El elefante reumático y el SME José Antonio Almazán G. Martin Esparza dirigente del SME desde los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto está muy nervioso y no es para menos. Los vientos del cambio y la libertad y democracia sindical soplan ya en los pasillos del recinto sindical. Esta es la historia previa.
En una oscura negociación entre la dirección del SME y la secretaria de gobernación, --cuyos documentos siguen clasificados como secretos a petición de Martín Esparza -fraguada en 2015 a partir del cambalache de un pasivo laboral de 80 mil millones de pesos, que pertenecía a 44 mil trabajadores, cambio el curso de la lucha del SME. Su “negociación”, con fuerte tufo de traición, y pactada en el palacio de Bucareli, bajo el mando de Luis Osorio Chong, y de Enrique Miranda compadre de Peña Nieto, permitió que el Contrato Colectivo de Trabajo fuera barrido y que se abriera la compuerta para terminar de imponer la privatización eléctrica;
Se canjearon jubilaciones conforme a contrato, por pensiones con renta vitalicia sin prestación alguna; Acordaron, violando el articulo 27 constitución y la ley de aguas nacionales, la creación de una empresa eléctrica privada, la Generadora Fénix, subsidiaria de una empresa trasnacional portuguesa a la que se le entrego una concesión eléctrica; que sin embargo sigue en propiedad de Luz y Fuerza del Centro. En dicha empresa eléctrica privada entraron a trabajar solo 541 trabajadores. El resto, alrededor de 14 mil trabajadores los hicieron cooperativistas, pero a la fecha siguen sin empleo. En premio al aval a la privatización eléctrica, los miembros de la dirección del SME con Martin Esparza a la cabeza y sus familiares recibieron jugosas liquidaciones de cinco millones en promedio a las que no tenían derecho, pues se otorgaron por fuera de lo establecido en la ley y el CCT. A sus familiares directos, hermanos, esposas, etc., les otorgaron pensiones de más de 46 mil pesos mensuales, sin merecerlas. Pero el premio mayor fue para Martín Esparza que actualmente comanda un 49% de las acciones de Fénix, mientras el resto, 51%, es propiedad de MOTA ENGIL, que no puso nada a cambio. Además, lo hicieron miembro de su Consejo de Administración, convirtiéndolo en Dirigente y Empresario del SME y Fénix. Lo anterior es voz pública y lo saben todos los ex trabajadores y los jubilados del SME. Pero lo reclamos electricistas no prosperaron pues gobernaba el PRI y la dirección del SME inicio una campaña de amenazas y represión para acallar las protestas de los electricistas. A muchos ex trabajadores les negaron el título de cooperativistas y los suspendieron en sus derechos sindicales, por el solo hecho de opinar y criticar la conducta de la mafia sindical que se apoderó del histórico sindicato. El triunfo de AMLO cambio radicalmente la situación y dio pie para que una amplia corriente sindical democrática de electricistas resolviera organizarse y participar en elecciones internas para cambiar la mitad de la dirección del SME el año pasado. Combinando la represión, el reparto de dinero – cinco mil pesos por socio -- y un padrón del SME recortado y adulterado, en el que dejaron fuera a 18 mil jubilados, la planilla de
Martin Esparza se impuso de forma fraudulenta y la dirección de Registro de Asociaciones Sindicales, -- violando lo establecido en la nueva Ley Federal del Trabajo que ampara y tutela la libertad y democracia sindical y el libre ejercicio del voto directo, personal y secreto, -- le otorgó de inmediato la toma de nota a la planilla del dirigente charro empresarial. Los trabajadores electricistas inconformes promovieron un amparo directo impugnando la toma de nota, a partir de las siguientes consideraciones: La Dirección General de Registro de Asociaciones de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social se abstuvo de hacer un cotejo minucioso del proceso electoral con el contenido de los estatutos sindicales, de haberlo hecho habría notado diversas irregularidades que hacían imposible el otorgamiento de la toma de nota, pues violentaban el principio de legalidad del proceso electoral del SME con relación a sus propios Estatutos. Se emitieron más votos que el número de socios del padrón electoral que la dirección del SME registró en 2018 todavía con el gobierno de Peña Nieto. Estas graves omisiones del responsable de la Dirección General de Registro de Asociaciones de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social chocan con las intenciones y propósitos de un gobierno comprometido con la libertad y democracia sindical y, por supuesto, violenta lo establecido en la nueva Ley Federal del Trabajo. La situación actual del amparo indirecto solicitando la nulidad de la toma de nota, conforme al informe del Lic. Javier Herrera que tiene a su cargo este amparo, es la siguiente: “Este amparo fue radicado en el Juzgado Noveno de Distrito en Materia de Trabajo en la Ciudad de México, en donde la Dirección General de Registro de Asociaciones, como Autoridad Responsable, fue requerida de rendir su informe justificado, en el que manifestó que el amparo indirecto promovido por la planilla 2 y demás personas, es improcedente, ya que la vía para solicitar la nulidad del procedimiento electoral es el juicio ordinario laboral ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, perdiendo de vista que de lo que se está solicitando la nulidad es de la Toma de Nota, del documento como tal y no del proceso electoral, absteniéndose de referirse al padrón de socios registrado en el expediente del SME a su resguardo”.
“Como pruebas de su informe justificado, la Dirección General de Registro de Asociaciones, únicamente acompañó: Toma de Nota del comité parcial recién electo Copia certificada de los estatutos del SME Copia certificada del acta de asamblea donde se reportan los resultados numéricos y de manera general del proceso electoral, de donde se desprende que no son claros, puesto que no establece la diferencia con la que ganó la planilla uno, ni establece el número de votos que obtuvo una y otra. Además del mismo documento se desprende que existen más de 30,000 votos, los cuales no se justifican con relación al padrón de socios registrado ante dicha autoridad que contiene en promedio 15,000 personas como agremiadas al SME.” “Después de rendido el informe justificado, el juzgado noveno de distrito, remitió el expediente de amparo indirecto al Juzgado Quinto de Distrito en Materia de Trabajo en la Ciudad de México, bajo el argumento de que dicho Juzgado tiene antecedentes de juicios de amparo indirecto del SME, en donde se le asignó el número de expediente 2472/2019. En este expediente se ha diferido en diversas ocasiones la Audiencia Constitucional, en la cual debe pronunciarse el Juzgado sobre la procedencia del amparo y sobre el otorgamiento o no del mismo, ello ocasionado por la acumulación de un expediente que fue promovido tiempo después, bajo el número 2524/2019 en donde hace falta integrar constancias como el informe justificado de la autoridad responsable, por lo que al no tener todos los elementos para resolver, el Juzgado señaló como siguiente fecha de Audiencia Constitucional el día VIERNES 17 DE ENERO DE 2020 A LA 13:10 HORAS.” Como puede verse el elefante reumático, al que se refiere nuestro presidente López Obrador, también camina en los pasillos de los tribunales laborales y en algunas oficinas de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social que se resisten y se oponen a los avances en materia de libertad y democracia sindical.