2 minute read
Mitos e Ilustracione 6 (2019-20)
Había una vez un chico solitario con cabeza de elefante, con tres ojos de color rojo, amarillo y el otro de forma de triángulo, con una lengua horrible y cuando mira fijamente a una persona la posee para que hagan su trono de huesos de bebés. Así comienza en aquella noche, caminado por los callejones oscuros cuando se encontró con una persona pobre, Etnafel quiso poseerlo, pero en vez de eso lo ayudó a levantarse para seguir adelante, después de ayudarlo siguió caminando como si no hubiera pasado nada, cuando siguió caminado se encontró con el mar y dijo, “al fin encontré la cosa más bella”. Después quiso caminar más cerca y dijo “todos tenemos un lado bueno”, después de caminar se dio cuenta que el agua le estaba llegando hasta el cuello, quiso devolverse y se asustó, le dijo al mar: “- después de tanto tiempo no eres amable-” y se largó muy enfadado. Las personas salieron corriendo, pero Etnafel estaba tan enfadado que quiso poseerlo y las personas se fueron a la guardería de bebes a sacar los huesos. Se dice que por las noches se escuchan a bebes llorando.
Advertisement
Había una vez un monstruo llamado Luky Lunoy. Él vivía en Lima y ahora vive en el planeta Marte, el planeta rojo. Él se sentía muy triste porque él no tenía amigos y también porque quería vivir en el planeta tierra, entonces inventó una máquina para que los sueños se hagan realidad. Se demoró muchísimo para llegar a la tierra y después llego a un país llamado Puerto Rico. Ahí se encontró con muchos amigos en todo el barrio, al fin encontró lo que necesitaba y también fue muy muy muy pero demasiado e increíblemente feliz.
Había una niña llamada Magdalena del Colegio Peumayén que va en pre kínder, ella un día viajo a Argentina a un concurso de arte donde gano un premio, después fue a la tirana con el papá y la mamá, le gustó mucho ir a la tirana porque todos bailaban con el carnaval, pero lo que no le gusto a la Magdalena fue un cóndor que estaba bailando porque al acercarse daba mucho miedo vestido de negro y con mascara, pero esa era una tradición que él estuviera. Después Magdalena se fue con su familia porque tenía que volver al colegio de sus vacaciones.