pro gra Desa ma rrol juve land nil e o un fica z Los siguientes consejos pueden ayudar a aquellas personas que se encuentran liderando grupos juveniles o han sido llamados a trabajar con esta población, en distintos espacios. La meta final debe siempre ser ver a cada joven convertirse en verdadero discípulo de Cristo.
1. ORIENTE EL PROGRAMA HACIA LAS PERSONAS
- El grupo juvenil nunca debe ser visto como una masa homogénea. Como dice el refrán popular «Cada cabeza es un mundo», es decir, cada joven tiene su propio grado de madurez. - No incluya a todos los jóvenes en el mismo «saco». Puede ser que algunos ya hayan experimentado una genuina conversión, pero otros aún no habrán vivido esta experiencia, por eso es importante la diferenciación individual en este sentido. - Cada joven vive una realidad muy propia. Unos tienen hogares sólidos en relaciones, metas y principios, otros por el contrario, viven con familias disfuncionales con las cuales se les dificulta desarrollar su vida integralmente, habrá quienes estén en el camino del Señor por convicción pero también otros que lo harán por costumbre. Sin embargo, Dios anhela a todos.
- Cada joven vive en un contexto particular que debe ser tomado en cuenta a la hora de estructurar un programa, por eso se debe adecuar el programa al área, ya sea rural o urbana, marginal o solvente. - El programa debe atender las necesidades de los muchachos, y a la vez, ayudarlos a prevenir conductas de riesgo, con el fin de cooperar a que el propósito de Dios se lleve a cabo en sus vidas. Si se descuida esto no habrá eficacia en el cumplimiento del servicio encomendado por Dios. - Trabaje por amor y vocación hacia el grupo juvenil. Recuerde que ahí van a convergir toda clase de jóvenes y adolescentes; algunos serán fáciles de motivo de alegría, regocijo y ternura pero otros le significarán un gran reto
alcanzar la meta del grupo. - No tiene sentido contar con una visión con objetivos claros, si luego no elaboramos un programa que integre, promueva y facilite los resultados esperados. - Todo programa debe orientarse desde dos ópticas: la prevención (o la acción apropiada ante los factores de riesgo) y la intervención (la acción apropiada ante las conductas problema). - Todo programa debe ser elaborado considerando las necesidades, las características y el contexto del grupo que atendemos, y a la vez, el propósito de Dios para la vida de cada chico. - Participe a los jóvenes en el desarrollo del programa, así tiene más posibilidades de ser objetivo y pertinente y a la vez, da participación
La meta final debe siempre ser ver a cada joven convertirse en verdadero discípulo de Cristo. y en ocasiones, hasta motivo de frustración. Por tanto, su amor y vocación deben ser tan genuinos que le permitan integrar a todos por igual en el grupo y crear un ambiente acogedor y restaurador de relaciones.
real al grupo. - Los programas deben estar expuestos a la evaluación permanente de aquellas personas a quienes se les está aplicando. - Lo primordial del programa debe ser que el joven conozca la voluntad de Dios y la incorpore a su vida en forma 2. CONSIDERE QUE EL PROGRAMA ES práctica y disciplinada. UNA HERRAMIENTA DENTRO DEL PROCESO
- Antes de elaborar un programa pregúntese: ¿cuál es el propósito para el grupo?, ¿qué nos une o nos convoca en un interés común?, ¿es un grupo de orientación deportiva, recreativa, ecológica, de bien social, instructiva o de formación bíblica? Es importante considerar el objetivo general para luego integrarlo con los objetivos específicos y
3. NO PASE POR ALTO LOS ELEMENTOS QUE SON FUNDAMENTALES EN
EL
PROGRAMA JUVENIL
FORMACIÓN EN EL ÁREA INTELECTUAL Ponga bases firmes. El joven en esta etapa tiene gran cantidad de dudas e
inquietudes, quiere comprobar que los criterios que aprendió de otras fuentes son veraces o no. Pero, para que pueda hacer este proceso de evaluación, necesita que se le provea de una sólida enseñanza bíblica a partir de sus inquietudes. Use contenidos adecuados para su edad. No olvide llevar enseñanza sobre los temas que perturban a los muchachos, o que se refieren a su problemática particular. Déles Palabra y muéstreles los principios cristianos que le darán las pautas para resolver sus dudas y problemas. Además, forme una biblioteca (tal vez por medio de donantes) que el joven pueda consultar con libros cristianos actualizados.
los involucramos en el proceso, hay olvidar que buscamos edificarlos y un grado mayor de aprendizaje y un orientarlos con todo nuestro apoyo aumento en las probabilidades de que hacia un estilo de vida digo del Reino. se comprometa en obediencia. Exponga a los jóvenes a varios Preste interés y apoyo a su puntos de vista. Las mesas redondas y educación. Anímelo a continuar sus otras técnicas de grupos similares para estudios seculares, a desarrollar sus tratar temas variados estimulan y habilidades y capacidades y a buscar ejercitan el juicio de los jóvenes. Puede y pesar diferentes alternativas de así invitar a personas cristianas estudio. Usted será su mejor ejemplo calificadas que ofrezcan, desde la de esfuerzo y logro de metas, por perspectiva bíblica, respuestas claras y tanto, enséñele por medio de su concretas acerca de los temas que ejemplo cómo usar nuestra profesión inquietan a los jóvenes. u ocupación para glorificar a Dios. Use las experiencias prácticas para Recomiende a los jóvenes buena ilustrar una verdad. Las experiencias literatura. Es triste escuchar a la gente humanas pueden ser recursos de hablar de lo que no sabe con la aprendizaje muy valiosos al tratar prepotencia que da la ignorancia. Esto
Usted será su mejor ejemplo de esfuerzo y logro de metas, por tanto, enséñele por medio de su ejemplo cómo usar nuestra profesión u ocupación para glorificar a Dios Enséñelos a investigar y a descubrir las verdades bíblicas por ellos mismos. No les dé todo hecho, más bien, permítales obtener sus propias conclusiones. No se obtiene ningún beneficio haciendo que dependan de usted, pero sí guiándolos hacia Cristo y a su Palabra. Usted no va estar siempre a su lado para decirle qué hacer, por eso es necesario que sepan encontrar en la Biblia las respuestas a sus diferentes inquietudes. Involúcrelos en el proceso de aprendizaje. Los dramas, dinámicas, estudios de casos, etcétera, son excelentes vehículos para fortalecer la participación en el aprendizaje. Cuando
temas un tanto difíciles, como el embarazo en adolescentes, las drogas, la violencia, la pornografía etcétera. Por tanto, busque entre la congregación personas que puedan contarles sus experiencias y formas de superación de conflictos. De esta forma el testimonio será real para los jóvenes y más factible de que le presten atención. Permita y estimule el diálogo. Esto es posible únicamente cuando el joven siente que su líder es digno de confianza. Entonces, si realmente se desea ayudar es menester permitirles que se nos acerquen y que sean ellos mismos. Para ello, se les debe recibir sin hacer juicios, condenarlos ni
lo rechaza el joven pues él vive en un mundo muy informado y si usted es igual, le hace perder credibilidad. Manténgase actualizado.
FORMACIÓN DEL ÁREA AFECTIVA Más que un maestro, el joven busca un amigo en quien confiar. Este punto nos muestra la gran responsabilidad que conlleva ser el líder o maestro de los jóvenes. Esta persona debe ser una persona que ame a los jóvenes, con un corazón joven (aunque no necesariamente de corta edad), maduro y experimentado en la vivencia del evangelio.
El joven busca un modelo a quien imitar. Muestre e inspire la fe, el amor, el servicio, la santidad y el vivir en el Espíritu por medio de la manifestación del fruto del Espíritu en su vida, de forma práctica. Dé ejemplo de perdón, de paciencia y tolerancia, así como de una real santidad. No sea puritano, sino santo. Los jóvenes son capaces de acercarse a un santo que lo demuestra, no así del que lo proclama a voces. Dedique tiempo para estar con los j ó ve n e s . R e s e r ve t i e m p o p a r a compartir con los jóvenes. El trabajo con los jóvenes involucra caminar con ellos, es la pastoral del acompañamiento. Ellos necesitan contar con usted y estar con usted, por
sea formado en él.
problemática sexual.
Ayúdelos a ampliar el círculo social. Promueva reuniones de jóvenes con otras iglesias para que conozcan más jóvenes cristianos. Recordemos que es en esta edad que los jóvenes buscan pareja para casarse y si el círculo es muy reducido, se les condena a la soledad, como ocurre en iglesias donde hay una gran cantidad de jóvenes de Observe sus talentos y habilidades edades avanzadas aún solteros. y ayúdelo a valorarlas y a usarlas para el Señor. Busque los medios Promueva en el joven el servicio para que pueda desarrollar sus dones social. Tenga en su programa y talentos y abra espacios para que actividades de ayuda a la comunidad y aprenda a canalizarlos en servicio del a los hermanos necesitados de la iglesia, de manera que ellos puedan prójimo, para la gloria de Dios cultivar el altruismo y practicar el amor Dé a cada joven atención personalizada. Atienda sus necesidades de consuelo, consejo, apoyo y otras más. Sólo si conoce al joven podrá realmente ayudarlo, ya que él necesita ser parte del grupo, pero a la vez requiere que usted lo atienda personalmente.
El trabajo con los jóvenes involucra caminar con ellos... eso, necesita desarrollar su afectividad FORMACIÓN DEL ÁREA FÍSICA tanto en su compañía como en la del grupo. Promueva el conocimiento físico general del joven. Enséñeles acerca Establezca un buen modelo de de su desarrollo sexual, anatómico, relaciones cristianas. Promueva el emocional e intelectual y use compañerismo, el altruismo y el respeto diferentes medios para comunicarse en el grupo juvenil. No fomente las con ellos, como foros, películas, «argollas» o pequeños grupos de charlas, etcétera privilegiados, ni muestre preferencias, pues esto desanima a aquellos jóvenes De valor al esparcimiento y con más necesidad de afecto y recreación. Establezca dentro del aceptación. Impulse un clima de programa anual un tiempo para comunión e igualdad. juegos, recreación, campamentos, Acepte y ame al joven genuinamente. Esto hará que usted se gane el «derecho» de exhortarlo, corregirlo, orientarlo y enseñarlo para que Cristo
lunadas, etcétera. Anímelos para que practiquen un deporte, pues de esta manera podrán canalizar sanamente la energía que tienen acumulada y podrán lidiar mejor con su
al prójimo. Esto les ayudará a comprender a otros y a desarrollar la empatía con los necesitados. Desarrolle con ellos un buen programa de evangelización. Los jóvenes sienten una imperiosa necesidad de participar en este tipo de trabajo y además, tienen las energías, el coraje y el tiempo. Haga de ellos una fuerza evangelizadora para su iglesia y su comunidad. Estimule el trabajo en equipo. Trabaje en equipo con ellos e involúcrelos plenamente en la programación y desarrollo del modelo con conciertos de oración, festivales deportivos y de evangelización, noches
de talentos, grupos de mimo, de teatro, tiempo para orar, alabar y ministrar a coros, rondallas, etcétera. Dios juntos, en un ambiente donde se propicie un legítimo encuentro con Dios, no un espectáculo. Cada joven FORMACIÓN EN EL ÁREA ESPIRITUAL debe gozar la presencia transformadora de Dios y si Trabaje para que cada joven tenga un buscamos únicamente la experiencia encuentro personal con Cristo. Puede sin formación bíblica, esta que se llame cristiano» porque sus experiencia será superficial y padres los son o porque necesita un pasajera. Cuando ambos objetivos se grupo con el cual identificarse. El combinan se hará una necesidad objetivo debe ser que él se encuentre buscar su presencia. con Cristo primera mente y no edificar sobre otro fundamento que no sea Dé énfasis al aprendizaje de la Cristo. Palabra. Esto es posible lograrlo con actividades de grupo que promuevan Provea un programa de discipulado. la lectura de la Biblia, como concursos Pablo hizo de Timoteo un discípulo de bíblicos, lecturas programadas, Cristo: invirtió en él tiempo, esperanza, competencias de memorización de energía y por eso podía decirle con
Dé valor y lugar a la manifestación de los dones. Cada joven está dotado por Dios de dones espirituales y talentos naturales para su servicio, tanto en la iglesia como en su grupo juvenil. Propicie que ellos los descubran, los desarrollen y los pongan al servicio del Señor.
4. ALGUNAS RECOMENDACIONES PARA AJUSTAR
EL
TRABAJAR
PROGRAMA CON
PARA
JÓVENES
NO
CRISTIANOS.
- Inicie el grupo en un lugar neutral; la plaza de deportes, un parque, un mall, un lugar de comida rápida, su casa o la casa de otro joven o cualquier otro
El objetivo debe ser que él se encuentre con Cristo primera mente y no edificar sobre otro fundamento que no sea Cristo. propiedad «ninguno tenga en poco tu juventud sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza». No podemos demandar lo que no hemos dado.
lugar que no sea dentro de la iglesia. Estos jóvenes no van a responder a la Muéstrele al joven que Dios está liturgia, tradición y normas de las vivo y es real. Combine momentos de iglesias, por tanto, debe trabajarse con intercesión y testimonio pues ellos ellos en su propio contexto. necesitan crecer en experiencias reales con Dios y convencerse de que - Tenga un formato muy informal para realizar las reuniones pero recuerde actúa en medio de ellos. que ser informal no significa ser Sea un líder que intercede por sus improvisador. La creatividad para no jóvenes. Ore por ellos, en forma caer en la liturgia tradicional de la privada y pública, en grupo o iglesia es indispensable en estos casos, individualmente, según sea la pero si se tiene claro el objetivo de cada necesidad. Ellos sentirán su amor y la r e u n i ó n , s e c u m p l i r á seguridad de que no están solos espontáneamente. versículos, etcétera.
Ponga bases firmes. Tengamos como objetivo que cada joven, durante su primer año en el grupo juvenil, siga un plan de estudio de la Biblia que le permita conocer e incorporar a su propia manera de ser, pensar y sentir los principios fundamentales de la fe cristiana. De esta forma podrá ser un fiel seguidor de Cristo por convicción personal. luchando con las pruebas, tentaciones y dificultades que tienen. - Al inicio del grupo, concéntrese en lograr objetivos funcionales para el Expóngalo a la presencia grupo como: compañerismo, transformadora de Dios. Asigne
fraternidad, comunión, comunicación, respeto, aceptación, y todos aquellos asuntos que permitan formar un grupo. Es decir, cree un espacio en el cual los jóvenes se sien tan cómodos y deseen participar por su propia voluntad. - Permítase el lujo de cambiar el orden de la reunión según se vaya creando el ambiente, y el g rupo muestre aceptación a los objetivos planteados, para crear buenas relaciones interpersonales. En esta fase necesita crear el grupo, establecer relaciones afectivas estrechas y ganarse la confianza, el cariño y el respeto de los miembros del grupo; únicamente así podrá liderar legítimamente.
- Inicie su plan de formación trabajando en valores e ilustrando estos con ejemplos claros y concretos de la vida real. No empiece con estudios sistemáticos de la Palabra de Dios que vayan más bien a confundir e incluso a atemorizar al no creyente. Use uno o dos versículos por sesión para ilustrar el valor que se desea enseñar. Déles «comida blanda» y poco a poco podrá llevarlos a comer «comida sólida». - No predique ni se ponga en el plano de sabelotodo. El diálogo franco y participativo y el corazón humilde del líder son la mejor forma de ganar la atención del muchacho.
Y por ultimo, se han de desarrollar programas que alcancen la meta de ver a cada joven convertirse en verdadero discípulo de Cristo «hasta que todos lleguemos a estar unidos por la fe y el conocimiento del hijo de Dios, y alcancemos la edad adulta, que corresponde a la plena madurez de Cristo.» Efesios 4.13.
Alberto y Diana Nova Alberto y Diana Nova Admon General conexionGF
La meta es ver a cada joven convertirse en verdadero discípulo de Cristo - Acepte la apariencia del joven tal y como llegue al grupo, no pretenda que deje sus hábitos y costumbres en la segunda sesión. Recuerde que los accesorios son una forma de identificación con ciertas corrientes del momento. Acepte y respete el «paquete» tal cual viene. Sólo la gracia de Dios, el poder del Espíritu Santo y - Llame a cada joven por su nombre y el amor que se le muestre irá hable con ellos con su mismo lenguaje, haciendo el cambio de vida. de esta forma ellos le sentirán parte de su grupo pero luego, cuando haya - Una vez que el grupo se integre y avanza do un poco en la enseñanza consolide desarrolle poco a poco los cristiana, modifique aquellos términos principios anteriores, con tacto, que real mente son contrarios a los paciencia y mucha perseverancia, principios del evangelio, no con orando a Dios para que le dé la imposición sino creando convicción en sabiduría necesaria para adaptar lo que se requiera. ellos. - No emplee términos como «varón», «hermanito», «siervito», «santo», etcétera. Los jóvenes que todavía no son cristianos no tienen idea del contenido real de esas palabras; además, como normalmente las empleamos como muletillas, les vaciamos el contenido teológico que realmente tienen.