La leyenda del callejón del beso Ésta leyenda surgió de la época en la que el Bajío mexicano todavía era ocupado por españoles, ellos se dedicaban a la minería y diferentes actividades que tuvieran que ver con ella. En uno de los muchos y enigmáticos callejones de Guanajuato vivía una familia acaudalada proveniente del viejo continente. La hija de esta familia se llamaba Ana, era una joven hermosa a quien le gustaba asomarse al balcón por las noches para poder mirar la luna y las estrellas. Carlos era un minero que trabajó hasta su vejez en lo que se conoce como la Mina de la Valenciana. Como era de esperarse se trataba de un hombre pobre a quien sólo le alcanzaba para rentar un cuarto. Sin embargo, por casualidad su aposento estaba justamente enfrente del balcón de la joven española. Cuando se percataron de su existencia, quedaron prendidos el uno del otro, fue un amor a primera vista, desde la primera noche. El muchacho no tenía facilidad de palabra, pero le murmuraba canciones románticas. Como el callejón era muy estrecho, ellos podrían tocarse uno al otro con tan sólo estirar un poco sus brazos. Eso les dio la idea de poder darse un beso sin que el padre de la chica los descubriera, porque él, Don Emiliano era un hombre que le importaba lo que pensaran los demás y jamás permitiría que su hija siquiera conversara con alguien que no fuera de su misma clase social. A pesar de amarse en secreto, esto no funciono, ya que su papá los descubrió a la noche siguiente y enérgicamente dijo: – No quiero que por ningún motivo esto se vuelva a repetir. Te lo advierto Ana, si te encuentro otra vez con él, te juro que te mataré. Prefiero tener a mi hija tres metros bajo tierra que pasar por la vergüenza de ver mi apellido deshonrado. Ana no creyó la amenaza, pues al saber que ella era hija única, no pensó que su padre llegara a tomar tan grave acción. Empero, al día siguiente don Emiliano al percatarse de que su hija de nueva cuenta se estaba besando con el minero, entró a la habitación de la joven empuñando una afilada daga. Acto seguido el puñal se dirigió al pecho de Ana logrando atravesar su corazón y por ello matándola al instante. Carlos asustado y sin poder hacer nada, miró la sangrienta acción y salió corriendo, gritando, desesperado para no volver jamás.
Si tienes la oportunidad de conocer Guanajuato, un hermoso estado de la Ciudad de México, no dejes de escuchar a las personas que noche a noche cuentan más leyendas de Guanajuato como esta. Según la tradición de la leyenda del callejón del beso debes saber que las parejas que visitan el lugar, en donde ocurrió este relato de amor, tienen que darse un beso subiendo hasta el tercer escalón de la parte más angosta del callejón (el lugar está pintado de color rojo) para así tener 15 años de felicidad y prosperidad. Si no lo haces, corres el riesgo de padecer siete años de mala suerte, como si hubieras roto un espejo, pero esa es otra historia. Para los que van solos, esta “maldición” no les afecta en nada. Espero que te haya gustado ésta pequeña narración, leyenda mexicana de terror, soy Alex Senderovich, subo videos cada miércoles o jueves de cosas curiosas y los domingos subo narraciones de terror, si gustas puedes suscribirte a mi canal. Te deseo una hermosa luna y una terrorífica noche. Esta fue: La leyenda del callejón del beso
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