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Presentación

Reflexiones en torno a los Estudios Artísticos

Claudia Jimena Mondragón

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Durante años, la tradición de las Artes en el Distrito estuvo representada por la Academia Superior de Artes de Bogotá-ASAB. No obstante, a seis años de haberse consolidado como Unidad Académico-administrativa de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, la Facultad de Artes ASAB comenzaría a reevaluar los discursos de las disciplinas artísticas para plantear proyectos desde la inter y la transdisciplinariedad y, de esta manera, abrir el camino a la construcción de un nuevo campo de conocimiento: el campo de los Estudios Artísticos. Para dar cuenta de este proceso, fue fundamental la Maestría que lleva el nombre del mencionado campo, la cual se consolidó formalmente como el primer proyecto curricular de posgrado en la Facultad, en agosto de 2011. Con la puesta en marcha de sus primeras cohortes de estudiantes y el desarrollo de sus espacios académicos, salieron a relucir varias tensiones que también fueron evidentes en el proceso de creación de la Maestría, como el hecho de que la investigación es un proceso separado de la creación y que las metodologías más cercanas al campo de las artes son las que provienen de las ciencias sociales. Este último cuestionamiento fue clave en el desarrollo de los proyectos de investigación-creación en el campo que emergía. Las posturas críticas de lo objetivo, lo racional, lo medible, lo formal, lo academicista afloraron en cada encuentro. Empero, a partir del “Coloquio la investigación-creación en los estudios artísticos” –entendido como espacio académico que “promueve la articulación entre los desarrollos teóricos y metodológicos de las líneas de investigación que soportan la Maestría, los intereses académicos e investigativos específicos de los estudiantes y las

problemáticas y los posicionamientos propios de las comunidades académicas e investigativas que se relacionan con sus campos de interés” (Universidad Distrital, 2010, p.57)–, se logró comprender que, lejos de distanciar y separar los discursos de campos y disciplinas distintas, estos se pueden articular para tejer intereses en torno al conocimiento sensible. De este modo, se amplía el horizonte para el estudio de las artes, más allá de las obras, los referentes teóricos y los métodos. Se hace énfasis en el valor de la experiencia y de los saberes y sentires que rodean a las prácticas artísticas, en las cuales también es posible entablar relaciones con lo científico, lo social, lo cultural, lo político, lo pedagógico y lo cotidiano.

Si bien el Coloquio sobre investigación-creación en los Estudios Artísticos no ha sido el único en promover e integrar en la Maestría las reflexiones descritas, durante los años 2013 y 2014 un grupo de estudiantes, a través de esta asignatura, se atrevió a exponer su lugar de enunciación para aportar a los Estudios Artísticos. Por tanto, lo que se condensa este libro hace parte del camino emprendido para esclarecer las rutas metodológicas, las preguntas, las confrontaciones, los gustos, las sensaciones, las vivencias y las preocupaciones de quienes, desde su rol de docente, estudiante, artista y no artista, logran apropiarse un espacio de reflexión y comunicación para las prácticas artísticas y culturales más allá de la academia. En las reflexiones que se ofrecen en esta obra, se hace presente la gran riqueza que aportan sus autores, como sujetos sentipensantes que luchan por posicionar el conocimiento sensible, lo que permite ampliar el horizonte de la formación posgradual y da valor a las prácticas estéticas cotidianas, al diálogo entre saberes académicos y no academizados y a la toma de conciencia ante la realidad social y cultural. Y ello, finalmente, hace posible reconocer que la historia y las prácticas de dominación no son viables cuando existe conciencia en los sujetos de su papel en la cultura.

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