PARTIDO ANDALUCISTA ALGECIRAS
28 DE FEBRERO ANIVERSARIO DEL REFERÉNDUM DE ANDALUCÍA.
EDITORIAL Se conmemorara este mes el 32 aniversario del referéndum por el que Andalucía accedió a la autonomía pro el artículo 151 de la Constitución. Hoy como hace 32 años Andalucía se encuentra en una encrucijada. Como en el 80 nos encontramos atravesando una grave crisis, más bien depresión, de la que no sabemos cómo saldremos, el desprestigio de la democracia, debido a la corrupción y a la ineficacia, de sectores políticos, hace pensar a muchas personas en la necesidad de cambios sustanciales del modelo político en el que vivimos, con la necesidad de una verdadera profundización democrática que no se encuentra en la hoja de ruta de ninguno de los dos partidos hegemónico de España y Andalucía. Ante esta situación hemos querido que este boletín se centre en el análisis de la actual situación y de las propuestas de soluciones que desde nuestra formación se da. Al fin y al cabo el Andalucismo fue el primer grupo, que hablo de crisis del sistema, hace más de cuatro año, crisis que como vemos si no se corregía el camino que llevábamos acabaría en la actual depresión. Este boletín recoge cuatro Artículo, de verdaderos pesos pesados del andalucismo. Pilar Gonzales, Secretaria General del Partido hace un acertado diagnostico de la situación actual de Andalucía e instando a una refundación de la Autonomía. Ramón Sánchez Heredia, Secretario Provincial hace una reflexión sobre las soluciones para solventar la crisis en Andalucía. Rafael Rodríguez de León. Elabora un diagnostico coherente y lógico de la situación y desgrana un programa mínimo ante la actual situación. Por último hemos querido rescatar una verdadera joya de la historia del andalucismo el Manifiesto Andalucista de Córdoba escrito por Blas Infante el año 1919, que sorprende por su modernidad y actualidad.
Juan Luis Blanco Cuenca
Secretario de Formación del comité local Algeciras.
Refundar la Autonomía Pilar González Modino Secretaria General del Partido Andalucista
Hace 32 años nos dimos una oportunidad como pueblo, votándonos a nosotros mismos. Los andalucistas tuvimos un papel fundamental en la conquista de la autonomía andaluza. Tres décadas después del 28-F, la autonomía se encuentra presa de los intereses de las multinacionales de la política a las que sólo les interesa Andalucía como escenario y no como meta. Ahora, como entonces, los andalucistas volvemos a ser imprescindibles para Andalucía. El modelo de desarrollo que se ha trasladado a Andalucía no se corresponde ni con nuestra singularidad ni con nuestras potencialidades. Las maquinarias centralistas de PP y PSOE no han entendido que somos diferentes y nos han impuesto un sistema productivo especulativo e insostenible en lo económico, en lo social y en lo medioambiental. Con la explosión de la burbuja inmobiliaria, nos ha estallado el cristal del falso espejo en el que nos mirábamos. La crisis económica ha azotado a Andalucía más que a otros territorios. Padecemos la mayor tasa de paro de toda la Unión Europea, nuestro tejido industrial es casi inexistente y los autónomos y pequeños y medianos empresarios se encuentran atrapados. Los pescadores y agricultores ven que desde Bruselas o Madrid se toman decisiones que condenan a la agricultura y pesca andaluzas al cierre ,75.000 ciudadanos han sido desahuciados del espejismo desarrollista y el 55% de nuestros jóvenes están sin empleo y sin posibilidad de comenzar su proyecto de autonomía personal. La emigración vuelve a ser la única oportunidad de futuro para la juventud, repitiendo la biografía de sus abuelos. Las cajas de ahorros, controladas por PP y PSOE, financiaron proyectos especulativos en lugar de potenciar una economía pensada para producir inteligencia, talento y oportunidades. El
derrumbamiento del modelo económico de PP y PSOE, salpicado por la corrupción, no nos ha dejado nada más que desolación. PP y PSOE son partidos centralistas, estructuras de poder con sucursales en Andalucía. Sus líderes andaluces son delegados de sus formaciones políticas en Andalucía y portavoces de un modelo ruinoso. Son los responsables de haber vaciado la autonomía de contenido. Nos han robado la utopía que conquistamos el 28 de febrero de 1980, gracias a que el 4 de diciembre de 1977 salieron a la calle millones de andaluces a pedir “libertad, amnistía y Estatuto de Autonomía”. A Andalucía le sobra talento, personas trabajadoras, valientes y conscientes. Tenemos la generación de andaluces mejor preparada, capaces de utilizar su ingenio para cambiar la realidad. Podemos llegar tan lejos como nos soñemos si decidimos usar nuestra autonomía política para diseñar nuestro mañana. Tenemos que confiar en nosotros, volver a votarnos a nosotros mismos, para cambiar el curso de nuestra historia. Nos tenemos que rebelar contra el paro y reivindicar un Plan de Empleo Prioritario para Andalucía (PEPA). Si en 1812 conquistamos la libertad, doscientos años después tenemos que alcanzar la igualdad. Ser autónomos es una necesidad para edificar las bases de otro sistema productivo, que nos sirva para deshacernos de la inasumible tasa de paro. Con reformas laborales en contra de los trabajadores, sólo tendremos más parados, seremos más pobres y sin derechos. El modelo que se ha desvanecido con la crisis es el que se diseñó de espaldas a nuestro hecho diferencial y a las clases medias y trabajadoras. La autonomía nos debe servir para cimentar una economía sustentada en nuestras especificidades, para defender la educación y sanidad públicas y los derechos de los trabajadores. La defensa del Estado del Bienestar es una prioridad para los andalucistas y abogamos, para su mantenimiento, por una fiscalidad justa. Que paguen más quienes más tengan, más ganen, más contaminen o más hereden. La autonomía tiene hoy tanto sentido como hace 30 años. Las comunidades autónomas con más poder político tienen hasta tres veces menos paro que Andalucía. Las instituciones autonómicas son la herramienta para defendernos a nosotros mismos e impulsarnos
hacia el futuro desde nuestras potencialidades y singularidades. Se trata de poner en valor nuestra identidad, de recuperar la autoestima como pueblo andaluz para volver a ser libres e iguales. Refundar Andalucía es apostar por las energías renovables, agricultura, pesca, industria, innovación, investigación, desarrollo y cultura andaluza como ejes estratégicos de nuestra economía. Cambiar el ladrillo y el hormigón por la inteligencia, el talento y el respeto a nuestro patrimonio medioambiental. O lo que es lo mismo, volver a votarnos a nosotros mismos para refundar la Autonomía.
SOLUCIONES PARA UNA CRISIS RAMÓN SÁNCHEZ HEREDIA SECRETARIO PROVINCIAL PARTIDO ANDALUCISTA
No hay varitas mágicas. Eso es la verdad, pero también que se pueden aplicar medidas que cambien el rumbo de la situación socio-económica y que hubieran podido evitar, en su momento, llevarnos a donde hemos llegado. Lo primero es precisar que la crisis es sobre todo de principios y valores, incluido de estética, de ahí vienen todas las que tenemos. Ejemplos perceptibles es ver como se jubila un banquero con 60 millones de euros, el señor Rato en la caja de ahorros de Madrid ganaba anualmente 2,6 millones de euros, lo que ingresan los grandes futbolistas o lo que puede ganar en la televisión una persona por decir barbaridades por el hecho de haber estado casado con alguien, contar sus intimidades o haber estado en la cárcel, mientras que investigadores ganan miserias en becas, las rentas del mundo rural bajan o los autónomos cada vez tienen más difícil su viabilidad. Es injusto y hasta zafio, por ello decía lo de la estética, ¿para que quiere un jubilado 60 millones de euros? por no hablar de ese jugador de balonmano que tenía asegurada su vida, sin tener que pagar ni las cervezas y con buenos sueldos en empresas, por no hacer nada, y se dedica a negocios nada limpios.
Esta crisis necesita limpieza a fondo, empezando por Europa, que ya esta bien de esta Europa de Mercaderes, esta no es mi Europa, esta no es la Europa que queríamos los andalucistas, hay que acabar con los paraísos fiscales donde guardan su dinero los estafadores, los ladrones, pero de guante blanco, si, esos que no quieren pagar impuestos. Luego hay que seguir “escamondando” aquí, fuera las sociedades que pagan un 1% de impuesto, que no la tienen nadie que tiene una nomina ni tiene un comercio sólo los que manejan fortunas y acompañado todo con evitar el fraude fiscal que se eleva a 90.000 millones de euros anuales en nuestro estado.
Con esta tres cosas, que el PSOE, si ese partido que se llama de izquierda y algunos se lo creen, ha mantenido y ha dejado que crecieran, el estado tendría suficientes ingresos de todo lo que no se paga y se debería pagar en impuestos para que no estuviéramos como estamos, sin un euro ni en los ayuntamientos, ni en la Junta ni en ninguna administración pública, aparte de la corrupción donde se ha perdido bastante y que aunque se descubra, aquí nadie devuelve un euro. Saneado esto, una política de obras públicas, como acabar la autovía de Vejer a Algeciras, de apoyo a la pequeña y mediana empresa, el fomento de cooperativas, etc. podría generar el suficiente empleo como para reactivar la economía en un plazo no demasiado largo. Tenemos que tener seguro, que Andalucía sigue teniendo un tremendo potencial, en muchas esferas desde el campo, ¡¡¡cuidado con la crisis alimentaria que se aproxima¡¡¡ hasta el turismo, tiene grandes posibilidades y si hemos caído a lo más profundo de la crisis no es sino por la mala gestión del PSOE en la Junta de Andalucía que no ha vertebrado una estructura económica fuerte y viva, han perdido el tiempo, no todos que algunos lo han ganado para ellos con grandes beneficios, pues Andalucía tiene capacidad como para ser autosuficiente energéticamente, el primer pilar de un desarrollo sostenible, tiene un material humano creativo y preparado, lo único que le falta es capital, que se pudiera haber tenido si se hubiera hecho una sola caja de ahorros andaluza y no se hubiera mantenido una gestión que ha acabado hasta con las mismas. Por ello, si después del 25 de marzo hay un acuerdo entre todas las fuerzas políticas andaluzas, con el objetivo de crear empleo y activar nuestra economía, Andalucía tiene potencial para salir de la crisis y del furgón de cola en que siempre nos han mantenido los que sólo piensa en Andalucía como sucursal de Madrid, no en una verdadera autonomía.
EL ANDALUCISMO ANTE UNAS ELECCIONES PROPIAS EN EL CAMBIO DE ÉPOCA RAFAEL RODRÍGUEZ DE LEÓN SECRETARIO NACIONAL DE DOCUMENTACIÓN Y ESTUDIO
a) Esta crisis no es sólo una época de cambios sino un cambio de época
En estos momentos estamos viviendo el fin de una época y el nacimiento de otra. Los andalucistas, desde el verano del año 2007, venimos afirmando que esta crisis era estructural. El sistema global no funciona: los mercados no se autorregulan (y por tanto caen en abusos) ni se autoequilibran (y producen burbujas inmobiliarias y financieras) ni desde luego se autolegitiman. Las instituciones de gobierno global que tenemos desde hace más de seis décadas no sirven para el mundo de hoy. El riesgo global aumenta en forma de crisis
financiera,
crisis
ambiental,
pérdida
de
la
capacidad
democrática de decisión de los estados, homogenización cultural y mercantilización de la sociedad, aumento de la desigualdad relativa, social y territorial, y amenazas al estado social.
Desde un primer momento caracterizamos a esta crisis como el inicio de un cambio de época en el contexto de la globalización que ponía al descubierto en última instancia las contradicciones del sistema basado en su expansión permanente y los límites biofísicos del planeta. La demanda se había implementado artificialmente gracias a la desvinculación del sistema financiero del sistema productivo hasta que la crisis de confianza que produjo el afloramiento de las hipotecas basuras puso al descubierto el exceso de capacidad productiva, el
agotamiento de los recursos naturales sobre los que se ha basado el crecimiento, como el petróleo, y el agravamiento del cambio climático. La tendencia al estancamiento esta originando un efecto pobreza tanto en los activos de las familias como de las empresas, la inestabilidad del sistema financiero y monetario y el encarecimiento de la deuda pública y privada, con efectos muy duros sobre la ciudadanía en forma de paro, cierre de empresas, disminución de salarios, etc.
Además, los efectos de la crisis son muy distintos según los territorios hasta el punto que se puede hablar de una dualización de la economía mundial entre estados deudores y acreedores; doble velocidad en el crecimiento y exportadores e importadores, lo que está acentuando la crisis del liderazgo de EEUU y del dólar como moneda reserva; una vertiginosa redistribución de la riqueza, el incremento de la desigualdad y la pérdida de poder de las democracia frente a la oligarquía de los mercados.
Desde el punto de vista social las consecuencias de esta crisis son múltiples: hambre en determinadas zonas; movilizaciones sociales; crisis de la izquierda tradicional; aumento de la desigualdad; intentos de desmantelamiento del estado del bienestar y precarización del trabajo, todo ello en un horizonte de riesgo global.
Estamos entrando en una nueva fase de la crisis que amenaza con provocar una nueva recesión. Si se consuma esta amenaza esta vez todo será distinto: las familias, las empresas y los estados están exhaustos y carecen de “colchones” para resistir otro embate de paro
y empobrecimiento. Es necesario apostar claramente por sentar las bases de una transición económica y por el control de los mercados financieros que es lo mismo que decir que tenemos que defender la igualdad y la democracia. La Unión Europea tiene que evitar a toda costa la dualización económica de su territorio, al igual que el propio estado español y Andalucía tiene que retomar un nuevo proyecto cívico que le permita una posición autónoma para salir de la crisis.
El mundo se está moviendo ante estos cambios en muchos sitios y de muchas maneras como lo demuestra la revolución democrática en los estados de mayoría islámica, el auge de los estados emergentes, la pérdida de hegemonía de EE.UU. o la crisis del euro.
b) Andalucía está en situación de emergencia social porque el modelo económico del PP y del PSOE, impulsado desde el Estado y la Junta, ha sido un fracaso para Andalucía
La situación económica de Andalucía es muy grave y las perspectivas indican
un
agravamiento
de
la
crisis.
Por
eso
no
podemos
desperdiciar la oportunidad de estas elecciones para que Andalucía vuelva a tener voz propia para defender los intereses de la mayoría, en especial de los que más están sufriendo esta crisis: parados, trabajadores que ven peligrar su puesto de trabajo, mujeres, jóvenes, jubilados, etc.
La crisis nos afecta a todos pero como es evidente de manera muy distinta. ¿Qué pasa en Andalucía para haber llegado a un extremo en el que casi una
de cada tres personas que quiere trabajar no puede hacerlo y que más de la mitad de los jóvenes están en paro?
Esta es la pregunta clave que debe hacerse cualquier andaluz porque de su respuesta va a depender su voto. Nosotros tenemos una respuesta: porque durante estos treinta años el modelo económico andaluz lo han construido los que no creían que Andalucía era diferente y Andalucía está débil porque en sus instituciones gobiernan partidos centralistas que no trabajan pensando en Andalucía, sino obedeciendo las directrices de sus direcciones que sólo piensan en gobernar en Madrid. Y ahora lo estamos pagando muy caro. Andalucía, a pesar de haber tenido la mejor coyuntura de su historia tras la instauración de la democracia y la autonomía y la entrada en la Unión Europea, no ha tenido una transformación basada en nuestra propia singularidad sino que el PSOE y el PP, tanto desde el estado como de la Junta, han importado el mismo modelo especulativo basado en la construcción residencial, el consumo interno por un crédito barato, en la explotación intensiva de nuestros recursos naturales, la dependencia financiera, económica y política y en el clientelismo. Este modelo se ha derrumbado sin resistencia alguna ante la crisis provocando para Andalucía el mayor nivel de desempleo de toda Europa.
También al fin de la hegemonía del PSOE en Andalucía tanto por el hundimiento sin paliativos del sistema económico que ha impulsado como por la crisis política de su liderazgo errático y el afloramiento de la corrupción generada por la cultura del clientelismo. El PP quiere aprovechar el momento para explotar Andalucía. Dice que es el cambio pero todos sabemos que representa la vuelta al pasado: más
de lo mismo pero con más desigualdad. El partido de los poderosos nunca podrá ser el partido de los andaluces.
El PSOE y el PP son partidos centralistas que no han creído nunca en Andalucía.
Los
Presidentes
de
la
Junta
no
han
ejercido
de
representantes políticos de Andalucía sino de delegados del gobierno de Madrid en Andalucía. No han querido construir un modelo propio para Andalucía que se basara en nuestra singularidad, sino que el PSOE durante treinta años de gobierno en la Junta ha trasladado a Andalucía el mismo modelo que en España sin que el PP tuviese otra alternativa que sustituirlo en el poder de la Junta.
c) Desde que el PP ha ganado las elecciones se ha agudizado el ataque a nuestra Autonomía y a nuestra gente
El PP, que tiene el mayor poder en España que nadie ha tenido desde el franquismo, lo primero que ha hecho ha sido congelar el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) a pesar de que el de España es uno de los más bajos de Europa; ha anunciado la subida del IRPF y del IBI; ha suprimido la ayuda al alquiler para jóvenes; ha paralizado la aplicación de la ley de la dependencia para nuevas solicitudes a partir de 2012 y ha vuelto a introducir la desgravación por vivienda en el IRPF.
Estas medidas representan un continuismo total con lo que ha venido haciendo Zapatero: improvisación, ir a lo fácil (leña a los funcionarios por ejemplo), no tocar a las grandes fortunas y priorizar el déficit
frente al paro. Además está utilizando a UPYD como ariete contra el estado de las autonomías: UPYD lleva el neocentralismo hasta el límite y luego llega el PP y con la excusa del déficit hace el recorte real a las competencias autonómicas.
A Rajoy, después de repetir hasta la saciedad en la campaña electoral que no iba a subir los impuestos, le ha faltado tiempo
para
mostrar
que
estaba
mintiendo para no perder votos y que no va a tener pudor a la hora de cumplir obedientemente los aparentes deseos de los mercados financieros y decimos aparentes ya que esos mismos mercados que demandan el recorte del déficit ahora no van a tener problema alguno en volver a castigar a la deuda pública española cuando los niveles de paro sigan subiendo, como va a suceder con este tipo de medidas.
Las mentiras son el cáncer de la democracia porque deslegitiman a los gobiernos sobre todo si son tan rápidas y tan evidentes como éstas y como las del gobierno de Zapatero que negó la crisis, anunció “brotes verdes” o cambió diametralmente su política en mayo del pasado año afirmando que no había contradicción alguna con lo que había estado defendiendo hasta entonces. La excusa de que ha sido una sorpresa que el déficit iba a llegar al 8% es otra gran mentira porque el nuevo Presidente lo sabía de sobra ya que han sido las propias Comunidades Autónomas gobernadas por el PP las que presentan una mayor desviación con respecto a los objetivos de déficit público para el año 2011.
Estas medidas son malas para el conjunto del estado que tiene una media de paro del 21% pero para Andalucía suponen una auténtica catástrofe porque castiga a las clases populares y las clases medias, a los más débiles.
El camino emprendido por el gobierno de Rajoy va a suponer para Andalucía 100.000 parados mas con lo que se llegará al 35% y la tasa de paro juvenil en nuestra tierra puede alcanzar el 60% porque este recorte va a deprimir el consumo interno y la inversión en un momento en el que está disminuyendo la tasa de ahorro de las familias, y los mercados exteriores para nuestras exportaciones se están contrayendo, por lo que con estas medidas la demanda interna va a caer justo cuando estamos entrando en recesión lo que puede llevarnos a crecimientos negativos del PIB en 2012 incluso de hasta el 2%, lo que hará que el paro se incremente en torno al 4% más en el conjunto del estado.
d) Por un nuevo modelo productivo: queremos más Autonomía porque necesitamos más fuerza para conseguir inversiones
El modelo de desarrollo especulativo que el bipartidismo centralista ha trasladado a Andalucía no solo no se corresponde con nuestras
potencialidades y nuestras características peculiares sino que ha creado una enorme dependencia, nos ha vaciado de centros reales de poder,
ha
difuminado la
confianza en
nosotros
mismos y
a
anestesiado nuestra propia conciencia como sociedad diferenciada con una fuerte identidad propia.
La consecuencia ha sido la pérdida de poder y el paro masivo. Por eso, para Andalucía, la prioridad absoluta es la creación de empleo y no la reducción del déficit ya que aunque ambos objetivos son deseables, el segundo debe subordinarse al primero y no al contrario.
Andalucía
está
viendo
cómo
con
estas
políticas
se
está
desmantelando toda su economía productiva desde la Bahía de Cádiz a Santana. Desde empresas punteras del Parque Tecnológico de Málaga hasta los Astilleros de Sevilla.
La crisis ha destruido el espejismo del desarrollismo andaluz y ha dejado al descubierto una dura realidad: la mayor tasa de paro de cualquier
país
destrucción
de
la
Unión
medioambiental
Europea, y
dependencia
cultural,
una
económica,
Administración
desarticulada y falta de peso político.
¿Las causas? Tenemos una gran capacidad legal de decisión por nuestra Autonomía y no la estamos ejerciendo porque la hemos dejado manos de partidos que trabajan para otros. Este modelo desarrollista de crecimiento económico impulsado por el PSOE y el PP (estado, junta y municipios) en estos treinta años, ha propiciado la pérdida de nuestra identidad política, la anulación de la sociedad civil,
la falta de cualificación de nuestros factores productivos y la desprofesionalización de nuestras administraciones públicas. Mientras que el PSOE y el PP dominen Andalucía nada podrá cambiar. No podemos esperar más. El paro está arrasando Andalucía. Tenemos que reaccionar.
Andalucía necesita más que nunca tener fuerza propia. Sólo el hecho de que se hayan convocado ¡por fin¡ de forma separada nuestra elecciones de las elecciones generales, como veníamos clamando desde el principio, está dando a Andalucía un peso específico en la política de todo el estado hasta el punto de que está aplazando las medidas más duras que va a tomar el nuevo gobierno de Rajoy y que serán aún peores para Andalucía que las que acaba de tomar.
En la realidad política del Estado, sólo cuentan las Comunidades que tienen
partidos
propios
fuertes
(excepto la de Madrid que para eso ya tiene a los partidos de ámbito estatal).
Andalucía
necesita
una
potente fuerza propia que de una respuesta integral a las demandas y aspiraciones dé sus ciudadanos, que esté presente y se pronuncie en todos los foros políticos y que dé un mensaje claro y progresista ante todos los problemas de nuestro pueblo.
En estas elecciones tenemos la oportunidad de cambiar las cosas, de volverlas del revés, de que en vez de que en Andalucía sólo se escuche la voz que viene de Madrid, tengamos voz propia en nuestro propio Parlamento, porque Andalucía existe, porque la crisis va para largo y porque no vamos a permitir que sigamos siendo los últimos.
Somos la comunidad más grande, tenemos la cultura más antigua, sólo tenemos que recuperar la confianza y el orgullo. Podemos enderezar el rumbo de Andalucía si los andaluces confían en los andalucistas, en los que llevamos a Andalucía en el corazón de nuestro pensamiento.
Las consecuencias de la falta de peso político de Andalucía es que nuestra estructura productiva no ha aguantado las restricciones que ha provocado la crisis: han incentivado durante décadas una estructura económica por la que producimos menos que la media española (nuestro PIB está por debajo de nuestra población); el sector industrial está infradesarrollado y nuestra Balanza Comercial es deficitaria. Seguimos siendo un territorio altamente dependiente y, como se ha demostrado, muy vulnerable ante situaciones de crisis internacional.
Nunca los andalucistas hemos sido tan necesarios para que Andalucía pueda salir de esta situación de emergencia social a la que nos han conducido las políticas del PSOE y del PP, el sistema bipartidista centralista que está hundiendo a nuestra tierra. El compromiso de todos los andalucistas es que Andalucía vuelva a tomar la iniciativa política, superando el bipartidismo y evitando la amenaza de la instauración de un nuevo régimen, esta vez más conservador y más centralista.
El Partido Andalucista es la alternativa andaluza frente al PP y al PSOE; la alternativa que no se conforma con la realidad actual y que propone un cambio hacia la autonomía real para incrementar la
capacidad de decisión del conjunto de las personas de Andalucía, de forma tal que podamos afrontar con garantías los retos del siglo XXI.
Somos la fuerza útil
de
Andalucía, de
contenido progresista,
andalucista y ecologista, que tiene como finalidad principal la activación de la sociedad andaluza mediante su identificación con el ideal de ciudadanía andaluza; que defiende la igualdad de Andalucía en España y en la Unión Europea frente a la actual deriva asimétrica y que tiene un proyecto reformista viable para liderar y gobernar Andalucía.
Los andalucistas fuimos el único partido que denunció la crisis en las pasadas elecciones de hace cuatro años. Ahora, nuestro programa se basa en propuestas políticas para cambiar esta verdadera situación de emergencia social. Necesitamos la movilización ciudadana. La Junta tiene que dar la cara. El Gobierno central debe cambiar su política. La Unión Europea tiene que mirar al sur. La derecha no es la alternativa, no va a resucitar a nadie sino a utilizar a favor de los poderosos la debilidad social y política de Andalucía.
La sociedad andaluza necesita y esta preparada para el cambio real. El partido Andalucista, con este programa, quiere alcanzar la confianza mayoritaria del pueblo andaluz para gobernar Andalucía hacia el progreso, con mayor peso en España y en la Unión Europea, para proporcionar una mejor calidad de vida a todas las personas de Andalucía.
El objetivo fundamental de los andalucistas es conectar con los deseos de cambio de la sociedad andaluza, proponiendo un modelo integral para avanzar a través de medidas concretas.
Nuestra prioridad es el bienestar de los ciudadanos, por eso nos centramos en dar soluciones a los problemas reales como el paro, la renta básica, la educación infantil, los comedores escolares, las viviendas sociales o los centros de día para mayores: medidas que mejoran la calidad de vida. No prometemos grandes infraestructuras, faraónicos
centros
culturales
o
multimillonarias
intervenciones
urbanas, todo ello forma parte de un modelo que ha desaparecido. La mayoría de los ciudadanos no utilizarán nunca los superpuertos deportivos ni asistirá a los grandes eventos. Sin embargo, los han pagado con sus impuestos.
Es la sociedad andaluza la que tiene que querer y activar el cambio. Nosotros somos fruto de la propia sociedad andaluza. Andalucía no puede
permanecer
inmóvil:
cambiando nuestro presente.
tenemos
que
preparar
el
futuro
MANIFIESTO DE LA NACIONALIDAD. Texto acordado por el Directorio Andaluz de Córdoba el día 1º de Enero de 1919 y refrendado por la Asamblea Autonomista reunida en Córdoba el 25 de marzo del mismo año. A los representantes en Cortes, Diputaciones provinciales, Ayuntamientos, Universidades, Institutos y Escuelas, Centros Obreros, Museos, Cámaras y Asociaciones Culturales, Agrícolas, Industriales y Comerciales y a todos los habitantes del territorio andaluz: Ciudadanos andaluces: Nuestra voz quiere llenar de imperativos de vida clamorosa y palpitante el silencio de muerte de vuestras conciencias calladas; quiere fundir los espíritus de todos vosotros en un poderoso vibrar inspirado por nuestra permanente afirmación. Sentimos llegar la hora suprema en que habrá de consumarse definitivamente el acabamiento de la vieja España, la cual va a desvanecerse como una sombra antes de que concluya este instante solemne de la vida mundial: puente entre la eternidad de un pasado de locura, manchado de sangre y vestido de artificio, y la eternidad de un porvenir consciente de la finalidad creadora de la vida universal, a cuyo cumplimiento se ordenarán, con intensos fervores, las eficiencias puras de las energías humanas. Ante el fatal advenimiento de esta hora decisiva, nosotros queremos intensificar en este territorio yermo y silencioso, cementerio que pueblan espíritus apagados, nuestra labor creadora de un pueblo vivo, bullicioso y feliz, que irradie con su actividad potencialidades progresivas para las nuevas eras. Nosotros, conscientes de nuestra misión vital, invitamos fervorosamente a todos los andaluces a que, recordando como un acicate su gloriosa historia, no de guerras, sino de maravillosas civilizaciones pasadas, colaboren en la
batalla nuestra; a que sientan un anhelo intenso y poderoso de la vida propia y distinta, considerándose cada individuo factor activo de la Historia nueva; a que fundan, sin temor al sacrificio, ese anhelo de eternidad que constituye el fondo último de todos los seres, con el objeto de una posteridad triunfante, la cual únicamente podrá perpetuar la vida nuestra, depurada por el dolor, dignificada por la libertad y santificada por la justicia. Para esto requerimos a todos los habitantes de Andalucía, a fin que proclamen y de que vehemente defiendan los fundamentos siguientes: Primero: Abolición de los Poderes Centralistas. La necesidad de mantener y de fomentar a todo trance la general tensión alcanzada por los espíritus de todos los españoles durante los sucesos de junio y agosto de 1917 y durante los de marzo de 1918, así como la creada posteriormente con motivo de los últimos acontecimientos políticos nacionales, aspirando a una renovación integral de la vida española. Desperecemos del todo nuestro sueño secular. Hemos entreabierto los ojos unos instantes, entreviendo horizontes de dignificación. Hemos sentido varias veces una salvadora expectación, antecedente de una revolución purificadora. No volvamos a dormirnos en la abyección de nuestra existencia pasada. Todos los pueblos del mundo han sentido desgarradas sus entrañas y han producido dolorosamente una vida nueva. Desgárrese también la vieja España. Seamos fuerzas impetuosas, elaboradoras, en la interna agitación de una nueva vida hermana a la que va a triunfar en el mundo. Sean cuales fueren los procedimientos de que hubieren de valerse para mantener su dominio los Poderes Centralistas depredadores, estos Poderes deberán, con escarnio, ser abolidos. Declaremos a los representantes del régimen actual y sus procedimientos, incompatibles en absoluto, por su inconsciencia e inaguantable contumacia con las aspiraciones generosas de renovación. Una barrera impenetrable de intereses políticos o partidistas y plutocráticos, consustancial de la conservación de dinastías arcaicas y de oligarquías inmundas, impide el advenimiento de las nuevas condiciones, contradictorias de absurdos privilegios. Rechacemos la representación de un Estado que nos deshonra, sosteniendo regímenes arcaicos y feudales en todos los órdenes de la Administración: en la Hacienda, en la Enseñanza, en la Justicia; Poderes que mantienen Códigos sancionadores de bárbaras costumbres privadas, por los cuales la sociedad salvaje de este
territorio ejerce una tiranía espiritual mil veces peor que la económica y que la política, sobre los hombres cultos que se preguntan si este país es una patria o un establo. Declarémonos separatistas de este Estado que, con relación a individuos y pueblos, conculca sin freno los fueros de justicia y del interés y, sobre todo, los sagrados fueros de la libertad; de ese Estado que nos descalifica ante nuestra propia conciencia y ante la conciencia de los pueblos extranjeros. Avergoncémonos de haber sufrido y condenémoslo al desprecio o al perecimiento; esto es, al vacío del olvido absoluto en donde el recuerdo del malo se extingue, a esas castradas generaciones antecedentes, que nos hubieron de legar la deshonra de este Estado, por no haber concebido ni ejecutado en su inconsciencia, en su cobardía o en su maldad, el esfuerzo generoso que exigía de ellas la esperanza de una posteridad feliz. Reneguemos de los padres que despreciaron a los hijos, viviendo con la España antigua la historia estéril para el progreso humano de un pueblo inspirado por dogmas sombríos de muerte, que hiciera cruzada contra la naturaleza y la vida, forjando para España y para los españoles de hoy la prevención y el menosprecio universales. Hay que romper la secular barrera y hay que romperla ahora o nunca. Ved que, con ser ínfima la cultura y la capacitación del pueblo, es mucho menor la de los hombres representantes de los regímenes que imperan. Rechazad la tiranía del interior, la más degradante de las tiranías.
Segundo: Andalucía, libre. En todas las regiones o nacionalidades peninsulares, se observa un incontrastable movimiento de repulsión hacia el Estado centralista. Ya no le vale resguardar sus miserables intereses con el santo escudo de la solidaridad o unidad, que dicen nacional. Aún las regiones que más aman la solidaridad, como sucede a Andalucía, van dándose cuenta de que los verdaderos separatistas son ellos: los que esparcen recelos con relación a pueblos vivos, como Cataluña o Vasconia, por el delito horrendo de querer regir por sí sus peculiares intereses. ¿ Qué diríais de un individuo o de una familia o de un pueblo cualquiera, que afirmara su voluntad de vivir, de regir su patrimonio, de usar de su propia lengua, de dictar reglas
privadas para el gobierno de su propio hogar y que afirmara al mismo tiempo su deseo de solidarizarse con los demás individuos, familias, ciudades o pueblos, manteniendo la unidad o la sociedad para los fines sociales, como la representación exterior, como los servicios y negocios que no sólo a unos de ellos, sino que a todos por igual afectan ? ¿Ibais a ser tan dementes que llamaseis al individuo o pueblo que así obrara, egoísta, criminal o antisolidario?. Pues esto hacen hoy los centralitas con las regiones que quieren desarrollar su propia vida fuera de la acción negadora de un Estado incapaz. El Estado oligárquico las ataca, porque precisamente esas regiones quieren proceder a la reforma de su organización para hacer compatible la libertad y el derecho de todos y para estar representados todos dignamente. Del mismo modo calumniaron y vejaron también, esos Poderes, a Portugal, y Portugal huyó fuera del seno de la familia hispana. Esto hicieron con la América del Sur y la América del Sur repugnó la solidaridad, sustrayéndose a la tiranía de la metrópoli; esto hicieron con Cuba y Cuba buscó apoyo contra España en la libre Norte América; esto quieren hacer ahora con las regiones que llaman separatistas; enconando con respecto a ellas, odios y diferencias afectivas, antecedentes del disgregamiento. A un individuo se le encierra en una prisión y, como pueda, de ella se escapa; a una familia, como sucede en nuestros municipios andaluces, se la persigue por el cacique, se le niegan los medios de vivir con justicia y dignidad y se alejará, como tantas se alejan, maldiciendo del municipio, de la manada de hombres cobardes que tales crímenes conscientes. Con este procedimiento se desintegrarán todas las nacionalidades vivas de Hispania. No podrán contener sus ansias de libertad la acción opresora de los poderes centrales, porque éstos ninguna esencia representan y los nacionalistas de todas las regiones van movidos por una fervorosa esencia de liberación, siendo impotentes las armas y los ejércitos todos ante la fuerza avasalladora, incontrastable, que expansiona los ideales de liberación oprimidos. Andalucía quedará sola. Las demás nacionalidades van afirmándose y Andalucía se verá también en la necesidad de vivir por sí; es decir, de procurar su propia vida y progreso, si no quiere ser vilipendiada más que lo fuera hasta ahora. Andaluces: Andalucía es una nacionalidad porque una común necesidad invita a todos sus hijos a luchar juntos por su común redención. Lo es también porque la Naturaleza y la historia hicieron de ella una distinción en el territorio hispánico. Lo es también porque, lo mismo en España que en el extranjero, se la señala como un territorio y un pueblo diferente. La degeneración de Andalucía será la
de todos vosotros. Un pueblo abyecto y cobarde es un mero compuesto de individuos indignos y cobardes también. Nosotros, por esto, estamos fundidos con aquella expresión de la Asamblea Regionalista de Ronda que proclamó a Andalucía como una realidad nacional, como una patria (patria es un grupo humano que siente las mismas necesidades y ha de trabajar por satisfacerlas en común), como una patria viva en nuestras conciencias. Por eso también, queremos hacer efectiva la prescripción del artículo primero de la Constitución Andaluza, votada por la Asamblea Federalista de Antequera de 1883, que aspiró a constituir en Andalucía "una Democracia Soberana y Autónoma", la cual subvenga exclusivamente a las necesidades desatendidas de este territorio y al progreso particular de sus habitantes. Por eso nos hemos determinado a dirigir a los Poderes Centrales la siguiente petición: Los que suscriben, interpretando las aspiraciones de los andaluces conscientes, los cuales no se encuentran representados por las Diputaciones y los Ayuntamientos andaluces, Municipios caciquistas, granjas de los oligarcas de Madrid, al Presidente del Consejo de Gobierno, con todo respeto, piden: 1º.- Que al reformar la Constitución española en sentido autonómico, no se prive de este Derecho a la Región Andaluza, a la cual deberá otorgársele una soberanía igual en la intensidad a la solicitada por la Mancomunidad catalana, en su mensaje último al Gobierno. 2º.- La facultad de constituirse en Democracia autónoma, ordenadamente, organizando sus Poderes legislativos, Ejecutivo y Judicial, siguiendo para ello la orientación sugerida por la constitución para Andalucía tomada en consideración por la Asamblea Federalista de Antequera de 1883 y por la Asamblea regionalista de Ronda de enero de 1918, en la forma que acuerde una Asamblea, convocada al efecto, de los Municipios andaluces, integrada por representantes elegidos por sufragio directo.
No se rechace por extemporánea esta petición, arguyendo que no está Andalucía capacitada para usar su libertad. Este es el argumento que se usaba para defender la permanencia de la esclavitud individual, alegando que los esclavos no estaban capacitados para ser hombres libres. No habiendo sido jamás Andalucía entregada a si misma desde la conquista y dominación cristiana que vino a absorber nuestros jugos vitales y a esterilizar nuestro genio creador, no puede decirse que sea Andalucía incapaz de regirse bajo las nuevas condiciones. Cuantas veces fue libre, creó nuestra Región las únicas maravillosas civilizaciones que existieron en España. En su último período de libertad, el Andaluz salvó de la barbarie europea la cultura occidental e inspiró a Europa la civilización con que cuenta hoy en el mundo. No se conteste que para conceder la autonomía a este Región, necesitaría tener primero conciencia de su personalidad. La personalidad de Andalucía, no obstante la negación que de ella hiciera la bárbara dominación, se destaca hoy más poderosamente que la de ninguna otra nacionalidad hispánica. Para tener conciencia o visión clara de su personalidad sólo necesita de soledad para sentirla, de facultades para liberarlas. Andalucía no es un pueblo de locos y de imbéciles incapacitados. Su incapacidad no es más que el yugo caciquil a la que la oligarquía de Madrid la somete, impidiéndole pensar en una capacidad que no habría de poder ejercer bajo el yugo del cacique que Madrid le impone. La tiranía económica y política que se hubo de desarrollar desde la conquista de este pueblo, no puede parangonarse con la que pasó sobre pueblo alguno del mundo. Los andaluces oprimidos perdieron la esperanza de su libertad y aún se olvidaron de ella. Pero esto no quiere decir que, si llega el caso de ejercerla, no puedan demostrar los que después de tiranizados, vilipendiados fueron, que, si hubo un pueblo creador en España, este pueblo fue el de Andalucía, como lo patentiza su historia, enterrada por los dominadores y desenterrada hoy por muchos de sus hijos entusiastas, los cuales se sienten inspirado por la grandeza de la región. 3º.- La facultad de dicha Asamblea constituyente para poder conceder a los Municipios andaluces la autonomía más amplia. No creemos a los Poderes Centrales hoy constituidos, capacitados para variar el régimen de organización general, por lo cual, en forma alternativa, para el caso de que así se entienda por el Gobierno, pedimos que éste, dándose cuenta de su situación y del peligro que para la futura federación hispánica supondría la concesión de autonomías singulares o la actitud de ciertas nacionalidades, quienes
justamente habrán de tomar por si la libertad que se les niega, aconseje al Poder Regulador la convocatoria de Cortes Generales, en las cuales, representadas todas las regiones, puedan pactar la federación española. Córdoba a 1 de enero de 1919.
Todos los andaluces deben adherirse a dirigiéndose a los Poderes Centrales remitiéndonos su adhesión.
esta petición, directamente,
bien bien
Cuando os inciten a luchar contra las regiones hermanas, luchad por la libertad de Andalucía. Queremos libertad porque los Poderes Centrales jamás resolverán nuestros urgentes problemas. Planteados y resueltos los tenemos en nuestra Constitución de 1883.
Queremos resolver el problema del hambre en Andalucía, convirtiendo al jornalero en labrador y concluyendo con el latifundio y la barbarie de los terrenos por cultivar. Para esto, conforme a lo votado por la Asamblea Regionalista de Ronda, aspiramos a absorber en beneficio de la comunidad municipal el valor social del suelo, negando la propiedad privada de dicho valor; constituyendo con él la Hacienda natural del Procomún, asegurando la permanencia en la
posesión privada de los cultivos, edificaciones y mejoras de los terrenos y librando de toda contribución o gravamen dichos cultivos, edificaciones o mejoras, así como toda manifestación del trabajo individual sobre las tierras. Queremos que cada Municipio tenga la obligación de mantener un establecimiento de intermediación comercial de los artículos de consumo, el cual, sin perjuicio de las iniciativas privadas, vendrá a socializar así esta manifestación de la actividad, establecimientos que constituirán como cooperativas municipales de consumo. Queremos que los Municipios exploten por sí empresas de todo orden, agrícola e industriales, sosteniendo granjas y montando fábricas y talleres, dejando libre la iniciativa individual para el que quiera emplearla en estos fines. Por la municipalización del valor social del suelo y el establecimiento forzoso de cooperativas municipales de comercio y por la explotación de empresas y entidades agrícolas municipales vendríase a operar la socialización de todas las actividades, sin perjuicio de la iniciativa particular, que podría seguir desarrollando sus potencialidades. Imposible sería a un particular competir con una empresa municipal, por lo cual se operaría la socialización y quedaría al mismo tiempo libre la actividad particular y, por tanto, con incentivo para explorar los campos nuevos. Esta solución armoniza todas las creencias y es la verdadera orientación que es necesario seguir para resolver los que se consideraban insolubres problemas sociales, los cuales vendrían a quedar reducidos a problemas de administración. Queremos excitar el nacimiento de la conciencia colectiva municipal y concluir con el ominoso caciquismo:
1º.- Por la libertad económica, que vendrá como consecuencia de la aplicación de las anteriores prescripciones. 2º.- Por el establecimiento del sistema de democracias puras suizo, consagrando el derecho de petición y las iniciativas de los vecinos: por la obligación general de todo Ayuntamiento andaluz de discutir los asuntos importantes del Municipios en lugares como plaza pública, con turnos de intervención y discusión
para el pueblo. 3º.- Por la autonomía de cada pueblo o municipio, incluso para dictar, con sólo las anteriores limitaciones y el respeto a los derechos individuales, sus respectivas constituciones políticas y sus leyes electorales. Queremos crear en cada cabeza de partido andaluz, escuelas prácticas de Artes, de Agricultura y de Ingeniería, en armonía con las necesidades de la Región. Queremos dotar de absoluta autonomía a los Centros de Enseñanza; instrucción gratuita en todos sus grados y la enseñanza obligatoria impuesta son severas sanciones. Queremos que el Estado Regional mantenga un ejército de maestro y profesores, con pensiones periódicas en el extranjero, los cuales sirvan las escuelas y Centros docentes de la Región, aportando a ellos los alientos civilizadores de Europa. Queremos que el Estado Regional mantenga un ejército de médicos e higienistas, que cuiden de la salud de los necesitados y velen por la salubridad de los municipios y de la Región. Queremos la reforma de los Códigos arcaicos españoles, amoldándolos al carácter andaluz y a la expansión de los espíritus libres. Queremos dignificar a la mujer esclavizada pro un bárbaro Derecho que tuvo en Roma su inspiración y que repugna al genio humano y generoso de Andalucía, la cual, cuando fue libre, aún bajo el régimen musulmán, dotó a sus mujeres de consideraciones, libertad y respectos similares a los que hoy gozan en los países más progresivos del mundo. Queremos reconocer conforme los artículos 14 y 15 de dicha Constitución, la independencia civil y social de la mujer. Toda subordinación que para ella establezcan las leyes quedará derogada desde la mayoría de edad. Queremos la justicia gratuita y la derogación de las leyes procesales civiles actuales y su sustitución por el arbitraje obligatorio y el establecimiento de un cuerpo de Magistrados asesores, encargados de los Registros civiles de personas o cosas. Queremos el establecimiento de los Poderes Legislativos, Ejecutivo y Judicial, conforme a lo prescrito en dicha Constitución, a saber:
Cámara legislativa compuesta de diputados de población y profesionales o de clase. Ministros designados por el Parlamento. Poder Judicial independiente, a cargo de un Tribunal Supremo. Andaluces: Para esto queremos nuestra libertad; para hacer de Andalucía un pueblo como siempre fue; el más civilizado y feliz de Europa, el cuerpo de ejército más esforzado de los creadores de la civilización o de la vida. Tercero: La Federación Hispánica. Con ello ganará Andalucía e Hispania. Amamos la hermandad con todas las nacionalidades peninsulares, incluso Portugal, que sólo formarán con las demás una potente superación, cuando todas ellas sean libres dentro de la unidad; como lo son los Estados alemanes, dentro de la Federación alemana; como lo son los Estados americanos dentro de la Federación de los Estados Unidos de la América del Norte; o de los Cantonales suizos dentro de la libre Federación helvética. Libertad y Federación, para el fin progresivo de todos los pueblos del mundo. La consagración de este principio ha sido el alumbramiento gigantesco de la guerra mundial. Ved que no puede existir unidad o solidaridad sin amor, ni amor sin respeto mutuo o libertad. Ved que la España uniformista nació muerta porque se fundó sobre la negación de los jugos vitales privativos de las nacionalidades hispanas, que constituyeron el alma potente de la España federada. Desde entonces, desde hace cuatro siglos, la nacionalidad española fue una sombra de nacionalidad, flotando sobre un territorio inerte, inicuamente explotado por dinastías extranjeras, con la rapaz colaboración de caciques y de oligarcas. Andaluces de todos los campos y partidos: Venid a esta labor, los hombres de ideas más opuestas, unidos por el ideal de una Andalucía grande y redimida. Invocamos a todas las clases, principalmente a las obreras, que tienen la fuerza reformadora del Poder a la orden de su voluntad; a todos menos a una pseudo intelectualidad andaluza y española, de espíritu castrado y de alma cobarde, que abdicó el rango de clase dirigente y sólo sirve para entorpecer la ideación generosa y la valiente acción. Y decimos a las clases acomodadas: Ved que en el orden político y social ofrecemos ordenadamente los avances de una fatal evolución. Ved que el hambre del pueblo ruge; que su organización está ya
operada en casi todos los pueblos andaluces; que todos los obreros se encuentran ya asociados por la intensificación en estos últimos tiempos del hambre y de las nuevas auras de liberación. Si no os apresuráis a hacer justicia, llegará el día luctuoso en que se liberarán rencores en ineluctables venganzas. Y decimos a los obreros: El último Congreso Socialista ha votado la defensa de las autonomías regionales y locales y del principio federativo. La democracia trabajadora de Oriente, organiza la República federal rusa, constituida sobre la base de la libre federación de las regiones o nacionalidades, organizadas en soviets regionales y locales. Sindicalistas: Venid a defender con la liberación de la Tierra el medio único que tenéis de ensayar su explotación por los sindicatos obreros y con los establecimientos de intermediación mercantil municipal, el medio único que también existe de explotar esta manifestación de la actividad humana en beneficio de todos, por lo que vendría a ser un Sindicato municipal. Vengan los obreros, sobre todo los campesinos, a defender la aplicación del sagrado principio de tierra y libertad. Nuestra voz convoca principalmente a los rudos pastores de las serranías para que vengan a formar el ejército liberador de Andalucía, con los famélicos de las campiñas acotadas. Campesinos andaluces: Sois los conductores de la Andalucía pura en las ciudades se vino a mezclar su sangre con la de extraña gente. Vuestra historia es la historia de Andalucía. Vuestros padres, hicieron de esta triste patria nuestra un vergel delicioso, en donde los más deleitosos frutos estaban de balde; en donde todo el mundo sabía leer y escribir, presidido este vergel por la gloriosa ciudad desde donde os dirigimos nuestra voz: por Córdoba, la ciudad que condensó el espíritu andaluz, acumulándole en ochenta Universidades y Bibliotecas ingentes, como no existen en la España de hoy; prodigándolo generosamente a Europa, cuya civilización vino a iniciar. De aquí salió el espíritu que fundó las Universidades europeas. Aquí la civilización tuvo asilo inexpugnable, acosado por la barbarie medieval. Y vino esta barbarie a dominar por fin a Andalucía. Y, entonces, los dominadores se repartieron en grandes porciones el suelo de la patria y expulsaron a nuestros padres, generosos y creadores, a las playas inhospitalarias del África hosca y redujeron a los que quedaron a abdicar su genio rebelde y creador, encerrándole como esclavos en esas ergástulas que llaman gañanías, en donde pena aún su martirio la Andalucía jornalera, la verdadera y triste Andalucía.
Los caciques territoriales y políticos, por medio de la desamortización, por medio de contribuciones, vinieron a completar la obra de arruinar al pequeño labrador que cultivaba intensamente sus tierras, creándose así, junto a los estados de los nobles, los modernos latifundios. Mienten quienes digan que Andalucía ríe. La risa de Andalucía es la mueca del genio enloquecido por el martirio, debilitado por el hambre; de un genio que tuvo y tiene por fondo un optimismo creador; una santa alegría de vivir, caricaturizado hoy por una larga tragedia de miseria y sufrimiento. Es cien veces más horrible que el llanto, la risa trágica de la degradación. Andalucía no ríe, llora. Llora al ver sus hijos, tambaleándose de hambre y de dolor, emprender el camino amargo que a la emigración conduce, buscando tierras que ella no puede darles, porque entre unos cuantos señores la esclavizaron; llora cuando percibe a sus niños jornaleros que atisban con ansia un pedazo de pan, consumida la niñez en las rudas faenas del campo; llora cuando contempla a sus mujeres jornaleras, implorar en los hogares desolados, guaridas de la miseria y de la muerte, en los tristes días de invierno, y a sus evocaciones no se responde con el alimento que la prostitución les dona por la mano de señoritos casineros, dueños de la tierra y herederos de los nobles haraganes; llora cuando les ve deformándose los cuerpos juveniles en bestiales faenas campesinas, impropias aún de hombres fuertes; llora cuando cuenta el noventa por ciento de su población esclavizada por el bárbaro latifundio; cuando en ese noventa por ciento de jornaleros, ella misma se contempla, humillada y hambrienta, en la sucia gañanía. Dicen que los cantares andaluces son evocaciones a la muerte: ¿qué otro refugio que la deshonra y la muerte dejaron a esta diosa excelsa humillada, que se llama Andalucía? Andalucía no ríe: llora. Los españoles no lo ven; los extranjeros sí. Campesinos andaluces: El escándalo de vuestra existencia miserable ha pasado la frontera y, pregonado por escritores extranjeros, es la vergüenza más trágica de España y de Andalucía. ¡Arriba los corazones! ¡No emigréis, combatid! La tierra de Andalucía es vuestra. ¡Recobrad la tierra que vino arrebataros la dura dominación! ¡Perezca la gañanía y tenga Andalucía un hogar riente y feliz en la granja limpia de los estudiosos campesinos! Sois vosotros los que habéis de redimiros. Vuestra redención es la de la patria nuestra. Organizaos al requerimiento de nuestra voz. No os constituyáis en banda desorganizada, sino en ejército regular.
Andaluces todos: La hora ha llegado de reanudar vuestra interrumpida historia. Andalucía es Bética que produjo para la humanidad los mejores hombres de ciencia y los emperadores más humanos y filósofos; es el andaluz que salvó la civilización del mundo, creada por la primitiva Andalucía. Sed dignos de la grandeza pasada. Organizaos, y como los andaluces de 1835, por la Junta Regional de Andújar, imponed la reforma de los Poderes Centrales españoles; tomaos vuestra propia libertad; acordar las medidas de vuestra propia redención y sed el pueblo más eficiente en los Estados Unidos de España. Sea vuestro grito de combate y de victoria: ¡Por Andalucía, por España y la Humanidad!. Córdoba, 1 de enero de 1919.