Las finanzas agrícolas y rurales en América Latina

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LAS FINANZAS AGRÍCOLAS Y RURALES EN AMÉRICA LATINA



Este documento fue presentado en la Conferencia Internacional sobre Mejores PrĂĄcticas en Finanzas Rurales y AgrĂ­colas, organizada por The African Rural and Agricultural Credit Association en Kigali, Ruanda, del 1 al 3 de agosto de 2016.



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LAS FINANZAS AGRÍCOLAS Y RURALES EN AMÉRICA LATINA unque nunca ha sido fácil financiar el agro, particularmente a los productores de pequeña escala, el problema central de la falta de acceso al financiamiento radica en la existencia de riesgos inherentes a la naturaleza de esta actividad –variabilidad de precios y recurrencia de fenómenos climáticos y eventos extremos–, de riesgos derivados de las condiciones en que se desarrolla y de la calidad de los recursos requeridos, particularmente de los recursos humanos. Asimismo, la inexistente o deficiente calidad de la infraestructura y servicios públicos en el sector rural, la pobreza de los recursos humanos debido a la carencia de una educación de calidad, los problemas de dispersión geográfica y atomización de las propiedades agrícolas en pequeñas extensiones, la indefinición de los derechos de propiedad por la falta de títulos de propiedad, la convivencia de una diversidad de unidades de producción con diferente nivel de tecnología y de ingresos, insuficientes sistemas de seguros y garantías, entre otros.

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En estas condiciones, las instituciones financieras, en particular los bancos de desarrollo que son quienes se acercan más al pequeño productor, tienen que reunir toda su experiencia a fin de afrontar los problemas y desafíos de este sector, tanto en su dimensión económica como en la social, y

movilizar mayores recursos financieros para evitar perjuicios a las unidades productivas y a la población rural. Paralelamente a lo que podríamos llamar la agricultura tradicional, se ha desarrollado un sector agrícola moderno, tecnificado, competitivo, enfocado al mercado externo, selectivo, y de pequeñas producciones orientadas a nichos de mercado exclusivo de productos orgánicos, o que ingresan a los mercados internacionales en épocas del año de baja oferta.


5 Por otra parte, los Estados vuelven la mirada al sector agrícola y rural por 3 razones. La primera está relacionada con la política macroeconómica de los países, debido a la importancia que este sector tiene en el déficit externo de la balanza comercial; la segunda obedece a un tema mucho más delicado, como es la seguridad y la soberanía alimentaria; y la tercera a que generalmente los sectores de extrema pobreza están ubicados en zonas rurales.

Todo ello hace que, si bien la inversión y el crédito haya llegado a los países de América Latina y el Caribe, no han fluido hacia el sector agrícola. La participación del crédito agrícola respecto al total pasó de 11% en 1990 a 8,57% en 2000, y 8,3% en el 2009, para volver a aumentar a 9,23% en el 2013.

I. FUNCIONES DE LA BANCA DE DESARROLLO AGRÍCOLA esde los años noventa ha tenido lugar una profunda transformación del sistema financiero rural, que paulatinamente se ha ido reconvirtiendo en un nuevo modelo de financiamiento. Este nuevo modelo de mercados financieros rurales reconoce la existencia y contribución de una banca pública adecuadamente diseñada y que sirve al sector rural en variadas

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Una característica común de la banca agrícola es que se prioriza al pequeño productor, porque en América Latina la pobreza es más acentuada en las zonas rurales, el nivel de competitividad es bajo y el crédito agrícola es limitadO.

modalidades. Por ejemplo, brinda atención al desarrollo de la sostenibilidad de las instituciones financieras rurales y al fomento de una intermediación financiera basados en la provisión de servicios orientados por la demanda, lo que incluye facilidades de depósitos y créditos tanto para actividades agrícolas como para las empresas rurales no agrícolas. El modelo reconoce también que la provisión de servicios financieros no es necesariamente el camino más rápido y más eficiente para mejorar los ingresos o reducir la pobreza de las poblaciones rurales, por lo que debe ser complementado con servicios no financieros y otras importantes medidas gubernamentales. Tanto el enfoque prevaleciente hasta los años ochenta que abogaba por la intervención directa del sector público en la movilización de fondos hacia el sector rural a través de instituciones financieras públicas mediante tasas de interés subsidiadas, así como el enfoque aplicado luego hasta la crisis financiera internacional del 2008, que cuestionó la participación directa del Estado en los mercados financieros y que privilegiaba al mercado como mecanismo asignador de los recursos, no tuvieron éxito en la solución del acceso al financiamiento rural, en particular el de la pequeña agricultura. Esto llevó a repensar ambos


6 enfoques, que en ningún caso significó una vuelta al pasado sino más bien a una actitud más reflexiva para redefinir el rol del Estado sin interferir en la acción del mercado, y si más bien a estimular el desarrollo de los mercados financieros rurales. En general, los bancos públicos promueven y lideran acciones de fomento al desarrollo económico y social apoyando las iniciativas gubernamentales y privadas en su campo de actuación a través de planeamiento y de apoyo técnico, institucional, financiamiento, capacitación, información y asistencia técnica a los productores y empresas vinculadas al sector agrícola. Cada país, de acuerdo a su realidad particular, determina las actividades o productos así como el tipo de productores (pequeño, mediano o grande) dentro del sector que prioriza apoyar. Una característica común es que se prioriza al pequeño productor, porque en América Latina la pobreza es más acentuada en las zonas rurales, el nivel de competitividad de la agricultura es bajo y la oferta de financiamiento es muy limitada. Bajo este enfoque la banca de desarrollo en general, y la orientada al sector agrícola y rural en particular, tiene cuatro funciones esenciales que cumplir: • Crear y desarrollar mercados financieros agrícolas y rurales. Lo hace actuando directamente (en la modalidad de primer piso), con una gama de servicios financieros y no financieros impulsados en conjunto con otros actores relacionados al sector –proveedores, entidades de gobierno, entre otros–, o fomentado y fortalecimiento el desarrollo de intermediarios financieros bancarios y no bancarios para que orienten recursos al financiamiento del sector agrícola y rural, actuando siempre en complementariedad con el sector financiero privado.

• Corregir fallas de mercado. En algunos casos los mercados no existen o si existen estos no funcionan adecuadamente, discriminan a cierto grupo de productores, proyectos o territorios. Entonces, el banco de desarrollo tiene que generar los instrumentos que corrijan dichas fallas a fin de atender a estos segmentos. • Actuar como asesor, orientador y soporte de la política pública en el ámbito del financiamiento agrícola. Se reconoce que el banco de desarrollo es parte del gobierno, es una herramienta para la ejecución de las políticas que este determina y es, en ese sentido, que en varios países participan en la elaboración de las políticas para poder ser una herramienta del gobierno compatible con sus actividades. Cuando no existe este alineamiento entre lo que deciden las políticas y la actividad del banco, tiende a distorsionarse su mandato. • Cumplir un rol contracíclico en la provisión de financiamiento de manera integrada en un conjunto orgánico de medidas y acciones. Claro está que complementariamente con el sector privado, para así asegurar la sostenibilidad de los flujos de financiamiento. Ello también implica que trabaje en el desarrollo de productos y una red de intermediarios, particularmente no bancarios, para que en situaciones de repliegue de la banca comercial privada pueda responder de manera rápida y efectiva e inyectar liquidez al campo. Al mismo tiempo, requiere de la necesaria cooperación de las fuentes de financiamiento internacional para captar recursos de largo plazo; así como de la coordinación con los distintos agentes financieros nacionales. Estos objetivos primarios pueden tener como propósito último un rango de prioridades a ser establecido considerando su impacto


7 en las siguientes áreas: (a) La generación de empleo, (b) la seguridad alimentaria, (c) la protección de los recursos naturales, (d) la generación y/o ahorro de divisas, (e) la producción de la materia prima para la industria, (f) la capitalización del sector, (g) la modernización del sector, vía financiamiento de largo plazo para inversión en tecnología; (h) el desarrollo equilibrado del país por

cuanto existe una dispersión geográfica del desarrollo. También puede tener como prioridad el impacto que dichas acciones tengan en reducir la migración del campo a la ciudad.

II. CARACTERÍSTICAS E IMPORTANCIA DE LA BANCA DE DESARROLLO

l 2014 fue otro año de crecimiento de la banca de desarrollo, tendencia que se observa desde el año 2003. En un contexto económico marcado por la incertidumbre mundial, los resultados alcanzados mostraron el crecimiento de los activos totales a US$1.7 billones, monto mayor en 3.7% al nivel alcanzado el año 2013. La cartera de préstamos en el 2014 fue de US$972 mil millones, que representa un incremento de 10,2% en relación al año 2013, muy superior al año 2012, que apenas fue de 0,6%. El resultado pone en evidencia que los bancos de desarrollo no solo se enfocaron en cumplir una función anticíclica activa, pues su accionar durante el 2014 continuó con gran dinamismo.

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En la cartera de créditos a nivel sectorial, se observa que los principales receptores de financiamiento de los bancos de desarrollo son el sector agropecuario y rural (incluye agroindustria y agronegocios), que se vio favorecido con 25,7% de los préstamos totales. En segundo orden, el sector de vivienda y construcción con 18,9%, y en menor medida los sectores de comercio con 12,2% e industria manufacturera con 11,1%. La diversificación sectorial de la cartera de créditos está en correspondencia con la orientación preponderantemente multisectorial de los bancos de desarrollo,

lo cual coadyuva como mecanismo de mitigación del riesgo crediticio. Por ejemplo, algunos bancos agrícolas y rurales que, además de diversificar por cultivo y región, ya no solo se concentran en financiar esta actividad sino que también abordan otros ámbitos relacionados como el de vivienda rural, microfinanzas o turismo rural. De manera muy similar, han creado mecanismos de financiamiento como las cadenas productivas y de proveedores o productos complementarios como los seguros, para compartir o diluir los riesgos propios de concentrarse en un sector o segmento productivo. En términos de plazos, la cartera de créditos es mayormente de mediano y largo plazo: 62% de total. En el caso de los bancos que actúan predominantemente en el modelo de


8 recursos de manera directa, a fin de cumplir con sus programas de financiamiento, convirtiéndose en bancos mixtos. Por ejemplo, en años recientes la Corporación Financiera Nacional (CFN) del Ecuador y el Banco de Desarrollo Productivo (BDP), de Bolivia, pasaron de operar como bancos de segundo piso a ser mixtos.

“segundo piso”, se aprecia que en 2014, su cartera de mediano y largo plazo fue muy importante, representando el 72,8% de la cartera total. En contraste en los bancos de primer piso los créditos a mediano y largo plazo fueron el 57,2% de los créditos totales. En cuanto a la modalidad operativa se observa que una mayor proporción de bancos de desarrollo está actuando en el primer piso y en menor medida tienen carácter mixto, tendencia que se viene afianzando en el último decenio. En 1998, la banca de primer piso representaba el 50%; en 2004, el 65%; y ahora la participación de los bancos de primer piso llega al 63%. Por su parte, los bancos de segundo piso representan el 27%, luego de representar el 31% en 2004. En términos de activos, los bancos de primer piso y los bancos mixtos representan el 91.2%. Ello se explica por la preferencia mostrada por los bancos comerciales de colocar sus propios recursos antes que los de la banca de desarrollo, situación que se hace más crítica en épocas de crisis, y que dio lugar a que algunos bancos de desarrollo de segundo piso replanteen su modo de operación pasando a colocar parte de sus

A nivel nacional, la importancia de la participación de la banca de desarrollo se constata por su significativa participación en la cartera de créditos de los sistemas bancarios de sus respectivos países. Así, en países como Argentina, Brasil, Costa Rica, Ecuador y República Dominicana, representan entre un 37,6% y un 61,9% del crédito bancario; mientras que en Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Honduras, y México, dicha participación oscila entre el 10,3% y 18,7%. La información de 15 países nos muestra que en el 2014 respecto al 2012, la participación promedio de la banca de desarrollo en la cartera de crédito disminuyó 1%, llegando a representar el 21,2%. Igualmente en depósitos disminuyó en 3,1%, pasando de 23,2% al 20,1%. En activos el promedio fue de 22,1% y en patrimonio 26,9%.


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III. VISIÓN DEL FINANCIAMIENTO n el sector rural convive una diversidad importante de unidades de producción con diferente nivel de ingresos. Frente a ello, el desarrollo agrícola y rural implica contar con un sistema financiero especializado, eficiente y sostenible, que sea parte de una estrategia de desarrollo nacional, pues el financiamiento no es la única solución para sacar adelante al sector. Las políticas de financiamiento, en particular las orientadas a los pequeños productores, enfatizan soluciones por el lado de la oferta y la demanda; así como ofrecer soluciones para el acceso al sistema financiero a través del financiamiento o los depósitos de ahorro. Sobre esto último se ha puesto muy poca atención.

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La solución de los problemas del agro debe ser integral, acompañada de asistencia técnica, apoyo tecnológico, capacitación en servicios administrativos de organización y comercialización, incluida la alfabetización de los productores del sector rural. Igualmente, la asesoría para su vinculación y aseguramiento de mercados es una de las partes más importantes de las acciones con los productores. Si la producción no tiene garantizado el mercado, la actividad agrícola y rural resultaría inviable, y por tanto cualquier acción de apoyo sería insostenible. Los actores que participan o tienen relación con el medio agrícola y rural están avanzando en actuar de manera concertada u organizada, uniendo esfuerzos y conocimientos para diseñar soluciones que permitan atender, desde su propia especialidad, los distintos aspectos en los que precisan ser apoyados los productores. Se trata de los siguientes actores: proveedores de insumos, entidades financieras, proveedores de asistencia técnica, entidades públicas y privadas compradoras de la producción agrícola y

El desarrollo agrícola y rural implica contar con un sistema financiero especializado, eficiente y sostenible, que esté integrado a una estrategia de desarrollo nacional.

rural, entidades públicas, extensionistas, ONGs, empresas de seguros, entre otras. La innovación y modernización tecnológica es un tema vital. Por el lado de los productores, resalta la necesidad de innovación e incorporación de nuevas tecnologías en el campo, la producción, la gestión y la comercialización. Lo mismo se exige por el lado de los bancos de desarrollo. La adaptación de tecnologías de la información y el uso de plataformas de internet para viabilizar productos innovadores permite la reducción de costos y una mayor masificación de los servicios financieros. Un ejemplo concreto son los programas de tarjetas de crédito del BNDES y el Banco do Brasil, el Banco Nacional de Costa Rica y los Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), que facilitan la realización de operaciones de compra y venta de insumos, maquinaria y equipos a través de internet, así como la aprobación y concesión de créditos direccionados hacia los fines indicados y sin filtraciones hacia otras actividades no relacionadas con la


producción agrícola y rural. Otra muestra de ello son los cajeros automáticos en dialectos indígenas de Guatemala y México, que facilitan el acceso de la población rural a los servicios financieros Igualmente relevante es fomentar el desarrollo y fortalecimiento de redes de intermediarios financieros no bancarios, toda vez que estas

entidades han demostrado que pueden ser buenos socios estratégicos de los bancos de desarrollo a fin de lograr el objetivo de llevar servicios financieros a los sectores rurales y de más bajos ingresos. Como parte de este fortalecimiento es necesario optimizar el gobierno corporativo y las buenas prácticas de gestión en las instituciones financieras no bancarias.

IV. TENDENCIAS PARA LA BANCA DE DESARROLLO AGRÍCOLA al como lo afirma Bitar (2013)1, al examinar diversos estudios relacionados a la prospectiva, se aprecia que existe una coincidencia entre ellos. En ese sentido, un estudio realizado por KPMG International titulado «Future State 2030», analiza las megatendencias que tendrán enormes implicancias en el mundo de los negocios y la economía. Estas megatendencias están relacionadas al papel que las economías emergentes están teniendo en la economía global a partir del incremento de la clase media, una nueva ola de avances en tecnologías de la información que tendrán implicancias en el sector laboral (disrupción digital), además del reto que representan la mayor esperanza de vida y la baja tasa de natalidad para la solvencia de los sistemas de salud.

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Los gobiernos y las empresas necesitan estar preparados para las megatendencias globales, que están definiendo la nueva dinámica global y que exceden cada vez más el límite de los recursos y la capacidad

económica mundial. A continuación, referimos algunas de las principales megatendencias que se relacionan más con el sector agrícola y rural 2: Nueva ola de tecnologías: Si existe una fuerza que atraviesa todo con la promesa de cambiar el mundo y generar enormes ganancias, es la disrupción digital. La robótica, la inmunoterapia, las impresoras 3D, la inteligencia artificial, el turismo a las estrellas o la aldea global enlazada a través de 2 mil millones de conexiones móviles de banda ancha. Sin duda, la tecnología transforma la existencia, porque afecta a todos los negocios y a todas las relaciones humanas 3. El científico australiano Stefan Hajkowicz 4 advierte en su libro «Global Megatrends: Seven Patterns of Change Shaping Our Future» que nuestro mundo enfrenta transformaciones drásticas y, si no les damos respuesta, podría dejar a algunas sociedades en «caída libre».

Bitar, Sergio (2013). «Las Tendencias Mundiales y el Futuro de América Latina». CEPAL - Serie Gestión Pública N° 78. Santiago de Chile. <http://repositorio.cepal.org/ bitstream/handle/11362/35890/S20131124_es.pdf?sequence=1> 2 Sobre la base de «Future State 2030» de KPMG, la encuesta sobre la Agenda Global (apuntes sobre el conocimiento, las observaciones y la experiencia de los miembros del Consejo para la Agenda Global del Foro Económico Mundial) y las perspectivas ambientales de la OCDE hacia 2050. 3 José Antonio Herce, socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI). 4 Hajkowicz, Stefan (2015). «Global Megatrends: Seven Patterns of Change Shaping Our Future». <http://www.qic.com.au/knowledge-centre/gi-red-paper-20151104> 1

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Muchos de estos descubrimientos vienen siendo posibles gracias a instrumentos como el fintech o crowfunding. Fintech 5 son las empresas que prestan servicios financieros a través de la tecnología, donde entra en juego la creatividad del emprendedor y su visión sobre qué necesita el mercado: pagos y transacciones, banca online, negociación de mercados, gestión de materias primas, financiación colectiva, desarrollo de sistemas de seguridad financiera, asesoramiento online, monederos digitales. Las posibles combinaciones para desarrollar y crear una startup que se denomine fintech son tantas como las que se menciona o como las que imagine. Todo en el entorno de páginas webs, aplicaciones móviles, o con gestión más tradicional, pero dentro de entornos tecnológicos. “La inversión global en estas iniciativas ha pasado de los US$ 12,000 millones en 2014 a unos US$ 20,000 millones durante el 2015»6 . Escasez de recursos naturales: La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD) proyecta que hacia el 2050 la población mundial pase de 7 mil millones de personas a más de 9 mil millones y que la economía mundial crezca casi cuatro veces, con una creciente demanda de energía y de recursos naturales. Es posible que esta sea la más impactante de todas las megatendencias ya que la administración de recursos será crítica en los gobiernos. Respecto al agua, un informe de la Unesco7 señala que el planeta tendrá un déficit de agua del 40% en 2030 si no

se cambia el rumbo actual de consumo. Todavía quedan en el mundo 748 millones de personas que no tienen acceso a agua libre de contaminación, y las primeras víctimas de esta situación son los pobres, los marginados y las mujeres, y un porcentaje importante está en el área rural, según el estudio. Los autores señalan que el sector agrícola, el que más agua consume, tendrá que incrementar su producción un 60% al 2050, lo que provocará una mayor tensión en el acceso al agua. Adicionalmente, el estudio señala que las necesidades de agua se incrementarán un 400% en ese periodo. A esta mayor demanda se suma una gestión deficiente, que hace que persistan sistemas de regadío intensivos y que muchas fuentes de agua queden contaminadas por el uso de pesticidas y productos químicos cerca de cursos fluviales. El 20% de las aguas subterráneas del planeta están siendo explotadas de forma intensiva y descontrolada, indica el informe. Cambio Climático: El incremento de las emisiones de gas invernadero es una de las principales causas del cambio climático y genera una compleja mezcla de cambios impredecibles en el ambiente. Los principales peligros estarían relacionados con la falta de agua, que incidiría en la salud y la seguridad alimentaria. Para atenuar los efectos en las próximas décadas, se recomienda que en las zonas rurales se implementen sistemas de pozos entubados, protección de vertientes, captación de aguas de lluvia, ahorro y eficiencia en la gestión de los

El presente y futuro de la banca tradicional es fintec, y las que estén muy bien centradas al usuario serán las que dominen más rápido el sector. Esto lo saben empresas como Google quien se ha convertido en la corporación inversionista más activa entre 2011–2015 en fintech. 6 Afirma Jay Reinemann, director de BBVA Ventures. 7 Unesco (2016) “agua para un mundo sostenible”. 5


12 recursos hídricos, educación técnica de las comunidades e investigación tecnológica (Howard y Bartram, 2010)8. Influirán en la seguridad alimentaria el derretimiento de glaciares, el desplazamiento de la actividad pluvial, el agotamiento de los acuíferos, la variabilidad de las estaciones y otros cambios climáticos extremos. En algunos escenarios hasta 2050, se indica una caída en el rendimiento de las cosechas, la disminución de los rendimientos en tierras de regadío –en particular en Asia meridional–, el aumento de precios de los productos cárnicos y la disminución de la disponibilidad de calorías (IFPRI, 2009)9. Alcanzar un balance entre los impuestos y los incentivos será difícil para la mayoría de los gobiernos. En contraste a estos pronósticos se puede resaltar que históricamente la naturaleza humana se ha adaptado a estas situaciones con el desarrollo de nuevas tecnologías que han mejorado la productividad de las tierras agrícolas y la eficiencia en el uso de los recursos. Demografía: Dos tendencias ocurren en paralelo: una población con esperanza de vida más alta y la disminución de la tasa de natalidad en economías desarrolladas. Se trata de un reto para la solvencia de los sistemas de seguridad social y salud, y la integración de la explosión demográfica joven en los mercados de las economías emergentes. El planeta envejece y, por primera vez en la historia, la población de más de 65 años

sobrepasará en 2047 a la de menores de cinco. En Estados Unidos de América, esta economía de la longevidad gestiona US$ 7,1 billones (si fuera una nación, sería la tercera más rica del planeta) y sus miembros tendrán un poder adquisitivo de 15 billones en 2020. En 2050 habrá en el mundo más de 2,000 millones de habitantes que superarán los 65 años. Urbanización: En el 2030, más de un 80% de la población mundial vivirá en ciudades. Ese año, la población urbana de América Latina y el Caribe superaría el 90%, lo que la convertiría en la región de mayor concentración urbana del planeta. En Asia, la tasa de urbanización llegaría al 53% para el 2025 (China, 59%; India, 37%)10. Entre 2011 y 2050, la población urbana pasaría de 3,600 millones a 6,300 millones de habitantes. Las urbes actuales o nuevas deberían asimilar a 1,400 millones de personas más en Asia, a 900 millones en África y a 200 millones en América Latina y el Caribe11. La urbanización crea importantes oportunidades para el desarrollo socioeconómico y un estilo de vida sostenible que está ejerciendo presión en infraestructura y en los recursos, particularmente, agua y energía. Las megatendencias están interconectadas pero no tendrán impacto de la misma manera en cada parte del mundo. Los gobiernos, incluso la comunidad empresarial, necesitarán asumir una variedad de respuestas y considerar las implicaciones tanto en sus propias

Howard, Guy y Bartram, Jamie (2010), «Vision 2030. The Resilience of Water Supply and Sanitation in the Face of Climate Change», Ginebra, Organización Mundial de la Salud (OMS). <www.who.int/water_sanitation_health/vision_2030_9789241598422.pdf> 9 IFPRI, Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (2009), «Climate change: Impact on Agriculture and Costs of Adaptation», Washington, D.C., <www.ifpri.org/publication/climate-change-impact-agriculture-and-costs-adaptation.> 10 Clos, Joan (2010), «Urbanization Challenges of the 21st Century», ONU-Hábitat. <www.chathamhouse.org/sites/defaul/files/clos,%20joan.pdf.> 11 Naciones Unidas (2011). «World Urbanization Prospects: The 2011 Revision». <esa.un.org/unup> 8


13 jurisdicciones como más allá de ellas. Las instituciones financieras no están ajenas a ello. Un punto aparte acerca de las megatendencias que se aprecian en el mundo merece el continente africano por su enorme potencial económico. África suma una población de más de 1.100 millones, con una clase media en evolución en muchos lugares, con crecimientos promedio del 5% desde el 2000, un PIB del orden de los US$ 2,5 billones y con una evolución demográfica que, según las estimaciones actuales, llevará a que en 2050 una de cada cuatro personas en el mundo sea africana. Como sectores muy atractivos para la inversión se destacan el sector financiero, infraestructura, logística y transporte,

energía y agricultura. Por ello, no debería llamar la atención que China tenga más de US$ 30.000 millones en activos en varios países africanos, y que los Estados Unidos, Francia y Reino Unido también lo miren con atención y tengan unas inversiones superiores a los US$ 200.000 millones. África es la región de mayor crecimiento en inversión extranjera directa, con crecimientos del 65% en 2014 respecto de 2013, que se invierte en una variedad de proyectos de inversión a lo largo de casi todo el continente12. En América Latina y el Caribe, Brasil es uno de los países que más se ha vinculado al África, siendo parte de su estrategia de penetración en este continente la apertura de una agencia de representación de su principal banco de desarrollo el Bndes, desde hace unos tres años.

V. MEJORES PRÁCTICAS E INNOVACIONES

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os claros avances que se advierten en varios bancos de desarrollo rurales se enmarcan en una nueva concepción del fomento no asociada a tasas de interés de niveles insuficientes para cubrir costos, sino a la prestación eficiente y oportuna de servicios financieros y promocionales a grupos económico-sociales no atendidos por la banca comercial. El apoyo de los bancos de desarrollo no se concibe más de modo indiscriminado para todo tipo de proyectos y clientes, sino que atiende selectivamente a la rentabilidad social y también a la rentabilidad privada de los proyectos, a la cobertura de los costos fijos y variables de los bancos y a la generación de una utilidad razonable para la institución financiera. Asimismo, la asistencia a la clientela se 12

plantea como una atención a la demanda con un horizonte de tiempo limitado, al cabo del cual los clientes estarán en condiciones de acceder al crédito de la banca comercial. Algunas de las principales acciones desarrolladas en los países de América Latina y el Caribe y en las cuales la banca de desarrollo está actuando son las siguientes: • Apoyos tecnológicos en capacitación y transferencia tecnológica que permite cumplir con las exigencias de calidad de los mercados internacionales. Aquí destacan generalmente países que están liderando la inversión en innovación y desarrollo tecnológico, donde los bancos de desarrollo están financiando su aplicación

Eduardo Olier (2015) “Hay que mirar a África, el continente del futuro”. En el Economista, 28 de agosto de 2015. <http://www.eleconomista.es/firmas/noticias/6963902/08/15/Hay-que-mirar-a-Africa-.html>


En la banca de desarrollo rural se advierte una nueva concepción asociada a la prestación eficiente y oportuna de servicios financieros y promocionales a grupos no atendidos por la banca comercial.

a la actividad productiva. Podemos citar a Brasil, México, Chile, Argentina, Paraguay en la ganadería, Argentina en el sector vitivinícola y la soya. • Creación de mecanismos de financiamiento que facilitan la adopción de nuevos paquetes tecnológicos por parte de los agricultores. En el caso de México, la experiencia de empresas que han utilizado recursos para I&D agrícola muestra que aún persiste el desfase entre el proceso de I&D y la aplicación empresarial: un número importante de los proyectos son de investigación y no contemplan su escalamiento comercial. En este aspecto, el FIRA tiene implementados diversos programas como por ejemplo la garantía tecnológica, para facilitar la incorporación de nuevos paquetes tecnológicos en la producción agropecuaria. • Establecimiento de alianzas con terceros para movilizar conocimiento y tecnología. En caso todos los países existen los centros nacionales de investigación agropecuaria. Uno de los más reconocidos en la región es la Empresa Brasileira de Pesquisa

Agropecuaria (EMBRAPA) dedicada a la innovación tecnológica enfocada en la generación de conocimiento y tecnología para el sector agropecuario. Instituciones como estas, organismos internacionales u otras de naturaliza privada desarrollan la tecnología y los bancos de desarrollo participan con el financiamiento en los casos que corresponda. • Desarrollo de productos y servicios acordes a las necesidades de los clientes. En particular los relacionados con seguros para la cobertura de riesgos de naturaleza climática. Dada la recurrencia de las catástrofes naturales por efectos del cambio climático, los costos en que se incurre por concepto de seguros agrícolas, coberturas de precios, seguros catastróficos no son vistos como un gasto sino más bien como una inversión. Ello permite reducir y/o compartir riesgos en una actividad de por si riesgosa como lo es la actividad agrícola, y consecuentemente darle cierta estabilidad y predictibilidad a los flujos de ingresos de los productores rurales. • Trabajar en la integración y mejora de la competitividad de las redes productivas y en la administración de riesgos para los productores y los intermediarios financieros. Por ejemplo, en Chile con el apoyo de la CORFO e INDAP se promovió la organización de redes por productos o sectores que de una etapa inicial de acopiadoras y comercializadoras, pasaron a generar investigación para el apoyo de los pequeños productores, fundamentalmente investigación de mercado y más tarde investigación de sistemas productivos. • Tránsito de la agricultura de grandes producciones a lo que en algunos países se ha llamado la agricultura “boutique”. Pequeñas producciones para nichos de mercados específicos en épocas del año puntuales. Por ejemplo: berries, arándanos, fresas en Chile; mango,

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espárragos, alcachofa, cafés especiales en Perú; jitomate y palta en México, etc. • Desarrollo y fortalecimiento de redes de intermediarios financieros, particularmente no bancarios, para llegar a los productores más pequeños y más pobres. Esta práctica es casi generalizada en la región. Sin embargo, destacan Perú aunque esté muy poco orientado al sector rural; México con la sociedades de objeto múltiples y objeto limitado; Colombia con el Programa Banca de Oportunidades están llevando financiamiento al sector rural en todo el país, Chile a través de INDAP y con un programa de CORFO de fomento y fortalecimiento de las cooperativas y Brasil, con los programas de financiamiento para la agricultura familiar y la oficialización de los programas Crediamigo y Agroamigo como política de Estado, para su operación a nivel nacional. • Alianzas con intermediarios financieros no bancarios para canalizar financiamiento. Es la práctica de varios bancos de desarrollo,

ya sea que su modalidad operativa sea de primero o segundo piso. En este mismo documento se hace referencia a los casos puntuales del BRDE, de Brasil e INDAP de Chile. • Promoción de créditos a largo plazo para infraestructura de sistemas de riego tecnificado, almacenamiento y redes de frío para la conservación de los productos agropecuarios, centros de acopio y empaque moderno, entre otros. • Financiamiento para el desarrollo de cadenas productivas de productos con demanda potencial en mercados intrarregionales y extrarregionales. En Colombia, el Fondo de Financiamiento para el Sector Agropecuario (FINAGRO), se enfoca en el productor y el eslabón siguiente, que puede ser la exportación o transformación del producto, y está más enfocada en el crédito a largo plazo para pequeños productores u operadores en condiciones preferenciales.

VI. PREMIOS ALIDE LIDE organiza desde el 2008 los “Premios ALIDE” con el objetivo de identificar y distinguir a las mejores prácticas e innovaciones de productos y servicios en la banca de desarrollo de América Latina y el Caribe, a fin de reconocer y realzar la labor que brindan estas instituciones en el desarrollo económico y social de los países de la región.

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A continuación se presenta un resumen de los programas premiadas relacionadas con el sector agrícola y rural. Banco do Nordeste de Brasil (BNB), Brasil u

Programa de Microcrédito Rural – Agroamigo

El objetivo es contribuir en el desarrollo de la agricultura familiar en áreas de actuación del BNB, mediante la concesión de microcrédito rural, orientado y acompañado de forma sostenible, promoviendo el incremento de


renta y mejora de la calidad de vida de las familias beneficiadas. El programa se destaca porque a partir de la experiencia del banco en microcrédito en el área urbana, desarrolla una metodología para su adaptación en el ámbito rural, basado en los principios de orientación al crédito, accesibilidad a través

del asesor de crédito, presencia en toda la región Nordeste y sostenibilidad del crédito. El Programa fue creado en el año 2005, y en el 2015 realizó 448 mil operaciones por un monto equivalente a US$ 568 millones, con cobertura en 1.317 municipios a través de 158 agencias del banco.

Banco Regional de Desenvolvimento do Extremo Sul (BRDE), Brasil u

Alianzas Operacionales: Una Solución para el Financiamiento a la Agricultura Familiar

En la región sur de Brasil, las 850 mil unidades de la agricultura familiar corresponden al 84% del total de propiedades rurales, el 31% del área ocupada y por el 48% de la producción total. Más de 2 millones de personas trabajan en ella, esto es el 77% de la población ocupada en la agricultura. A fines de los años 90, apenas 12,6% de los pequeños productores rurales tenía acceso a crédito. Los recursos existían pero no llegaban a quienes más los necesitaban. Era necesario encontrar un sistema que viabilizará canales de relacionamiento entre los financiadores y el medio rural a fin de diseminar el crédito. Para lograr ese objetivo, el BRDE percibió que las cooperativas que existen en gran número, podrían ser el canal para llevar los recursos disponibles al

agricultor, dado su poder de organización, penetración y credibilidad en el sector rural. Así fue como el BRDE, luego de fortalecer y capacitar a las cooperativas empezó a trabajar con ellas. El resultado fue que el banco pasó de operar en 214 municipios a más de mil de la región sur, esto es, en más del 85% de ellos. En el año 2000, el 21% de los montos de crédito se destinaban a las regiones metropolitanas; en el 2013 fue apenas el 7,7%. En contraste, los municipios del interior ampliaron su participación en el monto total de financiamientos de 79% a 92,3%, el 88% de los clientes fueron productores rurales, de ellos el 31% micro y pequeños productores.

Banco Do Brasil u

Estrategia de Negocios de Desarrollo Regional Sustentable (DRS)

Por medio de la DRS, el banco busca promover la generación de empleo e ingreso de forma sustentable, inclusiva y participativa, considerando las características locales de naturaleza económica, social, ambiental, institucional, política y cultural, teniendo como principio básico que sea económicamente viable, socialmente justo y ambientalmente correcto. Esta estrategia representa una evolución en la postura del banco como agente de desarrollo del país. Al incorporar las variables sociales, ambientales y culturales en sus decisiones de inversión, su visión de negocios se

amplía más allá de lo económico. Para la aplicación de esta estrategia desarrolló una metodología basada en las etapas siguientes: sensibilización y capacitación de los clientes, identificación de la actividad productiva a desarrollar, formación de equipos DRS, elaboración del plan de negocios, análisis, implementación, monitoreo y evaluación. En sus dos primeros años de aplicación de la DRS se elaboraron 4.681 planes de negocios en 4.800 municipios, beneficiando a 1.210.743 familias involucradas en más de 100 actividades productivas.

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17 Banco Nacional de Costa Rica u BN Oficina Virtual Implementada con el objetivo de incrementar la cobertura y profundización financiera, en el área agrícola y rural a través de la reducción de los costos de transacción para los cliente, la solución tecnológica Oficina Virtual consiste en que contando con equipo portátil: computadora e impresora, un certificado de seguridad digital en un token y cualquier acceso a Internet, los ejecutivos del banco establecen una conexión segura a los sistemas alojados en un servidor del banco, las 24 horas del día durante los 365 días del año y de esa manera llevan el “Banco

más cerca de los clientes”. De este modo, el ejecutivo del banco independientemente del lugar donde se encuentre, se constituye en un punto de venta del banco, con lo que brinda la solución financiera adecuada en el negocio del cliente-empresario, quien no tiene la necesidad de trasladarse a la oficina del banco. Con ello se brinda una atención personalizada, la respuesta a las solicitudes es inmediata, se contribuye con la alfabetización electrónica de los empresarios y promueve el uso de los servicios de banca electrónica.

Instituto Nacional de Desarrollo Agropecuario (Indap), Chile u

Fondo de Administración Delegada FAD)

El objetivo del Fondo fue proveer recursos a entidades financieras que tuviesen interés de potenciar, desarrollar y/o implementar una atención crediticia especializada a la pequeña agricultura, brindando además una cobertura de pérdida de cartera que les permitiera asumir mayores riesgos, dejando atrás los miedos de financiar a un sector que percibían más riesgoso en comparación al financiamiento de negocios urbanos, y con el tiempo ampliar la oferta de financiamiento al sector, que hasta los años 2000 recaía casi exclusivamente en Indap.

Pasados ocho años todas las instituciones financieras que participaron –excepto una– mantienen, con o sin el FAD, dentro de su oferta de productos y servicios el crédito agrícola. Cabe indicar que la cobertura de pérdidas de cartera que ofrecía el FAD, solo respondía por el porcentaje que superara lo que cada institución financiera estaba dispuesta a asumir y hasta por el doble de lo ofertado. Es decir, si una Institución ofertó una tasa de pérdida del 3%, el FAD cubría entre el 3,01% y el 6%, mientras que bajo el 3% y sobre el 6% lo asumía la institución financiera. Los fondos son licitados.

Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA), de México u

Servicio de Garantías FEGA de Pago Irrevocable

En la operativa típica de las garantías se supervisa al intermediario financiero verificando que cada crédito que demande un pago de garantía haya sido bien gestionado y que haya cumplido con toda las características especificadas por la norma: esta actividad se realiza en la etapa de supervisión del pago de garantía. Esta

modalidad incorpora cierta incertidumbre para el intermediario, quién se mantiene a la expectativa de la confirmación del pago. Por otro lado, desde el punto de vista de las áreas de administración de riesgos al interior de los intermediarios, las garantías pueden perder su valor de cobertura mientras existan cláusulas que invaliden su ejercicio.


El Servicio de Garantía FEGA Irrevocable elimina los rescates de garantía basados en una confianza objetiva, estandarizada y parametrizada sobre los procesos de crédito que llevan a cabo los intermediarios. De este modo, cada crédito que demande un pago de garantía será pagado en “firme” por FIRA sin que existan condicionantes para su pago. En este contexto, FIRA en lugar de ejercer una supervisión de cada crédito pagado ha transformado su enfoque a supervisar los procesos de crédito seleccionados. Se incorporan métricas sobre el proceso que permiten generar alertas de supervisión que u

Centros de Desarrollo Tecnológicos (CDT´S)

Los CDTs son como unidades de servicios tecnológicos, conformadas por varias unidades de producción operadas bajo una sola administración, contando con terrenos, maquinarias, instalaciones y otros medios, que brindan servicios de demostración, capacitación, asesoría técnica e información especializada que permitan mejorar las habilidades y competencias de pequeños y medianos productores, proveedores de servicio de consultoría y personal operativo de intermediarios financieros. Las tecnologías promovidas por los CDT’s, tienen un enfoque de sustentabilidad financiera y de cuidado al medio ambiente, con las cuales se busca u

determinan la frecuencia y profundidad de las supervisiones del proceso. Estos son sus resultados: Una mayor participación en el financiamiento de aquellos intermediarios que han sido seleccionados para participar en esta modalidad de garantía; los rescates de garantía pagada han experimentado un muy importante descenso (4.521 en 2011 a 1.678 en el 2015); los montos pagados por garantías se han estabilizado; y el número de acreditados cubiertos con servicio de garantía, en los últimos años en promedio ha sido de 855 mil, con un crecimiento medio anual de 5,4%.

que las empresas beneficiadas con sus servicios mejoren su rentabilidad y su nivel de desarrollo, así como inducir el desarrollo y fortalecimiento de los mercados de servicios de consultoría en agronegocios. Al cierre de 2007, se tenían registrados 1,200 técnicos calificados, que equivale a contar con un equipo técnico externo de la magnitud de FIRA. En cuanto al impacto en los clientes se aprecia que en el último año, los ingresos de los beneficiarios que recibieron sólo crédito fue de 22.7%, sólo apoyo tecnológico 33.1%, y cuando recibieron ambos el ingreso aumentó en 45.3%.

Identificación de Acreditados Potenciales con Mecanismos Paramétricos

Con la finalidad de facilitar el acceso al financiamiento para las empresas que demandan montos de crédito reducidos, el FIRA ha creado una solución informática que apoya la identificación de acreditados potenciales con el uso de mecanismos paramétricos, que opera a través de internet. El insumo de la herramienta consiste en la simple información que proporcionan los productores acerca de lo que van a cultivar, sus resultados productivos, el tamaño de los predios, la existencia de garantías

reales, el tipo de riego a utilizar, etc. El productor puede ingresar los datos desde su comunidad o su casa, si cuenta con acceso a Internet. La aplicación parte de una base de datos que FIRA ha analizado previamente y que mantiene actualizada en su portal, que contiene costos de cultivo, el análisis económico de las diferentes zonas del país y las calificaciones de riesgo sectorial. También pone a disposición de los productores la información proporcionado por los intermediarios financieros con el

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perfil de productores que atienden, las actividades, los cultivos y los requisitos a cumplir para ser elegibles. La herramienta es de uso fácil: hace converger las necesidades de financiamiento de los productores con el perfil de los sujetos de crédito que los intermediarios pretenden atender. Con el uso de esta herramienta y sobre la base de la información ingresada por cada productor se obtuvieron los resultados

siguientes: 1) el 71% de las solicitudes ingresadas resultaron elegibles, 2) respecto a la tenencia de la tierra, se encontró que el 57% son tierras comunales, el 31% pequeños propietarios y el 12% de tenencia mixta; 3) Los estados que registraron un mayor número de solicitudes (77,4%) fueron los de ingreso intermedio o muy pobres. El 25,6% restante se distribuyó en quince estados.

Banco Agropecuario (Agrobanco), Perú u

Tecnología Crediticia para la Inclusión y el Desarrollo – Profundización Financiera

El 99% de las unidades productivas del Perú, más de 2 millones, son micro y pequeños productores agropecuarios que constituyen el sector de atención prioritaria del banco. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, la presencia del crédito agrario es aún imitada. Todo el sistema financiero atiende a 336 mil productores mientras que Agrobanco a 86 mil productores, lo que representa el 25% de participación. Para lograr este avance importante, pero aún corto frente a la demanda potencial, el banco diseñó una estrategia de intervención que representa un modelo de tecnología crediticia para la inclusión y desarrollo, sobre la base de tres pilares fundamentales: prospección comercial, conocimiento del campo y seguimiento. En esa mirada, el Banco aborda el servicio financiero con enfoque integral, de corto y mediano plazo, y el productor puede acceder al servicio de manera individual o colectiva considerando el destino del financiamiento, que va desde el capital para campaña hasta recursos que pueden financiar maquinaria, equipos, pequeñas plantas semi industriales de transformación para generar valor agregado y acercarse al mercado con mejores

opciones de negociación, o capitalización con la adquisición de tierras. Todas las operaciones crediticias cuentan con aval o Fondo de Garantía del articulador o aliado estratégico tales como las ONGs, gobiernos locales, empresas, entre otros. Para casos debidamente sustentados se cuenta con la cobertura de garantía del Fondo AgroPerú, del Ministerio de Agricultura y Riego. A través de su plataforma de productos financieros, el banco en 2014 cerró con una cartera de colocaciones de unos US$ 540 millones financiados con recursos propios y del fondo AgroPerú, en una curva ascendente que se evidencia en los últimos tres años; atendiendo a un promedio de 86 mil productores por año. De ellos unos 10 mil clientes están ubicados en las zonas más pobres e inaccesibles, ubicados en 163 distritos pobres articulados mediante 134 convenios suscritos con municipalidades distritales y asociaciones de productores. La tasa de interés anual es de 14% y la mora contable promedio alcanza el 3,25%.


Corporación Financiera de Desarrollo (Cofide), Perú u

Programa Inclusivo de Desarrollo Empresarial Rural (PRIDER)

Es un programa que tiene como propósito establecer un proceso sostenido de incubación y desarrollo empresarial de unidades familiares en áreas rurales de pobreza y pobreza extrema. Para ello, ofrece herramientas de organización, gestión empresarial, formación de capital, que permiten a la gente reconocer la realidad en forma más profunda y que estimulan su desarrollo personal; al mismo tiempo que contribuye a la construcción de una institucionalidad propia y, por tanto, a su empoderamiento. La metodología aplicada comprende tres etapas de maduración empresarial, cada etapa caracterizada por un tipo de asociación empresarial distintivo: 1) las Uniones de Ahorro y Crédito (Unica), en las que se asocian por un período indefinido, 10 a 30 familias; 2) las cadenas productivas, con familias organizadas por el período que establece su contrato (“agricultura por contrato”) y, 3) empresas con capital accionario difundido, ya sean de producción agrícola o comercializadoras o acopiadoras

o de otro tipo. La metodología cuenta, además, con tres ámbitos de apoyo, tales como el círculo de empresas compradoras, las instituciones financieras aliadas y las Oficinas de Desarrollo Empresarial Local (ODEL).

VII. CONSIDERACIONES • Las modalidades operativas son diversas, no hay un modelo único. No existe un planteamiento uniforme en todos los países de la región que pudiese ser empleada como receta general del financiamiento rural. La intervención más adecuada dependerá de las metas y objetivos de la intervención y la demografía de una clientela específica, el ambiente socio-económico, la cultura, y los valores predominantes de la sociedad. La experiencia muestra que algunos países cuentan con un sistema integrado de financiamiento al agro constituido por una combinación de bancos de segundo y de primer piso especializados; en otros países existen bancos agrícolas especializados y;

también cierto número de países cuentan con grandes bancos públicos de primer piso multisectoriales con una apreciable cartera agrícola. • La tendencia es a que los bancos de desarrollo puramente agrícolas se diversifiquen dentro del sector, por zona geográfica, cultivo, variedad, destino de mercado de la producción, productos de corta, mediana y larga maduración, entre otros. • Los problemas del sector agrícola y rural son de índole diversa, trascienden lo

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puramente sectorial; en consecuencia, las políticas públicas tienen que ser diversas y comprender distintos ámbitos de actuación. La cobertura para llevar al campo servicios financieros adaptados a las necesidades de esta población, no se reduce, como frecuentemente se piensa, a un problema de disponibilidad de más o menos recursos. Muchas veces no existe en la región infraestructura institucional -la bancaria tiene muy poca penetración en zonas rurales. Es decir, funcionamiento de instituciones financieras que ofrezcan servicios de ahorro y crédito permanentes a la población rural. Y justamente, las soluciones efectivas y eficientes en todo el mundo han estado acompañadas de la generación de una amplia infraestructura física y organizativa de penetración rural. • Los subsidios deben ser temporales y destinados a actividades rentables, con beneficiarios claramente identificados y recursos presupuestados. De no darse estas condiciones lo que se hace es proveer estímulos para fomentar actividades no rentables, perpetuando las condiciones de pobreza de los beneficiarios. No estar presupuestados previamente puede terminar afectando la sostenibilidad de las instituciones financieras de desarrollo, que luego exigirían de la capitalización de los gobiernos, con el consecuente descrédito de la institución financiera o de cualquier otro mecanismo de apoyo público. • Los subsidios a la agricultura no solamente deben centrarse por el lado del costo del crédito ni tampoco en la compra de una porción de la producción por parte del sector público a precios por encima del precio de mercado. Estas son medidas que no resuelven el problema de fondo, que es la baja productividad del pequeño productor agrícola. Por el lado financiero, pueden ser subsidios a la tasa de interés –practica cada vez menos utilizada–, a los costos de evaluación de los créditos de montos pequeños, a los gastos operativos de los

No existe un planteamiento uniforme en todos los países de la región que pudiese ser empleada como receta del financiamiento rural

intermediarios financieros que atiende al sector agrícola y rural, a la prima de seguros agrícolas, a la formación y capacitación del personal de los intermediarios financieros. Por el lado del productor, los subsidios pueden ser vía asistencia técnica, capacitación, transferencia de paquetes tecnológicos, educación, provisión de información, entre otros; cuyo impacto y garantía de que beneficien al pequeño productor es más directo y que además sean una especie de bienes públicos. • Con respecto al cambio climático o la recurrencia de eventos extremos, para hacer sostenible a la agricultura hay que enfocarse más en la adaptación antes que en la mitigación, en sus efectos antes que en el origen, toda vez que la región no es el principal generador de sustancias contaminantes sino que muy por el contrario resulta ser una de los principales regiones afectadas. Para ello, va a ser necesario movilizar capitales que permitan financiar las inversiones de cambios tecnológicos, cambios de cultivo, adaptación de nuevas variedades, y demás, de allí la necesidad de crear productos verdes, toda vez que el crédito de avío resulta inadecuado para estos propósitos. Igualmente, es importante seguir avanzando en la implementación de instrumentos de cobertura de riesgos climáticos, considerando que las pérdidas


por este concepto solamente en el periodo 2004-2010 en el mundo fueron de 750 billones, y que del 10% al 20% del ingreso sacrifican los productores con el uso de técnicas tradicionales. • El grado de involucramiento del banco de desarrollo en las cadenas productivas difiere entre las instituciones. Va desde aquellas que las identifican, aquellas que las estructuran, aquellas que las financian y aquellas que seleccionan al operador y hacen las veces de garante para que los compromisos se cumplan, es decir, hacen casi todo excepto la administración que se deja en manos del operador de la cadena. El problema aquí es que se limita la acción y el alcance del banco debido a que exige contar con más personal, dificultad que se agrava si es de segundo piso. En algunas experiencias de este tipo cuando el banco ha seleccionado al operador en vez de hacerlo conjuntamente con los productores o clientes, han surgido conflictos debido a la poca comprensión o entendimiento entre ellos. Para superar estos inconvenientes ayuda mucho la existencia de una oferta de operadores de negocios cuyo pago forma parte del contrato de crédito que otorga el banco. • Una segunda forma de involucramiento es como animador para su conformación y garante de los compromisos adoptados por los que integran la cadena productiva. Una tercera forma es adhiriéndose a las iniciativas impulsadas por otras instancias de gobierno o entidades privadas, en su calidad de proveedor de financiamiento, garantías o asistencia técnica, a través de programas específicos creados para ese fin o atendiéndolos con aquellos que ya tenía en operación el banco, como pueden ser los programas de financiamiento para compra de insumos de manera corporativa a fin que aseguren calidad y logren menor precio; los de instalación de riesgo tecnificado, compra de maquinaria, entre otros. • El apoyo a la innovación y el mejoramiento

genético de las distintas variedades de productos si bien están recibiendo mayor atención aún es reducido y se limita a unos pocos países que han avanzado en esta línea. Muchos de los avances se han debido a la inversión privada de empresas grandes. La preparación o capacitación del productor para adoptar una nueva tecnología o cambiar al cultivo de una variedad o un producto diferente es importante; muchas veces no se hace, no por la resistencia al cambio en sí mismo, sino por temor a lo que se desconoce. Aquí se resaltaron algunos ejemplos de productores que solamente hicieron estos cambios cuando aprendieron en la práctica la técnica de cultivo de nuevos productos, conocieron el mercado de insumos y del producto, observando a otros productores. El efecto demostración juega un rol muy importante para la adopción de nuevos tecnologías que se utilizan no solo durante el proceso de producción sino también en la parte correspondiente al manipuleo, transporte, hasta que el producto llega al comprador final, sea una empresa o los consumidores. • Las limitaciones para masificar el financiamiento no sólo se dan por un tema de oferta (altos costos, tecnologías inadecuadas, etc.) sino también por un problema de demanda (cultura, informalidad, bajo nivel de educación, etc.). Hay que potenciar a los clientes para que estos logren tener la capacidad de convertirse en sujetos de crédito. Esta es un área en la cual importantes dependencias del Estado pueden contribuir. La banca de desarrollo refuerza y da continuidad a través del acceso al financiamiento. • La práctica de condonación de deudas a los prestatarios de la banca pública debe ser eliminada, toda vez que ella inhibe el desarrollo de los mercados financieros rurales, y no beneficia a los productores más pobres. Asimismo, genera la cultura del no pago, la desconfianza entre los productores agrícolas y en las instituciones públicas, al

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ver que esta práctica resulta injusta porque “premia” al ineficiente y al mal pagador. • Dada la recurrencia de las catástrofes naturales por efectos del cambio climático, los costos en que se incurren por concepto de seguros agrícolas, coberturas de precios, seguros catastróficos, no deben ser vistos como un gasto, sino más bien como una inversión. Ello permitiría reducir y/o compartir riesgos, en una actividad de por si riesgosa como lo es la actividad agrícola y consecuentemente darle cierta estabilidad y predictibilidad a los flujos de ingresos de los productores rurales. • En la provisión de servicios de asistencia técnica por lo menos hay consenso en cuanto a que ésta debe ir acompañada del crédito. La diferencia radica en que si debe darla el banco de desarrollo directamente o a través de terceros. La experiencia es diversa. En Brasil, la asistencia técnica es brindada por la Empresa Brasileira de Pesquisa Agropecuaria (EMBRAPA), en la región sur de Brasil hay programas de municipios y prefecturas para los productores rurales. También está el caso del Banco do Nordeste que tiene un banco de profesionales para brindar asistencia técnica. Algo similar

ocurre en el FIRA de México e INDAP de Chile, que no dan toda la asistencia técnica sino que tienen alianzas con consultoras privadas, universidades (red de proveedores certificados) para que brinden estos servicios, con los casos en un porcentaje asumidos por el gobierno. Igualmente, en las cadenas productivas se incluye como uno de los componentes la asistencia técnica para mejorar la productividad, calidad de los productos para su aceptación y acceso a los mercados y hacer más eficiente o productivo el crédito asignado. En las cadenas productivas tiene que haber incentivos para que éstas tengan éxito, de lo contrario los operadores se limitaran a recibir su pago correspondiente si este de antemano está garantizado. En Honduras, el Instituto Nacional del Café brinda asistencia técnica y promueve las exportaciones de este producto, y recibe un porcentaje de las ventas; por lo tanto, tiene los incentivos para fomentar la mejora de la calidad del café y la productividad, porque a mejor calidad y mayor productividad, mayor es la producción y las ventas, y consecuentemente mayores son los ingresos que percibe.



Asociación Latinoamericana de Instituciones Financieras para el Desarrollo Paseo de la República 3211, Lima 27, Perú Apartado Postal: 3988 - Lima 100 Teléfono: 442-2400


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