suplemento cultural del semanario Eœa nº 1 · año 1 · agosto 2008 elbaldío@ea.com.py prohibida su venta por separado
La poeta del Bañado Sur H
a nde reikuaa, pepe che purupaite, porque upéi che amo^ma hombro; yo era la más interesada, entonces yo era la que tenía que ir y venir, ir y venir». Así narra los vaivenes burocráticos por los que tuvo que pasar Ña Gerónima Gamarra para poder publicar, tras años de visitar a las autoridades municipales, su primer libro de poemas: «Kuña katupÿrÿ ohai ñeœæ potÿ» Entre los estrechos caminitos que llevan al Baldío entre las precarias casas, los charcos y los ñanandÿ nos encontramos con Ña Gerónima. Conversamos en su casa ubicada en el barrio Virgen el Luján del Bañado Sur, donde vive hace once años. Ahí, tereré de por medio, charlamos sobre lo que significó para ella este libro, las anécdotas que envolvieron su gestión y cómo la poesía se hizo carne entre los gancheros del bañado. Por primera vez, Gerónima Gamarra, de 62 años, publica un libro de poesías, aunque desde que estaba en la escuela, en Yaguarón, su pueblo natal, la poesía ya era algo habitual. «Desde que che escuela rupi aiko arekóma che akåme algo. Me gustaba escribir, ya ensayaba ya», nos cuenta. Por aquel entonces, el que gastaba sus suelas en las baldosas de la escuelita era el poeta y docente Ramón R. Pereira, autor de Mariposa paramí. El le decía: «Nde ko Gerónima haœete ku repinta poetarå, reeherse vaœerå» Hoy sus poemas están contenidos en un libro de 78 páginas con el más diverso contenido. Pero en especial, nos cuenta Ña Gerónima, es que el Bañado, con su problemática, sus luchas y su gente, es su principal fuente de inspiración. Aún así encontraremos poemas dedicados al Papa Juan Pablo ii, a la selección paraguaya, a los jóvenes por la democracia, a los sobrevivientes del «Aty guasú» (Ykuá Bolaños).
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A los gancheros trabajadores Ñandejára oitÿ koœæ jahecha ñande rapicha Cateura rapere oipÿkúi ohekavo tembiœurå Mboriahúko ndoikuaaséi insalúbrepa ovai Mbaœapóko peva haœe ojapo con honestidad. Ahendu ñembohorÿ havo basurarope oñehenói Haœekuéra no merecéi burla de la sociedad Momorå ha jepojopÿ haœekuéra omerece Ganchero trabajador haœekuéra hína haœe. Ñahésaœ�jomína teko ha jatopami la hapo ¿mbaœére mboriahu kuéra hasta pepe ombaœapo? La gobierno ndoguerekói ni mich^ voluntad social Pe crítica rangue mboriahúre pe japóna mbaœeporå. Mboriahúko ndoikuaaséi derecho humano ni organización Hye kororóro iñemoñarekuéra oheka otra solución Ombaœapo basural Cateura upéva la imisión Upévare ameœæ peæme mi respeto y admiración Mamopa oime la ley derecho humano ojeœeha Ajeve koœå tapicha ñamboÿkese de la sociedad Los gancheros de Cateura oikotevæ apoyo social Gobernantekuéra omonda vaekue a los gancheros ñameœæ. Oikotarø elección votarå oñekotevæ Chupekuéra raœevæte candidato ovisita Ijapu haguå hikuái basurane no ñandúi Ajepaningo tuicha el interés social. Los gancheros de Cateura oguereko esa dignidad Ombaœapo con honestidad taœÿrakuéra okaru haguå No pretendéi coche porå ni hapichápe ojode haguå Péva haœe los valores ndo perdéi koœå tapicha.
Gerónima Gamarra, Ña Lila
Para adquirir un ejemplar es necesario comunicarse con la autora misma, Gerónima Gamarra de Brítez, más conocida como Ña Lila, cuyo teléfono es el 0982 81 23 70. O Podés ir hasta su casa, 44 Proyectadas y Parapití. El costo es de 25 mil guaracas. Ejoguákena.
Por Hernán Maciel hernan@ea.com.py
W. Krauch
Datos. Contactos.
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artes visuales
s u p l e m e n t o e l b a l d í o · semanario E’a · agosto 2008
Es imposible escuchar una guarania sin que sobre uno se forme un techo mágico compuesto por la expresividad y el talento mayor de quien es el padre de este género musical: José Asunción Flores. El Maestro, dando rienda suelta a su prodigioso puño y transgrediendo obstinadamente los formalismos más convencionales del quehacer musical de su época, erigió sobre sus pentagramas los ritmos que darían un sentido
un creador combativo
exacto a los escenarios más sutiles de las vivencias populares.
Por Giselle Caputo giselle@ea.com.py
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ero antes de que Flores adaptara el nombre de José Asunción, mucho antes, nacía en un agosto como éste, el 25 de 1904, con la inscripción de José Agustín: su nombre legal. De niño salía de su casa ubicada en la Chacarita para deambular por el centro o lustrar botas y ayudar a su mamá, Doña Magdalena Flores, quien como buena madre humilde y luchadora trabajaba de lo que podía, sin que eso resultara suficiente. Su abuelo fue un italiano que, perseguido por sus ideas políticas, tuvo que zarpar clandestinamente a tierras americanas para luego asentarse en una ciudad de nuestro país, Altos. Allí aseguró su linaje con esposa e hijos. Juan Volta fue el menor de ellos, también guitarrista y un amante de las peñas, las fiestas, la noche. Una de esas noches conoció a Magdalena Flores y se hicieron padres. Luego, para solventar la crianza de su hijo, Juan Volta, un buen día, al igual que su padre, zarpó hacia el interior del país para adentrarse en una búsqueda de la que ya no se lo vio volver.
Engendrando a la guarania Cuando Flores tenía 11 años fue derivado a la comisaría por robar pan de un negocio cercano a la parroquia San Roque, y de ahí, por disposición de un decreto que por ese entonces regía para reformar a menores, se dispuso que pasara a participar como aprendiz de la Banda Musical de la Policía. Allí aprendió teoría y solfeo, trombón y violín. Años más tarde, en 1925, como fruto de su persistencia y sus escrupulosos estudios, dio nacimiento a la primera guarania. Lo consiguió realizando experimentaciones sobre una vieja canción popular: «Mbaœeråpa reikuaase», de Rogelio Recalde. Su primera guarania se llamó «Jejuí», la segunda «Arribeño Resaÿ», luego compuso «India» y «Kaœatÿ», con letra de Fontao Meza. La nueva creación de Flores no tiene an-
tecedente alguno. No se compara con ningún ritmo clásico adoptado por las diferentes culturas latinoamericanas, lo que convierte al Paraguay en el único país cuya música tiene autor conocido. Flores dijo: «la Guarania es de mi pueblo, fue escrita para y por mi pueblo», y, efectivamente, el pueblo paraguayo supo reconocerse rápidamente en esta nueva forma rítmica, heroica, engendrada en la genialidad del Maestro y traducida a un lenguaje musical cercano, gobernándose como quien contempla un atardecer en la bahía de Asunción y termina hablándonos con la voz del río.
Otros avatares de su vida En 1928 conoció a Manuel Ortiz Guerrero con quien compartió su pasión artística y quien escribió las letras de sus composiciones más exitosas, incluyendo «India», «Cerro Corá», «Panambí Verá» y otras guaranias. Cuando llegó la Guerra del Chaco se alistó en el ejército para combatir como sirviente de pieza de una ametralladora pesada en Boquerón, hasta que justamente a pedido de OrEnlace tiz Guerrero lo retrajeron de la batalla. Flores acompañó al poeta hasta sus últimos días. Cuento de Carlos Bazzano Dadas las circunstancias socio-políticas del sobre JA Flores país a mediados de los 30, y, considerando que www.ea.com.py/la-carreta en 1934 se había afiliado al Partido Comunista, viajó a Buenos Aires para grabar sus composiciones con el sello Odeón. Residió en esa ciudad y formó la «Orquesta Ortiz Guerrero», pero volvió al año siguiente, durante el gobierno de Rafael Franco, y lo nombraron director de la Orquesta Folclórica Guaraní y profesor de Videos la Escuela de Enseñanza Primaria de música. Mientras tanto, sus melodías se hacían eco en Mburikao por la osca los lugares más tímidos del país y también se http://es.youtube.com/ escuchaban en las dimensiones más aisladas watch?v=9XJN4j-IS3M de la caldera internacional. Cuando retornó a Buenos Aires conformó Panambi Vera la Agrupación Folclórica Guaraní, compueshttp://es.youtube.com/ ta por músicos, poetas y médicos como Felix watch?v=PTwuAdxDbGk Pérez Cardozo, Herminio Giménez, Antonio Ortíz Mayans y otros. Con la agrupación tuvo Documental de su la oportunidad de ofrecer un espectáculo en repatriación la ciudad de Asunción, participando públicahttp://es.youtube.com/ mente, como un comprometido militante, de watch?v=w_4F-8kqOy8 mitines con el Partido Comunista.
Su guerra contra la dictadura Ya durante el gobierno del dictador Alfredo Stroessner, el músico rechazó la condecoración de «Orden Nacional del Mérito» en protesta del crimen del estudiante Mariano Roque Alonso, asesinado por el gobierno de turno en una manifestación. El gobierno lo sentenció de «traidor de la patria», y le prohibió retornar al país. Durante la dictadura sus canciones fueron censuradas, pero estaban tan enraizadas en el cotidiano popular que fue insostenible evitar su difusión. Por otra parte, impulsaron una campaña de descrédito con la cual intentaron argumentar que Flores no había ingeniado la guarania, sino que lo había hecho Ortiz Guerrero. En realidad ellos se habían conocido después de que el Maestro hubiera compuesto sus primeras guaranias. No obstante, era indiscutible, y a pesar de posibles represiones, y con las pruebas más contundentes, sus seguidores se encargaron de refutar la versión. Muy a pesar de que estos amedrentamientos hubieran golpeado bajo en el espíritu del músico, éste continuó componiendo y haciendo de su oficio una escultura sin par. Trabajó en la jerarquización de la guarania y compuso 12 poemas sinfónicos. En la postrimería de su vida solicitó pasar sus últimos días en un rancho del país con su gente, pero se lo negaron. Víctima del mal de chagas, falleció en Buenos Aires, el 16 de mayo de 1972. En 1991 fueron repatriados sus restos y, desde entonces, frente a la cárcel de mujeres del Buen Pastor, en una plaza que lleva su nombre junto al del poeta Manuel Ortiz Guerrero, descansa el Maestro, quien todavía recorre los pasillos del recuerdo del pueblo paraguayo componiendo una guarania de libertad perdurable.
estancias·errancias·querencias
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El Baldío
exposición
literatura
Metanoia, El Cambio Ilustrado
El Pombero Tamaguxi, de Edgar Pou
«No tenían cara, chorreados, comidos por la oscuridad. Nada más que sus dos siluetas vagamente humanas, los dos cuerpos reabsorbidos en sus sombras. Iguales y sin embargo tan distintos. Inerte el uno, viajando a ras del suelo con la pasividad de la inocencia o de la indiferencia más absoluta. Encorvado el otro, jadeante por el esfuerzo de arrastrarlo entre la maleza y los desperdicios».
En el baldío, hoy nos encontramos con un libro diferente, un libro hecho de manera artesanal. En el epílogo el poeta Lito Pessolani da la tajante afirmación. «Muy bueno, me gustaría que la generación del 90 lo lea detenidamente y aprendan». El primer poemario del poeta under Edgar Pou, El Pombero Tamaguxi, es un poemario diferente. Sobre la edición: la tapa del libro está hecho con cartón, las ilustraciones han sido realizadas por el artista plástico-cartonero «domador de Yacarés» (todas las tapas son diferentes). Una corriente alternativa popularizada por el poeta Washington Cucurto en la Argentina, que hoy tiene sus versiones en Brasil, Bolivia, Perú, y Paraguay. El libro puede ser conseguido en Yegros 1524 apartamento 8, teléfono 0982 76 97 93 o visitando www.yiyijambo.blogspot.com o al siguiente mail douglasdiegues@gmail.com.
Augusto Roa Bastos. «El Baldío».
Hola. Sí, ya sabemos, no pedimos permiso pero de repente entramos en tus ojos. Queremos que nos veas y si acaso cabe, también te veas un poco en algunas de las cosas que te queremos mostrar y decir. Somos El Baldío, sí, como aquel violento y hermoso cuento que una vez nos mostró Roa Bastos. Quién sabe, quizás muchas veces también el autor de Yo El Supremo habrá sentido que escribía sólo en algún baldío. Así llamamos hoy a este suplemento porque consideramos que muchas de las expresiones culturales genuinas de nuestro país son arrojadas a un baldío. Prueba de ello es que aquí las políticas culturales reales nunca han sido una prioridad. La utilización y distribución de los espacios públicos para las manifestaciones artísticas y culturales han sido siempre postergadas para lo que queda del presupuesto o lo que se pueda lograr como limosna de algún mecenas satisfecho por su filantropía desprendida. Sin embargo nos interesan otras cosas: una escritora del Bañado que escribe en jopara a gancheros con los que comparte pan duro y dignidad, quien al igual que otros escritores se encuentra en la misma búsqueda, encontrándose a la vez con innumerables obstáculos para poder decir. ¿Cuántos escritores, teatreros, pintores, músicos habrá en los Bañados, en la Chaca o en un asentamiento itinerante de campesinos sin tierra o ciudadanos sin techo? Éste no es más que uno de los innumerables dilemas que atraviesa la problemática cultural en nuestro país. Nuestro Baldío no pretende solucionar en 8 páginas lo que ya está escrito en el voluminoso libro de nuestra grande historia, pero buscará acercarce para así acercarte el balbucear de las primeras-últimas palabras que están siempre en la persistente lucha de las infinitas personas que trabajan por el arte y la cultura en nuestro país. Así nació este suplemento, pensando en esas cosas. Sufrimos en lo cultural muchas de las ondas que se sufren tanto en lo político, lo económico y lo social. Vemos cómo nuestra inmensa riqueza cultural es usurpada muchas veces por la indiferencia y el consumisno pragmático. Nos interesa sobre todo acercarnos un poco más a los que también se topan con el difícil acceso a nuestra cultura, los que realizan ocupaciones de espacios en cuanto a literatura, artes visuales, música, artes escénicas. Ellos lo hacen sin permiso. O sea, lo que queremos decir es que en cultura también falta un levantamiento. Buscaremos reflejar en las próximas ediciones las ramas y expresiones que en este número no se tocan. Para eso, este espacio queda abierto para vos cheraœa, que buscás el desarrollo cultural de esta sociedad que busca una transformación necesaria.
internet
Fotógrafo paraguayo expone en el ciberespacio
El 21 de agosto de 2008 se realizará la inauguración oficial de Metanoia, El Cambio Ilustrado. Se trata de una exhibición de los trabajos más recientes de tres jóvenes artistas: Francisco Armoa, Herib Godoy y Óscar Montanía. Este evento cuenta con el apoyo del Centro Cultural Juan Salazar de la Embajada Española. En dicha fecha se contará con la presencia de los tres artistas y la exposición se extenderá hasta el día sábado 30 de agosto. La palabra metanoia en el sentido teológico significa arrepentimiento, pero nuestros artistas toman posesión del sentido literal de la misma, la cual denota el cambio de los pensamientos y limitaciones del presente, enfocándose en un nivel superior del cual se ha partido. Una metamorfosis hacia algo mejor a través de la ilustración, el collage y el retoque digital. La obra, compuesta de 30 piezas organizadas en tres partes, pretende mostranos el cambio desde diferentes ángulos: el histórico, el interno-personal y el social, representados cada uno por cada artista. Tres visiones frescas a cargo de nuevos talentos nacionales con ilustraciones de estéticas radicalmente diferentes conjugadas en una sola exhibición. El Centro Cultural Juan de Salazar se encuentra en Herrera 748 casi Tacuary y su horario de atención es de Lunes a Viernes de 9:00 a 12:00 y de 14:00 a 22:30 hs. Para más información: (0981) 550 266 | (0971) 295 754 metanoia.ilustraciones@gmail.com www.metanoia-ilustraciones.blogspot.com
http://juanbritosfotografias.blogspot.com/ Al hacer click en esta dirección podrás observar fotografías que te podrán llevar al caracú de nuestra cotidianeidad. Al observar los trabajos de Juan Britos vemos que este fotógrafo convive, se compenetra y se involucra en las situaciones para que el objetivo de su cámara sea como un espejo. Sus fotografías han sido publicadas en medios nacionales e internacionales. En el año 2002 pudimos observar sus trabajos en Oriente/Occidente, Comunidades Indígenas del Paraguay, un libro editado por Faro para las Artes y el fondec. También en el 2004, De cara al Chaco editado por la Unión Europea. Juan actualmente vive en Buenos Aires, donde realiza talleres de fotografía y documental. También desarrolla un proyecto sobre la comunidad Paraguaya en Bs.As.
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los innombrables
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Al preparar este primer número decidimos hablar con tres escritores representativos de nuestra literatura. Recorrimos casas y bares para entrevistar a las personas que hoy les presentamos. El pretexto fue el siguiente: sale Eœa, sale El Baldío. Y así fuimos dando con los nombres de Susy Delgado, José Pérez Reyes y Cristino Bogado. Tres artistas diferentes que están atados a un mismo hilo conductor, la necesidad de escribir. Les preguntamos sobre qué onda la literatura, cómo anda ese mambo denso de escribir en el Paraguay. Hicimos las entrevistas sin cuestionarios previos, esperando que la conversación nos llevara hacia algún recoveco inesperado. Prepárense, ahí va.
Parte Uno
literatura Entrevistas de Carlos Bazzano carlos@ea.com.py
Son las cinco de la tarde, y estoy con Susy Me encuentro en la casa de la primera entrevistada. La casa es silenciosa, llena de árboles y plantas. Las cosas de la casa dan a entender que estamos en el hogar de una persona que dio parte de su vida a la poesía. Veo libros y revistas por todos lados. Nos sentamos en la cocina y empezamos la entrevista. Cuando Susy habla, su voz adquiere tonalidades de surgente, es una voz profunda y a la vez suave. Susy empezó a editar tardíamente, a los 34 años. Sin embargo desde su primer poemario es referente de la poesía paraguaya,
Quién es Susy Delgado Ejerce el periodismo cultural desde la década del 80. Fue responsable del Area Cultural del Diario La Nación durante diez años. Actualmente dirige la revista cultural Takuapu. Ha publicado cuatro poemarios en guaraní y cinco en castellano, dos antologías bilingües, un volumen de cuentos y un libro de poemas y cuentos para niños, además de compilaciones de literatura paraguaya. Ha recibido diversas distinciones literarias como las siguientes: Premio Junta Municipal de 1992, Primer finalista del Premio de Literaturas Indígenas de Casa de las Américas, Cuba, en 1992, Personaje del Año en 1997, Mención Especial del Premio Municipal en 1998 y 2000. En diciembre de 2005 obtuvo el Premio Cide Hamete Benengeli otorgado por la Universidad Toulouse Le Mirail y Radio Francia Internacional. En 2006 obtuvo el Segundo Premio Municipal de Literatura. Algunos de sus libros han sido traducidos al inglés, portugués y alemán.
El oficio de escribir en el Paraguay destacándose principalmente como una de las representantes de la poesía en lengua guaraní. Susy es tímida y a la vez valiente. Su mirada a veces es esquiva, y a veces penetrante. Me siento un poco anonadado. Susy me dice que «el oficio de escribir en Paraguay tiene sus dificultades, acá se considera que escribir es de gente tavyrai». «Sobre la militancia en la promoción de la literatura, te digo: creo que todos hacemos política, de algún modo; yo soy completamente apartidaria, pero hago mi pequeña militancia a través de mi trabajo periodístico y literario, junto a quienes quieren sacar alguna vez a este país de la mediterraneidad cultural.» Veo a Susy, y siento que entiendo cuando dice «oficialmente se dice que se respeta a los escritores. Sin embargo en los hechos no se los respeta, no hay alternativas de especialización, el periodismo está abaratado, vivir de la literatura está lejano de la realidad, sin embargo se escribe». La escucho atentamente y es como leer un poema suyo, tal vez como Tatayp†pe, a ratos violento, a ratos dulce. «En cuanto a la tarea de escribir, es notable cómo la palabra empieza con las mismas letras que esculpir... Porque escribir es eso, tallar pacientemente aquello que queremos decir, esa necesidad que parece tan simple y primaria, pero que nunca se satisface del todo porque tal vez es ni más ni menos que el instinto humano que nos lleva hacia el misterio. Por eso, para los guaraní el ñeœæ es la entrega del alma». Ahora me cuenta que «lo que más se escribe es lo que menos se lee». Yo sonrío. Sí, en Paraguay se edita poesía, mucha poesía, aún así pocos la leemos, tampoco es habitual encontrarnos con medios especializados en la crítica literaria. La conversación ahora gira hacia los poetas populares, con sus cuadernos de doscientas hojas, de una raya, donde escriben sus poemas. Para cerrar le hago esta pregunta: ¿Porqué escribís en guaraní, a quién le importa? Los ojos de Susy adquieren inusitado brillo.
Desde ese instante la conversación gira entorno a las ferias internacionales, y el interés creciente de los poetas de otros lugares en la escritura en guaraní, «hay un interés creciente, en Brasil, en Uruguay, Argentina, especialmente en Corrientes y Buenos Aires. El guaraní es considerado por los más prestigiosos investigadores del mundo como una de las lenguas americanas más importantes» Yo le digo que antes de dejar la facultad, la leía, ella me dice, «¿En serio? ¿Quién lee nuestra literatura?, yo no creo que se nos lea». Al despedirnos me promete un poema, es el siguiente.
Arakaœépa ¿Ha arakaœépa ko’æne jevÿ koœæ ñande róga, ñande réra, ñane ñeœæ, ñande pÿœá o^háme, pe ÿvÿ maraeœ�me? Y cuándo ¿Y cuándo habrá de amanecer el día del regreso a dónde están nuestra casa, nuestro nombre, nuestra lengua, nuestra alma, esa tierra sin males? Jevÿ koœæ, Arandurå 2007
los innombrables
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En la silenciosa casa de Susy atardece, estamos a pocos minutos del centro, cerca de la Municipalidad de Asunción. Pareciera que en su jardín duendes agazapados observan la despedida. Afuera quizá ya empiezan los asaltos de la tardecita, quizá algún motociclista está por chocar contra una columna, quizá alguien escriba un poema en algún bar que está por abrirse. Al despedirnos Susy me cuenta que probablemente Takuapu, su revista literaria, quizá la más representativa del país, «no saldrá este mes porque todos los apoyos alcanzados no son suficientes hoy para su continuidad, lamentablemente». Finalmente me dice «la cuestión cultural va más allá de la situación de los escritores, se trata de un camino más largo». Ese camino largo es difícil, pero Susy, lo sigue transitando.
Parte dos
«Bajo esa bengala cercana que serpenteaba por los aires, también vinieron a su mente aquellos fuegos artificiales de la boda que celebró años atrás con su prima, como era costumbre. Esas imágenes evocadoras se aferraban a su mente, sabiendo que estos episodios cuánto más felices se volvían más remotos. Todo sea para conseguir algún alivio en este campo de batalla donde se enfrentan ejércitos pero los verdaderos contendientes son la vida y la muerte.» José Perez Reyes. «La bengala», relato publicado en En ese laberinto llamado ciudad, compilación literaria de Bogotá 39. Ed. Andrés Bello, Colombia 2004.
Ya es de noche ahora estoy en un bar cerca de la Plaza Italia. José es considerado uno de los escritores latinoamericanos jóvenes más importantes de la actualidad. Hace un año participó en Bogotá 39. Me encontré con él luego de lo de Susy. Mi idea era entrevistarle en un lugar tranquilo. Pero la música era muy fuerte, por suerte el chico del bar dijo que no había problemas de bajar el volumen para una entrevista, más todavía si comprábamos una cerveza. Pedí la cerveza, encendí mi primer cigarrillo e iniciamos la entrevista. «Quisiéramos lograr hacer entender que escribir es un oficio, y que debido a las situaciones culturales sociales y económicas, más que nada es un sacrificio». Me dice el autor de Clonsonante. Luego de su jornada de trabajo, José se encuentra con su esposa y su hijo. El único instante que tiene para escribir, es en la madrugada. Sonriendo me dice que «a veces uno se
Quién es José Pérez Reyes Escritor. Abogado. Profesor Universitario. A su libro de cuentos Ladrillos del µempo (2002), que contenía 15 cuentos escritos en el período 1990-2000, le siguió la inclusión de Ese laberinto llamado ciudad en la antología publicada en Colombia por el convenio Andrés Bello, luego de su participación en el 2003 como escritor paraguayo en el III Encuentro de Nuevos Narradores de América Latina y España. Otros cuentos fueron publicados en periódicos paraguayos, en la revista del Pen Club y en revistas digitales de literatura. Dentro del Marco de actividades de Bogotá, Capital Mundial del Libro 2007, con el certamen cultural británico «Hay Festival», Pérez reyes es elegido por un jurado como uno de los 39 escritores menores de 39 años más destacados de América Latina, y pasa a integrar los numerosos eventos de Bogotá 39 y la Antología de Cuento latinoamericano publicado por Ediciones B. Su nuevo libro de cuentos, publicado en le 2007 se titula Clonsonante.
vuelve vampiro escribiendo porque es la única hora que le queda, en la noche profunda». José libera a sus personajes urbanos, en una Asunción gris y violenta. «Sin el trabajo no viviría, pero si no escribo me muero». Me dice. El entrevistado trabaja todas las noches en sus papeles, que a veces terminan transcriptos y otras veces en la papelera. Para José el fruto del oficio de escribir viene llegando con los años, y mientras tanto no queda otra que acompañar esta tarea con una actividad complementaria. Desde los primeros cuentos que le leía la abuela, José ya estaba seguro de que quería ser escritor. De grande, editó su primer libro con la plata que juntó laburando. Sobre el ambiente literario en Paraguay, José piensa que «es como un barrio donde ya no conocemos a nuestros vecinos, habitamos una manzana en la cual a veces conocemos a los de al lado, pero no a los de la misma cuadra, o sea, los conocemos de vista nomás. Eso no debería pasar cuando hay un movimiento emergente, como está pasando en la literatura paraguaya ahora, donde nos estamos volcando a lo urbano, a algo un poco más fragmentario, más crítico...» Cuando pedimos la siguiente cerveza, yo ya llevaba unos 5 cigarrillos. José observó que para que conozcamos lo que escribió un peruano o un chileno es prácticamente una regla que haya sido editado por una editorial española. Además, de los escritores que conoció en Bogotá 39, observó cómo la mayoría de los escritores jóvenes viven en Europa, Barcelona y París principalmente, y cómo salvo dos o tres de ellos nadie vive de la literatura. Sus trabajos literarios actuales giran en torno a cuestiones urbanas, «individualidades e identidades de ciertos ciudadanos que andan circulando en forma más ficticia que real». ¿Pensás que Asunción es literaria?, le pregunto. José se ríe, «Sí. Acá se mezcla más que lo real mágico, lo cómico trágico, la tragicomedia, casi un realismo trágico. Pasan tantas cosas que seguro que si nosotros transcribimos las vivencias cotidianas van a creer que nosotros exageramos en la ficción». Aquí termina oficialmente mi entrevista con el José, antes de despedirnos me dice «Creo que la literatura paraguaya pasó muchos años evocando glorias nacionales, y tragedias históricas. Esa estampa fue quedando en desuso, Asunción fue tiñendo de color gris las vivencias, las situaciones de los personajes imaginarios». Quizá algún día tenga más tiempo para otra cerveza con el autor de Clonsonante, sería buenísimo, ahora tengo que irme a la otra entrevista.
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Parte tres
Quién es Cristino Bogado Cristino Bogado: Asunción, 1967. Ha publicado: La copa de satana, 2002; Dandy ante el vértigo, 2004; Punk desperezamiento, 2007 (narrativa); editor de Jugo Loco, Última poesía paraguaya 1996-2007, 2007 (antología poétika vv.aa.); Dandy Maká, 2008, Perro proletario, 2008 (narrativa). Inéditos: Tatú roœo metafísico (xapoesía en poroœunhol); Ysypó Paraguay Rembó (cantos macarrónicos en tren bala paraguayensis); Los bichos han piådo (nu-bella de aprendizaje polisexual). Escribe en el blogg temas culturales http://kurupi.blogspot.com Dirige Jakembó editores desde 2004 con más de 15 títulos entre poesía y narrativa.
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Entrevista a un Kurupí en la Rana Verde.
«La faena rutinaria es más o menos como sigue: alguien llama a Empresas Huesos Hábiles srl , y marca una cita a determinada hora del día. Generalmente, se trata de gente retirada, ex militares o policías, o ex bancarios, pues estos reúnen los dos elementos básicos que forman la materia prima con la que trabaja mi perro: soledad, abandono por parte de los suyos, y dinero ahorrado en alguna caja de jubilación para tratar de paliarlo.»
Creo que ya es muy tarde, hace algunas botellas que estamos en la Rana Verde, un bar de Sajonia. El entrevistado de ahora nunca duda en decir sus opiniones y desacuerdos. En la entrevista fuma profusamente sus cigarrillos Kentucky mientras tomamos nuestras cervezas. El poeta al que hago preguntas se dedica a la difusión de la literatura desde hace más de una década, sus libros han sido editados en otras editoriales alternativas de Brasil y Argentina. Cristino Bogado es un escritor under. Tiene ojos como de explorador, y una actitud alegre y bohemia. Es un activista cultural y a la vez un poeta. Sus trabajos pueden leerse en su blog que se autodenomina Kurupi (Paraguay Mimbi), también dirige Jakembó editores: una editorial con más de una veintena de libros editados. Cristino sabe que por lo general hay poco conocimiento, tanto allá afuera como acá adentro, de nuestro real modo de vivir. «Los lectores buscan algo más allá de lo oficial». Sabe que la poesía se vive en todas partes, y también en Paraguay. Contrariamente a lo que piense mucha gente, Cristino es una de esas personas Cristino Bogado. Perro Prole. que siempre rescata lo bueno de hacer algo Barcoborracho ediciones, por promocionar la cultura en Paraguay. Buenos Aires 2008 Antes de tomar otro vaso, le pregunto sobre el uso del jopará en sus trabajos me dice que «en algún momento como aprendimos a usar el vos en vez de tú en los textos, alguna vez tendremos que usar el nde, eœa, y otros términos similares. Pienso que el jopara forma parte de nuestra identidad, paciencia si no nos entienden pero acá tenemos que usar lo que se habla». Luego el entrevistado me explica que quizá nos pongan alguna nota al pie de página para su comprensión, pero nuestra riqueza léxica es justamente una de las cosas que quieren comprender los lectores de afuera. Cristino hace un énfasis en usar esas palabras que son menospreciadas por la academia por vulgares. El poeta cree que definitivamente la cosa de escribir literatura en Paraguay es pesada, pero que es cuestión de animarse. «La aparición de los blogs y páginas web, han posibilitado que los escritores no dependan de las élites que son las que dicen qué es lo bueno y lo malo. Muchas veces uno hace un blog y luego por no recibir comentarios se desanima y lo deja, pero hay que escribir y escribir, no hay que desanimarse, y hay que creer en lo que uno hace». Así terminamos la entrevista con el autor de Dandi Maká, luego pedimos otras cervezas y continuamos la tertulia con otros amigos de la Rana Verde. Mañana Cristino continuará con sus actividades, cargar su blog y seguir promocionando la literatura. Al igual que José y Susy, Cristino ve que la literatura es un oficio poco respetado, y que para ganarse un espacio aún se precisa recorrer un camino largo.
Final Ahora voy rumbo a casa, veo en los tres escritores un mambo parecido al de todos, todos los fuegos el fuego diría el panchero de la esquina, Roa diría que estamos en una isla rodeada de soja. Las palabras de Susy aparecen en mi mente mientras abro la puerta de mi casa, «la cuestión cultural va más allá de la situación de los escritores, se trata de un camino más largo» «¿Y cuándo habrá de amanecer, el día del regreso, a dónde están nuestra casa, nuestro nombre, nuestra lengua, nuestra alma, esa tierra sin males?» Pienso en esto mientras hilvano estas últimas palabras, y veo lo importante de la tarea de estos tres héroes culturales, que a estas horas de la madrugada algo estarán escribiendo. Estos escritores me han enseñado algo, que por ahora va más allá de las palabras de este artículo.
entrevista
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e n t re vista a daniel viglietti
«Para el “nunca más” hay que trabajar para siempre» Por Osvaldo Zayas · osvaldo@ea.com.py Ilustración de Óscar Montanía
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aniel Viglietti llegó al entonces pc de la Alianza Patriótica para el Cambio (apc ), ubicado frente a la Terminal de Ómnibus de Asunción. Hugo Ferreira lo acompañaba. Conboina negra y bolso en mano entró al local. No lo esperaba una multitud de seguidores ni la prensa lo acosó. Cuando se sentó para hablar, en rueda de prensa, un periodista me consultó: «¿quién es ese señor?». Al término de la conferencia, todos se fueron. Me apresuré para pedirle que me concediera unos minutos para entrevistarlo, pensando que muchos desearían hacer lo mismo. La gente pasaba a su lado sin percatarse quién era. Había mucho ruido en el salón. A los que iban y venían no les importaba a quien estaban entrevistando. Se hallaban en medio del fragor de la batalla electoral. Viglietti inclinaba un tanto la cabeza para acercarse al grabador y hablar. Su voz sonaba clara y segura, como su canto. «La palabra militar tiene dos sentidos en mi vida. Está vinculada a mi padre, que fue militar de oficio, pero enseguida aclaro que fue co-fundador del Frente Amplio. Fue de los democráticos y, desde el punto de vista de militar en partidos, yo siempre trabajé en el área cultural y siempre desde la canción. El que escucha mis canciones puede ir entendiendo mis posiciones con respecto a las opciones políticas de mi país», comentó.
Quién es Daniel Viglietti Cantautor uruguayo nacido en 1939. Se dedica desde los 60 a la música popular. Su obra tiene un carácter radical de fuerte contenido social, con letras asociadas a las luchas populares en Uruguay y en Latinoamérica. Viglietti fue preso en su país en 1972. La campaña por su liberación desde el exterior fue encabezada por Jean Paul Sartre, François Mitterrand, Julio Cortázar y Oscar Niemeyer. En 1973 comenzó su exilio en Argentina, después fue a Francia donde vivió por 11 años. Durante el exilio realizó conciertos en Europa, Latinoamérica, África y Australia, denunciando la dictadura uruguaya. Su exilio terminó con su regreso a Montevideo el 1 de septiembre de 1984. Desde entonces edita y reedita numerosos trabajos entre los que se destaca, en particular, el titulado «A dos voces» con Mario Benedetti en 1985, en homenaje a la Paraguaya Soledad Barrett. Entre sus composiciones más conocidas están «A desalambrar», «Canción para mi América», «Milonga de andar lejos» y «Gurisito».
En 1972, en la represión a los movimientos sociales uruguayos, el cantautor cayó preso, un año antes al golpe de Estado cívico-militar. Personalidades como Julio Cortázar, Jean Paul Sartre y Oscar Niemeyer se unieron en una campaña por su liberación. Fue exiliado a Argentina y luego vivió once años en Francia. Es una de las personalidades más emblemáticas del «Que tenga una cancionero popular latinoamericano. Artistas determinada como Víctor Jara, Amparo Ochoa, Isabel Parra, Joan Manuel Serrat, Mercedes Sosa y Chavela calidad artística Vargas han interpretado sus canciones. me parece Además de su actividad artística, el autor de «A desalambrar» –canción grabada por Víc- imprescindible, tor Jara en el álbum Pongo en tus manos abiertas porque un (1969)– dedica su tiempo a trabajar para no perder la memoria. «Para el nunca más (a las producto dictaduras) hay que trabajar para siempre. Tramediocre que bajar contra eso y recordar a los desaparecidos. Yo formo parte de una comisión que trabaja tenga buenas por la anulación de lo que en otros países se intenciones, llama Ley del Punto Final». En Uruguay esta ley tiene un nombre parti- mediocre será cularmente perverso, al decir de Viglietti: «Ley artísticamente.» de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado». Para el cantor popular, el hecho de que esa ley haya sido instalada en democracia le hace pensar en una democradura (neologismo formado por las palabras democracia y dictadura). Porque, según relató, para que la ley fuera sancionada se llamó a un plebiscito y se hizo toda una campaña de miedo a través de la televisión. «Terminó imponiéndose una ley que absuelve de responsabilidades a una cantidad de gente que torturó e hizo desaparecer personas», resaltó. El ámbito de los derechos humanos es para Viglietti sensible e importante, por eso trabaja desde un principio en la campaña para la derogación de la Ley de Punto Final.
El exilio y su vínculo con Paraguay. «Que viví en Francia los once años es un decir. Yo tenía mi casa en una comuna fuera de París, pero viajaba muchísimo a países cercanos. Después, cuando Franco (Francisco) empezó a ceder terreno, yo pude trabajar en España, reencontrar a amigos míos como Raimont, Serrat», recordó. La música lo llevó a lugares antes inimaginables: Australia, África, países de América Latina que antes del exilio no había conocido como México, Venezuela y Puerto Rico. De Puerto Rico se apura en recordar que es de América Latina, «pero que ha sido robado y está como estrella en la bandera de Estados Unidos». Más allá de la rima con Uruguay, para Viglietti Paraguay está profundamente ligado a su pueblo. «Parecemos dos líneas de una canción pero rimamos en un sentido más profundo: en el de ser latinoamericanos. Esta patria
grande que nos une. Y, además, el hecho de plantear cambios en una historia llena de tradiciones y también llena de traiciones en muchas etapas», expresó. «Hay que pensar que aquí tuvo que buscar refugio nuestro José Artigas y creo que decir Artigas no necesita más explicación. Creo que es una tierra que le supo dar un Ÿvÿra Pÿtå para que él estuviera bajo esa sombra con su pensamiento y su reflexión. Es un hombre de gran importancia para la historia de América Latina. Son muchos los lazos que nos unen, por eso la alegría de estar en la tierra de Roa Bastos, de Elvio Romero, de un artista excepcional como Félix Pérez Cardozo», valoró el cantante.
El arte y el compromiso social. Viglietti escribió una canción a la militante paraguaya Soledad Barret, nieta del escritor y periodista hispanoparaguayo Rafael Barret. En coincidencia con Mario Benedetti, que también redactó unos versos a la joven, grabaron un disco titulado A dos voces, en 1985. Soledad había sido asesinada por la policía militar brasileña el 8 de enero de 1973, en Recife. Para Viglietti es ideal la coincidencia entre compromiso social y calidad artística. «Que tenga una determinada calidad artística me parece imprescindible. Un producto mediocre que tenga buenas intenciones, mediocre será artísticamente. Pero cuando hay un cierto nivel de calidad artística es bueno que eso coincida con un pensamiento saludable de la vida como compañerismo, solidaridad y no como arribismo u oportunismo», remarcó. En ese sentido, recordó a figuras como Chico Buarque, «que desde un producto de gran calidad musical y poética, es un hombre que tiene un compromiso con la vida, aunque no necesariamente esté militando o formando parte de un partido». El entrevistado tampoco forma parte de un partido, pero acompaña las ideas del Frente Amplio en Uruguay. En su última visita a Paraguay, Viglietti cantó en el cierre de campaña de la Alianza Patriótica para el Cambio (apc ), cuyo candidato fuera Fernando Lugo, el presidente electo.
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poesía
s u p l e m e n t o e l b a l d í o · semanario E’a · agosto 2008
III I Entre los grandes silencios de la breve ciudad que se destiñe aparecen cada tanto unas voces impregnadas con pinturas luminosas, sobre las poderosas murallas levantadas por el miedo. Nacidas desde el abismo y la consecuente necesidad de las almas consumidas por encontrar un resquicio al cual asirse y por el cual resarcirse, las voces toman la forma que el movimiento les dicta.
Y es entonces que el graffiti existe. Es entonces que el graffiti es. eulo garcía
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Cumple su vida al darla, al ser, y se perpetúa en la mirada de los ojos que lo miran, se convierte en la mirada de los ojos que lo ven. Ésa fue, quizás, la idea de los writers neoyorkinos que en los míseros sesenta estampaban su tag en cada espacio posible, aunque no estuviera permitido.
la necesidad ha sido siempre una, una sola y simple y siempre sola y simple y nada más: dejar un rastro para que otro alguien lo pueda ver y
Es un instante preciso, una acción que se proclama, un balbuceo que se dinamita, un gateo que se levanta… Es la escritura, la irrefrenable CópulaNacimiento que cobra vida en la esplendorosa unificación del tiempo en que se gesta como idea, se hace como acción, y se lee como hecho…
II Sobre paredes y muros que contienen lo innecesario, unas manos delinean inscripciones para el mundo. Sobre autos derruidos, vagones abandonados o sobre el pobre suelo pisoteado por el inocente paso de los hombres (favor decir verdad: el inocente paso de algunos de los hombres) se enciende a veces una palabra sola para combatir al olvido, una ventana que mira al cielo, un misterioso pedazo de luz en el infierno, un delicado parpadeo en la irrefrenable carrera del irreconciliable tiempo…
Ésa fue la idea quizás –o la poderosa imaginación– de aquellas frases pintadas con rabiosa alegría sobre los ladrillos de las paredes que tambalearon tiernamente en la lejana París de 1968, cuando el mundo era tan viejo ya que lo necesario era nacer, siempre y tanto lo único verdaderamente necesario era nacer, nacer para el futuro, siempre nacer …
IV Y hoy todavía lo sabemos: el futuro sigue siendo y las paredes siguen firmes con sus rostros demacrados. El aerosol por eso es tan valiente hoy como valientes son las manos que lo sujetan. El prohibido pintar es una ley irrevocable y la libertad es un insecto que jode a todos siempre por detrás de la oreja. Desde los remotos tiempos en que el hombre prehistórico preparaba sus pinturas para dejar su huella en las cuevas de Altamira, hasta el día de mañana en el que todavía alguien prepare su mochila con el spray que lo libera,
liberar silencios para que otro al verlos los pueda oír. Ésta, creo, es la esencia en este mambo. Todo lo demás pasa como pasan los nombres en el ajetreado trajín del microcentro silenciado, como pasa el aire en el incontenible universo, como pasan los instantes en la abismal profundidad de su indescifrable centro.
V Caminando una tarde por las sucias calles de mi adorada Asunción, vi una línea de stencil que brillaba negra sobre una grande pared de la vereda de enfrente. No hubiese podido seguir caminando con tamaña curiosidad, así es que crucé la calle y acerqué mis lentes para que mis ojos observen un poco más de cerca lo que aquella pequeña línea quería decirme en su breve, oscura e irradiante luminosidad. La frase decía, sin preámbulos ni avisos: «¿Hay alguien ahí?» Entonces fue que pude seguir caminando.