IMPRESIONISMO LITERARIO Por: Esdras Ujpan y Raúl Alvarado
S U RG I M I E N T O ( AC O N T E C I M I E N T O S O C I A L ) Hasta el siglo XVIII los autores no eran otra cosa que portavoces de su público. Escribían sus obras para un público claramente definido, perfectamente delimitado. El escritor no conocía ni el problema torturante de tener que elegir entre diferentes posibilidades temáticas, ni el problema moral de necesitar definiré entre diferentes estratos de la sociedad.
C A R AC T E R Í S T I C A S E S T É T I C A S Reacción al realismo Trataba de suprimir el elemento intelectualista y reflexivo en literatura. Busca más la esencia de las cosas que el valor aparente de las mismas (tiene un gran parecido con un diccionario). Registrar primariamente las sensaciones. Presenta a sus personajes evocando el mundo de los sentidos.
HERMANOS GONCOURT
(VOCES DEL REALISMO IMPRESIONISTA)
13 de julio (1862). El dolor, la agonía, la tortura de una vida literaria consiste en dar a luz ideas. Concebir, crear: en estas dos palabras reside para el hombre de letras un mundo de esfuerzos dolorosos y de angustia. De aquella nada, de aquel embrión rudimentario que es la primera idea de un libro, sacar el punctum sapiens (punto sobresaliente), extraer uno a uno de tu cabeza los incidentes de una historia ficticia, las líneas de los personajes, la trama, el dénouement –la vida de todo este pequeño mundo animado por ti mismo, que brota de tus entrañas, que compone una novela… Diario Íntimo (Fragmento)
OCTAVE MIRBEAU (POLÉMICO)
Es extraordinario, mi pico. Hay sitios donde la tierra no se ve, donde sólo se ve el cielo. Puedo imaginarme subido a un globo, en ascenso perpetuo hacia el infinito. Es sorprendente. He tenido sensaciones inauditas. Intenta representarte esto. A mi alrededor, el cielo. ¡Ningún horizonte! ¡Ningún ruido! Sólo el paso silencioso de las nubes. Y de repente, en ese vacío inconmensurable, en ese silencio de eternidades espléndidas, el ladrido de un perro que sube desde la tierra invisible. En el Cielo (Fragmento)
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ I Platero Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera que se diría todo de algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros cual dos escarabajos de cristal negro. Lo dejo suelto y se va al prado, y acaricia tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las flores rosas, celestes y gualdas… Lo llamo dulcemente: “¿Platero?”, y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal… Platero y Yo, 1914 (Fragmento primer capitulo)
"LO QUE MÁS INDIGNA AL CHARLATÁN ES ALGUIEN SILENCIOSO Y DIGNO." Juan Ramón Jiménez