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La ocasión: el coronavirus

La ocasión

EL CORONAVIRUS

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comencé a escribir este breve libro a finales de marzo del 2020, luego de que se declarara el inicio de una pandemia global conocida como el coronavirus, o en términos técnicos, “enfermedad por coronavirus 2019” (abreviado como COVID-19). El virus afecta los pulmones y, en los peores casos, causa la muerte por asfixia.

La primera muerte provocada por este virus se reportó en China el 11 de enero del 2020. Hoy, mientras escribo esto, hay cientos de miles de casos de infectados a nivel mundial, con decenas de miles de muertos, y aún no existe una cura.

Para cuando leas esto, sabrás mucho mejor que yo cómo evolucionará la situación. Así que no necesito hablar con detalle de las medidas que se están tomando para reducir la propagación del virus ni de su efecto negativo sobre la economía. Pronto habrá que pausar indefinidamente las reuniones sociales, los viajes, las conferencias, las reuniones de iglesias, los espectáculos y los eventos deportivos; algunos negocios tendrán que cerrar y otros tendrán que funcionar con limitaciones.

Esta no es una situación sin precedentes en los Estados Unidos, ni tampoco a nivel mundial. En la epidemia global de influenza de 1918 (según los estimados de los Centros para el Control de Enfermedades), murieron cincuenta millones de personas en todo el mundo,1 y más de quinientas mil de esas muertes fueron en los Estados Unidos. Podías empezar a tener síntomas en la mañana y morir al anochecer. Los cuerpos eran recogidos en los frentes de las casas para llevarlos a tumbas cavadas por excavadoras. Se le disparaba al que no usara mascarilla. Las escuelas se cerraron. Los pastores hablaban del Armagedón.

Por supuesto, los precedentes no demuestran nada. El pasado nos sirve de advertencia, pero no define nuestro futuro. Sin embargo, este es un tiempo en el que se puede percibir la fragilidad de este mundo. Cimientos que parecían sólidos ahora están siendo sacudidos y tiemblan. Y la pregunta que deberíamos hacernos es: ¿Tenemos una Roca bajo nuestros pies? ¿Una Roca que nunca se moverá?

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