Acapulco Desconocido YANET MORALES
UNIVERSIDAD LOYOLA DEL PACÍFICO
EDICIÓN ESPECIAL, MAYO DE 2014 © 2014, HECHO POR YANET MORALES LIBORIO UNIVERSIDAD LOYOLA DEL PACÍFICO A.C. CUMBRES DE LLANO LARGO, AV. HEROICO COLEGIO MILITAR Esta obra no puede ser reproducida, total o parcialmente, sin autorización escrita del autor. Impreso en México
Prólogo Es grato ver en el presente libro como se materializó el esfuerzo de la autora, una persona destacada por su compromiso, conocimiento y dedicación a cada uno de los proyectos en los que se involucra y éste no podía ser la excepción. El trabajo dedicado y la exhaustiva investigación se refleja en las fotografías presentadas, las cuales muestran un Acapulco diferente, no sólo el lugar de diversión y esparcimiento, también destacado por una cultura propia, parte de un Guerrero bravío, fuerte, de lucha de personas comprometidas, íntegras, justas, reconocidas como líderes durante el período de la independencia, de la revolución, de la guerra cristera por citar algunas Las huellas dejadas de estas vivencias de personajes históricos guerrerenses son factibles de identificar en las fotografías incluidas
en éste libro exquisito. El cual personalmente me parece extraordinario, no sólo por las increíbles fotografías y la riqueza en la información, sino por la completud de la relatoría gráfica y la forma de presentación de todo el contenido. Esta obra puede ser apreciada por todo tipo de público, local y externo. Confío en que sea apoyada su difusión por las autoridades correspondientes, de manera que sea presentada la historia y cultura de nuestro puerto a propios y extraños, que tengan la oportunidad de conocer un Acapulco diferente, más real, no solamente aquel con espacios creados para el esparcimiento y diversión. Personalmente agradezco haber tenido el honor de acompañar el proceso y felicito a la autora de tan hermoso trabajo. Norma Lucila Caballero
Introducción Acapulco, lugar lleno de aventuras, sueños y diversión, con una de las bahías más hermosas del mundo, el exquisito sabor de su comida y el rojizo atardecer que lo acompaña; sin olvidar las noches llenas de luces sobre la bahía. Acordarse de Acapulco es acordarse de sus playas, sus antros, el clima disponible para sentarse en la playa con una piña colada, las tardes de compra en las plazas y mucho más, sin olvidar que en lo alto de la quebrada se espera el atardecer para verlo caer. Y entonces, ¿Has conocido ya Acapulco?, conocemos al Fuerte de San Diego y pensamos que es lo poco rescatable de la historia de nuestro puerto, algunos más recuerdan los restaurantes tradicionales y otros más los hoteles
memorables, creemos y vivimos del turismo, nuestra fuente principal de empleo, les enseñamos lo rosa de nuestro puerto y excluimos lo negro, o al menos lo que no queremos ver. No nos percatamos de la vida que hay detrás de ese hermoso atardecer, de cuantos patrimonios culturales nos acompañan después de haber puesto sello a la ciudad y mejor aún, de esos lugares que nos protegieron de ser invadidos y saqueados, valoramos y anhelamos ser uno de los puertos que en la época moderna nos bañábamos de estrellas internacionales, pero no valoramos lo propio, lo que nos representa, aquello que nos hace ser merecidos del nombre “Acapulco”.
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Figura 1.1. Entrada del poblado.
El Veladero El poblado “El Veladero”, se ubica como su nombre lo dice en el cerro “Veladero”, no obstante esta es la zona mas importante y originaria del Veladero de lo que ahora es Acapulco de Juárez, anteriormente era una de las ampliaciones de las comunidades aztecas, por lo que los aztecas eran, por decirlo de alguna manera, dueños de esta zona. Posteriormente, en la época de la Independencia fue tomado como refugio por las tropas de Morelos, personal que le proporcionó Galeana; lo que poca gente sabe es que aquí se origina la guerra de independencia, cuando Morelos lo tomó como refugio para las acampadas y ahí mismo se hacían las citas de combates con los enemigos.
Figura 1. Pintura de retrato de Morelos en caballete ubicado en la iglesia del poblado.
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Figura 1.3. Figurilla de barro
Figura 1.4. Cañones del ejército de Morelos
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Figura 1.5. Monedas antiguas desde 1812.
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Figura 1.6 . Una de las entradas del fortín.
Fortín Álvarez El Fortín Álvarez fue construido durante la época colonial en el siglo XVII junto con el Fuerte de San Diego, se encuentra ubicado en lo alto del Cerro de La Mira, funcionaba como almacén de armas y depósito de municiones y pólvora además de ser usado para defender al puerto de las escuadras francesas que en ese tiempo bombardeaban a la ciudad. Su apellido es en honor a Juan Álvarez Hurtado quien mando a habilitar y preparar los fortínes, entre esos el Fortín Álvarez, desafortunadamente los otros fortínes fueron destruidos después de la entrada de los franceses a la ciudad.
Destacan sus cuatro torres de vigilancia (de las cuales solo quedan dos), ubicadas en cada esquina de la construcción y se comenta que dentro había una cueva que tenía salida hacia el ahora Zócalo de la ciudad. A la izquierda (Figura 1.6) se puede apreciar una de las entradas del fortín acompañado de sus dos torres de vigilancia, mientras que a la derecha (Figura 1.7) se observa una de las torres de vigilancia junto a una incompleta estructura de madera.
Figura 1.7. Torre de vigilancia
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Figura 1.8 . Entrada principal del FortĂn
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Figura 1.9. Fortín Álvarez (vista de arriba)
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Figura 1.10 . Torre de Mr. Hayes
La torre de Mr. Hayes Harold B. Hayes era un “gringo loco”, como se le conocía, quien fijó una de sus obras en el Cerro de La Mira; la construcción de una torre de piedra de 6 pisos hecha a partir de única y exclusivamente por órdenes de Hayes, sin planos ni lineamientos reglamentarios. Destaca su rebeldía en las normas legales de la construcción de ese entonces y en contrario a lo que se pensaba los resultados eran atinados, no obstante, a pesar de proporcionar material de seguridad para sus trabajadores, quienes hacían largas filas sobre el cerro cuando había que cobrar, la forma de trabajar era riesgosa
y complicada, por lo que había irresponsabilidad por parte de Hayes, la construcción fue suspendida en 1961 por aspectos legales, por lo que la torre era considerada destruida en el primer temblor fuerte que sucediera en el puerto, han pasado ya decenas de temblores intensos y la Torre de Mr. Hayes increíblemente está de pie e intacta.
Figura 1.11 . Fachada de la torre.
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Figura 1.12 (a la derecha) Vista interior de planta baja. Figura 1.13 (arriba) Vista desde afuera.
Figura 1.13 Entrada censurada sobre el Cerro de La Mira
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Hotel CasaBlanca A la izquierda (Figura 1.14) se puede observar la entrada del hotel frente al jardín, y a la derecha (Figura 1.15) se deja admirar el mural de Diego.
El Hotel Casa Blanca fue construido en 1945, es uno de los primeros edficios modernos de Acapulco. Fue testigo de la presencia de estrellas de Hollywood, uno de ellos es el tan famoso “Tarzán” Johnny Weismuller, quién a pesar de tener su casa en el puerto, no dudaba en darse un tiempo de lujo disfrutando de la vista maravillosa del hotel.
La planta alta es fortuita de tener en una de sus paredes de fondo un enorme mural de Diego Rivera, representando el estilo costumbrista que solía pintar, sin olvidar que desde la terraza se puede admirar desde la hermosa bahía de Acapulco hasta el Cerro de La Mira.
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Figura 1.16 Vista desde el hotel Casa Blanca
No sabemos lo que pasó con nuestro puerto si no nos emprendemos a explorar lo que existe en él, el conocer nuestros lugares, los cerros, las poblaciones e incluso lo que hay dentro de un hotel refuerza nuestras raíces como acapulqueños, alimenta nuestra cultura y por muy poco creíble que parezca nos fortalece espiritualmente, se despiertan emociones escondidas, se detiene la rutina y empieza la aventura por un lugar que ya has visto y visitado pero que nunca antes habías conocido.
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A la derecha (figura 2.2) se mira la fachada
La casona de Juárez La casona de Juárez fue construida a finales de siglo XIX, en sus inicios fue usada como depósito de oro por el señor Bucanovich, quien traía oro desde una mina llamada “La Dicha”. Después de un tiempo pasó a ser propiedad de los hermanos Hugh quienes reconstruyeron la casa. La casa sobresale por su piso de ladrillo y unas paredes muy gruesas con amarres de alambre de púas. Su historia ha sido transcedente, fue usada como platería, resturante de comidas exóticas, centro esotérico, bar y su más reciente uso es como casa del arte y de la cultura local en donde se realizaron más de 200 eventos locales con la valoración del arte acapulqueño.
A la izquierda (Figura 2.1) Parte de la casa ubicada sobre la calle Prof. Felipe Valle.
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(Figura 2.3) Placas de la calle en la que se ubica la casa.
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A la izquierda (Figura 2.4) lado lateral de la casa, arriba (figura 2.5) Entradas a la casa sobre la calle Benito Juรกrez.
(Figura 2.7) Estatua de un león, ubicado en la fachada de la casa.
Casa de los leones La casa de los leones, es de las pocas cosas en la calle inalámbrica cerca del cerro de La Pinzona que comparten un estilo arquitectónico de siglos anteriores, no obstante el dato interesante de esta casa se debe a que anteriormente era un club usado para fines satánicos, de manera que afuera de ella amanecían restos de órganos y algunas partes del cuerpo humano, lo cual aterrorizaba a los vecinos y a cualquiera que pasara por ahí. Sorprende lo descuidada que se mira por fuera, sin embargo es posible conocer la casa por medio de los vitrales rotos que permanecen en ella, por lo que se puede apreciar un mural pequeño sobre la pared
principal de la entrada. No se sabe mucho de su actual situación pero si se sabe que la casa es considerada como embrujada por el ambiente tan pesado que se siente al pasar cerca de ella.
(Figura 2.8) Fachada de la casa
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Arriba (Figura 2.9) Vista desde afuera, a la derecha (figura 2.10) mural dentro de la casa.
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(Figura 2.11) Figura prehispánica representada por Diego Rivera en el mural de mosaico.
Casa de los vientos La casa de los vientos o mejor conocida como la casa de Dolores Olmedo en donde habitó por dos años Diego Rivera, destaca por tener sus paredes de la calle adornadas de murales hechos en mosaico por el mismo Diego, desde la calle inalámbrica se puede contemplar lo expresionista de los murales, teniendo en ellos rasgos prehispánicos tales como la serpiente Quetzalcóatl acompañada por un sapo sosteniendo un corazón que según Diego, era él mismo entregando su amor a Dolores. En la fachada de la casa se observa un cuadro de mosaicos con la escritura “Execatlkalli Tlalokan” que significa
casa de los vientos, junto con los nombres de Diego Rivera y Dolores Olmedo. Diego vivió ahí sus últimos años de vida después de descubrir que padecía de cáncer, por lo que se puede atestiguar que éstos son uno de los últimos murales hechos por el gran muralista mexicano.
(Figura 2.12) Fachada de la casa
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(Figura 2.13) Mural de mosaico hecho por Diego Rivera en la casa de los vientos.
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A la izquierda(Figura 2.14) mural de la serpiente Quetzalcรณatl, (figura 2.15) figura de sapo con corazรณn en la mano, (figura 2.16) cuadro ubicado en la fachada con el nombre de la casa , todos hechos por Diego Rivera.
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(Figura 2.17) Cuadro de yeso ubicado en la entrada de la casa.
La casa de Tarzán La casa de Tarzán, Johnny Weismuller, está ubicada sobre el hotel Flamingos, se destaca por ser la casa en donde Tarzán estuvo durante muchos años en Acapulco, usualmente se refugiaba del frío de Estados Unidos en temporadas invernales. El diseño de la casa es redondo, esto se debe a que Weismuller quería tener la primera casa circular de Acapulco, predomina el color rosa, esto en honor al color de los flamingos, muy preferidos por el actor. Tarzán era fan del puerto, admiraba la cultura y el clima de Acapulco, tanto era su admiración por la ciudad que pidió que cuando muriera fuera enterrado ahí, es así como sus restos descansan en el panteón Valle de la Luz.
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En la actualidad el hotel sigue funcionando y ésta casa tan anhelada es usada como recámara para huéspedes, siendo así, abierta al público en general. Cabe mencionar que la vista desde el lugar es inigualable, así como la apreciación cincuentena de sus recámaras , por lo que el hotel se conserva tal y como estuvo en sus inicios.
(Figura 2.18) Vista de la casa desde el mirador del hotel.
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A la izquieda (Figura 2.19) Patio de la casa, arriba (figura 2.20) interior de uno de los cuartos, al centro (figura 2.21) patio de la casa, a la derecha (figura 2.22) sala hecha de cemento.
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Las casas de Acapulco están llenas de misterios, esconden tanto dentro de ellas que es imposible conocer por completo los rincones de esta ciudad. No sabemos si donde vivimos estuvo algún personaje histórico muy importante o pasaron hechos irremediables, nos detenemos a habitar la casa y nada más. Tal ejemplo de la Casa de los Leones, la experiencia que se vive adentro debe ser única pero también llena de miedo y adrenalina, si tan solo nos detuviéramos a analizar nuestra colonia y a preguntarnos como fue su transformación, probablemente todos, absolutamente todos, querríamos habitaríamos menos y viviríamos más.
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Barrio Pozo de la Nación El barrio, más conservador de sus antigüedades, ya que se llama así por el pozo de agua que lo representa, éste pozo era usado por los ejércitos de la independencia para abastecerse de agua, ya sea para higiene personal o doméstica, debajo de él pasaba un arroyo que le daba vida al lugar. Lamentablemente no queda nada ni del arroyo ni del color real del pozo, pero se puede apreciar pintado de tonos rojos y dorados junto con unas flores amarillas sembradas en su interior.
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A la izquierda (figura 3.1) se puede apreciar el pozo junto a un letrero con su nomnre, a la derecha (figura 3.2) se mira un de los callejones del barrio.
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A la izquierda (Figura 3.3) callejรณn del pozo de la naciรณn que conecta con el barrio del hospital. Arriba (figura 3.4) y (Figura 3.5) se puede apreciar el estado actual del pozo.
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Barrio El Capire El barrio es llamado así por un árbol Capire que se encontraba ubicado en el centro del lugar, en la actualidad no queda rastro del árbol, sin embargo se puede observar la armonía de los colores de las casas del barrio, es inevitable no detenerse a admirar con que casualidad las calles y escaleras se adornan por estos esplendorosos colores.
A la derecha e izquierda (Figura 3.6, 3.7) Callejones del barrio, en la siguiente página (3.8, 3.9) escaleras del barrio y de algunas viviendas
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Barrio Naranjitos El barrio naranjitos da gracias su nombre a unos pequeños naranjos ubicados en el barrio, lo admirador es que aún se conservan los famosos lavaderos, donde las mujeres acompañadas muchas veces por sus hijos llevan sus bolsas de ropa sucia. Aún se conserva la tradición de ir a lavar a los tan recordados lavaderos, dignos del Acapulco tradicional que muchos no conocemos.
A la izquierda (3.10) Lavaderos del barrio naranjitos, a la derecha (3.11) estatura artesanal colocada en los lavaderos.
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A la izquierda (figura 3.12) pasillo del barrio, arriba (figura 3.13) lavaderos en uso, a la derecha (figura 3.14) mercado del barrio naranjitos.
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(figura 3.15) Vista panรณramica de los barrios histรณricos vistos desde el cerro La Mira.
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Barrio del Hueso El barrio del hueso, debe su nombre a un rastro que todos los días arrojaba huesos de animales cerca del lugar, es inevitable no comentar que es un barrio fortuito por haber tenido la dicha de recibir a uno de los boxeadores más importantes de México, “Mantequilla” Napolés, quién anhelaba conocer la vida tradicional de Acapulco.
A la izquierda y derecha (figura 3.16 y 3.17) calles principales del barrio
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Arriba y a la derecha (figura 3.18 y figura 3.19) callejones del barrio.
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Barrio de las Crucitas El barrio de las crucitas, como su nombre lo dice es por tres cruces pequeñas que se estacionaban en lo que ahora es la iglesia del barrio. Las cruces honraban a tres mosqueteros que pasaban por ahí en tiempos revolucionarios del país, a quienes los soldados que vigilaban los confundieron con los enemigos y dispararon sin pensarlo, quedando sus cuerpos tirados en el mismo lugar, gracias a las tradiciones de la gente los cuerpos se levantaron y para darle eterno descanso se colocaron las tres cruces que en un futuro le otorgarían el ya conocido nombre.
A la izquierda (figura 3.20) calle del barrio de Las Crucitas, a la derecha (figura 3.21) escaleras que acompañan a la actual iglesia del barrio.
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Los barrios tradicionales de la ciudad, dignos de ser conocidos y aventurados por algún explorador curioso que quiera involucrarse con la vida cultural del puerto. Los barrios históricos están acompañados por angostos callejones, andadores y pasillos, sin olvidar las sinfín de escaleras que conectan a los conectan. La vida tradicional de Acapulco está resumida en estos barrios, en su gente, sus actividades y su forma de vivir; a pesar de estar tan cerca los unos de los otros, cada uno destaca por alguna particularidad que los hace dignos de sus nombres, afortunadamente la gente que habita estos lugares no pierde sus costumbres ni su esencia, pasándola de generación en generación. Y por si no había una idea de la estructura de estos lugares cabe mencionar que existen 252 escalones, andadores y rampas que rodean desde la calle La Paz hasta la punta del cerro de La Pinzona, terminando en el ya mencionado Hotel Casa Blanca.
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BIBLIOGRAFÍA Crónica “La torre de Mr. Hayes” de Anituy Rebolledo Cultura Acapulco (Revista virtual) “Historia de Acapulco” de Alejandro Martínez Carbajal “Barrios históricos de Acapulco” Secretaría de Cultura
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AGRADECIMIENTOS Quiero dedicar esta sección de agradecimientos a todas aquellas personas que confiaron y siguieron conmigo la realización de este libro, principalmente a mi madre por haber brindado su compañía y apoyo moral. Sin olvidar a aquellas personas que estuvieron conmigo en las visitas a los lugares, gracias a Eduardo Ramos, Magaly Gerónimo, Javier Moisés, Badhyr Nava y sobretodo a mis profesoras que creyeron y levantaron conmigo el proyecto.
81|Agradecimientos
“Nadie quiere, lo que no conoce”
Benjamín Galicia
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