Presentación del libro Electricidad: una nacionalización inconclusa Viernes 26 de abril de 2019 H Cámara de Diputados Edificio B, tercer piso Auditorio Ing. Heberto Castillo
Agradezco a la Diputada Erika Vanessa del Castillo Ibarra su apoyo para la presentación de la 2ª edición de mi libro. Agradezco igualmente a Oscar Leslee Figueroa, a Fabián Ortiz y a David Miranda Pérez, su presencia y comentarios en la presentación del libro. Con ellos me une una larga historia de luchas y resistencia, una comunidad de ideas y una amistad de muchos años. Agradezco a todos los presentes, amigos, camaradas, compañeros, familiares. A mis hijos, a Paco Almazán autor de la primera portada de la edición de 1994 que con su creatividad supo expresar el tema del libro y a Rodrigo, compañero de lucha, por sus aportaciones críticas en una tarea editorial que no ha concluido. A Cecilia mi esposa, a Sebastián mi hijo, por sus aportes en la revisión y corrección de la primera y segunda edición.
El futuro nos pertenece, pero hay que luchar para lograrlo. Con todo. ¿Porqué me anime a esta 2a edición de un libro escrito hace 24 años? ¿Que sucedía en México hace 24 años, al inicio de la década de los 90? ¿Porque el tema del libro no ha perdido actualidad? ¿Que se ocultó con tanto celo a la opinión pública? ¿Se nacionalizo o se mexicanizo la industria eléctrica en México? ¿Cuál era el plan perverso de Salinas de Gortari? ¿Cuáles son las claves que nos ofrece el libro para afrontar la tarea del presente que es LA RENACIONALIZACION DE LA INDUSTRIA ELECTRICA EN MEXICO? El libro como tal vale la pena leerlo. Hay hechos desconocidos y mitos que oscurecen nuestra visión como mexicanos y el libro los aborda y los desentraña. En buena medida es una historia muy poco conocida. De ahí viene su título: Electricidad una nacionalización inconclusa. Pero si entendemos la historia no solo como una recolección de hechos pasados, cifras, datos, fechas, acontecimientos, sino también como un pasado-presente que continúa influyendo en el diario acontecer nacional; si aprendemos de las lecciones de la historia, de nuestra rica historia nacional, podemos entender muchos de los hechos actuales y, sobre todo, conociendo nuestras raíces, podremos enfrentar con mayores posibilidades de éxito los retos del presente. Pondré algunos ejemplos. 1)Las privatizaciones en México han sido un fracaso, en lo económico, social y político. Las experiencias mundiales lo confirman, pero en México está más que probado: 57 años de historia eléctrica antes de la nacionalización de 1960 lo demuestran: “explotación irracional de nuestros recursos naturales, afán desmedido de lucro, supeditación del interés nacional a su visión empresarial, prepotencia y soberbia en el manejo de sus negocios y sobreexplotación y despotismo en el trato otorgado a los trabajadores mexicanos”. Apenas estaba electrificado un 40% del territorio nacional. Hoy, a 6 años de la contrarreforma constitucional al párrafo sexto del articulo 27, que hablaba de la Exclusividad nacional en materia eléctrica y fue borrada de un plumazo, el caos eléctrico está a la vista, como resultado de la privatización. Precios altos de electricidad, sobre todo a los consumidores domésticos, pero también a los consumidores industriales, comerciales, de servicio y agrícolas. 2)A CFE la descapitalizaron igual que a LFC. Una CFE desmantelada y con graves problemas económicos y financieros, como resultado de una política de descapitalización en beneficio de las empresas eléctricas privadas. A CFE le aplicaron el mismo mecanismo con el que condujeron a la quiebra a CLFC y después a LFC. Para poner un ejemplo: El pasivo a largo plazo de CFE, resultado de los llamados PIDIREGAS, (Proyectos de Inversión de Infraestructura Productiva con Registro diferido en el Gasto público) asciende actualmente a $1, 027, 453, 893, 483 pesos, más el pago de intereses que suma $297, 246, 848, 616 y que representa el 35% de
la llamada Inversión Financiada Directa. Si a lo anterior agregamos la llamada Deuda Documentada que conforme al Informe Anual asciende a 109, 042 millones de dólares, equivalente a $2,049, 993 millones de pesos, el gran total es de $ 3 billones, 77 mil 36 millones de pesos, que ejemplifica el descomunal quebranto al que fue llevada la CFE en 36 años de neoliberalismo en México. 3)Los únicos ganones han sido las empresas eléctricas privadas, antes la legendaria The Mexican Light and Power Company Ltd. y hoy las IBERDROLA, MITSUI, SAAVI, NATURGY, MITSUBISHI, IENOVA, TECHGEN, FISTERRA, AES, KST MEXICO, ENGIE, entre otras como Productores Independientes de Energía y cientos de empresas de autoabastecimiento, cogeneración, controlan el mercado eléctrico en México, con una inversión de más de 25 mil millones de dólares. 4)Recuperar el papel de la electricidad como palanca del desarrollo nacional. EL rescate, renacionalización de la industria eléctrica es de vital importancia para emprender las tareas de la 4ª Transformación: Para recuperar nuestra Soberanía energética, para hacer del servicio eléctrico un servicio público, garantizando el derecho humano a la energía. Para utilizar la electricidad como palanca de desarrollo económico, social y cultural. Un ejemplo sencillo es el aprovechamiento, sin afán de lucro, de las redes eléctricas, para llevar INTERNET a todo el territorio nacional. Para reactivar el campo mexicano y su producción agrícola. Las lecciones de la historia nos señalan que, con la nacionalización eléctrica de 1960, en pocos años la electricidad llegó a todos los rincones de la patria, a los lugares más apartados y remotos. Hoy el reto poner la bandera blanca, al 100%, en TODO el territorio nacional. Particularmente en los pueblos y comunidades indígenas, con los cuales tenemos una deuda histórica por saldar. Con la expropiación petrolera y la nacionalización de la industria eléctrica México vivió una época de desarrollo, el llamado periodo del desarrollo estabilizador, en el cual creció la economía, crecieron los empleos y crecieron los salarios. Hoy podemos sacudirnos el yugo de la dependencia y avanzar hacia un desarrollo independiente, con justicia, libertad y democracia, y la electricidad puede jugar ese roll de palanca de desarrollo en beneficio del pueblo de México.