Juli谩n Alonso
TRAMPAS DE LA MEMORIA (Selecci贸n)
“TRAMPAS DE LA MEMORIA” obtuvo el XIX Premio de Poesía “Ciudad de Benicarló” 1999 y fue publicado por el Ayuntamiento de Benicarló el año 2000 dentro de la colección Beni-Gazlo …..”Hay en la primera parte, sobre todo, conciencia de un tiempo huidizo que no nos ha dejado disfrutar de los momentos de felicidad…”. …”Y la segunda parte continúa brevemente con esa desarraigada convicción: la voz lírica no se reconoce, no reconoce los lugares ni la sustancia del recuerdo…. El poemario acaba con una atmósfera muy distinta a la que lo inauguró, aunque el lector no pueda certificar dónde se encuentra la frotnera entre el recuerdo y la ensoñación, o si sólo se trató de “trampas de la memoria, / posos en el café, / palabras al oído / para otro pronunciadas”. Con este libro, Julián Alonso remarca una línea muy personal, sentimental aunque sazonada de desengaño, en la lírica amorosa de nuestros días.” Juan Luis Calbarro. “Julián Alonso: entre la memoria y el ensueño”. “Papel Literario”. Málaga, 17/09/2000.
……………………………….. ….”59 poemas o, más bien, un único poema, dividido en dos partes, con un poema umbral y un prólogo de luis Eduardo Aute. Poemas breves, de verso corto, que citan las trampas de la impenitente memoria: del amor que nos habita y circunda con sus desengaños; ese que cincela la vida”. “QUÉ LEER”. 2000
PRÓLOGO Son estos fugaces poemas de Julián Alonso como pavesas zigzagueantes que escapan de las penúltimas brasas de un amor que dejó de arder. Fuego en fuga hacia ninguna parte, cenizas, todavía cálidas, atrapadas/atrampadas en la memoria que, resistente al olvido, toma la palabra aún sabiéndola inútil. Anti-lírica para sustituir el hielo de una ausencia que “se llevó la música a otra parte”, por el temblor de la letra. Anti-lírica del deseo de no permitir, al menos, que el deseo de recordar no sea contrapié, sino puntapié al cubo de las basuras silenciosas. Anti-lírica del no despertar, si es todo, más que sueño, su ausencia también: “sumirme en la espiral de una vigilia / Monótona y sin ti”. Julián Alonso elige el suicidio por “sobredosis de poesía” antes que naufragar como “el pez que nada en nuestra mesa” entre los “humos del tabaco”. Bienvenida sea esa vehemente elección. Resultado de esa penúltima voluntad son estas precisas, preciosas “Trampas de la memoria”. LUIS EDUARDO AUTE
La verdad, la mentira, qué más da si todo ha sucedido o sólo fue invención, trampas de la memoria, posos en el café, palabras al oído para otro pronunciadas.
Tus ojos, que me miran con cierto tono triste y ese cuerpo que me quema en las manos y me duele y me tensa la carne en un deseo tan por satisfacer como la vida.
No pronuncio tu nombre. No quiero estropear ese probable sue帽o que se empieza a escapar entre mis dedos como un jab贸n mojado.
Resbalar por tus hombros. Oleosa mirada sorprendida como tigre en el aire. Deseo a contrapiĂŠ. Noche. Tan quieta.
El recuerdo se tiĂąe de nostalgia. Regresan los paseos, las calles de otros dĂas, las largas caminatas apenas sin mirarnos y mi brazo subiendo como pĂĄjaro inquieto a posarse en tu hombro.
Ser algo inerte, piedra, mota de polvo, nada; la moneda comĂşn en quien nadie repara, un silbido en el viento, esa hoja que cae, el papel arrugado de una carta de amor en tus manos nerviosas.
Ese mar todo blanco de medusas y cristales de nieve, por el que pasan barcos afilados como hirientes cuchillos penetrando la carne, no es mar que conozco. Por ĂŠl no navegaron mis velas desplegadas ni se asomĂł, redonda, tanta luna como cabe en tu pecho. Es mar, todo blanco de medusas, no es tu mar ni es el mĂo.
Es bueno que hoy escriba y tú lo leas con la sonrisa azul que se te empieza a armar entre los labios mientras tus ojos pasan, letra a letra, estas líneas que impregnas de recuerdo, estos versos, posibles solamente, porque tú formas parte de su trama, amiga, hecha de viento y poesía.
Tuya la arena de esta playa sin nombre por la que ahora piso. Tuya esta fina lluvia y la brisa y el sol y las aristas grises de estas rocas en las que el mar se rompe como un joven amante a la deriva.
La sonrisa ha nacido en esta tarde, redonda, sin aristas, sin rincones. Tú la has hecho posible. No preguntes por qué, yo no pregunto; simplemente sonrío. ¿Qué más puedes pedirme por ahora?.
Caja de las sorpresas tu sonrisa, se asoma y el mundo se hace limpio, se hace luz, música. Escucha la canción: puede ser "Yesterday", puede ser cualquier otra o "Ne me quite pas". Todo es lo mismo menos tú.
Arrojémonos a nuestros vacíos. Suicidémonos hasta leer en la prensa de la tarde: "Murieron de una sobredosis de poesía". Redescubrámonos a cada instante. Inventémonos de nuevo, en esas horas de no saber qué hacer, mientras el pez que nada en nuestra mesa naufraga entre los humos del tabaco.