Cuaresma es el tiempo que viene y va, Tiempo para vivirlo en camino, camino sin instalarse, sin retenerlo, sin lamento, con la esperanza siempre a flor de piel y la mirada fija en otro tiempo, tiempo la Pascua, que es definitiva.
Florentino Ulibarri
Texto evangélico: Mateo 4, 11-11. Primer domingo de Cuaresma –AComentarios y presentación; M.Asun Gutiérrez. Música: Wind Spirit
1Entonces
el Espíritu llevó a Jesús al desierto, para que el diablo lo pusiera a prueba. prueba 2Después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, sintió hambre.
Jesús caminará cam nará siempre s empre movido mov do por el Espíritu. Esp r tu. Le puede llevar al Jordán, al Tabor, abor, a Getsemaní, al Desierto. Todo responde al plan de Dios. A nosotros también nos invita el Espíritu a ir, con Jesús, al desierto. ¿No p podría ser este tiempo p cuaresmal una estupenda p ocasión para p procurarnos p un poco de desierto? Para buscar momentos de soledad, de silencio, de búsqueda, de escucha, de decisiones, de austeridad, de discernimiento, de oración, de encuentro con uno mismo y con Dios. A Jesús, el Espíritu le hace sentir hambre de servicio, de humildad, de compasión, de entrega, de confianza... ¿ También a mí?
3El
tentador se acercó entonces y le dijo: -Si eres Hijo j de Dios,, manda que q estas piedras p se conviertan en panes. p 4Jesús le respondió: -Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
Jesús fue tentado por los familiares y por los discípulos, por el pueblo y por las autoridades civiles y religiosas. El objetivo j es q que Jesús actúe al margen g del p plan de Dios. La tentación está en considerar la satisfacción de las necesidades materiales como el objetivo último y definitivo. Como si lo material fuera lo principal. ¿De qué vivo? ¿Cuál es mi alimento para madurar y crecer? Un buen alimento podía ser buscar el encuentro con la Palabra de Jesús, escucharle en las personas que encuentre y en las circunstancias y acontecimientos de cada día.
5Después
el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en el alero del templo y le dijo: -Si eres Hijo de Dios, tírate abajo; porque está escrito: Dará órdenes a sus ángeles g p para q que te lleven en brazos, de modo q que tu pie p no tropiece p en piedra alguna. 7Jesús le dijo: -También está escrito: No tentarás al Señor tu Dios.
Es la tentación del afán de dominio, la sed de poder, el deseo de someter a l@s demás,, de exigir g obediencia. La alternativa que q Jesús propone p p a esta extendida tentación es el servicio. En el lavatorio de los pies nos deja en testamento la forma de ejercer el poder. Jesús no ha nacido para que le lleven los ángeles en volandas, sino para abrazar, tocar leprosos, sanar heridas, cargar sobre sus hombros la oveja perdida y mostrar la compasión del Padre hacia las personas necesitadas.
8De
nuevo lo llevó consigo el diablo a un monte muy alto, le mostró todos los reinos del mundo con su gloria 9y le dijo: -Todo esto te daré, si te p postras y me adoras. 10Entonces Jesús le dijo: -Márchate, Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor tu Dios y sólo a él le darás culto.
Sigue g siendo actual la tentación de intentar utilizar y manipular p a Dios,, de querer ser como Dios, hacer a Dios a nuestra medida, pretender que haga nuestra voluntad de forma mágica. La tentación de la arrogancia, los privilegios, el poder, la prepotencia, el prestigio, la acaparación de conciencias y del monopolio de la verdad, se puede presentar hasta basándose en la Escritura. Adorar sólo a Dios nos hace personas felices, libres y fraternos.
11Entonces
el diablo se alejó de él, y unos ángeles se acercaron y le servían.
Con su victoria Jesús nos demuestra que todas las debilidades, que ssin n duda tendremos, pueden ser superadas. Como Él, contamos con la fuerza del Espíritu y la luz de la Palabra. Sentir la tentación tentación--prueba es bueno. Nos ayuda y a crecer y madurar,, a ser más realistas,, más fuertes,, más compasivos, más comprensivos, y necesitados de oración constantemente y conversión permanente. “Jesús tolera ser tentado para que en Él aprendamos todos a triunfar” (San Ambrosio).
Bendito seas, seas Padre, Padre por este tiempo tan oportuno oportuno, para la conversión y el encuentro, que Tú concedes gratis a todos tus hijas e hijos que andamos desorientados por los caminos de la vida. Bendito seas, seas Padre, Padre porque llamas a cada hombre y mujer, mujer sea cual sea su historia o su vida, a emprender cada día, de manera más personal y consciente, su compromiso de seguir a Jesús, tu Hijo y nuestro Hermano. Bendito seas, Padre, por despertarnos de nuestros dulces sueños, tan vaporosos e infecundos, por interpelarnos en lo radical de la vida, por liberarnos de nuestras falsas seguridades, p g , por poner al descubierto nuestros ídolos secretos que tanto defendemos e intentamos justificar. Bendito seas, Padre, p porque nos das tu Espíritu, p el único que puede convertirnos, el único que puede darnos un corazón de hij@s, el único que puede atravesar nuestros pensamientos, el único que puede guiarnos por la senda del Evangelio, ell único ú que hace h posible l nuestra vuelta l a tu seno. ¡Bendito seas, Padre, por este tiempo tan propicio! Ulibarri Fl.