Naturaleza Viva AYSEN Cr贸nicas de un viaje
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INDICE
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EDITORIAL
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ZONA PATAGÓNICA
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HACIA CHILE CHICO: ENTRADA SUR
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DE CHILE CHICO A COCHRANE
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VILLA O´HIGGINS: UNA ISLA EN EL CONTINENTE
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RUTA NORTE
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RESERVA NACIONAL TAMANGO
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HACIA EL PARQUE NACIONAL QUEULAT
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ENTRE QUEULAT Y EL MAR
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HOMENAJE A CHAITEN
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VISITE AYSEN: DESTACADOS
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EDITORIAL La vida en el planeta ha cambiado ostensiblemente en el último tiempo. El impacto que ha experimentado el clima, la alta concentración demográfica y, por sobretodo, la permanente depredación de los recursos naturales del planeta ha producido una inestabilidad en el equilibrio natural. Es o no posible asegurar en Chile el cambio de esta tendencia que se basa en el modelo de libre mercado, incentivando las exportaciones de materias primas. Chile no escapa a la tendencia de depredación constante de recursos naturales haciendo poco o nada en materia ambiental. La lentitud de las decisiones tanto gubernamentales como políticas en tal sentido han diseñado un modelo productivo que no es sustentable en el tiempo. Para que el país proyecte las zonas naturales como otra cosa que no sea para cortar o licitar áreas silvestres para su explotación tiene que haber un cambio en la definición de país y sus modelos de exportación. El turismo, como factor económico y social, ha ido aumentando su participación en los ingresos del país. Con cerca de tres millones de turistas proyectados para el 2010 se espera que la actividad genere recursos suficientes para dedicar extensas zonas silvestres del país a la conservación y al ecoturismo. Chile cuenta con una superficie aproximada de 53 mil kilómetros cuadrados de áreas protegidas, sea; Reservas Naturales o Parques Nacionales. En sí mismo es un recurso invaluable para el país en su condición de potencia en el “ecoturismo”. Claro está que la tendencia al cambio de política respecto de la protección de áreas silvestres requiere de una estructura y organizaciones distintas. El mal manejo de ello puede producir un daño irreparable a la biodiversidad de Chile. Tanto bosques, mar (zonas costeras) y montaña reconocen ecosistemas únicos y no posibles de recuperar si el exceso de turismo es manejado de manera incorrecta. Cada día más extranjeros ingresan al país, por ello Chile debe definir un plan de “impacto ambiental” en tal sentido. No se debe dejar al azar los recursos protegidos en el papel y si crear en el acervo de los chilenos un respeto y valor a su país y sus recursos naturales. La economía “limpia” puede salvar al planeta y a Chile, en particular. No es muy antojadizo señalar esto debido a que por muchos años el país y el mundo no han hecho otra cosa que dañar y depredar áreas silvestres.
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Zona Patagónica
La
gran zona denominada con éste nombre tiene un perfil muy especial, puntualmente sus tipos de suelos asociados a la vegetación y la lejanía de los centros urbanos de gran desarrollo. Extensas áreas de la Patagonia, tanto chilena como argentina, están deshabitadas o mal utilizadas permitiendo aún el manejo de los recursos salvajes y su preservación en ambos lados de la cordillera. onjunto de elementos que convergen en este territorio no tiene otra función que la de coexistir y mantener una delicada armonía con el quehacer humano, factor preponderante a la hora de diseñar y mantener espacios silvestres.
Patagonia Oriental y Cordillera de los Andes.
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Hacía Chile Chico: Entrada Sur
El
ingreso a la Patagonia, por Argentina, da un primer vistazo de éste vasto y variado paisaje. Las planicies del lado oriental se confunden con los picachos, que de lado chileno, se ven con gran relevancia y es fundamental para entender la topografía nacional. En este tramo del camino no se ve mucha vegetación, sólo arbustos rastreros típicos de zonas esteparias o de altura y con un viento rápido y constante. La fauna observada era escasa. Visibles fueron sólo un ñandú o avestruz de Sudamérica y unas cuantas aves. Lo más importante fue ver lo inhóspito de ciertos pasajes del camino, los cuales estaban siempre limpios. Es de destacar el trabajo hecho en caminos y carreteras en este sector de la Patagonia Argentina, amplios y con buen ripiado. Por el contrario, lo lamentable fue ver la escasez de señales visuales para que el conductor o caminante cuidara las áreas donde transitan la fauna, especialmente en el cruce de caminos.
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De Chile Chico a Cochrane
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s preciso decir que el cambio topográfico y climático observado se nota en un aumento de la vegetación entrando a Chile desde Argentina. Tres horas duró el trayecto hasta la ciudadela de Cochrane. Pasado la Frontera borde del río internacional Jeinimini, ya en territorio chileno, surge un nuevo escenario natural, el verde se apodera del entorno. A lo lejos se divisa el poblado de Chile Chico y más al fondo la Cordillera de los Andes, siempre nevada y con elevaciones inferiores a la de la zona central del país. El viento arrecia en la altiplanicie patagónica. El camino borde sur del Gran Lago binacional General Carrera, el más extenso de Chile con un poco más de 900 kilómetros cuadrados, que en Argentina se llama Lago Buenos Aires, se presenta agreste y de una luminosidad única, producto de su color calipso que da señal de su origen glaciar.
Lago Buenos Aires y Río Jeinemini.
Las rutas están bien limpias, no se observan escombros ni basura, en una región calma donde la vida parece tener otro prisma. En la medida que se baja por el abrupto camino, donde los derrumbes son comunes y el lago yace inmenso, lo inhóspito parece remontar al hombre a sus orígenes. Se recuerda que en toda esta extensión de Chile existían pueblos precolombinos como los Tehuelches, que en un momento dado fueron vitales para lograr la permanencia de chilenos en dichas áreas geográficas y reclamar para si el territorio. Lago General Carrera
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Villa O´Higgins: Una Isla en el Continente
La naturaleza se expresa en si misma, sólo interrumpida por una decena de cuadras agrupadas en una población desdibujada por la lejanía y la desconexión. Cerros cubiertos de bosques, con nubes permanentes asoman como la principal característica del lugar. Cercanos están los glaciares y el inmenso lago que lleva el nombre de la Villa, O´Higgins. Como fin de la Carretera Austral, Villa O´Higgins es parte importante de la historia y el presente de la presencia chilena en la Patagonia. Cruzando el Lago homónimo hacia Campos de Hielo Sur se encuentra el territorio chileno perdido, de mala manera, en el mal recordado arbitraje de Laguna Del Desierto, hoy con bandera argentina que invita a extranjeros a cruzar la frontera y visitarla como uno de los principales puntos de atracción del lugar. El entorno de este lugar natural aún conserva el espíritu pionero de quienes se adentraron en estas tierras para “hacer patria”. Son diez pequeñas manzanas las que conforman a la “Villa”, con estructuras sólidas y de maderas, edificios públicos, con orden y limpieza a simple vista. El Lago esta a unos cuantos kilómetros de la Villa, incluso se puede acceder caminando. Pareciera ser que el tiempo no tiene otra lectura en este lugar, todo es tranquilo, sólo el actuar de los turistas, en su mayoría alemanes y franceses, son los que generan algún tipo de movimientos de vehículos, barcos y cabalgatas. Como entrada y lugar de descanso de los turistas que van hacia Campos de Hielo Sur o el Ventisquero O´Higgins y, en la República Argentina, Laguna Del Desierto, la actividad hotelera y camping produce un incipiente comercio en la Villa, de gran importancia en el ámbito local.
Embarcadero Turístico en Lago O´Higgins
Villa O´Higgins
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Ruta Norte Una vez cruzado el Puente del desagüe del Lago General Carrera, hacia el norte de la Región de Aysen, las características topográficas se mantienen, sólo que ahora la región asombra con otras bellezas naturales, tras las cuales un gran sequito de turistas se trasladas para tomar sus fotos y experimentar el encuentro con áreas silvestres que pertenecen a distintos parques nacionales. Destaca el camino de penetración hacia el oeste una vez pasado el Puente del Lago General Carrera, parte oeste. Este camino se llama así debido a que aún está en construcción y es posible llegar hasta su final, frente al sotobosque.
Los planes turísticos no existen en este sector, la intervención de los glaciares por grupos de turistas, de alemanes en especial, es un gran impacto para la naturaleza. Setenta o más turistas ingresan a realizar tours no del todo señalizados y fiscalizados. Es menester hacer mención de aquello para mejorar los servicios, mas seguros, y proteger al medio ambiente del impacto nocivo que dicha actividad puede producir en el tiempo.
Lo singular de este tramo son sus cascadas naturales de aguas cristalinas que sirven al turista para hacerse una idea del tipo de zona en la que se encuentra, con muchos saltos de agua producto de las glaciaciones y lluvias permanentes. Caso aparte es llegar al mirador que está previo al termino del camino, un refugio que permite sentir de cerca el gran Campos de Hielo de San Valentín o, en su parte norte, Campos de Hielo Norte. Subir el sendero a través de un tupido bosque de lengas y helechos y observar a un gran ventisquero produce una especie de fascinación y admiración de la belleza de la naturaleza. Lo negativo es el retroceso sostenido que este brazo de hielo a tenido en el último tiempo, sus huellas están presentes al momento de observarlo. Este es el impacto del calentamiento global respecto de los glaciares y ventisqueros únicos en América, siendo la segunda reserva de agua dulce del mundo y los hielos que están a menor latitud en todo el orbe.
Ventisquero
Vista extraordinaria de naturaleza Virgen.
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Reserva Nacional Tamango
A unos cuantos kilómetros de Cochrane, hacia el este, se encuentra la Reserva de este nombre. Si bien es verano se aprecia un viento fresco que recorre el lugar. El objetivo es lograr observar al siempre esquivo Huemul. Previamente, el Lago Cochrane (binacional) muestra sus aguas azul profundo, al lado de este se encuentra un río que lleva al esperado encuentro con el ciervo y símbolo del escudo nacional. El impacto del turismo en estas latitudes no parece mermar a la naturaleza, es poco el asedio turístico, en buena hora. Ello ya que el Huemul es un animal muy esquivo y desconfiado, un tiempo considerable demoró en encontrarlos, cuando menos se pensaba aparecieron cerca del río Cochrane, entremedio de arbustos dos hembras de mediano tamaño, color café, provocan un gran suspiro de “alegría” al verlos. Maravilloso momento, singular por decirlo menos. Es preciso destacar el rol del Estado en la conservación de estos lugares y la preservación del Huemul, en particular, sin embargo, faltan recursos humanos y materiales para permitir que tanto estas como otras especies endémicas puedan sobrellevar la fatídica extinción. Según los últimos censos a los Huemules, esta reserva es una de las más importantes del país y es donde el alumbramiento se ha dado de mejor forma.
Huemules libres en la Reserva Tamango
Huemul hembra
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Hacia Parque Nacional Queulat
La Carretera Austral pasado el sector de Cerro Castillo se torna más poblada y menos “natural”. La presencia humana se hace sentir, campos y vacas asoman sus narices en lomajes que permiten una ganadería un tanto restringida, ya que las laderas de los cerros no lo hacen muy propicias. Algunas cosas que se pueden mencionar conforme al tópico natural esta rumbo al Puerto Cisnes y alrededores y, posterior, tramos del norte hacia el hermoso Parque nacional de Queulat.
Cerro Castillo
El sector costero, siempre con un sotobosque que hace estrecho el camino, permite hacer el distingo respecto de partes del área sur y este de la región. El viento tan característico en aquellas áreas se vuelve en lluvia, que sin ser de una gran cantidad tiene carácter casi de permanente. Mientras más se acerca al Queulat los helechos y el aire se confunden con el paraje casi prehistórico de estas latitudes.
Parque Nacuinal Queulat
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Entre el Queulat y el Mar
Previo al ingreso del Parque Nacional en dirección este está las famosas Termas de Puyuhuapi, en el fiordo del mismo nombre. El arco iris, la lluvia, el agua helada y la Terma son un conjunto imposible de evitar y abstraerse. Turistas de todo tipo visitan éste lugar con el único propósito de sentirse en un lugar único y dotado por la naturaleza. Ya en el camping del Parque todo es verdor y esplendor: un puente colgante conecta la entrada hacia los lugares donde se puede observar el magnífico Ventisquero Colgante de Queulat. Una caminata por un sendero que sube hacia un mirador perite observar la riqueza de su flora y fauna, donde los pájaros no temen al visitante, la lluvia y la humedad permanente contrasta con el brillo del sol, no es el trópico, sino, que se está en presencia de la única zona en el Hemisferio Sur del bosque lluvioso costero de clima templado.
Ventisquero Colgante de Queulat
El turismo sigue siendo con predominancia de extranjeros, aparecen los argentinos por primera vez dentro de los recorridos señalados. La naturaleza se presenta en su máxima expresión, la suerte es que está en Chile.
Termas de Puyuhuapi
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Homenaje a Chaiten
Atardecer: Vista de la BahĂa, frente al Canal Moraleda.
Vista de un amanecer en Chaiten
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Visite Aysen: Destacados
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