Ayer y TodavĂa
Hambre de amor, insaciable; Deja beber de tu cuerpo Que al entrelazarnos Caeremos como gotas de lluvia.
El Guardian de los Sueños
Pronto vendrá la noche Y dormiré junto a mis fantasmas El silencio y la memoria Retuercen mis huesos de leche.
El Tarot de los Amantes
Tu pared nos vio a solas; Presenció tu mirada perdida Tu expresión hundida Tu voz baja hablando Palabras con tono de verdad.
Escuchaba cómo latía tu corazón Mientras moría lentamente en tu pecho, Cada suspiro al acecho, Ocultándose en él, el inminente despecho.
La noche observó El recorrido de nuestros delineados Bellos gemidos cantados Y muestras de amor momentáneos.
La luna siendo testigo De tus besos coloridos sobre mi piel Que me hacían florecer Haciendo correr por mis venas leche de miel.
La cama presenció Tu pelo acurrucado en mis manos Tu cuerpo cada vez más cercano El sonido de tus dedos hecho piano.
Sintió mis piernas estremecidas Sabiendo que ocultaba tus mentiras… Cómplice silencioso de tu transpiración atrevida.
El amanecer nos miró; Lo despertamos con nuestras habladurías
Cargadas de secretos. Seres frenéticos…el amor violento Estalló en nuestros esqueletos.
Me llenaste de estrellas Con un sólo parpadeo. Mis manos te hicieron boceto… Pero cómo me arrepiento.
Ahora es mí pared quien cuenta Cómo me encuentro pegada en ella Derramando lágrimas silenciosas Al encontrarme tan sola.
Estoy atrapada en una telaraña Intentando librarme de ti Pero te escondiste dentro de mí Y me regaño por lo tonta que fui.
Sólo soy el labial rojo que queda en tu cigarro.
Cantos y Charlas de Niña
Alicia diminuta, Caes por la madriguera del conejo Y comienzas tu viaje hacia tu sepultura lamentable.
Te acercas al cementerio de los recuerdos Las tinieblas vuelven turbios tus cristales. Los ecos brumosos se deleitan al escuchar Tus pasitos de pequeña begonia.
Vueltas y vueltas La locura se hace más palpable Al aventurar hacia la profundidad de tus sueños.
Tus manitos de perla agrietadas Sostienen planetas olvidados Y sueños abandonados Que se deslizan cómo agua corriendo por tus dedos.
¡Pobrecita Alicia! Perdida en un laberinto sin fin Mientras te enjuician por dejar reinar Tu corazón pintado de rojo.
Sientes las palpitaciones En cada recoveco de tu ser; Escuchando cómo bombea sangre y mar.
¡Un destello de luz! Giras tu cabeza Y una silueta veloz te guía a tu centro.
Persigues tus sombras Y te encuentras de frente Con el conejo blanco en el espejo.
Con dedos de mรกrmol Tocas tu esencia Y te encuentras: Desnuda Sollozando Una canciรณn de amor.
Se suelta el gatillo El grito se libera ยกBang! Un silencio ensordecedor.
Fugaz
Desencantado por la vida Azulado, otra alma en pena. Vagabundeas por las calles Incomprendido Debatiendo con tu melancolía paralizante.
Manos recolectoras Abundas estrellas en tus bolsillos Radiantes de sangre, Cerezas celestiales. Escritor en ciernes Lanzas dardos que dan al blanco Olor a cigarro te cubre ligeramente.
Caminas Errante buscando diversión Robando miradas interesadas Expectativas de tu atención. Candor en tu lengua Evocas encanto nostálgico. Dulce dosis difuminado. Aurora naciente por un rato.
Serpiente traviesa. Olvidadizo táctico. Lastimas, aunque sea un poco. Interesado sólo en ti Sonríes cómo el sol.
¿Qué querí que le haga?
La ciudad me consume. cuando salgo a caminar en ella, me pierdo. Me tragan los rascacielos y murales pintados que se acercan cada vez más. Y yo estoy cansada, como niña pequeña. Quiero ahogar el murmullo callejero. Quiero irme de aquí. Quiero escapar. Quiero salir corriendo, pero no tengo hora ni destino; sólo camino intentando adormecer mis pesadillas vivientes, me esperan en cada esquina. Mis piernas también están cansadas, al intentar buscar algo que, por más insignificante que sea, haga valer mi excursión por estas calles laberínticas. El domingo fue lluvioso. Un pecho desnudo se asomó por la ventana de un departamento a la distancia. Las gotas al igual que el pezón caían como pétalos que ondulan la ciudad. Hoy, la bruma me guía cómo si estuviese en un sueño. ¿Será porque todo luce difuminado? No logro reconocer nada ni nadie, y me convierto en otra sombra más. Respiro queriendo ser viento. ¿Quizás al verlo todo de otra perspectiva, logro salirme de esta melancolía? Quizás por eso me gustan los balcones. Quiero ser un ave para recorrerlo desde arriba, o quizás un globo para no tener dirección y simplemente ascender. O también un pedazo de hilo, así me desaparezco bajo los zapatos de otro ser melancólico caminando por esta ciudad.
Lluvia de mayo
La lluvia cae en prosa Y te recuerdo. Aun respiro el suave olor Que desprende tu piel Como las primeras floraciones de primavera.
Te recuerdo suavemente Como la caída del rocío ante el alba. Tirito con cada gota, La pena y la soledad transparente en cada lágrima.
El amanecer se lleva todo Ahora ni la noche quieta me acompaña.
Tú…tan distante. A tu lado inevitable ser Una sombra Desdichada Que persigue la luz de la luna.
Eres ausencia pura.
Lloremos Mirándonos a los ojos Reflejando nuestros corazones lastimados Por el desamor.
Pero tú…desconsideradamente Me disparaste. Haciéndome pólvora de pistola Y soplaste mis cenizas
Y me dejaste en manos del viento Y yo, perdida en el cielo Mientras este romance marchita Bajo su tumba de invierno.
Estos tiempos
Cuando pienso en mi generación Me recuerda a la sensación De un silencio incómodo compartido entre extraños.
Hemos perdido la sensibilidad Ante la morbosidad cotidiana. Preferencia de mirar una pantalla Que una mirada.
Hambrientos de validación Fotos del desayuno hasta cuerpos desnudos Posados. Practicados. Queriendo agradarle más a un desconocido Que a nosotros mismos. Deslizamos hacia la derecha o la izquierda Ante la posibilidad del amor.
De a poco los campos Se convierten en ciudades. El azul aparece lentamente en el verde. Caminando siempre en corchea; Intentando seguir el paso Del que viene adelante.
Igual que nuestros antepasados Alzamos la voz ante el rugido del mar. Buscando un propósito Buscando una vida La historia se repite Y este poema no tiene fin.
Espiral
Lo único que hago es recordarte Porque es lo único que me dejaste
Tu voz cantando esa canción Ojos de triángulos Risa saltarina Cicatriz en tu dedo Cicatrices en mis pechos. “Qué raro es no sentirte” Decía mientras rastreaba mi cintura.
Un beso en mi curva tatuada. Un juego de dedos en mi hombro desnudo. Ojos profundos, Perdiéndome en ellos Cómo la inmensidad del mar Y la quietud del cielo.
Sonríes Yo también. Tapados por la noche Dejamos de existir un rato.
Vestías de traje Me abrazaste en tu balcón. Levantaste mi falda Hicimos el amor.
Te dejé colorido “Eso es nuevo”. Sensación de derretirme cómo nieve Al dormirme en tu pecho.
Pezones de durazno Piel de néctar Que rico era despertarte Y entregarte mi cuerpo.
Pero ni siquiera me dijiste adiós.
Aun te busco No sé por qué. Estoy dolida. Te quiero decir tantas palabras de amor Pero no me dejas, me lastimas.
Me dejaste de hablar como si nada Y yo aquí, hecha lágrimas por ti Aun con la idea de que esto puede florecer Aun te quiero ver Y leerte Todo todito todo En tu cama, luz prendida Acompañados por las estrellas Y ver tus ojos Mirándome Al verter mis sentimientos por ti.
En contra del cielo
Mientras mรกs avanza el tiempo Y mรกs admiro tus cielos Aumentan mis preguntas Al igual que tu silencio.
¿Quién?
Viña Marina Nacida bajo un sol Del noveno mes Del noveno día Nueve días de llanto sin cesar.
Creció unos años Pies sobre tierra Hogar de cerro Era todo lo que sabía.
Primeros pasos robados Inocencia perdida Sin saberlo todavía. Ella sonrío Sin saber que era una despedida.
Palmeras bailarinas Ondulaciones de humedad y calor Rizos de león Arrancaron sus raíces Plantada en una tierra florida.
¿Quién es? Nadie sabe. ¿Es una cosa más que la otra? Quizás puede ser ambas Lo importante es que volvió.