecnologización, los negocios, y aplicaciones de alto impacto inmediato, pero su enorme potencial está todavía por aplicarse a la solución de los grandes problemas sociales.

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La propuesta que se hace aquí es avanzar en la búsqueda de modelos para la aplicación generalizada al grave problema de la migración, procurando elementos para que este fenómeno tan intrínsecamente humano tenga el carácter de fortalecedor tanto de los individuos como de las sociedades. Palabras clave Políticas públicas, políticas de información, información para la migración.

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L

as ciencias sociales comparten un único objeto de estudio: el ser humano. Desde los más diversos puntos de vista, las distintas disciplinas buscan primeramente conocer, y ya luego explicar aspectos específicos del devenir de la especie humana desde el más remoto pasado, el presente y el futuro, en una exploración compleja y a la vez fascinante sobre el tema de investigación más atractivo en el que pudiéramos pensar, nosotros mismos. A diferencia de las ciencias básicas que tienen un objeto de estudio relativamente bien definido que facilita su estructuración en cuanto a disciplinas científicas, el problema compartido de las ciencias sociales comienza precisamente desde el deslinde de su campo de acción respecto de otras aproximaciones concomitantes, con las que por momentos se imbrican, en un desgaste de los teóricos que deviene en purismos que en general tienen poca influencia en el autoconocimiento de nuestra especie, más allá de los ámbitos de los especialistas, cuando que lo importante, y aún esto puede ser sujeto de cuestionamiento, sería el desarrollo y abundamiento en aquello que contribuyera a nuestra mutua comprensión y mejoramiento de nuestra convivencia. La propuesta que planteo aquí dista mucho de pretender inscribirse en las disciplinas sociales más sólidamente establecidas, por más que tenga que ver con aspectos sociológicos, antropológicos, sicológicos de los individuos y de los conjuntos humanos. En esta oportunidad quiero plantear un ejercicio de transdisciplinariedad, explorando y tratando de encontrar la indispensable confluencia y articulación entre dos fenómenos de gran trascendencia en nuestro tiempo: la migración y la megatendencia que se ha dado en denominar Sociedad de la Información/Sociedad del Conocimiento. Mi objetivo sin embargo, no descansa solamente en establecer el vínculo entre migración e información, por el contrario, se avoca a consolidar en la mente del respetable auditorio la conciencia de la necesidad de que del conocimiento del fenómeno migratorio al que se apliquen los elementos eminentemente pragmáticos de las ciencias de la información, derive en el reconocimiento de la indispensabilidad de la existencia de políticas públicas en materia de 147


información para la migración, para que esta alcance el carácter humano y humanista que debe tener toda y cualquier relación entre quienes habitan en un área geográfica determinada, y quienes pasan por ella o llegan a establecerse en ella. La migración es un fenómeno que los seres humanos compartimos con un importante número de especies y variedades de seres vivos, principalmente en los órdenes del reino animal, e incluso se podría aventurar la hipótesis de si el poblamiento por parte de especies vegetales de zonas que no le son indígenas, no tiene lo suyo de migración. A lo largo de la historia de la vida en el planeta Tierra, ésta, la vida, ha variado su locación a través de sus manifestaciones representativas de sitios que se van volviendo inhóspitos para la sobrevivencia, a otros más hospitalarios, siendo el móvil más común de la migración el relacionado con las condiciones del medio físico y de la competencia por la obtención de los satisfactores con otros habitantes del ecosistema, o por una creciente incapacidad de este para sustentar a una especie o una proporción de la especie dada. Migración es un término de relativamente fácil conceptualización, hasta cierto punto se trata de una excepción dentro de las ciencias sociales, al tener que ver con un hecho de corroboración simple, al estar asociado a contextos espaciotemporales específicos; tan simple o tan complejo que si una persona que en un tiempo inicial se hallaba en un sitio determinado, al considerar otro momento luego de transcurrido un tiempo dado y no hallarse el individuo en el mismo lugar, sino en otro con carácter de relativa permanencia, puede decirse que esta persona ha migrado (Calvo, T. López, G. 1986, p.171). La diferencia entre las migraciones humanas y las de cualquier otra especie del planeta radica en el componente artificial de las primeras, al estar condicionadas por el tener que cruzar una determinada línea o frontera que sea reconocida y aceptada como tal por los diversos actores involucrados en el fenómeno: emisores, receptores, migrantes. De no ser así, los desplazamientos del ser humano por prácticamente toda la superficie de un planeta a cuyos diferentes hábitats ha sabido adaptarse como especie, serían solo eso, cambios de residencia en busca de mejores condiciones de vida (Calvo, T. López, G. 1986, 148


p.171). Sin embargo, al estar delimitada la geografía del mundo, sea con el objetivo de establecer la extensión de un territorio, para mantener a los habitantes dentro o para contener la entrada de los de fuera, la posibilidad de una migración de individuos y grupos para alcanzar este superior grado de bienestar, en una pulsión de lo más instintivo de nuestra propia naturaleza, se ve constreñido y no pocas veces impedido y sancionado por los propios seres humanos, que se arrogan el poder y el derecho de unos sobre otros, de los que ocupan un espacio físico, respecto de quienes arriban a él. Podemos dar por sentado como principio teórico, que toda migración se emprende para mejorar respecto de las condiciones de vida del lugar de origen, de hecho sería hasta cierto punto impensable que una movilización que fuera voluntaria se decidiera para permanecer igual o para empeorar. Desde este punto de vista, toda migración, aún la de aquellos que la emprenden huyendo de la guerra, del hambre, de condiciones medioambientales adversas, o algún otro factor natural o humano, está asociada a una esperanza de que allí donde llegue a establecerse, este factor se habrá extinguido, y muy deseablemente tendrá una superior oportunidad de lograr sus expectativas existenciales a nivel individual y de su grupo, este componente emotivo es determinante en la ocurrencia del fenómeno migratorio, sin él, quizá simplemente no sucediera, al menos no de manera voluntaria. Aterrizando en nuestra realidad nacional contemporánea, la Ley de Migración reconoce las diversas manifestaciones de la migración en México, en tanto país de origen, tránsito, destino o retorno de los migrantes (Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, 2011), en lo que pretende ser un enfoque integral para un fenómeno de extrema complejidad en los ámbitos internacional, político, económico, social, pero que sobre todo hace énfasis en la realidad de seres humanos, cada uno de ellos con una situación existencial propia y diferenciada, que en teoría, debería ser considerada de manera individual, si existiera la voluntad, el interés, la capacidad y los recursos para ello.. El ordenamiento jurídico parte del reconocimiento de algunos principios fundamentales, entre ellos el que podría ser la clave para la 149


eficientización y humanización de los flujos migratorios, el reconocimiento de la aportación que los migrantes hacen o pueden hacer para las sociedades, tanto la de origen como la destino, la cual ha sido por momentos negada, repudiada, menospreciada e infravalorada, dependiendo de la conveniencia del momento, y el tener a los migrantes por “ciudadanos de segunda” lo que los coloca como sujeto y objeto de explotación; lo que nos lleva a un segundo principio trascendental de la ley mexicana en materia migratoria, el de equidad entre los nacionales y extranjeros, en cumplimiento de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, especialmente en lo tocante a las garantías individuales (Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, 2011). Otro principio declarado por la Ley lo es el respeto irrestricto de los derechos humanos de los migrantes, nacionales y extranjeros, independientemente de su origen, nacionalidad, etnia, edad y situación migratoria, con especial atención a los grupos vulnerables, entre los que se señalan a los menores de edad, mujeres, indígenas, adolescentes y personas de la tercera edad, así como víctimas de un delito (Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, 2011), acotando de manera específica que bajo ninguna circunstancia y en ningún caso la situación migratoria irregular preconfigura la comisión de un delito, y lo que consideramos una declaración trascendente, declara la garantía de la vigencia de los derechos a los migrantes en territorio mexicano, como lo reclama para los mexicanos en el exterior. Con lo recapitulado hasta aquí podría pensarse que tanto el pueblo como el gobierno de México, como sus contrapartes de otras naciones, al menos del Continente Americano conceden al fenómeno migratorio una alta prioridad como parte de sus políticas públicas, no solo benevolentemente tolerando el tránsito y arribo de migrantes, sino invitándolo con fines de capitalización de su potencial en beneficio de la sociedad receptora. Desgraciadamente la realidad cotidiana de miles de migrantes se aleja diametralmente del discurso oficial y del espíritu de la ley, a los cuales, al menos en el caso de la nación mexicana, se ha visto obligado el gobierno por la circunstancia de que el fenómeno migratorio excede cualquier capacidad ya no de controlarlo o contenerlo, sino siquiera de conocerlo en sus verdaderas dimensiones.

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El artículo tercero de la Ley de Migración define migrante como el individuo que sale, transita o llega al territorio de un Estado distinto al de su residencia por cualquier tipo de motivación (Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, 2011), cualquier persona que en un determinado momento haya salido, esté en tránsito o arribe al territorio mexicano, quedaría incluido en esta definición, y por extensión sería sujeto protegido por la Ley de Migración y por todo el sistema jurídico emanado de la Constitución, disposición que es encomiable desde el punto de vista del discurso, pero al momento de la aplicación del ordenamiento, la cuestión se torna difícil, y hasta un tanto confusa. El Instituto Nacional de Migración, conforme al Reglamento Interior de la Secretaría de Gobernación restringe su acción al trámite y resolución “sobre la internación, legal estancia y salida del país de los extranjeros, así como la cancelación, cuando el caso lo amerite de las calidades migratorias otorgadas” (p. 42), con lo que queda fuera un universo enorme de individuos que no se internan legalmente al país, y por esta circunstancia carecen de cualquier calidad migratoria otorgada por la autoridad. Al menos desde este ordenamiento superior, es poco lo que se dispone respecto a los migrantes irregulares en el país, que son mayoría abrumadora. Respecto al tema de esta participación, la Ley de Migración vigente establece en su artículo decimotercero que los migrantes y sus familiares que se encuentren en el territorio de los Estados Unidos Mexicanos tendrán derecho a que se les proporcione información acerca de: sus derechos y obligaciones conforme a la legislación vigente, los requisitos establecidos por las leyes aplicables para su admisión, permanencia y salida del país; y la posibilidad de solicitar el reconocimiento de la condición de refugiado, del otorgamiento de protección complementaria o de la concesión de asilo político y la determinación de apátrida, así como los procedimientos respectivos para obtener dichas condiciones (Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión, 2011). La propia Ley hace recaer en la Secretaría de Gobernación la responsabilidad de adoptar las medidas que considere apropiadas para dar a conocer la información mencionada a los posibles interesados. Desde nuestro particular punto de vista, esta información que el gobierno de la República considera suficiente y necesaria para todo aquel que se interne ilegalmente al país, no puede ser considerada de ninguna manera la mínima indispensable 151


para viajar con certidumbre, con cierta garantía de éxito, y con relativa seguridad por las peligrosas rutas de la migración, en las que han perdido su patrimonio, la salud y aún la vida muchos migrantes quienes podrían dar nulo testimonio de la pregonada hospitalidad del Estado, que no necesariamente del pueblo mexicano, conforme lo establece la Ley de Migración. Las historias se repiten por decenas de millares, a cual más de emotivas y aún trágicas. La visita a Saltillo en días recientes de la Caravana de Madres de Migrantes Desaparecidos, el caso de la masacre de San Fernando, Tamaulipas, entre otros tantos que llegan o escapan del conocimiento de la opinión pública, ponen de manifiesto el altísimo grado de desinformación en torno al fenómeno migratorio en la sociedad mexicana, ni qué decir que si los migrantes hubieran contado con datos sobre lo que les podría ocurrir, quizá hubieran tenido un destino menos trágico. La ciencia social con la que pretendemos vincular el fenómeno migratorio es la de la información, disciplina está sí de extrema complejidad para lograr una definición que resulte lo suficientemente amplia y claridosa para satisfacer los muy disímbolos puntos de vista de las distintas ciencias, tecnologías y empresas humanas que hacen de ella un uso intensivo, y de muy marginal o tangencial aplicación, como lo muestra la cita de la Ley de Migración. Una de las definiciones más efectivos por lo operacional, es la que conceptualiza la información como aquello que reduce o destruye la incertidumbre. (Miller, 2002) Según este punto de vista, la información es la respuesta que la persona busca y encuentra para sus dudas y preguntas. Si en un ejercicio de empatía, aún desde la seguridad de nuestra nacionalidad, nos pudiéramos poner en el lugar del migrante en ciernes, ¿que información le sería necesaria para reducir o anular la incertidumbre que siente?, podríamos mencionar decenas de tópicos que el migrante desearía tener a su disposición como bagaje de conocimientos respecto a los sitios que va a atravesar y del lugar al que pretende arribar, los peligros que podría enfrentar, el auxilio que puede requerir, la autoridad a la que puede acudir, etcétera. La anterior definición de información se puede complementar con la aproximación filosófica de Floridi, quien define la informa152


ción como data significativa (2003), ¿qué datos concretos requiere el migrante para que su empresa tenga éxito y no termine en una deportación o algo peor? No son suficientes las historias de familiares o amigos, o de quienes migraron hace años, la situación en el camino y en el destino varía continuamente. Conjuntando estos dos planteamientos definitorios, al individuo que migra no necesariamente le interesa o le ocupa el gran cúmulo de conocimiento humano expresado en forma de información. Le importa solamente aquello que es significativo para él en un caso y momento determinado, y que contribuya de manera efectiva a disipar su incertidumbre respecto a cuestiones muy inmediatas y muy específicas de su posición espaciotemporal en un sitio que le es ajeno, cuando no agresivo. Entrando en aspectos mucho más puntuales de las ciencias de la información, nos encontramos con la posición teórica de Miller, compartida por muchos otros teóricos en el sentido de que la información se conceptualiza como el vehículo mediante el cual se intenta provocar o evocar una respuesta humana, en el caso del fenómeno migratorio son muchos los actores involucrados, que se encuentran en posiciones a lo largo de un amplísimo espectro que va desde el compromiso humanitario más pragmático y la mera simpatía, hasta la oposición más virulenta y la violencia. ¿Qué vehículo sería necesario crear y utilizar para lograr qué respuesta humana? Siendo en sí misma la información estática y carente de vida, y pudiendo existir en cualquier medio y formato a la espera de ser recuperada e interpretada, solo aguarda que un individuo o grupo le asigne un significado para un efecto importante para ellos. En el caso del fenómeno migratorio es muchísimo el material de información, verbigracia las historias de individuos, familias, pueblos y naciones enteras que se ven obligados a usar el último recurso de arrancarse del suelo nativo en busca de lo que su país de origen es incapaz de proporcionarles. ¿Qué significado podría o debería otorgarse a la migración para que nos enalteciera como sociedad, para que nos humanizara como individuos?

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La interpretación y asignación de significado presupone que las personas cuentan con una cierta preparación para ello. Nauta afirma que la información siempre está asociada a “vehículos de información”, que define como estados discriminados desde un punto de vista del individuo, estableciéndose el requisito que para que haya una transmisión de información debe antes haber una capacidad de proveerla, recuperarla y aprovecharla, lo cual nos orienta que respecto del fenómeno migratorio, lo que se haga en materia de información, buscando que redunde en un proceso social mucho más humano del que vivimos hoy en día, demanda de un fuerte compromiso del Estado, traducido en programas de sensibilización hacia el tema, con materiales que den certidumbre a las decisiones, solucionando al máximo grado posible las dudas de los involucrados, y por supuesto, la indispensable difusión de la información entre todo migrante a quien pueda serle útil. Una apreciación más profunda respecto a lo que es información es la de Ackoff, quien opina que la información cuando es aprovechada cabalmente, se convierte en sabiduría, y esta se puede describir como el discernimiento de las diversas alternativas de solución a los problemas, las diversas opciones para extinguir la incertidumbre. Ackoff define sabiduría como la habilidad para percibir y evaluar las consecuencia a largo plazo del comportamiento, un aspecto de suma relevancia para la comprensión del fenómeno migratorio, ya que el desenraizamiento del migrante del conjunto de sus vínculos culturales, afectivos y de todo tipo, necesariamente acarrea consecuencias trascendentes e incluso irreversibles en todos y cada uno de los aspectos de su vida a partir de que deja el tránsito y busca establecerse. Uno de los elementos más importantes respecto a las ciencias de la información y a ésta como gran concepto, es el de la eficiencia. En cualquier emprendimiento humano y específicamente en los relacionados a la migración, el factor eficiencia es determinante. Nadie migra para fracasar, al menos en su motivación y su intención, sin embargo al considerar la escala de la información, que según Ackoff va progresando de la data a la información, de allí al conocimiento, la comprensión, y finalmente a la sabiduría, deja atrás la importancia previa de la eficacia para centrarse en la superior de la efectividad. 154


Uno puede crecer sin sabiduría, pero no puede desarrollarse sin ella. El fenómeno migratorio es inextricable del tejido de la sociedad humana a lo largo de su historia, que sin embargo en la época contemporánea alcanza una importancia decisiva, proporcionándole a nuestra colectividad la oportunidad de avanzar en el humanismo en el comportamiento de los unos con los otros, o por el contrario perseverar en pretendidos controles que son al tiempo denigrantes e ineficientes. Nuestro planteamiento es que parte de la respuesta se halla en la información, información para el que migra, para quien se queda, información para la los habitantes por donde pasan los migrantes y a donde desean llegar, información para los gobiernos de qué es lo que hace de su país un polo de atracción, y la mejor manera de capitalizar la capacidad y el espíritu indoblegable del migrante, en una palabra, información para hacernos más humanos para con nosotros mismos. Específicamente recomendamos que el concepto operacional de información se asocie no al fenómeno migratorio en sí mismo, sino a la preparación de todos los involucrados para enfrentar dicho fenómeno. Sugerimos la formalización de políticas públicas en materia de información segura, digna, sencilla, económica para el migrante, tanto por parte de los países emisores, como de los receptores y aquellos de tránsito. En una época en la que la sociedad humana se define a sí misma como de la información o del conocimiento, resulta imperdonable la ignorancia de los mínimos elementos que permitan no solo alcanzar los objetivos que se persiguen, sino el desconocimiento del sinfín de factores que se conjugan para medrar de su condición, para impedirlo y hacerlo fracasar. Más allá del esfuerzo dedicado, sensible y humano de individuos y organizaciones de la sociedad civil, hace falta una declaración más allá de la hipocresía del discurso, que comprometa a la sociedad como conjunto, ante su incapacidad para retener a un sector de su población con una forma de vida satisfactoria, a ofrecer el más humano de los tránsitos.

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Referencias Calvo, T. y López, G. (1986). Movimientos de población en el occidente de México: Mesa Redonda, 21 y 22 de julio de 1986 en México, El Colegio de Michoacán / Centre d’Études Mexicaines et Centraméricaines. Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión (2011). Ley de Migración, en línea, recuperada de http://www.diputados. gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LMigra.pdf, 4 de noviembre de 2011. Kaipa, P. (2000). Knowledge Architecture for the Twenty-first Century. Behaviour & Information Technology, 19(3), 153-161. doi:10.1080/014492900406146. Floridi, L. (2003). Two Approaches to the Philosophy of Information. Minds & Machines, 13(4), 459-469. Recuperado de Academic Search Premier database. Miller, F. (2002). I=0 (information has no intrinsic meaning). Information Research, 8 (1), Recuperado de Library, Information Science & Technology Abstracts with Full Text database. Newman J. (2001) Some Observations on the Semantics of “Information”, Information Systems Frontiers 3:2, 155–167, 2001 Presidencia de la República (2010) Reglamento Interior de la Secretaría de Gobernación, en línea. Recuperado de http:// portaltransparencia.gob.mx/pot/facultad/show_facultad. do?method=show_facultad&idFacultad=1&_idDependencia=04111&viaLocation=true, 4 de noviembre de 2011. Spink & Cole (2011). Human information behavior approach to a philosophy of information, Library Trends. FindArticles.com. 1 de noviembre de 2011.

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V HIBRIDACIONES CULTURALES LIGADAS A LA MIGRACIÓN

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MIGRACIÓN Y GÉNERO, OTRAS PERSPECTIVAS

Juana Ma. Alanís Ramírez Hortencia Hernández Méndez

Resumen En este trabajo se presenta un contexto socioeconómico de los países de origen de los “tramis”, trabajadores migratorios indocumetodos o irregulares, es decir, las causas y consecuencias de su situación de migrantes indocumentados. En segundo lugar, se menciona el caso de los “tramis” que llegan a la Casa del Migrante (Frontera con Justicia, A.C.) localizada en la ciudad de Saltillo del Estado de Coahuila. En tercer lugar, se ofrecen testimoniales de fuentes directas y referenciales y, finalmente se marca la importancia de los estudios universitarios sobre este tema para la acción con las instituciones solidarias. Palabras clave Migración ilegal, “tramis”, género, Saltillo.

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Contexto de las condiciones socioeconómicas que dan origen a los “tramis” Durante los últimos años se ha dado un ajuste estructural y apertura de los mercados, los países en desarrollo hacen de su mano de obra una de sus ventajas comparativas más significativas para su inserción en el proceso de globalización. Esto es posible mediante un castigo permanente al salario de los que conservan o encuentran un empleo dentro de sus fronteras nacionales, y mediante un castigo extraordinario al salario de los que buscan un empleo fuera de las mismas. En el contexto migratorio, en los países de origen el castigo al salario de los trabajadores se realiza a través de una férrea política de contención salarial, en aras del ajuste estructural y de las variables macroeconómicas; en los países de destino y los países de tránsito el castigo extraordinario a los salarios de los trabajadores internacionales se logra bajo la decisión arbitraria de los gobiernos de estos, de negarle sistemáticamente todo permiso de carácter migratorio y laboral, ubicándolos en situación de irregularidad o de ilegalidad como condición para su sobre explotación laboral. Se trata de una relación laboral que se establece en el marco internacional donde la fuerza de trabajo se realiza en un marco de condiciones de asimetría de poder entre economías, gobiernos, instituciones e individuos de los países involucrados, y que revela las asimetrías de una globalización que incluye individuos, poblaciones, países y regiones, al mismo tiempo que excluye a otros tantos; asimetría que se hace evidente cuando el castigo pesa sobre la cabeza de los “tramis”, entendidos como trabajadores migratorios, indocumentados o irregulares, mientras que la impunidad se impone en los bolsillos de sus empleadores. Cuando los “tramis” cometen una falta administrativa son tratados como delincuentes, mientras que sus empleadores y autoridades gubernamentales cometen delitos tipificados al violar sus derechos humanos y gozan de absoluta impunidad. Así podríamos decir que uno de los rasgos estructurales que han caracterizado la estrategia de inserción de las economías mexicana y centroamericana en 161


estos años de ajuste estructural y globalización comercial, ha sido el castigo al salario de los trabajadores, asumido como venta comparativa en las relaciones comerciales de intercambio. Ello ha significado el cierre de fuentes de trabajo y en conjunto ha resultado en factores de expulsión de “tramis” y la desigualdad de los niveles de vida de los distintos países; su persistencia y notoriedad en el mundo globalizado contemporáneo ha demostrado que es uno de los factores que dan cuenta de los flujos migratorios. Estos procesos migratorios han sufrido cambios significativos en términos de volúmenes, rutas, orígenes, destinos, motivos, propósitos, temporalidad y condiciones de estancias, de flujos migratorios de centroamericanos y de flujos internacionales hacia el norte, cruzando entre dos o cinco fronteras internacionales, de entre dos a cinco países, flujos migratorios que resultan difíciles de medir porque no existen sistemas de monitoreo confiables, ya que no distinguen entre el número de asegurados y los protagonistas concretos de cada evento. Hay un buen número de migrantes que realizan varios intentos de cruce, hasta que lo logran, o desisten, o sufren un accidente, o pierden la vida. También existe el monitoreo de organizaciones de la organización civil, pero son limitados y parciales. También resulta difícil monitorear y establecer las proporciones de los grupos en cuanto a su temporalidad; hay quienes cumplen un ciclo y regresan a sus lugares de origen; hay quienes migran de manera definitiva y se establecen para construir las redes de apoyo para flujos posteriores; y hay quienes migraron con la intención de regresar y por determinadas circunstancias ya no vuelven. Este flujo cuenta con la amenaza represiva entre uno y cuatro gobiernos, según sea la nacionalidad del migrante. Estados Unidos y México, países de destino y tránsito del mismo, lo han intentado con una política migratoria de contención policiaca en sus respectivas fronteras y consulados se trata de un flujo migratorio cuyos dos polos, Centroamérica y Estados Unidos, mantienen una relación de asimetría económica política y militar que no ha permitido el respeto a los derechos humanos y laborales de los migras.

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De este flujo se distinguen dos subgrupos: los que pueden pagar un mínimo de cuatro mil dólares para su traslado irregular hacia Estados Unidos a través de México, y los que no tienen esa cantidad para comprar su seguridad. El flujo más pobre es el que se aventura de manera individual y sin recursos económicos, que transita a pie y de mosca en el tren de carga que va de Tucumán a Veracruz, a través del Soconusco y el istmo de Tehuantepec. De acuerdo con cifras de las Naciones Unidas, cada año 500 mil migrantes guatemaltecos, salvadoreños, hondureños y nicaragüenses atraviesan territorio mexicano hacia Estados Unidos. Después de los propios mexicanos, los hondureños constituyen el grupo más grande que intenta llegar allá. Y de entre los latinoamericanos, son los mexicanos quienes integran la mayoría de los 13 millones de inmigrantes ilegales en los Estados Unidos (56% de mexicanos y 22% del resto de América Latina). Según datos ofrecidos por Edwards (2010)1, en el Primer Foro Internacional sobre Migración y Desarrollo que tuvo lugar en México.2 Este flujo presenta un alto índice de accidentados: amputados por el tren carguero, muertos por el mismo, atacados por los maras, pandillas y grupos de extorsionadores, son objeto de robo, golpes, violación, abusados por cuerpos de seguridad de los tres niveles de gobierno. Es el flujo más urgido de asistencia y auxilio, pues se encuentran totalmente vulnerables frente a la corrupción y la impunidad de las distintas, policías, ejércitos coludidos con las pandillas y maras, tanto en México, como en Centroamérica y Estados Unidos (G. Rodríguez Pizarro, 2001).3 De este flujo migratorio se hacen cargo también las instituciones de la sociedad civil, académicas, confesionales y de servicio social, que son claramente insuficientes para atenderlos, como lo es Belén Casa 1 Edwards S. (2010) http://www.ceed.udg.mx/investigacion/migracion-y-desarrollo./Consultada en octubre 2011. 2 www.ceed.udg.mx/investigacion/migracion-y-desarrollo, consultada en octubre 2011. 3 Rodríguez Pizarro, G. (2001) ONU/ Comisión de Derechos Humanos (2002). Informe presentado por la relatora especial sobre los derechos humanos de los migrantes, sobre su vista a México del 25 de febrero al 6 de marzo del 2002. Periodo de sesiones; tema 14, inciso a) del programa provisional. E/CN.4/2003/85/Ad.2;30 octubre del 2001.

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del Migrante de Saltillo (Frontera con Justicia, A. C.) a la cual se hace referencia en este texto en el apartado sobre Saltillo, Coahuila. Condiciones de los emigrantes que cruzan por el estado de Coahuila Es necesario estudiar las condiciones de los emigrantes que desde diferentes percepciones se expresan y configuran mediante las experiencias y acciones, en relación con los contextos sociales y culturales que se viven ante este fenómeno. En este trabajo han servido para la recogida de datos los testimonios que corroboran o amplían la información de la situación del migrante. Para conocer la situación de los “tramis” que pasan por Coahuila, se ha acudido a la Casa del Migrante de Saltillo, como es el caso de una entrevista realizada al director de esta casa, Xicoténcatl C. Alberto.4 Desde su experiencia, narra que la mayoría de migrantes que pasan por Coahuila son de origen centroamericano, aunque principalmente de Honduras, a lo que argumenta que todos ellos vienen en una situación de irregularidad migratoria ya que no cuentan con documentos. Y expresa: Las mujeres presentan mayor vulnerabilidad por que se enfrentan con el acoso sexual, a violaciones sexuales, a maltratos, a ser víctimas de trata, ya que vienen de una cultura de la sumisión, a decir que sí ante las cosas, a pagar los favores de forma sexual, por ejemplo, si un migrante le hace compañía o la protege de alguna forma: protección física o en cuanto a robos o extorsiones, a cambio ella ofrece una relación sexual o bien no eso, sí, lava la ropa de su acompañante, aun cuando en la Casa del Migrante de Saltillo, no está permitido, pero nos damos cuenta que le lava los trastes, o le sirve la comida.

En otra entrevista también expresa una alumna de la Facultad de Ciencias Políticas del ITESO, de la Universidad Jesuita de

4 Entrevista Alberto Xicoténcatl Carrasco. Director de la Casa del Migrante de Saltillo (Frontera con Justicia, A. C.) en la ciudad de Saltillo, Coahuila, 2011.

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Guadalajara, al comentar referente a la situación de la mujer: 5 La condición como mujer migrante es todavía más riesgosa. Ellas sufren no solamente de golpes, sino abusos sexuales, secuestros, condiciones todavía más fuertes, al ser mujer y en este caso embarazada. Pareciera que esas acciones las hacen con saña esas personas, porque lo hacen con acciones muy pensadas por parte del crimen organizado como para marcar territorio y hacer todavía acciones más sanguinarias de las normales, para servir de ejemplo a otros migrantes.

Al pedir su opinión como estudiante de Ciencias Políticas sobre los movimientos migratorios y con relación al género cuando se le pregunta: ¿qué está sucediendo con las mujeres migrantes?, argumenta: Por ejemplo, cuando yo llegué, simplemente en un mes de diferencia, no había una mujer, solamente estaba María, ahora ya han llegado más o menos 20 mujeres, claro que su tránsito es más fluido que el de los hombres, esto es porque tienen que estar pensando en no quedarse en un solo lugar, no estancarse, y seguir su camino, entonces, si aumenta el número de mujeres, pero, se quedan menos tiempo que los hombres.

A la pregunta sobre cuál es el perfil de mujer que emigra, expresa: Son mujeres jóvenes, no mayores de edad, hemos tenido incluso niñas de 14, algunas solas, que viajan, pasan por aquí, las más grandes son 23, 24 años, no son mayores, son mujeres jóvenes, a veces viajan acompañadas de otras dos mujeres, pero ellas son conscientes del riesgo que corren. Ayer precisamente (comenta la entrevistada) llegó una muchacha que ya se fue, y le preguntaba yo, ¿cómo le haces para ir por el tren entre tantos hombres y no sentir el acoso? Me decía: no, es que yo ya vengo preparada, o sea yo me 5 Mileva Rolon Palomera. Estudiante de Ciencias Políticas en el ITESO, Universidad Jesuita de Guadalajara, quien realizó sus Servicio Social con un periodo de dos meses en la Casa del Migrante de Saltillo (Frontera con Justicia, A.C.) Entrevista realizada en el mes de julio del 2011. Saltillo, Coahuila.

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tengo que vestir como hombre, me fajo para que no se me vea el busto, me pongo gorros, me pongo tres o cuatro camisas, y me subo al tren. Yo actúo como hombre, hablo como hombre, y me porto como hombre, para que ellos me noten lo más normal posible y no me distingan como mujer, que no noten rasgo de feminidad en mi persona, para no correr riesgos.

Rolon Mileva menciona que cuando ellas toman la decisión de emigrar, no es algo que de repente amanecieron y quisieron irse, es algo que lo piensan, es algo muy razonado y toman las medidas de precaución que ellas pueden. Me comentaban también que tomaban pastillas, en caso de ser violadas en el camino, para no salir embarazadas, remedios caseros, tés y algunas soluciones salinas. Testimonios como los anteriores, ponen de manifiesto que es difícil garantizar el respeto a los derechos humanos de las y los migrantes que pasan por el territorio mexicano, ya que son constantemente agredidos, desde sus mismos países que no les han garantizado sus derechos elementales, son personas que carecen de vivienda, de alimentación. Por eso en varios estados de la República se están haciendo esfuerzos para protegerlos, como la organización que se llama “Sin fronteras” que vela por migrantes de nacionalidades diversas, desde asiáticos, sudafricanos. Hay intentos de regularlo, en México, por ejemplo, ya no es un delito entrar sin documentos, es una falta administrativa. Los casos de agresiones a mujeres son frecuentes, por ejemplo, las avientan del tren y pierden una pierna, pierden un pie; también son víctimas de trata. Como menciona el Sr. Xicoténcatl Carrasco, director de la Casa del Migrante en Saltillo: Hemos tenido mujeres que nada más pasan como sombras en la Casa del Migrante de Saltillo y se van con esta persona que las lleva, es muy complicado hacerle ver a una mujer que está siendo engañada, son enamoradas desde sus países de origen, las llevan; ellas piensan que están con sus esposos o que el hombre las quiere y por eso las va a llevar a Estados Unidos, pero cuando uno empieza a hacerles las entrevistas, detecta rasgos que nos van diciendo, que ella puede ser una

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víctima, porque parece que es normal que alguien decida por ella, que no sepa a donde ir, que alguien lleve sus documentos, es normal que alguien le pida que lave su ropa, es normal que se entregue sexualmente a ellos…

Por ahora, en la Casa del Migrante de Saltillo se están haciendo registros más completos referentes a su situación del por qué migran, pero son diferentes y tienen distintas necesidades: por ejemplo, población de hombres menores de edad que vienen con su papá, menores solos, personas con orientación sexual diferente, mujeres jóvenes. Necesitan darles acompañamiento, mantenimiento, cubrir necesidades económicas, físicas. También en estos registros se intenta dar seguimiento a sus casos, una vez, que salen de la Casa del Migrante de Saltillo. Es un hecho que las medidas que se han implementado son mínimas e insuficientes.Ninguna autoridad se ha preocupado por brindarles los servicios básicos. En el trabajo que hacen en la Casa del Migrante de Saltillo se ha detectado que se tienen serias demandas, como llevar un registro del lugar a dónde se dirigen, darle seguimiento a su viaje, verificar que ya llegaron a su lugar de destino y avisar a su lugar de origen, para saber si ya llegó y cómo llegó o por lo menos saber que está desaparecida. Si es una mujer, se tiene mucho más cuidado porque es un grupo muy vulnerable, ya que también puede ser víctima de alguna mafia que pueda dedicarse a la explotación de mujeres. De entre los servicios que se ofrecen en este centro, se dan pláticas de enfermedades de transmisión sexual, ya que en el camino muchas mujeres quedan embarazadas. En el caso de los centroamericanos cerca del 80% de las personas infectadas con el VIH Sida son heterosexuales, porque los varones se infectan en Estados Unidos y luego se lo trasmiten a las mujeres y éstas a los niños. Otro problema son las mujeres embarazadas, porque muchas mujeres quieren que sus hijos nazcan en los Estados Unidos. Para el caso de los varones, los mayores problemas detectados son los relativos a la violencia física y sexual de que son víctimas, de abusos por parte de los guardias del ferrocarril; los agentes de seguridad 167


pública los desnudan, les hacen tocamientos, pero los varones tiene esa carga de ser protectores y entonces tienen que hacerse los fuertes con un arma, con un cuchillo, ante una pistola. En esa situación, son heridos, muertos o mutilados. También los migrantes son objeto de extorsión por parte de bandas que los esperan cuando bajan del tren y los llevan a una casa y les piden comunicarse con su familia vía telefónica y le piden a los familiares dinero para dejarlos libres, la cuota va de 500 a 2000 dólares (o más). No sólo secuestran a dos, sino a 20 emigrantes, lo que se va haciendo un gran negocio. En el caso de Coahuila, se tienen documentadas las violaciones a los derechos humanos de los emigrantes por parte de la seguridad privada del tren, de la policía municipal, y del Instituto Nacional de Migración, así como de la Secretaria de Gobernación. Los y las emigrantes presentan mucha tristeza por la situación que atraviesan al emigrar, mas también esta situación denota que son conscientes de ello. Otra cuestión es la relacionada con la proveeduría de los hombres quienes emigran porque, aunque tenga una carga emocional dejar a las mujeres y los hijos e hijas, se sienten con la carga de ofrecerle una mejor calidad de vida. En el caso de los varones homosexuales, sufren aún más que las mujeres, porque en México la sociedad tiene una cultura machista, así que ellos tienen que pagar una cuota sexual por protección, además de ser objeto burlas. A continuación se narra a un testimonial de un migrante hondureño de 21 años en tránsito por México en la Casa del Migrante de Saltillo.6 Representar a través de testimoniales de migrantes historias de vida es dar la voz a ciudadanos que se encuentran en situación de vulnerabilidad ante este fenómeno estructural de la migración. Estos testimoniales nos acercan a la situación de los “tramis” que buscan en esa carga de desolación e incertidumbre nuevas formas de vida. 6 Entrevista realizada al hondureño en tránsito por México en Belén, Casa del Migrante, Saltillo, junio 2011.

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¿De qué parte de Honduras eres? Comayagua. ¿Cuándo es que decidiste emprender esta aventura y porqué decidiste viajar a los Estados Unidos? Para ayudar a mi familia, salir adelante y tener un buen futuro. ¿Cuántos son de familia? 6 hermanos. 2 varones y 4 hembras. ¿Hasta qué año estudiaste allá? Nomás hasta sexto. ¿Por qué? No me gustó el colegio. ¿Trabajas allá? Sí ¿De qué has trabajado? De ayudante de albañil, de cosecha de chile y tomate ¿En qué más se puede trabajar en tu región? Sólo en la cosecha de tomatera y chilera que solo dura 6 meses. ¿Cuánto tiempo hiciste de tu comarca para Saltillo, y como te viniste? Hice 15 días. ¿Cómo fue esa travesía? No me pasó nada, veníamos 7 primos, en San Luís Potosí, 3 migrantes agarraron coyote para adentro, los demás, solo 2 quedamos aquí, y los otros 2, se fueron también con coyote para el norte. ¿Cómo crees que será tu nueva vida en Estados Unidos, que expectativas tienes, te vas a quedar mucho tiempo? Mucho tiempo no sé, no más quiero salir adelante y hacer mi casa en mi país. ¿Tienes familia en Estados Unidos, o quien te va a recibir allá? Un primo en Nueva York. ¿Vas hasta Nueva York, EE.UU.? Sí. ¿Cuántos años tiene él allá? Tres años. ¿Y a qué se dedica en Estados Unidos? No sé cuál es su trabajo. ¿Cómo fue su suerte durante su trayecto? Cuando él pasó yo creo que estaba más calmada la situación, no había 169


mucho peligro, creo, pero como nosotros ahorita, hay mucho peligro aquí, pero gracias a dios, no nos pasó nada, no nos tocó a nadie de los 7 que veníamos. ¿Y cuándo tomaste la decisión, quién de tu familia se opuso, quien te apoyó, con quién platicaste más? Con mi mamá y mis hermanos, me dijeron que no me viniera, que es peligroso andar por acá. Pero uno que es “burro”, siempre agarra para acá, a buscar una nueva vida, un buen futuro también. ¿Cómo te ves en dos años más, te ves en Honduras, en México o en dónde te gustaría estar el resto de tu vida? Nosotros como somos hondureños, es mejor estar allá en el norte, es más rápido, cualquier cosa, el dinero se hace más rápido. ¿Un mensaje para quienes en este momento están cruzando la frontera? Que ahorita en la frontera está muy peligroso, hay muchos “zetas” y te sacan 300 dólares por cabeza y por eso no nos podemos arriesgar a pasar ahí la frontera, tenemos que pasar con coyote. Conclusiones y aportaciones El fenómeno migratorio hacia Estados Unidos es un fenómeno social ubicado en el mercado internacional de la mano de obra o del trabajo en el que los Estados Unidos la demanda y para la oferta de Centroamérica, México es el país de tránsito. La mano de obra barata de los “tramis” es una necesidad estructural para la economía de los EE.UU., especialmente para su sector agrícola. La fuerza de trabajo de los “tramis” es una válvula de escape para los países de origen y una fuerza de sobre explotación para el país de destino, que la criminaliza. Las políticas de contención no están hechas más que para criminalizar la fuerza de trabajo para hacerla más barata. Por otro lado, también se contextualiza el trabajo de los centros de ayuda de la sociedad civil, para la mejor comprensión y conocimiento de esta problemática. 170


La Casa del Migrante de Saltillo representa una forma de defensa de la vida de cientos de migrantes en tránsito por nuestro estado en busca de una mejor forma de vida en su paso hacia Estados Unidos, pese a que este centro de apoyo no recibe ayudas mensuales ni anuales del Gobierno del Estado, ni de ningún municipio. Es un ejemplo de cómo la sociedad organizada puede trabajar para el bienestar de la misma. Patenta la presente una situación de vulnerabilidad que viven los migrantes, para lo que se hace un llamado a conjuntar esfuerzos de la comunidad académica y científica, desde reconocer la problemática como un fenómeno estructural y reconocer la problemática desde el terreno científico, cultural, social y económico, lo que sin lugar a dudas, abrirá puertas de instituciones solidarias a la búsqueda de recursos económicos y humanos que acerquen a esta realidad a nuevas formas de atención y prevención ante este fenómeno. También se hace un llamado a las instituciones solidarias a que ofrezcan talleres relacionados con la educación sexual, salud emocional, de entre otros recursos alimenticios y proveedurías en general, a los “tramis” de paso por Coahuila, así como a las asociaciones civiles sin fines de lucro como la presentada a través de este documento, donde se inscribe que se hace necesario un acercamiento desde el terreno universitario para con ello dar cuenta de qué oportunidades o amenazas soslayan el gran reto de formación sobre y de inserción de estas temáticas.

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Referencias Edwards S. (2010). http://www.ceed.udg.mx/investigacion/migracion-y-desarrollo./Consultada en octubre 2011. Foro Internacional sobre Migración y Desarrollo: La migración como factor de desarrollo: debates para la gestión migratoria en México y Estados Unidos. www.ceed.udg.mx/investigacion/migracion-y-desarrollo Rodríguez Pizarro G (2001) ONU/ Comisión de Derechos Humanos (2002).Informe presentad por la relatora especial sobre los derechos humanos de los migrantes, sobre su vista a México del 25 de febrero al 6 de marzo del 2002. Periodo de sesiones; tema 14, inciso a) del programa provisional. E/ CN.4/2003/85/Ad.2. 30 de octubre 2001. Valdés, Vladimiro (2005). Efectos del ajuste en el flujo migratorio centroamericano y sus perspectivas. En México tras el ajuste estructural, v. 1, coordinado por Gallardo Ramos, R. y Gómez y Moreno Villa, R. Universidad Iberoamericana / ITESO pp. 129-179. Entrevistas Carrasco, Alberto Xicoténcatl. Director de Belén, Casa del Migrante, Saltillo (Frontera con Justicia, A. C. Saltillo, Coahuila. Rolon, Palomera Mileva. Estudiante de Ciencias Políticas en el ITESO, Universidad Jesuita de Guadalajara, quien realizó sus Servicio Social con un periodo de dos meses en la Casa del Migrante de Saltillo, junio del 2011, Saltillo Coahuila Hondureño en tránsito por México en Belén Casa del Migrante, Saltillo, junio de 2011.

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ESTEREOTIPOS NACIONALES Y ÉTNICOS ENTRE EXTRANJEROS EN MONTERREY: ¿FACTOR DE CONOCIMIENTO ERRÓNEO O FUENTE DE CONOCIMIENTO VERÍDICO?1 Juan Antonio Doncel de la Colina

Resumen En este capítulo pretendemos dinamizar el debate en torno a la verosimilitud de los estereotipos culturales, es decir, del fondo de verdad que contienen respecto a los grupos socioculturales a los que se aplican (o si, por el contrario, son necesariamente una construcción cognitiva equivocada). Para ello nos servimos de parte del material de campo recabado en el proyecto de investigación “Dinámicas de interacción, integración y conflicto entre las comunidades de extranjeros de Monterrey”. Partiendo de la hipótesis de Campbell, según la cual “cuanto más contacto exista entre grupos, más fácil será que los estereotipos reflejen diferencias reales” (1967: 821), trataremos de determinar cuáles son algunas de las variables que deben matizar 1 Este estudio forma parte del proyecto de investigación titulado “Dinámicas de interacción, integración y conflicto de las comunidades de extranjeros en Monterrey”, financiado por CONACYT en su convocatoria de 2009 de Investigación Básica SEP-CONACYT, Modalidad Joven Investigador (J2), dirigido por el Dr. Juan Antonio Doncel de la Colina.

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este supuesto. Además, proponemos la necesidad de construir escalas de medición, ya no únicamente de los estereotipos más recurrentes entre los sujetos de la investigación, sino de elaborar una escala que permita al científico social determinar los criterios de verosimilitud de los rasgos atribuidos al colectivo analizado. Todo esto lo ejemplificaremos con algunas de las respuestas obtenidas durante el trabajo de campo de nuestra investigación, específicamente las referidas a la imagen estereotipada que miembros de la comunidad palestino-libanesa o árabe tienen de la comunidad judía en Monterrey. Palabras clave Estereotipos, comunidad palestino-libanés, comunidad judía, Monterrey.

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Introducción: el reto teórico y el empírico El 18 de noviembre de 2011 presentamos en el I Congreso de Migración, organizado por la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila, la ponencia “Estereotipos, prejuicios y discriminación entre inmigrantes extranjeros de Monterrey”. Esta ponencia constituyó una síntesis del capítulo publicado en la obra “Procesos comunicativos en la migración. De la escuela a la feria popular” (Olvera, 2011). En dicho capítulo, titulado “Construcción de estereotipos y dinámicas sociales entre inmigrantes extranjeros en el área metropolitana de Monterrey” (Doncel, 2011a), tras contrastar los conceptos teóricos de estereotipo, prejuicio y discriminación con material empírico recabado durante la investigación más amplia “Dinámicas de interacción, integración y conflicto entre las comunidades de extranjeros de Monterrey”,2 se concluía abriendo una nueva línea para la reflexión teórica: la posibilidad de entender el estereotipo como herramienta útil para la generación de conocimiento científico social verídico. En este sentido, podemos leer: Más allá de los peligros derivados de la generación de estereotipos, estos pueden llegar a constituir una importante fuente de conocimiento verídico. Al fin y al cabo, la labor empírica del científico social consiste, en esencia, en extraer generalidades de determinados colectivos (entendido el “colectivo” en su más dilatada acepción, desde el más cohesionado hasta el más individualizado), cuyo fondo finalmente debe hacerse extrapolable a toda sociedad humana (y cuanto más aplicables al género humano en cuanto a su natural sociabilidad sean estas generalidades, mayor será el alcance de la teoría derivada de su investigación) (Doncel, 2011a: 156)

2 Esta investigación está planteada como un análisis sincrónico de las formas que adquieren las diferentes comunidades de inmigrantes extranjeros establecidas en la ciudad de Monterrey. A través de herramientas metodológicas de naturaleza cuantitativa y cualitativa, pretendemos indagar en las dinámicas sociales intracomunitarias, intercomunitarias y en relación a la sociedad de acogida, todo ello desde una doble perspectiva: la de la interacción social y la de la intersubjetividad. En esta ocasión nos centramos más en las percepciones que en las prácticas sociales, además de obviar todo lo que se refiere a los procesos adaptativos a la sociedad regiomontana de estas comunidades de extranjeros.

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Pues bien, el trabajo que aquí presentamos supone la continuación de esta línea que quedó abierta y pendiente de mayor reflexión. Antes de pasar a desarrollar nuestras ideas al respecto conviene señalar una importante puntualización que quedó esbozada en nuestro anterior texto. Si bien defendemos la posibilidad de utilizar las elaboraciones estereotípicas como fuente de conocimiento etnográfico, “sólo lo hacemos en un momento inicial del proceso de investigación, nunca como conclusión” (Doncel, 2011a: 157). Es decir, los estereotipos que gozan de amplias zonas de consenso entre sujetos que conocen y conviven con cierta cercanía con el exogrupo estereotipado nos pueden servir como pistas o como detonantes para comenzar nuestro análisis de estos exogrupos. Centrándonos en el origen del concepto de estereotipo, desde que Lippmann (1922) introdujo este concepto como objeto de preocupación de las ciencias sociales, el debate en torno suyo ha venido marcado por distintos acentos epistemológicos. Por ejemplo, mientras unos autores inciden en el estereotipo entendido como proceso cognitivo esencialmente individual, otros muchos subrayan la importancia de los factores sociales, centrándose en las áreas de consenso acerca de ciertos estereotipos, identificados ahora como producto cultural. Lo que es indiscutible es que estamos ante un concepto que cabalga entre disciplinas que se ocupan de procesos psicológicos y de aspectos socioculturales (Morales, 1994). Dado que aquí nos proponemos analizar algunos conceptos clave en el estudio de los estereotipos culturales en el contexto de una investigación de naturaleza antropológica social, nos hemos de decantar necesariamente por los estereotipos específicamente culturales (y por tanto obviar los puramente individuales, si es que estos existen realmente). En este sentido y respecto al debate entre estereotipos entendidos como procesos cognitivos individuales o como procesos que exigen cierto grado de consenso, coincidimos con Morales cuando afirma que “estereotipos serían las creencias del individuo acerca del grupo, añadiendo el adjetivo cultural cuando se da el consenso” (1994, p. 288). De hecho, el estereotipo consensuado se asemeja sobremanera al concepto de intersubjetividad, entendida por Giddens como materia básica con la que deben trabajar las ciencias sociales (1993). 176


En este sentido, debemos reconocer a otros tres precursores que enmarcan con más precisión el debate específico en el que pretendemos incidir con nuestro trabajo. Por una parte, Katz y Braly (1933) iniciaron la tradición de estudios empíricos sobre estereotipos nacionales o étnicos, mientras que Fishman (1956) inicia la cuestión del “fondo de verdad” de los estereotipos, es decir, si estos se corresponden o no con la realidad. Y es éste precisamente el debate que queremos plantear a partir de algunos datos obtenidos del proyecto de investigación “Dinámicas de interacción, integración y conflicto entre las comunidades de extranjeros de Monterrey.” A pesar de que contamos con material de trabajo de campo resultante de la aplicación de más de 30 entrevistas en profundidad a migrantes extranjeros en Monterrey de 18 nacionalidades distintas, nos hemos apoyado únicamente en un caso: el de las relaciones entre las comunidades palestino-libanesa y la judía. Esto es debido a que un desarrollo pormenorizado de las interacciones y de las percepciones que unos colectivos tienen de otros debe considerar numerosos factores y características sociales, históricas y culturales de dichos colectivos. De hecho, a pesar del recorte que hemos hecho en nuestra muestra de trabajo (recorte también temático, pues no se aborda la relación y percepción de la sociedad de acogida), serán muchos los flecos que queden aquí colgando. Dado el espacio y las características del formato al que debemos ceñirnos, no pretendemos, ni mucho menos, ofrecer un panorama detallado, sino servirnos de ciertos informantes y sus comentarios para dinamizar y ejemplificar el debate acerca del entendimiento del estereotipo como fuente de conocimiento erróneo o verídico. En definitiva, lo que queremos aquí es lanzar una serie de preguntas que inciten a la comunidad científica a seguir trabajando sobre esta cuestión. Así pues, trataremos de ejemplificar y de continuar el debate acerca del “fondo de verdad” de los estereotipos. Específicamente, partiremos de la hipótesis de Campbell, según la cual “cuanto más contacto exista entre grupos, más fácil será que los estereotipos reflejen diferencias reales” (1967, p. 821). También trataremos de apuntar posibles respuestas a otro gran eje de debate entre teóricos de los estereotipos: hasta qué punto estos son una forma de pensamiento inferior, por implicar un conocimiento necesariamente 177


erróneo (Brighman, 1971), o bien si pueden ser considerados como fuente de conocimiento verídico, posición ya defendida por nosotros con anterioridad (Doncel, 2011a). Respecto a la vigencia del debate acerca de la relación entre el contacto intergrupal y la generación de estereotipos negativos o de prejuicios entre grupos, son numerosos los ejemplos. Solo por citar algunos de estos, encontramos a las posiciones más cuestionadoras de esta correlación positiva en el trabajo de Pettigrew (1998) o en el de Wagner y colaboradores (2006), o bien el trabajo de Schiappa y colaboradores (2005) que correlaciona de manera inequívoca la existencia de contacto o interacción parasocial entre grupos sociales con niveles más bajos de prejuicios entre estos grupos. El hecho de que estemos planteando este debate en el seno de una investigación que se ocupa de comunidades constituidas por inmigrantes extranjeros no es casual. Si consideramos al estereotipo como una forma de economía y de simplificación en la percepción de la realidad (Lippman, 1922), es claro que este recurso simplificador cobra especial relevancia en situaciones complejas como las de cambio social. Unido a la teoría de la identidad social de Tajfel (1969), a la que nos volveremos a referir más adelante, debemos considerar que, tal y como expresa Morales: “ante las situaciones y cambios sociales, que en muchas ocasiones implican cambios en las relaciones intragrupales e intergrupales, el individuo precisa de un marco que le ayude a explicar los cambios (…) La búsqueda de la coherencia debe permitir al individuo preservar su autoimagen y su integridad” (1994: 296). En este sentido, es difícil imaginar una situación de cambio social más radical y repentina que la que tiene que enfrentar cualquier migrante que trata de asentarse en un contexto cultural ajeno, en muchas ocasiones muy distante del originario. Por este motivo, nos encontramos ante un universo de estudio idóneo que nos sirve de instrumento para la reflexión acerca de los procesos y lógicas de las construcciones estereotípicas culturales. Interacción y percepción entre la comunidad palestino-libanesa y la comunidad judía En el caso de la interacción social entre la comunidad palestinolibanesa y la comunidad judía de la Zona Metropolitana de 178


Monterrey (ZMM), tras el trabajo de campo realizado hemos podido constatar que ésta viene marcada por la normalidad y por la aparente ausencia de conflicto. El hecho de que se trate de dos comunidades categorizadas como históricas (Doncel, 2011b), contando con migrantes en la ZMM hasta de cuarta generación, sin que exista actualmente un flujo migratorio de primera generación y, en consecuencia, sin que prácticamente ninguno de los sujetos del universo considerado conserven parientes en el conflictivo Oriente Próximo, hace que la vivencia del conflicto sociopolítico llegue a la sociedad de acogida muy atenuada, así como que este conflicto no influya en las relaciones entre ambas comunidades (o que influya de manera imperceptible). Así, por ejemplo, el mismo presidente del Club México PalestinoLibanés asegura que las relaciones con la comunidad judía son cordiales, basadas en relaciones comerciales, o que incluso algunos participantes en torneos celebrados en el club que este informante presidía en el momento del trabajo de campo eran judíos. El hecho de que exista cierta convivencia entre algunos de los miembros de ambas comunidades hace que tengan un conocimiento unos de otros bastante fiel a la realidad. Así, por ejemplo, cuando este informante afirma que “la comunidad judía son mucho más unidos, se ayudan entre ellos (…) (y que) tienen costumbre de casarse entre ellos”, nos estamos acercando a la comprobación de la hipótesis de Campell. Es decir, encontramos aquí un primer ejemplo que nos permite aventurar la idea de que un conocimiento interpersonal puede contribuir a un mejor conocimiento de una determinada comunidad nacional o étnica (nunca de toda la nación o etnia). En este caso particular encontramos que el informante se refiere a dos características de la comunidad judía en Monterrey (insisto, no necesariamente de todos los judíos) que fueron corroboradas durante el proceso de investigación: la fuerte cohesión intracomunitaria y las marcadas tendencias endogámicas (Doncel, 2011b). En esta obra todas las comunidades seleccionadas para la muestra de nuestro estudio fueron ubicadas en una escala qué trataba de medir el grado relativo de cohesión intragrupal de cada una de ellas (fijándonos en la existencia o no de asociaciones, la dispersión o concentración en el espacio urbano de sus lugares de residencia, la celebración en común de eventos y festividades, etc.). 179


En este sentido podemos contribuir a subsanar otra de las problemáticas a las que obligatoriamente se enfrenta el estudioso de los estereotipos culturales que pretende medir el grado de verosimilitud de los estereotipos existentes entre ciertos grupos: el establecimiento de un criterio de validación que nos ayude a definir qué es el conocimiento verídico o científico referido a cualquier colectivo humano. Así, establecemos un método que puede ayudar a complementar otros métodos ya establecidos, tales como la lista de adjetivos o el método del diferencial estereotípico (Gardner, 1973). Creemos que nuestra escala bipolar es más compleja que la de Gardner, entre otros motivos porque la nuestra es multifactorial. Además, en nuestro caso es el investigador el que elabora y mide el grado en que el atributo de un colectivo se cumple (en este caso el grado de cohesión intragrupal), mientras que en el caso del método de Gardner o en el de la lista de adjetivos es el propio sujeto el que expresa el grado en que asocia un determinado atributo a cierto colectivo humano. Así, nos encontramos ante dos posibles herramientas de medición perfectamente complementarias. Con la de Gardner podemos medir el grado en que cierta característica es atribuida a un exogrupo y con nuestra escala, adaptada a cada característica particular, podremos medir el grado en que ésta realmente es una característica propia del grupo considerado. Con ambas mediciones restaría contrastar los resultados para, a continuación, pasar a identificar posibles factores explicativos de la coincidencia o de la disimilitud entre ambos paquetes de resultados. Pero hay otro nivel explicativo que complejiza notablemente nuestra tarea. Si consideramos la posición relativa del individuo tanto en su propia comunidad como en el conjunto de la sociedad de acogida, observaremos que las respuestas relativas al auto-estereotipo y al estereotipo acerca de otras comunidades están determinadas en alto grado por esta posición. Vamos a ejemplificar esto con la respuesta obtenida por un migrante árabe, pero casado con una mujer mexicana y que ha vivido más de la mitad de su vida entre Europa y México. A partir de estos datos debemos contextualizarlo como una persona que ha sufrido un doble o triple proceso de aculturación: el propio de su sociedad de origen y el de las sociedades de acogida en 180


las que fue recalando a lo largo de su historia migratoria personal. Resultado de este proceso encontramos una identidad étnica en cierto sentido bifurcada, bifurcación que se ha manifestado en numerosos momentos de la entrevista. De este modo, cuando afirma nuestro informante que “yo no fumo, tomo o juego. El árabe es muy fumador”, se está distanciando de lo que él considera una seña de identidad del árabe (también debemos señalar que el informante es de origen sirio, no palestino-libanes, lo que también debe ser considerado para entender su proceso de construcción identitaria y su relación con los grupos a los que se refiere). De hecho, a lo largo de toda la entrevista se refería a los árabes en primera persona del plural cuando mencionaba rasgos que él valora como positivos, mientras que se refería a ellos en tercera persona cuando resaltaba rasgos considerados por él como negativos. Esto nos orilla a considerar dos nuevos conceptos clave para entender los procesos estereotipificadores a los que nos estamos refiriendo: el favoritismo endogrupal y la importancia del contexto de comparación para la construcción de la identidad social. Según la teoría de la identidad social de Tajfel (1969), el favoritismo endogrupal surge de la necesidad del individuo de mantener una identidad social positiva. Dada esta necesidad, el individuo, como miembro de una categoría social con la que se identifica, producirá una asimetría en el contenido del estereotipo y en su evaluación, siempre favoreciendo al endogrupo. Complementando a esta teoría encontramos otra: la teoría de la autocategorización o categorización del yo (Turner y cols., 1987) –que en cierto sentido encuentra su correlato en el campo de la antropología social con los conceptos de “autoadscripción” y “adscripción por otros” desarrollados por Barth (1976)–. Según Turner, el contenido de los estereotipos dependerá del contexto de comparación, como pudiera ser el grupo con el que se establece la comparación. Dado que la categorización del yo se da a distintos niveles de abstracción (personal, social y humano en lo general), niveles cuya suma constituiría el concepto de yo, encontramos que necesariamente la categorización del yo tiene un carácter comparativo y depende del contexto. 181


Volviendo a nuestro informante y considerando la “identidad bifurcada” a la que nos referíamos más arriba, encontramos en su discurso, por una parte una dinámica combinación de datos “verídicos” y verificados durante el trabajo de campo y, por otra parte, de expresiones muy prejuiciosas en referencia a la comunidad judía. Así, en los momentos en los que el individuo se distancia personalmente de su grupo de referencia originario el favoritismo endogrupal no aparece por ninguna parte, mientras que cuando se “interna” en su faceta árabe surgen comentarios mucho más acalorados e irracionales. Por ejemplo, en los momentos de la entrevista más analíticos por parte del informante se refiere a que la interacción intercomunitaria con los judíos en Monterrey es puramente comercial (dato corroborado por otros informantes), o que él mismo tiene amigos judíos (en el Distrito Federal) y que a veces los acompaña a la sinagoga (a pesar de ser musulmán). En la misma línea de su discurso y del de otros muchos informantes, afirma que los conflictos sociopolíticos que existen en Próximo Oriente entre árabes y judíos no se reproducen entre las comunidades de Monterrey. No obstante todo lo anterior, al empezar a hablar del problema a un nivel global, termina afirmando que “el palestino, el libanés, sirio… todos son al final árabes contra el judío, el enemigo único. Las diferencias sociales o territoriales (se unifican) contra el enemigo común que es el judío. Diplomáticamente te saludo, pero religiosamente y socialmente te odio. Hay un odio desde la eternidad y hasta la eternidad. Los judíos inventan mentiras, las escriben”. Finalmente, da el salto desde la problemática general hasta la expresión prejuiciosa acerca de su percepción de la comunidad judía en Monterrey: “los judíos están locos aquí”. Asimismo, estos fragmentos también nos podrían servir para reflexionar acerca del papel de la emotividad, la cual hace que el estereotipo se transforme en prejuicio y que cumpla la función, señalada por algunos autores (Allport, 1954; Campbell, 1967; Ehrlich, 1973), de justificar la hostilidad hacia cierto exogrupo. No obstante, con este debate nos alejaríamos de nuestro objeto de atención en este texto. 182


Continuando con los informantes de las comunidades a las que hemos prestado aquí nuestra atención, solo nos resta señalar que la entrevistada judía asegura que “respecto a la comunidad palestinolibanesa… no tenemos contacto y no tenemos conflicto…”. Aquí hemos de considerar que los judíos de Monterrey viven mucho más ensimismados en su propia comunidad que los palestino-libaneses y que viven con más cercanía el conflicto sociopolítico entre Israel y los países árabes. Una identidad judía mucho más homogénea y sólida, seguramente hace que la emotividad con la que los judíos de Monterrey viven las relaciones con los inmigrantes árabes sea más intensa que en el caso de los migrantes palestino-libaneses, los cuales no perciben el conflicto sociopolítico como algo propio. Por otra parte, el hecho de que la entrevistada no expresara estereotipos acerca de los árabes, también vino dado por su destacada posición institucional dentro de la comunidad. Así, en este caso no podemos saber hasta qué punto la emotividad y el favoritismo endogrupal se convierte en fuente de prejuicios. Esta situación nos sirve para concluir con una nueva dificultad metodológica que debe enfrentar el estudioso de los estereotipos: la necesidad de traspasar la línea de la deseabilidad social en el discurso del informante. Creemos que esto sólo se puede lograr a través de un trabajo de campo perseverante e incisivo. Conclusiones Aunque queda por contrastar la hipótesis inicial de Campell con otros muchos ejemplos empíricos, en nuestro trabajo sí hemos encontrado algún caso que la convierte en una suposición verosímil. Una de las características del sujeto que expresa estereotipos cercanos a la realidad, además del contacto interpersonal y el conocimiento cotidiano con los miembros del exogrupo, es su alejamiento emocional del objeto de su estereotipificación. Asimismo, a partir del trabajo presentado aquí podemos aislar algunos factores que alejan al sujeto de la posibilidad de acceder a ese conocimiento más ajustado a la realidad, factores como: a) una implicación emocional excesiva en relación al exogrupo b) su particular proceso de construcción identitaria c) la posición relativa que ocupa en el seno de su comunidad d) la posición relativa que ocupa en la sociedad general en la que se inserta su comunidad. De este modo, a pesar de 183


que el sujeto estereotipificador tenga un contacto y un conocimiento “de primera mano” de algunos miembros del exogrupo, como es el caso referido, también es muy posible que este sujeto caiga en la expresión del prejuicio (entendido éste como estereotipo negativo, cargado de emotividad y básicamente irracional). Por otra parte, en nuestro trabajo, hemos subrayado la importancia de desarrollar criterios y métodos de medición de valores y rasgos “reales” de los grupos sociales, necesarios para poder contrastar con rigor el grado de verosimilitud de los estereotipos surgidos de los endogrupos. Lo que hemos propuesto, en definitiva, es contrastar el conocimiento de la vida cotidiana con el conocimiento sociológico (Berger y Luckmann, 1993), partiendo de la idea de que el conocimiento sociológico es más fiel a la realidad social, pues implica un procedimiento sistemático. Para ello se han propuesto dos herramientas metodológicas que se consideran complementarias: el método del diferencial estereotípico de Gardner (para medir los atributos percibidos por la población) y el método de la escala multifactorial (para determinar empíricamente el grado en que ese mismo atributo se cumple para cierto grupo humano). Una vez contrastados los resultados obtenidos a través de ambas herramientas habrá que explorar posibles factores explicativos para comprender los motivos o los condicionantes que hacen que los sujetos obtengan un conocimiento normal (“normalidad” entendida como grado de ajuste a la realidad) o erróneo acerca de un exogrupo. Referencias Allport, Gordon Willard (1954), The nature of prejudice, Reading, Addison-Wesley. Barth, Fredrik (Comp.) (1976), Los grupos étnicos y sus fronteras. La organización social de las diferencias culturales, México, FCE. Berger Peter y Luckmann, Thomas (1993), La construcción social de la realidad, Buenos Aires, Amorrortu editores. Brighman, John C. (1971), “Ethnic stereotypes”, Psychological Bulletin, 76, pp. 15-38. Campbell, David (1967), “Stereotypes and perception of group differences”, American Psychologist, 22, 817-829. 184


Doncel, Juan Antonio (2011a), “Construcción de estereotipos y dinámicas sociales entre inmigrantes extranjeros en el área metropolitana de Monterrey”, en José Olvera y Blanca Vázquez, Eds. Procesos comunicativos en la migración. De la escuela a la feria popular, Tijuana, COLEF/UR/UDEM/ITESM. Doncel, Juan Antonio (2011b), Extranjeros en Monterrey. Construcción de comunidades e identidades ciudadanas, Monterrey, CONARTE. Ehrlich, Howard J. (1973), The social psychology of prejudice, Nueva York, Wiley. Fishman, Joshua A. (1956), “An examination of the process and function of social stereotyping”, Journal of Social Psychology, 43, pp. 26-64. Gardner, Robert C. (1973), “Ethnic stereotypes: the traditional approach, a new look”, The Canadian Psychologist, 14, pp. 133148. Giddens, Anthony (1993), Las nuevas reglas del método sociológico, Buenos Aires, Amorrortu. Katz, Daniel y Braly, Kenneth (1933), “Racial stereotypes in one hundred college students”, Journal of Abnormal and Social Psychology, 28, pp. 280-290. Lippmann, Walter (1922), Public Opinion, Londres, Allen and Unwin. Morales, José Francisco (Coord.), (1994) Psicología social, Madrid, McGraw-Hill. Pettigrew, Thomas F. (1998), “Intergroup contact theory”, Annual Review of Psychology, núm. 49, pp. 65-85. Schiappa, Edgard y cols. (2005), “The parasocial contact hyphotesis”, Communication Monographs, vol. 72, núm. 1, pp. 92-115. Tajfel, Henri (1969), “Cognitive aspects of prejudice”, Journal of Social Issues, 25, pp. 79-97. Turner, John C. y cols. (1987), Rediscovering the social group: a self-categorization theory, Oxford, Blackwell (version española en Editorial Morata, Madrid, 1989). Wagner, Ulrich y cols. (2006), “Prejudice and minority proportion: contact instead of threat effects”, Social Psychology Quarterly, vol. 69, núm. 4, pp. 380-390.

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TORREÓN, OTRA RUTA HACIA EL SUEÑO AMERICANO Eiko Gavaldón Oseki

Resumen La región lagunera es un punto de tránsito de los migrantes centroamericanos; no precisamente por la ubicación geográfica estratégica, sino porque los migrantes desconocen las rutas de su viaje hacia los Estados Unidos y la geografía de nuestro país. A decir de los ochenta migrantes aproximadamente, que cruzan por día la Comarca Lagunera, la gran mayoría llegó por error. En 2010 fueron atendidas 2,496 personas en la Casa del Peregrino de Cáritas, en el Centro de Derechos Humanos Juan Gerardi, en el Comedor de la Parroquia de Santa Cecilia y en las vías del tren, de Torreón, Coahuila. Este capítulo se basa en los estudios diagnósticos realizados entre 2007 y 2009 (incluye datos actualizados al 2010). Los resultados dimensionan la magnitud del tránsito de migrantes en la región; el perfil de origen de los migrantes; las principales características y eventos que se dan a lo largo de la ruta migratoria en nuestro país; los fenómenos que se generan en la relación de los migrantes con los habitantes de las comunidades por las cuales transitan; el grado de conocimiento y percepción de la ciudadanía lagunera acerca del fenómeno migratorio en nuestra región y las necesidades específicas de atención al migrante en la misma. 187


Palabras clave Torre贸n, Laguna, migrantes centroamericanos, estudio diagn贸stico, flujo migratorio.

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Introducción El trabajo que se expone inició en el año 2007 con la petición formal de la Dimensión Social de Migrantes de la Diócesis de Torreón realizada a varias instituciones locales, debido al aumento del flujo de migrantes que se observó en las parroquias cercanas a las vías del tren en la ciudad de Torreón. En respuesta a la solicitud, la Universidad Iberoamericana Torreón en conjunto con el Centro de Derechos Humanos Juan Gerardi se plantearon el objetivo de desarrollar un estudio diagnóstico para recabar información acerca del flujo migratorio en la región, las necesidades de los migrantes, los fenómenos que generan, la percepción de los habitantes acerca de ellos y para, a partir de los resultados anteriores, coordinar y generar acciones eficaces en la atención a este sector. Se estableció la pertinencia de estudiar el fenómeno de la migración internacional en La Laguna ya que se encuentra de manera estratégica en la ruta migratoria hacia los Estados Unidos, y la región no había sido incluida en estudios sobre el tema. Se diseñó un estudio diagnóstico con enfoque mixto, en el que se aplicó la técnica de observación participante en las vías del tren ubicadas al sur de la ciudad de Torreón. En una segunda fase se aplicaron encuestas a la población que habita en las cercanías a las vías del tren, delimitando diez colonias para el aplicar el instrumento. Finalmente se realizaron entrevistas semiestructuradas a los migrantes con los que logró establecer contacto en las vías, la Casa del Peregrino de Cáritas y otros puntos de la ciudad. El estudio fue realizado entre los años 2008 y 2009; y se actualizó hasta diciembre de 2010. La Laguna en la ruta migratoria hacia los Estados Unidos de América La compleja problemática de la migración desde Centroamérica hacia los Estados Unidos de América, es un fenómeno estudiado desde hace varias décadas. Se ha tratado de explicar el anhelo de movilidad social —que en términos sociológicos se define como el desplazamiento de individuos o grupos de una posición a otra en un

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sistema de estratificación social—1 sino desde diferentes perspectivas que van desde lo económico y antropológico, hasta las relaciones políticas entre los países involucrados. En proporción al incremento del número de migrantes, en el país y en la región se ve la urgencia de apoyar a este grupo en materia de derechos humanos, así como la ayuda humanitaria para resolver sus necesidades básicas durante el largo trayecto en territorio mexicano. La Región Lagunera, también conocida como Comarca Lagunera o La Laguna, se ubica en el centro norte de México, al suroeste de Coahuila y noroeste de Durango; está conformada por los municipios de Gómez Palacio, Ciudad Lerdo, Tlahualilo de Zaragoza, Mapimí, San Pedro del Gallo, San Luis Cordero, Nazas, Cuencamé de Ceniceros, General Simón Bolívar, San Juan de Guadalupe en el estado de Durango y de los municipios de Torreón, Matamoros, San Pedro de las Colonias, Francisco I. Madero y Viesca en Coahuila.2

1 Richard T. Schaefer (2006), Introducción a la Sociología. 6a ed., Madrid, Mc Graw Hill, p. 196. 2 Javier Vélez (2008), “Municipios que conforman la Comarca Lagunera”, en Comarca Lagunera del 2008, http://www.comarcalagunera.com

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Desde Torreón, las ciudades fronterizas de Texas se encuentran a distancias relativamente cercanas: Laredo a 584 kilómetros; El Paso a 827 kilómetros; McAllen a 587 kilómetros; Brownsville a 586 kilómetros, Eagle Pass a 579 kilómetros y Del Río a 665 kilómetros. Tal ubicación geográfica posiciona de manera estratégica a la Comarca Lagunera en materia de transporte, pues en el municipio de Torreón cruzan dos de las carreteras más importantes a nivel nacional (carreteras federales 57 y 40), por lo que la comunicación hacia todos los puntos cardinales del país se facilita de manera importante: hacia el norte (Chihuahua y Juárez); al este con Saltillo y Monterrey; al oeste con Durango y Mazatlán, y al sur con el Bajío, Querétaro y el Distrito Federal. Los principales ejes ferroviarios de Coahuila se encuentran en Saltillo, Monclova y Torreón, por ser las ciudades con mayor producción industrial del estado. En la Región Lagunera, tres líneas ferroviarias cruzan las zonas industriales y parten con destino rumbo al norte a Ciudad Juárez, Ojinaga, Ciudad Frontera, Piedras Negras.3 Al igual que en el sistema nacional carretero, por La Laguna se cruzan las dos rutas ferroviarias más importantes del país: México-Ciudad Juárez y Durango-Monterrey. Además de otras vías cortas como Sabina-Nueva Rosita y Allende-Ciudad Acuña.Para dimensionar 3 Ayuntamiento de Torreón (2009), “Comunicaciones y Transportes”, en Página del Ayuntamiento de Torreón del 2009, http://www.torreon.gob.mx iento de Torreón (2009), “Comunicaciones y Transportes”, en Página del Ayuntamiento de Torreón del 2009, http://www. torreon.gob.mx

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la conveniencia geográfica en materia ferroviaria y el volumen de operaciones, Grupo Ferromex ha instalado en Torreón la terminal ferroviaria más sofisticada de América Latina cuya inversión destinada asciende a 15 millones de dólares.4

Para contextualizar aún más esta descripción de la región lagunera en materia de movilidad humana, se agrega que el Instituto Nacional de Migración, ante el flujo creciente de migrantes en Torreón, gestionó un predio de siete hectáreas en el municipio de Matamoros para la construcción de una estación migratoria con capacidad para 100 personas (más del triple de la capacidad actual).5 En 2009 se estableció un número estimado del flujo de migrantes en la región, de entre ochenta a cien indocumentados por día; según cálculos del Centro de Derechos Humanos Juan Gerardi, el Instituto Nacional de Migración (INM) en Torreón y Casa del Peregrino de Cáritas de la misma ciudad. Aunque las cifras oficiales en cuanto a aseguramiento habían disminuido entre 20 y 30% en comparativo de agosto de 2007 y 2008.6 4 Raúl Martiarena Ruíz (2005), “A toda máquina, primer hub de Ferromex”, en Revista Transporte, núm. 18 del 2005, http://www.ts21.com.mx 5 Fabiola Pérez Canedo, “Consiguen terrenos para estación migratoria” en El Siglo de Torreón, Torreón, 11 de junio de 2008, “Laguna”. P. 3. 6 Fabiola Pérez Canedo, “A la baja detención de indocumentados” en El Siglo de Torreón, Torreón, 28 de agosto de 2008, “Policíaca”. P. 6.

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De enero a diciembre de 2010, dos mil cuatrocientos noventa y seis migrantes fueron atendidos en el Centro de Derechos Humanos Juan Gerardi (406), la Parroquia Santa Cecilia (524), Cáritas (1,365) y las Vías del Tren (201). El panorama encontrado, resultados del estudio diagnóstico. A) Observación participante en las vías del tren. Durante la etapa de observación, se presenció la llegada de trenes provenientes del sur, donde viajaban grupos de cuatro a siete migrantes en los vagones abiertos (conocidos como semilleros). Se atestiguó la presencia de vehículos tipo pick up y taxis, quienes esperan a los migrantes en los límites de Ferromex hacia la vía pública. Asimismo, se observaron con frecuencia las rondas de patrullas de la Dirección Municipal de Seguridad Pública. Un buen número de migrantes baja del tren (a la altura del ejido La Merced, la colonia Vicente Guerrero o la avenida Comonfort) para atravesar la ciudad caminando, con el fin de evitar la vigilancia privada de la empresa Ferromex y algunas revisiones del INM. Vuelven a subir al tren a la altura del Puente Negro en Gómez Palacio, Durango, rumbo al norte. En el recorrido algunos se dirigen a las iglesias cercanas y son canalizados por los párrocos o vecinos a la Casa del Peregrino de Cáritas, el comedor de la parroquia Santa Cecilia, el Centro de Derechos Humanos Juan Gerardi y al Centro de Día Un Paso a la Esperanza Jesús Torres (a partir de 2011). B) Encuestas a los habitantes de colonias cercanas a las vías del tren. Las 314 encuestas fueron aplicadas en las parroquias de San Francisco de Asís, Santa Cecilia y San Rafael, y el mayor número de encuestados procedía de las colonias Nueva Aurora, Las Julietas, Primero de Mayo, Vicente Guerrero, La Vencedora, La Compresora y Antigua Aceitera de un total de diez colonias. El objetivo de dicho instrumento se centró en conocer la percepción de estos habitantes respecto al flujo de migrantes centroamericanos a sus colonias. 193


Doscientas cuarenta y cinco entrevistados mencionaron principalmente los parques, iglesias y vías del tren como los lugares donde han visto a los migrantes (en grupos de dos a ocho personas) de manera frecuente.

El 49% afirmó que había tenido contacto verbal con los migrantes, principalmente por solicitudes de ayuda (en el orden de comida, agua, dinero y zapatos) y simplemente platicar, sobre los contenidos de las experiencias del viaje, y la situación de su país. Dentro de los beneficios que los habitantes de estas colonias perciben que traen los migrantes a Torreón, el 33% menciona que este fenómeno concientiza a la población y un 27% que trae beneficios económicos, lo cual se interpretó como un indicador negativo, debido a los fines de lucro involucrados en actividades que buscan sacar provecho de este fenómeno humano. En cuanto a la percepción de las problemáticas que traen los migrantes a las colonias, un 50% menciona que los migrantes no generan ninguna problemática y un 8% mencionó problemas de inseguridad. Un 17% de los entrevistados sabía que los migrantes han sufrido ac194


cidentes en las vías del tren; un 12% dice que han sufrido robos o asaltos perpetrados lo mismo por pandilleros que policías municipales. C) Entrevistas semiestructuradas a los migrantes. El objetivo de la entrevista semiestructurada consistió en detallar un perfil del migrante que llega a la Laguna. Cabe mencionar que en este apartado se presentan citas textuales extraídas de las entrevistas realizadas (en video) a los migrantes, y se omiten datos respetando su solicitud. Así pues, sobre los entrevistados se puede decir que las edades fluctúan entre los 18 y los 37 años. La mayor concentración se encuentra entre los 20 y los 24 años y la edad promedio es de 27.5 años. Las nacionalidades encontradas, en orden de frecuencia son: Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua. El migrante que cruza por La Laguna lleva uno o dos intentos por cruzar la frontera. Todas las personas que ellos conocen han logrado quedarse en los Estados Unidos, después de uno o más intentos. Ha dejado en su país de origen principalmente a su familia nuclear primaria (madre, padre y hermanos). Al llegar a La Laguna, el migrante lleva un mes de viaje. La mayoría de los migrantes cuenta con los estudios de primaria (5º y 6º) como grado máximo de estudios. Una minoría cuenta con bachillerato técnico. Los oficios eran la principal ocupación en el país de origen: chofer, soldador, despachador de gasolina, construcción, dependiente de mostrador, entre otros. El dinero para el viaje a los Estados Unidos es producto del ahorro principalmente, estimado en un año. Un pequeño porcentaje ha recibido apoyo económico de su familia del “otro lado”, o bien viaja sin ningún recurso económico. El migrante inicia su viaje con un promedio de 1,000 a 1,500 pesos de su país de origen. El testimonio del hondureño Mario Alberto, de 30 años, ilustra lo anterior: “Lo más que puede traer son 2,500 a 3,000 lempiras porque desde Guatemala le quitan el dinero…”

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El migrante menciona principalmente dos razones para salir de su país de origen: la falta de empleo en su país y la búsqueda de una mejor calidad de vida para su familia. La expectativa de ingreso en los Estados Unidos parte de que tienen conocimiento de que su familiar o conocido realiza un envío de cien dólares mensuales (en promedio) a su país de origen. Este dato da sentido al riesgo que se toma, ya que la cantidad mensual es similar a la que se logró ahorrar en el periodo de un año. Los principales destinos del migrante que cruza La Laguna son: Nueva York, Houston y Los Ángeles y para llegar a esas ciudades desde La Laguna, los migrantes buscan las fronteras de Nuevo Laredo y Piedras Negras. Contrario a esto, una cuarta parte de los entrevistados no sabe a dónde se dirige después de La Laguna o Saltillo. Un dato interesante es que todos los entrevistados declaran tener un familiar y/o conocido en los Estados Unidos. El migrante que ha llegado a La Laguna no conoce la ruta del viaje a los Estados Unidos y van preguntando en el camino a compañeros o mexicanos. Se encuentran de manera recurrente, testimonios asegurando que han llegado “por error” a Torreón y esto agrava la vulnerabilidad del migrante en la región. En cuanto a los medios de transporte utilizados, se identifican dos patrones: 1. 2.

Quienes viajan todo el trayecto a pie y en tren, porque no llevan dinero. Quienes iniciaron su viaje en autobús, pero fueron asaltados o extorsionados y terminan su viaje en tren y a pie, sobre todo desde Tenosique en adelante.

El mayor porcentaje de gastos durante el viaje fue destinado a las “mordidas” que van dejando a lo largo del camino: combis, policías, garroteros, maquinistas, por solicitar información, etc., y todos los entrevistados conocían estos pagos y los riesgos del viaje antes de salir. Así lo evidencia el testimonio de Mario Alberto, hondureño de 30 años: “En Tenosique cobran hasta 250 pesos para subirse al tren…”, y el de Karen, hondureña de 28 años: “Uno vive aquí prácticamente de lo que va pagando…” 196


El migrante se percibe como víctima de delitos, entre ellos el robo (perpetrado por grupos organizados como maras y zetas, entre otros); abuso físico (por parte de los garroteros del tren) y extorsión (ejercida por transportistas, agentes de migración, policías y colonos). Sin embargo, no identifica cuándo han atentado contra sus derechos humanos, como se puede observar en el testimonio de Yesenia, hondureña de 35 años: “No, no hemos sido víctimas de abuso… el primer asalto que tuvimos fue por un policía, claro, era un policía de verdad…”, y el de un joven de 22 años (que solicitó también la omisión de su nombre y nacionalidad): “Yo estoy sano, no nos han asaltado, no nos han pegado, sólo un poco maltratados…” Los migrantes mencionan que han recibido pláticas y folletos sobre sus derechos humanos, en las casas de migrantes; la que más mencionan es la Casa del Migrante de Arriaga en Chiapas y se lee entre líneas el reclamo de que conocerlos, no los ayuda a protegerse de las violaciones a éstos, como lo expresa Yesenia, hondureña de 35 años: “Sí… eh… los conocemos (derechos humanos) pero no crea, eh, el primer asalto que nosotros tuvimos fue por un policía…” Según los testimonios, La Arrocera en Chiapas es identificado como el lugar más peligroso y violento; ninguno de los entrevistados mencionó haber sido víctima de delitos durante trayectos en despoblado. En la región lagunera, Jimulco se menciona como el lugar donde se acentúan necesidades de agua y comida. Sobre el tema de las mujeres migrantes, los hombres ven a pocas mujeres viajando. Ellos calculan una cuarta parte de cada grupo. Las mujeres, en su mayoría viajan acompañadas (esposos, novios, amigos). Los migrantes hombres atestiguan que la mujer lleva más riesgo que el hombre; que son más vulnerables y víctimas de abusos sexuales. Así lo confirman diversos testimonios de violaciones, abuso y discriminación hacia ellas. Las mujeres migrantes se consideran a sí mismas más vulnerables que los hombres, tal como lo expresa la hondureña Karen de 28 años: “Durante uno viene en el tren (sic), es complicado hasta platicar, porque los varones ya vienen pensando de que uno incluso puede acostarse con ellos… entonces uno se siente aminorado… ¿cómo te explico? Como humillada, porque no puedo ser libre…” 197


Las migrantes conocen los riesgos del camino, los asumen conscientemente y los enfrentan con valentía; así lo atestigua la hondureña Yesenia de 35 años: “… uno sabe, mucha gente te dice te van a violar, te pueden matar… pues sí yo me senté un día con mi esposo y le dije mirá el día que llegue a suceder eso hacéte de la vista gorda… la vida es lo importante…” En su recorrido por el territorio mexicano, los migrantes se enteran de los albergues principalmente preguntando a la gente en los puntos de llegada del tren (a los colonos, taxistas, y vigilantes); otros llevan referencias de las Casas del Migrante de Arriaga y San Luis Potosí (que son las más mencionadas en las entrevistas) o bien los mismos migrantes se van recomendando a dónde llegar por ayuda humanitaria. Conclusiones De los ochenta a cien migrantes que cruzan al día la Comarca Lagunera, la gran mayoría llegó por error. Los migrantes perciben que la gente que encontraron en su camino del centro al norte de México ha sido “más buena” con ellos. Este dato parece tener origen en que ninguna ciudad en este tramo, fue mencionada dentro de las ciudades donde les fueron violados sus derechos humanos o les fue cometido un delito. Las acciones delictivas de los grupos de polleros en contra de los migrantes es una práctica bien identificada por los vecinos de las colonias aledañas a las vías de La Laguna; sin embargo, el miedo a las represalias no permite la identificación de los mismos. Por otro lado, no existían estrategias por parte de las parroquias, ONG y otros grupos solidarios para denunciar y contrarrestar tales actos. La población que se ubica alrededor de las vías en la ciudad de Torreón recibe solidariamente a los migrantes, haciendo uso de sus escasos recursos y respondiendo de manera humanitaria. Sin embargo hay una parte de esta población que opina que los migrantes traerán un beneficio económico a su colonia y esto puede ser un indicador del crecimiento de una industria de la mafia contra el migrante: una 198


preparación de recursos para el abuso, la extorsión, la privación de la libertad, entre muchos delitos y violaciones. En las mismas colonias, los migrantes son esperados no sólo por pandilleros, sino también por policías. Las necesidades que expresan los migrantes que cruzan la región lagunera, en orden de mención son: comunicación con su familia (tarjetas telefónicas), alimento, aseo personal (baño), ropa y zapatos, lugar para descansar, trabajo o dinero. Las necesidades encontradas en este diagnóstico se resumen en: el migrante tiene la necesidad de ser escuchado; promoción de las casas de migrantes a través de páginas de internet; revisión del número de días de permanencia en las casas de migrantes; búsqueda de medios de comunicación más económicos para el migrante; enseñanza de la geografía de México, rutas de trenes, fronteras, distancias e información de supervivencia; revisión de los programas de educación sobre derechos humanos en las casas de migrantes; ejercer presión activa en la denuncia a los delitos y violaciones a los derechos de los migrantes. Las ciudades son los puntos donde suceden la mayoría de los delitos y violaciones a los derechos humanos. La Laguna es una región donde aumenta la vulnerabilidad del migrante debido a varios factores, entre ellos el número de migrantes que cruzan nuestras ciudades todos los días, el desconocimiento de la población en general sobre el flujo de migrantes y la falta de conocimientos de las autoridades en materia de derechos humanos, sumado al hecho de que muchos de ellos llegaron por error a la ciudad. A raíz de este estudio sumaron esfuerzos el Centro de Derechos Humanos Juan Gerardi, la Diócesis de Torreón y la Universidad Iberoamericana Torreón para abrir el centro de día Un Paso a la Esperanza Jesús Torres, ubicado en Avenida México y calle Quintana Roo, en la colonia Las Julietas e inaugurado el 24 de mayo de 2011.

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Referencias Ayuntamiento de Torreón, Comunicaciones y Transportes, en Página del Ayuntamiento de Torreón del 2009, http://www.torreon. gob.mx Google maps, Mapa de Torreón Coahuila de Zaragoza, http:// maps.google.com.mx/ INEGI, Mapa de vías ferroviarias consultado en 2008 http://mapserver.inegi.gob.mx/geografia/espanol/datosgeogra/vias/ ferrovia.cfm Martiarena Ruiz, Raúl, A toda máquina, primer hub de Ferromex, en Revista Transporte, núm. 18 del 2005, http://www.ts21.com.mx Pérez Canedo, Fabiola. “Consiguen terrenos para estación migratoria” en El Siglo deTorreón, Torreón, 11 de junio de 2008, sección Laguna. Schaffer, Richard T. (2006). Introducción a la sociología, McGraw Hill, Madrid. Vélez, Javier, Municipios que conforman la Comarca Lagunera, en Comarca Lagunera del 2008, http://www.comarcalagunera.com Entrevistas Entrevista a Yesenia (hondureña de 35 años) realizada en la Casa del Peregrino en Torreón, Coahuila el 27 de octubre de 2008. Entrevista a Karen (hondureña de 28 años) realizada en la Casa del Peregrino en Torreón, Coahuila el 27 de febrero de 2009. Entrevista a Mario Alberto (hondureño de 30 años) realizada en las vías del tren en Torreón, Coahuila el 6 de diciembre de 2009.

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AGRADECIMIENTOS P. Pedro Pantoja, Alberto Xicoten- Por sus testimonios: catl y hermana Guadalupe Reyes Anónimo 1, 2 y 3, César, David, de Casa Belén, Saltillo. Karen, Rodolfo, Alexander, Wilmer, Yesenia, José Dionisio, Luz María López Meza, Francisco Isaías, José A., José M., Deny, Javier Ixcóatl González y Rodrigo Mauro, Eduardo, Marco Antonio, González Morales de la Universi- Rafael, Mario, Jaime David dad Iberoamericana, Torreón. Guadalupe Tovar, colaboradora de la Parroquia de Santa Cecilia. Patricia Llamas de la Casa del Peregrino de Cáritas,Torreón. P. Carlos Gerardo Granados, de la Parroquia San Francisco de Asís, Torreón. P. Luis Fernando López V., Parroquia San Rafael, Torreón. P. Miguel Ángel Cervantes, Parroquia Santa Cecilia, Torreón. Rvdo. Gerardo Alvarado, Iglesia Apostólica de La Fe, Torreón.

Equipo de investigación Vanessa García Blanca, Laura Alejandra Dávila García, Ricardo Legarda Vázquez, Jenny Salcido Díaz, Izchel Cabrera Castillo, Cindy Moreno Segura, José Alfredo Sánchez Salama, Susana Martínez de Velasco Rivero, Claudia Rico, NehmeNorlet Delgadillo Tapia e Hilda Elizalde Luna. Jesús Torres Frayre (+) del Centro de Derechos Humanos Juan Gerardi.


AUTORES Juana María Alanís Ramírez Doctora en Comunicación e Imagen: Aplicaciones Sociales y Estéticas, con titulación en Ciencias de la Información con mención Apto Cum Lauden. Tesis de Doctorado: “Interacción por Representación. Elemento constitutivo-esencial de los grupos sociales”. Es catedrática investigadora de Tiempo Completo en la Facultad de Ciencias de la Comunicación Universidad Autónoma de Coahuila (U. A. de C.), desde 1997. Es miembro de la Red Estatal de Integración Laboral de Grupos Vulnerables en el Estado de Coahuila. Es evaluadora de la STPS del sistema VALPAR INTERNACIONAL. Asesora Externa en el Observatorio Global Mediático de Frontera Universidad Autónoma de Baja California. Fundadora y Coordinadora del Observatorio Mediático Académico y de Investigación de la U. A. de C. Mónica Amezcua García Licenciada en Ciencias de la Comunicación y egresada de la Licenciatura en Historia en la Universidad Autónoma de Coahuila. Ha realizado trabajos de investigación sobre la migración centroamericana hacia los Estados Unidos; la historia del agua en Saltillo y las relaciones inter-étnicas en el Saltillo del siglo XVIII. Horacio Cárdenas Zardoni Maestro en Bibliotecología y Estudios de la Información por la Universidad Nacional Autónoma de México. Cursa estudios de doctorado en la misma rama en la propia institución. Cultiva las líneas de investigación: políticas públicas, políticas de información, sociedad de la información y open access. se desempeña como responsable de las publicaciones electrónicas Boletín Científico y Cultural de la Infoteca, Infoteca’s E-Journal y Gaceta Universitaria de Derechos Humanos del Sistema de Infotecas Centrales de la Universidad Autónoma de Coahuila. Es catedrático de la Facultad de Economía de la Unidad Saltillo. 202


Juan José Casas García Estudiante de la licenciatura en Historia de la Escuela de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila. Ha participado en el Cuarto Encuentro de Expresión Científica Estudiantil organizado por la Universidad Autónoma de Coahuila y en el XXXIV Encuentro Nacional de Estudiantes de Historia, de México, organizado por la misma universidad, ambos en este año de 2011. Abimael Cerecero Álvarez Egresado de la Licenciatura en Historia en la Universidad Autónoma de Coahuila. Sus áreas de interés investigativo son las de Historia de la Educación, así como el análisis del impacto escolar de la asignatura de Historia. Ha asistido como ponente a diversos congresos nacionales e internacionales encaminados a la investigación histórica y a programas de servicio social de la Universidad Autónoma de Coahuila. Juan Doncel de la Colina Licenciado en Sociología y Doctor en Antropología Social por la Universidad de La Coruña (España). Profesor e investigador en la Universidad Regiomontana, sus líneas de investigación incluyen las dinámicas de interacción de comunidades de extranjeros en Monterrey, la educación intercultural y la construcción de estereotipos acerca de minorías socioculturales a través de productos mediáticos. Edna Gabriela Díaz Báez Licenciada en Psicología general por la Universidad Autónoma de Coahuila y Maestra en Psicología Social por la Universidad Autónoma de Querétaro. Actualmente es catedrática de la Escuela de Psicología Unidad Norte de la U. A. de C. (Monclova). Cuenta con experiencia de trabajo en psicología social y comunitaria. Ha trabajado la línea de investigación referente a migración centroamericana. Actualmente desarrolla un proyecto de investigación-acción en la zona marginal de Monclova.

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Eiko Gavaldón Oseki Maestra en Administración por la Universidad Iberoamericana Torreón, en donde actualmente es académica del Departamento de Humanidades y coordinadora del Centro de Desarrollo Educativo. Trabajó en el Servicio Jesuita a Refugiados en Campeche, atendiendo principalmente a la población guatemalteca exiliada en México. Sus áreas de interés en cuanto a la investigación son migración centroamericana, identidad cultural y educación; en las que ha realizado diversas publicaciones académicas. Actualmente forma parte de la Red de Investigadores sobre Deporte, Cultura y Sociedad; así como del grupo de investigadores del Campo Estratégico de Modelos y Políticas Educativas del Sistema Universitario Jesuita. Hortencia Hernández Méndez Egresada de la Maestría en Trabajo Social de la Universidad de La Habana, Cuba. Colaboradora de la Infoteca Central de la Universidad Autónoma de Coahuila y colaboradora del Observatorio Académico Mediático de la U. A. de C. en el eje temático: Migración, mujer y género. José Juan Olvera Gudiño Sociólogo. Doctor en Humanidades con especialidad en Comunicación y Estudios Culturales. Miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel 1. Dirige el Centro de Estudios Interculturales del Noreste, de la Universidad Regiomontana. Ha publicado Procesos comunicativos de la migración. De la escuela a la feria popular, coordinado con Blanca EsthelaVázquez. (2011, COLEF-UR-UDEM-ITESM); Población indígena e instituciones de educación media superior en Nuevo León, (CDI-UR, 2011); Colombianos de Monterrey. Origen de un gusto musical y su papel en la construcción de una identidad social (2006, CONARTE). Pedro Pantoja Arreola Sacerdote católico, defensor de los derechos humanos y asesor de Belén Casa del Migrante en Saltillo, Coahuila. Cursó el posgrado en Ciencias Sociales en la Universidad de Nanterre, en París, donde 204


fue discípulo del filósofo francés Michel Foucault, en (1981-1982). Es Maestro en Ciencias Sociales por la UNAM y Licenciado en Psicología por la U. A. de C. Realizó estudios superiores de Teología y Filosofía en el Seminario de Montezuma, Nuevo México, Estados Unidos. En 1965, con un grupo de seminaristas, atravesó el estado de Arizona para ir a trabajar al Valle de la Muerte a fin de experimentar las experiencias que pasaban los “braceros”. En 1968 trabajó como obrero metalúrgico. En 1969 estudió en un instituto teológico social en Ecuador, en la época del surgimiento de la Teología de la Liberación. En 1974, se unió a los obreros de las fábricas Cinsa y Cifunsa en Saltillo, en búsqueda de mejorar las condiciones de trabajo. En 1992 fundó la casa de migrantes “Emaús” en Ciudad Acuña. En 2002 se trasladó a Saltillo para coordinar a Belén, Casa del Migrante que alberga migrantes centroamericanos que transitan rumbo a los Estados Unidos. Es Premio Letelier-Moffitt a los derechos humanos (2011) y IX Premio Col Lectiu Ronda (2011) por su labor en “defensa jurídica de los pobres y dimesión espiritual.” Ana Isabel Pérez-Gavilán Doctora en Historia del Arte por la Universidad de Binghamton, Nueva York, Historiadora del arte y museóloga por la Universidad Iberoamericana Ciudad de México. Sus temas de investigación son el arte mexicano de los siglos XVIII y XX, lo sagrado y lo profano y la cultura simbólica. Es autora del libro Corazón sagrado de la U. A. de C. y Plaza y Valdés (2013). Carlos Jesús Recio Dávila Doctor en Ciencias de la Información y de la Comunicación por la Universidad Lumière Lyon 2, Francia. Maestro en Historia por la Universidad Iberoamericana, Ciudad de México. Es director y maestro de la Escuela de Ciencias Sociales, en la Licenciatura en Historia de la Universidad Autónoma de Coahuila. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores, Nivel I. Sus líneas de investigación se orientan a la semiótica visual, la historia de México y la fotografía.

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Ernesto Alfonso Terry Carrillo Egresado de la Licenciatura en Historia por la Escuela de Ciencias Sociales de la U. A. de C. Ha trabajado en el Archivo Municipal de Saltillo por más de 23 años. Colaboró en la elaboración de los catálogos del Fondo Presidencia Municipal del Archivo Histórico. Elaboró el Catálogo hemerográfico del AMS, colaboró en la elaboración del libro Fuentes para la historia india de Coahuila y Recuento fotográfico de Saltillo. Participó en la elaboración del catálogo del Archivo Municipal de Guerrero. Es coautor del Catálogo de fuentes para la historia de la guerra y cultura indias en Coahuila. Ha presentado las ponencias: “Ataques indios en el valle de Nadadores, 1847-1884”en el ITESM campus Saltillo; “Tornado en Piedras Negras. Un estudio de caso”; y “Región y frontera. La cuestión indígena en la región Noreste de México durante el siglo XIX” (2010), en la Universidad Martha Abreu en Santa Clara, Cuba; “Conformación de la frontera. La influencia de los ataques indios en el desarrollo económico del norte de Coahuila. 1848-1870” en la U. A. de C., Saltillo, Coahuila. Hernán M. Venegas Delgado Doctor en Ciencias Históricas, Miembro del Sistema Nacional de Investigadores Nivel I, Prof. Investigador de Tiempo Completo de la Escuela de Ciencias Sociales de U. A. de C. Estudia actualmente la captura y envío de indiosdel norte novohispano/mexicano en calidad de esclavos a Cuba, tema que aborda con Carlos Manuel Valdés en el libro La ruta del horror (2013) de Plaza y Valdés / U. A. de C. Investigación: Indios del norte novohispano/mexicano capturados y enviados como esclavos a Cuba. Obra reciente sobre el tema: Artículo publicado en Memorias (2008), artículo aceptado para publicar en Memorias (2010), así como presentación en congresos nacionales e internacionales. Manuel Yarto Wong Profesor-Investigador de tiempo completo en la Universidad Regiomontana de Monterrey. Doctorando en Humanidades con especialidad en Comunicación y Estudios Culturales por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Profesor invitado en la Universidad de Monterrey, la Universidad Metropolitana 206


de Monterrey y el Centro de Estudios Universitarios. Secretario del Consejo Nacional para la Enseñanza e Investigación de la Comunicación (CONEICC). Miembro fundador de la asociación civil Líderes Ciudadanos en Pro de la Cultura de la Legalidad. Sus líneas de investigación se orientan al impacto social de las TICs, Legislación y medios de comunicación y Cultura política y ciudadanía.


La primera edición de Miradas sobre la migración se terminó de imprimir y encuadernar en diciembrede 2013 en Saltillo, Coahuila, México. Para su composición tipográfica se emplearon las familias Arial y Baskerville. La impresión de los interiores se realizó sobre papel cultural beige.




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