Alain Touraine. Condiciones Para la Posmodernidad. Zona Erógena. Nº 7. 1991.
CONDICIONES PARA LA POSMODERNIDAD ALAIN TOURAINE
Alain Touraine es profesor en la Universidad de Nanterre y director del EHESS (Ecole des Hautes Etudes en Sciences Sociales). Tras el exceso de plenitud del '68 viene el exceso de vacío posterior al' 73/' 74 con la crisis económica, con el fin de la "vida fácil" que habían disfrutado los intelectuales. Es sorprendente que el movimiento estudiantil y universitario esté, desde hace cuatro años, en descomposición. Es sorprendente el fenómeno de los nuevos filósofos. El marxismo era algo sagrado y ahora ha sido profanado. Los soldados han entrado en las iglesias y se han comido las hostias. Ahora -aunque se esté contra los nuevos filósofos, y yo lo estoy- ya no se puede hacer nada: el marxismo ha sido desacralizado. Esto es fundamental. Y de ahí esta situación de vacío. El centro se ha desplazado. En otro tiempo, el punto neurálgico era la fábrica, porque era el lugar en donde se efectuaba el dominio del organizador sobre el organizado, del dueño y el patrón sobre el trabajador. Hoy la relación de clase se ha desplazado y el dominio lo ejerce un aparato sobre una población. Para mi el verdadero problema es que el '68 no fue una revelación pero posibilitó un desplazamiento simbólico, afectivo. Nos hizo pasar de un siglo a otro. Y en este nuevo siglo, igual que cuando cambiamos de piso, todo está en desorden. El '68 fue la última gran jornada revolucionaria del siglo XIX, el momento en que el porvenir fue teóricamente promulgado. A continuación, la coyuntura se descompuso. Todos estamos viviendo esta descomposición. El problema consiste en saber si sólo viviremos la descomposición de la coyuntura o si podremos vivir la recomposición de la nueva estructura, cuyos elementos fundamentales fueron introducidos en el '68. Precisamente porque la historia ha criticado al '68, todo el campo político, todo lo que está en juego, debe reconstruirse en función de este movimiento. En estos últimos años mi análisis ha evolucionado. Hoy, mi opinión es que el ' 68 fue, si se me permite usar una expresión arriesgada, un episodio excepcional. Su importancia deriva de la coincidencia, en Este documento ha sido descargado de http://www.educ.ar
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un determinado momento, de una serie de hechos, y no de una necesidad social. Lo que produjo la unidad del '68 fue la asociación histórica de varios factores que después se separaron. El primero de estos factores era el obrerismo, algo parecido al populismo de la intelligentsia rusa, que fue el factor que yo viví más intensamente. El segundo fue: el discurso de la modernización, de la liberación. Y el tercer factor fue el surgimiento de nuevos movimientos sociales. El' 68 fue, pues, la alianza coyuntural de estos tres factores. Y lo que los alió entre sí fue el gaullismo. El gaullismo era el resultado del acoplamiento entre un fuerte desarrollo económico y un gran coservadurismo social y cultural. El obrerismo, la brecha cultural y los nuevos movimientos sociales siguieron su propio camino, separándose cuando los acontecimientos produjeron su explosión. Hoy el problema es el de una recomposición no coyuntural, sino estructural: pero no es posible revivir la herencia del "68 si no se renuncia a la configuración que la produjo. Para hablar con franqueza: el verdadero problema de los últimos diez años es la ruptura con el obrerismo. Y aún diré más: lo que no podemos evitar, ni en el plano histórico ni en el práctico, es la ruptura -no la oposición, sino la ruptura con el movimiento obrero. Debemos hablar brutalmente... Los nuevos movimientos sociales que, en el plano teórico, pueden recoger la herencia del movimiento obrero deben oponerse a él del mismo modo que el movimiento obrero se opuso al parlamentarismo. Se equivoca quien piensa que el '68 representó la muerte política del althusserismo. El verdadero reinado de Althússer, que fue una especie de terrorismo intelectual, se sitúa entre el' 69 y el ' 72, cuando en la Universidad era absolutamente imposible emplear otro lenguaje. Luego, en un par de años, desapareció. Fundamentalmente, a causa de la crisis económica. En el plano intelectual fue destronado por Micheal Foucault, un gran intelectual que, hablando de cosas concretas, se atreve a decir: "le marxisme, je 1'enmerde". Al mismo tiempo, la pompa de jabón maoísta reventaba y de ella salían los nuevos filósofos, que acaban contraponiendo la sociedad al Estado de repente, lo que hasta aquel momento había sido una sociedad, un mundo obrero, socialista, se convierte en un simple Estado. Y hoy ya sólo hablan del Gulag. Volviendo a lo que decía: el problema es el fin del movimiento obrero, en un mundo de la práctica social que se ha convertido en un mundo de la práctica política. Por consiguiente, la cuestión esenciales Este documento ha sido descargado de http://www.educ.ar
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que nuestra sociedad esta teóricamente "desocupada" mientras nuestra propia realidad social ni siquiera es pensada. Este vacío produce, naturalmente, movimientos sociales completamente ambiguos desde un punto de vista político.
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