Se desmiente todo la pantagruélica verborrea de Martin Esparza, la cual ha tenido el objeto de crear la idea de que es inevitable que le den su tan anhelada concesión de generación de energía eléctrica y por ende la creación de una empresa, en donde el seria el dueño absoluto y con ello poder diluir todos sus latrocinios y de paso enterrar los derechos y dineros que pertenecen a 66000 trabajadores, sin importar si son o no liquidados. Y se está hablando de casi 600 mil millones que son las aportaciones de los trabajadores a las clausulas económicas que están en su Contrato Colectivo de Trabajo, y que claramente dice que cuando la empresa LyFC se extinguiera el Gobierno le tendría que regresar inmediatamente ese dinero al SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS, y de ningún modo a sus RATEROS Y CORRUPTOS LIDERES.