CASCARITA Nº 2

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CASCARITA Revista de la Asociación

Nº 2. Septiembre-Diciembre 2011 200 ejemplares

Cultural Recreativa de “Amigos de la Villa de Magaña”

23-abril-2011. Fundación de la Asociación.

11-junio-2011. Homenaje al “Magañés Residente”

Primavera en Magaña. 11-Jun. Tenemos casi todos muchos años. No importa. L E C T U R A S D E “E N T O N C E S”

Es primavera en nuestra apariencia invernal. Leemos como niños, contemplamos las flores como si no hubieran pasado tantas primaveras...


SEPTIEMBRE 2011 MAGAÑA en fiestas

MAGAÑA 2011 Los gaiteros

La banda de Ateca

La alegría festiva pero no bullanguera de los dulzaineros contrastó con la sobriedad, también festiva, de la Banda de Ateca

2011, las fiestas resumidas en una serie de fotografías. 2


EDITORIAL

Revista nº 2 Sept-Dic-2011

Nuestra Asociación solo tiene cinco meses de vida cuando escribo estas líneas editoriales. Pero para quienes nos hemos volcado en ella parece que siempre ha existido. Y no es así. Está echando raíces y es necesario un tiempo, no de letargo por el frío y los hielos como el cereal sino de vida por el calor y el empuje de todos los asociados. Es una tarea de equipo por parte de los miembros de la Junta Directiva y de aportación de ideas y de soluciones por parte de todos. El número de socios es creciente: de aquellos treinta o cuarenta que la fundaron hemos pasado a ciento cuarenta a mediados de septiembre. Podemos decir que los magañeses, y quienes no siéndolo tienen vínculos con Magaña, han respondido a aquella llamada que hacíamos al final del invierno. Y sabemos que se asociarán más, que acogeremos a bastantes más y que los esfuerzos incuestionables de unos cuantos, más los que se esperan de otros muchos, animarán a más y más a acompañarnos. Estamos en Magaña, Alemania, Asturias, Barcelona, Guadalajara, Guipózcoa, la Rioja, Madrid, Murcia, Navarra, Segovia, Soria, Tarragona, Zaragoza… Importa mucho el número de asociados pero también importa la labor que realicemos porque la ilusión del comienzo hay que mantenerla y acrecentarla con obras: investigación, recuerdos, concursos, juegos, excursiones, encuentros, comidas, sorteos, webs, revistas impresas, publicaciones diversas ,etc., etc. El recorrido por las calles del pueblo fue aleccionador: uno cree saber y quiere explicar muchas cosas pero, así como en la escuela el maestro se dedica a enseñar pero resulta que aprende, de igual modo quien se atrevió a tocar la gaita y a pregonar sus conocimientos a unas decenas de entusiastas, recibió valiosas informaciones del pasado inmediato del pueblo de algunos jóvenes y de unos cuantos mayores: Eduardo, José Ángel, Crescencio o Alfonso y otras personas a las que no pude, seguro, escuchar. Es solo un ejemplo de que todos podemos aportar y enriquecer nuestra experiencia, nuestros conocimientos. Tenemos un pueblo, unos vecinos residentes a quienes homenajeamos, un Ayuntamiento que funciona, un párroco culto y dedicado, unos magañeses y afines, numerosos, dispersos por medio mundo, pero que no olvidan su tierra, su pueblo, sus raíces. Y ahora tenemos una asociación que luchará, siempre junto a las instituciones, redescubriendo el pasado, por /para la vida presente y futura de Magaña, sin olvidar, por ello, a los niños y jóvenes, a quienes dedicaremos algunos de nuestros esfuerzos. Rosa, Maribel Zamora, Maribel Argudo, Inma, Eduardo, Candi, Joaquín y Pepe, desde la Junta Directiva, os mostramos nuestra gratitud, por vuestra respuesta, y nuestra ilusión y esperanza en la colaboración de todos. Y seguid el ejemplo de Paulino, de Pris, de Isidoro y Sole o de Rafa, que nos han abierto sus archivos – mentales y fotográficos - para satisfacción de todos. Vaya la revista nº 2, esencialmente en imágenes. Un saludo. J.P.H.

¿Qué sabes de Magaña? Pequeño ejercicio cultural recreativo. Para pequeños y para mayores. Si respondéis correctamente a todas las respuestas figuraréis en la lista de honor. ¿Qué es y dónde está? Responded por Internet. maganna@ono.com Pista 1.– Solo es efectivo si luce el sol. Pista 2.- Esta piedra se labró hace unos quinientos años Pista 3.– Tiene un “hermano” muy visible.

En la lista de acertantes del pleno figurarán en primer lugar los niños identificados con su nombre y el añadido de hijo o nieto de alguien. Seguirán los adultos.

Pista 1.– Cubre una “vasija” sacra de piedra. Pista 2.– Casi todos los magañeses fueron pasados por ese lugar y lloraron. Pista 3.- Desde +/- 1980 apenas se usa.

A continuación podrán figurar quienes hayan acertado un alto porcentaje de fotos y pistas. NOTA.– Podéis aportar vuestras fotos y pistas, si lo consideráis oportuno.

Pista 1.– Está en la iglesia y tiene “hermanas”. Pista 2.- Antes la colocaban en el camposanto. Pista 3.- ¿Está en la pared Oeste, Norte o Sur?

Solo para niños

¿Dónde está? Pista 1.- No está en la iglesia ni en casas. Pista 2.- Se trabajó hace casi 1000 años. Pista 3.- No es preciso echar una “carrera” para llegar allí ni entrar en ningún lugar. 3

1.- ¿Cómo se llamaba esa casa hace muchos años? 2.– Nombrad tres cerros que se ven.


SUMARIO

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Portada: Homenaje residentes Fiestas Magaña 2011 Editorial. Fotografías con pistas. Sumario. Lecturas de “entonces” Magaña en verso. Luciano Municio Homenaje a los magañeses residentes

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Foto. Patrimonio. Casas y calles. Excursión río Alhama Magaña-Alfaro Paulino Duro Pascual, un magañés Así disfrutábamos: Paulino Duro Pascual Noticias de aquí y de allá. Fotografías de “entonces” Pris e Isidoro Fiestas de Magaña en fotos Qué puede hacer un magañés jubilado

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11-Junio. Lecturas de “entonces”

Óscar-Jacinta-Fanny-Matilde-Hortensia-Elvira-Esther –Pili-Pepe… son los lectores de las fotos de arriba.

Nuestra Asociación quiso “debutar” con la lectura de unos capítulos de libros escolares tan familiares en los años 40-50-60… como RAYAS, El Lenguaje en la Escuela, Enciclopedia - de Hijos de Santiago Rodríguez, de Burgos-, Lecturas de Oro, España es así, Catecismo del padre Astete, Historia Sagrada –de Fray Justo Pérez de Urbel– Héroes...Jacinta, Esther, Hortensia, Fanny, Elvira, Pili y Pepe tuvieron la “osadía” de imitar a Óscar y convertirse en niños por un rato para deleite de todos. El resultado, clarísimo, fue que no se nos había olvidado leer de modo que los aplausos no faltaron. Y Matilde, reacia a la lectura en público, tuvo el acierto de recitar un par de poesías aprendidas en sus tiempos de niña y joven en Villarraso. Azucena y Beatriz hubieran leído unos preciosos poemas de un buen amigo familiar pero tuvieron que ser sustituidas por Pili y Pepe quienes comunicaron a los presentes el calor y el acierto con que Luciano Municio, el autor –un segoviano sensible, inteligente, estudioso– supo penetrar en el paisaje y en el alma de Magaña. Sus poemas los reproducimos en la siguiente página. (Fotos: Fanny)

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Maga単a en V E R S O

En Recuerdo de Luciano Municio, poeta enamorado de

Maga単a

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H OM E N A J E A los magañeses residentes La Asociación Cultural Recreativa de “Amigos de la Villa de Magaña”, que así se llama, quiso iniciar su presencia en el pueblo instituyendo un Día del Magañés Residente y dedicando en su primera edición un homenaje. Con el riesgo asumido de no haber acertado a elegir todos los que son ni todos los que están, pero con la clara voluntad de reconocer los méritos que, quienes en el pueblo habitan, acreditan día a día para atribuirse, y les atribuyamos, buena parte de lo que significa la pervivencia del pueblo, de sus instituciones: ayuntamiento, parroquia, y servicios, como el médico o el bar o la venta ambulante o la recogida de residuos; y la mejora de las infraestructuras y de la iglesia y del castillo y … tantas cosas. No están solos, son bastantes los magañeses que les acompañan buena parte del año o acuden a él con frecuencia; y muchos más los que comparten algunas fechas y ayudan a mantener tradiciones y costumbres varias. Todos contribuyen en alguna medida a mantener vivo el pueblo, en sus ámbitos material e inmaterial. Todos “hacen” pueblo. Pero mucho más quienes allí permanecen, con sus raíces bien profundas Y también quienes se han incorporado en los últimos años, quién sabe si ese ha de ser el camino de la supervivencia. Magaña ha visto a lo largo de los siglos altibajos fortísimos en su población y prosperidad. Terribles han sido los pasados cincuenta años pero cabe esperar que aquí no se repitan los casos de Sarnago o Aynielle y, frente al implacable avance de las zarzas y las ortigas, la herrumbre y el óxido, la huida, la soledad y la muerte de las páginas de Llamazares en “La lluvia amarilla” , no se pierda la esperanza de un renacer de Magaña amparado en no sabemos qué recursos. Magaña no se rinde. Sin duda todas las vidas, todas las fuerzas, todas las iniciativas serán necesarias. ¡Adelante! Petra, Emiliana, Matilde y Cres, Florencia y Alberto, Lucila e hijos, Begoña y familia, Jacinta, Juan, Felisa y Sandalio

Y algunos que acaso olvidamos o no vimos, junto a quienes fueron llevados a la residencia, de San Pedro o de Soria, representados por Juana y Paco o Encarna, a todos, nuestro reconocimiento. En nombre de la Junta Directiva de esta ASOCIACIÓN su presidente desea que vuestras raíces y vuestra memoria de Magaña perduren largos años. 6


NUESTRO

PATR I M O N I O

Tenemos memoria y nos reconocemos

(Envía foto: Priscilio Recio)

HISTORIA E HISTORIAS EN NUESTRAS CALLES, PLAZAS Y CASAS RECORRIDO POR LAS CALLES DE MAGAÑA Domingo, 18 de agosto de 2011, 19:00 horas.

Año 1972

Año 2000

Bº de arriba.-

Plaza de Buenaventura Herrero. Tío de Rafael “el Cacheto”, emigrado a América, que

ganó dinero y sufragó los gastos de construcción de los edificios de Ayuntamiento (casa consistorial, casa concejo, vivienda del secretario) en 1931 –detrás del juego de pelota- y de las escuelas (ahora teleclub y casa consistorial) en 1932. Para hacer estas se expropiaron majada y corral propiedad de Indalecio Pascual y Estefanía Gómez. Las escuelas se inauguraron en marzo de 1933 y en abril se iniciaron las clases. Justino, Prudencio, etc. podrán daros noticia. Buenaventura, “el Venturilla”, murió en la Argentina. La emigración masiva hizo cerrar las escuelas y se transformaron en teleclub y ayuntamiento. Durante muchos años los músicos subían al balcón y desde allí amenizaban las fiestas de mayo y septiembre. Y en la procesión del Corpus –uno de los tres jueves del año que relucían más que el sol- se colocaba un “altar” y algún niño recién nacido bautizado. Por este espacio pasaban las procesiones del Corpus y de la Semana Santa; y en él paraban los carros y algún camioncillo o furgoneta en los que los cacharreros de Villarraso o Almarza, los vendedores de telas como el Plácido o el Garnica, los de vinos como “los gordos” de Fuentestrún, los transportistas como el Jacinto de 7


Valdelagua o el Aguado de Cerbón, otros vendedores ocasionales y hasta titiriteros ofrecían su mercancía o su espectáculo. Las escuelas, hoy teleclub y Casa Consistorial. Inicio del recorrido.

La casa de José Luis y Consuelo fue entonces posada –de “la tia coja” (Estefanía) y el “tio Miguel”- y se complementaba con “la cochera”, ya iniciada la calle San Juan. Por la calle San Juan seguiremos hasta el cruce con la de don Félix Hernández, maestro de la escuela de niños en los años 47…….-56…… Y ahí encontramos el edificio que en los últimos años ha ocupado la Fundación Hogares de Magaña – Silvano-. El 4 de octubre de 1908 se inauguraron las primitivas escuelas de Magaña ubicadas en este edificio que albergaba también las casas de los maestros, con fachada al sur. En el edificio contiguo por abajo estaba la vivienda de un albañil -el “tio Charrín”-, y por el de arriba la del “tio cestero” –que traía las (o los) mimbres en haz después de haberlas tenido a remojo en el río-. Muy cerca, hacia arriba y a la derecha, encontramos las primeras eras, ahora ocupadas por el centro médico y varias viviendas. Hacinas, parvas, montones de grano y paja, pajares… gritos a los machos, botijos, palas, horcas… Si recuperamos la c/ Félix Hernández y bajamos hasta el cruce con la de San Martín, en el rellano paraba el pregonero –en tiempos el “tio Americano”, Manuel Pascual Gómez, luego el Blas y otros más a continuación- y ahí tocaba la bocina y recitaba o leía el bando: De parte del Sr alcalde se hace saber... Y en este rellano, entre las casas del “tio Navarro”, el “tio Cirilo” y el Carlos, la “tia Lauteria” y el “tio Eulogio” se colocaba el segundo de los “altares” para la procesión del Corpus con sus colchas, flores, hacia poniente dejamos la calle Cerguirnaldas y niños. Siguiendo vantes y cogemos la de San Martín. Debajo del rellano de la casa de la “tia Bienvenida” y el “tio Pezola” había un “pajuero”, que en palabra más cuidada sería pajucero: sobre la paja recién echada, y creando hoyos-trampa saltábamos los críos una y otra vez sin importarnos ni el cansancio ni la molesta paja que se metía por todo el cuerpo. Unos meses más adelante, con las lluvias y el vertido de desechos, cuadras y cortes, veíamos la paja convertida en ciemo y este llevado en serones a los huertos o piezas de labor. Continuando calle adelante podemos ir hasta el rellano del final de la calle y observar una preciosa vista del caserío y del castillo y cerros. Y retrocediendo hasta el cruce, dejando a la izquierda la casa del Carmelo –entonces del “tio Narciso”- veremos la “era larga”, que compartían “los Farrucos” y el Pablo Valer. Hasta esta era venía la procesión del Rosario, todos los domingos de octubre, con recorrido más amplio los domingos primero y último. Los caminos de encima y debajo de la era llevaban a San Juan –abrevadero de animales y recogida de agua para personas-, o la Alberca y lugares más remotos. Desde la era larga nos encaminamos hacia la calle Segundo de Córdova en la que se situaban los esquileos, ahora en ruina total; y también algunas de las mejores casas del pueblo, una, la de los “farrucos” –hoy propiedad de Cruz y Luis- estaba ocupada por el médico. Rebasada la casa de Mariano y Lucila, en un ensanche, se sitúan dos casas con alguna piedra grabada en su fachada y, en la parte opuesta, la que fue una de las tres tiendas-tabernas, la de “la tia Cervera”. La fachada sur de esta casa da a un rellano muy cerca del cual se ubicaba el horno que, en los años cuarenta y cincuenta, trabajaba “la tia Gabriela”: en su lugar hay hoy en día un jardín por el que se accede a la vivienda de “el Sar”. En posición central las casas de “los farrucos·” o Córdovas, en otros tiempos familias de políticos, militares y profesionales, que figuran en la historia de Magaña con letras mayúsculas como podéis leer en las reseñas históricas de la revista nº 1 y en este mismo número 2.


Hacia suroeste buscamos la calle ahora llamada de Justo Muñoz que nos lleva hacia el río; en la parte derecha subsiste el edificio que fue carpintería del “tio Gabriel”: ruidos de sierras y otras máquinas, virutas, olor a pintura y barniz, algún lápiz gordo en l oreja…; y a la izquierda hay un pequeño “casuto” que fue la fragua de “el Cocón”, herrero que se marchó a finales de los años cuarenta. La explanadilla de la fragua –allí herraba las caballerías-marcó el nivel, nunca superado ni igualado, que alcanzó una “yasa” en la primavera del año 36, riada que en Pobar arrastró y causó la muerte a una yunta. Llegados al río, que ahora apenas se percibe entre la maleza, encontramos el lugar donde las mujeres se arrodillaban para lavar en todo tiempo, aprovechando a veces la llegada de la “reprisa”. Por el pequeño vado se pasaba a los huertos de “enfrentelpueblo”. De regreso, en el cruce con la calle Bajera, alguien alude a la cárcel. Y, en efecto, vemos una puerta de arco en una casa muy bien arreglada que, junto a la base de su jamba derecha, conserva parte de lo que pudo en su día ser el rollo o picota, testimonio de la jurisdicción de la Villa de Magaña, lugar donde se haría justicia. Y entonces el autor de estas líneas recuerda algo que Julia Herrero, mi madre, nos decía a Nuri y a mí en alguna ocasión: que allí, a principios del siglo XX, expusieron a vergüenza pública a dos mujeres jóvenes por haber robado un par de gallinas...por hambre. Si cogemos la calle Bajera podremos ver varias casas de interés; la que fue de Luisa y Pablo, ahora de la Fundación, luce placa en recuerdo del Comandante Luis Rodríguez de Córdova, nacido en Soria pero siempre habitante de Magaña, que murió en la guerra en Belchite luchando en el bando Nacional; tuvo calle en Zaragoza junto a la Aljafería y recuerdo cómo mi madre, al pasear por allí, nos evocaba la cualidad de magañés de aquel señor. La casa que fue de la tia Sebastiana y el tio Torongón perteneció en su día a Celestino Córdova (otro Córdova) y una que hay debajo, cercana,, fue sede de antiguas escuelas. (Estas informaciones me las dio en el “Recorrido” Alfonso Heras. Ascenderemos hasta la casa del cura, ahora de Arsenio y Angelines. Era, en efecto, propiedad de la iglesia y allí vivía el cura acompañado de la familia del “tio Zacarías” y “la tia Delfina”. Zacarías ejercía allí el oficio de barbero –y también peluquero- . Mirando atrás dejamos la casa que hicieron “el Juan y la Paca” en la que ubicaron la fragua nueva, sustituta de otra de la que hablaremos después; casa en la que vivieron Ángel y Faustina cuando se responsabilizaron del teléfono, además de la electricidad. Continuando hacia la carrera la casa de la familia Delso que fue algún tiempo panadería de las familias del Castillo y Andrés . La “carrera” era lugar donde tomar el sol, pasear, montar la hoguera de San Antón; también era el camino de la ermita y del camposanto. Procesiones y entierros quedan grabados en nuestra memoria. Retrocediendo encontramos la iglesia –el “centro” de la vida del pueblo- con su atrio, lugar de juegos diversos: la pita, la garza, las gallaras o gállaras, , la tanguilla, la piola y el correcalles, pasar los estribos, etc. Y también punto de reunión de la cabrada cuando ”el Lauterio” -o sucesores- tocaba el cuerno de aviso por la mañana. Saliendo del atrio hacia la calleja hay una plazuela con el empedrado reconstruido del juego de rayas; allí se herraban las caballerías. El edificio principal muestra una placa en recuerdo de Buenaventura Herrero, quien, en 1931 sufragó su construcción como casa consistorial, vivienda del secretario y, en el bajo, la “casa concejo”, lugar de encuentro, juegos y bailes, vivitoques, etc. También sirvió de calabozo ocasional. De la plazuela hacia el rincón se hallaba la casa del sastre y la fragua de Miguel Gómez –“el tio Cigones”-, más tarde del Juan. La calleja fue escenario de pasos de procesiones -con caída milagrosa del badajo de una de las campanas sin daño para las personas – y el espectáculo de ver desmontar y bajar la campana pequeña para que la llevasen a fundir: sogas, bardal de leña y voces de los hombres ante el asombro de todos. Esta es la campana pequeña, la que perdió el badajo en pleno volteo durante la procesión del Encuentro del domingo de Resurrección sin que nadie resultase dañado. Barrio de arriba desde la carrera Cerca de treinta personas recorrimos, con ánimo de aprender, las calles de Magaña. Y algo aprendimos . El juego de pelota era entonces de tierra y quedaba delimitado por sendas filas

de piedras finas en los laterales y en la “falta” de saque. Era el lugar de recreo natural de los escolares, de juegos diversos, del “rodillo”, de bailes en las fiestas, de parada de muchos vendedores, etc. Así hemos vuelto a la pl. de B. Herrero. La plazoleta albergaba en fiestas el puesto de “el Piturro”, señor que, procedente de Fuentes de Magaña, amenizaba con el tiro de carabina y la venta de todo tipo de chucherías y entretenimientos a niños y mayores de la Magaña en fiestas. 2


Vista panorámica del Barrio Arriba desde Frentelpueblo, agosto 2011.

Antigua casa consistorial. Foto de 2011

El popular juego de rayas. Sept. 2011.

Los dos edificios restantes de este lugar eran dos tiendas-tabernas. La de “el tio Tiburcio y el Cele”, luego de “la Pilar y el Vitoriano” –hoy único bar-tienda- y, más abajo, la de “el tio Soberano, Rafael, y la tia Julia”. Enfilando la cuesta dejaremos a la derecha la otra cochera, también carpintería de Gabriel y Victoriano, y cruzaremos la carretera. Pero recordaremos que esta se construyó en los años treinta. Debajo está la huerta de las ánimas. Y aquí tuvo lugar hacia 1947 o 1948 un accidente tristísimo: la muerte de un niño, Godofredo Valencia, “Godito”, cuya familia gustaba de conocer pueblos y fiestas y en esta ocasión vinieron a Magaña. El matrimonio subió al pueblo y la sirvienta y los niños se quedaron en o junto al coche; el coche se deslizó con Godito y cayó a la huerta de las ánimas, muriendo el niño allí.

Bº de abajo.-

La “huerta de las ánimas” pertenecía a la iglesia y en la parte más fría, bajo la actual carretera –entonces camino-, se situaba la “nevera”, edificación consistente en una especie de pozo grande, circular, con paredes de piedra y algún tipo de techado; se echaba y apisonaba la nieve – intercalando capas de nieve y paja- para conservarla hasta el verano. Amador Zamora, el domingo 31 de julio de 2011, me dio fe de haber visto el cerco de piedras ahora enterrado en escombros: hacia el este de la casa de “el Zacarías”, hoy de Javi. Algo más allá del corral de la casa y de un pajuero se encontraba el nevero o nevera. Justino del Barrio, el martes 30 de agosto pasado, en los prolegómenos de la comida popular de los vecinos del barrio de abajo, me relató cómo hacia 1958, al trabajar él, en compañía de su hermano Emiliano, de Félix Martínez, de Constancio Albo, en la construcción del muro de la cuesta, pudo ver ¡¡¡todavía!!! capas de nieve y de paja, testimonio palmario de lo que fuera en su tiempo el nevero o nevera. Sería interesante descubrir algo más sobre el particular. Llegamos al puente sobre el río Montes, que hacia 1947-48, sustituyó a otro de madera y bardas, y cruzamos al “barrio”, explanada en la que está su juego de pelota, lugar en aquellos tiempos de baile en la mañana del tercer día de las fiestas, lunes. Y tras el muro del frontón se emplazaba el que fue otro horno que regentaban la “tia Polla” y la “tia Segunda, Tadea”. Casas y pequeños huertos alternaban junto al barrio; la “tanería” tenía y tiene fuentes propias; y el pilón suministraba agua para abrevar, muy rica para las caballerías por su aportación de sales. Mermada la población de Magaña un herrero de Fuentes ejercía sus funciones en una fragua ocasional que montó en un lateral del “barrio”. Para cruzar el río hacia la casa del “tio Ricardo y la tia Chata” había un puentecillo también de maderas y bardas, hace unos años sustituido por otro de hormigón. Cruzándolo te podías acercar a Verducea, antigua ermita-iglesia parroquial a la que, comenta Justino, cuando él era niño, bajaban en procesión con la Virgen y un campanillo; y a la fuente del Reajo –a la que se recurría para el agua de boca de los vecinos de este y del otro barrio. En este paraje recuerda José-Ángel Heras cómo Rafael “el Cacheto” le contaba que había oído que acamparon en pasados tiempos soldados carlistas. Se relaciona este suceso con el contenido de la carta que el 24 de abril de 1823 –trienio liberal- dirigía don Celestino Córdova al marqués de Belamazán quejándose de las dificultades que en Magaña creaban los soldados de ejércitos enfrentados (ver Revista Cascarita nº 1, página 5, en lo referido al año 1824) Y para lavar iban las vecinas al río o, en verano e invierno, bajaban a la fuente de Cascarita, aguas abajo del barrio, donde el agua no faltaba y gozaba de una temperatura de gran contraste con el exterior. (El autor de este escrito quiso hallar la fuente de Cascarita este verano y no la encontró) Hace unos años que unos carteles anuncian una ruta de senderistas bien señalizada. Y una fuente pública sustituye a la del Reajo. Y las mejoras urbanísticas de calles, plazuelas, plazas, vallas, etc. también han llegado al barrio de abajo de la mano de su alcalde y las sucesivas corporaciones municipales. Texto y fotos: J.Pascual

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RESUMEN sobre la excursión por el río ALHAMA Fecha: Jueves, 18 de agosto de 2011. Horario: 09:30 a 20:00 Autocares PLAZA (Soria). Conductor, Carlos. Participantes: Vicente y Milagros; Alejandro; Sole e Isidoro; Tina y Teófilo; Pepe; Carmen, Sofía y Mario; Elvira, Alejandro y Esther; Puri (según riguroso orden de colocación en el autobús) Recorrido: Magaña-San Felices-Aguilar del R. A.-Inestrillas- Baños de Fitero-Fitero-Alfaro-Corella-FuentestrúnMagaña. Puntos de interés: Descenso desde San Felices a Aguilar, por el paisaje: emoción de bajar al Alhama; puente de Inestrillas, por la vista de cuevas en la pared rocosa, por el paseo de Raquel Meller y por la proximidad de Contrebia Leucade (pelendones y arévacos como Numancia y Soria); baños de Fitero, por las termas, la presencia de Bécquer y el nacimiento de Juan de Palafox y Mendoza; Monasterio de Fitero con monumental iglesia (Alfonso VII el Emperador, de Castilla-León, cisterciense con la regla de san Benito, calatravos, tercio diezmo Magaña, exposición Palafox, virgen de la Barda, “zarza” sin pinchos en exterior del ábside, etc.); Alfaro: río Alhama (emoción), ninfeo romano (fuente, puente, presa…), más río, comida La Fonda (patatas riojana, bacalao riojana, etc. con repetición), colegiata de San Miguel repleta de nidos pero sin cigüeñas porque ya las crías habían volado y comían en los sotos); Corella, con esa sucesión interminable de casonas y palacetes blasonados y con nombres de militares y prohombres poderosos; Fuentestrún, para ver sus dos monumentos: al labrador y al emigrante, ambos con sus textos de profunda y entrañable ternura. Hermosa jornada. Un saludo a todos los participantes, mayores, jóvenes y pequeños.

Pepe.

Breve relato de una agradable jornada No suscitó mucho entusiasmo la excursión desde Magaña a Alfaro a juzgar por el número de inscritos, tal vez por no ser la fecha oportuna. Pero los quince que participamos sí disfrutamos de las emociones que en el recorrido fueron aflorando. Ver desde san Felices el entorno de Cigudosa e intuir el curso del río en la lejanía, cuenca arriba, hacia Magaña; recordar los fruteros de Aguilar que nos vendían sus planteros y sus frutas; acercarnos a Inestrillas; entrar en Cervera y reconocer su- “peña” y sus dos barrios pero no bver agua en el río...; pasar junto a los baños y entrar en Fitero para ver el monumental templo de origen castellano; saber que aquel monasterio tuvo mucha relación con Magaña; mojar nuestras manos en la misma agua con que las ninfas se bañaban en su tiempo en la fuente romana, junto a las aguas del río; sorprendernos ante la evidencia de ver decenas de nidos de cigüeña sin que ninguna diese una pasada de salutación; conocer tantas casonas y palacios de Corella y tan suntuosos; entrar, en fin, en Fuentestrún y ver su urbanismo… Sobre todo… disfrutar de una compañía tan agradable ¿verdad, Alejandro, Mario, Sofía, Esther?

En Cervera del río Alhama

En la fuente romana de Alfaro

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Las cigüeñas no aparecieron


ASÍ TRABAJÁBAMOS Paulino Duro Pascual: ejemplo de un magañés José Pascual Herrero

“Quiero escribir en estas páginas mis anécdotas, recuerdos, memorias e historias desde mi niñez hasta principios de este año de 2010. Me llamo Paulino-Florencio Duro Pascual. Nací en la villa de Magaña el 23 de febrero de 1936, hijo de Román y de Margarita…” Así comienza PAULINO a escribir parte de sus memorias, en un cuidado cuaderno, con letra en magnífica caligrafía, que un día de 2010 me permitió leer. Sus escritos tenían sumo interés, a mi juicio, y decidí que podía, con la aquiescencia de su autor, reproducir o resumir buena parte en la revista que para la, entonces todavía no fundada, asociación pensábamos –un reducido número de entusiastas- crear. Nos cuenta Paulino cómo es el único superviviente de cuatro hermanos pues Antonio murió en la Argentina y Manuel y Juana en Tudela. Recuerda sus años de escolar en el edificio que ahora es Casa Consistorial y Teleclub, entre los seis y los catorce años, primero con el maestro don Rufino y luego, principalmente, con don Félix. Se acuerda de todas las materias: Aritmética, Geometría, Gramática “parda” , Geografía [...Entonces estudiábamos de memoria, por ejemplo, provincias de España: Castilla la Vieja, 6: Santander, Burgos, Logroño, Soria, Segovia y Ávila. Aragón, 3: Zaragoza, Huesca y Teruel. …] No olvida nuestro paisano las andanzas de los íberos, celtas, romanos y muchos más. Ni tampoco las guerras y “los hombres ilustres” como [… Viriato, el Cid Campeador, los Reyes Católicos Isabel y Fernando, …] ni a Cristóbal Colón con el descubrimiento de América en 1492, o el esplendor y dominio de Carlos I de España y V Emperador de Alemania y su hijo Felipe II, o la decadencia con Felipe III y Felipe IV… En Religión recuerda el “Catete”, es decir, el Catecismo, que había que memorizar. Evoca los recreos y los castigos. Y también los trabajos que entre los diez y los catorce años había que hacer para la casa, como traer cántaros de agua del río o trillar: Era digno de ver todas las eras del pueblo, más de 100, todas individuales, con una pareja de burros, mulos o caballos, dando vueltas ta la parva durante todo el día para luego, al atardecer, recoger. Al comienzo de 1950, con catorce años, recibió su certificado de estudios, obligatorio, dice Paulino, y entre abril y el día de San Pedro se inició en el oficio de pastor “garrote y morral” , oficio que, aunque nunca le gustó, le ofrecía la posibilidad de ver muchos otros pastores y labradores por los campos y cerros magañeses. “Ajustado” de pastor y ya con 200 ovejas, de varios dueños, aprendió a madrugar y a trasnochar para que comieran con el fresco y se asiestaran durante el tórrido mediodía; y vio cómo en invierno cada oveja iba al corral de su dueño, en el casco urbano, para comer el grano que se le ofrecía. Diferente era el cuidado de las cabras, obedientes cada día en la salida al cuerno del único cabrero y desfilando al regreso camino de la casa de sus dueños. Cuenta Paulino que mientras cuidaba del rebaño tenía mucho tiempo para leer y memorizó muchas cosas, entre ellas algunas poesías como las que empezaban así: Juntáronse los ratones / para librarse del gato / y después de un largo rato / de disputas y opiniones/ …; o esta: Un ricachón mentecato / ahorrador y empedernido / por comprar jamón barato / lo compró medio podrido /…; y aquella otra: Las huestes de don Rodrigo / desmayaban y huían / cuando en la octava batalla / sus enemigos vencían /… Pero también el periódico “Campo Soriano” cabía en el morral de Paulino. Y así recuerda decenas de estrofas de composiciones e historias como la referida a la historia de una madrastra y que se iniciaba de este modo: En la provincia de Huesca, / muy cerca de la frontera, / ha ocurrido este suceso / que al oírlo causa pena. / Un honrado matrimonio / de los que muy bien se llevan / … Fue en 1952 cuando nuestro protagonista fue relevado por su hermano Manuel en el pastoreo y conoció los secretos de la labranza, cavar y plantar los huertos, romper la tierra de las piezas, esa primera labor que hacían en primavera: pareja de mulos, arado con orejeras de hierro…; o la bina, segunda labor, hacia junio, ya con vertedera. Tras excavar las patatas o recolectar a mano las lentejas y y con el dalle –o guadaña- los yeros, venía la siega, según un orden de maduración: cebada temprana, tardía, trigo, centeno y avena. De noche se salía de casa y de noche se llegaba. Sombrero de paja y ala, hoz en la mano diestra y zoqueta en la siniestra, horas y horas probando la resistencia de los riñones y del ánimo, día tras día… todo el mes de julio y algunos de agosto. Y luego el acarreo, diez o doce fajos de mies en cada animal, y a la era, colocándolos en hacinas hasta el momento de trillar. La trilla no exigía madrugar, las diez podía ser buena hora: vueltas y vueltas en la parva, con horcas de madera , descanso de una a tres para comer, dar agua a los machos –espectáculo curioso por la coincidencia de tantos vecinos a la misma hora con la misma faena– Por la tarde, ya bien triturada la mies, se recogía la parva. Al día o días siguientes, si corría el aire, se ablentaba, se recogía el grano, se medía y se metía en talegas de unos setenta kilos, se cargaban un par de ellas en cada macho y a casa, al granero. Y la paja se metía en pajares que había en las mismas eras. Y así todo el mes de agosto y, a veces, parte de septiembre, hasta poder decir: “hemos terminado de trillar”. Magaña, entonces, tenía 130 vecinos y unos 500 habitantes, por lo que es digno y grato de recordar a todos los vecinos en sus eras trillando y aventando. 5


Retirada la paja y bien limpia la era podía empezar la recogida de patatas y alubias, luego las nueces; se iniciaban las primeras siembras, yeros, algún trigo, cebada temprana… Octubre y noviembre eran los meses propios de esas tareas, sin descuidar el abonado de algunos campos con el estiércol acumulado (allí se llamaba ciemo) En noviembre se “hacía” la leña –estrepa, roble y encina– y se acarreaba hasta el bardal, imprescindible para luchar con el lergo invierno de la tierra. Los meses siguientes eran de mayor descanso aunque se hacían faenas como siembra de avena, cebada tardía o la matanza del cochino. “Al cumplir los 15 o 16 años era costumbre el entrar mozo y pagar obligatoriamente 5 pts. para el grupo de los que ya eran, siendo desde ese día el alguacil de los mozos hasta que te relevara el siguiente; hacías de recadero y alguna otra faena, obedeciendo sobre todo al alcalde de los mozos, que era el de mayor edad”. Así inicia Paulino su relato de la parte festiva de los que ya eran mozos. Y el baile era la parte esencial, en la casa concejo, amenizando el tiempo el tio Hipólito y su hijo el Tinda si bien, más tarde, constituidos en sociedad promovida por José Luis, comprarían un tocadiscos –entonces llamado “el picú”- con lo que sacaron de hacer y vender cisco. Las fiestas principales eran dos, el domingo de Pentecostés y el primer domingo de septiembre, traída y regreso de la Virgen de Barruso; en ambas fiestas tres días de alegría al son de la música que se traía de Ablitas (Navarra) o Malón (Zaragoza) contratada por el Ayuntamiento. Los mozos invitaban a comer a los músicos a sus propias casas. Acompañados de la música recorrían el tercer día las calles del pueblo pidiendo las rosquillas. Confraternizaban con los mozos de los pueblos vecinos, siempre con recíproca buena acogida, en especial con Villarraso y Pobar, lugares a los que se desplazaban andando. Y no importaba si llegabas a casa de madrugada porque sabías que tu padre te hacía cambiarte de ropa en el acto y coger las mulas para labrar en el Marrero. “Durante nuestra juventud de quince a veinte años, además de trabajar, también nos divertíamos con los juegos cotidianos de aquellos tiempos: juego de pelota a mano, coto y marro, gállaras que recogíamos en la dehesa del pueblo; a la garza con monedas de cinco y diez céntimos de cobre, a la tanguilla, etc., etc. El juego de Rayas era especial en la Placetilla junto al Ayuntamiento”. Tendría Paulino unos 19 años cuando, por ser tres varones en casa, pudo empezar a ir a vendimiar (entonces “vendemar”), junto a otros jóvenes del pueblo. “Fuimos a San Asensio (Rioja Alta) creo recordar que el patrón era veterinario y tenía muchas viñas. Estábamos todo el día en el campo cortando uva y llevándola en canastos a los remolques; algún día nos cambiaban la faena y pisábamos la uva en los lagares. El vino era clarete. Nos daban comida completa y dormíamos en cuadras o pajares. En San Asensio nos cantaban: “Ya vienen los vendimiadores, / ya vienen a vendimiar; / ya vienen a cortar la uva / y a comerse la mitad”. Recuerda Paulino que andaban unas tres horas de Magaña hasta Valdegeña, cogían el tren en el apeadero, transbordaban en Castejón y … a San Asensio o Cenicero (aquí recuerda a su quinto y amigo Julián, ya fallecido), o Cordovín, en campaña de veinte o treinta días, haciendo clarete o tinto. Evoca anécdotas como la de aquellos cerdos que le destrozaron el pantalón de trabajo; o cuando coincidieron en el viaje de regreso con Manuel (su hermano) y Eutimio, y éste y Julián se retrasaron y perdieron el tren en Castejón, de modo que hubieron de esperarlos en Ágreda; y cómo en la mañana del siguiente día, ya juntos, andando en Ágreda por una calle en cuesta, con la maleta al hombro, se abrió la de Julián y se le desparramaron todas sus cosas y un pucherillo de porcelana causó tal ruido que provocó una espectacular carcajada de todos. Al fin cogerían el coche de línea que en aquellos años unía Tarazona con San Pedro Manrique. Y así llega Paulino a la edad de hacer el servicio militar obligatorio. Según consta en la cartilla verde que conservo, el día 1 de agosto de 1957 me incorporé en la Caja de Reclutas de Soria nº 46 para proceder a tallarme… 1,627m de estatura, 57 k de peso, 84 cm de perímetro torácico: soldado útil. Era alcalde de Magaña Antonio Carrascosa cuando el 2 de octubre le entregaron la cartilla y fue el 18 de febrero de 1958 cuando el destino le condujo a África, grupo Regulares de Infantería nº 6. Viaje en tren hasta Algeciras, descanso en el suelo como cama, barco hasta Ceuta; dos días para gestionar cambio de moneda, preparación de ropa y otros y al campamento de Riffien, cercano a la Legión, unos tres meses de dura instrucción y disciplina, gimnasia en la playa y baño de agua salada. Con los compañeros de Omeñaca, Fuentearmegil, Tabuenca o El Royo cantábamos: Si me quieres escribir / ya sabes mi paradero./ Campamento de Riffien / sin tabaco y sin dinero.// Tras la Jura de Bandera el 2 de mayo de 1958 llegó el destino a Arcila y ya los barracones y literas en cuarteles que significaban notable mejoría respecto al campamento. Por carta de sus padres supo que un magañés, el Boni, estaba por esa zona de Brigada practicante de la Legión. Se vieron y Paulino fue recibido varias veces en la casa de Boni hasta que este fuera trasladado a El Aaium. Los cambios de jefes o de cocineros en la compañía o tabor conllevaban mejores o peores comidas. Paseos por el zoco comprobando eso del regateo. De permisos, nada: la suerte fue para 15 soldados de cada 100, 15 días, pero a mí no me tocó. España iba dejando algunos cuarteles del Protectorado a cargo de la Legión y así Paulino fue trasladado cerca de Ceuta y licenciado en septiembre de 1959 tras más de año y medio de mili, más larga que a los soldados destinados a la península. Antes de salir de Ceuta coincidió con su primo Luis. De nuevo el barco y el tren. Es domingo y en Soria no hay coches de línea. Un primo, Esteban Cuesta, le facilita un contacto que lo lleva a Matalebreras. De Matalebreras a Magaña, 15 kilómetros andando, con la maletilla de madera a cuestas, la fiesta de Magaña, abrazos y alegría de familia, amigos... (Continuará) 6


ASÍ DISFRUTÁBAMOS Paulino Duro Pascual nos cuenta ... … algunos juegos de los años cincuenta.

agachados sin tocar el suelo. El primero que había saltado levantaba el dedo índice –pico– o el pulgar –taina– y d´cía en alta voz: “A la cuncunilla ¿pico o taina?” El primero de los “burros” daba respuesta y si acertaba los equipos se relevaban. Testigo era el jugador sentado.

Las Gállaras.– Conseguíamos las gállaras en los robles de la dehesa del pueblo. Hacíamos un hoyo en el suelo y los cuatro o cinco jugadores poníamos igual número de gállaras. Arrimábamos hacia el hoyo para ver quién jugaba primero. Desde una pared, por orden, a unos tres metros del hoyo, se sacaba con buena gállara; desde donde quedara se intentaba sacar del hoyo el mayor número de gállaras hasta dejar el hoyo vacío. Se volvía a poner gállaras y así sucesivamente.

Juego de la garza.– Normalmente se hacía a la entrada de la iglesia, en el atrio. Se jugaba con monedas de cobre de cinco o diez céntimos. Con la moneda de diez céntimos se sacaba las de cinco de un cuadro en el que se habían colocado. El turno correspondía a quienes más arrimaban la moneda desde una distancia. El primer jugaEl coto y el marro.- Este juego consistía en buscar un dor lanzaba la moneda sobre una piedra de la pared inpalo circular, como palo de escoba, de unos sesenta centítentando acercarla al cuadro y desde donde quedaba metros de largo. Se cortaba en dos trozos, uno de 40 cm. trataba de sacar las monedas del cuadro; seguían los que era el marro y otro de unos 20 cm. que era el coto; demás jugadores por orden hasta acabar con todas. En con una navaja se aguzaban las puntas de este y quedaba este juego existía la picaresca de martillar el borde de la listo para jugar al coto. Se jugaba en dos equipos con igual moneda y hacerlo más ancho para sacar ventaja. número de jugadores y empezaba uno de ellos por sorteo. Desde una pared, que a veces era la del frontón, el jugaJuego de las rayas.– Este juego sí que tenía tradición en dor, con el marro en su mano derecha y el coto en la izMagaña y lo jugaban niños, jóvenes y mayores. Estaba quierda, sacudía este con fuerza y bien lejos y dejaba el situado en la placetilla, a la entrada de la Casa Concejo. marro en el suelo; el equipo contrario lo lanzaba intentando Era un empedrado de unos 64 m2 de superficie y en el acercarlo al marro; si se tocaban ambos equipos cambiacentro había una piedra circular de unos 30 cm de diámeban sus papeles pero si no el jugador del marro golpeaba tro con un hoyo con un hoyo en medio que será el premio en la punta al coto para lanzarlo desde el aire lo más lejos mayor. Arrimando se establecía el turno. Se ganaban posible. Entonces calculaba cuántas medidas del marro puntos y se anotaban hasta 8. En la pared cercana había habría alejado el coto y el equipo de este podía dar por una piedra especial de unos 30 cm de alta por 20 de anbueno el cálculo y ver cómo el contrario sumaba puntos; o cha a 1,20 m del suelo aproximadamente y con ligero bien podía pedir que se midiese y ganaba el que llevase la hoyo por el desgaste. No puedo olvidar como anécdota razón. que había puntos verdaderos y dudosos como se El juego de la Peola o Piola.– Participaban 8 o 10 jugadores a ser posible de la misma edad. El lugar preferido era la Casa Concejo pero también se jugaba al aire libre. Por sorteo le tocaba a uno hacer de burro y se colocaba a unos tres metros con la cabeza y el cuerpo bien inclinados hacia la izquierda para evitar golpes. Entonces los jugadores solicitábamos un número de zancadas y saltar por encima del burro sin derribarlo. Se salía desde lo alto del banco y se iniciaba con el pie derecho o el izquierdo según si el número de zancadas era impar o par. Ganaba puntos el que acertaba a saltar en el menor número de zancadas anunciado. Si no acertabas o no podías o derribabas al burro te tocaba relevarlo. Recuerdo que Inocente, “el Tente”, decía: “En cuatro y me sobra zancá” (cuando éramos pequeños debíamos dar cinco o seis zancadas para atravesar la casa concejo) Juego de la Cuncunilla Pico o Taina.– Jugaban dos equipos de 4 o 5, no más. Y un jugador más se sentaba en el banco de la casa concejo o del atrio. Después de hacer el sorteo, al equipo que le tocaba de “burro” se agachaban uno detrás de otro apoyado el primero en los muslos del jugador sentado. Desde unos tres metros aproximadamente los jugadores del otro equipo saltaban uno a uno sobre 7


Próximo número, 3, de enero a abril de 2012. Continuará Paulino contándonos parte de su vida fuera ya de Magaña. Eduardo Apastegui aportará un artículo de opinión y reflexionará sobre la ruina de san Salvador. Daremos reseña fotográfica del IV Encuentro de Tierras Altas en nuestro pueblo, sí, en Magaña, celebrado el pasado 24 de septiembre con gran satisfacción de los asistentes. Seguiremos dando datos de nuestra historia y algunos de la historia menor a través de artículos de la prensa de los años 20 y 30 del pasado siglo y de la memoria de algunos magañeses que nos acompañan en el devenir diario. Esperamos que sigan enviándonos fotos de otros tiempos que tan expresivas son; y también que nos cuenten sus vidas. A ver si recibimos alguna entrevista de esas que llamé cruzadas. ¡ANIMAROS

A PARTICIPAR! 8

La revista es nuestra, de todos.


Próximo número, 3, de enero a abril de 2012. Continuará Paulino contándonos parte de su vida fuera ya de Magaña. Eduardo Apastegui aportará un artículo de opinión y reflexionará sobre la ruina de san Salvador. Daremos reseña fotográfica del IV Encuentro de Tierras Altas en nuestro pueblo, sí, en Magaña, celebrado el pasado 24 de septiembre con gran satisfacción de los asistentes. Seguiremos dando datos de nuestra historia y algunos de la historia menor a través de artículos de la prensa de los años 20 y 30 del pasado siglo y de la memoria de algunos magañeses que nos acompañan en el devenir diario. Esperamos que sigan enviándonos fotos de otros tiempos que tan expresivas son; y también que nos cuenten sus vidas. A ver si recibimos alguna entrevista de esas que llamé cruzadas. ¡ANIMAROS

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NOTICIAS DE AQUÍ Y DE ALLÁ Fallecimientos.- Ha sido una temporada cruel con los magañeses. Al fallecimiento de Rafael, poco antes de la fundación de nuestra asociación, han seguido los de Faustina –nacida en Navabellida pero vinculada desde su matrimonio y maternidad a Magaña-, Encarna –en el día en que cumpliría 81 años-, Bienvenida -‖la Rubia– tras varios ingresos hospitalarios, y Petra –que pocos meses antes había perdido a su marido Rafael-. Para sus familias expresamos nuestro pesar. Cada persona que fallece es un desgarro para todo el pueblo. Bodas.– En la ermita de Barruso se han celebrado en poco tiempo dos bodas, en las familias Valer y Matute. Nuestra enhorabuena por el enlace y por elegir la ermita de la patrona. Natalicios.– No tengo referencia más que de unos mellizos que dio a luz Laura Albo—————— Obras.- Otro aspecto luce el pueblo con la finalización de las obras de la plaza y entorno, la trasera de la iglesia, la propia iglesia en el exterior y en el interior, la subida e interior del castillo, las barandillas o vallas en varios puntos, etc. Debemos valorarlo en su justo término porque las obras no se hacen por una simple decisión, hay que ―machacar‖ mucho ante los políticos, los técnicos y otros. Y el dinero que cuestan… 6000 euros un canalón largo y una pintura de frontón… demos gracias a la Corporación Municipal con su alcalde al frente, al párroco y a otras personas que, seguro, han colaborado. Rifa. El jamón se fue a Tudela para Agustín Albo. Para Maribel Argudo e Isidoro-Sole los productos sorianos. 2


F O T O S D E “E N T O N C E S” José (el Martillo, hijo de Marta) y Floren fueron al seminario y causaban impresión en los niños cuando ocasionalmente venían al pueblo vestidos con sotana negra. Muchachos que hicieron comedias con el sacerdote don Luis González. Años 1947-1948... El Pris luce traje de comunión en el atrio de la iglesia. El fotógrafo sería Victoriano Zamora. Día 03/05/1951. La pesca a mano era una diversión de verano que además proporcionaba sabrosa recompensa. Pris y Floren están acompañados por José y Sixto y, acaso, Juani, el sobrino de Epi, María y hermanos, que venía de Sevilla y nos deleitaba cantando La Campanera. El Sixto y “la canaria” con algunos familiares y los del ―tio Navarro‖, en la calle cercana a sus casas. En la era para la trilla y el ablentado estaba toda la familia y, a veces, los tíos y primos. Era una tarea que requería la aportación de todos para evitar que las previsibles tormentas arruinaran la cosecha tan trabajada. Con Felipe Recio están sus hijos Floreny Silvina, alguna nieta y el tío Chalón‖, Ignacio Zamora.

Año 1956 aproxim… 3


Fotos facilitadas por Priscilio Recio Moreno. Comedias de las chicas. Manuel y Eutimio en Barcelona. Pris y su esposa con Pepe y Nuri. Familiares de Silvina en el atrio y en el castillo en tiempos muy recientes.

Fotografías cedidas por Isidoro y Sole

La tía Juana con Isidoro y Sole en Soria

Samuel y un niño con Gabriel e Isidoro

Comediantes en la escuela de niños

Los comediantes toman el castillo

Un trillo de cilindros y asiento en la era del Isaac y la Petrín

Eran tiempos en los que el pueblo tenía mucha más vida como las fotos ponen de manifiesto A S Ó C I A T E. Ingresa 20E en: La Caixa— 2100 0730 37 0101308487 o Caja Rural de Soria— 3017 0550 61 2192058218 4

o DOMICILIA el pago.


Estas nueve fotografías fueron cedidas por Rafa y Candi. ¡Gracias!

¡SALUD Y SUERTE PARA VIVIR LAS FIESTAS DE 2012! ¡ASÓCIATE!

Por 20 euros anuales ayudarás a conseguir una asociación más poderosa. Y disfrutarás de tres revistas anuales – septiembre a diciembre, enero a abril y mayo a agosto— y de descuentos en el importe de determinadas actividades de pago. ASOCIACIÓN C. R. DE “AMIGOS DE LA VILLA DE MAGAÑA” 5


Paulino guarda en la cabeza pero también en las manos cada uno de los instrumentos, aperos y herramientas de labranza, trilla, huertos y demás tareas. Y los reproduce en ―su taller‖ con una habilidad que asombra. Es la memoria de un magañés que, como tantos más, vivieron una infancia y una juventud duras y a la vez felices, que concluiría, como tantos, emigrando en busca de mejores medios de subsistencia en tierras lejanas.

Paulino Duro, jubilado activo

ARADO, YUGO, VERTEDERA, TRILLO, CARRETILLA, AZADA, CELEMÍN ,MEDIA FANEGA Y OTRAS HERRAMIENTAS MÁS DECORAN EL VESTÍBULO DE LA CASA DE PAULINO .

Solo una de los instrumentos es ajeno a nuestro pueblo: es el yugo para bueyes que sí lo hay en Moñux (Soria) donde, ya viudo, pasa largas temporadas. Larga vida y gracias, Paulino.

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J.P.H


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