Perú en siglo xx

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PerĂş en siglo XX


Introducción •

En el siglo XX, el gran reino de los Incas se convirtió en un país con un importante desarrollo económico y político. Para no pocos historiadores de la realidad latinoamericana, la historia del Perú es especialmente la historia de un fracaso para crear la prosperidad económica. Significa el respeto a las leyes, los derechos humanos y, al mismo tiempo, la imposibilidad para establecer mínimos de igualdad y justicia en términos sociales. Según el gran historiador Marc Bloch, entender el pasado es una de las claves para construir el futuro.


Luego del serio revés producido por la Guerra del Pacífico, el país inició el siglo XX con el apogeo del proyecto oligárquico orientado a la exportación de materias primas. El modelo entró en crisis a fines de los años veinte cuando se empezó a ensayar una política económica orientada al mercado interno promoviéndose la industrialización.


Las actividades económicas se diversificaron y se consolidaron nuevos grupos sociales (clase media, proletariado urbano y campesino, estudiantes universitarios) que desafiaron el orden de la antigua clase dirigente. Surgieron nuevas doctrinas y partidos políticos que volvieron a plantearse preguntas y problemas sobre la esencia del Perú y el tipo de nación que queríamos ser: centralista o federal, mestiza o multicultural, proteccionista o abierta libremente al mundo.


EconomĂ­a a inicios del siglo xx


Valor de las importaciones y exportaciones peruanas




Política del Siglo XX. Presidentes •

Nicolás de Piérola Villena (18951901): Nicolás fue ungido como Presidente de la República el 8 de septiembre de 1895, inaugurando una nueva etapa en la historia republicana del Perú que se conoce como la Reconstrucción Nacional. Esta gestión fue notable. Convocó a los más capaces para ocupar funciones en el gobierno, sin tener en cuenta antecedentes partidarios; respetó escrupulosamente la Constitución; fortaleció las instituciones públicas e impulsó el desarrollo integral del país.


Eduardo López de Romaña (1901-1903): Constituyó su gabinete casi exclusivamente con civilistas, a lo que la mayoría demócrata de la cámara de Diputados contestó censurándolos. Se produjeron encendidas polémicas parlamentarias acerca de la obligación de dimitir o no de parte de los ministros censurados.

Durante su mandato enfrentó varios levantamientos de partidarios del ex presidente Andrés A. Cáceres. Partidas errantes de montoneros, entre los que se contaban el huanuqueño Augusto Durand, crearon perturbaciones en provincias.


Manuel Candamo Iriarte (1903-1904): Candamo aspiraba a gobernar representando a un bipartidismo civil-demócrata, pues era consciente que la tarea de gobernar era una empresa colectiva, y no, como por desgracia sucede en política, una labor caudillística. Desgraciadamente Candamo poco pudo hacer, pues casi al mismo tiempo en que asumía el poder fue víctima de una enfermedad, que lo llevaría meses después a la tumba


José Pardo y Barreda (1904-1908): se caracterizó por dar un gran impulso a la educación. La instrucción primaria en el Perú, según la Ley de 1876, dictada por Manuel Pardo, estaba en manos de los municipios. José Pardo, bajo la gestión de su Ministro de Justicia e Instrucción Jorge Polar (sucedido después por Carlos Washburn), decidió cambiar radicalmente dicha situación.


Augusto Leguía (1908-1912): Resultó ser muy turbulento, tanto en el orden interno como en el externo. En el aspecto internacional, afrontó los problemas limítrofes con los cinco países vecinos que, conocedores de las limitaciones materiales que pesaban sobre Perú después de la Guerra del Pacífico, aprovecharon la ocasión para arremeter en demanda de sus pretensiones territoriales. Enfrentó una intentona golpista que dirigieron Carlos de Piérola. Estos acaudillaron a un grupo de descontentos del partido demócrata y penetraron sorpresivamente en el Palacio de Gobierno, encontrando a Leguía en su despacho.


Guillermo Billinghurst Angulo (19121914): Buscó el acercamiento entre obreros peruanos y chilenos con la invitación que los organismos sindicales de ambos países hicieron para que, recíprocamente, grupos de trabajadores acudieran como invitados durante la celebración de las fiestas nacionales de Perú y Chile. Billinghurst fue, pues, el promotor de la acción internacional del obrerismo peruano.


Óscar R. Benavides (1914-1915): En la madrugada del 4 de febrero la guarnición en Lima bajo el comando de Benavides se pronunció contra el gobierno. Las tropas se acercaron a Palacio de Gobierno y se produjo un corto tiroteo con la guardia palaciega, que finalmente se sumó a los sublevados. Benavides obtuvo del presidente Billinghurst una declaración en la que manifestó su voluntad de negociar. Luego de unas conversaciones, Billinghurst dimitió y fue exiliado a Chile, donde murió al año siguiente. Durante la sublevación en el cuartel de Santa Catalina, se produjo el horrendo asesinato del general Enrique Varela Vidaurre, héroe de la guerra del Pacífico, que fue acribillado mientras dormía


José Pardo y Barred (1915-1919):A Pardo le tocó afrontar las consecuencias de la Primera Guerra Mundial. La guerra mundial agravó pues, la condición económica de la clase trabajadora y preparó el campo para el desenvolvimiento de la acción sindical. Las sucesivas huelgas que se produjeron durante el gobierno de Pardo tenían como exigencia el abaratamiento de las subsistencias, la implantación de la jornada de las «8 horas de trabajo», entre otras reivindicaciones laborales.


Oncenio de Augusto Leguía (1919-1930): Fue una época en que se restringieron las libertades públicas. se incrementó notablemente la dependencia hacia los Estados Unidos debido a los fuertes empréstitos contraídos a los bancos norteamericanos para realizar obras públicas; la deuda llegó a los 150 millones de dólares en 1930. Ya en las postrimerías del régimen, la crisis mundial de 1929 afectaría directamente a la población y fue el factor que aceleró la caída de Leguía.


Luis Miguel Sánchez Cerro (1930-1933): La crisis económica ocasionó naturalmente el descontento social. Ocurrieron disturbios obreros en Talara, Cerro de Pasco y La Oroya, instigados por los partidos izquierdistas recientemente aparecidos, y que fueron severamente reprimidos. En el puente de Mal Paso, cerca de La Oroya, murieron muchos obreros a manos de la policía. En Oyolo hubo un choque sangriento entre la policía y los indígenas. [Ocurrieron también conflictos estudiantiles que culminaron con la captura de la Universidad de San Marcos por los estudiantes, los que fueron desalojados por las fuerzas del gobierno ocasionando la muerte del estudiante de medicina Guido Calle, el 4 de febrero de 1931.


Óscar R. Benavides (1933-1939): Benavides gobernó bajo el lema de «orden, paz y trabajo», contando con el respaldo del ejército y de la oligarquía. Sin embargo, en el último tramo de su mandato se hizo notorio el hastío de la población. El 19 de febrero de 1939, mientras Benavides se hallaba de excursión en Pisco, se rebeló su ministro de Gobierno y segundo vicepresidente, general Antonio Rodríguez Ramírez, quien ocupó el Palacio de Gobierno.


Manuel Prado Ugarteche (1939-1945): política de solidaridad continental y de apoyo a Estados Unidos y a las democracias enfrentadas a las potencias del Eje (Alemania, Italia y Japón), durante la segunda guerra mundial. El Perú fue el primer país de Latinoamérica en romper relaciones con las potencias del Eje, y durante una reunión extraordinaria de cancilleres realizada en Río de Janeiro, a principios de 1942, fue la actitud peruana la que inclinó a los representantes de los demás países americanos a apoyar a Estados Unidos.


José Luis Bustamante y Rivero (1945-1948): Bustamante deseaba que imperara en el Perú una democracia auténtica, con reformas sociales que llegaran a todos sus habitantes. Pero desde el primer momento tuvo que enfrentar problemas económicos y sociales, como consecuencia de la segunda guerra mundial que por esos días ya finalizaba. Escaseaban los productos alimenticios; había dificultades para el desarrollo de las industrias nacionales; escaseaba la moneda extranjera, entre otras situaciones que acentuaron la crisis económica que ya se perfilaba desde el final del primer gobierno de Prado, trayendo como inevitable secuela el malestar social.


Ochenio Manuel A. Odría (1948-1956): Su gobierno see vio favorecido por una coyuntura económicamente favorable por el aumento de las exportaciones debido a la guerra de Corea. Los precios de los productos de exportación (algodón, azúcar, metales, lana) repuntaron en el mercado mundial. Ello motivó que los ingresos fiscales aumentaran notablemente, dinero que el gobierno utilizó en su programa de obras públicas, que aparte de su utilidad intrínseca, dio empleo a decenas de miles de trabajadores.


Manuel Prado Ugarteche (1956-1962): En esos años se desarrollaron mucho las migraciones de la sierra y se incrementaron las barriadas en torno a Lima, al punto de hablarse del “cinturón de miseria” que empezaba a rodear la capital. En general, Prado no hizo mucho por mejorar la situación y condición de las mayorías nacionales que continuaron viviendo en pésimas condiciones.


Fernando Belaúnde Terry (1963-1968): Hombre de la Alianza para el Progreso, conservador de carácter, respetuoso de las libertades constitucionales y de expresión, honesto como pocos en la historia del Perú, Belaunde siguió una política moderada durante su primer gobierno y emprendió algunas reformas económicas y sociales


Juan Velasco Alvarado (1968-1975): Las grandes reformas emprendidas con el propósito de cambiar la fisonomía del país agravaron la situación económica, debido a sus costos enormes. Se multiplicaron las empresas estatales, con un número crecido de empleados, que por corrupción o ineficiencia, produjeron enormes pérdidas. De otro lado, Velasco aplicó políticas económicas demagógicas, como los subsidios a la gasolina. Se empeñó también en no devaluar la moneda, en momentos en que esta medida era necesaria. Cuando finalizó su gobierno en 1975, ya no existían reservas en el Banco Central; más bien, existían las llamadas «reservas negativas».


Francisco Morales Bermúdez (19751980) : En el plano económico continuó la crisis financiera, caracterizada por las continuas devaluaciones. El gobierno buscó promover la inversión privada, tratando de recuperar la confianza de los inversionistas extranjeros; además en su gobierno se disminuyeron los subsidios. A mediados de 1976 se produjo una fuerte devaluación monetaria que obligó a suspender las garantías constitucionales y a imponerse el llamado “toque de queda” (julio de 1976). Durante meses, los habitantes de Lima debían recogerse a sus domicilios antes de las once de la noche.


Fernando Belaúnde Terry (1989-1985): El problema más grave que debió enfrentar el gobierno de Fernando Belaúnde fue el accionar de la organización terrorista maoísta Sendero Luminoso, dirigida por Abimael Guzmán. Este grupo declaró la guerra al Estado peruano en el departamento de Ayacucho en mayo de 1980. A partir de 1983, Sendero Luminoso intensificó su campaña, imponiendo un terrorífico régimen de violencia extrema en el sur andino y asesinando indiscriminadamente a miles de campesinos, profesionales, comerciantes y autoridades locales, miles de sus militantes fueron asesinados salvajemente por Sendero Luminoso.


Alan García (1985-1990): Los indicadores macroeconómicos señalan que el Perú, durante su mandato, llegó a sufrir una hiperinflación de 1 722,3% en 1988 y 2 775% en 1989. Para inicios de 1990 estos índices alcanzaron el 854% (inflación acumulada a julio de 1990). La devaluación de la moneda fue altísima y durante su gobierno hubo que cambiar dos veces la moneda oficial (sol e inti) debido a que quedó rápidamente sin valor. Ello derivó en una gran especulación y en la escasez de productos de primera necesidad.




Terrorismo de los ochentas Características

MRTA

Ideología

Organización terrorista peruana de corte marxista-leninista, fundada en 1984 e inspirada en las guerrillas izquierdistas de otros países de la región.

Objetivos

Llegar al socialismo porque creen que es la única salida a la profunda crisis del sistema imperante y para llegar a él consideran que es necesario transitar por una primera etapa.

Líderes Principales • • • • • •

Víctor Polay Lucero Cumpa Alberto Gálvez Olaechea Peter Cárdenas Shulte Néstor Cerpa Cartolin Lori Berenson

Además de la toma de la embajada de Japón. El MRTA se sirvió de asesinatos Principales acciones armadas. y atentados con coches bomba para aterrorizar a la población urbana. Al mismo tiempo, funcionaron guerrillas de este grupo en las regiones de la selva alta peruana.


Características Ideología

SL Tendencia ideológica marxista, leninista y maoísta originada en el Perú.[

Objetivos

Reemplazar las instituciones peruanas, que consideran burguesas, por un régimen revolucionario campesino comunista, presumiblemente iniciándose a través del concepto maoísta de la Nueva Democracia.

Líderes Principales

• Abimael Guzmán • Elena Iparraguirre • Carlos Incháustegui • Maritza Garrido • Laura Zambrano • María Pantoja Extremada brutalidad, que incluye violencia aplicada contra campesinos, dirigentes sindicales, autoridades elegidas popularmente, ataques a los bienes e infraestructura nacional (torres de alta tensión, carreteras, puentes, ferrocarriles, refinerías, etc.).[

Principales acciones armadas.


Alberto Fujimori (1990-2000): Su política de gobierno dependió de la asesoría del ejecutivo de los Estados Unidos y del Fondo Monetario Internacional (FMI), que enviaron especialistas para aplicar sus planes de shock económico. Es en estas circunstancias que su asesor, el ex capitán Vladimiro Montesinos, empieza a ocupar un rol preponderante en su gobierno.


Lucha contra el terrorismo •

En los inicios de su gobierno tuvo lugar una intensa campaña de atentados terroristas de la organización maoísta Sendero Luminoso (que en el campo empezaba a tener serios reveses en su guerra contra el estado) y en menor medida, del movimiento revolucionario guevarista MRTA. En Lima, la explosión de un coche bomba el 16 de julio de 1992 en la Calle Tarata, —en el distrito de Miraflores— sería la acción más sangrienta que marcaría este periodo.



A partir de diciembre de 1996, Fujimori se enfrentó la llamada crisis de los rehenes, que sería la última gran acción terrorista que vivió el Perú. El 17 de diciembre de 1996, 14 integrantes del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), liderados por el ex sindicalista Néstor Cerpa Cartolini tomaron como rehenes a unas 800 personas pertenecientes a la jerarquía política, social y económica peruana en la residencia del Embajador de Japón en Perú.


La crisis finalizó en abril de 1997, cuando en una acción sorpresiva, mediante una operación militar fueron liberados 71 de los 72 rehenes que todavía se mantenían cautivos. La acción militar denominada Chavín de Huántar, se organizó en secreto e implicó el acceso a la residencia del embajador japonés por túneles subterráneos especialmente construidos. Fue una operación muy exitosa.



Control de los medios de comunicación: Desde 1992, se le acusa de iniciar una intervención en los canales de televisión y periódicos para obtener el apoyo de éstos para su gobierno y el ocultamiento de actos de corrupción. De esta forma se sobornó a la mayoría de los directores de los principales medios de comunicación del país, con lo cual éstos fueron casi siempre favorables al régimen. A cargo de esta política estuvo el asesor de inteligencia Vladimiro Montesinos, quien sería el hombre fuerte del gobierno desde la sombra.


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